Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PERFECCION
CRISTIAI.{A
Jrrx ZuncrrER
LAt
PERFECCION
CRISTIAI{A
,ffir
A'---J
ednü@rnqil s ffdE
SilIII,ASD[[SruNilZA
Índice
Serie
Título en francés La perf ection chrétienne
Edición original Editions Selle Riviére, Lausana (Suiza)
B¡uuin l. Gmnoo
Control
l.Llamadosaserperfectos..... ........ 19
de Fabrrc¿cón MART|N GONZALIZ HutLMO I.r pertbcción, una necesidad innata . 23
4.LainvitacióndeJesúsalaperfección ........ 57
No está pem¡tida la rcprcducción total o parc¡al de este ljbro, ni su "Sed, pues, perfectos, como vuestro Padre celestial es perfbctd' 60
tratamtento inlormáico, n la trarmisia¡ de ninguna forma o por cualqúer
medto, ya sea eleclónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros "Si quieres ser pertbcto. 65
medios, srn el permiso prcvio y pot escrito de los titul¿res del Copyright.
Conclusión ........ 7l
5
6. La perfección según el apóstol fuan . . 9l
Una distinción importantc 94
Una obra centrada en Jesucristo 128 tlt'l¡tttes en ciertos sectores de creyentes. En Algunos cAsos extremos ha
I)crll'ccitín rclativa . li0 ¡tt'ttuocaclo incluso manifestaciones de orgullo espiritual; )/ €n otros'
l.a pcrfbccirín del carácter cristiano 134 tttlo lo contrario: desánimo 7 hasta d'esesperación'
[.lna obra de la gracia de Dios 136
pta-
No se trata de que aquí el profesor Zurchen el au'tor de L,s
9. La perfectibilidad, privilegio de todo ser humano 139
t t (;(;róN CRTSTTANA haya buscado un término medio que diplomá-
La posibilidad de un desarrollo ilimitado t14
ti(ttLltente Pueda conciliar Posturuts extremas' Lo que ha intentado
l.a perfbcción del carácter: el objetivo de la vida 148
l.a ¡rerlbcci(ln de quienes vivan cuando fesús vuelva ,., rljar que nos hable el Espíritu santo a traués de la Escritttra,
"Y para estas cosas, ¿quién es sut'iciente?" ,,,,, ,[f, de que podamos no solo comprender cuál es el sentido de
l,r ¡,ttfección que Dios demanda de sus hijos, sino que Por su gra'
10. Solo en fesucristo es posible la perfección del carácter 159
('itt cxPerimentemos el gozo de alcanzarla'
La contcmplacirín del carácter de fesús 162
l)crli'ctr¡, pcro no sin pecado 166 (,reemos que el autor ha acertudo en su Plantuamiento, con un
Ilcvcstido dc la justicia dc'Crisb t70 prn'
l,'rtguaje conciso y claro. Además, lo realmente ualioso de L'q
trata de una obra prouechosa, Pues nos
t:t.(.:(.:lÓN )RISTIANA es que se
Bt ut.t(x;R/\FfA ct't)\D\ . t73
,fi.rce orientación práctica pard nuestra uida coúdiana tLnto en su
rlirilansión espiritual como en las demás dimensiones bumanas: la
fi.rica, la mental y la social'
Es un libro para deleitarse leyéndolo .y, aún más, releyéndolo y
comPartiendo su inspirutdor contenido con otros compdñerot de ruta
en el camino de ln prrfect'ii¡n cristiana.
a grandement contribué
l á mon perfectionnement spirituel.
t
),t**l&sfr&S n
tB u1e Q.te: l a pef Fecció n era, se gtin el l os,
inaccesible al hombre. Como mucho, dejando aJesús aparre, tan
l
%
t3
INTRoDUCcTóN
["r peRpecctótt cRlsrlANA
solo algunos pocos escogiclos, a quie ncs la Iglesia Católica deno- to extremista, el cual sostenía qr.re la perfección cristiana no solo
mina "santos", habrían sido capaces dc alcanzarla. cxige la victoria sobre el pecado, sino también que la naturale-
za humana pecaminosa había de ser extirpada del corazón y de
( Lot re Por cl contrario, enseñaron
fbrur,r,-1,-lrcs Pr()tcstat)tcs,
la mente, y que la naturaleza corrupta y carnal debía ser des-
{q.t. l. perfcccirin cr-a rie le incun.rl,cncia
clc rodos los creyentes,
trr,rida y no solamente neutralizada.
{p..n q,r. nrrc{ic dcltírr prctcnclcr habcrle ,llc,rnzado.
Estas doctrinas suscitaron una enérgica respuesta, sobre todo
Sin embargo, cn el seno de casi todos los reavivamientos
en el mundo anglosajón. Se dedicaron al tema de la perfección
srrrgidos clc la Refilrma han irparecido lamentablemenre ren-
numerosos artículos, folletos y libros a fin de denunciar errores
clencias "pcrfcccionistas" de forma periódica. No contentos
tlc interpretación de los textos bíblicos y, por encima de todo,
con ,rfirmar que la perfección cristiana exige una vida mortrl
.lc algunos pasajes de los escritos de Ellen G. White. La mayo-
sin pecado, sus partidarios han pretendido en ocasiones que
r ía de esos trabajos se publicaron e n inglés."
dicha perfección entraña una naturaleza humana restaurada,
o sea, liberada para siempre del,poder del pecado. un folleto con el ú :ulo La
E,n francés únicamente apareció
La finalidad de este libro no es Presentar la historia de las dis- ¡ufcction chrétienne (La perf'ección cristiana), la primera edición
tintas teorías que se han venido enfrentando a lo largo de los .lcl presente estudio, que está agotada desde hace bastante tiem-
siglos; puesto que eso nos Parece de muy poca utilidad para ¡ro. Muchos nos han manifestado su deseo de que apareciese de
qr.ricn desee conocel lo que enseña la Biblia acerca de la perfec- nucvo, con el fin de estar meior informados en cuanto a lo que
ci<in cristiana. l.r lliblia enseña en relación con la perfécción cristiana, y tam-
I'ic1n sobre las excelentes explicaciones que Ellen G. \White dio
Si nos hemos decidido a PreParar una nueva ediciónr del estu-
r,rllre este asunto.
dio que publicamos en París en 1966) y en \Washington en
l.)67,3 es con el fin de dar respuesta a esa cLlestión. Aquí tenemos,i pues, la segund,r edición revisada y conside-
de los sesenta del siglo XX muchos creyentes r.rl,lcmente aumentada en lo que respecta a las enseñanzas de la
I' En la década llilrlia. Conviene, sin embargo, deiar bien claro que con la pre-
qu"d"ron desconcertados por las enseñanzas de un movimien-
l. fcan Ztrrclrcr, I-a perfection chrltienne, Éditions [-¿ Belle Riviire, Lausana, 'r l,rr cestcllano se publicti, en Lln¿ entonces poptrlar colección de bolsillo, el
I 991. rrr,rqrrífico trabajo de Loron \lade, ;Es posible tlcanzar la perfección? (Publi-
;rcioncs Interamericanas fi)acific Prcss Publishing Association], Mountain
2..fcrrrr /.rrrchcr, La petfection chtétienne, 130, Boulevard de I'H6pital, París'
,
Vicrv IOrliforni¿!, | 97 9).
l 966.
3..f crrrr Zurchc r, (')l¡risti,tn Perftction, Review and Herald Publishing Asso-
',. Se rret¿ de Ia edición de 1993 cuv¿ relercncia hemos dado en la nota l, que
t4 t5
.t
Lr p¡,R¡¡ccróx cRlsrtANA
La perfección
miento espiritual para todos y cada uno de los lectores.
cristia na
SBcúN
LAS ENSENANZAS
DE LA BIBTTN
r6
1
Llamados
a ser perfectos
ii
adie puede leer las Escrituras sin experimentar desde
lo más profundo de su ser una poderosa atracción
hacia un ideal de vida superior. La Biblia entera es,
en efecto, un llamamiento a vivir una existencia cuyo
valor no se mida únicamente por el número de años; sino, sobre
todo, por la perfección moral y espiritual, cuyo modelo perfec-
to es Jesucristo.
2l
Ll ptnprcclót t cRtsrtANA I-IATIADoS A sER PERFECTOS
de Jesús que concluyc su come ntario a la ley: uSed, pue s, per- uHermanos míos,
f-ectos, como vuestro Padre cclestial es perfecto, (Mat. 5: 48). tened por sumo gozo
cuando os halléis en diversas pruebas,
Está claro que la perfección es el fin hacia el cual todo discí-
porque vosotros sabéis
pulo de Jesús debe orientarse. Por haberlo comprendido así, el
que la prueba de vuestra fe
apóstol Pablo lo pr€senta como el objetivo de su vida:
produce paciencia.
uNo que lo haya alcanzado ya, Pero tenga la paciencia su obra completa'
ni que ya sea petfecto, para que seáis perfectos y cabales,
sino que prosigo, sin que os Falte cosa algunau
por ver si alcanzo aquello (Sant. l: 2-4).
para lo cual fui también
alcanzado por Cristo Jesús.
Hermanos, no considero haberlo ya alcanzado; l.a perfección, una necesidad innata
pero una cosa hago,
Si la perfección fuera algo inalcanzable,los autores sagra-
olvido lo que queda atrás,
tlos no nos exhortarían a buscarla. Dios no invitaría a los cre-
me extiendo a lo que está delante, ycntes a conseguirla si no existiera en el ser humano una au-
y prosigo a la meta,
rintica necesidad de obtenerla, al igual que ocurre con el anhe-
al premio al que f)ios me ha llamado
lo cle eternidal, puesto en el corazón humano por el Creador
desde el cielo en Cristo Jesúsu (vcáse Ecl. 3: l1).
(Fil. 3: t2-14).
Además, la búsqueda de perfección no se manifiesta sola-
Luego, dirigiéndose a sus lectores, añade: nrente en el ámbito de la vida espiritual. La podemos observar
uSed imitadores de mí, cn todas las actividades humanas, ya sean las artes, el deporte,
y mirad a los que viven ,, cn cualquier otro ámbito.
según el ejemplo En realidad, la vocación a la perfección es el impulso que
que tenéis en nosotros) subyace en todo el progreso material y técnico de la sociedad
(Fil.3: l7). rnoderna.
De la misma forma, Santiago en su epístola exhorta a todos En el terreno espiritual, esa necesidad es una categoría de la
los cristianos a perseverar en las pruebas para llegar a la per- conciencia que impele al creyente de forma apremiante hacia
Fe cción: nuevos progresos en el ámbito de los valores morales.
22 23
[,{ PERFEcctóN cRlsrrANA Lr,q"r¡,roos A sER PERFEcros
Resulta inconcebible que Dios pusiera en el ser humano una Así es como los pasajes que tratan acerca de la perfección
vocación a la perfección sin haberle proporcionado al mismo r.' sr¡elen abordar con ideas preconcebidas. O se los interpre-
tiempo la posibilidad de satisfacerla. r,r:r partir de conceptos filosóficos ajenos a la mentalidad de
l,r []iblia. Demasiado a menudo atribuimos a los vocablos
Si la perfccción cristiana fuera en realidad inaccesible, no se lríblicos significados de uso corriente €n nuestras lenguas
comprendería demasiado por qué Jesús mismo nos indicó el nrr¡dernas. Al actuar así, le hacemos decir a la Biblia lo que
camino para alcanzarla. n()s()tros pensamos, en lugar de lo que realmente dice. Por eso,
l,,s nrismos textos, e incluso las mismas palabras, sirven a veces
,.,nro base para doctrinas diametralmente opuestas.
Significado bíblico de'perfecto'
A dccirverdad, no se trata realmenre de saber si la perfec- I'rincipios básicos de intetpretación
ci<in es posible o si, por el contrario, es inalcanzable; más bien
Si queremos interpretar de forma correcta las expresiones
se trata de intentar comprender el significado arribuido por los y los vocablos bíblicos, es necesario seguir algunos principios
autores bíblicos a la palabra 'perfecro', así como a sus derivados. lir nclame ntales:
En ningún caso resulta empresa fácil precisar el significado ' l)rra estudiar cualquier asunto hemos de buscar en primer
que dieron los autores sagrados a las palabras de la Biblia. Irrgar el sentido original de los términos hebreos o grie-
gos que emplearon los autores del Antiguo o del Nuevo
Con demasiada frecuencia leemos las Escrituras con ideas que 'lcstamento.
nos hemos forjado de antemano, y que dependen de lo que que-
remos demostrar. ' Acto seguido es imprescindible situarlos en su contexto;
pero no solo el inmediato, sino también el del libro en que
sc encuentran, e incluso el conrexto global de la Biblia roda.
