Está en la página 1de 4

avance si se s i t ú a n en* la n u t é n t i c a liberación del ' ¡er creador

LA CULTURA POPUL/ul Y L A CREACION llsVELECTUAL


del pueblo, en una transformación profunda de las formas de pro-
ducción de cultura. Tal cajubio de contenidos será represor cuan- RODOLFO STAVENIIAGEN
do establezca cánones o formas a los que deben ajustarse los
productos culturales^ aun mando dichas formas aparenten ser
revolucionarias. Lo verdadf mente revolucionario no radica en le-
gislar acerca de las apariencias y contenidos de los productos cul-
turales, sino en devolver pl ñ á m e n t e el habla al pueblo, eliminar
toda represión para que éíilc geste su cultura.

•* - t•
L—CONCEPTOS . . ' . . J
Coyoacán, enero de 1982
ADOLFO COLOMBRES Pocos t é r m i n o s han sido utilizados de manera í a n distinta
como el de cultura. U n uso muy extendido del concepto es el que
se refiere al c ú m u l o de conocimientos y aptitudes intelectuales
que posee una persona, como resultado de su e d u o í ion o su ex-
periencia. A s í , se habla de personas " c u l t a s " o "culLivadas", las
que " t i e n e n " y "poseen"-cultura, y se les contrasta con aquellas
' NOTAS otras que no la tienen o no la poseen, y que por lo tanto son ca-
lificadas de "incultas". D e aceptarse este enfoque, es fácil con-
1 Cfr. Jorge Luis Carol Poz. "Cullurn indígena, culltirn criollfi y cuUnrn popular cluir que una política cultural debe ser aquella que tenga por ob-
en U Argentina'*, en Anuario Indigenista, México, 1073. jetivo el que un mayor n ú m e r o de personas "adquieran" m á s o
mejor cultura. E s t o se l o g r a r í a a t r a v é s del sistema educativo
fl Kíltinrtlo Gaicano, " L a rcvoliici-'m como revelación", en SAhado, 208, S I de formal o mediante medidas e s p e c í f i c a s tales como publicar m á s
octubre de 1081. libros y revistas, incrementar el n ú m e r o de e s p e c t á c u l o s , progra-
4 Ibidem.
mas de radio y televisión, etc.
B Ver Fredrik Dartii (conlpiIftílor^. L o í grupos ¿tnicos y $h$ fronteras. Fondo de
Cultura E c o n ó m i c a , México, 10 ;0.
E n la misma línea puede afirmarse que existen grupos socia-
O E s l e enrayo ca una recscrílurn, por momentos bastante libre, de los cinco pri- les,^ pueblos o naciones enteras a los cuales se les atribuyo la po-
meros puntos de la Cuarta P n i l c de mi libro " L a colonización cultural de la sesión de " m á s " cultura que a otros y nuevamente, con base en
America indígena** (Ediciones l U - l Sol. líueiios Aires-Quito, 1077). TleaUxo anuí esta línea de pensamiento, se puede concluir que un objetivo de
algunas rectificaciones teóricas. Hasta ahora esta versión estaba inódita.
política cultural debe ser el de "elevar el nivel cultural" de tal
o cual colectividad o grupo social.
E s t e ha sido, efectivamente, el objetivo de la política cultu-
ral de muchos gobiernos y entidades vinculadas a la cultura. E l
problema de este enfoque consiste, por supuesto, en c ó m o los di-
ferentes actores —gobiernos, grupos, individuos— valoran las dis-
tintas manifestaciones culturales. ¿ C u á l e s son los criterios para
determinar q u é manifestaciones culturales se consideran como su-
periores o mejores que otras? ¿ C u á l e s han de promoverse y cuá-
les no? L a historia demuestra que estas preguntas responden con
frecuencia a planteamientos e c o n ó m i c o s y p o l í t i c o s m á s que neta-
mente culturales, sobre todo en la s i t u a c i ó n colonial f^n las rela-
ciones entre p a í s e s industrializados y el Tercer M u ü d o .
