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PSYKHE Copyright 2005 by Psykhe

2005,Vol
.14,Nº2,3-18 I
SSN 0717-0297

Proceso de Cambio Psicoterapéutico: Análisis de Episodios Relevantes

en una Terapia Grupal con Pacientes Adictos

Therapeutic Change Process: Analysis ofRelevant Episodes in a Group

TherapyW ith Addict Patients

Nelson Valdés, Mariane Krause, Oriana Vilches, Paula Dagnino, Orietta Echavarri,

Perla Ben-
Dov, Roberto Arí
stegui yGuillermo de la Parra

Pontif
icia Universidad Católica de Chile

En el presente artículo se presentan los resultados de una investigación que tuvo como objetivo determinar y

describir el tipo de acciones comunicacionales realizadas por terapeutas y pacientes durante las sesiones de una

terapia grupal.Para esto se utilizó una metodología orientada al descubrimiento empleando un análisis cualitativo

de contenido.En los resultados se incluye tanto la descripción de las acciones identificadas de acuerdo al nivel de

análisis, así como los patrones ideales de secuencia de dichos componentes asociados al cambio y propios de esta

modalidad terapéutica.Finalmente, los resultados son discutidos considerando los principales antecedentes teóri-

cos y empíricos en materia de investigación en psicoterapia.

Palabras Clave:cambio psicoterapéutico, episodios de cambio, acciones comunicacionales.

This article presents the results of a study aimed to determine and describe the type of communicative actions

made by therapists and patients during the sessions of a group therapy.A discovery-oriented methodology was

applied, conducting qualitative content analysis.Results include the description of the identified actions by levels

of analysis, and their ideal sequential patterns, associated to in-session change and particularly to this therapeutic

modality.Finally, the results are discussed considering the main theoretical and empirical frameworks in

psychotherapy research.

Keywords:psychotherapeutic change, episodes ofchange, communicative actions.

El estudio del proceso psicoterapéutico sigue


Nelson Valdés, Escuela de Psicología, Pontificia Universi-
presentando grandes desaf
íos tanto a los que ej
er-
dad Católica de Chile.

M ariane Krause, Escuela de Psicología, Pontificia Uni- cen la práctica clí


nica como a los investigadores,

versidad Católica de Chile. haciendo necesaria la utilización de metodologí


as
Oriana Vilches, Escuela de Psicología, Pontificia Univer-
que permitan analizar ef
icientemente aquellos f
acto-
sidad Católica de Chile.
res terapéuticos signif
icativos que permitan explicar
Paula Andrea Dagnino, Centro Psicológico (
CEPUC)
,

Pontificia Universidad Católica de Chile. las variaciones en los resultados psicoterapéuticos.

M aría Or i e t t a E c ha v a r r i , Ce n t r o de Di a g n ós t i c o Apartir de las f


uertes crí
ticas en relación con la
(
CEDI
UC)
, Facultad de M edicina, Pontificia Universidad
ef
ectividad de los procedimientos psicoterapéuticos,
Católica de Chile.
se realizaron numerosas investigaciones con el f
in
Perla Ben-Dov, Escuela de Psicología, Pontificia Univer-

sidad Católica de Chile. de comparar los distintos ef


ectos terapéuticos

Roberto Arístegui, Escuela de Psicología, Pontificia Uni- (


Luborsky,2001;Mahrer & Boulet, 1999), asícomo
versidad Católica de Chile.
también el desarrollo de investigaciones meta-
analí
-
Guillermo de la Parra, Centro de Diagnóstico (
CEDI
UC)
,
ticas con el objeto de examinar la naturaleza, magni-
Facultad de M edicina, Pontificia Universidad Católica de

Chile. tud ygeneralización de los ef


ectos psicoterapéuticos

La correspondencia relativa a este artículo deberá ser diri- (


Eysenck,1994;Shadish et al.
,1997).De esta mane-
gida a Nelson Valdés, Pontificia Universidad Católica de
ra, f
ue posible demostrar la ef
ectividad de los proce-
Chile, Escuela de Psicología, Programa de M agíster en
sos psicoterapéuticos por encima de los rangos con-
Psicología Clínica, Avda.Vicuña M ackenna 4860, M acul,

Santiago de Chile.E-mail:nlvaldes@ puc.


cl siderados representativos en la práctica clí
nica

Esta i n v e s t i g a c i ón fue financiada po r el P r o ye c t o (


Shadish, Matt, Navarro & Phillips, 2000).Pero al
FONDECYT N°1030482, cuya investigadora principal
mismo tiempof
ue posible identif
icar la escasa dif
e-
es M ariane Krause Jacob.
4 VALDÉS, KRAUSE, VI
LCHES, DAGNI
NO, ECHAVARRI
, BEN-DOV, ARÍ
STEGUIY DE LA PARRA

renciación entre las distintas modalidades terapéu- quedando demostrado que la alianza terapéutica, la

ticas en relación a su efectividad (Matt & Navarro, competencia del terapeuta y la adherencia al trata-

1997), así como la necesidad de metodologías más miento, necesitan ser considerados en el diseño de

convenientes que permitieran una mayor compren- las investigaciones en psicoterapia, puesto que in-

sión de los efectos psicoterapéuticos y la formula- fluyen significativamente en el resultado final del

ción de políticas basadas en datos empíricos. tratamiento (Bachelor & Salamé, 2000; Marmar,

Fue entonces cuando se empezó a hablar de la Gaston, Gallagher & Thompson, 1989). Las contri-


paradoja de la equivalencia’
, para hacer referencia buciones positivas del terapeuta y del paciente para

al aparente efecto homogéneo de las distintas in- el desarrollo de la alianza terapéutica son los mejo-

tervenciones psicoterapéuticas, lo que fue inter- res predictores del resultado final (Horvath &

pretado posteriormente como un problema meto- Luborsky, 1993; Keinänen, 1999), lo que confirma la

dológico. Esto trajo como consecuencia el surgi- importancia de analizar por separado las contribu-

miento de tres líneas de investigación:(a) en pri- ciones que hacen el terapeuta y el paciente indivi-

mer lugar, los estudios de los factores de cambio dualmente para el desarrollo de la alianza terapéuti-

inespecíficos (Chatoor & Krupnick, 2001; Krause, ca (McLellan et al., 1994), lo que resulta significativo

1991; Krause, 1992a; Krause, 1992b; Krause, 1993a; si consideramos que hasta hace poco tiempo la res-

Krause, 1993b; Krause, Uribe, W inkler & Avendaño, ponsabilidad del tratamiento recaía prácticamente

1994; Krause, 1995; Krause & W inkler, 1995; Krause sobre el terapeuta.

& Cornejo, 1997; Krause, 1998; Krause, 2005), o En esta misma línea de investigación, Castonguay

más recientemente llamados factores comunes et al. (1996) demostraron la capacidad de dos facto-

(Burlingame & Barlow, 1996; Castonguay, Goldfried, res comunes para predecir el resultado de la terapia:

W iser, Raue & Hayes, 1996; Hubble, Duncan & la alianza terapéutica y la implicación emocional del

Miller, 1999; Oei & Shuttlewood, 1997), cuyo obje- cliente. Estos resultados, junto con los de Asay y

tivo principal es identificar aquellos factores inter- Lambert (1999), acerca de los factores comunes, de-

nos o externos a la terapia responsables del cam- muestran que son los factores asociados con la

bio, y que son a su vez transversales a las distintas alianza terapéutica los más significativos al momen-

modalidades terapéuticas; (b) en segundo lugar to de determinar el éxito terapéutico. Con esto no se

están las investigaciones del proceso terapéutico le resta importancia a los factores de cambio especí-

(Barkham et al., 1996; Hardy, Cahill, Shapiro, ficos, ya que el efecto psicoterapéutico debe ser

Barkham, Rees & Macaskill, 2001; W illiams & Hill, estudiado respetando las teorías que subyacen a

2001), que hacen énfasis en el estudio de la interac- los métodos usados (Eysenck, 1994), es decir, sin

ción entre el terapeuta y el paciente, en el análisis éstas sería casi imposible especificar criterios para

cronológico de los distintos episodios de cambio interpretar los resultados.