La necesaria o bj etiuidad
diÍicil ser objetivos, dejar que la. Biblia hable por
Es realmenre Una palabra con una gran riqueza de significados
sí sola, escuchar con atención únicamente lo que dice por sí
Muchos vocablos poseen más de un significado. Este es el
misma, sin añadir nada...
caso de la palabra 'perfecto', por lo cual únicamente podre-
Y el asunto se complica más todavía cuando ignoramos el sig- mos captar sus matices de acuerdo con el contexto. Por ello
nificado preciso de los vocablos y de las expresiones que emplean hcmos de esforzarnos en encontrar el significado que le die-
autores de otra lengua y otra cultura. ron quienes la emplearon. Actuando de esra manera, los rra-
24 25
L{ PERFEccIóN cRIsrtANA Lr¡¡t¡oos A sER PERFEc ros
Hablirndo cle la fiesta de la Pascua e n la cual Jesús tomó parte Ahora bien, por encima de todo, partiendo de una correcta
al cumplir lcrs cloce años, la Nueva Reina-Valera vaduce'. uAca' ,,,rnpresión de todas esas expresiones, cada uno de nosotros
bada la fiesta, (Luc. 2: 43). ,lc bcríamos darnos cuenta además de que la perfección es, se gún
l,r Biblia, la meta hacia la que todo cristiano debiera tender.
En otrrrs circunstancias traducen la palabra 'perfecto' por
'terminar' (t.uc. I 3: 32) y también por 'llevar a cabo' (Juan
4:34;5:36, Cll) o incluso por el verbo'cumplir' (Juan l9:
28, CI). En la orrtción sacerdotal se dice que Jesús ha uaca-
badou la obra qLrc [)ios lc ha encargado (Juan 17:4).
26 27
La perfección
de Dios
<Él es la Roca,
sus obras son perfectas,
sus caminos son justos;
es un Dios fiel, sin maldod,
justo y recto.r,
Deuteronomio 32:4
NBE
31
L,\ PERFEccIóN cRIsrtANA L¡ prnreccróN DE Dros
32 JJ
L¡ pen¡EccróN DE Dros
L¡ p¡RrecctóN cRIsrrANA
que todos los caminos de Dios son expresión de su actuación l,r mielr. Sino que, por encima de todo, ula ley del Eterno es
misericordio-s¿r en f:rvor de la felicidad de utodos los que en él ¡'r'r'fectau debido a los efectos que produce en quien la pone
e Sp€ rá tl r,.
, rr práctica. uRestaura el almau, uhace sabio al sencillor. Su
34 35
L,r PrRreCCtÓN pr DIOS
l-A PERFEcctóN cRIsrrANA
mandato ualumbra los ojosu y sus preceptos nalegran el cora- Otro ejemplo lo tenemos en el arrobamiento del salmista
zónu. uEn guardarlos hay grande galardóno (Sal. l9:7-Il). f rcnte a aquel que lo conoce a la perfección: uDesde lejos entien-
rlcs mis pensamientos [...] Conoces todos mis caminosn (Sal.
Y, dado que la ley de Dios es perfecta, es a la vez una lev de
139:2-3); frente a aquel que sabe todas las cosas, incluso antes
amor que regula a la perfección las relaciones que deben existir
tlc que acontezcan, y a quien nada se le escapa:
tanto entre los seres humanos con Dios como entre sí mismos.
nThl conocimiento es
16 37
Lr pr.R¡¡.cclóN cRrsrrANA
F,n efccto:
(Sant. l: 17).
La perfección
' Las obras de Dios son perfectas, porque son la expresión de
justicia, de su fidelidad, de su rectitud y de su bondad.
del ser humano
sr-r
38
o es nuestra intención ponernos ahora a estudiar
todos los textos veterotestamentarios donde aparecen
i
los vocablos hebreos tamim y shalem, que se co-
!
rresponden con la palabra'perfecto'. Vamos a limi-
trlr nuestro análisis a algunos ejemplos típicos de personajes que
Iueron llamados "perfectos".
En realidad se pueden contar con los dedos de una mano.
l
I
El camino perfecto de Noé
Noé es el primer ser humano a quien el autor del Génesis
rrtribuye elcalificativo de "perfecto" (tamim). Se dice literalmente
.'lc él:
ri
L,l prnr¡cctóN cRIsrIANA Lr penprcclóN DEL sER HUMANo
_-/
¡-"Noé fue un varón justo y perfecto La fe perfecta de Abrahán
I entre los dc su riempo.
\*áon Dios caminó Noéu f,! texto que habla de perfección refiriéndose
*=-=-...-_l_%_*
-:_'.-
a Abrahán no
(gt"-é;2' l' "r .lice que él fuera perfeóto, como se dice de Noé.
:
En el caso de Abrahán, la pgrfecqión no es todavía qrás qge
.1'-fvidentemente, .llo . un ideal haqia el cual es.exhortado de:forma impejativq: "Anda
pgf..t. .r "t:S"tidq d. o, o en el de un
.lclante de mí, y sé perfecto (G;,n*!f;l).
ser humano que hubiera alcanzado el estado de santidad en el
cual ya no se peca.
(lon todo, ue se emplea aquí es tdmim, el mis¡no
(l.e se había utilizado para d.rig.,", l" p.rf...ia., d. Ño?l--
La continuación del f-.lqtq d. !" yid" t
g.¡1de3:&bLcon desgraciadas consecuencias para el menor
Ilna diferencia con Noé
de sus hijos ($-éU 9:21-22.
[)e cualquier manera, hay una d.É¡g!it" significativa_glg
j Noé un hombre justo porque mantiene una relación justa
es cl qaminar de Noé y el dg.Abgh¿in, marcada por la preposi=ción
con Dios. Es perfecro porque su integridad hacia f)ios es roral. r¡rrc los rige.
t'
con santa reverencia construyó el arca lrcrmosa formula paulina (E$BJ), cgnJstls a fr1nr"r
para salvar a su familia. l.r perfección.
Por su fe condenó al mundo, El texto del Génesis precisa que Dios elige a Abrahán upara
y llegó a ser heredero de la justicia ,¡tre mande a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el
que viene por la fe, ,-rrmino del Eterno, que practiquen lo que es justo y recto, para
(Heb. I l: 7). t¡ue el Señor envíe sobre Abrahán lo que habló acerca de élr.
42 43
LA PERFECCTóN DEL sER HUt\fANo
[.A PERFECCTóN cRlsrtANA
Al final d" .rr vida, sin embargo, Dios da testimonio de él a h,l testimonio perfecto de Job
su hijo Isaac con estas palabras:
.kh!, al igual que de Noé, e_stá escritojgssr¿-uu-strffn-
nPorque Abrahán oyó mi voz, by¿gft:17_ltamiml y recto, (Job l: l, RVR 60). En dos oca-
y guardó mi precepto, mis mandamientos, ,irncs Dios da de él esre testimonio;
mis normas y mis leyes [...],
uNo hay otro como él en la tierra,
todas las naciones de la tierra
varón perfecto ftamintl y recto,
serán benditas en tu Descendienteu
temeroso de Dios y apartado del mal,
(*y]éé'9 ob l: 8; 2: 3, RVR 60).
Y, puesto que Abrahán había mantenido con Dios una rela-
[-o cuel no significa, ni mucho menos, que Job fuera un
ción tan perfecta, ufue llamado amigo de Dios" (Sa* 2¿?3). l'.,,',.rh.. ,irJ,"qlJJlli lo que no se distingue de Noé ni de
A b rahán ; si n e m bargo, s us-¡¡ol@erlco[-
Abrabán, padre de todos los creyentes u,rr cn él falta alsuna de oue acttserlo.
Con toda justicia se Iob no tenía la oretensión de ser iusto o inoccnte. Al con-
todos los que creen) y que usiguen los pasos de la fe de nuestro rr;rrio, como él mismo reconoce:
padre Abrahá", (&gJilkl2). uSi yo me justificara,
44
LA PERFECCTóN DEL sER HLI\fANo
LA PERFEcctóN cRtsrtANA
--+ ¿E-
tf qqé .o"rirf. ."t ? El corazón perfecto, no toda su naturaleza
, le basa en su relac4 " Hemos de insisrir en oue cl adietivo'nerfécto'no califica a
Dios, en,su integridacl y rectitud respecto : é1.,, en su.absoluta l).rvid en tanto que sc' humano. nJ_€fryld¡ r-rry 'lg:grazén'.
confianza en Dios y, sobre todo, en el testimonio de su fideli-
Cluando f)i.'. ""plica por qué ha qlsegicb_a_Dqllicl cgmo
dad inconmovible hacia aquel dc quien dirá una vez finalizada
Itrturo rev. le dice al orofeta Samuel:
su prueba:
uEl Eterno no mira
uDe oídas te había conocido.
lo que el hombre mira.
Pero ahora mis ojos tc vcn,,
El hombre mira
(Job 4):5).
lo que está ante sus ojos,
pero el Señor
mira el corazónu
El corazón perfecto de David (1 Sam. 16:7).
Incluso una vez que se ha comprendido que le-n-s.g.¡é!. F.n el lenguaje bíblico.Iggr",#ffi", p-qr lo seneral, al
s-,v
bjblita-dg-p-erfegqióq no slglifica en -.'do alguno un estado lr,'rnbre interior,,4l-s__qr.,. se halla oculto en é1, el trasfondo de su
de santidt.l e.cente ele ^e...Io, resulta.algo sorprendente¡.!¡e
la Biblia nos Dresente al rev David como modelo de oerflec-
'!l srysecretos __.1
(1. Crón. 28:9; cf Mar.7:21-23).
'...--*
I)e forma *r, 0...* ,#"rar*r.". en la mayoría deft*
Eél &gp *i cuando se nos dice que Drqqg lg c9n:4le l,rscasos,@ el--!r¡egr" donde en el
f¿ digno de constru __d_o-a.q".
(l Crón. 22: 8\. t.'r' humano se gestan las deciéie.nes.
tenía las nlanos manchrdas de sansre
46
l"\ PERFEccTóN cRrsrtANA L,r nenrg,cclór.¡ DEL sER HUivtANo
Como eiemplo tenemos la conocida exoresión: (DroDuse en , irin los sentimientos oue Dios esDera del oecador confrontado
mi cora4ínu (Eol. 2: 3, RVR 60;2 Col9:7; I Con7:37). ,r l,r realidad de su orooio oecado..
----
Así, cuando Samuel declara en el momento de la elección de Cualquiera que sea el abismo de su culpa, el pecador siem-
David que uel Señor se ha buscado un hombre según su cora- ¡'rc podrá hallar en el-9.a!!qell el más perfecto modelo de arre-
ró"" (l_!"-. 13,Í), quiere d..ir rimPlementequees - rrcntimiento.
I
[s¡ las diversas pruebas de la vida. l)ios nor causa del pecado no bastaba con ofrecer holocaustos,
De ahí que, a lo largo de todos los
los tiempos, f.,.on umillares
,,.,.,-qq. de carneros,, o
"di.7-il ".-yJd. "á-
Lo,s_elgyegt,es
(Mic.6:7).
rc' \-'-+.- /
48 49
'w
LA PERFECCIóN cRlsrtANA LA PERFECCIÓN DEL sER HUMANo
Tú, oh Dios, no desprecias l(VR 60). Se trata dLAsa, rey¡le Jud4, qqq_lginó e4 Jerusa-
al corazón contrito y humillado, l,lu-dgl""qe cuarenta y un años.
)
uAsa hizo lo recto ante el Eterno, como David su padre.
Con ocasión de su consagración en Gabaó., Sdgq]gl5u- l)cste rró del país
a los sodomitas religiosos, y quitó rodas las
51
L¡ pr.n¡ecclós cRlsrtANA LA PERFEcctóN DEL sER HLI\|ANo
Asimismo,
que incluso mandó a prisión al mensajero de Dios (2 Crón. l6: in¡uguración del Templo se refiere a todos:
'-
l -1 o);
uSea, pues, vuestro corazón plenamente leal fshalem] al Eter-
La noción de perfección se presenta aquí con toda la carga no nuestro Dios [...], (t-&¡t&át)
de relatividad que le es propia.
