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TEMA 11.

TENDENCIAS DE LA POESÍA EN LENGUA ESPAÑOLA EN LA SEGUNDA MITAD DEL


SIGLO XX. PABLO NERUDA

Dada la complejidad de la lírica en lengua española de la segunda mitad del siglo XX, es necesario
seleccionar autores y obras más representativos, sin poderles dedicar todo el tiempo que merecen.

1.- POESÍA ESPAÑOLA DURANTE LA GUERRA (GENERACIÓN DEL 36)


Durante la guerra, la poesía desempeñó un papel importante como vehículo de propaganda y de
aliento para la lucha. El empobrecimiento de España en estos difíciles años fue angustioso y la actividad
cultural, en tales circunstancias, agonizaba. Sin embargo, lentamente, se fueron desarrollando
inquietudes y tendencias interesantes que provocaron de nuevo un florecimiento de la poesía.
Una de las figuras que mejor simboliza esta entrega y compromiso social fue MIGUEL HERNÁNDEZ,
considerado por muchos un miembro más de la Generación del 27 (epígono). Leal a la República, tras la
guerra fue detenido y murió en prisión enfermo de tuberculosis.

De formación autodidacta, inicia su producción con Perito en lunas, colección de poemas gongorinos
de difícil comprensión. Tras títulos como El rayo que no cesa, sonetos en los que habla del amor, la vida
y la muerte; o “Elegía a ramón Sijé”, poema escrito a raíz de la muerte de su amigo Ramón Sijé, los
versos de Viento del pueblo dan fe de su compromiso político y, aunque hay desaliento en ellos, no por
ello el poeta pierde la esperanza en un mundo mejor.

En la cárcel escribe Cancionero y romancero de ausencias, obra prohibida durante años y que habla
sobre el amor hacia su mujer y su hijo, al que no llegó a conocer. Aquí se incluye uno de sus últimos
poemas que dedica a su hijo, “Nanas de la cebolla”.

2.- POESÍA DE POSGUERRA


Los caminos de la poesía española de posguerra siguen dos caminos.
 En España: los poetas del 27 que se quedan continúan su labor creativa, como Dámaso Alonso y
Vicente Aleixandre.
 Desde el exilio, poetas que pertenecen a distintas generaciones siguen caminos individuales:
desde J.R. Jiménez a León Felipe; también Salinas, Cernuda, Guillén, Alberti, Altolaguirre y
Prados. Estos poetas siguieron derroteros diversos, pero en todos ellos sobresale la angustia y
el tema de España.
A los poetas que se quedaron en España se les ha clasificado en estos grupos:

 Poetas "arraigados", complacientes con el régimen franquista. Se asocian en torno a revistas


como Escorial o Garcilaso. Su poesía es optimista, serena, equilibrada, con hondo sentido
religioso. Recurren al pasado imperial de España para ensalzar el orden presente. La España
que aparece en sus versos es una visión idílica, que poco tenía que ver con la realidad. Se
suman a este grupo LEOPOLDO PANERO (Escrito a cada instante), LUIS ROSALES (Abril o La
casa encendida) y DIONISIO RIDRUEJO (Sonetos a la piedra).
 Poetas "desarraigados", disconformes con un mundo para ellos inhóspito y doloroso. Es una
poesía existencialista, de constante búsqueda del sentido de la existencia humana, donde el
estilo ya no es sereno, sino duro, bronco, directo. Estos temas se corresponden con estilo que
persigue la fuerza expresiva más que la belleza formal. La obra que instauró esta nueva
concepción fue Hijos de la ira, del poeta de la Generación del 27 DÁMASO ALONSO, grito
terrible contra la injusticia y el sufrimiento humanos. Le siguieron otros nombres como
VICTORIANO CRÉMER o EUGENIO G. DE NORA, agrupados en torno a la revista leonesa
Espadaña. Estos autores darán paso a la poesía social de los años 50, al trasladar la exploración
sobre la angustia de la existencia a las circunstancias históricas concretas.
 Un tercer grupo heredero de la poesía del 27 (sobre todo de Luis Cernuda) se congregó en
torno a la revista Cántico. Cultivaban una estética refinada y sensual de temas intimistas y tono
vitalista. Representantes: Ricardo Molina o Pablo García Baena.
3.- LA POESÍA EN LOS AÑOS CINCUENTA: POESÍA SOCIAL
A partir de 1947 se inicia un proceso de cambio: la colectividad pasó a ser el problema central
de la poesía y la angustia personal adoptó un tono social. Se impone la poesía social. Los poetas
defienden la poesía como comunicación, lo que explica el tono sencillo y coloquial, el lenguaje
cotidiano y la tendencia al prosaísmo que se detecta en estas composiciones poéticas. La poesía social
denunciaba la realidad ante el silencio impuesto por el poder, intentando concienciar al lector y
planteando la superación de ese estadio histórico. Se recupera el tema de España como problema, tan
típico del 98, con enfoques marxistas: la alienación, las referencias obreras, la libertad, la desigualdad
social son temas presentes en esta nueva poesía.

