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1. LOS PÁRPADOS
Los párpados están recubiertos por una piel muy fina, de 1 mm de grosor
aproximadamente, elástica y móvil. En su parte interna están tapizados por la conjuntiva
y poseen un tejido celular subcutáneo muy laxo que se edematiza fácilmente.
Su estructura rígida está formada por láminas de tejido fibroso, las placas tarsales, que
dan consistencia y sirven de soporte a los párpados. El tarso del párpado superior tiene
unos 10 mm de altura, mientras que el inferior unos 3,7 mm. Ambos se fusionan en sus
extremos con fibras del músculo orbicular superior e inferior para constituir el ligamento
cantal interno y externo. El septum orbitario contribuye también a mantener la posición y
la forma palpebral.
En la elevación del párpado superior participan el músculo elevador del párpado superior
y el músculo de Müller, con inervación simpática, mientras que en el párpado inferior
actúan como retractores la fascia cápsulopalpebral y el músculo tarsal inferior.
La vascularización palpebral es muy rica, lo que favorece la cicatrización.
Los párpados tienen la función de asegurar la protección del ojo, mantener húmeda la
conjuntiva, lubrificar las pestañas y drenar el líquido lacrimal. El cierre perfecto de los
párpados asegura la integridad de la conjuntiva y evita que se formen úlceras en la
córnea. Para mantener la humedad y limpieza la misma y de la conjuntiva, la glándula
lacrimal libera continuamente su contenido de manera que forma una película en toda la
superficie del globo ocular la cual se evacua hacia la nariz mediante bombeo, a través de
los canalículos superior e inferior, del canalículo común, saco lagrimal y conducto
nasolagrimal.
2. LA NARIZ
La piel que recubre la nariz posee características muy diferentes según la edad, tipo racial
y localización. A nivel de la glabela es gruesa y muy móvil, en el dorso y paredes laterales
más fina y móvil, en el lóbulo de la punta, gruesa con abundantes glándulas sebáceas y
muy poco móvil y en las alas nasales y columela, fuertemente adherida al tejido fibroso
subyacente.
La forma y el tamaño de la nariz es dada por las estructuras firmes que la conforman:
huesos propios de la nariz y apófisis ascendente de la maxila, septo cartilaginoso,
cartílagos triangulares y cartílagos alares. También intervienen, aunque con menor
importancia, las capas musculares y de tejido celular subcutáneo.
3. LAS OREJAS
La piel de la parte anterior de la oreja es muy fina y prácticamente inmóvil por estar
firmemente adherida a su estructura cartilaginosa. En el borde del hélix y en el lóbulo se
funde prácticamente con el tejido fibroso mientras que en la parte posterior de la oreja se
va haciendo más gruesa, móvil y con más tejido celular subcutáneo según nos
aproximamos al cráneo.
La piel, tanto a nivel de la inserción craneal posterior como la que recubre la concha
posee abundantes glándulas sebáceas.
Debajo del tejido celular subcutáneo de la cara, cráneo y cuello encontramos el sistema
músculo-aponeurótico superficial (SMAS), que sirve de inserción para algunos músculos
de la mímica y actúa como sostén y protección de estructuras más profundas como la
glándula parótida, el conducto parotídeo, las ramas del nervio facial y los músculos de la
expresión y masticación.
En las mejillas el aporte arterial viene dado, principalmente, por la arteria carótida
externa, mientras que el drenaje venoso se realiza a través de la vena facial anterior y los
abundantes linfáticos drenan hacia los ganglios parotídeos.
5. LOS LABIOS
Su músculo más importante es el orbicular de los labios, que cierra el esfínter oral y
proporciona la competencia labial, fundamental para una correcta respiración nasal.
Los músculos elevadores del labio superior son: el elevador común del ala nasal y del
labio superior, el elevador del ángulo de la boca, el músculo canino, el cigomático mayor
y el menor. Otros músculos que actúan en los labios son el triangular de los labios, el
risorio y el buccinador
El riego arterial viene de las arterias labiales superior e inferior, ramas de la arteria facial
y el drenaje venoso se efectúa por las venas que derivan a la vena facial.
