Para ello, será necesario analizar —atenien (i) No siempre se distingue debidamente, la
do en concreto al sentidojurídico del texto cons delegación legislativa de la administrativa.
titucional— las principales atribuciones confe La primera es ajena, extraña al poder jerár
rí das'al jefe ministerial por el constituyente. quico (J u a n C. C assag ne , Derecho Administra
tivo, Bs. As., 1993,1.1, pág. 245). La segunda,
Entre éstas, sin duda, sobresale la atinente puede, o no, derivar de la jerarquía; empero,
al ejercicio dt la administración general del en el plano de las relaciones interorgánicas, la
país. delegación supone, en principio, la jerarquía
( C assag ne , ob. cit., t.1, pág. 245; J osé R oberto
Puede afirmarse que la temática delega Dromi, Derecho Administrativo, Bs. As., 1994,
toria dependerá, en buen grado, del alcance pág. 31), la cual no se da, en cambio, en el
que se asigne al ejercicio de la administración ámbito de la delegación intersubjetiva (C assag
general del país. n e , ob. cit., t. I, pág. 247), excepto, claro está,
para la materia que sea objeto de delegación
En efecto, corno se verá, si se concluye que el en ei sujeto delegado.
ADMINISTRACION GENERAL DEL PAIS Y DELEGACIONES... (L 163) 831
(6) Idem, pág. 2212. (9) Dromi y M e n e m , ob. dt., pág. 334.
C7) A lberto G arcía L em a , La reforma del (1°) Raúl Alfonsín, Núcleo de coincidencias
sistema institucional. El núcleo de coinciden básicas, LL, 1994-D-835.
cias básicas, en la obra colectiva “L a reforma (H) Menem-Dromi, ob. cit., pág. 328.
de la Constitución”, Santa Fe, 1994, pág. 305. (12) C a s s a g n e , En tomo al jefe de gabinete,
(8) Jo sé R . D rom i y E duardo M e n e m , La La ley del 5-12-94 y disertación pronunciada
Constitución reformada, Bs. As., 1994, pág. 352. en las “Primeras Jornadas Nacionales sobre
ADMINISTRACION GENERAL DEL PAIS Y DELEGACIONES... (L 163) 883
En este orden de ideas, cabe concluir que la del Presidente respecto de esa función (art. 99,
Constitución ha atribuido al Jefe de Gabinete, inc. 1).
parte de la competencia inherente a la admi
nistración general del país. Ello no parece guardar coherencia con el
régimen propio de una competencia descon
2.1.1. La responsabilidad del superiorpor el centrada, acercándose, a nuestro entender al
ejercicio de la facultad atribuida al órgano de la delegación.
desconcentrado
En efecto, la Constitución hace políticamen
Ahora bien, según la doctrina, la desconcen te responsable al Presidente por el ejercicio de
tración se opera a través de un acto normativo una atribución que —según la posición que se
general y abstracto por el cual se crea una viene analizando— sería de titularidad del
competencia estable y definida, atribuida en Jefe de Gabinete.
forma determinada a cierto órgano que será
titular de la función respectiva y por ende En nuestro sistema, la responsabilidad po
responsable de su ejercicio^3). lítica (15) queda comprometida ante el Con
greso, cuando quienes resultan pasibles de
En tales supuestos, “la competencia de que ella incurren en “mal desempeño”, “delito en
se trata pertenece exclusivamente al inferior, el ejercicio de sus funciones” o “crímenes co
y el superior sólo tiene facultades de supervi munes” (art. .53, CN). Por tanto no sería cohe
sión propias del poder jerárquico...9. Por tan rente responsabilizar al Presidente por un
to, “la responsabilidad del superior por el “mal desempeño” o “delito en el ejercicio” de
modo en que se ejerce la competencia que le ha una atribución que — porno ser su titular— no
sido quitada, es reducida precisamente por pudo desempeñar ni ejercer.
que se ha reducido también su poder de con-
trol”( 14). Señalábamos antes que la previsión consti
tucional parece concordar más con el régimen
En síntesis: al ser desconcentrada la compe de la delegación. A continuación explicaremos
tencia, el responsable por su ejercido pasa a los motivos.