Entre los poetas que cultivaron poesía social en los cincuenta destacan:
 JOSÉ HIERRO, quien ofrece una poesía de carácter testimonial, fundada en el tiempo personal
y en el tiempo histórico y colectivo (Con las piedras, con el viento; Quinta del 42...)
 GABRIEL CELAYA, considerado uno de los pilares de la poesía social aunque su extensa
producción lírica abarca distintas orientaciones. Con Tranquilamente hablando el autor inicia la
poesía “de urgencia” exigida por el compromiso ético del momento. La voz poética se fusiona
con un nosotros colectivo que representa a la “inmensa mayoría”. Con Cantos iberos (1955),
Celaya llega a la cima de la poesía social defendiendo la función crítica de la literatura como
arma de lucha social.
 BLAS DE OTERO, quien evolucionó de lo existencial (Ángel fieramente humano) a lo social (Pido
la paz y la palabra). Su poesía nace con el propósito de sacudir las conciencias y de compartir
con el resto de la humanidad su “tragedia viva”, que puede residir en la propia conciencia o en
la vida en sociedad. En su búsqueda solitaria, el poeta se encuentra con “los otros” y en sus
poemas dos términos son claves: la palabra, que permite a todo hombre gritar su protesta, y la
paz, para que España pueda vivir sin la presencia de la muerte y la injusticia (Pido la paz y la
palabra).
4.- LAPOESÍA DE LA DÉCADA DE LOS 60
La poesía social pronto dio síntomas de agotamiento. Con libros de poemas que rara vez
alcanzaban la tirada de mil ejemplares, era ilusorio querer cambiar el mundo. Los nuevos poetas,
conocidos como GENERACIÓN DEL 50 (aunque la mayoría publica en los años 60) quieren recuperar el
lenguaje poético, dignificarlo, y la vuelta a los temas íntimos y autobiográficos. En realidad, no se
abandona la preocupación por el hombre ni el inconformismo ante el mundo, pero predomina ahora un
cierto escepticismo: no se aspira a cambiar la realidad. El lector participa del proceso porque el poema,
caracterizado por su indeterminación, adquiere su significado en el acto de la lectura.
El grupo de los cincuenta incluye a un conjunto de poetas que publicaron sus primeras obras en la
década de los cincuenta, todavía en la órbita de la poesía social. Como su obra se consolida en la década
siguiente, se conocen también como promoción de los sesenta. A esta generación pertenecen los
siguientes autores: Claudio Rodríguez, Ángel González, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma,
Francisco Brines, Carlos Barral o José Manuel Caballero Bonald.