(Goldfried, Raue & Castonguay, 1998; Stiles, Paralelo a la investigación de los factores de cam-

Shapiro & Firth-Cozens, 1990), y más recientemen- bio comunes surgió la investigación del proceso

te en la estructura del discurso durante el proceso psicoterapéutico (Greenberg, 1999; Hill, 1990) que

terapéutico (Czogalik & Russell, 1995); y (c) todos se centró tanto en la interacción terapéutica como

aquellos estudios que proponen modelos que in- en el proceso de cambio experimentado durante la

tentan analizar la eficacia de asignar tratamientos relación de ayuda. Originalmente la investigación

psicológicos para determinados problemas o des- del proceso terapéutico se diferenciaba en forma re-

órdenes específicos (Chambless & Hollon, 1998). lativamente clara de la investigación del efecto tera-

Considerando que los factores específicos ha- péutico, para después abocarse también al estudio

cen referencia a las técnicas e intervenciones espe- de los resultados de la terapia (Bastine et al., 1989 en

cíficas que caracterizan particularmente a cada mo- Krause, Arístegui & de la Parra, 2002; Marmar, 1990).

dalidad psicoterapéutica (Chatoor & Krupnick, 2001), Esto ha permitido llegar a ciertas conclusiones im-

se ha podido observar que es poca la evidencia em- portantes en cuanto a la relación proceso-resultado

pírica que demuestra la efectividad de los mismos (Conte, Plutchik, J


ung, Picard, Karasu & Lotterman,

para explicar completamente los cambios observa- 1990; Stiles & Shapiro, 1994), dirigiendo la mirada en

dos durante el proceso terapéutico, y mucho menos los últimos años hacia la secuencia de momentos de

se ha podido demostrar la posible relación entre és- cambio, a partir de la segmentación del proceso mis-

tos y la alianza terapéutica. Esto llevó a considerar mo en episodios que resultan ser significativos

cada vez más a los factores de cambio comunes, (Goldfried et al., 1998; Marmar, 1990). Para esto se ha
PROCESO DE CAMBIO 5

optado por utilizar metodologías de investigación bras de Bastine, Fiedler y Kommer los episodios son

que permiten un análisis sistemático de los datos en el “lapso de tiempo, el segmento o la secuencia den-

secuencia, empezándose a recurrir a metodologías tro de una o muchas sesiones terapéuticas en el que

cualitativas (Stiles, Shapiro & Firth-Cozens, 1990; se espera ocurran cambios significativos”(1989 en

Williams & Hill, 2001), y la combinación de éstas con Krause, Arístegui & de la Parra, 2002, p. 8). Existen

las metodologías cuantitativas. distintas maneras para delimitar los episodios, que

Actualmente, una de las líneas de estudio del pueden durar desde un par de minutos hasta más de

proceso psicoterapéutico ocupa metodologías una sesión, resultando necesario considerar la sub-

“orientadas al descubrimiento”(Hill, 1990; Mahrer jetividad del terapeuta y la del paciente, ya que es-

& Boulet, 1999) con el fin de describir qué ocurre tos últimos pueden estar más interesados en lograr

dentro de las sesiones, y generar así el desarrollo de una solución a sus problemas y sentirse mejor, mien-

modelos teóricos a partir de la formulación y con- tras que para los terapeutas resulta más significati-

trastación de hipótesis que no resultan de teorías ya vo conocer la etiología del problema y su transfor-

establecidas. De esta forma, es posible el desarrollo mación.

inductivo de categorías en función de la perspecti- Se planteó como objetivo general del estudio,

va del paciente o de la observación sistemática, que cuyos resultados se presentan en este artículo, iden-

permiten delimitar episodios de cambio relevantes tificar los componentes del cambio psicoterapéutico,

durante el proceso terapéutico. asociados a los momentos de cambio en pacientes

De acuerdo con lo mencionado anteriormente, adictos que participan de una terapia grupal .
1

es posible concluir que algunas características del

proceso psicoterapéutico están altamente relacio- Método


nadas con la mejoría de los pacientes (Stiles, Agnew-

Davies, Hardy, Barkham & Shapiro, 1998), siendo


Participantes
uno de los puntos en los que convergen los resulta-

dos, tanto de la investigación de proceso como los El acceso al proceso psicoterapéutico fue facilitado

por el Centro de Salud Mental de la Pontificia Universidad


de la investigación de los factores inespecíficos, el
Católica de Chile (CEPUC), específicamente, la terapia de
concepto de alianza terapéutica y su relación con el
grupo para pacientes con dependencia química. La misma

éxito del tratamiento (Bachelor & Salamé, 2000; la conformaban seis pacientes que se reunían una vez por

Farber & Hall, 2002; Horvath, 2000). En este sentido, semana, y que se encontraban en un proceso de tratamien-

to ambulatorio tras haber conseguido mantener seis sema-


Marmar et al. (1989), realizaron un estudio que les
nas de abstinencia a toda sustancia química adictiva. En
permitió concluir acerca de cinco dimensiones de la
vista de que se trataba de un proceso terapéutico ya inicia-

alianza terapéutica: la primera y la segunda se refie- do, en el cual había pacientes más antiguos y pacientes más

ren a la confianza y capacidad de trabajo del pacien- nuevos, se procedió a observar la terapia durante cinco

meses, quedando entonces la muestra constituida por 18


te, la tercera al compromiso y comprensión del tera-
sesiones.
peuta, la cuarta al aporte negativo del terapeuta y, la
El programa de adicciones del CEPUC utiliza los enfo-

última, al acuerdo entre ambos en cuanto a las metas ques cognitivo-conductual, psicoanálisis y psicoterapia

y procedimientos terapéuticos. Horvath y Greenberg sistémica, configurando así, un enfoque de psicoterapia in-

tegral (Kreither, Isla & Lacerna, 2001;Kreither & López,


(1986 en Horvath, 2000), por su parte, se refieren a
2001);sin embargo, la terapia grupal se caracteriza por
tres dimensiones de la alianza terapéutica que son:
hacer uso de un enfoque predominantemente cognitivo-

el lazo personal entre el terapeuta y el paciente, el conductual. Paralelamente a la terapia de grupo, cada pa-

acuerdo entre ambos en relación con las metas y el ciente tiene la posibilidad de participar además en: una

terapia individual por semana, una terapia familiar cada


acuerdo en relación a las tareas terapéuticas; mien-
quince días y una terapia de pareja cada quince días (si
tras que Stiles et al. (1998) estudiaron la alianza entre
procede). Por lo tanto, el proceso psicoterapéutico a estu-

terapeutas y pacientes en base a cinco dimensiones diar se encontraba incluido en un contexto mucho más

que son: unión, compañerismo, confianza, franque- amplio, lo que fue considerado al momento de analizar los

datos.
za e iniciativa del paciente, observándose que algu-

nos de estos aspectos de la alianza estuvieron alta-

mente correlacionados con el éxito del tratamiento. 1


La presente investigación forma parte del Proyecto

Finalmente, existe el interés de identificar y des- Fondecyt N°1030482 (Krause, Arístegui & de la Parra,

cribir aquellos episodios que cumplen con ciertos 2002), que pretende estudiar procesos de cambio psicoló-

criterios que le dan el carácter de significativos o


gico, en diferentes modalidades terapéuticas, a fin de ge-

nerar conocimiento sobre los componentes favorecedo-


relevantes para el cambio (Marmar, 1990). En pala-
res del cambio que resulten transversales a ellas.
6 VALDÉS, KRAUSE, VILCHES, DAGNINO, ECHAVARRI, BEN-DOV, ARÍSTEGUI Y DE LA PARRA

