Está en la página 1de 260
ANGEL RAMA LA NOVELA EN AMERICA LATINA PANORAMAS 1920 - 1980 peaiuuuRa 3 INSTITUTO COLOMBIANO DE CULTURA eee Dre day gocweld Newtek 442 La novela on Arica Lane "RIS Panoramas 192-1900 i Com ol opts pene d. clu Pye | bs ‘carta: 4 Dino Goo Meadow/Araral Antonio Céndido, en Brasil : ya ost Luis Martines, en México roid le reprodvcta tol o parcial por cualquier sit de Tmpeeiiayconculgue fad eer o cade, os derechos de autor de et di fron reseed por Proutvn S.A. 7 TImpresy encuadeno por Prater Colombiana S.A "raed Colom Indice Prdlogo.. 1a fonmacin deb aovel ltinoamercana La generscisn det medio siglo Dies problemas paral nore latinoamericano . he Medio siglo de naratia iatnoumerica (1922-1972) ee Los procesos de transcufturacin en 4 marativa latinoamericans boom en permpectiva La tecnificacion marativa Los dictadoreslatinoaericanos ea le novela Bi dicted rao de a revoacin latinoarericana .- Un elt racist en el deenieno tropical. petit solo dentro de un ‘posma efclico Loscontesatario de per Elestremecimiento nuevo en 20 26 33 = 203 Id a95) 294 3617 380“ a0 7 2s 455 495 Prélogo [Bite libro, més que bre mia, lo es de Juan Gustavo Cobo Borda, de nt infaligable colo por roconstruie el mapa de las letras hisps- ‘noamericansa del siglo xx, ahora que parece haber agotado el ‘mapa de ls ftras colombianas en Coleultura, Como no le basta can haber lefdo todcs los ibros” ¥ como descabii6 tempranamente que, vistas les dsperas cond ones de I vila intelectual en América, bx mayor‘a de aus pro- Cusciones aparecieron en revisas, periddicos y all contindan, ecidis trasladalas orginicament 1 bros, confiando que ast serie menos perecedects, Fsperanza que yo abandoné antes que 1, ewando un eomedido funcionario de la Library of Congress ime esctbié alrténdome sobre el papel en que estaba ecitanco ‘tha revise, el cal, segin Jos exportos, no tendrfa una vida Petior a fos cen ais. Bexibimos en Nucstra Amética sobre el papel del tiempo, sobre el Gempo perecedero, ercribimos sobre in urgencia del lec. tor y el medio y la hora que vivimos 0 20s vie, y sin duda ef tiempo nos esrbe y nos dkpersay en cenizas aos converte. ‘Desputs de tentos afion desconflando de la ilusoria pomps cterizante del libro, debo esta envejeciendo cusndo me pongo «a recopilarpacientemente ls quinieatos aos de culture lation ‘mericana pars le Bibliotexs Ayacucho, galeras que legaré a Coto Borda, cuando ecepto rune en un volumnen lo que yo mismo he 9 nsontaremos ef cio propsio, omni etba por mort, Pas sea nce ed Mae ee Peto noes sobre pots queen est ro ae hab, sino sre gi oir cin act rnd rire rome autor, Delenerme en tow obs, rviarla y haces sib exits favo, deslegyr una escritura que asume y sume aquela de gue 10 Porque ta critica, a peste do au hebitual mala prensa ente os 3+ ‘eritores ¢s siempre creacisn auténoma, Poxiie rebio de profesor edueado en L'explication rar les testes de us mactros franceses, pero mucho mds emanacién el placer de ts lectura, oce franco e impudico ants esa inven im sin gual que es literatura, sotleso,snsidn, locura (Tee 1nfa yeinte y pocos aos cuando decidf empezar mi curso con Los hermanos Karamezco, y pass el ao entero y "pas un gu 4a sobre el mar” y yo seputa con mis alunos metidos todos en {geno def familia mslcita. Cuando s fo conté a Onett me har bi6 ce un amigo que se encersé on su css, a paar todos los atios |quele quedaban,conA lerecherchedu temps perdu, Exsidiable) 1a profundidad ie un texto es lo que nosottes resolvemon que Sea profundo. ¥ ni siquiera cso: es e impulzoy el goce quienes resuelvon el tiempo amoroso, y yo sé que me adhiero a e3 pro- Jongado conocimieato que busca sin cesar y siempre encventea algo nuevo para encender ef deseo, Cuanda al mismo Onett fe enlregué micstucio sobre u primer lato, pozo, dia ixcnico: “Exel dobie de largo”, cor lo oual xo pude agregar que me pare- fa breve eincompleto, De l, de Julio Cortizar, de José Masie Arguedss, de Gabriel Garcfa