5.-POESÍA DE LOS SETENTA: LOS NOVÍSIMOS

Los novísimos rompieron con el realismo y abandonaron el “humanismo” literario, que veía
en la literatura un instrumento de lucha contra las injusticias. Los novísimos se nutren del surrealismo e
incorporan técnicas como el collage y el flash cinematográfico (visión rápida de un plano de escasa
duración). En 1970 se publica la antología Nueve novísimos poetas españoles, jóvenes autores nacidos
después de 1939 entre los que se incluyen FÉLIX DE AZUA, PERE GIMFERRER, MANUEL VÁZQUEZ
MONTALBÁN Y GUILLERMO CARNERO. Pere Gimferrer, con su Arde el mar (1966), fue el abanderado de
esta generación de poetas entre los que figuran también Leopoldo María Panero, Luis Alberto de
Cuenca o Antonio Colinas.
Aunque ante la sociedad adopten una actitud crítica, rechazan la poesía social. No son los temas lo
que más les interesa, sino el estilo: se sitúan en una línea experimental, en una nueva vanguardia
(escritura automática, caligramas, incorporación del collage con inserciones en los poemas de
fragmentos periodísticos, publicitarios, citas en inglés o francés, partes de canciones, metapoesía...) a la
vez que entroncan con el Modernismo (gusto por lo exótico, lenguaje cultista...).

Son poetas que no conocieron la guerra civil y que, en su mayoría, comenzaron a escribir en una
sociedad de consumo que influyó en su formación a través de la música, el cine, la radio, la televisión...
Hay en sus poemas referencia a los Beatles, los Rolling Stones, Bob Dylan, Marilyn Monroe, Groucho
Marx, Che Guevara...

6.- ÚLTIMAS TENDENCIAS POÉTICAS (DESDE 1975 HASTA LA ACTUALIDAD)


A partir de mediados de los setenta decayó la estética de los novísimos y se produjo un cambio
al que se sumaron varios de sus integrantes. La nueva poesía rescató la continuidad con el pasado
literario español y encontró sus modelos en los poetas de fin de siglo, en la G. del 27 y en el grupo de los
cincuenta (especialmente en Gil de Biedma y en Valente).
Las nuevas tendencias poéticas rechazan lo frío y lo conceptual de la generación anterior en
favor del intimismo y la emoción. Se mantiene la temática urbana y la vida cotidiana se convierte en
fuente de poemas de tono autobiográfico, en los que asoman sentimientos como el amor, la soledad, el
paso del tiempo, la angustia ante la muerte.... Retóricamente es una poesía más equilibrada. El
lenguaje, de tono coloquial, se carga del léxico de la vida moderna, y la ironía está presente. Aunque se
aprecia una vuelta a los metros clásicos, no se abandona el verso libre.
Aunque no hay todavía perspectiva histórica suficiente para enjuiciar esta nueva poesía, podemos
distinguir las siguientes tendencias:
 Neosurrealismo, que entronca con la generación del 27 y con los surrealistas de posguerra
(Blanca Andreu)
 Neorromanticismo, cuyos temas giran en torno a la noche y la muerte (Antonio Colinas).
 Poesía del silencio, minimalista o conceptualista: poemas en verso corto, que condensan
conceptos y abandonan el exceso verbal. Son composiciones que invitan a la sugerencia por
medio de “silencios” (Jaime Siles).
 Poesía épica, que recupera el recuerdo de un pasado idílico (Julio Llamazares, Julio Martínez
Mesanza).
 Poesía sensualista o del nuevo erotismo, unido a motivos como el cuerpo, la noche o el mar. A
veces se aborda el tema de la homosexualidad (Ana Rossetti).
 La poesía de la experiencia es la tendencia que parece tener mayor repercusión en el
panorama poético actual. Esta poesía vuelve a situar el texto en un aquí y un ahora y busca un
público más amplio, alejándose del elitismo de los novísimos. Temáticamente la poesía de la
experiencia aborda los hechos cotidianos y la realidad urbana pero también un profundo
intimismo o la preocupación por el paso del tiempo. La reflexión sobre la vida se tiñe de un
contenido anímico y emotivo, y la presencia de la anécdota conduce a menudo a poemas
narrativos. Aunque la poesía de la experiencia agrupa poetas muy diferentes, destacan: Luis
García Montero, quizá su más claro representante (Rimado de ciudad, Completamente viernes);
Jon Juaristi y sus versos cargados de ironía (Diario de un poeta recién cansado) y Miguel d’Ors
(Es cielo y es azul).
7.-POESÍA HISPANOAMERICANA DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX

La diversidad de la producción poética de autores como Neruda u Octavio Paz a lo largo del tiempo
ejemplifica la fecunda evolución de la poesía hispanoamericana en la segunda mitad del siglo XX, lo que
también dificulta en encasillamiento de los poetas a las distintas tendencias, por lo que solo
señalaremos algunos de los más importantes:
José Lezama Lima: La fijeza (1949), Dador (1960).
Nicanor Parra: Poemas y antipoemas (1954).
Ernesto Cardenal: El estrecho dudoso (1966).
Alejandra Pizarnik: Los trabajos y las noches (1965), El infierno musical (1971).