Procedimiento de Recolección de Datos Tabla 1

Listado de indicadores cualitativos de cambio


Se procedió a obtener el consentimiento de los pacien-

tes y de los terapeutas, para posteriormente grabar las se-


1. Aceptación de la existencia de un problema.
siones en cintas de video y audio a través de un espejo de
2. Aceptación de los propios límites y reconoci-
visión unidireccional. Simultáneamente, observadores ex-

pertos entrenados en una fase piloto previa, realizaron un miento de la necesidad de ayuda.

registro escrito de los episodios de cambio. Dichas observa-


3. Aceptación del terapeuta como un profesional
ciones se llevaron a cabo con la guía de una pauta, cuya
competente.
finalidad era orientar la observación y facilitar el registro
4. Expresión de esperanza (“remoralización” o expec-
de la manifestación concreta de indicadores cualitativos de

cambio establecidos previamente a partir de la evidencia tativa de ser ayudado o de superar los problemas).

empírica sobre los contenidos del cambio psicoterapéutico


5. Descongelamiento (o cuestionamiento) de for-
(ver Tabla 1). No obstante, se mantuvo en todo momento
mas de entendimiento, comportamientos y emo-
una actitud de apertura para detectar expresiones de cam-
ciones habituales (“fisura”).
bio no contempladas en un inicio, pero consistentes con la

literatura, o bien, para descartar aquellos que no resultaran 6. Expresión de la necesidad de cambio.

observables. Las sesiones fueron enumeradas en orden


7. Reconocimiento de la propia participación en los
cronológico para no alterar su secuencia real y se seleccio-
problemas.
naron para ser transcritas aquellas en las que fue evidente, a
8. Descubrimiento de nuevos aspectos de sí mismo.
partir de la observación, la presencia de uno o más indica-

dores cualitativos de cambio. 9. Manifestación de un comportamiento o emoción

nueva.

Análisis de Datos 10. Aparición de sentimientos de competencia.

11. Establecimiento de nuevas relaciones entre: as-


El análisis de los datos se realizó en tres etapas. Durante
pectos propios, aspectos propios y del entorno,
una primera etapa se identificaron los momentos de cambio
y aspectos propios y elementos biográficos.
a partir de los indicadores cualitativos preestablecidos. Para

considerarse momentos de cambio tenían que cumplir con 12. Reconceptualización de los propios problemas

las siguientes condiciones: (a) que coincidieran con los ante- o síntomas.
cedentes empíricos previos o con la literatura; (b) que el
13. Transformación de las valoraciones y emocio-
cambio se produjera dentro de la sesión; (c) que fuera un
nes en relación a sí mismo u otros.
hecho novedoso; (d) que no hubiera evidencia contradictoria

y; (e) que fuera apoyado por la conducta no verbal del pa- 14. Formación de constructos subjetivos respecto de

ciente. También se procedió a detectar momentos de cambio sí mismo, a través de la interconexión de aspectos
extrasesión a partir de las referencias que el paciente aporta-
personales y del entorno, incluyendo problemas
ba de su contexto de vida cotidiana. En este sentido, era
y síntomas.
necesario que se cumplieran los mismos criterios citados

anteriormente pero, además, que fueran narrados durante la 15. Enraizamiento de los constructos subjetivos en

sesión, que fueran referibles a la terapia de grupo y que fueran la propia biografía.
confirmados por el terapeuta.
16. Construcción de una teoría subjetiva biográfi-
Una vez identificado el momento de cambio, se llevó a
camente fundada sobre sí mismo y su relación con
cabo una segunda etapa, que consistió en rastrear las interac-

ciones previas a los momentos de cambio, con el fin de el entorno (indicador global).

delimitar empíricamente los episodios relevantes intrasesión. 17. Reconocimiento de la ayuda recibida.
Estos episodios fueron delimitados con un criterio temático,
18. Disminución de la asimetría.
es decir, el inicio del episodio lo marcaba el comienzo del
19. Autonomía en cuanto al manejo propio del con-

trabajo’sobre la temática presente en el momento de cam-

bio. Por último, en una tercera etapa se procedió a realizar texto de significado psicológico.

un análisis cualitativo de contenido de los distintos episodios

de cambio, con la finalidad de identificar y analizar los com- Y tres indicadores de cambio ‘transversales’ que se
ponentes asociados al cambio psicoterapéutico.
dieron a lo largo del proceso terapéutico:
Los componentes interaccionales de los episodios de

cambio se analizaron a través de una metodología de análisis


A. Aceptación del contexto de significación psico-
cualitativo, con el objeto de revelar los contenidos de la

interacción terapéutica y de su contexto. Esta metodología


lógica como marco de trabajo.

permitió el análisis descriptivo de la información verbal, así B. Reconocimiento de la propia participación en el

proceso terapéutico. (*)


como la construcción de patrones ideales de secuencia para

cada una de las dimensiones de análisis. Dichos patrones


C. Fortalecimiento del vínculo terapéutico. (*)
deben ser entendidos como tipos ideales en el sentido

weberiano, es decir, construcciones conceptuales que sinte-

tizan una gran cantidad de fenómenos concretos individua-


* Los indicadores cualitativos de cambio son citados tex-
les, y que permiten conocer la realidad empírica (Schütz,
tualmente del Proyecto Fondecyt N°1030482 (Krause,
1 972 ) .
Arístegui & de la Parra, 2002).
PROCESO DE CAMBIO 7

A continuación se presentarán los resultados más rele- Parte 2: Componentes I


nteraccionales Asociados
vantes encontrados en la presente investigación, aclarando
al Cambio
que la lógica de presentación de los mismos será inversa a la

lógica de elaboración. Es decir, que primero se presentarán


Sobre los episodios de cambio delimitados, se rea-
los niveles de análisis más generales y luego los más particu-

lares (de izquierda a derecha), aún cuando durante la investi- lizó un análisis descriptivo (codificación abierta) de

gación, las distintas categorías se constituyeron a partir de lo las acciones realizadas en el contexto terapéutico de

la terapia de grupo, tanto por terapeutas (o pacientes


particular.

en el rol de co-terapeutas) como por pacientes, y que


Resultados
fueron denominadas “componentes interaccionales

asociados al cambio”. Tal y como puede apreciarse


Parte 1: Momentos de Cambio y Episodios
en la Tabla 2, se obtuvo una lista de categorías con
Relevantes
tres niveles de análisis, denominados: “intenciones

comunicacionales”,“técnicas” y “formas básicas” .


