La amnesia disociativa es uno de los trastornos psiquiátricos más
enigmáticos y controvertidos. En las últimas dos décadas, el interés en
la comprensión de su fisiopatología se ha disparado. En este informe, se revisan los nuevos datos sobre la epidemiología, la neurobiología y las neuroimágenes de la amnesia disociativa y mostrar cómo los avances en la investigación de la memoria y la neurobiología de la disociación Se proponen modelos patogénicos de la enfermedad. La amnesia disociativa se caracteriza por el deterioro funcional. Además, los datos preliminares sugieren que las personas afectadas tienen una mayor -y posiblemente subestimado- riesgo de suicidio. La prevalencia de la amnesia disociativa varía sustancialmente entre los países y poblaciones. Los síntomas y el curso de la enfermedad también varían, lo que indica un trastorno posiblemente heterogéneo. Las características clínicas que la acompañan también difieren entre los grupos culturales. La mayoría de las amnesias disociativas son retrógradas, con deficiencias en la memoria que involucran principalmente el dominio de la memoria episódica autobiográfica. La amnesia disociativa anterógrada que ocurre sin significativas alteraciones de la memoria retrógrada, es rara. Los estudios de neuroimagen funcional en la amnesia disociativa con alteraciones de la memoria retrógrada que prevalece muestran cambios en la red que preserva la memoria autobiográfica. En la actualidad no existen tratamientos basados en la evidencia disponibles para la amnesia disociativa y no existe un amplio marco para su rehabilitación. Se necesita más investigación sobre su neurobiología, su tratamiento y para las opciones y estrategias para mejorar los diagnósticos diferenciales. Los trastornos amnésicos comprenden grave deterioro de la memoria, se producen en un individuo en alerta y en ausencia de otros déficits cognitivos importantes.1 Históricamente, estos trastornos se han clasificados como causados por un desorden médico general. o atribuible a los efectos persistentes del uso indebido de alguna sustancia, o a mecanismos psicológicos o mixtos. Esta clasificación todavía se utiliza en la Clasificación Internacional de Enfermedades de cationes volumen 10 (ICD-10), 2 pero se han realizado varios cambios en la nueva edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Se incorpora la categoría de "Trastornos amnésicos" en "trastornos neurocognitivos" del DSM-IV texto de la revisión (DSM-IV-TR) y recomienda descripciones específicas de los tipos de recuerdos deteriorados, desalentando implícitamente el uso de la término "amnesia". Sin embargo, la amnesia disociativa sigue siendo una entidad diagnóstica en el DSM-5.3 La definición modificada de disociación en el DSM-5 es más cercana a la original descripción de Janet en 1894 y se estrecha la brecha entre la CIE-102 y las ediciones anteriores del DSM. Coinciden los hallazgos neuropsicológicos y de neuroimagen y se alinea con modelos neuronales integradores de la cognición y emoción.7 En esta revisión, se proporciona un resumen de loa hallazgos más recientes de la investigación sobre el diagnóstico, la epidemiología, fisiopatología, curso y tratamiento de la amnesia disociativa y su variante, la fuga disociativa. Se discuten los debates relativos a la patogenia y a las direcciones futuras para mejorar los diagnósticos diferenciales y guiar el tratamiento.