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POSIBLES OBJETIVOS
Se analizará el desarrollo que el consumo de drogas ha tenido en nuestra ciudad,
la respuesta que las influencias le han dado y los resultados que se han obtenido.
Suministrar información valiosa acerca de cómo funcionan las fundaciones de
drogadictos a nivel social en Bogotá.
Investigar qué modelo participativo se le da a los drogadictos en la sociedad,
partiendo de experiencias propias.
A partir del perfil socioeconómico, del consumo, abuso y dependencia de
sustancias psicoactivas en la población, proporcionaremos información acerca de
la reinserción e inserción de drogadictos en Bogotá.
Drogas en Colombia
Al igual que en el resto del continente americano, la marihuana fue traída a
Colombia por los europeos desde el siglo XVI. En ese entonces, se utilizaba como
fuente de cáñamo, una fibra muy utilizada para fabricar papel, cuerdas, textiles, etc.
Los traficantes de marihuana fueron, en principio, organizaciones familiares de
contrabandistas del Caribe colombiano; del Magdalena, del Cesar y de la Guajira
más que todo. Estos actuaban como intermediarios entre los cultivadores y los
traficantes estadounidenses, quienes se encargaban de su transporte hasta
Estados Unidos y de la distribución en las calles de las ciudades de ese país.
Aunque la producción y el tráfico de drogas se han dirigido en su mayoría a la
exportación hacia los mercados de mayor consumo 15, la demanda interna ha
venido creciendo en los últimos años.
El crecimiento de la demanda nacional, a su vez, ha generado la aparición de un
tráfico organizado de estupefacientes en pequeñas cantidades al que se denomina
“microtráfico” o “narco menudeo. Este tráfico al por menor se suma a los otros
aspectos del narcotráfico y, en torno suyo, se han reconstituido las estructuras
criminales que se dedican a él. Estas organizaciones de tráfico de drogas han
adoptado la forma de bandas criminales (Bacrim).
En el siguiente mapa, la mayor parte de los parques nacionales de Colombia se
encuentran afectados por cultivos de coca:
En Bogotá y Medellín, las cifras más recientes sobre consumo de drogas las aporta
el Observatorio de Drogas del Ministerio de Justicia. Sin embargo, en la capital
desarrollaron un estudio que demuestra que los jóvenes son los más afectados por
el consumo de psicoactivos.
Según la Secretaría de Educación de Bogotá, los colegios oficiales del Distrito
pasaron de reportar 2.494 casos de consumo de sustancias ilícitas en 2014, a 5.196
en 2015. Esto se debe, en cierta medida, a que la Secretaría encontró 131 “ollas” y
471 expendios de drogas en los entornos cercanos a colegios.
La Alcaldía de Medellín, por su parte, ratifica el fenómeno. El alcalde, Federico
Gutiérrez, señaló que en la ciudad existen 3.548 adictos. Encontraron, además, que
la edad para comenzar a consumir drogas como “popper” o alucinógenos es de 13
años.
Droga en Bogotá
Dentro de las sustancias psicoactivas que se más se trafican en Bogotá, la
marihuana y el bazuco ocupan los primeros lugares con 76 por ciento y 10 por
ciento, respectivamente.
De acuerdo con las incautaciones realizadas en 2016 por la Policía Metropolitana
de Bogotá, el expendio de las diferentes drogas tiene prevalencia en algunas
localidades, como son:
Base de coca en Engativá (más de 100 mil gramos incautados)
Bazuco en Santa Fe, Ciudad Bolívar, Suba y Kennedy (más de 230 mil
gramos incautados)
Cocaína en el Aeropuerto (más de 140 mil gramos incautados)
Heroína en Teusaquillo (más de 120 gramos incautados) y
Marihuana en Ciudad Bolívar, Bosa y Santa Fe (más de un millón 736 mil
gramos incautados).
Según cifras de la policía, las incautaciones de droga dejan 15.000 millones de
pesos al año en Bogotá, sin embargo, los cálculos de los subregistros indican que
esto es apenas lo que se trafica cada día en la ciudad.
La marihuana continúa siendo la droga ilícita de mayor consumo en la ciudad. La
población negra e indígena en relación con los mestizos-blancos presenta mayor
consumo para las sustancias ilícitas.
CONSUMO ABUSIVO DE DROGA
El consumo de drogas ilícitas (marihuana, cocaína, bazuco, éxtasis o heroína)
registra un aumento significativo en el 2016. A pesar de los constantes golpes de
las autoridades contra las estructuras de microtráfico, el consumo de drogas
ilícitas en la ciudad no cede.
El abuso de sustancias consiste en un patrón desadaptativo de consumo,
presentado por consecuencias adversas significativas. Puede darse el
cumplimiento de obligaciones importantes, consumo repetido en situaciones en
que hacerlo es físicamente peligroso, problemas legales múltiples y problemas
sociales.
BIBLIOGRAFIA.
PAEZ, C. (2016), Cuatro décadas de Guerra contra las drogas ilícitas,
https://www.cancilleria.gov.co/sites/default/files/pensamiento_estrategico/documen
tos_sobre_region/d.Cuatro%20D%E9cadas%20de%20Guerra%20contra%20las%
20Drogas%20Il%EDcitas%20Un%20Balance%20Costo%20-%20Beneficio%20-
%20Agosto%202012%20-%20Cesar%20PAEZ.pdf