Marquee, de Mario Vargas Llore, para eltar algunos de Jas contempordaeos, he escrito largos ensayos tras la eture ju bios de sus libros, con la cetidurmbre de que era poce para lo que de sus obrasse pode decir, prometiéadome sempre el ibto- ferrocaril sobre cada uno de elor, el que a veces la mera act ‘uacin me ha deparado cas sin'proponérmelo: as descubri lun dia que tenis un libro hecho sobee Salvador Garmesiis, y ‘otro sobre José Marfa Anguedas, He pensado que esa Concentra ion absartente se la debo a mi radre, quien no lefa ot libeo que Ia Bibli, puesta siempre sobre su shesa de lz, y all encon- traba lu suma del saber unitersal, pudiendo explicar los sucesos cotidisnos con fa vida de los Jueces ode los Profetss ent clados apaciblemente con los Pedros y Juanes de nuestra calle ooos de-mis libros me han resaltado més placenteros que Uno mecdnicamente ttulade Primeros cuentas de dies macros Jatincamerieanes, porque ls dica eveetos primerizos all reunt os (de Marlo de Andrade, Carpentier, Guimardes Rosa, Leza- sm, Ruifo, entre olros) estén asediagos uno @ uno por mi escr- ura crftea que procura entender quiénes eran cuando ardizron fen coos celaton, a voces impenfeclos, posesionados del demonio Gl arte como silos fo est cuando ees nadicy se quiere setlo todo, ©. G. M. me eteibio diciéndome que, con una Kim babta visto cast con ese texto sujuventud, No, no derram6 ain- ‘guna ligriua, pero lo que decia era bonito pues era el fuego del frie fo que yo htbia querido desentraiar tras os renglonesinse- gos de su esriturajuvenil. ‘Si munca he podido soportar Ia vanides difundida entre ‘quienes son meros aprendices, es porque munca re han intresa- do fos autores, sus pequefas historias y sus elosilss efimeras, {gue ovoureen su Yo profunda, sino la belleza, la verdad! pla- Ee de ins obras de arte, como & no tuvieran autor, como si fue~ Tan excita por la Histera,o la Sociedad, o Dios, por todas las sayiyeules notes, y quedaran para nuestro explenoroso ree0- ‘e eseitas fa theenidad, Este encuentro con is plenitis del rte eld fuera de todas ls coordenadas mundanss, nada tiene {Que ver ai com la fama, i oon el trabajo ai con la ambicién: l- igin d@2 encontraé editor para Iss “Mejores novels cortas de fise macstvoslainoamerieanos™, porque en ese género es donde has Hegado ands alto nuestros narradores, quiezes ind tihmentc han procurado superstlo con largas y brillantes novelas: no va- lon los Glen afos lo que Bl caronel no tiene quien le eseribo; Tera nostra lo que Aura o Agua quemads; ni Gran seta: vere- des, lo que Cura de Bronce; ni Reyuela lo que Bl pereeguidor; ni Bl Sig de las Laces lo que Bl arp y la sombra; ni La wide breve To que Para una tuna sin nombre; ni La casa verde, lo que Los cachorros. Pero vaya usted a convencer & Jos autores, en esta poea instucionalizada, de que el arte no tiene que ver con las ‘imersiones ni con las ambicicnes. Toor muchos cseritos sobre obras asimismo dispersoe, 0 es linen este libro, ue se consagra a los “pinorames™ visual ‘ones de conjunto.en que el anfory sus obras son meron puntos fie apoyo para el disetio de las fuerzas ‘endenciales y éstas se Coordinan pars dibujar le “figura” que compone une época, Si Rn such de mis cay sobre obra erin macro del dso, todos ls panoramas repondon#solleacone extra, lr rand con mi raao miss Tene ato qu ver con tna tendence qc, mis que a mt sso, abibuye al medio cltral en que me fine Patokando 2 Graham Grene, pdr decir qi “Urugucy made me" clew Pls alco que als dexuollé en un dterminado pesfodo Wistiea en que mf me loc vse tn dominate que cone Chit Wiad el bre que dedqaéa lasers uoguyae de 1999 21968, La gnercin crit. Todo, pos, naradore, sh ‘haus, fron posiles poral epi exlto,cron estan Bor of tempo, orl gon con que I socio ehabi on Sado on stscaetenie, he des epee 20 cca, hasta no dejar aii para ora conser ‘cia valorativa, fe Bl a acl del tmpo qu me he rekrido. Leendo s Sarteen It Juventud aprend que tlaba