ser su titular y, sólo en lo referente a la
supervisión jerárquica, el superior. 2.2. El Presidente como titular de la admi
nistración general del paíst cuyo ejercicio fue
Es el caso, por ejemplo, del régimen econó
delegado al Jefe de Gabinete
mico y administrativo de los Ministerios, que
por imperio del art. 103 de la Constitución Mientras que, como indicáramos más arri
corresponde con exclusividad a los Ministros. ba, el órgano desconcentrado es el responsa
Al ser dicha atribución directamente conferi ble del ejercido de la facultad que, en razón de
da por la Constitución al órgano ministro, es
la desconcentradón, titularizay ejerdta, cuan
lógico que éste — y no el Presidente, pese a ser do se trata de una facultad o atribudón dele
su superior— resulte responsable directamen gada, el órgano delegante es plenamente res
te por su ejercicio. ponsable por lo actuado por el delegado.
Nótese que en ninguna parte la Constitu
Ocurre que en este último supuesto, el titu
ción consagra la responsabilidad del Presi
lar de la atribudón es el delegante. El órgano
dente por lo actuado por los Ministros en lo
que redbe la competenda es el que en los
pertinente a la administración y economía de
hechos va a ejercerla, pero no le pertenece a él
sus carteras. Ello es coherente, reiteramos,
sino al superior, quien es responsable de cómo
con la esencia del instituto de la descon
se habrá de ejercer.
centración.
Justamente ésto es lo que parece decir el otorgar competencias para desarrollar la acti
constituyente: mientras que el Jefe de Gabi vidad concreta, sin que ésto suponga ni dele
nete ejerce la administración general del país gación ni menoscabo de la competencia” del
(art. 100, inc. 1), el Presidente es su responsa órgano titularO8).
ble político (art. 99, inc. 1).
Aclara el profesor T bevuano Fos que “No es
En esta línea de análisis, puede afirmarse, verdadera delegación porque viene estableci
pues, que, al responsabilizara! Presidente por da en la norma, pero tampoco es des
la administradóñ general del país, cuyo ejer concentración interna, porque le falta la exis
cicio confiere al Jefe de Gabinete, la Constitu tencia de competencias exclusivas”^ ) .
ción parece indicar que aquél es titular y
responsable de cómo se ejercite dicha admi Este tipo peculiar de transferencia de facul
nistración. En otros términos: la propia Cons tades recibe el nombre de “delegación impro
titución ha conservado la titularidad y conse pia” y puede dar lugar a la configuración de
cuente responsabilidad por el ejercicio en el una competencia solidaria del delegante y
Presidente, delegando-la concreta ejecución delegadoí20).
en el Jefe de Gabinete- .
Puede pensarse que si el constituyente fue
No ignoramos que, de conformidad con el quien delegó la potestad, sólo él podrá decidir
clásico concepto de delegación, ésta se confi cuándo el Presidente puede reasumirla.
gura cuando una facultad es desprendida de
un órgano que transfiere su ejercicio aotro(16). No obstante, debe. atenderse a que, al
Es decir, que es el propio órgano al cual la responsabilizar políticamente al Presidente
facultad legalmente pertenece quien decide por su ejércicio, es evidente que la Constitu
delegarla. ción abre la puerta para la reasunción, por
éste, de la delegación efectuada por la Consti
Para ello, debe estar expresamente autori tución al Jefe de Gabinete, para los casos en
zado (art. 3e, LPA). los qué el titular del Poder Ejecutivo considere
que el accionar irregular, anómalo o inconve
En el caso, fue el constituyente quien direc niente del Jefe de Gabinete, en punto a la
tamente delególa facultad en él Jefe de Gabi administración general del país, pueda com
nete, al atribuirle el ejercicio de la administra prometer su propia responsabilidad como ti
ción general del país. tular de dicha administración.
Ello es razonable, dado que si dejaba en En tales casos y fundadamente, el Presiden
manos del Presidente, la potestad para dele te deberá especificarlas causales por las que
gar oño la atribución, se corría el riesgo de que asume el ejercido, las que necesariamente
aquél decidiese no delegar ninguna facultad
deberán basarse en razones que, de ser
de administración, quedando, por ende y en obviadas, arrastrarían su propia responsabi
este aspecto, vacía de contenido la figura del
lidad política (art. 99, inc. 1, CN), en su carác
Jefe-de Gabinete. ter de titular de la administradón.
