Está en la página 1de 4

CULTURA XINCA

Puntos Cardinales

Los puntos cardinales son los cuatro sentidos que conforman un sistema de referencia cartesiano
para representar la orientación en un mapa o en la propia superficie terrestre. Estos puntos
cardinales son el Este, que viene señalado por el lugar aproximado donde sale el Sol cada día; el
Oeste, el punto indicado por la puesta del Sol en su movimiento aparente, y si a la línea Este–Oeste
se la considera como el eje de las abscisas en un sistema de coordenadas geográficas, el eje de las
coordenadas estaría descrito por la línea Norte–Sur, que se corresponde con el eje de rotación
terrestre. Esta composición genera cuatro ángulos de noventa grados que a su vez se dividen por
las bisectrices, generando Noroeste, Suroeste, Noreste y Sureste. Se repite la misma operación y se
obtiene la rosa de los vientos que es usada en navegación desde siglos ancestrales.
COSMOVISIÓN XINKA

La cultura xinca concibe al ser humano como uno de los componentes del mundo, entendido como
elemento en constante relación cosmogónica con otros elementos que componen el universo en el
que fundamenta su ser. De acuerdo con López (2007) la cosmovisión del pueblo Xinka se desarrolla
en un ambiente de respeto en la consciencia cultural comunitaria.

La espiritualidad constituye el eje central de la cultura xinka, ya que de acuerdo con el Consejo
Coordinador del Pueblo Xinka de Guatemala (2010), las fuerzas energéticas cosmogónicas
inmortalizan la vida y la trascendencia al ámbito sagrado, con el fin único, el de prolongar la vida y
llevarla a la plenitud en la dimensión humana eternizada en otras dimensiones del universo.

La dimensión espiritual xinka está ligada en primer lugar a la tierra, porque se le considera madre
de todos los elementos indispensables, entre ellos el aire, el agua y el fuego. En segundo lugar los
planetas, el sol y la luna, porque ellos equilibran la vida del ser humano.

Las células que tiene el cuerpo humano

El cuerpo humano está formado por 37 billones de células, que son la unidad de la vida.

No es de extrañar que encontremos una gran diversificación entre ellas para poder llevar a cabo
diferentes funciones, permitiendo complementarse y cubrir las necesidades vitales de un
organismo, como por ejemplo el mantenimiento de la estructura corporal, la nutrición y la
respiración. Se estima que hay cerca de 200 tipos de células que podemos distinguir en el organismo,
algunas más estudiadas que otras.

A lo largo de este artículo hablaremos sobre las principales categorías que agrupan tipos de células
según sus características.

Tejido glandular

Grupos de células que comparten la función de generar y liberar sustancias.

Células de las glándulas sudoríparas: tipos de células que producen y expulsan el sudor al exterior,
principalmente como medida para reducir la temperatura corporal.

Células de las glándulas lagrimales: son las responsables de generar la lágrima, pero no la
almacenan. Su función principal es lubricar el párpado y hacer que este se deslice correctamente
por encima del globo ocular.
Células del tejido conjuntivo

En esta categoría encontraremos los tipos de células que forman parte de tejido de conexión y
estructural del cuerpo.

Fibroblastos: son células de gran tamaño que se encargan del mantenimiento de la estructura
corporal íntegra gracias a la producción del colágeno.

Macrófagos: tipos de células que se encuentran por la periferia del tejido conjuntivo, sobre todo
en zonas con alto riesgo de invasión, como por ejemplo en las entradas al organismo, con la función
de fagocitar cuerpos extraños y presentar los antígenos.

Células del tejido muscular

En este grupo únicamente encontramos un solo tipo de célula que estructura los músculos,
encargados de la movilidad del organismo.

De las fibras musculares o miocitos: la principal célula que configura los músculos. Son alargadas
y tienen la capacidad de contraerse. Las fibras musculares pueden diferenciarse entre estriada
esquelética, que nos permite el control voluntario del cuerpo; estriada cardíaca, no voluntario y se
encarga de mantener en movimiento el corazón; y lisa, de carácter involuntario que controla la
actividad de otros órganos internos, como el estómago.

Células del tejido nervioso

Por último, en esta categoría están las células que forman parte del sistema nervioso.

Neuronas: esta clase de célula es la principal del sistema nervioso, que tiene la función de recibir,
conducir y transmitir los impulsos nerviosos.

Para ampliar más en el tema, puedes leer el artículo “Tipos de neuronas: características y
funciones”.

Neuroglia: conjunto de células con la función de dar soporte a las neuronas, como protección,
aislamiento o medio a través del cual ir moviéndose, principalmente.

Conos: células que se encuentra en la retina, que captan la luz de alta intensidad, proporcionando
el sentido de la vista diurna. También nos permiten diferenciar colores.

Bastones: células que trabajan conjuntamente con las anteriores en la retina, pero captan la luz
de baja intensidad. Son responsables de la visión nocturna.

Tejido de recubrimiento

Son las capas propiamente dichas que recubren al organismo.

Células de la epidermis o queratinosas: células que conforman la piel. Están colocadas de forma
compacta y se mantienen fuertemente unidas entre ellas, para no permitir la entrada de agentes
externos. Son ricas en fibra de queratina, la cual las va matando a medida que van ascendiendo a la
parte más superficial de la piel, de modo que al llegar al exterior están duras, secas y fuertemente
compactadas.

También podría gustarte