Yano aspiar a. tar por fers, sonar can a esi como Inge hren Po = 1a tego tok hombres dst 2000, De sli taremon tabneat Bjenon como de tas char epoca aor elvan {he os habia tosdo on mri, con mayor hide pol, y fstar dono snestamor, Por lo ten, no Sabie oto oso de Torfaen oe sab el marco hstrico dense vl, at cual, fina do Yoda eticlén parte 0 doctinate, xs Scowttied dessus como ede a cla que canary uo chlo en let eristanols que han Toco, Esto en otro ‘momento i hible teoindo: ara puedo ita & dese the mac on un bardo popula ds poies patois migrants, ue en yon Ua evula pin ceca eed, dent Son sodedad shor arional qu bia ade Ie deo. tral sn epsraea, slide su wakacin, No poor qe ors sodas, rua iis pcten cee mejores mates ero ipl que con cl Serpe histo, conel patson ques na gone an wpe, an ssa deni a cee ta de eordenae revise, a ths, no defen de expat tov components fetarentaer So Sa vida y une tae fneletul En caso, feron qua, 3 aceptadas. Quizés esas cooréenadas no alcancen s explicar pporgué de un afin dela belleza ciftado en las palabras y algo de- berfa ser dejado ala euotabiogrifica c inatransferble,no dscer- ible sobre un campo colective de fusrzas formativas, Pero aur te afl bused situarse en el social vast, en los movimientos de Tos grupos sociles, en las leeclones de las creunstancis, necesi- tao de Tos piesen la terra que reclanié Mark, En todo caso, es de ese entendimiento del mundo de donde surge la necesidad de los panoramas, como Iz de marcos en los ‘cuales situar ondenadamente las producciones artisicas huni nas, No era noredad en un pais que habta contado con el mags- terio de Alberto Zum Felde, aunque quienes preferentemente ls practicamos estabomos ya muy Iejos de sus esquemas inter pretativos: Carlos Real de Azia y yo. Aunque Reals lament Dlemente poco conacido en Amética, sw nombre os obligado centre los perspicace eriions de esta segunda mitad del XX, y ‘sungue no podfa haber flosoffe de Ia historia mis distante de a imfa, sempre he respatido su suber y, sabre todo, su pasion de Ia cultura, pues es ella Ia que cistingue al intelectual de raza ‘Cuando piss # drip la Rncilopedia Urugunye reparti con é1 (y con Benvenuto) los tres cuadernes inieiales que debsan <0 wer Ia historia integra del pas: 6l se encergd de I historia pol ‘ice’y yo encaré los 180 alos de literature uruguaya’”. Un eer- cio del arte panorémico, # saber, el dieao de una estuctur de signifeacion, en que lo central no son lassucintas referencia & autores u obras, o los atjtivosealifcaives,sinoe tjdo que fconstruye con ias generaciones, las eocrientes, las estticas, los reieter con ta ellos (veaise las censuras de Ajo Carpentier y de Carlos Fuentes), no se puede igorar que en fa sepanda déeada del xx una sere de bros configu la forma no- velistica de América Latina: La maestra normel de Manvel ‘ez, Loe de abajo de Mariano Azuels, Reinaldo Solar de Rémmulo Gallegos, Un perdido de Eduardo Barrios (todos anteriores 8 1920) histe Klingle de Tos huesos de Benito Lynch va vord- ne de José Eustasio Rivera (ambos de 1924) revelan un periodo ‘excepcional dela ccalvidad nacrativa, sin igual hasta entonoss, ‘que coinciée en ls fijacidn de un modelo narrativo rentable desde luego con el regionalism europea que se dae fax mismas fechss, aunque nes 7s"fuente de este produccién, ero capay de transutar une coyunturs especfica de la culture latinoumericana. Si fuera nesesaria otra conroboracién se Ia en -tHachote da As ~estcheivnnn. fis Ia atinoamericana, echando mano de 2 w Legions ¥ contrarfa en el éxito que zcompané estas publisaciones: no s6lo registraba la existencia de un piblico con el cual se entablaba el dillogo de escrito, sino una oosmovisin bisica de donde sur- sia un proyecto cultural, puesto alos valores extabecidos, La aporlacin céntal fue est autonomfa del aénero novela, Mecundo 1 las condones callus desu Uempo, St bon lt nds vibe nota rsd ea el manejo de personajes esoeacos ¥ ‘sues locales (cosa ue