5 Además es importante que señalemos que la perfeccLin nunc:a
Puede haber perfección en la intención, e incluso voluntad sc descrihe en ré'minos de una naturaleza completamenre libre
de acción en pro del bien y de la verdad, sin llegar necesaria- (lc peca.to.
mente a resultados satisfactorios.
[,os llamados "perfectos" no son bajo ningún concepro san-
- ros exentos de debilidades, como si en ellos el poder del peca-
c€!! r &-glg rda-€l-g p tet
í o d e " h o m b re
o e I o g io s pSI fe c lo**que s e .l.r hubiera sido definitivamente vencido, extirpado, incluso de
le arribuvó a Asa oara calificar .toda su vida". trr naturaleza carnal.
la idea de que l, p.tfé..ión fu. rlgo csro rt todos los hijos El adjetivo calificativo 'perfecto' se encuenrra siempre aso-
tiado con el verbo'caminar'. Lo cual significa que la perfec-
,de Israe.l.
ción no designa un estado de la naturaleza, sino más bien una
Ya desde la salid,r dc Egipto, Moisés cxhoLgl ¡-¡sde-el-pUg-
forma de vida en estrecha relación con Dios y una disposición
-¿-.<---__-_ nrental que Dios acepta: sinceridad, rectitud, integridad, así
uPerfecto ltamiml se rás ante el Eterno tu Diosu (Deut.
%
l8: l3). como todas las demás cualidades espirituales que los traduc-
52 53
7_-
tores vierten a las lenguas modernas desde los vocablos he- ¡Dichosos los que guardan sus testimonios [...]!
Los qwe andttn en sus cd.tnino¡,
6reos tnmim y shttlern. Pues, como está escrito:
(Sal. I l9: 1-3).
uEl Eterno aborrece la mente Perversa,
Sería erróneo, no obstante, creer que la perfección, según la
pero los de camino intirchable ftamim)
t nseñanza delAntiguo Testamento, es fruto de la obediencia a
le son agradablesn
l,,s mandamientos de Dios. Es más bien al contrario.
(Prov. ll:20).
De la oración de Salomón pronunci¿rda en la dedicación del
Hemos visto finalmente que el "caminar" de los "perfectos" rt mplo se colige que (para andar en sus estatutos y guardar sus
está en estrecha relación con "los caminos del Eterno", es decir, nrendamientos), antes ha de ser el (corazónp len¿tmente leal [per-
su ley y sus mandamientos, expresión de su voluntad. It'cto, sltalem] al Eterno nuestro Dios, (1 Rey. 8: 6l).
Esto es lo que f)ios desea Por Parte de su pueblo: ['-sta misma promesa se hace a todos los que adoran ¿r f)ios:
55
54
La invitación de lesús
a la perfección
lr
il,,
<Os han enseñado que se mandó:
"Amarós a tu prójimo..." y odiarós a tu enemigo.
Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos
y [orad] por los que os persiguen,
para ser hijos de vuestro Padre del cielo,
que hace salir su sol sobre malos y buenos
y manda la lluvia sobre iustos e iniustos.
Si queréis solo a los que os quieren, ¿qué premio merecéis?
¿No hacen lo mismo tombién los recoudadores?
Y si mostróis afecto solo a vuestra gente,
i9
Ll nr,RrnccróN cRtsrtANA L.{ rNVrrAcróN oE Jesus A LA pF-RFEccróN
Jesírs mismo emplea la expresión en dos circunstancias muy Lo que Jesús condena en aquellos hombres, los más reli-
especiales, ambas (Mat. 5: 48; 19:21) en relación directa con I'irsos de su época, no es su celo en la observancia de los man-
los mandamientos destinados a regular las relaciones del ser hu- rl.rurientos de Dios, sino su forma legalisra de llevarla a cabo,
mano con sus semeiantes. .rl ;rtenerse solo a la letra de la ley y deiar de lado ulo más
rnportante de la lev, a saber, la justicia, la misericordia v la
fi,lclidad, (Mat. 23: 23).
"Sed, pues, perfectos,
Son esras precisamente las virtudes que Jesús quiere poner de
como vuestro Padre celestial es perfecto"
rrr.rnifiesto en su com€ntario a la ley; las cuales constituy€n el
Jesús pronunció esta declaración a guisa de conclusión de su t spíritu de la le¡ que vivifica, mientras que la letra mata, según
comentario a l,r ley (Mat. 5: 4B). 1,, cxpresa Pablo (2 Cor. 3: 6).
racterizar a todos los que se benefician del nuevo pacto. [-o vamos a cornprender rápidamente con dos ejemplos.
60 61
'"7rñ-
uOísteis que fue dicho: 'lias haber destacado la justicia contenida en la ley y la
fde-
"No cometerás adulterio". Itrl,tr.[ tlve exige su observancia, Jesús quiere subrayar su aspec-
Pero yo os digo, tt¡ lc misericordia; y lo hace con el mandamiento que precisa-
el que mira a una mujer para codiciarla, nr( ntc le exige a cada ser humano la perFección en lo que con-
ya adulteró con ella en su corazónu , rt'r'nc a su relación con el prójimo:
(Mat.5: 27-28).
uOísteis que fue dicho:
La diferencia salta a la vista, pero la exigencia de Jesús va 'hmarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo".
en sentido contrario de lo que demasiados cristianos suelen Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos,
creer. bendecid a los que os maldicen
haced bien a los que os aborrecen,
El Legislador del nuevo pacto no exige menos que el del y orad por los que os maltratan y persiguen.
li antiguo. Por el contrario, exige mucho más. Lleva la exigen- Para que seáis hijos de vuestro Padre celestial,
cia a un nivel rotalmente distinto. No condena únicamenre
l
62 63
h p¡nrncclóN cRIsrrANA L¡ r¡wrr¡crór.¡ DE JESúS A LA pERFEccróN
raleza de f)ios, sino más bien a su forma de actuar con los Al preferir'misericordioso' en lugar de 'perfecto', Lucas indi-
seres humanos: r;r con toda claridad cómo debemos entender la perfección exi-
Ñ4.,.rtr" su misericordia tanto con los "malos" como con los Y la razón por la cual se nos invita a actuar como lo hace
"bue nos". Es lo que Jesús pide a sus discípulos como conclusión I )ios es para que seamos ,,hijosu de nuestro nPadre celestialu
Lucas en su Evangelio destaca precisamente la misericordia. ¿Qué tiene de extraordinario amar solo a los que nos aman?
Al re flejar la exhortación de Jesús no escribe , como Mateo, (s€d ,; No hacen lo mismo los que no son cristianos?
perfectos", sino
,,Sed, pues, perfectosr, o ra", u'-iraricordiosos, como vuestro
nSed, Pues, misericordiosos, l',rtlre es misericordioso".
t
como vuestro Padre es misericordioso, lirente a un imperativo tal, cada uno se puede preguntar a su
(Luc.6:36).
vtz: ¿En qué medida es posible alcanzar semejante nivel de per-
Mateo y Lucas no se contradicen en absoluto al emplear tér- It'r ción?
I
dioso) como hace Lucas. ¿Qué más podía querer?
64 65
li
"ffi.F*,r
Sin embargo, aquel joven rico e influyente no estaba del todo l,r' respetado, nel pecado entró en el mundo [...], y por el peca-
satisfecho consigo mismo. Algo le faltaba. Esta fue su úhima pre- ,l,r lrr muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, (Rom.
(Mar. 19:20). 't: I 2).
"¿Qué más me falta?,
gunt¿r a Jesús:
Al ver cómo Jesús bendecía a los niños, aquel joven se le acer- l'-n otra circunstancia, Jesús respondió de forma análoga a un
có con la esperanza de que pudiera dar cauce a sus aspiraciones .l,,ctor de la lev (Luc. l0: 25-27). Y al finalizar su ministerio
espirituales: r, . trcrda de nuevo este principio universal:
El respe to a las leyes de la creación era, al principio, la con- Y a fin de deshacer cualquier malentendido, Jesús le enumeró
dición de la vida eterna para los seres humanos. Por no haber- l.,s que regulan las relaciones humanas mutuas:
66 67
F-
r.rba algo.
El mismo apóstol Pablo, antes de su conversión, pensaba que
Efectivamente, la mirada afectuosa del Maestro dio como
era (en cuanro a la justicia de la ley, irreprensible, (Fil.3:6);
r..sultado la toma de conciencia y la última pregunta:
pero al conocer a Crisro, comprendió el verdadero sentido de la
nobediencia para justicia, (Rom. 6: 16). .¿Qué más me falta?o (Mat. l9 20).
uAún te falta una s65¿" (Luc. 18: 22), repuso Jesús. Y añadió:
La perfección a Ia que Jesús nos llama uSi quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, dalo a
La perfección a la que Jesírs invita al ser humano es mucho l,rs pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Y ven, síguemer, (Mat.
más que la obediencia legal, más aún que todos los "no harás" l'): 2l).
de los mandamienros del Decálogo. Lo que Jesús le propone al joven rico, si realmente quiere col-
Para Jesús, la perfección es muchísimo más que la simple abs-
nrrr lo que le fal:a y "ser perfecto", es que se sobreponga a su
tención del mal. Pues, uel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, r'¡¡oísmo por la práctica de la misericordia hacia su prójimo.
comete pecado, (Sant. 4: 17). Pide que elbien sobrepuje al mal, Ahora bien, esto solo resulta posible cuando el ser humano
según el principio de la regla de oro: r.',rlmente lo desea: nSi quieres ser perfecto...r.
68 69
L¡ pr.nptcctóN cRrsrrANA LA tN\4TAcróN DEJEsüs A LA pERFEccróN
La religión de cristo es la religión de la libertad por exce- uEso es imposible para los hombres,
lencia. Dios únicamente puede inrervenir en la medija en pero para Dios todo es posibleu
que
cada ser humano lo desee. Y al joven rico todavía l. .r" .r...r"- (Mat. 19:26).
rio eliminar los obstáculos que le impedían acercarse plenamente
a Jesús.
Conclusión
Precisamente, por no haber querido responder a las condi_
ciones propuestas por Jesús, el joven .se fue triste, porque Irsta declaración final de Jesús no admite ninguna duda en
tenía
muchas posesionesu (Mat. l9:22). ( uanto a las posibilidades humanas de hacer algo
bueno upara
rtner la vida eterna,' (Mat. l9: l6).
Seguidamente Jesús explicó a sus discípuros que es diflcil para
un rico entrar en el reino de Dios. Jesús lo había dicho en respuesra a la primera pregunta del
l( )ve n:
En realidad, como precisa Jesús, no es la riqueza en sí el obs-
táculo, sino la confianza depositada en ella (Mar. l0:24). uNinguno es bueno, sino solo uno, l)iosu (Mar. 10: lB); usolo
uno es buenou (Mat. 19 17).
Por lo demás, podría rrararse de algo distinro a los bienes
ma_
\ teriales, oro o plata; en suma, cualquier cosa que tenga, en la vir Ar.rnque resulta indispensable guardar los mandamientos
da de una persona, más valor que
Jesucristo y le i-lia, ir a é1, l):rra entrar en la vida, como declara caregóricamenreJesús, no
que es el único que puede conducirnos a la perfección. ( s menos cierto que el ser humano por sí mismo
es incapaz
.1.' ello. Lo único que puede hacer es, en primer lugar, desear
Lo que Jesús quiere que sus discípulos comprendan es que
r. r perfécto; luego, renunciar a sí mismo; finalmente , ir a
por sí mismos no pueden acceder a la perfección: Jesús
v scguirlo.
uEs más fácil que
un camello enrre por el ojo de una aguja,
I-s preciso subrayar que para Jesús la perfección no es algo
que un rico [entiéndase, cualquiera que confíe en las riquezas]
tst:ítico, sino más bien una dinámica de amor. La sucesión de
en el reino de Dios, (Mat. l9:24).
l,rs verbos urilizados en su declaración lo pone claramenre de ma-
Asustados por una declaración semejante, los discípulos se r ri flesto:
di je ron:
uSi quieres ser perfecto, dndd, uende
lo que tienes, dalo alos
"¿Quién podrá salvarse ?u (Mar. I 9: 25). ¡'obres [...]. Luego, uen, y síguemr, (Mat. 19:21; Luc. l8:22).