6. MANDÍBULA Y MENTÓN
El nervio facial se corresponde con el VII par craneal y suministra a la cara todos los
impulsos motores, excepto los que inervan al músculo de Müller, a los músculos oculares
y a los de la masticación. Es secretor para las glándulas salivares y aporta la sensibilidad
gustativa a los 2/3 anteriores de la lengua. El nervio facial nace en el cerebro, recorre un
trayecto por el interior del hueso temporal y sale por un orificio óseo a la altura de la
inserción inferior y anterior de la oreja, el orificio estilo mastoideo. Desde ahí se
distribuye por la cara en dos ramas que a su vez se subdividen en otras más finas y que
van a inervar a los músculos de la frente y cejas (rama frontal o temporal del nervio
facial), a los músculos cigomáticos y orbicular de los párpados (rama cigomática), ala de
la nariz y boca (rama bucal) y músculo cuticular del cuello o platisma (rama
mandibular) (Fig. 01)
Fig. 01. Las ramas del nervio facial recorren la cara abriéndose en abanico desde el orificio
mastoideo y las zonas de peligro facial representan triángulos de la cara donde se localizan dichas
ramas, las nervio trigémino o el conducto de Stenon que pueden ser lesionadas durante las
intervenciones quirúrgicas en la cara.
Zona 1: Localizada a 6.5 cm. por debajo del Canal Auditivo Externo.
Por ésta zona pasa el nervio auricular mayor que lleva la sensibilidad de los 2/3
inferiores de la oreja.
Zona 2: Área de emergencia del ramo temporal del nervio facial. Se
localiza en el punto medio de una línea que una el nacimiento del hélix con el
canto externo del ojo. Este nervio proporciona movilidad a la frente.
Zona 3: Situada a 2 cm tras la comisura labial, en la parte media de
la mandíbula. En ella se localiza la rama mandibular marginal facial que inerva
al labio inferior.
Zona 4: Triángulo formado por la conjunción de los puntos de la
eminencia malar, borde posterior del ángulo de la mandíbula y la comisura oral.
Por ella transcurre la rama cigomática y bucal del nervio facial, que lleva la
movilidad del labio superior y de la boca.
Zona 5: Localizada en el reborde orbitario superior, encima de la
parte media de la pupila. En dicha zona transcurre el nervio supraorbitario y
supratroclear, que lleva la sensibilidad de la región frontal, párpado superior,
dorso de la nariz y cuero cabelludo.
Zona 6: Área situada 1 cm debajo del reborde orbitario inferior, a
nivel de la línea media de la pupila. Existe un orificio por donde pasa el nervio
infraorbitario, que lleva la sensibilidad al lado ipsilateral de la parte superior de
la nariz, boca, labio superior y párpado superior.
Zona 7: En la parte media de la mandíbula, debajo del 2º premolar,
se localiza el nervio mentoniano, que se ocupa de la sensibilidad de la mitad del
labio inferior.
En 1861 Langer describió las líneas que deberían seguir las incisiones cutáneas para
obtener una cicatriz de buena calidad. Sin embargo, no es necesario aprender de
memoria la disposición de estas líneas, por otra parte no siempre acertadas, sino que,
para colocar adecuadamente una incisión basta con seguir la dirección de las arrugas o
pliegues naturales, que varían además, para cada individuo.
Fig. 02. Las líneas de Langer representan líneas imaginarias cutáneas de mínima tensión.
Estas líneas indican el emplazamiento ideal de las incisiones en la piel para que las cicatrices
sean de buena calidad. Generalmente son perpendiculares a los músculos de la cara.
Además de las líneas de contracción muscular existen otras que pueden ser útiles a la
hora de elegir la ubicación correcta de una cicatriz:
Líneas de contorno: se sitúan entre la unión de dos planos de la cara, como puede ser la
línea preauricular, el surco nasogeniano, nasolabial, surco del ala nasal, etc.
Líneas gravitacionales: son causadas por el efecto de la gravedad sobre los tejidos de la
cara y del cuello y determinan la formación de arrugas y surcos, como en la línea de la
mandíbula y en el cuello.
Líneas camufladas: en las zonas pilosas como las cejas y el cuero cabelludo, o en la
región retroauricular o párpado superior, áreas excelentes estas últimas para la obtención
de piel para injertos.
Son áreas estéticas: la región frontal, la región periorbitaria, la nasal, auricular, perioral,
geniana y mandibular.