no era neva en la nara, nse resula eLestahocimienta de, tad aa ebmoviin de low wc ont Tara exo construyé fe undimbre del realiamo pia mareadamente denotatvo que fig tansp- fentar el mundo circundant; ere un wstema de mlaclones ine temas que al promorer [as convenciones de tempo ¥ expacio fog6 el cterio de verosmilitud; met lo maravitoo ae co Ailaniad dela via sin prescindr dee aumiée tm y a 0- no de la Iectra pivadssbandonando para sempre a oratria iyntunits, Todo To que en eto hay de cldadows labors teria, cuyo artificionosresultakoy tan visible, exolica que aya | jmpuoito un modelo —s dea novela como cpein det. sale, \. dad que ha persistido hasta el presente promoviendo insubor- ‘Gnaciones do cstilos posteriones sel eleco de Una estractira litera, Sos sano erie le inden elmayor homenajecuan- do seusan a esle modelo de act “mera copia dela reldad™. A tal grado log su engafoartistca, Pao sins grt a pepo ica / reste nerolr eerl c e ( S.Stonto, lec apes ute {Stun haat peony pens psa Fa ) Seems crac ta sanction f i ‘Belge one coninca leon pra es Bre apo Gn exon alos non, last del mensie promos. Giemsa hate spies, elo se compensa pr Is ital mayor de Derma owla que desenlers is es vader de 4 Cnatuiereconaséndolis en apa y intaconey a Ge Le obama mninara at sigiescone, © OF Naber 1 teanmutaclbn de exe melo, qu in mbar igs por scho tismpo pasado «un segundo plano, srt ho de a fo condacén del prova nara or la poet, Por lo fant = fedato do unt ronoicisa qi = produ en as sas fechas taut ae aba el modelo nugative elt, paca a tea de perlas corto Tablady, Hideo, Vall, Banta, La post Sempre ha cmdo una funiéa pinera en Arnica Latina i novela sume si conaistas con cert lent propia dal gdncre, Las invencines potas erin aniniay po a novela dee los aon velite pero ls aera del proce slo os riko low ator cores, La dtenetn tires aue alan ha Poets al bras des aot convnctonde, ln acentncén a eprint dun engi onstioc Sbsprondiniono d lon cies soliton gus spun _auiotvan fn cuporcin de a napa HA AT MDT Con pci ico yan, a upen dela ingen a mete fort como cfs de una wifcaion del mando, etn algins Ce tg aportacones que a potsfatanaite anata, Obras tan bjaca ents como Ls taallanas de oberto Act, ts. for Pretdante de Uigoel Angel Aetunas,Macunaime ce Moro de Ande puden vere como fs siaot qu indcan ave tnadae ae nora nara Imoameicne. La generaci6n del medio siglo* No hay literatura de més diffit conocimiento y istematizacién| ‘que Te lamade hixpanoamericana, Cualguiera otra del mundo ‘occidental cuente ya con estructuras frmes, clas ordenamien- tos de valores, buenos repertarics de informacion, gufes puestas al dia, y, en la medida en que pertenezcan a paves de amplio desarrollo, excelentes medios de difusion y de critica aezea de les ms recientes productos. Nada parecido en las letras hispanoa- ‘neeanas donde las primerasydiftciles baters estén inataladas desde el comierz0, a eaber, en ol plano de Ia mera informacion sobre Ip que se publica. Fs ficilmente imaginable que en todos os restantes planos no se hace sino agudiar las complicaciones. Mientras que el panorama erftico de ta literatures europeas fevoca un jardin bien (razado y mejor cultivado, el ameticano recuetda una selva confusa donde fot cuminos se trazan dif cultosemente, y muchas veeese machetaz0s. sta comprobacion, en sf nada original, pro cuyas conse- ‘uencia las padecon agudamente quienes st consagran a estos studios, oF obligatoria, al iniiareésta antologa. No para enca recor sus mérits, sino, al contratio, para justifcar sus defectos, Marche, sho suv, aim, 1217, Segunda sen, Monterieo, 7a. 1968). 