Ante su perplejidad y la importancia de la pregunta, Tll es, según la e nseñanza de Jesús, el camino a seguir para
Jesús
creyó necesario un momenro de silencio; luego, rras mirarlos, llcgar a la perfección. Esta no es posible más que en estrecha
les dijo con roda solemnidad: rclación con é1, o dicho con mayor exactitud, viviendo su vida:
70
7r
",rulltff,
72
tl
lr
I
I'
e todos los apóstoles es Pablo el que más escribe acer-
ca de la perfección. De acuerdo con é1, es algo que
concierne a todos los cristianos; pero nunca la pre-
Al contrario, la perfección
senta como algo absoluto.
cn Pablo se presenta esencialmente como una noción relativa que
tc aplica a cada una de las etapas del proceso ds uperfeccionar a
l()s santos)' (Efe.4: 12).
75
LA PERFECCIÓN CRISTIANA
[,\ pERFEcctóN SEGúN EL Apósrol PABLo
76
=-rrlr
Ahora bien, mientras esperamos ese día, Pablo llama "per- Aquí tenemos, pues, lo que hace de un ser humano un hijo
fectos" a todos los que, tras habe r oído la buena nueva del Evan- ..le Dios, un "perfecto" en la primera etapa de su desarrollo espi-
gelio, se han alistado en la "carrera cristiana". Unidos en pacro rirual.
con Cristo por medio del baurismo, han recibido el Espíriru de
En el pensamiento de Pablo no basta nacer a la vida nueva
Dios, por medio del cual han sido engendrados para vida nueva
cn Cristo; hay que crecer para ser un cristiano adulto, un ser
en Cristo.
lrumano completo.
EI nueuo nacimiento
El hombre perfecto o santificado
Como Pablo explica, cuando ualguno Cristo, es una
esrá en
nueva creación. Las cosas viejas pasaron, todo es nuevo. Y todo Si en principio Pablo considera "perfecto" a cualquiera que
esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por lr,rva aceptado a Jesús como su Salvador, es porque sus pecados
medio de Cristou (2 Cor. 5: 17-18). lrrrn sido cubiertos por la justicia de Cristo. Esa persona ha sido
jtrsrificada y es "perfecta" en ese sentido.
En su entrevisra con Nicodemo, Jesús había subrayado la
importancia de este primer paso en la vida crisriana con la decla-, La perfección no se limita, sin embargo, al concepto teoló-
h ración: ¡iico de justificación; conlleva además el de la santificación pro-
11lcsiva, que se prolonga durante toda la vida.
"El que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios.,
i
Y precisa: uEl que no nace de agua v del Espíritu, no puede "Aunque nuestro hombre exterior
se va desgastando,
I enrrar en el reino de Diosu, para concluir invitando a cualquie-
el interior se renueva de día en díao
ra que desee compromererse en el camino de la perfección:
(2 Cor.4: 16).
uEs necesario nacer de nuevo,
A este lento proceso de cambio del "hombre interior" Pablo
guan 3: 3-7).
Io llama transformación (metamorfosis, Rom. l2: 2). Bajo la ac-
I
Pablo retoma la misma idea y enuncia esra verdad elemental . i<in del Espíritu los creyentes convertidos (nos vamos trans-
en una formula aún más radical: folmando a su misma imagen, con la creciente gloria que viene
.lcl Señor, que es el Espíritu, (2 Cor. 3: 18).
nNi la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión [es decir,
que un cristiano se somera a aquel riro o que piense que no le Por esta razón Pablo no cesa de exhortar a sus lectores a (que
hace falta],lo que vale es la nueva creacióno (Gá1.6: l5). sigáis progresando, (l Tes. 4: l, NBE).
78 79
I-,r penrEcctót¡ SEGúN EL ¡nÓsrol P¡sLo
l,{ PERFECCIóN cRIsrrANA
fecto y todo discernimiento, a fin de que aprueben ulo mejoro li/.rrr superando ulos rudimentos de la doctrina de Cristo', o
,,.;r, udel arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,
(Fil. l: 9-10, BJ).
.1..' la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la
A los Corintios les escribe: nNo seáis niños en el
modo de
r(srrrrección de los muertos y del juicio eterno) (Heb' 6: 1-2,
pensar, sino en la malicia; pero madLtros ltéleioil en el modo
l(VR 60). Dicho de otra forma, se trata ahora' en la nueva
de pensaru (1 Cor. 14:20).
( r:lp:1, de aprender a vivir uconforme a la verdad que está en
"Maduros" significa "perfectos", "cumplidos", "adultos". f csúrs, (Efe . 4: 2l).
Y, al concluir su Segunda Epístola a los Corintios, Pablo di-
ce: uOramos por vuestra perfecciónr,. E insiste: uProcurad la per- l'.s preciso que .los que una vez fueron iluminados, gustaron
fección" (2 Cor. 13: 9, I l). ' , l ..lon celestial, particiParon del Espíritu Santo' gustaron la bon-
,l,r,l de la Palabra de f)ios, y las poderosas maravillas del siglo
El mismo concepto de progresión, de maduración, se encuen-
(Heb.6:4-5) realicen en sí mismos el objetivo de la
tra en un pasaje de la Epístola a los Hebreos, donde el apóstol 'trridero,
vrtl:r cristiana, que no es otro que llegar a uun estado perfecto
manifiesta que desearía poder ofrecer a sus lectores ualimento
Ir,tlt:ionf , ala maclttrez de la plenitulde Cristo"
(Efe. 4: 13)'
sólido,.
uTodo el que se nutre de leche,
l'ablo se lo explica a los cristianot de Éfeso,
es incapaz de entender
la doctrina de la justificación,
porque aún es niño. uFuisteis en él [en Cristo] enseñados [...].
Por el contrario, el alimento sólido Despojaos del hombre viejo [...].
es para los adultos ftéleion], Renovad la actitud de vuestra mente'
para los que por la costumbre y vestíos del nuevo hombre,
tienen los sentidos ejercitados creado para ser semejante a Dios
para discernir el bien y el mal. en justicia y santidad>
(Efe. 4: 2t-24).
Por eso, dejando la enseñanza elemental
80
"ill'|l,*",
'I
Lo que Pablo explica tan bien a los demás es algo que él había En varias ocasiones Pablo esboza el cuadro del ser humano
antes y después de la conversión, del "hombre carnal" frente al
experimentado en su propia carne. Su teología es el fruto de su
"hombre espiritual". Escribe, por ejemplo, a Tito:
experiencia personal con Cristo.
uPorque en otro tiempo, nosotros también
Él no formaba parte de aquellos fariseos estigmatizados por
éramos insensatos, desobedientes, extraviados,
Jesús, que udicen, y no hacen, (Mat. 23: 3). L" que Pablo ense- esclavos de diversas pasiones y placeres.
ñaba, antes lo había vivido.
Vivíamos en malicia y envidia.
Pablo se nos presenta como ejemplo perfecto de hombrc
Ér"-o, aborrecibles, aborreciéndonos unos a otros.
Pero cuando se manifestó
transformado por la gracia de Dios. uHabiendo sido antes blas-
la bondad de Dios nuestro Salvador,
femo, perseguidor e injuriador,, y de ulos pecadores [...] el pri-
mero) (l Tim. I : 13, l5), escribió a Timoteo y su amor hacia los hombres,
al final de su vida:
nos salvó, [...] pot el lavado regenerador
uTú conoces mi doctrina, conducta, propósito, fe, longani- y renovador del Espíritu Santo, [...J p"ra q,r.,
midad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos' (2 Timl justificados por su gracia, seamos herederos
3: l0-l l). según la esperanza de la vida eterna)
('fito 3:3-7).
Esta "metamorfosis", como acertadamente la llama el propio
Igualmente en la Epístola a los Gálatas, Pablo contrasta de
Pablo (Rom. 12:2;2 Cor.3: 18), ilustra de forma concreta lo
firrma radical ulas obras de la carne,' con uel fruto del Espíritu,
que es realmente la perfección del ser humano completo, del
((lá1. 5: 19,22).
cristiano santificado que ha alcanzado su madurez. No es ni más
ni menos que la perfección del carácter. En las diversas manifestaciones del Espíritu, Pablo enumera
lrrs virtudes cristianas que constituyen la perfección del carácter
Ahora bien, lo que la gracia de Dios realizó en beneficio de .'lcl ser humano santificado:
Pablo, Dios desea cumplirlo en todos los cristianos. Pablo esti-
ma simplemente que fuc así por una razón:
nAmor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad,
yo fuera el primero en quien Jesucristo mostrase
uPara que fidelidad, mansedumbre, dominio propio.
toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en Contra estas virtudes, no hay leyu
élpara vida eternan (l Tim. l: 16). (Gá1.5: 22-23).
82 83
Ll PERFEcctóN cRrsrrANA L. PCNTECCIÓN SEGL]N EL ,\PÓS]'OL PABLO
Al contrario, cada una de estas virtudes expresa el espíritu con En todas sus cartas Pablo deja entrever otra etapa, algo mejor,
el que el discípulo de Cristo debe observar los m;rndamientos perfecto aún. Para él uCristo €n vosotros, solo es por el
rrr:ís
de Dios. Cada una de ellas califica maravillosamente la relación nromenro ula esperanza de gloria' (col. 1:27).
del cristiano con su prójimo:
uEl que hace miserit'ordia, con ttlegría," l.a perfección o esperanza de gloria
uE,nlo posible, en cu¿rnto dependa de vosotros,
En realidad, si se nos otorgara la gracia de llegar, en esta vida
rcned paz con todos.u
l(n'ena, a la perfección del carácter, suspiraríamos aún más por
"También os rogamos l,r ¡rerfección de la gloria, prometida a los "perfectos" para el
[que] tengáis paciencia con todos.,
.rn día de la venida de nuestro Señor Jesucristo.
uVuestra bond,td sea conocida 11r
84 85
L¡ penrgccróN cRtsrlANA LA PERFECCIÓh- SECÚN EL ,ITÓSTOL P¡.NI-O
(Rom. 8: 2), conoceremos únicamente una perfección relativa I)e la perfección presente a k celestial
a las condiciones de nuestra vida presente.
l'.n la Epístola a los Hebreos se pone de manifiesto la tran-
Sin embargo, al igual que Pablo, debemos vivir a la espera vción de la perfección presente a la más perfecta que tiene que
de poder (ser revestidos de nuestra habitación celestial, [...] p".. vt nir.
que lo mortal sea absorbido por la vida, (2 Cor. 5: 2-4).Todo
lo cual tendrá lugar en el día de la resurrección: Haciendo alusión a los uespíritus de los justos hechos perfec-
86 87
l¡ pen¡¡cctóN cRrsrrANA L¡. p¡nr¡cc¡óN 5EGúN EL ¡pósrol P¡¡lo
Contrariamente al sentido absoluto de la perfección en la filo- Ya lo hemos dicho: De la misma forma que Dios ha pues-
sofía griega, que es el que tiene todavía para muchos crisrianos to en el corazón humano la noción de eternidad, sin que se
Pablo da a la noción de perfección un sentido muy relativo. ¡,rreda medir, asimismo Dios ha implantado en todo ser hu-
En ningún caso el apóstol la presenta como un esrado natu- rnrrno una necesidad de perfección que ni la propia eternidad
ral ni como una situación esrárica del ser, realizada en bloque ¡rodrá saciar.
de una vez por todas.
Al contrario, la perfección aparece siempre en Pablo como
fruto de una dinámica de amor; de ese amor que, bajo la acción
del Espíritu de Dios, impele al creyente a progresar con los ojos
fijos en el modelo perfecto, que es Cristo.
Por esta razón, para Pablo es "perfecto" cualquiera que haya
aceptado a Jesús como Salvador, sea cual fuere su nivel de expe-
riencia espiritual. Dios no hace acepción de personas; sabe lo que
cada uno puede hacer. Por ello reparte los talentos ua cada ung
según su capacidad" (Mat. 25: 15).
88
La perfección
según el apóstol luan
93
Il pEn¡nccróN cRIsrtANA L\ PERFECCTóN SECúN EL ,lnósrol Ju.+N
do. En ninguna parte aparece escrito que hubiesen alcanzado rcrrlmente es la perfección, perdiéndose en un "perfeccionis-
el estado de perfección que permita suponer la victoria de- r¡ro" contrario a lo que la Biblia enseña.
finitiva sobre su naturaleza pecaminosa. Semeiante pretensión cierto que no podemos comprender la perfección cristia-
Es
no es posible, salvo que se entienda mal la naturaleza huma- rn sin tener en cuenta su relación con la noción de pecado. En
na y la del pecado. .,rsi todos los casos considerados, la perfección se pone en rela-
. irin directa con la lev de Dios.
