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¿QUÉ ES UN PRODUCTO BIODEGRADABLE?

Tenemos que saber bien qué significa este concepto si queremos conocer que
impactos tiene en el medioambiente y
cómo podemos potenciar esta clase de
productos. Se trata de aquel producto
compuesto de materiales que son
capaces de ser descompuestos por
organismos biológicos como lo son
bacterias, hongos y algas. Estos
productos se degradan en un entorno
favorable de luz, humedad, oxígeno y
temperaturas necesarias. Se da como
resultado la simplificación química y bioquímica de las moléculas y así es como se
mineraliza el carbono que contienen en forma de CO2.

De una forma más sencilla de contar, se puede decir que todo producto
desechado en la naturaleza se degradará por sí sólo. Aunque lleven más o menos
tiempo degradarse, todos los productos acaban haciéndolo. Por ejemplo, el
plástico es uno de los productos con una tasa de degradación más pequeña. Si
tiras una bolsa de plástico en cualquier entorno natural, tendrás que esperar miles
de años para que se degrade por completo. Imaginaos entonces el daño tan fuerte
que están haciendo las emisiones de bolsas de plástico incontroladas.

La descomposición más común que hay de cualquier tipo de producto se realiza


mediante las bacterias. Existen muchos tipos de bacterias con una gran tasa de
asimilación de nutrientes que se traduce en una biodegradación del producto. Este
concepto de biodegradabilidad es muy utilizado en el mundo de la ecología y el
reciclaje para poder conocer el tiempo de degradación de cada uno.

Es así como se gestionan gran parte de los residuos orgánicos. Por ejemplo, si
contamos con un rollo de papel o una bolsa de plástico, podemos comparar su
degradación y ver que el papel en varias semanas ya está degradado mientras
que la bolsa de plástico tarda miles de años.

Aceleración de la biodegradación

Compost orgánico

Industrialmente se puede explotar la biodegradación de los productos para


generar energía. Es importante conocer cuánto tiempo tarda cada elemento en
descomponerse ya que nos puede servir como nuevo producto. Lo primero es
poder tratarlos para la elaboración de compost. Son muchos los vertederos que
están hasta arriba y toda la fracción orgánica bien separada que pueda servir de
compost puede ayudar a reducir el volumen de residuos del vertedero, además de
ayudar en la agricultura.

Gracias a los compuestos orgánicos de las viviendas como restos de comida,


podas de jardín, etc. Se puede fabricar un compost mediante el proceso de
biodegradación. Este compost tiene gran calidad y posee una buena cantidad de
minerales para que el suelo pueda estar más fertilizado y producir mejor.

Esta es una de las formas en las que los productos biodegradables pueden ser
utilizados y reincorporados al ciclo de vida de los productos. Gracias a la actividad
fotosintética de las plantas y algas y el sol, el dióxido de carbono presente en la
atmósfera se va eliminando para poder sintetizar azúcares y otras sustancias que
se emplean para crecer.

Cuando un organismo muere, los microorganismos que existen alrededor en todo


el entorno se alimentan del material orgánico y con el proceso de biodegradación
van liberando agua y dióxido de carbono a la atmósfera.

Si queremos acelerar el proceso de degradación debemos conocer bien las


bacterias que actúan y el entorno más factible en cada caso para que la
biodegradación se haga con mayor celeridad. Además, cada residuo orgánico
posee un tiempo que necesita para degradarse por completo. En ambientes más
fríos y secos los procesos de degradación son más lentos. Lo ideal es concentrar
todo lo biodegradable en un lugar cálido y húmedo. De esta idea surgen los
biodigestores.

Ventajas y desventajas de lo biodegradable

 Bioplásticos

Los materiales biodegradables pueden tener una gran ventaja para minimizar los
impactos de la contaminación del ser humano en el medioambiente. Vamos a
señalar algunas de las ventajas principales.

Son productos que se consumen rápidamente. Al ser biodegradables, la propia


naturaleza lo va degradando de manera continua. Esto ayuda a que no se
contaminen los suelos, ríos o vertederos en exceso. Es así como evitamos que la
basura se agolpe y vaya provocando impactos.
Reducen las emisiones de dióxido de carbono. Durante la producción de
bioplásticos se emiten gases como el CO2, pero es mínima comparado con el
proceso de fabricación de los plásticos comunes.

Consumen menos energía. Al fabricarse con materiales biodegradables


requieren menos energía y no requieren combustibles fósiles para su fabricación.
Al necesitar menor energía y materiales en su fabricación se pueden producir a
mayor escala.

También son reciclables Al igual que los plásticos convencionales, estos se


pueden reciclar para dar de nuevo productos al ciclo de vida útil. No contienen
ningún tipo de químico, toxinas en comparación de otros tipos de plásticos.

Necesidad de compost. En la agricultura hay una gran demanda de compost como


fertilizante. Este compost no contamina el suelo al igual que otros fertilizantes
nitrogenados ni las aguas subterráneas.

Entre las desventajas que nos encontramos tenemos los problemas que pueden
tener en la ingeniería y el posible riesgo de contaminación fruto de una mala
separación de residuos. Si los bioplásticos se separan con el resto de plásticos
comunes se pueden mezclar y dejar de ser útiles. Además, contaminarán en
exceso. Y es que son muchas las personas que no saben diferenciar bien entre
bioplásticos y plásticos convencionales.

Daño de los residuos no degradables

Hemos mencionado las ventajas que lo biodegradable. Ahora vamos a comentar


los daños que provocan los que no se degradan en el medioambiente. Los
plásticos son los productos más longevos y abundantes de toda la tierra. Se han
encontrado plásticos en aguas de todo el mundo. Sus partículas se van
disgregando hasta formar parte de nuestra cadena alimentaria.

Como pueden ver, lo biodegradable es necesario potenciarlo si queremos mejorar


nuestro medioambiente y salud.

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