OCTAVIO PAZ: (México 1914-1998) es uno de los poetas más importantes de la década de los
sesenta y setenta. Su obra poética hasta 1968 aparece recogida e tres volúmenes: Libertad bajo palabra,
que recoge las obras escritas entre 1935 y 1957, donde vemos muestras de neorromanticismo,
preocupaciones sociales, existencialismo y surrealismo; Salamandra (obras entre 1958 y 1961) de
elevado hermetismo; y Ladera Este (1962-1968), destaca su experimentalismo que supone la liberación
máxima del lenguaje.
PABLO NERUDA (Chile, 1904-1973)
Ricardo Neftalí Reyes Basoalto tuvo una infancia marcada por el contacto con la naturaleza. Fue
estudiante bohemio y poeta precoz. En 1926 inició su vida de diplomático, que lo llevaría a muy diversas
latitudes. De 1934 a 1938 fue cónsul de Chile en Madrid, donde trabó honda amistad con poetas del
grupo del 27. La guerra Civil española despertó su conciencia política y, desde entonces, militaría en el
partido comunista. Durante el gobierno democrático de Allende fue embajador en París. En 1971 recibió
el Premio Nobel. Murió en Chile en 1973 en medio de dramáticas circunstancias, tras un golpe militar.
Neruda es un poeta fecundísimo, sus numerosos títulos suman miles de páginas. De ello deriva la
variedad de su trayectoria, que ha ido enlazando las principales tendencias de la poesía
hispanoamericana del siglo XX:
 Antes de cumplir veinte años había publicado ya varios libros. Alguno (como Crepusculario,
1923) aparece todavía marcado por el Modernismo. Pero en 1924 publica sus Veinte
poemas de amor y una canción desesperada, en los que revela ya una voz personal. Es un
gran libro de amor juvenil, apasionado, exultante y amargo, escrito con un tono
cálidamente humano, sencillo, aunque con imágenes originales.
 Siguen varios títulos en los que Neruda va incorporando las novedades vanguardistas. Su
potente inspiración encuentra cauce adecuado en el Surrealismo, que le permite la máxima
libertad de imagen y un dramático buceo en los abismos de su alma. Con Residencia en la
Tierra (con dos partes, de 1933 y 1935) el vanguardismo hispanoamericano alcanza sus
manifestaciones más altas. Sus versos componen una concepción terrible del hombre,
criatura extraviada en un mundo caótico y sin sentido, visión de pesadilla a la que
corresponde un lenguaje deslumbrante, cuajado de imágenes alucinantes, de metáforas
audaces y herméticas.
 De esta desolación saldrá Neruda por la vía del compromiso político, en el marxismo parece
hallar una nueva fe en el hombre, un nuevo modo de enfrentarse con la realidad. El giro se
inicia en España con Tercera residencia, que incluye una parte titulada España en el corazón
en la que canta la lucha de la España republicana. Dentro de esta nueva orientación está su
obra Canto general (1950) en la que canta las tierras y los pueblo de América y sus
vicisitudes históricas con un tono predominantemente épico que a menudo desemboca en
una poesía combativa con un lenguaje más sencillo.
 La tendencia hacia un lenguaje más sencillo se confirma en Odas elementales (1954-1957)
dedicada a cantar realidades inmediatas como el aire, la madera, el pan…, o sentimientos
también elementales, como la alegría, la esperanza… El tono es exaltante y optimista.
 Entre sus obras posteriores citaremos Extravagario (1958), Cien sonetos de amor (1959),
Memorial de Isla Negra (1964)… En ellos se alternan la poesía de inspiración social y
política con hermosos poemas personales de muy variada temática.

Estamos ante otra de las figuras excepcionales de la poesía escrita en lengua castellana y sus
múltiples facetas han convertido a Neruda en un maestro de poetas de muy diversa índole.

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