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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Arturo Michelena


Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Catedra de Derecho Sucesoral

Sucesión
testamentaria
Integrantes:
Acosta A. Katerine, C.I: 18.906.687
Chacón P. Carmen, C.I: 13.665.347
Duque F. Eliezer, C.I: 17.614.401
Ibáñez V. Gladys, C.I: 16.448.154
Machado C. Angelina, C.I: 20.204.728
Sección 2N – Año V

San Diego – abril 2019


INTRODUCCION

Partiendo de la etimología propia del término sucesión, del latín successio, se


entiende entonces que es la acción y efecto de suceder (proceder, provenir, entrar en
lugar de alguien). La sucesión, por lo tanto, es la continuación de alguien o algo en
lugar de otra persona o cosa.
Por su parte, la sucesión testamentaria desde el origen de los tiempos se verifica
cuando el causante, en previsión de su muerte próxima o remota, dispone
voluntariamente de sus bienes señalando a quienes y en qué forma deben
transferirse. Ahora bien, la doctrina refiere que la sucesión testamentaria tiene su
basamento en la voluntad individual del causante, es decir, en la autonomía de la
voluntad que debe respetarse, aun cuando el autor de la misma hubiere fallecido.
Dicha voluntad es el principal fundamento de este tipo de sucesión, pero la misma
debe cumplir unos requisitos para que tal manifestación de voluntad sea válida y
pueda tener eficacia jurídica; los cuales son: que sea emitida en forma válida, de
conformidad con nuestro ordenamiento jurídico, o sea mediante testamento, que el
causante o de cujus sea capaz de disponer, que el instituido sea capaz para suceder
o percibir, que en la disposición testamentaria se haya respetado la legítima.
Conviene señalar que en nuestro Derecho vigente no existe otra forma de disponer
de los bienes propios para después de la muerte.
La noción de sucesión está vinculada a la descendencia de un progenitor. La sucesión
es la entrada como heredero en la posesión de la fortuna de un difunto. El término
permite nombrar incluso al conjunto de los bienes, derechos y obligaciones que se
transmiten al heredero o legatario.
 DE LA SUCESION TESTAMENTARIA
Definición: Cuando la sucesión se defiere por el título sucesorio “Testamento” se
denomina testamentaria y su régimen, salvo contadas excepciones impuestas por la
ley, lo determina la voluntad del causante o causantes. De otra forma, es aquella que
se origina cuando el de cujus, en previsión de su muerte próxima o remota, dispone
voluntariamente de sus bienes señalando a quienes y en qué forma deben
transmitirse. También podríamos decir que es la voluntad individual del causante, al
cual se le reconoce facultad de disponer, dentro de ciertas limitaciones, de sus bienes,
como la más alta expresión de su derecho de propiedad.
Fundamentos:
Código Civil
“Art. 833.—El testamento es un acto revocable por el cual una persona dispone para
después de su muerte de la totalidad o de parte de su patrimonio, o hace alguna otra
ordenación, según las reglas establecidas por la Ley.”
Disposiciones testamentarias
“Art. 834.—Las disposiciones testamentarias que comprendan la universalidad de una
parte alícuota de los bienes del testador, son a título universal y atribuyen la calidad
de heredero. Las demás disposiciones son a título particular y atribuyen la calidad de
legatario.”
Singularidad del acto de testar
“Art. 835.—No pueden dos o más personas testar en un mismo acto, sea en provecho
recíproco o de un tercero.”
La materia sucesoral está regulada en Venezuela en el título II del Código Civil
(Artículos 807-1132) y en la Ley de Impuesto Sobre Sucesiones, Donaciones y demás
Ramos Conexos (Incluyendo la reforma a esta Ley de 1999, GO 5.391).
Según el artículo 34 de la Ley de Derecho Internacional Privado, las sucesiones se
rigen por la ley del domicilio del causante. Lo que permite la aplicación del derecho
extranjero a bienes ubicados en Venezuela y la aplicación del derecho venezolano a
bienes ubicados en el exterior.
Si se encuentra el último domicilio del causante en Venezuela, entonces debe
presentarse de conformidad con el artículo 27 de la Ley de Impuesto sobre
Sucesiones, Donaciones y demás Ramos Conexos la declaración sucesoral ante el
Seniat dentro de los 180 días hábiles después de producido el fallecimiento del
causante.
Según el Código Civil pueden venezolanos o extranjeros otorgar testamentos en el
extranjero, válidos y reconocidos por el derecho venezolano, cuando cumplan
determinadas formalidades.
Existen aquí dos posibilidades:
El testamento es otorgado ante la autoridad extranjera competente. Este testamento
debe cumplir los requisitos de forma de la ley del país y debe ser otorgado de forma
auténtica, de forma escrita, por una sola persona y no a puño y letra.
El testamento es otorgado ante el agente diplomático o consular venezolano, quien
posteriormente lo remitirá a Venezuela para su registro ante las autoridades
competentes.
Características:
a) Es unilateral, porque se perfecciona sólo con la voluntad del testador.
b) Es personal e indelegable, porque sólo el testador personalmente puede hacer el
testamento.
c) Es individual, porque no puede hacerse el testamento en forma conjunta o múltiple,
aún en el caso de ser cónyuges.
d) Es formal, porque tiene una determinada formalidad establecida por la ley.
e) Es revocable, porque el testador puede cambiarlo las veces que desee.

