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Sucesión
testamentaria
Integrantes:
Acosta A. Katerine, C.I: 18.906.687
Chacón P. Carmen, C.I: 13.665.347
Duque F. Eliezer, C.I: 17.614.401
Ibáñez V. Gladys, C.I: 16.448.154
Machado C. Angelina, C.I: 20.204.728
Sección 2N – Año V
Puede ser definida la capacidad para testar como la posibilidad legal de hacer
testamento como la posibilidad reconocida legalmente. La capacidad para testar no
significa ni la libertad para hacer entrar en el contenido del testamento toda
disposición imaginable, ni el derecho de aclarar la última voluntad en cualquier forma
arbitraria.
2º. Los ordenados in sacris y los ministros de cualquier culto, a menos que el instituido
sea cónyuge, ascendiente, descendiente o pariente consanguíneo dentro del cuarto
grado inclusive del testador".
La incapacidad que afecta a las personas y entidades mencionadas puede ser
absoluta o relativa. Será absoluta cuando le impida recibir por testamento de toda otra
persona; en tanto que será relativa si le impide recibir sólo de una o varias personas
determinadas, pero no de otra persona. Un ejemplo de una incapacidad absoluta es
la que afecta al no nacido vivo. Y de incapacidad relativa, al tutor respecto a las
disposiciones testamentarias de su pupilo, otorgadas antes de la aprobación de la
cuenta definitiva de la tutela, aunque el testador muera después de aprobada la
cuenta. Exceptuándose de esta prohibición sólo al tutor que sea ascendiente,
descendiente, hermano o cónyuge del testador (Art. 844 C.C.)”
Cónyuge del bínubo: existe una incapacidad parcial que afecta a quien ha contraído
segundas nupcias, luego de disuelto, por su puesto, el vínculo anterior, en sentido de
limitar su derecho a testar a favor del cónyuge; ya que no le permite instituirle por una
parte superior a la que reciba el menos favorecido de los hijos del o de los matrimonios
anteriores y por consiguiente el cónyuge supérstite del bínubo, no puede recibir más
de esta porción. El Código Civil Venezolano (G.O. N° 2.990 Extraordinario, del
26/07/1982), señala en su artículo 845 que: “El cónyuge en segundas o ulteriores
nupcias no puede dejar al cónyuge sobreviviente una parte mayor de la que le deje al
menos favorecido de los hijos de cualquiera de los matrimonios anteriores”, siendo
objeto de nulidad por inconstitucionalidad ante la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, ya que, según el recurrente, el mismo establece una evidente
diferencia o discriminación entre el cónyuge sobreviviente de primeras nupcias con
respecto al de segunda o ulteriores nupcias, y que el causante no puede dejar
“mediante testamento” al cónyuge que le sobreviva, de segundos o más matrimonios,
una cuota-parte de sus bienes, mayor a la del menos favorecido de sus hijos.
Por otro lado, observó la Sala que si bien la norma no contraviene el derecho de el o
la cónyuge en segunda o ulteriores nupcias a recibir por testamento una cuota
superior a la que recibiría el hijo menos favorecido del causante, sobre la base de un
desconocimiento al derecho a la igualdad, la parte in fine de dicha disposición sí
contiene una distinción en cuanto a los hijos de aquél, por cuanto separa y beneficia
a los hijos “de cualquiera de los matrimonios anteriores”, excluyendo del beneficio a
otros que no pertenezcan a tales.
En tal sentido, observado que la norma excluye no sólo a los hijos del
matrimonio existente al momento de la muerte del causante, sino a aquellos hijos no
habidos dentro de un matrimonio, desmejorándolos con tal distinción, la Sala procedió
a anular parcialmente el artículo 845 del Código Civil por constituir una violación al
derecho a la igualdad contenido en artículo 21 de la Constitución Nacional, fijando los
efectos del fallo con carácter ex nunc, es decir, a partir de la fecha de publicación,
quedando redactado dicho artículo de la siguiente manera:
Es aquel que se otorga en forma tal, que todos pueden enterarse de su contenido,
aún antes de la apertura de la respectiva sucesión.
a. Es otorgado por escritura pública, cumpliendo con las formalidades y requisitos
establecidos en la “Ley de Registro Públicos y Notariado”, en lo referente a este tipo
de documento.
b. El otorgado sin protocolización inmediata, ante un notario y dos testigos; y
c. El otorgado ante cinco testigos sin la presencia de un Notario ni funcionario público
alguno.
Fundamento:
Código civil Art. 850.— “Es abierto o nuncupativo el testamento cuando el testador, al
otorgarlo, manifiesta su última voluntad en presencia de las personas que deben
autorizar el acto, quedando enteradas de lo que en él se dispone.”
Testamento ordinario cerrado.
Es aquel que se otorga tomando en cuenta el carácter de confidencialidad del mismo,
es decir, el testador mientras viva no desea que se sepa cuales son las disposiciones
de su última voluntad.
Se otorga de tal manera que sólo el testador y la persona a quien él le ha encargado
la redacción, si fuere el caso, conoce su contenido.
La calidad de “cerrado” se la da al testamento, el secreto de sus disposiciones, pero
el testador debe declarar, sin revelar cuales son, que las mismas están contenidas en
el pliego cerrado que presenta, lo que es lógico pensar, que el testamento no
alcanzaría tal carácter, si el testador por algún motivo especial enterase a los que
tienen que presenciar el acto, de las disposiciones testamentarias y cerrase luego el
pliego.
Fundamento:
Código civil Art. 851.— “Es testamento cerrado aquel en que se cumplen las
formalidades establecidas en el artículo 857..”
Código civil Art. 857.— “En el testamento cerrado deberán observarse las
solemnidades siguientes:
1º El papel en que esté escrito el testamento, o por lo menos el que le sirva de
cubierta, estará cerrado y sellado de manera que el testamento no pueda extraerse
sin ruptura o alteración del pliego, o se hará cerrar y sellar de esa misma manera en
presencia del Registrador y de tres testigos.
2º El testador, al hacer la entrega, declarará en presencia de los mismos, que el
contenido de aquel pliego es su testamento.
3º El testador expresará si el testamento está o no escrito y firmado por él. Si no lo
firmó porque no pudo, lo declarará en el acto de la entrega.
4º El Registrador dará fe de la presentación y entrega con expresión de las
formalidades requeridas en los números 1º, 2º y 3º, todo lo cual hará constar encima
del testamento o de su cubierta, y firmarán también el testador y todos los testigos.
5º Si el testador no pudiere firmar en el acto en que hace la entrega, el Registrador
hará también constar en la cubierta esta circunstancia, y firmará a ruego del testador
la persona que éste designe en el mismo acto, la cual será distinta de los testigos
instrumentales.”
Testamentos Especiales