La doctrina ha estudiado este tipo de dele
Por lo mismo, entendemos que el Presidente
gaciones en el cual la norma prevé la transfe
también puede reglamentar razonablemente
rencia del ejercicio de manera fija.
el ejercicio de sus atribudones por el Jefe de
Gabinete.
G ar cía T revxjano F os s e h a ocupado de ellas,
se ñ ala n d o qu e se e n c u e n tran a m ita d de cam i
no entre la desconcentración y l a delegación
El razonamiento expuesto demuestra que,
p rop iam en te d ic h a (17). pese a las calificadas opiniones que involucran
inclusive a los miembros informantes del
El jurista español ejemplifica refiriendo a despacho dé m ayoría del núcleo de coíndden-
órganos o entes “a los cuales se les suele das, la Constitudón— en su concreto texto—
no establece que la titularidad de la adminis
tración quede en manos del Jefe de Gabine- 2.2.1. Otras razones que avalan la tesis de la
te(2l). titularidad del Presidente
Antes bien, por las razones apuntadas y las En primer lugar, cabe destacar la diferente
que serán de inmediata exposición, el texto redacción conferida al art. 100, inc. 1, respecto
constitucional parece indicar, a nuestro modo del núcleo de coincidencias plasmado en la ley
de ver, que sólo el ejercicio de dicha atribución 24.309 y al antiguo art. 86, inc. 1 de la Cons
es facultad del Ministro jefe, permaneciendo titución, aspecto ya mencionado y de no poca
su titularidad en manos del fSresidenteí22}. importancia.
Es partiendo del razonamiento señalado Así, mientras laley que declaró la necesidad
que recurrimos, con las observaciones desa de la reforma prescribía que el Jefe de Gabine
rrolladas, al instituto de la delegación. Pues te tendría a su cargo la administración gene
no cabe sino coincidir con G o n z á le z N avabk o ral del país, el texto definitivo de la Constitu
en que “...la delegación supone transferencia ción sólo le atribuye al ejercicio de ella.
del ejercicio, no de la titularidad". Este autor
distingue “transferencia de la titularidad Por otro lado, el art. 99, inc. 1 preceptúa que
(desconcentración)” y “transferencia del mero el Presidente es el Jefe de Gobierno, obligando
ejercicio de la competencia, sin pérdida de la a interpretar el alcance que debe darse a dicho
titularidad por el órgano que la tenía atribui vocablo.
da”, supuestos entre los cuales ubica a la
delegación de facultadesí23). C a s s a g n e señala que actualmente la Consti
tución utiliza la fórmula gobierno en dos sen
Se advierte, por otra parte, que consideran tidos:
do al Presidente como titular de la adminis
tración general del país, queda evidenciada 1) El tradicional, que significa gobierno como
claramente la existencia— en este aspecto- conjunto de los tres poderes del Estado, acep
de una relaciónjerárquica respecto del Jefe de ción receptada en la primera parte del art. 1®,
Gabinete. cuando habla de las autoridades del gobierno
federal y su poder de intervención o cuando
Ello así dado que como enseña G a r c ía refiere a que el gobierno federal provea los
dos circunstancias deben dar
T r e v u a n o F os, gastos de la Nación, etc.
se para que esa relación se manifieste:
2) Un nuevo sentido, a su decir más euro
a) idéntica competencia material de deter peo, que sería el asignado a la cláusula del
minados órganos subordinados en razón del art. 99, inc. 1. En dicha acepción, cuando
grado; afirma que el Presidente es el jefe de gobierno
“lo que está diciendo es que el Presidente es
b) voluntad superior que prevalezca sobre la la cabeza de la administración. Se.distingue,
del inferior, en relación con el mismo obje entonces, entre gobierno y administración,
to ^ ). pero circunscribiendo el término gobierno a
un sentido orgánico, para referirlo a la parte
superior de la administración pública, cuyos
(21) Ha señalado M ar ie n h o f f , en afirmación componentes están solamente regidos por
sistemas de responsabilidad política y no
válida, a nuestro juicio, para cualquier pre
integran el fiincionariado permanente del
tensión normativa, incluso constitucional, que
Estado ...O sea que, en definitiva, el gobierno
“...antes que a la omnipotencia legislativa hay
es la cabeza de la administración y el presi
que atenerse a la teoría de la calificación
dente de la República, de acuerdo a esta
jurídica...” {Tratado de Derecho Adnúrústrati-
interpretación, continúa siendo el jefe de la
¡m i. I. pág. 359. Bs. As.v 1977).