 DE LA CAPACIDAD E INCAPACIDAD PARA DISPONER POR


TESTAMENTO
El Código Civil Venezolano establece el derecho de testar y reconoce que al efecto
priva la autonomía de la voluntad de la persona (Art. 807 Código Civil); tal facultad,
tiene sus limitaciones, igualmente consagradas por el legislador. Estos límites del
derecho de disponer por testamento son tanto de forma como de fondo.
Las restricciones o limitaciones de forma que afectan la facultad de testar, son las
solemnidades previstas en la ley para el otorgamiento de testamentos válidos
(artículos 849-881 del Código Civil). Las restricciones o limitaciones de fondo
concernientes al derecho de testar, son de tres tipos diferentes: Las Prohibiciones
legales de hacer testamentos conjuntos o mancomunados; la institución de la
Legítima o Reserva , en virtud de la cual ciertos familiares del causante no pueden
ser privados de determinada porción del caudal hereditario (Artículos 883-894 y1.468-
1.473 del Código Civil); y, finalmente, la Capacidad tanto para disponer como para
recibir por testamento (Artículo 836-848 del Código Civil).
A la capacidad para disponer por testamento se le denomina Testamentifacción
Activa. La palabra “Testamentifacción” proviene de dos voces latinas “Testamenti
Factio” o derecho de testar, en el derecho romano, encontrándolo originariamente en
las Institutas de Gayo.
En materia testamentaria, el artículo 836 ejusdem, reitera el Principio del Derecho
Común, según el cual, la capacidad es la regla y la incapacidad es la excepción,
cuando establece que pueden disponer por testamento todos los que no estén
declarados incapaces de ello por la ley. De allí resulta, por una parte, que nadie está
obligado a demostrar su propia capacidad o la capacidad de determinada persona
para disponer por testamento, sino que la respectiva carga de la prueba, recae
exclusivamente sobre quien alega la incapacidad testamentaria; y, por otra, que las
normas legales sobre incapacidad para testar son de carácter excepcional, motivo por
el cual deben ser interpretadas restrictivamente y nunca pueden extenderse por vía
de analogía.
Por otra parte, para calificar la capacidad de testar se atiende únicamente al tiempo
en que se otorga el testamento (Artículo 838 del Código Civil), en consecuencia, sólo
se necesita tener capacidad testamentaria en el momento del otorgamiento del acto
de última voluntad, siendo indiferente cuál haya sido la situación anterior o la posterior
al mismo. Es irrelevante, pues, que el causante sea o no capaz para disponer por
testamento en el momento de su muerte.
La legislación venezolana, reconoce los siguientes casos de incapacidad para
disponer por testamento:
“Art. 837.- Son incapaces de testar:
1º Los que no hayan cumplido diez y seis años, a menos que sean viudos, casados o
divorciados.
2º Los entredichos por defecto intelectual.
3º Los que no estén en su juicio al hacer el testamento.
4º Los sordomudos y los mudos que no sepan o no puedan escribir.”
Y un caso adicional de incapacidad para disponer por testamento cerrado que es el
relativo a no saber o no poder leer consagrado en el artículo 859 ejusdem.
La capacidad para testar o testamentaciòn activa, se encuentra reconocida en el
código civil a todos aquéllos a quienes la ley no lo prohíbe expresamente.