2. Reproduce Aurore Ocampo (ed: a erica de novels hercamaricona conterporines, tao, UNA, 913, 26 Hiay notorias ausencas ys algunas pueden aribuise 2 muestras Lmitaciones materiales (no mds de teinta dos pipina del se- manatio, 0 sea un volumen formato comin in octavo de unas doscientas piginas), tres se deben ala mara hispanoamerica ina que entorpece tocas las comunicscionss, que desfiguea sun log mimnos ordenamientos valoratives al punto de duce una literatura entera aun solo nombre casual, o da jerarquia paaje- ra aobras pereoederes Tales dificultades ~esa cuota vergonzante de nuestro subse sarrolo~ se ceatuplican cuando se abandon 2! campo de los ‘maestros eoonocidos, para abordar el movimiento iterario de Jos eseritores que oslzn entre lot treintsy ls evarentay eineo aos, cuyas obras vienen escalondndose desde 1940, unque eo- tesponden con mayor intensdad alltime docenio, Aqut la ia- ‘comunicacién esa figura retérica dela nueva literatura curopea ue nosotros los latinoamericanos conocemos en viva came pro- pia se transforma en ef monaica de los mil equfvocos. ise Piensa que todavia estamos “‘escubriendo” enommes creadore, del tipo de Alejo Carpentier, con sesenta anos y una obra cum: pliday difundidGima, se comprendert que muchos de los nom bres que aqui aparecen resulten enteramente desconocidos nuestro pablico (tanto el uruguayo como el roplatense) a pesar de que en sus respectvos pafses han geupado el rango de gran- des y primeros eradores, Ls incomunicacin inter latinoamericana.es a que explica primero, que ls dstintss regiones se vinculen y conozcan a tta- és de centros extracontineniales ~Paris, Londses, New York, y ya Mosc segundo, que las grandes figures prolonguen su ma- _Bsterio durante largutimos perfodos, dando desde lejos Is sen- stcidn de que en sus paises han eortado a asl hierba para que nada nuevo erezco, Para muchos, Colombia sigue vendo José Eustasio Rivera ~cuando no Arciniepas., sungve desde enton- ens dos generaciones de esertores se han suoedido, y es bastante explicable dentro de este general absurdo que los nombres de. Gabriel Goreis Marquez 0 del éspero, trig realista Alvaro (Cepeda Samudio, sean enteramente ignoredas, del mismo modo be son jgnoradas ls aportaciones peéticas de Jonge Gain Du- n ool admirable creador de Amantes ~iréaicaments muerto— 0 de Eduardo Cote Lanus o Alvaco Muti Los nombres quc sobrenadan csta tierra ancgada Io hacea afecrados a los grandes organisinos editorials con radio de difo- sign continental: as, Fondo de Culture Econémica ha ascqura- do ol conocimiento de uno de los jvenes, Carlos Fuentes (35 ates hoy), cuando Zig Zag no ha so eapaz de asogurat el lean ‘ce continental de un novelistadotadiaimo como lo es el ehileng José Donoso (Coronaeién); muy poco leido en auortro pa aunque ya estétraducido a ings y editado en USA. Bata situ cin absurd ve complica mis cuando hay de por medio rezones polfticas: el joven novelista cubano Lisandr Otero es més cono- de Jos Iectores euzopeos que de los props latinoamerica- ns, ¥ su novela, premiada en el Concurso de Casa de las Amti- ‘as, no ha circulado cas. Lo mismo puede decirse de cas todos Ts cabanas actuales —Pabfo Armando Fernandez, Roberto Fet- inéndet Retamar- con millones de lector en los pases sociale tas y casi ninguno en Américg Latina, Otros autores han saivado este temporal mediante el cine: es caso de Beatriz Guido, cuyo nombre ha egado hasta México, ‘no s6lo por los buenos oficies dela Losada, slo también por lat adaplaciones cinematografcas de sus filmes, En 1a misma situa- fidn puede colbcarss 2 Augusto Roz Bastos el novelists para- {g1ayo, O se han resuelto al exilic: Mario Vargas Llosa slid del ‘nonimato con un premio de una editorial espaol y su autin- fica posibildad de difusién depende en buena parte de que vive Y trabua on Pari; asf es como su obra (Le cludad y Jos perros) {es mucho més conacida que Ia de José Maria Argucdas,cl adzi- rable narrador del indigenismo peruano, quien le leva dies aos Y ha publieago cinco volmenes exceen'es, Pero si esto sige en la prosa narativa,cudnto mis y més do- {orosamente imperard sobre la poesfa,Posiblemente no haya vor Pobtica mis urdorosa y tranida que la de Ernesto Cardenal (bs Publiada un solo volumen, pero esté muy difundide per revis- {as y antologtss), prictieamente