administración^25)^
(22) Es ésta una idea que compartió C a s s a g n e
ver Primeras Jornadas Nacionales,.., pág. 17.
En igual sentido se expide F anelli E vans,
í23) F rancisco G o n z á l e z N avarro , Delega
ción, sustitución, y avocación interorgánicas en
“Organización y procedimiento administrati
(25) C a ssag ne , disertación pronunciada en
vos”, obra conjunta con Luis B l a n c o d e T ella ,
Madrid, 1975, págs. 206 y 220. las Primeras Jornadas Nacionales sobre Insti
( 24) G a r cía T revxjano Fos, ob. cit-, 1 . 13, vol. tuciones Administrativas... etc., ob. cit., pág.
I, pág. 428. 17.
886 JULIO RODOLFO COMADIRA y FABIÁN OMAR CANDA
para quien la jefatura del gobierno involucra 1995— el Jefe de Gabinete de Ministros, “sus
la de la administración^). facultades serán ejercitadas por el presidenta
de la República”.
También E xmexdjián entiende de vital im
portancia la previsión constitucional que afir . Una prim era lectura puede conducir a
ma al Presidente como “responsable político afirmar que, de ser realmente el Presidente
de la administración”, pues aun considerando titular de la administración, dicha cláusu
que el Jefe de Gabinete tenga a cargo dicha la resultaría redundante, pues, hasta que
administración (cuando este autor escribía lo sea nombrado quien ha de ejercerla, va de
hacía sobre el texto del núcleo de coinciden suyo que su ejercicio corresponderá al titú-
cias) tal atribución de responsabilidad impli lar.
ca que “Evidentemente, la última palabra la
tiene el presidente. Creo que no- hay otra Sin embargo, entendemos que la interpre
mterpretacidri.posibIes(27). tación precedentemente formulada, es perfec
tamente armonizable con tal cláusula transi-
En la segunda interpretación, que venimos - toria. .
desarrollando, la titul andad de la Jefatura de
la Administración sería, pues, un podar o El constituyente ha resuelto, como dijéra
facultad inherente a la Jefatura del Gobier- mos, conservar la titularidad de la adnunis-
noí28), en tanto potestad propia y originaria tración en cabeza del Presidente, delegando
del órgano constitucional ai que se atribuye su ejercicio en el Jefe de Gabinete.
esta última jefatura.
Ha obrado así a efectos de asegurarse que
Con todo acierto dice A l e j a n d r o N eetoí29):
— salvo el supuesto en que el accionar del Jefe
“_sin Administración no hay gobierno posi
de Gabinete comprometiera, por su irregula
ble... sin Administración la voluntad política
ridad o inconveniencia, la propia respon
se reduce a un simple deseo, puesto que aqué
sabilidad política del ejecutivo— tal ejercido
lla es el único instrumento que permite pasar
quede en manos del nuevo funcionario,sin
del dicho al hecho...” (la cursiva nos pertene
depender de una posterior manifestación de
ce). ..
voluntad delegatoria por parte del Presiden
te. .
Parece conspirar contra la teoría de la
titularidad presidencial de la administración
general del país, la cláusula duodécima tran Al haber dispuesto él mismo la delegación,
sitoria del texto constitucional, según la cual sólo él podía, en consecuencia, dejarla en sus
hasta que sea designado — el 8 de julio de penso hasta tanto el Jefe de Gabinete fuera
designado, que fue ló que hizo en la cláusula
duodécima transitoria.
í26) Gubllermo Fanelli Evans, El jefe de
gabinete y demás ministros del Poder Ejecuti Se anticipó, al comienzo de este artículo,
vo en la Constitución Nacional, publ. en La que el tema examinado era opinable.
