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La Madre y Dios

¡Es cuando pienso en ti, amatxz


(mamita) del alma,
que canta el corazón con alegría!

Y pienso en Dios, que es Bueno, y que me dio


Vida, pan y cariño con tu vida.

Tú rezas por mí estando despierta


y sé que me bendices de dormida.

¿Por qué el corazón de Dios


y de la Madre se parecen?
¿Por qué en los dos tanta ternura y acogida?

¿Por qué los dos cada día están dispuestos a darnos


vida a costa de sus vidas?

La madre y Dios ¡qué fuente inagotable


de ternura de amor y de alegría!

Dios y la madre, qué cosas misteriosas,


qué cosas tan cercanas y queridas.

La madre y Dios, nos grita el corazón,


qué cosas, de verdad ¡tan parecidas!

MARIBEL PINEDA

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