un desconosido entre nosotros, Aqui funciona ol grave problem de las zonas de conocimiento ¥ Ge las zonas de erientaciin easier: conacemes a Enrique Mo- 8 lina y pedemos almirar su controledo deltio; en cambio deseo- ‘nocemas a Maroo Antonio Montes de Ocs, un descendiente do Octavio Paz y descendiente de los sureatistas,capaz ce una hi- Derestesia de Tes imagenes por momentos delimbradora. El pri- mero es argentino, en tanto que el otro et mexicano, Pero des- conocemos incluso a un Enciqve Likn, quizé ta voz poética de mayor interés que haya surgido on Chile desd> Nicanor Parra, a pesar de qu esté af no mis, tres la cordillers. Frlanos too de ucerdo: es urpnte un Sel de Trane nlslones de a Gatun en Latinoam, es gets is Gin down vereadero seni pblco que rere ao cen ferrqie por lo mence pia que m8 conoesa ene ae lean sus obey, mtunvnt, Porque etna ha credo Con autridad, una nena gnsronhiganoaneiny, Indo 19, alee rane abe le pesca urope gie"fit tenido i Scecinicnle ce he eae Toncepelones steStcay a Gee Taman eneriace noneaan En tite momento ella €& &l sostan més Ciliticado de la creacién, Yan verona aid ra] scl proceso narrativo que, en México, va de Juan Rulfoa ) van Garefa Ponce, pesindo por Carlos Fuentes y Rosario Cas- } tellanos; que equivaldr(aal que, en la Argentina, conduce de Ju- lio Cortizar hasta Germén Rozenmacher, pasando por David Vi- fad y Beatriz Guido; en el Uruguay, desde Juan Carlos Onetti hasta Hiber Conteris, pasando por Mario Renedetti y Armonia Somers; que en Ia poesta argentina conduce de Enzique Moline, Por Rail Gustavo Aguirre y Alberto Giri, « Maria Elona Walsh ‘© Juan Gelman, No s trata de sistemas comunicante rgidos, ni tampoco del despliogue de una esttica precisa sino de na mo- tran un parleismo sincrinico,soeprendente, Cuando se enften- / tan autores, coments artisticas, concepcionesexiticas, de ‘nosy otros paises se descubre, por debao de las econocidas | dierencias comarca, stmes de denarolloy problematizaién | muy sinlres. Solo « partir deel, hasta aor, se ha conoebido na trata isganoamer care (por yuxtaposicion, por tanto, is ave por convergenci swlntaris de intenionesereadoras), ero cabe recoocer que esta posbildad de fundamentacin SU dentciande que el paralellsmo de lx ditty iteraturas repioaales deriva. de d58 Tactofes: WAG sodioldgicd) a saber, al sengjante proceso de détarollo que ekpeninentan ditinted afses latinosmerieanos (por ejemplo, Argentina y México) y ‘que ve taduce en similares procesosculturales urbanos y qu al ‘iso fhempo expla is diferenceg de plas ynivees sno ‘unas zonas ¥ otras{ segundo, una servil imitacién del proveso ‘caltural europeo que'e¥ el sol que-reflejaitala vez las distintas l= teraturas del continente dando as una impresién,enteraents ‘perfil, de smultneidad con ef desarrollo imslectial ds los “Genito ce ia cultura de Oceicente, La determinaciOn.del marco higtrico y cultural de este pe- sfogo, que hack. Asdesson Imbert) es guizé demasiado amplia ¥ vag, Recon uidad politica dels dictadurasaze~ Ficanas,cbedeciendo en putea ls consecuenias indirectas de In gucia fifa, y, como fndmene nucvo, tanto bajo diciaduras ome bilo regimenes cemocriticos, la “evolucln hacia las ceo nots planifcadas”, Culluralneni, enumera "ruperealismo, 30 exitocalime, neontuaimo,Itrsturscomprometidsy I teatras guts, con prodomino de ele exeniitasy eons, por un edo, y de etl de npn sea, or otro" Come ve, odo, bbl confusion, yjustanen fe imbert,detace ia iopatnmlitodinnsa de a ean at titonen ol perfodo yay confsinisma estilo. Sin embargo, es farea del critic intetar un orden dento de sa emaradscom aque quiet pueda legs medan- te ums consdeacén del deals dintmico de exe peroda Sofas ya tue inflenlanoteamercan, ave w nlens a toda Lid 132 qu ide al in: treo de los grande anda, conluntaents con "ef Vaiiguiardisino euros "an a comicaza a funcionar tardaments, ltineanente existe ea fom de conden 4e raponsabldadeshumanas y sols, qe s ered