El Pecado designa uel poder del pecado, (1 Cor. 15: 56) que
Precisamente el apóstol Juan habla muy claro sobre este
hace de los seres humanos uesclavos del pecado, (Rom. 6: 17).
l)ru)to, pero a menudo sus decl,rraciones han sido mal interpre-
Al hablar de é1, Pablo dice: .habita en mí,, (está en míu, ulucha
t lrlas.
contra la lev de mi mente v me somete a la ley del pecado que
está en mis miembrs5u (Rom. 7: 77 , 21, 23). T.1l es e I podet qrd
empuja a los hombres a pecar y a cometer ¿ctos pecaminosos.
¿"Perfección" quiere decir "vida sin pecado"?
En realidad, los actos que llamamos "pecados" son el resul-
Muchos cristianos se apoyan en algunas declaraciones del
tado del poder que domina sobre la naturaleza humana. De tal
,rptistol Juan para afirmar que la perfección exige una vida sin
manera que, ¿rlrn siendo posible -por la gracia de Dios y el Espí-
cado.
ritu de vida en Jesucristo- resistir la tent¿rción que arrastra a ¡rt
cometer pecados, el poder del pecado, innato en la naturaleza De entrada, Juan define con claridad lo que él entiende por
humana, permanecerá e n el hombre mientr,rs viva en ,(este cuer- ¡rccado:
po de muerteu (Rom. 7:24).
uTodo el que comete pecado,
quebranta la ley,,
El Pecado, los pecados y el perfeccionismo pues el pecado es la transgresión de la ley.
Por no haber distinguido bien entre "el Pecado" v "los pe- Pero vosotros sabéis que Cristo
cados", es decir, entre el poder del pecado y las acciones peca- apareció para quitar nuestros pecados.
minosas, muchos creye ntes sinceros ve rran en cuanto a lo que Y en él no hay pecado.u
94 95
LA PF-RFEcclóN cRIsrlANA
Ll nrnrpccró¡¡ SEGúN EL nnósrol Ju'rN
A partir de declaraciones tan absolutas como estas, se puede I)retender lo contrario es evidencia de que ula verdad no está
comprender que algunos pretendan que la Biblia enseña una I r)nosotros, (l Juan 1: B); más aún, es engañarnos a nosotros
perfección que excluya todo pecado. rrisrnos y hacer de Dios un mentiroso.
Ahora bien, semejante posición supone haber olvidado que no está escrito que (tanto judíos como gentiles,
¿Acaso
en la misma epístola hay declaraciones que parecen afirmar iusto
r,,.los están bajo pecado) y que uno hay justo, ni aun unou?
lo contrario. Por ejemplo:
(l{om.3:9-10).
96 97
L{ PERFEcctóN cRtsrrANA L'\ pERFECctóN sEGúN Er- ant)srol Ju.rN
Sin embargo, en los pasajes donde considera la actitud del ( ()lrro nos asegura Juan: uSi alguno hubiera pecado, abogado
cristiano lrente al pecado, declara que (no sigue pecando, (1 l('tlemos ante el Padrc, a Jesucristo el justo, (1 Juan 2: l).
Juan 3: 6), que (no practica el pecado, (l Juan 3: 9, RVR 60),
y que (no puede seguir pecandou (1 Juan 3: 9).
lil "pecado que no es de muerte
Si tenemos en cuenta la forma de los verbos griegos, hay que
f)ado que las cosas son así, Juan distingue además entrc lo
decir más bien que el que uha nacido de Dio.s, ni continúa pecrtn-
,¡rrc él llama upecado de muerteu y upecado que no es de muer-
do ni practica mtís el pecado ni lo desea, dado que no vive más en
rt, (1 Juan 5: 16).
rebelión contra Dios.
No es que existan en su opinión dos clases de pecados. Bien
f)icho de otra forma, el cristiano que ha sido regenerado no , l,rro lo dice:
tiene ya deseo de pecar porqu e PerTttrlneL'e en él ltt semilla ¿le Dios.
.Toda mala acción [o sea, toda transgresión de la ley] es peca-
El mismo poder que ha hecho de él una nueva criatura conti-
,l<r, (l Juan5: 17).
núa obrando para permitirle vivir en armonía con la voluntad
de Dios expresada en sus santos n'randamientos. Según é1, sin embargo, se pueden dar dos actitud€s posibles
,lcl pecador hacia Dios:
Conviene c{estacar, no obst¿rnte, que estas declaracione,
"bro-
luras conciernen a la actitr-rd del cristiano fiente al pecado. Ti,rs
' o bien rebelión, que condr-rce ,r la muerte;
haber experimentado el nuevo n:rcimiento, sus pensamientos, ' o bien arrepentimiento, qr-re lleva ¡r la vida.
sus deseos, su carácter se han transformado. Ahora que ha naci- La actitud del rebelde contra Dios es la del que vive en un
do de Dios el creyente odia el pecado que antes amaba; ama las tstado de constante transgresión de la lerr
virtudes que antes detesraba; va no qr-riere ser esclirvo del peca-
La actitud del que se arrepiente, en c¿mbio, es la de aquel
do, u" que Cristo le concede poder para liberarse.
,¡rrc ha sido reconciliado con Dios v en el cual Dios perma-
Ahora bien, si, pese a su nueva actitud frente al pecado, el rrcce. Incluso, aunque llegue a transgredir alguno de los man-
nacido de Dios comete una infracción contra la voluntad divi- ,l¡mientos divinos, no €t un Pecac/o de mLrerte, puesto que está
na, bien sea en un momento de debilidad, por error o ignoran- , .,nfesado y perdonado.
cia, no por ello va a ser descalificado. De ahí que Dios otorgue la vida al que se arrepiente; y así es
98 99
L¡ pERr¡cclóN cRrsrrANA L¡ neRrecclóu SEGüN EL Apósrol JUAN
la misma que presenra Pablo entre la perfección relativa de los y envió a su Hijo como víctima
"perfectos" y la perfección absoluta que está por venir. por nuestros pecadosu
(l Juan 4:9-10).
Lo mismo que en el caso de la perfección paulina, la victo-
ria absoluta sobre el pecado es algo futuro. Nuestro amor por Dios, entonces, tiene su origen en su amor.
uNosotros lo amamos, porque él nos amó primero, (l Juan 4:
Por supuesto, la perfección a la cual Dios llama a todos los 19). Por lo tanto, nsi Dios nos ha amado tanto, nosotros tam-
cristianos en esre mundo supone finalmente la victoria sobre bién debemos amarnos unos a otros)) (1 Juan 4: 11). uEn esto
los pecados voluntarios; pero, mientras estemos en (este cuer- sc perfecciona el amor en nosotros [...]. Porque como él es, así
po de muerre, (Rom. 7:24), seguiremos siendo pecadores po- somos nosotros en este mundou (1 Juan 4: 17). Así como Dios
tenciales. rlos ama, debemos amar a nuestros hermanos.
Pretender más es desconocer la verdad, es engañarse uno mis- nY nosotros tenemos
mo y tomar a Dios por mentiroso. este mandamiento de él:
El que ama a Dios,
ame también a su hermano,
La perfección en el amor (l Juan
El hecho de ser pecador no debe constituir un obstáculo para
que el cristiano tienda a la perfección. Para Juan esra solo puede El amor fraterno, euidencia de k perfección cristiana
realizarse en el amor a Dios y al prójimo y en la obediencia a En opinión de Juan el amor fraterno es el verdadero signo
los santos mandamienros. ,le la perfección cristiana. Es la prueba por excelencia del que
100 r0l
L,r penrecclóN cRtsrrANA
l¡ pEnrecclóN SEGúN EL Apósrol
JrrAN
Así dice Juan: [)e la misma forma que la perfección de Dios se manifiesra
uEn esto conocemos que amamos tr su misericordia hacia nosotros, la perfección humana debe
a los hijos de Dios, rcvelarse en el amor a Dios y al prójimo.
cuando amamos a Dios uEl que dice que esrá en él [en Cristo],
y guardamos sus mandamientos. debe andar como él anduvou
Porque en esro consiste el amor de Dios, (l Juan 2: 6).
en que guardemos sus mandamienros.
Para Juan, lo mismo que para pablo, el ¿rmor es
Y sus mandamientos no son gravosos. Jesús y por
cxcele ncia el signo visible de la perfección. y esra se
Porque todo lo que nace de Dios vence al mundo, de fine sobre
rrdo por la manera de amar y de guardar los mandamientos.
(l Juan 5:2-4). f
'rres sin amor unada soy, (l Cor. l3:2), por muchas otras vir_
Thn esencial es paraJuan esta verdad, que la repite varias veces: trrdes cristianas que pueda conrar en mi haber.
No solo por haber sido el discípulo <ra quien A tal fin nos invitan rodos los ejempros bíblicos que acaba-
Jesús amaba,
fluan 19: 26; 20: 2; 2l: 7), sino rambién porque hizo del 'rrrrs
de analizar.
amor de Dios manifestado en Jesucristo el tema fundamen_ Nos queda por considerar los insrrumenros que Dios ha pues_
tal de sus escritos. ro a nuesrra disposición para alcanzar la perfección crisriana.
t02
103
Los instrumentos
divinos al servicio
de la perfección
<Mirad que llegon días -oróculo del Señor-
en que haré una alianza nuevo
con lsroely con Judá:
no seró como la alianza
que hice con sus padres
cuando los [tomé] de la mano
para sacarlos de Egipto;
la alianzo que ellos quebrantaron
y yo mantuve -oróculo del Señor-;
asíseró lo alianza que haré con lsrael
en aqueltiempo futuro -oróculo del Señor-:
Colocaré miley en su pecho,
la escribiré en su corazón,
yo seré su Dios y ellos serón mi pueblo;
yo no tendrón que enseñarse
unos a otros, mutuomente, diciendo:
"Tienes que conocer al Señori
porque todos, grondes y pequeños, me conocerón.>
Jeremías 3l:31-34
NBE
espués de haber definido lo que es la perfección y
haberla examinado en sus diversos aspectos, nos resta
todavía estudiar un asunto importante: ¿A través de
qué medios hace Dios posible lo que para el hombre
cs imposible? ¿Cuáles son los instrumentos divinos a nuestra dis-
posición para llegar a la perfección y nal premio al que Dios [...]
ha llamado desde el cielo en Cristo Jesúsu (Fil. 3: l4)?
r07
Los rNsrRU¡vtENTos Dt\4Nos AL sER\4clo DE LA pERF[cclóN
L\ PERFEcctóN cRIsrlANA
na y la obra de Jesucristo. Él -ir-o lo dio a entender a los ju- uSi vosotros permanecéis en mi palabra,
díos, que le pedían una prueba de su autenticidad como Mesías: sois realmente mis discípulos.
nEscudriñad las Escrituras, Y conoceréis la verdad,
ya que pensáis tener en ellas la vida eterna. y la verdad os libertaráu
Ellas son las que dan testimonio de mí, $uan B: 3l-32).
fluan 5: 39). Jesús no estaba indicando simplemente la condición para ser
En el camino de Emaús, aquella mañana de la resurrección, discípulo suyo: creer y permanecer en su palabra; presentaba
Jesús actuó de la misma manera con dos de sus discípulos: también el cometido de esa palabra en la vida de los discípulos:
uY empezando desde Moisés y todos los profetas,
tlar a conocer la verdad y su poder liberador.
les declaró lo que toda la Escritura decía de élo En varias de sus parábolas Jesús compara el poder de la Pala-
(Luc.24:27). lrra de Dios con una semilla arrojada en tierra. Ya sea que el sem-
brador uduerma o se levante , de noche y de día, la semilla brota
Luego, al aparecerse ante todos, les explicó una vez más:
109
108
l¡ penrcccró¡ cRlsrrANA Los lNsrnu¡urnros DIMNos AL sERvtcto DE LA pERFECCTóN
y crece como él no sabe. Porque la tierra da su fruto por sí gen, es decir, a Jesús. Por esta razón precisamente es necesario
misma: primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la que el Evangelio sea predicado uen todo el mundo, por testi-
espigau (Mar. 4: 26-29). Así sucede con el que (oye la palabra rnonio a todas las naciones' (Mat. 24: 14).
y la entiende, v da frutou (Mat. 13:23). Como escribe Pablo a su discípulo Timoteo:
Puesto que todo esto era algo real en su vida, Pablo se com- n-loda la Escritura es inspirada por Dios,
place al escribir a los cristianos de Roma: v es útil para enseñar, reprender,
uPorque no me avergüenzo del evangelio, enmendar e instruir en justicia,
porque es poder de Dios para que el hombre de Dios sea perfecto,
para salvación a todo el que cree [...]. cabalmente instruido para toda buena obra,
Porque en el evangelio (2 Tim. 3: 16-17).
la justicia que viene de Dios se revelan No definir mejor el papel de las Escrituras en el
es posible
(Rom. l: 16-17). lcnto proceso de crecimiento y maduración espiritual a través
Al hablar del misterioso poder de las Escrituras, el apóstol clel cual el cristiano progresa de perfección en perfección.
ll0
rff+
Durante siglos, tanto iudíos como cristianos han creído en como algunos pretenden hoy, que el gran apóstol negara la
la salvación por medio de las obras de la le¡ mientras que hoy importancia de observar la ley.
muchos creen en el error opuesro, e igual de peligroso, de que
Todo lo contrario.
la fe en Jesús dispensa al creyente de observar la ley de Dios.