2

Se realizó un análisis descriptivo de los fragmen-


Las “intenciones comunicacionales” hacen referen-
tos que contenían manifestaciones de cambio que
cia a la naturaleza del acto comunicacional realizado.
ocurrieran durante la terapia de grupo, específica-
En otras palabras, tienen que ver con lo que pretende
mente en la interacción con los otros miembros del
la persona que las realiza, comunicacionalmente ha-
grupo durante la sesión. Los indicadores preesta-
blando. Estas, a su vez, fueron agrupadas en base a
blecidos en este caso cumplieron la función de hi-
un denominador común, para conformar ocho cate-
pótesis a ser apoyadas, refutadas o modificadas de
gorías más generales denominadas “estrategias”, que
acuerdo a los datos observados, lográndose identi-
son: sintonizar, explorar, clarif
icar, f
ocalizar,
ficar, en las 18 sesiones analizadas, un total de 9
retroalimentar, resignif
icar, trabaj ectivo y
ar lo af
momentos de cambios intrasesión (ocurridos durante
orientar el comportamiento . Todas estas “estrate-
3

la terapia de grupo) y 25 cambios ocurridos fuera de


gias” son realizadas tanto por los terapeutas (o pa-
la terapia de grupo, de los cuales: 8 cambios estuvie-
cientes en el rol de co-terapeuta) como por los pa-
ron asociados con las terapias individuales, familia-
cientes durante las sesiones terapéuticas, sin embar-
res y de pareja propias del programa de drogas
go, algunas de las “intenciones comunicacionales”
(extrasesión), y 17 cambios se asociaron con ele-
que conforman las “estrategias”, son realizadas sólo
mentos del contexto externo al programa de drogas
por el terapeuta, otras sólo por el paciente, y otras
(extraterapéutico).
son realizadas por ambos.
Los indicadores de cambio más frecuentes du-
Otro de los resultados del análisis de los episo-
rante la terapia de grupo fueron: la aceptación de la
dios fue la conformación de una serie de categorías
existencia de un problema, la aceptación de los pro-
agrupadas bajo el nombre “técnicas”, y que hacen
pios límites y el reconocimiento de la necesidad de
referencia a los distintos recursos metodológicos
ayuda, la expresión de esperanza, la expresión de la
de los componentes interaccionales, algunos coin-
necesidad de cambio, el descubrimiento de nuevos
cidentes con las técnicas psicoterapéuticas propias
aspectos de sí mismo, y el establecimiento de nue-
de un modelo y otras con el uso del lenguaje cotidia-
vas relaciones; mientras que los indicadores de cam-
no. Muchas de estas “técnicas” son realizadas úni-
bio extrasesión o extraterapéuticos más frecuentes
camente por los terapeutas o pacientes en el rol de
fueron: la aceptación de los propios límites y el reco-
co-terapeutas, como es el caso de: aconsej
ar,alen-
nocimiento de la necesidad de ayuda, la manifesta-
tar,autorrevelar,conf
rontar,conmemorar,def
en-
ción de un comportamiento nuevo, la reconcep-
der,desvalorizar,enf
atizar,evocar,generalizar,
tualización de los propios problemas y/
o síntomas,
imaginar,interpretar,nominar,ref
lej
ar,ref
orzar,
y la transformación de las valoraciones y emociones
ormación del paciente y utiliz
revelar inf ar para-
en relación a sí mismo u otros.

Una vez identificados los momentos de cambio


2
Se destacará entre comillas a cada uno de los cuatro nive-
intrasesión, se procedió a analizar las sesiones, con
les de análisis (“estrategias”, “intenciones comunica-
un nuevo objetivo: la delimitación de los 9 episo-
cionales”, “técnicas” y “formas básicas”) a lo largo de la

dios de cambio relevantes, a fin de ejecutar el análi- presentación de los resultados para una mejor compren-

sis de los componentes asociados al cambio duran- sión del texto.


3
Se resaltará en cursiva a lo largo del texto cada una de las
te la sesión.
categorías que conforman los cuatro niveles de análisis.
8 VALDÉS, KRAUSE, VILCHES, DAGNINO, ECHAVARRI, BEN-DOV, ARÍSTEGUI Y DE LA PARRA

Tabla 2

Listado de componentes interaccionales asociados al cambio intrasesión

Estrategia Intención comunicacional Técnica Forma básica

1. SINTONIZAR * Expresar acuerdo Aconsejar Asentir

* Expresar desacuerdo

* Expresar confusión Adivinar Aseverar

* Mostrar duda

* Mostrar comprensión Advertir Negar

* Corroborar información

* Solicitar comprensión Alentar Preguntar

Asociar

2. EXPLORAR * Solicitar información

* Ampliar contenidos Autorrevelar

* Entregar información solicitada

Bromear (ironía)

3. CLARIFICAR * Verificar información Comparar

* Corregir comprensión

* Especificar contenidos Completar la frase

* Chequear el impacto de

una intervención Confrontar

* Solicitar explicación

* Chequear la propia comprensión Conmemorar

Defender al otro

4. FOCALIZAR * Introducir un tema

* Volver a un tema Descartar

* Condensar un contenido

* Circunscribir contenidos Desvalorizar

* Detener el discurso

Ejemplificar

5. RETROALIMENTAR * Emitir un juicio valorativo

sobre el otro (criticar o validar) Enfatizar

* Mostrar optimismo sobre el otro Evocar

* Reconocer el cambio en el otro

* Mostrar afectos del otro Exagerar

* Expresar impacto afectivo

* Reconocer la ayuda del otro Felicitar

Fundamentar

6. RESIGNIFICAR * Dar un nuevo significado a

un contenido Generalizar

6.1 A partir de la

construcción de * Establecer un modelo de

nuevos significados funcionamiento psicológico Imaginar

* Mostrar una comprensión

alternativa del funcionamiento del otro Imitar

* Vincular contenidos

* Contradecir información Indicar

* Cuestionar un contenido

* Cuestionarse a sí mismo

* Mostrar aspectos contradictorios Insistir

* Mostrar oposición a un contenido


PROCESO DE CAMBIO 9

* Aceptar un contenido Instruir

(Inicial, parcial o totalmente)

* Enriquecer un significado nuevo Interpretar

Interrumpir

6.2 A partir de la * Fortalecer un significado

consolidación de * Señalar consecuencias de Justificar

nuevos significados un significado

* Aplicar un significado Minimizar

* Decantar un significado

Modelar

* Indagar afectos

7. TRABAJAR EN LO * Expresar afectos Narrar

AFECTIVO * Relatar afectos

7.1 A partir de las * Anticipar una vivencia Nominar

vivencias del otro * Expresar agradecimiento

* Mostrar empatía Parafrasear

7.2 A partir de las * Mostrar optimismo sobre

propias vivencias sí mismo Persuadir

* Expresar desesperanza

Quejar

8. ORIENTAR EL * Desafiar a realizar conductas Reflejar

COMPORTAMIENTO * Decidir realizar una conducta

* Oponerse a realizar una conducta Reformular

* Proponer realizar una conducta

* Ordenar hacer algo Reforzar

* Solicitar apoyo

Regalar

Repetir

Reproducir diálogo

Revelar información del otro

Resumir

Utilizar metáforas

Utilizar paradojas

Valorar

Nota: todas estas categorías fueron el resultado del análisis de contenido de los distintos episodios de cambio ocurridos durante la

sesión. Las “intenciones comunicacionales” están ordenadas según “estrategias”, mientras que las “técnicas” y las “formas

básicas” están ordenadas alfabéticamente.