Puede ser definida la capacidad para testar como la posibilidad legal de hacer
testamento como la posibilidad reconocida legalmente. La capacidad para testar no
significa ni la libertad para hacer entrar en el contenido del testamento toda
disposición imaginable, ni el derecho de aclarar la última voluntad en cualquier forma
arbitraria.

La libertad de testar, como cualquiera otra manifestación de la libertad, es una libertad


dirigida según declaración terminante del código civil, para juzgar de la capacidad del
testador se atenderá especialmente, en todo caso, en que se halle al hacer el
testamento. La capacidad ha de tenerse en el momento mismo en que se otorga el
acto de última voluntad, siendo indiferente para los efectos de su validez la que se
tenga o no se tenga después.

El derecho de testar es irrenunciable. El código civil, en consecuencia, lo expresa así


de manera terminante, declarando la nulidad no solo de la renuncia de este derecho,
sino igualmente de la cláusula en que alguno se obligue a no usar de el, sino bajo
ciertas condiciones, sean estas de la clase que fueren.

La finalidad que se persigue mediante la institución jurídica testamentaria, son


esencialmente inconciliables con toda idea de renuncia, por lo que la calificación de
irrenunciable dada al derecho de disponer de los bienes para después de la muerte
del titular se desprende naturalmente de su función. La capacidad para testar es una
presunción que dura mientras no se destruya por medio de una prueba que, para ser
eficaz, debe ser plena. La posibilidad de testar, que el código civil admite en el caso
de enfermos mentales, supone el reconocimiento de que estos pueden tener
momentos lucidos, cosa que, si bien no puede negarse en absoluto, es
extraordinariamente difícil de comprobar en la generalidad de los casos, al menos,
hasta para los especialistas, por lo cual algunos civilistas se inclinan a recomendar
que se niegue el derecho a hacer testamento en tales circunstancias.

La capacidad para testar esta resumida en un conjunto de condiciones legales que


atribuyen efectividad jurídica a la declaración de la última voluntad y, consiste en la
cualidad de querer, entender y disponer que debe reunir el testador, o sea, la persona
humana o el titular de los derechos de posibilitar la transmisión de sus bienes
patrimoniales a favor de sus sucesores elegidos por él. Por consiguiente, la capacidad
para testar es la aptitud legal o cualidad potestativa que tiene una persona para
disponer de sus bienes y derechos patrimoniales por testamento e instituir a sus
herederos; esa facultad constituye la regla, porque pueden hacer testamento todos
aquellos a quienes la ley no les prohíbe expresamente.

Siendo la capacidad jurídica atributo inseparable de la persona humana esa cualidad


excepcional constituye la regla; el precepto jurídico que se explica ahora, es la regla
de la capacidad para testar, salvo la especifica idoneidad exigida con relación a las
formas o clases de testamentos en las que se requiere el cumplimiento de ciertas
condiciones que dan eficacia al testamento, respecto a su otorgante.
 DE LA CAPACIDAD E INCAPACIDAD PARA RECIBIR POR TESTAMENTO

A la capacidad para recibir por testamento se denomina testamentifacción pasiva. El