CENTRO DE ESTUDIANTES D E ^
Pero frente a una visión etnocéntricn de la cultura, las cien-
FACULTAD DE HUMANiDADp cias sociales manejan un concepto' m á s amplio de !a misma, y
Universidad Nacional del Cf/íalme ) sobre todo la a n t r o p o l o g í a , que ha desarrollado el enfoque del
"relativismo cultural". E n esta perspectiva, cultura es el conjunto
eUENOS A I R E S 1400 f-]'¿;;:iüEN/ íla actividades y productos materiales y espirituales que distin-
." " " ^ • •
guen a una sociedad determinada de otra. Si esta definición es Una unidad de a n á l i s i s m á s manejable ((ue la de cultura uni-
amplia y ambigua, recordemos que en la literatura sociológica versal es sin duda la de á r e a s o regiones culturales, para las que
y antropológica porU-mos encontrar m á s de doscientas definiciones los autores con frecuencia utilizan el término de " c i v i l i z a c i ó n " .
distintas de cultura. Así se habla de la civilización occidental u oriental, y t a m b i é n
Lo importanic de esta perspectiva es que no plantea aprio- del á r e a á r a b e - i s l á m i c a o bien, m á s cerca de nosotros, cíe una cul-
r í s t i c a m e n t e la superioridad o inferioridad de cualquier manifes- tura latinoamericana en contraste con otra angloamericana o an-
tación cultural sino que acepta, por principio, que todo elemento glosajona. Los espafíoles hablan do hispanidad y los franceses de
cultural es el resultado de una d i n á m i c a social específica y res- francoforu'a. Churchill escribió una historia do los pueblos de len-
ponde a necesidades colectivas. L a cultura entendida de esta ma- gua inglesa. Gilberto Freyre inventó el concepto de ciuilizacáo luso-
nera, es ia respuesta de un grupo social al reto que i)lantea la tropical. Definir los l í m i t e s y detallar las c a r a c t e r í s t i c a s funda-
satisfacción de las nrcesidades b á s i c a s que tiene toda colectividad mentales de cada una de estas civilizaciones o á r e a s culturales es,
humana. E n esta ])(:íspcctiva vale la pena subrayar varios ele- sin duda, tarca para especialistas, cuyos criterios no siempre coin-
mentos: ciden. Pero no cabe duda que el mundo d e las "civilizaciones" o,
para plantear la p r o b l e m á t i c a en t é r m i n o s menos ambiciosos, el de
a) L a cultura como proceso colectivo de creación y recreación; las " á r e a s culturales", es una realidad que no puede ser ignorada
b) L a cultura como herencia acumulada de generaciones an- y que no debe soslayarse en todo enfoque global de política cul-
teriores; tural.
c) L a cultura como conjunto de elementos d i n á m i c o s que T a l vez la unidad m á s frecuentemente utilizada en estudios
pueden ser transferidos de grupo a grupo y en su caso acep- sobre la cultura sea la "cultura nacional". ])sta cobra vigencia a
tados, reinterprctados o rechazados, por grupos sociales partir del momento histórico en el cual so constituyen los estados
diversos. nacionales modernos. L a lucha por la cullvira nacional se plantea
al mismo tiempo que la hicha por la unidad polílica y Ja indepen-
E s t a visión antropológica de la cultura, vale la pena repetirlo, dencia política y e c o n ó m i c a . L a cultura (sobre todo la lengua,
no es ampliamente aceptada por gobernantes, funcionarios, pe- tal vez su expresión m á s importante) se afirma en todos los ca-
dagogos, intelectuales y pueblo en general. Sigue prevaleciendo sos como un elemento funclamental en la definición misma de
en el estudio y el manejo de la cultura un conjunto de i)rejuicios una nación. L a política cultural llega a sor factor de primera im-
m á s o menos arraigados de acuerdo con las circunstancias, que portancia para lograr )a necesaria integrac¡<'>n nacional y para el
afectan en mayor o menor grado la política cultural d(! las na- fortalecimiento de los nuevos estados. Por tillo é s t o s han utiliza-
ciones. do el sistema educativo, a s í como los diversos medios de comu-
Existen diversos problemas no resueltos en el a n á l i s i s de la nicación, y han manejado distintas ideolo!;ías al servicio de la
cultura desde el punto de vista de las ciencias sociales. Uno de construcción nacional. L a "cultura naci(tn:d'' es, i)or consiguiente,
ellos se refiere a la escala y los límites de lo que sería " u n a " a la vez resultado de cierta d i n á m i c a histórica y de xm volunta-
cultura con rasgos distintivos propios y ima cierta congruencia rismo político.
