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Esto significa que la velocidad de entrada de calor por conducción = la velocidad de salida de calor

por
conducción; esto es, qx es constante en el tiempo para la transferencia de calor en estado
estacionario.
En este capítulo nos interesa el volumen de control, cuya velocidad de acumulación de calor es cero
y tenemos transferencia de calor en estado estacionario. Por consiguiente, la velocidad de
transferencia
de calor es constante en lo que respecta al tiempo y las temperaturas de los diversos puntos del
sistema
no varían con el tiempo. Para resolver problemas de transferencia de calor en estado estacionario, es
necesario integrar diversas expresiones mecanísticas en forma de ecuaciones diferenciales, tales
como
la ley de Fourier, para las diferentes formas de transferencia de calor. En este capítulo se obtendrán
las expresiones para el perfil de temperaturas y el flujo específico de calor.
En el capítulo 5 se usará nuevamente la expresión de conservación de la energía, ecuaciones (2.7-
2) y (4.1-3), para los casos en los que la velocidad de acumulación no es cero y hay una transferencia
de calor en estado no estacionario. Se empleará la expresión mecanística de la ley de Fourier en
forma
de ecuación diferencial parcial, para aplicarla a aquellas situaciones en las que las temperaturas de
los
diversos puntos y la transferencia de calor cambian con respecto al tiempo. En la sección 5.6 se
deducirá una ecuación diferencial general de los cambios de energía, que se integrará para varios
casos
específicos, con el objeto de determinar el perfil de temperaturas y el flujo específico de calor.
4.1B Mecanismos básicos de transferencia de calor
La transferencia de calor puede verificarse por medio de uno o más de los tres mecanismos de
transferencia: conducción, convección o radiación.
1. Conducción. Por este mecanismo, el calor puede ser conducido a través de sólidos, líquidos y
gases. La conducción se verifica mediante la transferencia de energía cinética entre moléculas
adyacentes. En un gas las moléculas “más calientes”, que tienen más energía y movimiento, se
encargan de impartir energía a moléculas colindantes que están a niveles energéticos más bajos. Este
tipo de transferencia siempre está presente, en mayor o menor grado, en sólidos, líquidos y gases
en los que existe un gradiente de temperatura. En la conducción la energía también se transfiere por
medio de electrones “libres”, un proceso muy importante en los sólidos metálicos. Entre los
ejemplos en los que la transferencia se verifica ante todo por conducción, se cuentan la transferencia
a través de paredes o intercambiadores de una nevera, el tratamiento térmico en el forjado de acero,
la congelación del suelo durante el invierno, etcétera.
Cap.

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