Ley del 3-11-94.
(27) Miguel Angel Exmekbjián, El Poder Existen valiosos argumentos tanto para
Ejecutivo y el gabinete ministerial, en la obra sostener una conio otra posición; por lo tanto
colectiva Reforma Constitucional, Bs. As., resulta necesario analizar la problemática
1994, pág. 21. de las delegaciones desde ambos puntos de
(28) Tomamos, así, la distinción entre pode vista.
res implícitos e inherentes, formulada por
Jobgb Aja Espil {.Constitución y Poder, Bs. Es decir, se intentará dar respuestas consi
As., 1987, pág. 159 y ss.). Los primeros son derando:
aquellos que están insertos o implicados en la
voluntad del legislador manifestada o enun- a) al Presidente como titular de la adminis
elsd« en la norma, Igs segóiidúa,-ea cambio, tración, siendo eí Jefe de Gabinete el funcio
son los propios, originarios, inseparables de la nario ¡al cual le ha sido constitudonalmente
esencia de los órganos que crea un determina» delegado el ejerddo;
do sistema constitucional, sin que sea rele
vante su enunciación normativa. b) al Jefe de Gabinete como titular de la
(29) A lejandro N iet o , La organización del administradón, en virtud de la desconcen-
desgobierno, Barcelona, 1984, pág. 5. tradón constitudonalmente dispuesta.
ADMINISTRACION GENERAL DEL PAIS Y DELEGACIONES... (L 163) 887
Por nuestra parte, pensamos que si se acepta crstario, correspondiendo realizarla en el Mi-
la posición que hemos venido sustentando, re nistroí35).
sultarán de entera aplicación —respecto de las
facultades administrativas del Presidente, no Por tanto, en principio, la posibilidad de la
transferidas en su ejercicio por la Constitu delegación presidencial directa en los Minis
ción Nacional al Jefe de Gabinete—- las pres tros, dependerá de la ubicación que se confie
cripciones del decreto del Poder Ejecutivo ra, en la escalajerárquica, al Jefe de Gabinete.
Nacional 260/83, el cual, en su Anexo I, esta
blece como facultades delegables las “...admi Si se entiende que es un Ministro más, en
nistrativas que ejerce el presidente de la Na igualdad de jerarquía con el resto, habrá de
ción en carácter de administrador general del aceptarse la delegación presidencial tanto en
país’X33). él, como en cualquiera de los ministros.
Gabinete. Si es superior de aquéllos la delega derar atribuido ese ejerddo sin limitadones,
ción debe respetar la línea jerárquica y, por motivo por el cual deben caer las delegadones
ende, la delegación directa no es admisible; si, previas, sólo subdelegables, a su vez, previa
por el contrario, es un Ministro más, ésta es autorizadón presidendal.
procedente.
De corresponder al Jefe de Gabinete la
A nuestro juicio, el Jefe de Gabinete, en titularidad de la fondón adxninistratrva, las
cuanto superior o cabeza del cuerpo de minis delegadones previas pueden mantenerse o
tros es, también, superior de cada uno de ellos revocarse, según el criterio discredonal de
individualmente considerados. aquel fundonario.
4.9. Si, por el contrario, se asigna al nuevo Como cuestión de fondo subyace el siguiente
fundonario la condidón de delegado impro interrogante: ante una hipotética situadón de
pio, el Presidente, en tanto titular de la fun inestabilidad gubernamental, ¿Qué es.más
dón, puede revocar, pardalmente, la delega- conveniente para la preservarión délas insti-
dón en casos de irregularidad o inconvenien- tudones democráticas? ¿un Presidente caren
da en el ejerddo. te de potestades efectivas en el ámbito admi
nistrativo? ¿o, por el contrario, un Ejecutivo
4.10. Las delegadones presidendales pre que, justamente, ante la señalada situadón
existentes a la reforma constitudonál, depen de fragilidad institudonal, pueda requerir el
den en su validez de la postura que se adopte. entero respaldo del cuerpo administrativo,
instrumentando, a través de él, las medidas
Si el Jefe de Gabinete sólo ejerce la adminis que estime pertinentes para contribuir a la
tradón, sin titularizarla, corresponde consi superadón de la crisis?