Pablo afirma: ulo que vale es guardar los mandamientos de
Ambos son errores graves, en total contradicción con la ense- [)ios, (l Cor.7: l9).
ñanza de Jesús y de los apóstoles, para quienes el problema nunca
Según el pensamiento paulino hemos sido ucreados en Cris-
consistió en saber si era necesario observar la ley o no; más bien
to Jesús para buenas obras, que Dios de antemano preparó para
les interesó conocer en qué condiciones y de qué manera es posi-
t¡ue anduviésciiros en ellas, (Efe. 2: B-10).
I ble su observancia.
Dicho de otro modo: No somos salvos "par obras" , sino "para
Evidentemente la ley no fue otorgada por Dios como un
I
lruenas obras", precisa Pablo, como fruto de la gracia de Dios.
i
medio de salvación. uPorque si la ley pudiera vivificar, la justi-
I
112 r 13
L{ PERFEcctóN cRtsrlAN-{ Los tNstnurt¡NTos DIVlNos AL sItRVl(.t() Irt: L\ I'l.t{t l.( ( tr)N
trar cómo la le¡ en cl antiguo pacto, tenía la finalidad de con- ..lcJesús. En adelante la ley será aútn un meior "peclrgogo" p,rrrr
- llcvar a los seres humanos a Cristo.
ducir a Cristo, y por él a la perfección. l)ice :
hubiera podido alcanzirr por el sacerdocio
"Si perfección se
la uPor la ley se alcanza
levíticou, Dios no hubiera necesitado establccer un nuevo sumo el conocimiento del pecado,
sacerdote en la persona del .Hijo, hecho perfet'to para siempre, (Rom. 3:20; $ 7:7).
(Heb. 7: 11, 2B).
Efectivamenre, uel que mira atentamente en la lev perficttt,
Ahora bien, debido a que los sacrificios y las ofrendas que
l,r de la libertadu (Sant. l:25) se verá a sí mismo tal como cs.
se presentaban de continuo en el antiguo pacto no podían
"hacer
perfecto, en su conciencia, al ador:rdor, ni udar la perfec- Sin la ley no habría conocimie¡rto del pecado ¡ por cncle,
ción a los que se alleganu (Heb. 9:9;10: l), Cristo (con Lrnir rringuna necesidad de Salvador ni de graci,r.
sola ofrenda llevó ala perfección para siempre a los santifica-
Precisamente, debido al sentimiento de culpa, la ley provo-
dos" (Heb. l0: l4).
t,r e I deseo de liberación.
t14 l15
LA PERFEccIÓN cRISTIANA Los tNsrnu¡ttr.NTos DlvtNos AL sERvtcto t)t'. r/\ I'ltu:l(.ctóN
Por nosotros mismos somos incapaces de guardar los man- La obra del Espíritu Santo
damientos de Dios. Lo dijo Jesús: uEso es imposible para los
hombres, (Mat. I 9: 26). Sin el Espíritu de f)ios, que es también el Espíritu dc ()'i.s'
to, ni la Escritura ni la ley podrían desempeñar un papel clcci-
Y Pablo nos presenra la razón: sivo en el camino del cristiano hacia la perfección. Si ambrrs son
instrumentos de perfección, es bajo la inf-luencia del Espíritu:
uLa ley es espiritual;
nlos santos hombres de f)ios
mas yo sov carnal, vendido al pecado. [...]
El querer el bien esrá en mí, pero no el hacerlo, hablaron inspirados por el Espíritu Santo,
(Rom. 7: 14, i8, RVR 60).
(2 Ped. l: 21).
116 tt7
L¡ penreccróN cRr.sr¡ANA Los lNs"rntrlteNTos DIVIñ-os AL sERVIcto t)t: ti\ r,r-.Rtr,(.(.t()N
Engendrado por el Espíritu, ungido por él en su baurismo, uCuando venga el Espíritu de verdad,
Jesús fue guiado por é1, pues el Espíriru habitaba plenamente él os guiará a toda la verdad.,
en su corazón. uPero cuando venga el Ayudador
que os enviaré del Padre,
Pablo llega a decir que el que ufue manifestado en carne u, fue
el Espíritu de la verdad
ujustificado en el Espíritu,, (1 Tim. 3:16).
que procede del Padre,
Sin el Espíritu, Jesús no habría podido llevar a cabo con él testificará de mí,
éxito la obra de salvación para la cual Dios lo había enviado fluan l6: 13;15:26).
al mundo.
Nada más resucitar, Jesús renueva su promesa hecha el día
En diversas ocasiones Jesús habla udel Espíritu que habían de ..le su partida:
recibir los que creyesen en élu. Y el evangelista explica que uaún uVosotros seréis bautizados
no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido
con el Espíritu Santo
glorificado aún, (Juan 7: 39).
dentro de pocos días,
Por eso, tras anunciar su partida, Jesús animó a sLrs discípq- (Hech. l: 5).
los diciéndoles: Luego repite una vez más:
uSin embargo, os digo la verdad: uPero recibiréis el poder,
C)s conviene que me vaya, cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo,
porque si no me fuera, y me seréis testigos en Jerusalén,
el Ayudador no vendría a vosorros. en toda Judea, en Samaria,
Pero al irme, os lo enviaré. y hasta lo último de Ia tierra,
Y cuando él venga (Hech. l: B).
convencerá al mundo de pecado,
Lo que Jesús prome tió a los doce Apóstoles y realizó en Pe n-
de justicia y de juicio,
rccostés, lo promete igualmente a los que responden a las lla-
$uan 16 7-B). nradas del Espíritu.
Con estas palabras Jesús en persona define con precisión
Desde su ascensión Cristo busca sin descanso atraer a los
el papel del E,spíritu en los discípulos, como en rodos los seres
scres humanos a él (Juan l2: 32) para revelarles los tesoros c{c
humanos.
ll Escritura y para hacerlos capaces de caminar, por el F,spí-
E incluso precisa: ritu, u6s¡¡s él anduvo, (l Juan 2: 6).
I l8 il9
L{ PERFECCIóN cRrsrrANA Los INsrnuttr.NTos DIVtNos Al SERVICIO t)[ t-A I'rlrrr:F-(.(.t()N
El don del Espiritu Santo Precisando todavía más lo relativo a la acción clcl lrspíritu
.,n el hombre, Pablo explica que el nEspíritu de vida cn (lris-
Y en efecto, desde Pentecostés tenemos al Espíritu Santo a to Jesús, nos libra ude la ley del pecado y de la muerte, [...]
nuestra disposición. No obstante, Dios se lo concede al que se
p¿rraque la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, (Rom.
lo pide (Luc. 1 l: l3); y el Espíritu se aposenta en quien lo reci- 8:2, 4, RVR 60).
be, y Cristo a través de é1.
En otras palabras: Se nos otorga el Espíritu para que seamos
Lo mismo que Dios se encarnó en Jesucristo por el Espíritu, caminar "según el Espíritu", siempre adelante en cl
crrpac€s de
de igual forma Cristo, por medio del Espíritu, habita en quien rumplimiento de la voluntad de Dios.
lo recibe. De esta manera Jesús, por su ministerio, le abrió el
El don del Espíritu de Dios constituye por lo tanto el ins-
camino al Espíritu y dio lugar a una nueva generación huma-
rrumento divino esencial para la vida espiritual.
na, regenerada por el Espíritu.
Sin el Espíritu nadie puede pretender ser discípulo de Cristo.
El apóstol Pablo en particular se complace en destacar la fun-
El Espíritu es, a la vez, la fuente de la nueva vida en Cristo
ción del Espíritu ua fin de perfeccionar a los santos) (Efe. 4: l2):
v la condición de la transformación interna a la imagen de l,r
uEl que no tiene el Espíritu de Cristo no es de élu (Rom. 8,:
¡rcrfección que es en Cristo.
9)."Y nadie puede decir: "Jesús es el Señor", sino por el Espí-
No hay posibilidad de verdadera perfección si no es por l,r
ritu Santou (1 Cor. 12:3). Pero si el Espíritu uhabita en voso-
,rcción del Espíritu de Dios, que obra con poder en el corazór.r
tros), (testifica a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios,
,lcl que recibe por la fe al Señor Jesucristo.
(Rom. B:9, l6).
120 l2t
Ellen G. White
y la perfección
crtsttana
127
l,\ PERFEccTóN cRTSTIANA Err¡¡ (1. Vn¡tr y rA put[r'(.(.r(iN ( ru\rr \N \
Una obra centrada en Jesucristo .. o la perfección del carrícter cristiano. Sin cnlbrrr'-
r<ín cristirrna
l() este concepto aparece constantemente en toda str olrrll. lrs c'l
Todos los temas que aborda en sus escriros son de inspira- r.leal realizado por Jesucristo y propuesto de modo perm:rn('r)-
ción bíblica. Para ella la Biblia es la única norma de la verdad. tc a cada cristiano.
E,n cuatro grandes volúmenes (Patriarcas y profetas, Profetas
Las palabras 'perfección' v 'perfecto' se mencionan niille-
y El Deseado de todas las gentes I Los hechos de los apósto-
Reyes,
de veces en sus escritos inspirados, v las expresiones'pcr-
/rs) escribe un comentario espiritual de las Escrituras que abar, 'cs
It'cción del ctrrácter' v'perfección cristirrnrr', 422 v 66 veces res-
ca del Génesis alApocalipsis.
l)cctivamente.
Un quinto volumen (El conflicto de los siglos) completa la se rie ,
['-n razón de ello, no nos será posible considerar este asunto
consagrada al gran conflicto entre las fuerzas del bien y del mal
,l. fbrma det,rllada ni exhaustiv¿r. Habre mos cle contentarnos coll
a lo largo de los veinte siglos de hisroria del cristianismo.
rura síntesis, respet,rndo en Ia medid,r de lo posible las exprc-
Ahora bien, su tema predilecro es la persona de Jesucristo. ',iones de l,r autora-
Le consagra varias obras, la más importante de las cuales es 27
Deseado de todas las gentes; pero la más divulgada es El camino
(/na creyente en la perfección
a Cristo, traducida a más de cienro veinte lenguas* y de la quc
se han publicado millones de ejemplares.
Puesto que Ellen Cl. White crcc en Ia pcrficción, se csfircrz.rr
También consagra otras obras a las enseñanzas de Jesrts Pala- ( n prescntarla y enseñarle cn toclos srrs escritos. Invit¿r sin ccstrr
bras de uida del gran Maestro y El discurso maestro de Jesucristo. ,, los lectores a procurrrrl¿r con todas su.s fircrzas, cont,rnd<l co¡'l
Por lo demás, Ellen G. W'hite aborda todo cuanro renga que ver 1., qrrtci.r de Dios.
con la vida espiritual de los cristianos, la salud o la educación.
La pcrfccción no solo es para ella run don de Dios v privile-
liio de t<¡clos los seres humrrnos, sino un:r nl:rravillosa posibili-
,l.rcl de desarrollo espiritual inflnito, ctryo modelo de cst:rtur¡
La p erfección cristiana
l,crfecta es Jesús.
en los escritos de EIIcn G. \Ybite
ula mayor manifestación de su potencia üa cle Diosl se pro,
Por extraño que pudiera parecer, ninguno de los libros de la
,lrrce cuand<¡ en l,r naturirleza hum¿rn:r .se cultiva la pcrfccción
señora Vhite está dedicado directamenre al tema de la perfec-
,lcl crrrácrer de Cristo" (Tlstimonios pam h iglesi,t, r. 7, píg. 139);
* v cs la maniféstació¡r mrís extraordin¿rria del poder de [)i<-ts cn
S¿feliz la ha editado en castellano (véase pág. 173), catalán (El camí a Crist) ¡'
vasc<> ( Kr i s toga na h o b i¿lea). l.rvor de la salvacirin del hombre.