interna, es decir, que manifiesta un " p a t r ó n " idcntificable. E l problema de la cultura nacional so complica en el caso
Así, hoy en d í a se oye hablar con frecuencia de la difusión de los estados multinacionales o p l u r i c u l í u r a l e s . y precisamente
de una cultura global o universal, en la que la humanidad entera otra unidad de a n á l i s i s es la de m i n o r í a nacional, étnica o cultural
participa de manera creciente en un conjunto de valores cultura- en el interior de un estado nacional o multinaeional. L a "cues-
les. No cabe duda que este proceso de universalización cultural tión nacional", como se le ha llamado a vcees, ha tenido un largo
tiene lugar pero es dudoso y, en todo caso, a mi juicio indeseable, y agitado historial en p r á c t i c a m e n t e todas i)artcs del mundo (pero
que algún d í a una supuesta cultura universal llegue a sustituir en menor grado en A m é r i c a que en cualquier otro continente),
totalmente a las cnU.uras regionales y nacionales. E n lodo caso, y sigue tan vigente como a principios de o s t c sinlo. Se puede tal
muchos elementos rio esta cultura universal en g e s t a c i ó n son di- vez afirmar que pocos son los estados <]\u' han resuelto a entera
fundidos y transmitidos por los medios de comunicación masiva, satisfacción esta p r o b l e m á t i c a , que adt|vii(íre a veces c a r a c t e r í s -
los cuales, dada la <\structura económica de los medios de infor- ticas de gravo conflicto social y político, sobre todo en Jas na-
mación en el mundo, recogen y comunican modelos culturales ge- ciones que obtuvieron su independencia política d e s p u é s de la
nerados y d i s e m í n a l o s por los gnijíos e c o n ó m i c o s dominantes en segunda guerra mundial.
la estructura inter ¡acionaL De tal modo, la anuncia<la cultura L a manera en que 1Í>S estados nacionales compuestos de di-
universal puede considerarse en parte como una forma de domi- versos grupos étnicos resuelven el problema de la cultura depende
nación cultural.

23
7?.
o •

de muchos factores, entre t Uos, el esquema ideológico dominante janzas y difcn unas? L a respuesta depende, cíes.ie luego, de los
de quienes detentan el poder político, la capacidad organizativa ol)jot¡vos que sr persiguen, en t é r m i n o s do estrategias do lucha po-
y la fuerza e c o n ó m i c a d » 1( i propios grupos étnicos, a s í como el lítica y cconóuiica y de política cultural.