de p= Todo rose del antifascimn de tent, pero snl dear ¢ ingens oonfiunzs en oe baenoe sentiments que tambien si a6ae0 monnient, 1 perfodo we iia Gon una att tem expeincnla- lst, eoopedo or pimera wes ca Amétca Latina i infucn tie vmpardhis europea y norenercan parc, afi, e ‘upeeaimo, como ects, no como aisbo ori de ag nos altratar~Huidabyo 0 Vallejo) lo etal explea hs 2n mr de compen Je Las cous of dle, oer io de Ea rigue Molina, o Pedro iremo,laiea novela de is Rul, a de nedie do huan Cares One, 9a reason dl propo {andigors clileno en especial ravi Ares. En posts ta acfted experimental, ue teria rcbe Ge pleno et magterto det Nenad de as Resident, adgusicd usa sues moulain sister, fons, a desrpenda cto do ln cade Glin Dania en ‘Colonbia~ 0 petut por un pertodo de arto ci tepticano leno de humor nego Naor Pua eo Gh pars Shrine por siting tuna moduleion mie fens, en qe lo Fenda Sabjetva se Dace engranar con ie expeiena del = JEEURaEd: sen quo ve pase aan estucrza de obetiidad ue no frsle ni sgueraimpfeito eno! eignal odo rondo, ‘asada, con que se inicar el perodo, Elo expia la pocte 3 de Rosatio Castellanos, en México; lx de Juan Gelman, en Bue ) nos Aires; lade Enzique Lik en Santiago do Chile; lade Thiago || de Mello, en ol Brasil. "Bt mismo proceso se restr en la prosa, y si foméramos a Rulfo, Anteol, Cortivar, Onetli, Roa Bast, como paradigmas| iniiales, podrtamos rogstrar ese movimiento hacia una comuni- cacion mis equllbrada, mis militate 2 veces, en toda la prosa del continente (aclu te lo comprusba dentro de un mismo au tor: eotéjense los dittintes momentos de la narrative de Marit rez Moreno, en ol Uruguay). Carlos Fuentes ofeoe un ejemplo de equiltro de tondencias, pero ye Garcta Mirquez, a pesar de le influenca estaticiata mexicana, registra una transformacién dal faulknerismo inital, del misino modo que la registra, sin por lo preteader en nada uns literature social (aunque obligada- mente la rozt) José Donoso, en Chile. La actitud de los nuevos narradores uruguayos —los Paganini, Geleano,Conteris— tiene su ‘equivalents en la de Jos nuevos mexicanos —de Vicente Melo a ‘Juan Garoia Pano on muy precisa similtnd. Fs signifiativo ‘quo la imitecin bedtniko de a Escuela de Pacis haya sido ma- ‘cho menor de li-prevista, y que salvo algunos grupos (México, Buenos Aires, Caracas) no haya marcado a fondo ef moviaiento mds recente, que ha seguido fetal impulso de un camino pro- piamente latinoamericano, no initedo sereilmente de las apor taciones de USA y Europa -y aun de la URSS—que correspon en a estados dstintos de desarrollo ‘Sin embargo, cate movimiento que apuntames, que Ifa des. de 1940 a nuestros dias, a logrado enriquecer de in modo mas sorprendents la iteratara ée Latinoamérica ~y aun del niundo- ‘Si afén central implica una univeraizactin interior las vi ‘vencias propia, regions, dc les ditints sociedades, tratando {de zafuse del dilema vontzadictorio que se le ofteciera ~0 regio tullsmo 0 universismo—, Por lo tanto, esta literatura comes. Donde « sa maduracion: al inicio ~apenas- del period adulto fe fa culture atinosmericane 2 Diez problemas para el novelista latinoamericano* EL titulo -es sabido— paraftasea un decflogo que csribiera Bes- tolt Brectparaexplicar te cudntos mods pode decir la verdad ‘en tiempos de opresién. En definitva, paraencarecer la penisten- ‘is de una acci6a postva a través o mediante las circuns faun edvensas, de un detcrminado, tiempo historicor“el-de ‘muestas vidas, Coneure, lopistaman'®, 2 un arte de escribir en cl tiempo, ooa el caratante llo¥st —dramético 9 manso de es tiempo vivo en que el hombre se construye ssi mismo al cons- ‘ruir un arte. ¥ conto eate tiempo conereto, propio, que nos to- a, es el del sacudimiento, la rmocion desde las tafces, él genera Ia ‘conciencia pristina de que estamcs, o, mejor, devenimas, en lun ftir Vrliginoso, y que tal estado ex contradictorio con las normas acepladas ara la ereacin estética, en particular {x nove- lesca, ‘Al mence ssf conclufa Rémund Wilson, un andliss muy i procso ds las, en su opiniGn, stuaciones dptimas para Ia cres- Las condone gu psbiten fav obras eat parecer nos ‘rosocm it evcuciesIninents sn engmno de nS ‘en lees, ya Kaatonente Jeaziobad, en manos de nee {ox qvoba tei apo de ieselors pox mache femme d= ‘sus (Ite Triple Taker * Revirts Crs, No. 26, La Habae,ootobrencvembn, 1968 3 Dos observaciones eaben: una hisiriea, ue reouerda —c0- ‘mo hace el propio Wikon para el sigio xvii — Ia fuerte creative ded fe perfodes de tansii6a y tsansformaci6n, no solo para lt redaceién de obras petmanentss sino, sobre tod, para I elabo- racién de nevos estilo: y formas lege de perfodos de egote- siento cultural (el siglo, por ejemplo); umasepunda obserrae cn que dice que nuestzo teztpo es obriamente de revolueién inminente 0 ya.en proceso y que por lo tanto éste es el elemento “dado” —bueno 0 malo y2 importa poco— en el cual de- bbe funclonar el esritor fatalmente, No hay ol coyunturs que ste, y la liberiad del esetitor (del hombre) est en la respuesta creadora que alla formule dentro de su coordenads vital ‘Si este Gempo Istinoamericano se nas presenta urgido, des- ‘grnado, contradictaro, coma en época de revolucéa inminen- fe, aii tammbign se nox prosenteréel panorama de la eeacidn = ‘btica;algunse condiciones vienon de antafo, pero reciben un tinte propio de le época; otras s generan en fos problemas cal- _turas del momento y_sun jay las que apuntan al futuro inme= ‘dato, Beir, dentro cel campo grande de la cracis litera un pinaro, lanovela,en ver de otros, no significa ereer que ese i- fo que enfrents problems. Muchas de estas ofservaciones po dria vale para la poesia © el teatro, pero es quiz en lanovea, ‘por las caraetersticas més propias e ella, donde concurren més Conflictos: y es ademis ell un soterradosigno equiparado al ps odo ce inéependenca politics, por canto el género surge tierra americana —El Perquilo Sarniento do Lizardi de 1816— contempocdaeament el proceso rvolucionatio. Por dllimo, una advertencia no enteramente intl: Amética [Latina es parte del fendmeno evlizador occidental de ai que, al efrimos 2 problemas especiticos del novelista nuestro, este= remos muchat veces refiriéndonos a los de toda le comarez ive Landa que intepra, aunque desde Ia parealidad o inflexién, que |e ef propia, Todo lo qus se dga sobre un esextior en Latino- américe comproinets al esertorde cualquier lugar del mundo, y fen especial de Occidente;y si bien el europeo ha sido elevado par zizones obviss al ango de patsén comparativo, y si bien le Secreta ambicin de muchos americanos es lade pervoerse eve aM | L patrén-oro, cuando se habla en téminos de exstenca,o a2, de heoesidades auténtdeas y perentoras, cuzndo se redescubre ct complejo culturi correspondiente a la instalacion ex ux lugar Gee terra en situacién de dominado, so asume la plenitud orgy Tosa de esa pobre, nica ealidad, como condicién constitutiva (Sobre la cultura nacional”, en Les damnésdeta terre ce Frantz Fanon), Asi, pucs, tenemot que la “niea dimension auténticn el ver escrtor es ser escritor latinoamericana,y son os valores Decilisres de esta situacion Jos que determinan los restantes, Universal, yno a Ia inves, 1, Las bases econémicas Si conviniranios on empezar con buen orden, o sa, refriéndo- nota la existencia rel del novelists (eterifor), asus necesidades Conereta de vida, entrarfamos a considera primeramente et plse ‘no eoondmica de fundamentacin desu actividad. “Tendrfames, entonces, que registrar un principio genera, si by cultural delcontinente, lacualatirma que nadie (tivo ests poqusimas exepciones que no afeetan el custo seer) vive de su trabajo ereador, ¥ que, cuando eo Tega a ovurtit, een tetera, luogo de cuaiplida toda una earera, como un modo de Subsidié a la edad provecta de un Tocundo esttor. Si bien n0 trata de tna situaein unica en el mundo, Latinoamérica es,

También podría gustarte