128 I2.)
I
L-\ PERFECLTóN cRrs f IAN-A F-rreN G. Wlurt, \' t-,\ I,Hit.E( (]()N (.N\'il,\N \
fccción cristi¿rna se nos presenta por el ccl.rr¿rio conro Llril irlritrrr a aquel qlle es nLrestro perflcto v clivino ejemplo, solo
noción esencialmenre relariv,r. lt,,clenros llcq.tr.l ser stt intrtgetr.
r30 l.)l
Lr penrecctóx cRIsrr.\NA E¡-re N G. Wutle y LA pERt'ti(;(:t()N ( lus l.lANA
uCon nuestt'ns facultttdes litnitrtdu, hemos de se r tan sanros en La naturaleza bumana pecaminosa
nuestra esfbra como Dios es sanro en la suy¿r. Hdstn donde nlcnn-
Pero la perfección que el crevente puede pretender cs rcl,rti-
ce nttestrn capttcidad, he mos de manifesrar la verdad, el amor v
va también en otro sentido: el derivado de las imperfeccioncs
la excelenci¿r del c,rrácter divino. Así como la cera recibe lir impre-
rlc su naturaleza pecaminosa.
sión del sello, irsí el alma ha de rccibir la inrpresión del Espíri-
tu de Dios v ha de rerener la imirgen de Cristo, (Mensnf cs selec- No solo la perfección de la carne es imposible; la propia pcr-
tos, t. 1, prig. 395). fccción moral está limitada en sí misma por la manere en que
vivíamos antes de nuestra conversión y por los efectos fí.sicos,
La noción de perfección rom:I, de est¿r fbrma, sentidos muv
intelectuales y morales de nuestra vida pasada.
I m¿rtiz:rdos.
Por ello Ellen G. White habla de seres humanos cuvos pec¿r-
En primer lugar, Elien G. Whire discierne grados de perfec- ..los han sido perclonados, pero que llevarán sus cicatrices, mar-
ción para todo lo que Dios h,r crcado: c,rs v efectos p,rrir el resto de sus vidas (Comentario biblico aduan-
.La perflcción exisre en rod,rs las obras de Dios, se:ul peque- tistd del séprimo clía, t 3,pág. 1.176).
132 r ll
l-¡ r¡RreccróN cRlsrrANA ErreN G. WHIrE )' L,\ I't:tt],t(:ctóN (ilils il¡\N¡\
En resumen, la perfección moral ,r lir que Ellen G. White h¡ce uL:rs producciones m¿ís descollantes del ingenio hunrano tro
alusión const¿lnrenrenre se resume con toda claridad en esta posecn belleza alguna que pueda compararse a l¿r hcrmosurrt
expresión que aparece una v orra vez en sus escritos: la perfec- .lc crrrácter que a su rrista es de "gran precio"u (La ec/ucrtcirln,
ción del car:ícre r crisriano. p|s. 249).
Jesúrs también le consagra lo mejor de su enseñanza. uNirdir
cli¡o para satisficer la curiosicl,rd o estimular l¿ ambición egoís-
La perfección del carácter cristiano tir. No se ocupó de teorí,rs ,rlrstractas, sino de lo que es indispen-
.El Señor exige perfécción de su frrmilia redimida. f)eman- stble pmtt el c/e¡ttrrollo c/el carácter; de lo qLre amplía l:r irptitud
da perf'ección en l¿r ediflcación de I carácrer, (Corrtenttrio bíbli- .lcl hombre para conocer ¡r f)ios v aumenta su poder pirra haccr
co rtduentisttt de/ siptimo ¿/ítt, t.5,pág. 1.061). lricrr" (Z,r elttcacióu. pLÍe. lt I ).
Comprendemos, pues, que ula edificación del c¿rrácter es la
Se rrara de un,r perfección neramente defrnida v supone n,rda
obra más importanrc quc jamrís haya sido conflada a los seres
menos que una exigencia explícita:
hirmanc¡s v nLlncr ,rntes h,r sido su estudio dilieente tan in-rpor-
,,[)ios aceptará úrnicamenre a los quc e.sr,ín dererminaclos rr rrurrc como ahora' (Ln edumción, pág.225).
poner.se un bl,rnco elevaclo. Coloca a crrcla agenre hurnano bajó
Ciert¿rmentc, u[11 1,g¡d.clsra cducación no descclnoce el valclr clcl
la oblieación de hacer lo mejor que puerle . [)c rodos exise per-
cr¡nocimien¡o científlco o literario, pero considera que el podcr cs
fbcción moral. Itlunca clebicjr,rmos reba,jrrr la normir de jusricil
strperior a la infbrmación, la bondacl al poder y el c¿rr¿icter trl cono-
a fin dc conten-rporizar con malas rendencirrs herec{rrd;.rs o culri-
cimiento intclectiral. L-.1 mundo no necesita tanto hombres cle gr.tn
vadas. Necesirarnos comprencler que es pecado la imperfección
irrtelecto como cle carrícter noble" (Lrt ec/ucación, pág.225).
de c¿rr:icrer,, (htlabras de ui¿/¡t c/el gzn Mtrstto, príg. 265).
uPero semeiente carácter no es el resultado de la casualidad;
De la fbrmación del carácrer depenclen direcramc-nte nues- no se debe ,r f,rvorcs o dones especiales de la Providencia. Un'
tra vida cristi¿rna en esre mundo y la vida ercrna: car¿ícter noble es cl rcsultado de l,r aurodisciplina, de la sLrjeci<in
utll carácter [...] derermina el desrino rrnro para esta vidrr cle la n:rruralcz-a brrja ir l,r sr-rper-ior, de l,r entrega del yo al servi-
conro p¿rr:r l¿r venicler:r', (La educn'ión, ptig. 109). Es rr la vez ul,r
cio cle anlor ¿r Dios y al hombreu (La eclucación, pág.57).
cosech,r de la vida" (ibíd.) \¡ el (p¿rsilporte de la e.scuela prepar¿l- Y adcmás es unil labor de paciencia y perseverancia:
toria de la tierra a la superior, la celesrial,,(ibít\., pág. l9).
.La perfcccil;n del c¿rr¿icte r es una obra que dura toda la vida.
Nada hav más import¿rnre que la formación del cariícter y Es inalcanzable p,rra aquellos que no están dispuestos a luchar
nada que teng¿r anre Dios un "precio" más elev¿rdo: por ella de l¿r manera que Dios ha designado, rl pasos lenros y
134 ll5
T
L,r pen¡eccróN cRtsrrANA Enet G. Vurtt y L.\ pERFEccróN cRrsrr¡\NA
trabaiosos. No podemos permirirnos comerer algún error al res- cs prometida la perfección moral v espiritual por la gracia y
pecto, sino que necesiramos cre cer día tras día en Cristo" (7Zs- cl poder cle Cristo, (Los ltechos de los npóstoles, pág.381).
rimonios para la iglesia, t 5, pág.472). uPor la luz de la verdad que brilla sobre nosotros, no pode-
Por otro lado, u(lristo no nos ha dado la segurid,,rd de que mos ahora ser excusados ni por un momento por conformarnos
sea asunro f;ícil lograr la perfbcción del carácter. Un carácrer rruna norma baja. Como obreros iuntamente con Cristo, tene-
noble, cabal, no se hereda. No lo recibimos accidenralmente. Un rnos el privilegio de compartir sus sufrimientos. Hemos de mirar
carácter noble se obtiene mediante esfuerzos individuales, rea- su vida, estudiar su c¿rrácter y copiar el modelo. Lo que Cristo
lizados por los méritos v la grircia de Crisro. Dios da los talen- cra en su hum¿rnidad perfecta, debemos serlo nosotros; porque
ros, las facultades nrentales; nosotros form:rmos el car¿ícrer. I.o clebemos form,rr carrrcteres para la eternidad, ('festimonios para
desarrollamos sosteniendo rudas y severas barallas conrra el yo. los tninistros, págs. 171-172).
Hay que sostener conf'licro tras conflicro conrra las tendencias
uTodaví:r no somos perfecros; pero es nLlestro privilegio sepa-
hereditarirrs. lendrcnlos <¡ue criticrrrnos a nosorros mismos sevc-
r¡rnos de los lazos del vo v del pecado y avanzar haci:r la per-
ramente, y no permitir que quede sin corregir un solo rasgo des-
fccción. Grandes posibilidades, altos v santos fines están al ,rlcan-
favor¿rble, (Palabras de uiclrt del gran Maestro, pig. 266).
.e de todos" (Los ltecl,os de /os apóstoles, pág. 451).
136 ti7
L\ PERFEccIóN cRlsrtANA
138
fin de captar todo el pensamiento de Ellen G.
White en lo referente a la perfección del carácter
cristiano, es indispensable resaltar lo que ella con-
sidera la esencia mism¿r del carácrer de los seres
humanos, es decir, su perfectibilidad. En este sentido, menos
irún que en otros, Ia perfección no aparece como algo absolu-
to, acabado, una plenitud otorgada por el Creador desde un
principio; más bien se nos presenta como una posibilidad de
desarrollo infinito que la misma eternidad no podrá agotar.
t4t
L.l pen¡Ec-crr)N (:Rrsl tAN.{ [,,.\ pERt,t,(:.nB¡ut).\D, l,Rt\,lt F.(;t() t)L r()t)o strlr t.il.rNj\N()
Es evidente qLre un ¡rrivilcqio tal conllcv,rb.r iquelnrcnte cl Si nuesrros ¡rrimcros paclres hubieran scgtri.l,r flclnlcntc l.rs
riesgo dcl pecado. tirdcnes de [)ios, hut'ticran siclo capaces dc "reflciar c¿rh utz tn,ís
[)lüunncnte, a trar'és de l<,,s sielos sin fln, l.r luz..lel conocimicrl-
Sin duda, Di<ls hLrbiera poc'liclo cl'car e krs serc-s hunranos cle
to cle stt glorir' (l.n t:¿lucnción, p.ig. 22).
otro modo, no :.1 sLr imagen, r' h,rbcr colocado l nr.restros pri-
meros pirdres cn la imp<-rsibilidad de desobcdccer: Pucs l,r flnali.lad clc Dios rrl cre,rr al hotubre I stt imagcn crir
(qttc, cttrlnto mrís vivie rir, tnrís plcttrture ntc revel,l-
¡',rccisrrmente
uf)ios podía haberlos creado dc nrc,clo qLrc I'ro ¡ruclieran fal-
r;r csrr inr;rge Ir *rnrís plcn,tmcnte reflcirtrrr le elorie clcl (lrcador-.
trrr a sLls reqrrerimienlos, Per7 en $( L'(/so Jtt ctt'/íct(¡'nr¡ se /t¿bri,t
[...] I)ero por su c'lcsobcclicncia ¡rcrtli<i toclo csto' (l¡ c¿luc¿t'ión,
¿/cs¿rrollndo; sr.r servicio no hubiera sicllu'oluntrrrio, sino fbrz¡r-
p,i*. 15).
do. Les dio, por kr tanto, la facultad de escogcr, clc somcte rsc o
n<r a la obcdiencirr,' (Lt e¿luc,tt'ión, p,ig.23). l'-fcctivrrmentc, l,r esttrci¡ .lcl tcnta.lor cot-lsis tírt ¡rrccisrrmen-
rc cn l'¡rtcer crecr que "t)ios [...] trrrtrtlra cle irnl'tedir qtte,llc,rn-
zirrrrn un dcs,trrollo nrás noblc v hallirsen ntal'or fblicidad" (1-¿
Un crecimiento indefnido uluc'tción, pig. 24).
