Los medios de comunicación conmocionan a la nación con una
terrible noticia; un niño de 7 años (RAÚL) le quita la vida a su hermano de 4 años (Jorge) para después suicidarse.
Después de regresar de sus enseñanzas pastorales del domingo
el pequeño Raúl decide actuar de esa manera para evitar que el sacerdote con quien pasan el domingo, abuse sexualmente de su hermano como lo ha hecho con él. El padre ya puso los ojos sobre Jorge y Raúl le pide que lo toque a él como despedida y que la próxima vez podrá seguir con su hermano.
Raúl siempre quiso decirles a sus padres, pero ciegos en su fe
no le creen y piensan que lo hace para no ir a la iglesia.
Decide liberarse y a su hermano también… la nota que deja Raúl
culpando al sacerdote es quitada por su propia madre para no ser señalada por el pueblo y así una vez más el crimen queda impune y aquellos dos niños son sólo una cifra más en la estadística de actos violentos y perversos del país.