dojas. La “técnica” justificar, en cambio, sólo es uti- Por último, se observó la existencia de catego-

lizada por los pacientes, y se refiere a excusar una rías que se agruparon bajo el nombre de “formas

acción propia con razones convincentes. Es posible básicas”, y que tienen que ver con la dimensión de

observar que en una misma intervención se utilice análisis correspondiente a un nivel de estructura lin-

más de una “técnica”, que dos “técnicas” específi- güística más formal. Al contrario de las otras catego-

cas se den juntas, o bien, que no exista ninguna rías encontradas, en este nivel de análisis no se dife-

“técnica” acompañando a la “intención comunica- rencian las acciones de terapeutas (o pacientes en el

cional”. rol de co-terapeutas) y pacientes. Es decir, ambos


10 VALDÉS, KRAUSE, VILCHES, DAGNINO, ECHAVARRI, BEN-DOV, ARÍSTEGUI Y DE LA PARRA

utilizan las cuatro “formas básicas” que son las si- carse el momento del cambio las “estrategias” más

guientes: asentir, aseverar, negar y preguntar. frecuentemente realizadas son resignificar y orien-

tar el comportamiento, siendo la primera base de la

segunda. Sin embargo, se mostrará más adelante,


Parte 3: Análisis de Proceso (
patrones de
cómo resulta conveniente analizar las “estrategias”
secuencias de interacción)
realizadas en forma paralela a las “intenciones

A continuación se presentarán los patrones idea- comunicacionales” que las conforman, ya que, si

les de secuencia, identificados en cada uno de los bien una misma “estrategia” puede darse al inicio,

cuatro niveles de análisis. Tal y como se mencionó durante o al final de un mismo episodio, pueden ser

en la metodología, estos patrones ideales deben ser diferentes las “intenciones comunicacionales” en

entendidos como construcciones conceptuales que cada uno de estos momentos. En otras palabras, son

sintetizan las secuencias de interacción más frecuen- estas últimas las que permiten discriminar mayor-

tes en cada uno de los episodios de cambio analiza- mente un momento de cambio.

dos. Tal y como muestra la Figura 1, el inicio del epi-

Patrón de secuencia ideal en las “estrategias”. sodio se caracteriza por la realización de “estrate-

El análisis de proceso de la interacción terapéutica gias” como explorar y clarificar por parte del tera-

permitió observar ciertos patrones de secuencias en peuta o de los pacientes en el rol de co-terapeuta, lo

las “estrategias” realizadas, que permiten discrimi- que lleva al paciente a responder con la misma “es-

nar el momento de cambio a partir de éstas. Al inicio trategia” utilizada por el otro, o bien, puede suceder

de los episodios se realizan más las “estrategias” que el terapeuta realice la “estrategia” de explorar y

explorar, clarificar y focalizar, mientras que al acer- el paciente realice la “estrategia” de clarificar. Esto

Contexto extrasesión (terapia individual, terapia familiar y terapia de pareja) y contexto extraterapéutico

Terapeuta Co-
terapeutas Pacientes

INICIO del episodio de cambio


Explorar y clarificar

- Solicitar información

- Verificar información Explorar y clarificar Explorar y clarificar


C - Solicitar información - Ampliar contenidos
o - Verificar información
Fo c a l i zar - Completar contenidos
n
- Circunscribir un contenido
t

e Re t r o a l i m e n t a r Re s i gn i f i c a r
x - Comparar

t contenidos Re s i gn i f i c a r
- Dar un nuevo
o - Criticar o validar - Contradecir información
significado
MITAD del episodio de cambio al paciente - Mostrar oposición a un contenido

i - Vincular

n contenidos
Orientar en la
t acción
- Enriquecer
r - Proponer realizar
nuevos
a una conducta
significados Re s i gn i f i c a r
s
- Aceptar inicial o
e
parcialmente un contenido

S I N T O N ÍA
s

i
Re s i gn i f i c a r
Re s i gn i f i c a r
Re s i gn i f i c a r
ó
- Consolidar un significado
- Aceptar totalmente un
- Consolidar un significado
n
contenido

Orientar en la acción

- Decidir realizar una conducta


FINAL del episodio de cambio
(Momento de cambio)

Figura 1. Patrones de secuencia ideales en las “estrategias” e “intenciones comunicacionales”. Construcción

conceptual que sintetiza la secuencia de “estrategias” e “intenciones comunicacionales” realizadas por los

participantes de la terapia de grupo, en los episodios de cambio.


PROCESO DE CAMBIO 11

refleja la necesidad de, primero, presentar conteni- lograr la sintonía entre ellos y con el paciente, para

dos nuevos para, posteriormente, clarificarlos. que, sobre esta base, puedan empezar a realizarse

También puede observarse que la “estrategia” las “estrategias” de retroalimentar y resignificar.

sintonizar, entendida como todas aquellas acciones Cabe mencionar que no siempre un episodio de

realizadas con la finalidad de lograr una armonía cambio está conformado por un solo segmento de la

afectiva y un entendimiento mutuo entre los miem- sesión, sino que, dentro de una misma sesión, pue-

bros del grupo, aparece a lo largo de todo el episo- den darse varios segmentos no continuos sobre el

dio, como una especie de condición a nivel comuni- mismo tema , quedando segmentos de la sesión que
5

cacional que permite la realización de todas las de- no están directamente relacionados con el tema tra-

más “estrategias”. tado, diluyéndose la conversación en otros temas,

A mediados del episodio, es posible observar por lo que el terapeuta recurre a la “estrategia” de

momentos de interacción entre algunos miembros focalizar nuevamente los contenidos.

del grupo (generalmente los que llevan más tiempo Llama la atención que, generalmente, se dan en

en el programa) en los que se intercambian acciones forma paralela las “estrategias” de resignificar y

tendientes a resignificar que, paralelamente a las retroalimentar, como si de alguna manera existiera

acciones de sintonizar, pueden llegar a tener un efec- una relación directa entre estas dos, por ejemplo,

to positivo y facilitar el momento de cambio, hacien- que para la construcción de nuevos significados de

do que el paciente realice también acciones tendien- determinados contenidos sea necesaria la “estrate-

tes a resignificar (al final del episodio). Podríamos gia” de retroalimentar, aunque también podría ser

pensar que, sobre la base de esta sintonía, los pa- que una manera de comprobar si la resignificación

cientes con el rol de co-terapeutas van construyen- se está llevando a cabo o no, sea por medio de la

do el significado que presentarán posteriormente al retroalimentación de los participantes.

paciente que está en dicho rol. Por último, en los episodios cuyo momento de

El terapeuta incluso utiliza la “estrategia” de ex- cambio tiene que ver más con la manifestación de

plorar junto a la “técnica” de alentar, con los pa- una conducta nueva en el contexto extraterapéutico

cientes en el rol de co-terapeutas, para que éstos (por ejemplo, comunicar a la familia de una situación

puedan retroalimentar al paciente a partir de lo que de riesgo), las acciones que se realizan y que pare-

éste ha contado durante la sesión. En estos casos cen estar asociadas a dicho cambio, generalmente

suele repetirse un mismo patrón circular de “estrate- se asocian con acciones tendientes a resignificar

gias”: retroalimentar al paciente y realizar acciones (por ejemplo, tomar la decisión de comentar una si-

tendientes a resignificar. Al final de estas interven- tuación de riesgo). Por esta razón, al final de estos

ciones, el terapeuta nuevamente recurre a la “estra- episodios, la “estrategia” de orientar el comporta-

tegia” de explorar con el paciente, quien responde miento siempre está precedida de acciones tendien-

con acciones tendientes a resignificar, lográndose tes a resignificar, como si de alguna manera, las pri-

finalmente el cambio. meras necesitaran tener de base a las segundas.