Código Civil en su artículo 839, establece que pueden recibir por testamento todos
los que no estén declarados incapaces de ello por la Ley. De igual manera indica el
artículo 840 que son incapaces para recibir por testamento los que son incapaces
para suceder ab-intestato; sin embargo, pueden recibir por testamento los
descendientes inmediatos, es decir, los hijos de una persona determinada que viva
en el momento de la muerte del testador, aunque no estén concebidos todavía, es lo
que se conoce como derecho de representación.
Art. 839 C.C. "Pueden recibir por testamento todos los que no estén declarados
incapaces de ello por la Ley".
Art. 840 C.C. "Son incapaces para recibir por testamento los que son incapaces para
suceder ab intestato.
Sin embargo, pueden recibir por testamento los descendientes inmediatos, es decir
los hijos de una persona determinada que viva en el momento de la muerte del
testador, aunque no estén concebidos todavía".
Art. 841 C.C. "Son igualmente incapaces de heredar por testamento:
1º. Las iglesias de cualquier credo y los institutos de manos muertas.

2º. Los ordenados in sacris y los ministros de cualquier culto, a menos que el instituido
sea cónyuge, ascendiente, descendiente o pariente consanguíneo dentro del cuarto
grado inclusive del testador".
La incapacidad que afecta a las personas y entidades mencionadas puede ser
absoluta o relativa. Será absoluta cuando le impida recibir por testamento de toda otra
persona; en tanto que será relativa si le impide recibir sólo de una o varias personas
determinadas, pero no de otra persona. Un ejemplo de una incapacidad absoluta es
la que afecta al no nacido vivo. Y de incapacidad relativa, al tutor respecto a las
disposiciones testamentarias de su pupilo, otorgadas antes de la aprobación de la
cuenta definitiva de la tutela, aunque el testador muera después de aprobada la
cuenta. Exceptuándose de esta prohibición sólo al tutor que sea ascendiente,
descendiente, hermano o cónyuge del testador (Art. 844 C.C.)”

Por iglesia de cualquier culto debe entenderse a las congregaciones de fieles


cristianos o de cualquier otra religión, organizados y representados por personas
naturales, cuya personería ejercen.
Se denominan Institutos de manos Muertas a aquellas comunidades religiosas y a los
organismos públicos, en quienes se perpetúa el dominio y la propiedad de los bienes
inmuebles, por expresa prohibición de enajenarlos o transmitirlos en cualquier forma
a otras personas naturales o jurídicas. Tal denominación proviene ya que los bienes
poseídos en tales condiciones se consideran como muertos para el comercio jurídico,
en manos que no pueden darles la vida de la circulación.
Ordenados in sacris: No solo los sacerdotes católicos, que reciben el orden sagrado,
sino ministros de otros cultos de cualquier religión.

Limitaciones a estas capacidades (de testar y recibir por testamento):

El legislador limita, en protección a los intereses de los parientes y allegados al de