modelo cultural legado i or el colonialismo. Problemas semejantes surgen al analizar las c a r a c t e r í s t i c a s
Podemos hablar, pues, de una gran cadena que incluiría los de las culturas campesinas, sobre todo en el Tercer Mundo. Los
siguientes elementos: cultura universal —cultura regional-cul- conf)cedorcs del mimdo campesino hablan de elementos culturales
tura nacional— cultura tnica, en la cual los distintos elementos asoiiados a la í^'structura social de las comunidades campesinas,
se encuentran estrechamente entrelazados en la d i n á m i c a del que se repiten en contextos nacionales y regionales de la m á s
desarrollo c o n t e m p o r á n e o y cuyos límites no son fáciles de esta- diversa índole, y que ayudan a conformar una " t í p i c a " menUli-
blecer. No cabe duda, por lo d e m á s , que cada uno de los elemen- dad, personalidad o cultura campesina, y a sea que ésta se encuen-
tos de la cadena influye en los otros. A s í , p r á c t i c a m e n t e no existen tre en la India, on Egipto o en Colombia. D a d a la importancia
hoy en d í a culturas é t n i c a s minoritarias que no hayan absorbi- fundamental que tiene en las sociedades campesinas el vínculo
do distintos elementos de las llamadas culturas nacionales, re- entre el hombro y la tierra, los ciclos y recursos naturales, a s í
gionales y universal. Por otra parte, todas ellas contienen a BU como la o r g a n i z a c i ó n familiar, no es e x t r a ñ o que las manifesta-
vez rasgos o elementos tomados de las d e m á s . Por ello es necesa- ciones culturales del campesino reflejen en todas partes, en ma-
rio subrayar que estos conceptos de cultura han de considerarse yor o menor grado, estos factores estructurales.
no como factores e s t á t i c o s e inmutables, sino m á s bien como pro- L a s consideraciones anteriores apuntan hacia algunos de los
cesos d i n á m i c o s en constanic interacción. problemas en el a n á l i s i s de los procesos culturales. E l entrecruza-
E l panorama del a n á l i s i s cultural se complica si cambiamos de miento de la ¡)crspectiva clasista con la perspectiva étnica-na-
perspectiva. Cada vez con mayor frecuencia la literatura especia- cional permite abordar la cultura desde á n g u l o s distintos, sin
lizada e s t á dedicada al concepto de "cultura de clase", es decir, que uno sólo de ellos tenga que ser considerado como único válido.
el conjunto de elementos culturales que distinguen a las diferen- E s necesario hacer una ú l t i m a distinción, que tal vez sea la
tes clases sociales en un sistema económico dado, ¿Quién no habla que con mayor frecuencia se utiliza en el lenguaje cotidiano. E s t a
hoy en d í a de cultura burguesa, c a r a c t e r í s t i c a del sistema capi- se refiere a cultura de élite o elitista, cultura de masas y cultura
talista? ¿ Y no es cierto que a pesar de diferencias regionales y popular. Como en los casos anteriores se trata de distinciones
nacionales, existen elementos culturales en c o m ú n entre la bur- un tanto arbitrarias, cuyos l í m i t e s son borrosos, pero que se re-
g u s í a en todo el mundo, que no sólo resultan del papel de esta fieren de manera general a determinadas realidades sociales. A s í ,
clase en el proceso de p ) o d u c c i ó n sino, sobre todo, de sus patro- cuando se habla do cultura elitista o cultura " c u l t a " se piensa
nes de consumo y estilos de vida? en lo m á s refinado y especializado de la p r o d n e c i ó n cultural, no
sólo la que es resultado del trabajo minucioso y ;a creación genial
M á s difícil es definir los rasgos comunes de la clase media,
de una a u t é n t i r i élite especializada de produciores de bienes cul-
concepto que de por sí ha encapado al rigor a n a l í t i c o de las cien-
turales, sino t a m b i é n la que es consumida y usufructuada por las
cias sociales. Pero a ú n a q u í se ha podido hablar de una cultura
élites e c o n ó m i c a s y p o l í t i c a s dominantes.'Todas las sociedades
emergente de la o las clases medias, sobre todo en los p a í s e s in-
clasistas tienen élites productoras de bienes culturales, cuya pro-
dustrializados, a la cual a s p i r a r í a n las crecientes clases medias
ducción poco a poco llega a .ser patrimonio cultural do una na-
de los p a í s e s de la periferia, lo cual precisamente contribuye a
ción, una civili7.'ición o de la humanidad entera. T a m b i é n todas
acentuar la dependencia de estas naciones frente a las primeras.
las sociedades clasistas tienen élites dominanI/ÍS ( l l á m e n s e s e ñ o -
P o d r í a sugerirse que la cultura de clase media, de corte urbano-
res feudales, aristocracias, o l i g a r q u í a s o b u r g u e s í a s ) q\M'. se apro-
industrial, juega de manara especial el papel de transmisor entre
pian de estos bienes culturales. A c t u a l m e n t í í , las p o l í t i c a s de
las culturas nacionales, regionales y universal.