Como se mencionó anteriormente, los pacientes Patrón de secuencia ideal en las “intenciones

en el rol de co-terapeutas interactúan para construir comunicacionales”. Como se mencionó anteriormen-

un significado nuevo que luego entregarán al pa- te, las “intenciones comunicacionales” hacen refe-

ciente, atentos siempre de observar si éste lo acepta rencia a una dimensión de análisis que clasifica la

o no. Sin embargo, en un primer momento (más hacia naturaleza del acto comunicacional realizado, es de-

el inicio del episodio y a mediados de éste) las accio- cir, tienen que ver con lo que pretende la persona que

nes tendientes a resignificar se caracterizan por las realiza, comunicacionalmente hablando. La Figu-

cuestionar los significados, hasta que, hacia el final ra 1 también permite observar ciertos patrones de se-

del episodio, y sobre la base de que existe una cuencia en las “intenciones comunicacionales” reali-

sintonía comunicacional, ambos realizan acciones zadas, lo que hace posible discriminar el momento de

tendientes a resignificar en la línea de consolidar cambio. Como se mencionó anteriormente, la sintonía

los contenidos. En cambio al obtener, por parte del aparece a lo largo de todo el episodio como una espe-

paciente, acciones tendientes a cuestionar los con- cie de condición a nivel comunicacional, que permite

tenidos, los pacientes en el rol de co-terapeutas de- la realización de todas las demás “estrategias”.

ciden seguir realizando las “estrategias” de explo-

rar, clarificar y focalizar aún más, con el objeto de 5


Recordemos que los episodios relevantes de cambio fue-

ron analizados en base a un criterio temático.


12 VALDÉS, KRAUSE, VILCHES, DAGNINO, ECHAVARRI, BEN-DOV, ARÍSTEGUI Y DE LA PARRA

Al inicio de los episodios de cambio, tanto el un mayor nivel de elaboración de los contenidos,

terapeuta, como los pacientes en el rol de co-tera- razón por la cual les resulta fácil adoptar, en un mo-

peutas, realizan las acciones de solicitar y/o verifi- mento determinado de la sesión, el rol de co-tera-

car información del paciente, mientras que este últi- peutas. Adicionalmente y, a diferencia de los que

mo responde ampliando y/o especificando conte- llevan menos tiempo en el programa, cuando asu-

nidos con el propósito de explorar y/o clarificar los men el rol de pacientes propiamente tal, son capaces

mismos. Puede darse el caso de que al inicio del de realizar acciones para sí mismos como: darse a sí

episodio se empiecen a realizar acciones tendientes mismos nuevos significados y vincular contenidos

a resignificar, por parte de los participantes, sin propios. Es decir, logran construir nuevos significa-

embargo, mientras el terapeuta o los pacientes en el dos a partir de las intervenciones de los otros miem-

rol de co-terapeutas realizan acciones tendientes a bros del grupo, pero también a partir de su propia

construir significados, los pacientes responden narrativa.

cuestionando los mismos. No es sino hasta el final También queda claro que, ni el terapeuta ni los

del episodio cuando, por lo general, ambos logran pacientes en el rol de co-terapeutas, parecen con-

participar activamente en el establecimiento de nue- formarse con una aceptación inicial por parte del

vos significados. paciente, e insisten en realizar acciones hasta que el

Los pacientes en el rol de co-terapeuta, entre paciente logra aceptar completamente el significa-

ellos y con el paciente, realizan acciones tendientes do nuevo durante la sesión. De hecho, muchas ve-

a resignificar (sobre todo a mediados del episodio) ces la “intención comunicacional” realizada por el

tales como: dar un nuevo significado a un conteni- paciente durante un momento de cambio, es confir-

do, vincular contenidos y fortalecer un nuevo sig- mada y reforzada en otro momento posterior, con

nificado. Sin embargo, una de las acciones que sólo otra “intención comunicacional” relacionada.

realizan los co-terapeutas entre ellos, es enriquecer Patrón de secuencia ideal en las “técnicas”.

un nuevo significado en cada una de sus interven- Recordemos que las categorías agrupadas bajo el

ciones o a partir de la intervención realizada por otro nombre de “técnicas” son aquellas que hacen refe-

co-terapeuta; mientras que el paciente suele respon- rencia a distintos recursos metodológicos de los

der con la acción de aceptar inicial, parcial o total- componentes interaccionales, y que algunas coinci-

mente los contenidos presentados. Estas acciones den con las técnicas psicoterapéuticas de un mode-

generalmente se van alternando en cada una de las lo o escuela, mientras que otras son propias del len-

intervenciones de los pacientes en el rol de co-tera- guaje cotidiano. Aunque no es posible anticipar un

peutas, realizando las mismas acciones o acciones momento de cambio a partir de las “técnicas” utiliza-

que complementan las del otro. das por los miembros del grupo, puesto que éstas

Hay ocasiones en las que el paciente expresa son utilizadas a lo largo de los episodios, la Figura 2

acuerdo ante los contenidos contradictorios presen- muestra la existencia de ciertos patrones de secuen-

tados por otros, sin embargo, de alguna manera, el cias en las “técnicas” realizadas a lo largo del episo-

estar de acuerdo no es suficiente, puesto que los dio.

pacientes en el rol de co-terapeutas siguen realizan- La mayoría de los episodios analizados inicia con

do algunas de las acciones que antecedieron dicho acciones del terapeuta para explorar contenidos

cambio, para confirmarlo y reforzarlo con una mayor nuevos, utilizando la “técnica” de alentar al pacien-

resignificación de los contenidos. Este es otro pa- te a que presente algún tema o situación experimen-

trón de secuencia que se repite en casi todos los tada durante la última semana. Cuando el terapeuta

episodios de cambio de esta modalidad terapéutica, o paciente en el rol de co-terapeuta solicita al pa-

sin embargo, al momento de delimitar los episodios ciente que clarifique determinado contenido, y éste

estas acciones de los co-terapeutas quedaron fuera lo hace, pero dicho contenido sigue sin estar total-

del análisis, ya que se cerró el episodio con el mo- mente claro, por lo general recurren a utilizar la “téc-

mento de cambio considerando las confirmaciones nica” de descartar e insistir en la clarificación. En la

posteriores de éste “réplicas” . modalidad terapéutica aquí estudiada, los pacien-


6

Otro detalle que se observó, es que los pacien- tes, para entregar elementos nuevos, suelen utilizar

tes que tienen más tiempo en el programa presentan las “técnicas” ejemplificar y fundamentar. Cuando

se utilizan las “técnicas” de confrontar, persuadir o

advertir por parte del terapeuta o de los pacientes


6
Se ha denominado “réplicas” a las manifestaciones poste-

riores de un mismo momento de cambio.


en el rol de co-terapeuta, generalmente el paciente
PROCESO DE CAM BI
O 13

Contexto extrasesión (terapia individual, terapia familiar y terapia de pareja) y contexto extraterapéutico

Terapeuta Co-terapeutas Paci


entes

INICIO del episodio de cambio

Al
entar

De s cartar Ej
e m pl
ificar C

SINTONÍA F un da m e n t a r o

t
Al
entar “Técnicas” “Técnicas” e
Jus t i ficar
empleadas ent
re empleadas con el x

coterapeutas,a l
o pacient
e,a l
o t

l
argodelepisodio: l
argodelepisodio: o

Confrontar i

M ITAD del episodio de cambio n

Enfatizar Aconsejar t

Advertir a

Insistir A ut o r r e ve l
ar e

Pe r s ua di r i

n
Ut i l
izar l
a

ve r ba l
ización

de otro

FINAL del episodio de cambio


(Momento de cambio)