cujus o causante, la capacidad de determinadas personas, ya para testar ya para
recibir por testamento; es decir, incapacidades relativas, que afectan a ciertas
personas en relación con otras expresamente señaladas.
Fundaciones: como una excepción a la incapacidad que hiere a las asociaciones que
no hayan obtenido aún capacidad jurídica por no haber cumplido los requisitos de
inscripción ante la respectiva Oficina de Registro, debemos señalar a las
Fundaciones, las cuales pueden establecerse por testamento (Art. 19 C.C.), caso en
el cual se consideran con existencia jurídica desde el otorgamiento de éste, siempre
que luego de la apertura de la sucesión, se cumpla con el requisito de la
protocolización.
Indigno: el indigno para recibir ab intestato lo es también para recibir por testamento
de aquél que hubiere ofendido, conforme a lo previsto en el Art. 810 C.C.; pero así
mismo le son aplicables las disposiciones de los artículos 811, 812 y primer aparte
del 813 del mismo Código. Es decir, que puede ser redimido; está obligado a restituir
los frutos de que haya gozado y no transmite su indignidad a sus descendientes, tal
como lo señalan los mencionados artículos.
Tutor: el tutor no podrá aprovecharse de las disposiciones testamentarias de su pupilo
que hayan sido hechas antes de la aprobación de las cuentas definitivas, aunque el
testador hubiere muerto después de aprobadas dichas cuentas; sin embargo, son
eficaces esas disposiciones testamentarias si el tutor es ascendiente, descendiente,
hermano o hermana o cónyuge del pupilo (Art. 844 C.C.).
Registrador y otros oficiales de registro y testigos: las disposiciones testamentarias
hechas a favor del registrador o de cualquier otro oficial civil, militar, marino o consular
que haya recibido el testamento abierto, o de alguno de los testigos, no tendrá efecto
(Art. 846 C.C.). Tampoco lo tendrán las instituciones y legados hechas a favor de la
persona que haya escrito el testamento cerrado, a menos, en este caso, que la
disposición testamentaria fuere aprobada en cláusula escrita a mano del testador, o
verbalmente por este ante el Registrador y testigos instrumentales y esta
circunstancia deberá constar en el acta respectiva (Art. 847 C.C.).

Cónyuge del bínubo: existe una incapacidad parcial que afecta a quien ha contraído
segundas nupcias, luego de disuelto, por su puesto, el vínculo anterior, en sentido de
limitar su derecho a testar a favor del cónyuge; ya que no le permite instituirle por una
parte superior a la que reciba el menos favorecido de los hijos del o de los matrimonios
anteriores y por consiguiente el cónyuge supérstite del bínubo, no puede recibir más
de esta porción. El Código Civil Venezolano (G.O. N° 2.990 Extraordinario, del
26/07/1982), señala en su artículo 845 que: “El cónyuge en segundas o ulteriores
nupcias no puede dejar al cónyuge sobreviviente una parte mayor de la que le deje al
menos favorecido de los hijos de cualquiera de los matrimonios anteriores”, siendo
objeto de nulidad por inconstitucionalidad ante la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, ya que, según el recurrente, el mismo establece una evidente
diferencia o discriminación entre el cónyuge sobreviviente de primeras nupcias con
respecto al de segunda o ulteriores nupcias, y que el causante no puede dejar
“mediante testamento” al cónyuge que le sobreviva, de segundos o más matrimonios,
una cuota-parte de sus bienes, mayor a la del menos favorecido de sus hijos.

Sin embargo, la Sala Constitucional señaló, en el fallo nº 1342, de fecha


09/10/2012, que dicha norma sólo es aplicable a las sucesiones testamentarias, cuyo
fin es de proteger a los hijos del primer matrimonio del de cujus (difunto), que ha
contraído ulteriores nupcias, contra una posible extralimitación de éste en el
testamento, frente a la posibilidad de alguna manipulación del cónyuge sobreviviente.
Estimando la Sala que no se trataba de una discriminación contra el cónyuge, sino la
de dirigir una herencia de la manera más coherente y justa para los hijos del anterior
matrimonio.

Por otro lado, observó la Sala que si bien la norma no contraviene el derecho de el o
la cónyuge en segunda o ulteriores nupcias a recibir por testamento una cuota
superior a la que recibiría el hijo menos favorecido del causante, sobre la base de un
desconocimiento al derecho a la igualdad, la parte in fine de dicha disposición sí
contiene una distinción en cuanto a los hijos de aquél, por cuanto separa y beneficia
a los hijos “de cualquiera de los matrimonios anteriores”, excluyendo del beneficio a
otros que no pertenezcan a tales.

En tal sentido, observado que la norma excluye no sólo a los hijos del
matrimonio existente al momento de la muerte del causante, sino a aquellos hijos no
habidos dentro de un matrimonio, desmejorándolos con tal distinción, la Sala procedió
a anular parcialmente el artículo 845 del Código Civil por constituir una violación al
derecho a la igualdad contenido en artículo 21 de la Constitución Nacional, fijando los
efectos del fallo con carácter ex nunc, es decir, a partir de la fecha de publicación,
quedando redactado dicho artículo de la siguiente manera:

“El cónyuge en segundas o ulteriores nupcias no puede dejar al cónyuge


sobreviviente una parte mayor de la que le deje al menos favorecido de los hijos”.

