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La relación de la mente sobre el cuerpo es bien clara.

Del mismo modo que las


enfermedades físicas influyen en nuestro estado de ánimo y nos provocan temor, miedo o
preocupación, muchos problemas psicológicos provocan síntomas físicos.

Se entiende que una persona sufre somatizaciones cuando presenta uno o más síntomas
físicos y tras un examen médico, éstos síntomas no pueden ser explicados por una
enfermedad médica. Además, pese a que la persona pueda padecer una enfermedad, tales
síntomas y sus consecuencias son excesivos en comparación con lo que cabría esperar. Todo
ello causa a la persona que sufre estas molestias un gran malestar en distintos ámbitos de
su vida.

En cuanto a autorregulación emocional se distinguen las dos categorías propuestas por


Eisenberg y colaboradores en 1997, referidas por una parte, a trastornos internalizados
(ansiedad, introversión, depresión y problemas psicosomáticos, provocados por emociones
negativas o por deficiencias en la autorregulación adaptativa) y por otra parte, a los
trastornos externalizados (hiperactividad, agresión, conducta antisocial, expresiones
emocionales hostiles, asociados a un déficit en la comprensión de las propias emociones y
en la expresión de las emociones negativas). Esta distinción, si bien es básica para la
comprensión, evaluación y tratamiento de buena parte de los casos clínicos analizados,
puede explicar y abordar gran parte de los motivos de consulta de la demanda clínica
infantil, tanto privada como institucional y comunitaria.

Objetivos para trabajar:

- Autoempatia
-

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