Figura 2. Patrones de secuencia ideales en las “técnicas”. Construcción conceptual que sintetiza la secuencia de

“técnicas” realizadas por los participantes de la terapia de grupo, en los episodios de cambio.

responde utilizando la “técnica” de justificar.Sin la “técnica” de al


entar al paciente a hacerse cargo

embargo, al f
inal de los episodios, cuando se utili- de lo que dij
o.También utiliza la misma “técnica”

zan a la vez las “técnicas” de confrontar ypersua- con los otros miembros del grupo para que éstos

dir, se observa que el paciente incluso puede llegar emitanunjuicioval


orativoacerca del discurso del

a repetir la verbalización del otro, como “técnica”; paciente durante la sesión.Esta intervención del te-

esto, sobre la base de que existe en ese momento rapeuta siempre va seguida de la “estrategia” de

una sintoní
a comunicacional entre ambos. retroal
imentar al paciente por parte de los otros

En su interacción, los pacientes que en determi- miembros del grupo, utilizando para ello distintas

nado momento del episodio asumen el rol de co- “técnicas” como autorrevel
ar, advertir, persuadir

terapeutas, siempre recurren a la “técnicas” de in- y fundamentar con razones, con el propósito de

sistir yenfatiz
ar la intervención de otro co-
terapeu- mostrar empatí
a al paciente;como si de alguna ma-

ta, que por lo general ha utilizado “técnicas” como: nera la propia experiencia o la experiencia de los que

autorrevel
ar, aconsejar, persuadir o advertir.Esto, han logrado rehabilitarse resulta ser un motivo más

de alguna manera permite que quien haya venido convincente, que aquél que pueda entregar el mis-

utilizando dichas “técnicas”, lo siga haciendo. mo terapeuta.Los pacientes en el rol de co-


terapeu-

Hayocasiones en las que el terapeuta utiliza a la tas utilizan las “técnicas” de aconsejar yadvertir,

vez las “técnicas” de confrontar al paciente con su principalmente con aquellos contenidos relaciona-

propio discurso yrevel


ar inf
ormación del contexto dos con el establecimiento de lí
mites, de manera de

extraterapéutico de éste al resto del grupo, con la mostrarle al paciente la necesidad de cambio;yla

“intención comunicacional” de mostrar aspectos tendencia es siempre a utilizar dichas “técnicas” j


un-

contradictorios entre lo que éste dice ysu biogra- to con la de autorrevel


ar para mostrar empatí
a o

f
ía, generalmente concluyendo la intervención con darle sentido a los contenidos mostrados.
14 VALDÉS, KRAUSE, VILCHES, DAGNINO, ECHAVARRI, BEN-DOV, ARÍ
STEGUI Y DE LA PARRA

Cuando los pacientes en el rol de co-terapeutas ra que sean éstos los que utilicen la “técnica” con-

interactúan entre ellos, lo hacen creando o compar- frontar más enérgicamente al paciente, sobre todo

tiendo significados que, aún cuando el principal cuando este último utiliza la “técnica” de justificar.

objetivo es entregárselos después al paciente, utili- Esto es congruente con el enfoque terapéutico utili-

zando para ello “técnicas” específicas, también se zado por la terapia de grupo, en la cual el terapeuta

modifican los propios constructos a partir de asume en todo momento un rol de facilitador.

resignificar las propias experiencias. Llegado el Patrón de secuencia ideal en las “formas bási-

momento, el terapeuta presenta al paciente un nue- cas”. Como se mencionó, las categorías que con-

vo significado, utilizando para ello generalmente forman la dimensión denominada “formas básicas”

“técnicas” como enfatizar y/


o repetir la verbaliza- corresponden a un nivel de estructura lingüística

ción de alguno de los co-terapeutas. formal, por lo que todos los miembros del grupo uti-

Por último, existen ciertas “técnicas” asociadas a lizan las cuatro categorías establecidas. Aunque tam-

determinadas “intenciones comunicacionales” y a poco es posible anticipar un momento de cambio a

determinados roles dentro del grupo. Por ejemplo, partir de las “formas básicas” utilizadas por los miem-

cuando se realizan acciones para orientar el compor- bros del grupo, puesto que no permiten diferenciar

tamiento, tiende a utilizarse más frecuentemente “téc- completamente las acciones de los terapeutas (
o

nicas” como aconsejar o instruir, siempre y cuando pacientes en el rol de co-terapeutas)y los pacientes,

el significado de la conducta a cambiar haya sido la Figura 3permite observar ciertos patrones de se-

resignificado previamente. La “técnica” enfatizar, por cuencias en las “formas básicas” realizadas a lo lar-

otro lado, es más frecuente entre los pacientes en el go de los distintos episodios analizados.

rol de co-terapeutas, y está muy relacionada con la A lo largo de los episodios, a pesar de que todos

“técnica” confrontar. El terapeuta, en cambio, procu- los miembros del grupo en la interacción hacen uso de

Contexto extrasesión (terapia individual, terapia familiar y terapia de pareja) y contexto extraterapéutico

Terapeuta Co-terapeutas Pacientes

INICIO del episodio de cambio

P r e gu n t a r

Aseverar Aseverar
C
Narrar
o
P r e gu n t a r
n

SINTONÍA
t

x
Alternancia de Alternancia de
t
“f
ormas básicas” “f
ormas básicas”:
o

MITAD del episodio de cambio P r e gu n t a r


n
Aseverar Aseverar
t
Narrar Narrar
r
Completar la frase
a

P r e gu n t a r Aseverar Aseverar n

Aseverar

FINAL del episodio de cambio


(Momento de cambio)

Figura 3. Patrones de secuencia ideales en las “formas básicas”. Construcción conceptual que sintetiza la

secuencia de “formas básicas” realizadas por los participantes de la terapia de grupo, en los episodios de cambio.
PROCESO DE CAMBIO 15

las distintas “formas básicas”, casi siempre se inician existía ningún estudio que fuera tan específico so-

los episodios con la “forma básica” de preguntar por bre los componentes asociados a los momentos de

parte del terapeuta o pacientes en el rol de co-terapeu- cambio, pero sí sobre el cambio psicoterapéutico,

tas, mientras que al final del episodio, el momento de cuyos resultados permitieron guiar las primeras eta-

cambio está caracterizado siempre por la utilización de pas de esta investigación. Uno de los aportes de la

la “forma básica” aseverar, por parte del paciente. investigación fue establecer los criterios mínimos

El análisis secuencial de las “formas básicas” para confirmar la existencia o no de un momento de

permitió observar que, frecuentemente, la “forma cambio intrasesión, tales como: la correspondencia

básica” de preguntar va seguida de la “forma bási- teórica, actualidad, novedad y consistencia; así como

ca” asentir, negar o aseverar. En otras ocasiones la la utilización de la conducta no verbal como parte de

“forma básica” aseverar está precedida por las “for- esta última.

mas básicas” negar o asentir que, por lo general, Fue posible, en una primera etapa, confirmar la

tienen el propósito de corroborar un contenido. mayoría de los indicadores preestablecidos así como