desarrollo cultural enfocan de manera preferente las llamadas
Muy distinto parece ser el caso de la cultura proletaria, vincu- culturas de élite. L a s clases dominantes y los aparatos ideológi-
lada como lo e s t á al problema de la conciencia y la lucha de cla- cos de Estado promueven y difunden en primer lugar sus propios
ses. /.Hasta q u é punto loa factores estructurales comunes del pro- modelos y valores culturales.
letariado en el sistema capitalista mundial conforman t a m b i é n
una cierta homogeneidad cultural? ¿ Y ha.^ta q u é punto los facto- Durante las ú l t i m a s d é c a d a s , han cobrado creciente importan-
res étnicos y nacionales fortalecen la heterogeneidad cultural? cia mundial en la difusión de estos modelos culturales los medios
¿Qué tienen en c o m ú n los obreros i)etroleros de I r á n y de M é x i c o , de c o m u n i c a c i ó n masiva. T>as c a r a c t e r í s t i c a s de estos medios han
o ios mineros de Bolivia v do Zambia? ¿ Y en q u é se distinguen generado, a su vez, formas culturales que han llegado a llamarse
culturalmente? ¿Qué importancia ha de atribuirse a estas seme- "cultura de masas". Se trata sobre todo de lo que en inglés Re

25

llama "pcrforming arta" y que ha llegado ser una de las m á s po- A n t e esiíi s i t u a c i ó n , se presenta una disyuntiva: o bic*n las
derosas industrias multinacionales de la actualidad. E n este sis- culturas populares se diluyen y d e s a p a r e c e r á i i T i r r e m e d i a b l e m e n t e ,
tema el producto cultural es fabricado esencialmente con crite- o bien se rescatan, se recuperan y se transforman en una herra-
rios comerciales y de lucro económico. S u penetración masiva en mienta de las clases y etnias populares, para defender su identi-
todas partes del mundo, su a c e p t a c i ó n y consumo por las grandes dad y fortalecer su conciencia. E n este ú l t i m o caso, las culturas
mayorías de la población, principalmente urbana pero t a m b i é n ru- populares no pueden sor consideradas solamente en t é r m i n o s am-
ral, justiíican su d e n o m i n a c i ó n como "cultura de masas". Pero m á s plios y abstractos, sino que deben analizarse en cada uno de sus
I)¡en se trata de cullura para las masas, puesto que es un proceso contextos específicos, a nivel de comunidad y localidad concreta.
unilateral de difusión en el cual las clases populares son meros re- E s poco probable que las clases populares puedan contraponer,
ceptores pasivos de un producto acabado. N o cabe duda que a tra- en t é i m i n o s generales, un modelo cultural alternativo a los es-
vés de la cultura de masas se difunden t a m b i é n los product-os cultu- quemas de d o m i n a c i ó n cultural que son corrientes en los p a í s e s
rales de élite, a los que hicimos referencia en el p á r r a f o anterior. capitalistas. E n cambio, sí uarcce factible el desarrollo de modelos
Finalmente, unas palabras con respecto a la cultura popular. culturales alternativos anclados en situaciones concretas a nivel
E s t e concepto, que t a m b i é n puede ser tildado de amplio y ambi- local y comunal.
guo, se refiere a los procesos de creación cultural emanados direc- Tomando como ejemplo la s i t u a c i ó n mexicana, se desarrolla-
tamente de las clases populares, de sus tradiciones propias y- r á n estas ideas en los p á r r a f o s siguientes. . .