Por último, la decisión de la Sala fue publicada en la Gaceta Oficial Nº 40.052, de


fecha 16/11/2012.

En todos estos casos de incapacidad parcial, es lógico admitir que el excedente de la


porción permitida, favorecerá a quienes sean llamados conjuntamente con el incapaz,
cuando se dé entre ellos el derecho de acrecer; a los sustitutos si los hubiere, o a los
sucesores legítimos.

Finalmente, es preciso señalar que las disposiciones a favor de personas incapaces


son nulas, aunque se les haya simulado bajo la forma de un contrato oneroso o se les
haya otorgado mediante interpuesta persona, reputándose como tales interpuestos,
al padre, la madre, los descendientes, y el cónyuge del incapaz (Art. 848 C.C.).
 DEL TESTAMENTO Y LAS FORMALIDADES DE TESTAR
El testamento: es la disposición de última voluntad con que una persona determina
el destino de su patrimonio después de su muerte.
El artículo 833 del Código Civil, define al Testamento como:
“El testamento es un acto revocable, por el cual una persona dispone para después
de su muerte de la totalidad o de parte de su patrimonio, o hace alguna ordenación,
según las reglas establecidas por la ley.”
Características:
a) Es un acto unilateral: Sólo debe aparecer en el texto del documento la
declaración del testador. No se puede realizar un testamento recíproco, o que
en el texto del testamento aparezca la declaración de aceptación del heredero
o legatario. No es posible un testamento donde dos personas testen a favor de
un tercero (testamento conjunto).
b) Es un acto de última voluntad: Sólo surtirá efecto después de la muerte del
testador; es decir, mortis causa. El testamento no pierde eficacia, no importa
cuanto sea el tiempo transcurrido entre su otorgamiento y su apertura.
c) Es un acto esencialmente revocable: El testador puede en cualquier momento
de su vida anular o cambiar las disposiciones testamentarias que haya
realizado, no siendo necesario que las sustituya por otras; pues puede pasar
a ser causante ab intestato, por revocatoria del testamento que tenía hecho sin
hacer uno nuevo.
d) Es un acto de disposición: Pues el testador dispone de sus bienes para
después de su muerte.
e) Es un acto formal y solemne:
Para que sea válido debe cumplir con una cantidad de requisitos indispensables, de
acuerdo con lo que expresamente señale la Ley.
Condiciones y requisitos del testamento:
a) La voluntad del testador debe manifestarse directamente. Es decir, en este
caso no cabe la representación: Por lo que no será posible que una persona le
otorgue a otra un poder especial (y menos aún general), para que en su nombre
y representación otorgue su testamento.
b) La voluntad del testador debe ser expresada de manera inequívoca: Carecerá
de validez cualquier manifestación hecha mediante señales o expresada en
forma dudosa o indefinida.
c) La voluntad del testador debe ser consciente y libre: No tendrá validez
cualquier manifestación realizada por una persona que no se encuentre en
pleno uso de sus facultades (inducido a testar bajo engaño o sometido por
violencia).
d) El testador debe estar en plena capacidad para efectuar el acto: Se considera
nula toda disposición testamentaria hecha por quien no reúna los requisitos de
capacidad.
Clases y formas de testamento:
Muchas y muy variadas son las clases y formas de testamentos, dependiendo de los
caracteres específicos de cada uno de ellos; así se habla de testamento abierto y
testamento cerrado; testamento común u ordinario y testamento especial o
privilegiado; testamento mancomunado, marítimo, militar, nuncupativo; ológrafo, entre
otros. Pero, el Código Civil venezolano admite sólo tres clases de testamentos que
son: Testamentos ordinarios, testamentos especiales y testamentos otorgados en el
extranjero; los cuales se verifican en el esquema que a continuación se desprende:
Testamento ordinario abierto.