También se observó que la utilización de la “for- establecer cierto orden o secuencia de aparición de

ma básica” aseverar, por parte de alguien en el gru- estos indicadores de cambio acorde a la evolución

po, va seguida de un aseverar por parte de otro; así del proceso terapéutico de cada participante. Esto

como el hecho que la “técnica” de completar la fra- último, coincide con los trabajos de J
acobson y Truax

se siempre se realiza utilizando la “forma básica” de (1991), quienes afirman que el proceso de cambio

aseverar para concluir una aseveración realizada por total es el resultado de cambios sucesivos y progre-

otro. sivos. También fue posible confirmar el hecho que

En la interacción entre los pacientes con el rol de ciertos indicadores se dan a lo largo de todo el pro-

co-terapeuta se observa un intercambio de “formas ceso terapéutico, más específicamente, aquellos re-

básicas” tales como aseverar, asentir, negar, hasta lacionados con: la aceptación del contexto de signi-

que en determinado momento uno de ellos realiza ficado psicológico como marco de trabajo, el reco-

una pregunta al paciente. Las “formas básicas” asen- nocimiento de la propia participación en el proceso

tir y negar, permiten la realización de acciones rela- terapéutico y el fortalecimiento del vínculo terapéu-

cionadas con la “estrategia” sintonizar; mientras que tico.

otras “formas básicas” como aseverar y preguntar, Los momentos de cambio más frecuentes en esta

permiten la realización de acciones más relaciona- modalidad terapéutica coinciden, por un lado, con

das con los contenidos trabajados durante la sesión los trabajos de Elliott y James (1989), quienes con-

y hemos mencionado, que la sintonía comunicacional cluyen que el resultado experimentado con mayor

entre los miembros del grupo parece facilitar la cons- frecuencia por los pacientes es el entendimiento de

trucción de significados tanto entre los pacientes sí mismo (insight), el ser guiado, la autorreflexión y

en el rol de co-terapeuta, como con el paciente. De el asumir la responsabilidad; y, por otro lado, con

esta forma, aunque la “intención comunicacional” los estudios de Greenberg y Malcolm (2002), quie-

sea distinta entre los miembros del grupo que nes demostraron que los pacientes que manifiestan

interactúan, o incluso opuesta, es posible observar un cambio de opinión con respecto a sí mismo y a

un mismo patrón en las “formas básicas”. los demás son los que, por lo general, obtienen re-

sultados más significativos en el tratamiento. Cuan-

Discusión do los pacientes son capaces de comprender el con-

texto histórico que los condujo al desarrollo de cier-

El estudio se enmarcó dentro de una investiga- tas creencias y actitudes, pueden empezar a adquirir

ción de proceso, puesto que puso el énfasis en el la sensación de que tienen cierto dominio sobre su

análisis de la interacción entre los pacientes, y de realidad.

éstos con el terapeuta, durante los distintos episo- La evidencia teórica demuestra que existen dis-

dios relevantes de cambio analizados (Goldfried et tintas perspectivas para delimitar episodios relevan-

al., 1998; Marmar, 1990; Stiles et al. 1990). Se utilizó tes de cambio, tales como: la del paciente, la del tera-

una metodología cualitativa orientada al descubri- peuta, la de observadores expertos, a través de ins-

miento, que hizo posible el desarrollo inductivo de trumentos de medición, o bien, la combinación de

categorías en función de la observación sistemática las anteriores (Bastine, Fiedler & Komer, 1989 en

y el análisis sistemático de los datos en secuencia. Krause, Arístegui & de la Parra, 2002). En este caso,

Es necesario mencionar que hasta el momento no los episodios se delimitaron a partir de la perspecti-
16 VALDÉS, KRAUSE, VILCHES, DAGNINO, ECHAVARRI, BEN-DOV, ARÍSTEGUI Y DE LA PARRA

va de observadores entrenados, utilizándose el cri- y las “intenciones comunicacionales” que las con-

terio temático. forman, permiten discriminar y anticipar un momen-

En cuanto a la identificación y análisis de los to de cambio. Hay que mencionar que, aún cuando

componentes interaccionales asociados al cambio los patrones ideales aquí propuestos son ilustrativos

psicoterapéutico, los resultados demuestran que, más que definitivos, cada uno de ellos sintetiza las

durante la sesión, tanto el terapeuta como los pa- secuencias de interacción más significativas en cada

cientes realizan distintos tipos de acciones, lingüís- uno de los episodios de cambio analizados, por lo

tica y comunicacionalmente hablando. A estas ac- que resultan convenientes, al menos, para cierto tipo

ciones se les denominó componentes interaccio- de generalizaciones como el hecho de estar asocia-

nales. El análisis cualitativo de contenido permitió dos con formas de influencia y cooperación en las

clasificar dichas acciones de acuerdo a tres niveles reuniones de grupos (Mergenthaler & Bucci, 1999).

de análisis, dependiendo de su nivel de profundi- Uno de los hallazgos más significativos, y que

dad o superficialidad: “intenciones comunicacio- sirve de marco dentro del cual se generan las distin-

nales”, “técnicas” y “formas básicas”. El primer ni- tas intervenciones realizadas por los terapeutas y

vel de análisis pudo ser agrupado a su vez en base a por los pacientes durante los episodios de cambio,

un denominador común, conformándose ocho “es- se refiere al ajuste comunicacional y emocional que

trategias”, que son: sintonizar, explorar, clarificar, debe existir entre los participantes de este tipo de

focalizar, retroalimentar, resignificar, trabajar lo terapia. Los resultados permiten concluir que, esta

afectivo y orientar el comportamiento. Estos resul- sintonía es la base para que se desarrolle una rela-

tados apoyan las investigaciones de Karasu (1986), ción de confianza entre los miembros del grupo, que

puesto que las “estrategias” encontradas abarcan posibilita la construcción de nuevas formas de in-

los dominios cognitivo, afectivo y conductual. Sin terpretar la realidad. Lo anterior está muy relaciona-

embargo, no sólo se consideraron las “intenciones do con la aceptación del contexto de significado

comunicacionales” del terapeuta y de los pacientes, psicológico (Hardy et al., 1995; Keinänen, 1999;

sino que también se analizó la interacción entre am- Krause, 1992b), el compromiso y la motivación por

bas. En este sentido, los resultados encontrados van parte de los pacientes (Corey, 1995), lo cual resulta

más allá de los estudios realizados hasta la fecha, fundamental para el trabajo que se realiza durante

los cuales sólo habían analizado las intenciones im- las sesiones en este tipo de terapia.

plícitas de los pacientes y terapeutas por separado. Finalmente recordamos que los resultados de

La segunda dimensión de análisis agrupa bajo el esta investigación, por encontrarse inserta en un

nombre “técnicas”, todas aquellas acciones que proyecto de investigación mayor sobre cambio en

hacen referencia a los distintos recursos metodoló- psicoterapia (Krause et al., 2002), seguirán some-

gicos de los componentes interaccionales, algunas tiéndose a la contrastación empírica con otras mo-

de los cuales coinciden con las técnicas psicotera- dalidades terapéuticas, con el objeto de determinar

péuticas propias de modelos terapéuticos específi- los componentes interaccionales comunes a todas

cos, y otras, son más propias del lenguaje cotidiano. ellas y de analizar “episodios de no cambio”.

En este sentido, las primeras podrían ser considera-

das como factores específicos asociados al cambio Referencias


(Chatoor & Krupnick, 2001). Por último, la tercera

dimensión de análisis, denominada “formas bási-


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cambio analizados. Fue posible identificar ciertos P s y c ho t he r a p y Proj
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Fecha de recepción: Agosto de 2004.

Fecha de aceptación: Abril de 2005.

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