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La eficiencia energética es una práctica que tiene como objetivo reducir el consumo
de energía. La eficiencia energética es el uso eficiente de la energía, de esta manera optimizar
los procesos productivos y el empleo de la energía utilizando lo mismo o menos para producir
más bienes y servicios. Dicho de otra manera, producir más con menos energía. No se trata
de ahorrar luz, sino de iluminar mejor consumiendo menos electricidad, por ejemplo.
Los individuos y las organizaciones que son consumidores directos de la energía pueden
reducir el consumo energético para disminuir costos y promover sustentabilidad económica,
política y ambiental. Los usuarios industriales y comerciales pueden desear aumentar eficacia
y maximizar así su beneficio. El consumo de la energía está directamente relacionado con la
situación económica y los ciclos económicos, por lo que es necesaria una aproximación global
que permita el diseño de políticas de eficiencia energética. A partir de 2008 la ralentización del
crecimiento económico significó una reducción del consumo a nivel global que tuvo su efecto
sobre la emisión de gases de efecto invernadero (GEI).1 Entre las preocupaciones actuales
está el ahorro de energía y el efecto medioambiental de la generación de energía eléctrica,
buscando la generación a partir de energías renovables y una mayor eficiencia en la
producción y el consumo, que también se denomina ahorro de energía.
Electrodomésticos[editar]
Se debe evitar una apertura excesiva del refrigerador: enciende y apaga el motor, y esto aumenta el
consumo; se suele decir: "es mejor una vez mucho, que muchas veces poco".
Los electrodomésticos tienen una gran parte en el ahorro de energía doméstico, la mayoría de
ellos en Europa tienen un etiquetado especial denominado etiqueta energética4 que viene a
mencionar la eficiencia en el consumo y respetuoso con el medio ambiente, no todos los
electrodomésticos poseen la etiqueta, solamente aquellos que consumen mucho o que pasan
encendidos gran parte de su vida útil y
son: frigoríficos y congeladores, lavadoras, lavavajillas, secadoras, fuentes de luz domésticas,
horno eléctrico y aire acondicionado.
La normativa europea expresa la eficiencia energética de los electrodomésticos en una escala
de 7 clases de eficiencia, y se identifican mediante un código de color y letras que van desde
el verde y la letra A, para los equipos con mayor eficiencia, hasta el color rojo y la letra G para
los equipos de menor eficiencia. Un electrodoméstico de clase A puede llegar a consumir un
55 % menos que el mismo en una clase media, la elección de un electrodoméstico con esta
información puede suponer un ahorro económico.
Hábitos con los electrodomésticos[editar]
Respecto a los hábitos, por regla general inciden sobre un uso racional y en un correcto
mantenimiento de los mismos:
Refrigerador. Mantener bien cerrada la puerta en todo momento y preferir abrir el portalón
una vez que innumerables veces.
Lavadora y lavavajillas. Planificar los lavados, de tal forma que cada lavado tenga su
máxima carga. La lavadora consume casi igual a plena carga que a media.
Iluminación[editar]
España[editar]
La Directiva de eficiencia energética en edificios se ha transpuesto en España mediante
el Plan integral de vivienda y suelo.56
Según esta normativa, desde el 1 de junio de 2013, es obligatorio que todos los inmuebles que
se vendan o alquilen durante un periodo superior a cuatro meses, cuenten con una etiqueta
energética obtenida a través de un estudio técnico o certificación energética.
La etiqueta energética de los edificios mostrará una calificación en una letra que variará de la
A a la G. La valoración se hará en función del CO2 emitido por el consumo de energía de las
instalaciones de calefacción, refrigeración, agua calienta sanitaria e iluminación del edificio en
unas condiciones de uso determinadas.
El documento tendrá una validez de 10 años. Además de la información objetiva sobre sus
características energéticas, el certificado deberá incluir recomendaciones para la mejora de la
eficiencia energética del inmueble.
Normativa
Unión Europea
La Directiva 2012/27/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2012,7
relativa a la eficiencia energética, crea un marco común para fomentar la eficiencia energética
dentro de la Unión y establece acciones concretas a fin de alcanzar el considerable potencial
de ahorro de energía no realizado.
Argentina
En el año 2010, el Instituto Argentino de Normalización y Certificación, aprobó la Norma IRAM
11900 "Etiqueta de eficiencia energética de calefacción para edificios". La citada norma
establece una metodología simplificada para el cálculo del nivel de eficiencia energética de la
envolvente de los edificios susceptibles de ser calefaccionados. Los resultados son expuestos
en una etiqueta, similar a la utilizada para calificar la eficiencia energética de artefactos
domésticos (refrigeradores, lavarropas, lámparas, etc.) La eficiencia térmica de la envolvente
está directamente relacionada con la transmitancia térmica de los materiales que forman la
envolvente del edificio. La norma establece 8 niveles de eficiencia térmica de la envolvente,
desde la "A- verde" con la eficiencia más optima a la "H- marrón " menos eficiente. La clase se
determina mediante el cálculo de la variación media ponderada de temperatura, entre la
superficie interior de cada componente de la envolvente y la temperatura interior de diseño
(20ºC).