Es aquel que se otorga en forma tal, que todos pueden enterarse de su contenido,
aún antes de la apertura de la respectiva sucesión.
a. Es otorgado por escritura pública, cumpliendo con las formalidades y requisitos
establecidos en la “Ley de Registro Públicos y Notariado”, en lo referente a este tipo
de documento.
b. El otorgado sin protocolización inmediata, ante un notario y dos testigos; y
c. El otorgado ante cinco testigos sin la presencia de un Notario ni funcionario público
alguno.
Fundamento:
Código civil Art. 850.— “Es abierto o nuncupativo el testamento cuando el testador, al
otorgarlo, manifiesta su última voluntad en presencia de las personas que deben
autorizar el acto, quedando enteradas de lo que en él se dispone.”
Testamento ordinario cerrado.
Es aquel que se otorga tomando en cuenta el carácter de confidencialidad del mismo,
es decir, el testador mientras viva no desea que se sepa cuales son las disposiciones
de su última voluntad.
Se otorga de tal manera que sólo el testador y la persona a quien él le ha encargado
la redacción, si fuere el caso, conoce su contenido.
La calidad de “cerrado” se la da al testamento, el secreto de sus disposiciones, pero
el testador debe declarar, sin revelar cuales son, que las mismas están contenidas en
el pliego cerrado que presenta, lo que es lógico pensar, que el testamento no
alcanzaría tal carácter, si el testador por algún motivo especial enterase a los que
tienen que presenciar el acto, de las disposiciones testamentarias y cerrase luego el
pliego.
Fundamento:
Código civil Art. 851.— “Es testamento cerrado aquel en que se cumplen las
formalidades establecidas en el artículo 857..”
Código civil Art. 857.— “En el testamento cerrado deberán observarse las
solemnidades siguientes:
1º El papel en que esté escrito el testamento, o por lo menos el que le sirva de
cubierta, estará cerrado y sellado de manera que el testamento no pueda extraerse
sin ruptura o alteración del pliego, o se hará cerrar y sellar de esa misma manera en
presencia del Registrador y de tres testigos.
2º El testador, al hacer la entrega, declarará en presencia de los mismos, que el
contenido de aquel pliego es su testamento.
3º El testador expresará si el testamento está o no escrito y firmado por él. Si no lo
firmó porque no pudo, lo declarará en el acto de la entrega.
4º El Registrador dará fe de la presentación y entrega con expresión de las
formalidades requeridas en los números 1º, 2º y 3º, todo lo cual hará constar encima
del testamento o de su cubierta, y firmarán también el testador y todos los testigos.
5º Si el testador no pudiere firmar en el acto en que hace la entrega, el Registrador
hará también constar en la cubierta esta circunstancia, y firmará a ruego del testador
la persona que éste designe en el mismo acto, la cual será distinta de los testigos
instrumentales.”
Testamentos Especiales

Son los que se otorgan en circunstancias muy específicas, tales como:


a. Otorgados en lugares donde se declare epidemia contagiosa.
El registrador (ahora notario público) o cualquier autoridad judicial de la jurisdicción;
el testamento será hecho por escrito, en presencia de dos testigos mayores de edad
que sepan leer y escribir, todos se suscribirán al pie del documento y si las
circunstancia lo permiten también lo hará el testador.
b. Otorgados en buques de la Marina de Guerra o Mercante, durante un viaje.
Marina de Guerra. El comandante del buque o quien haga sus veces; en el caso que
sean testamento otorgados por el comandante o del que haga sus veces, serán
presenciados por el personal llamado a sustituirlo de acuerdo al orden de servicio.
Marina Mercante. El capitán o patrón, O el que haga sus veces; en el caso de que
sean testamentos otorgados por el capitán o patrón o quien haga sus veces, serán
presenciados por el personal llamado a sustituirlos de acuerdo a la orden del servicio.
El testamento hecho en estos casos tendrá efecto únicamente en el caso de que el
testador muera durante el viaje o travesía, o durante los dos meses posteriores a su
desembarco en un lugar donde hubiere podido hacer nuevo testamento de acuerdo a
las formas ordinarias.
c. Otorgado por militares o personal empleado de las fuerzas armadas.
El comandante de Batallón, el Capitán u otro oficial al mando del destacamento; si el
testador se halla enfermo o herido, también lo puede recibir el Capelán o Médico
Cirujano que esté en servicio, en presencia de dos testigos. Los testamentos militares
deben enviarse a la mayor brevedad al Ministerio de la defensa quien ordenará
depositarlo en la Oficina de Registro Público del domicilio o de la última residencia del
testador.
Testamento otorgado en el extranjero:
Tanto los venezolanos como los extranjeros podrán otorgar testamento en el exterior,
Para que surta efecto en Venezuela, sujetándose, en cuanto a la forma, a las
disposiciones del país donde se realice el acto. Sin embargo, deberá otorgarse en
forma auténtica. Pero también podrán otorgarlo, tanto los venezolanos como los
extranjeros en el exterior, pero para que surta efecto en Venezuela, ante el agente
Diplomático o Consular venezolano, ateniéndose en este caso a las leyes de nuestro
país. En tales casos el agente diplomático o consular hará las veces de Registrador
y debe cumplir con el acto del otorgamiento de las disposiciones del C.C (Art. 880).
CONCLUSION
El tema del Derecho Sucesoral en Venezuela es amplio, por lo tanto, el poco espacio
nos lleva a sintetizar e incluso dejar de tocar temas conexos que requieren otro
tratamiento. El derecho sucesoral o hereditario debemos entenderlo como el conjunto
de normas y principios que orientan todo lo relativo a la transmisión del patrimonio
dejado por el causante o fallecido y las personas que están llamadas a sucederle.
En Venezuela, el marco legal que regula la materia de sucesiones está establecido
en el Código Civil y en la Ley de Impuesto Sobre Sucesiones, Donaciones y demás
Ramos Conexos.
Por otra parte, el Código Civil establece quienes están llamados a suceder, así como
el orden en el cual se debe desarrollar la sucesión y también regula las que se
configuran por Ley o por Testamento. En cuanto a las sucesiones por testamento, el
Código explica las condiciones, los tipos existentes (ordinarios, especiales, y los
otorgados en un país extranjero) y los requisitos que deben observarse en cada uno
de ellos.
Al referirse a la Herencia, se establecen los casos de aceptación o repudio de la
misma, y por último, se señalan los procesos de partición, colación, imputación y pago
de deudas.
Deben distinguirse las clases de sucesiones: las intestadas o legales que se difieren
por mandato de la ley y ocurre por ausencia de testamento y las sucesiones a título
particular que son aquellas en las que se transfiere una o más relaciones jurídicas
como la compraventa, la permuta, la donación y los legados. Los legados son
consecuencia de lo acordado en un testamento; por esta razón, si no hay testamento,
no hay legado.
También existen aquellas en las cuales se transfiere la totalidad de las relaciones
jurídicas de las cuales era titular una persona tales como bienes, acciones, derechos,
obligaciones, títulos, deudas, entre otros, vale decir, la que se produce por causa de
muerte. Todo lo que tiene que ver con la materia sucesoral en Venezuela, se
encuentra estipulado en el Título II “De las Sucesiones” del Libro III “De las maneras
de adquirir y transmitir la propiedad y demás derechos”, desarrollado ampliamente en
los artículos del 807 al 1132, ejusdem.
Así mismo, la ley establece las personas a las cuales está dirigida, indicando que
están obligados a declarar todos aquellos beneficiarios de herencias o legados que
contemplen bienes muebles o inmuebles, derechos y acciones sobre el territorio
venezolano.

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