locales, de su genio creador cotidiano. E n gran medida, la cultura
popular es cultura de clase, es la cultura de las clases subalter-
nas; es con frecuencia la raíz en la que se inspira el nacionalismo \l.—MWORIAS ETNICAS Y POLITICA CULTURAL EN
cultural, es la expresión cultural de grupos é t n i c o s minoritarios. MEXICO
L a cultura popular incluye aspectos tan diversos como las lenguas
minoriüirias en sociedades nacionales en que la lengua oficial es L a conquista e s p a ñ o l a redujo a la condición de " i n d i o s " colo-
otra; como las a r t e s a n í a s para uso d o m é s t i c o y decorativo; como nizados a los diversos grupos é t n i c o s que poblaban el territorio
el folclor en su acepción m á s rigurosa y m á s amplia; como formas que posteriormente Sería M é x i c o . Durante tres siglos de vida co-
de organización social local paralelas a las instituciones sociales lonial los campesinos i n d í g e n a s recibieron el trato acordado des-
formales que caracterizan a una sociedad civil y política dada; de siempre a los pueblos conquisi^ados y sojuzgados. A l sobreve-
como c ú m u l o de conocimientos empíricos no considerados como nir la independencia política, realizada principalmente por una
" c i e n t í f i c o s " , etc. élite criolla que se erigió en clase social dominante de la nueva
Algunas veces se ha pretendido contraponer la cultura "po- nación, IO.M i n d í g e n a s (diezmados en su d e m o g r a f í a , su ecología,
pular" a la cultura de " é l i t e " , y este contraste es v á l i d o , desde su e c o n o m í a y su cultura) ocupaban los estratos m á s bajos de la
luego, en sociedades altamente estratificadas. Pero en la actuali- estructura social. Aunque la R e p ú b l i c a hís reconocía los iTíismna
dad, sobre todo en sociedades caracteriz^adas por el r á p i d o creci- derechos ciudadanos <iuo a los d e m á s integrantes de la nación,
miento económico, por la u r b a n i z a c i ó n e industrialización, por la en la realidad las poblaciones i n d í g e n a s s e g u í a n siendo explotadas:
y discriminadas en el naciente sistema capitalista, el cual mante-
modernización de las relaciones sociales y e c o n ó m i c a s y i)or ace-
nía resabios feudales y de sei-vidumbre en su estructura agraria..;
lerados procesos de movilidad social, )a distinción no puede ser tan
I-»as poblaciones i n d í g e n a s llegaron a sufrir los efectos de una
tajante.
doble oi)rcsión: la de campesinos pobres, peones acasillados y .
Particularmente relevante para esta discusión es el fenómeno
lumpenproleLariado do las ciudades, es ílecir, una e x p l o t a c i ó n ca-
relativamente reciente de apropiación por parte de las clases do-
r a c t e r í s t i c a de su s i t u a c i ó n como clase social; y la de grupos ét-
minantes y de los aparatos ideológicos del Estado de )as diversas nicos en condición de inferioridad frente a mestizos y criollos,
manifestaciones culturales populares. E l folclor se transforma en cuyas culturas eran oi)rimidas por los portadores de l a cultura
un conjunto de s í m b o l o s manipulados para fines ideológicos; el dominante, es decir, una e x p l o t a c i ó n c a r a c t e r í s t i c a de su s i t ú a - v
arte popular se comercializa y se utiliza como elemento de una ción colonial.
política económica de exportación o de a t r a c c i ó n para el turismo
Naturalmente, durante el largo periodo de coloniaje y duran-
extranjero, con el objeto de generar divisas; los valores cultura-
te el primer siglo de vida independiente de M é x i c o , jas diversas
les populares son incorporados selectivamente por los medios de
culturas i n d í g e n a s sufrieron modificaciones substanciales, a tal
comunicación masiva y de esta manera arrancados de su contexto
grado que es difícil determinar c u á n t o s elementos culturales de
y entorno originales, perdiendo a s í el sentido cultural y social que
los grupos i n d í g e n a s son r(\almente do origen p r c h i s p á n i c o . E n t r e
tenían. E s t e parece ser un proceso irreversible y no hay actitud
éstos deben contarse on primer lugar, d(!sde luego, la lengua y
purista o r o m á n i i c a que valga para hacerle frente.

26
27

También podría gustarte