Esrá claro: la pcrfccción del scr ht¡nr,rn,r reclica en cstrr p<-rsi-
biliclad de dcserr<¡llo infinito de str cirr:íctcr. lo ctral únic¿r-nen- Las consecuencias de Ia caída
tc unrr libre.sunrisi<in a las leves de [)ios hacc posiLrle:
Debido ,r l,r desobcc{iencia al orclen clivino clc la creación cl
uUrta merrr sumisi<'rn forzacl;r impccliría todo c{c.s,rrrollo real
scr hum.lno percli<í su €pn privileeio: la posibilic{,rd de desa-
de l,r mcnte ¡'del carácter: haría del hombrc trn .sir-nplc irutónlirta.
rrollrrlse sin cesaL, la prerroerttiv¡ dc cirmitrar cle pcrfécción en
I,rl no es el designio clel (lread.rr. Él d..". c¡uc el hornbrc, quc
pcrfección. Porqtte uirl mezcl,rrsc el m,rl con el L'tien, str nletltc
es la obra macstrrr de sr,r poc{er crcador, ,rlc¿ncc cl más alto des,r-
se tornó confitsa, y se entorpecicro¡r sus factrltadcs Irrentales y
rrollo posible" (l:lcttntino ¿ Cristo, pLíg. 52).
cs¡ri ri tuales,, (Lo e c/ rt t' rt t' i ó n, prig. 25) .
F,n Edén [)ios había creado cl r-rnivers<.r cle Ad,ín v [:r'a de tal
Pero .a fin de que el propósito divino de su
se llevase rr cal¡o
forma que estaba asegur,rdo su crecimiento físico, me ntal v es¡'li-
creirciónu (La educ,túón,pág.16), Dios puso en marcha el plan
ritual:
clc la redención que debía permitir urestirttrar en el hombre la
uSe les había asignrrdocomo bendición Lrna oclrpaci<in útil, imagen de su Haced<'tr, deuoluerlo a la perfección con qtte ltabía
que había de fortrlecer su cuerpo, amp/iar sL! m(nte "y des,trrollar sido crea¿lo, promover el desarrollo del cuerpo, la mente y el
142 t43
Ll peRrcccróN cRtsrtANA Ll penrecrsrlrDAD, pRt\rLEGro DE ToDo sER Htrt\tANo
No obstante, no hemos de engañarnos: ral propósito no Esta posibilidad de desarrollo infinito no solo es r.rn privile-
puede llegar a su plenitud en esta vida, el ideal de Dios solo nos gio, sino una verdadera necesidad de la naturaleza humana.
abre uun camino de progreso conrinuoD (La educación, pág. lB). Hasta tal punto se trata de una necesidad del carácter cristiano
que a Ellen G. \fhite se le hace imposible concebir la eternidad
Una vida nueva comienza para aquel que recibe el poder de
de los redimidos sin esta posibilidad de perfeccionamiento inde-
convertirse en hijo de Dios. Y la vida se manifiesta en el creci-
finido:
miento:
uEn la eternidad aprenderemos aquello que, de haber recibi-
nEl desarrollo de la planra es una figura del desarrollo del
do la iluminación que fue posible obtener aquí, habría abierto
carácter. No puede haber vida sin crecimienro. La planta crece,
nuestro entendimiento. Los tem¿rs de la redención llenarán los
o muere. Del mismo modo que su crecimienro es silencioso,,
corazones y las mentes y las lenguas de los redimidos a través de
imperceptible pero conrinuo, así es rambién el crecimienro del
las ed¿rdes eternas. Entenderán las verdades que Crisro anheló
carácter. En cualquier etapa del desarrollo, nuesrra vida puede
abrir ante sus discípulos, pero que ellos no tenían fe para e nren-
ser perfecta; sin embargo, si se cumple el propósito de Dios
der. Eternamente irrín ttpareciendo nueutts uisiones de la petfección
para nosotros, habrá un progreso consttxnte>t (La educación;, págs.
y la gloria de Cristo. Durante los siglos interminables, el fiel P¿rdre
l 05- I 06).
de familia sacará de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas, (htltt-
Entendida de esra manera, la perfección desitna pues al br¡ts de uida del gran Maestro, pág. 104).
mismo tiempo un estado adquirido por el aurénrico cristiano y
nl,os que prestan atención a las instrucciones del divino Maes-
una meta para el futuro.
tro, adelantan constantemente en sabiduría, refinamiento y
Se trata exactamenre de la misma situación descrita por Pablo nobleza del alma. Y así están preparados para entrar en aqwella
cuando dice que los discípulos de Cristo son perfectos sin haber es¿'uela superior donde el progreso continuará dwrante toda la eter-
alcanzado aún la perfección total. Lo cual se explica muy bien, nidad. [...] Y través de los siglos sin fin progresar en sabiduría,
"
ya que nincluso el crisriano más perfecto puede crecer de con- conocimiento y sanddad, explorando siempre nuevos campos del
tinuo en el conocimienro y el amor de Diosn (Testimoniesfor the pensamiento, hallando siempre nuevos prodigios y nuevas glo-
Chyrch, t. l, pág.340). rias, creciendo siempre en capacidad de conocer, disfrutar y amar,
t44 t45
Lr I'eRrrccróN cRtsrtANA Ll t'Enrtt:'ilRtuDAf), I'tilvil t.(it() t)t l()lx) \t l illrt\t \N()
fundamental. Esto es particularmenre cierto para rodo lo que se uCuando (lristo venga nuestros cuerpos llitn tlc s('t lr,¡n li)r'
ha dicho y escriro en rclación con l,r perfección que dcberán mados y hechos como su cuerpo glorios<l; pct.rr cl crtr,ittct vil tt,t
alcanzar los si.rntos de la úlrim,r generación. será hecho sanro entonces" (Nuestra eleuadt uoütL'ión, P;i¡¡, Jl'10).
r48 t49
t
Ll I'ERrL<.t lslLlt).\L)' I'Rlvll LGI() I)t: 11)tx) stl{ I lL'\l \\()
Esto es tan cierto que (:l traclic se le impidc ,rlc,rttzrrr, en slt Por esta raz-ón uDios exiqe qrre sus hiios scan ¡'rcrfi'cttls. srr
esfera, la perfeccirln c{e un car¿íctcr cristi,r¡ro. [)or el sacrificio clc lcy es unit copia de su propio cirr¿íctcr, ), es llr notnlll clc r<l.ltr
Cristcl se hl provisto perrr clue los crcve ntcs rcciban tod¿rs lrrs cosrrs crrrácrer. Esra norma inflnira es prescnrad.l :r todos a fin clc c¡Lrc
clr-lc pcrter-lccen a l,r vici¡ y a la pieclad. [)ic¡s nos invita I quc ,rlc,rn- ncl havir ecluivocrrci<in respecto rr llr cllrse de pcrson,rs con llls cttil-
cenros la nornra clc pclfccci<ltr v ponc como ejempkr clel,rnte clc lcs f)ios ha de fbrmorr su reino. [.e vida cle cristo sobre la ticrrrr
nosotros cl carácrer de C.risto. L.I'l httmanidad, pcrlcccionaclrr
-su fire unir perfect,t expresión de la lcl' dc [)ios, )' cuando los quc
por una vich cle constante resistctrci;r ,rl nrrrl, el Salvaclor nrclstr<i pretcnclcn ser hijos de Dios lleee¡r rr ser senreirrntes i.l cristo en
crrrácter, seriín ol-redienrcs :l los nr,rncl,rnrientos de i)ios"
(]hl,t-
que c()opcrrrndo co¡-r la Divinidad h¡s st:t'cs /ttttnttttos Ptttc/eu ¿lr',ttt-
ztr la ltctfct'ción c/a ctrlí(to (lt estd uicLt. L:.stt es, la scguriclad qtrc bnts ¿le uidn delgran X[tcstro, págs. 255-256)'
nos d¡ f)ios cle que nosotros ranlbién podemos obtencr unrr vic-
u.,Procur¿d -rogab:r Pcdro- rltnt<.¡ nttís ,rf-irmirr vucstra voclr-
torir completaD (1-¿lr l,¿'cl,os rfu los ,rpósntlc:, prig. 424).
ción y elecciór-r; Porque :rl hrrce r esto' no crreréis iamás' f)e cstl
tnanera os será c<lnccdida irmplia y gerle[osrl e ntrlrda cn cl rcino
cr(rrno de nuesrro Scñor y S,rlr',r.lorJcsrrcristo" (2 Ped. 2: l0-l l).
La norma de perfección: la ley de Dios es la esper:tnzrr del creycnte micn-
¡preciosir seguridad! ¡(ilorios:r
(l-o;
rras avilnza por fc hlcirr l,rs ,rltr.rr,rs dc la perfc'cci<in cristilnirl"
.Antc krs creycntes sc prcscntr lrr t-nrrrrrvillosa posibiliclacl dc
l,cchos de los npóstoles, prig. 425).
llcgar ,r ser semcirrntcs rt (,risto, obedicntcs ir toclos los princi-
pios c{e la lcv de pis5" (1-os ltecltos lt hts r¡,óstoles, prle.424).
La perfección de quienes
Cierr:rnrcnte . S:r trr¡l:ís hab írr asevcrrrdo qtre cra i m ¡lo.s ible para
el hombre olredecer l<>s nr,rnctamictrt<¡s c]c Dios; v es cierro qLtc
vivan cuando Jesús vuelva
c()n nuestrir propia ltuerz.,r no ¡.roclemos <¡bedecerlos. I)er<¡ Cris- Hay finalmente otrll rrlzóu por lrr cual I'-llen G' White con-
ro vino en fbrma humau¿r, v por srt perfecta obecliencia prob<i cede ranta arención al problenra de la perfección del caráctcr.
qtre la humanidacl v la divinid,rd combinacias pueden obedecer Para los cristianos de la última generaci<in, ptrra los que vivan
c,rda uno de los preccptos clc Dios. 'A todos los quc lo recibie- cuando Crisro vuelva, la perfccción del carácter será todavía más
ron, a los qr-re creyeroll cn su Nombre, les dio el dcrecho de ser imperativa:
hijos de Dios" (Juan l: l2). [-ste poder no se hall,r en el agentc
humrrno. ['.s el poder dc Dios. Cuando un alma recibe lr Cris- ula vida v el carácter de Enoc, que fueron tan santos qtle
ro, recibe poder para vivir la vida de Cristo" (hthbras de uid¿ fue trasladado al cielo sin vcr la muerte, rePresentan lo qtre
del gnn M¿estro, pag. 255). cleben ser la vida y el carácter dc aquellos que ' como él' han
r50
Iil
LA PERFECcIóN cRrsrrAN..r. L¡ p¡nrecnstLtDAD, pRr\.lLEGro DE ToDo sER HUr¡ANo
de ser trasladados cuando Cristo venga) (Nuesta eleuada uo- mente transformados a la semejanza de Cristo. La lluvia tar-
cación, pág.280). día que madura la cosecha de la tierra representa la gracia espi-
ritual que prepara a la iglesia para la venida del Hiio del hom-
Efectivamente, desde sus Primeros escritos Ellen G. \ü/hite
bre, (Testimonios para los ministros, pág. 515).
declara solemnemente: nVi que nadie podrá participar del "refri-
gerio" a menos que haya vencido todas las tentaciones y triun- nAhora es el momento de prepararse. EI sello de Dios no
fado del orgullo, el egoísmo, el amor al mundo y roda palabra será nunca puesto en la frente de un hombre o de una mujer
y obra malas, (Primeros escritos, pág.7I). que sean impuros. Nunca será puesto sobre la frente de seres
Un cambio semejante por fuerza en el carácter,
será evidente humanos ambiciosos y amadores del mundo. Nunca será
los hábitos y las preocupaciones, ya que nel carácter se da a cono- puesto sobre la frente de hombres v muieres de corazón falso
cer no por obras buenas o malas que de vez en cuando se eje- o engañoso. Todos los que reciban el sello deberán estar sin
cutan, sino por la tendencia de las palabras y de los actos habi- mancha delante de Dios y ser candidatos para el cielo. [...]
tuales en la vida cotidiana, (El cttmino a Cristo, pág. 63). Cuando se promulgue el decreto y se estampe el sello, su ca-
rácter permanece rá puro y sin mancha para la eternidad, ( 77s-
uUn solo rasgo malo del carácter, un solo deseo pecaminoso
timonios para la iglesia, t. 5, pág. 201).
persistentemente alberg'ado, neutraliza con el riempo todo el'
poder del Evangelio" (El camino a Cristo, pág. 4l). Resulta por
tanto indispensable alcanzar la vicroria total sobre los defectos La estatura de Cristo
propios.
En nuestra obligación de alcanzar el ideal cristiano podemos
r52 t53
i:
L.r ptR¡et--ctóiv cRrsrr.{N L.l peRrecrt sil-lD.\D, t,til \1 LE(t o DE,qñnfl UIVA¡io
ri4 15,
L{ PERFEL.CTóN cRtsrtANA Ll pERrt<;rtstLlD,\t), pRtvtLEGto t)tr l()tx) sl rr nlru:\N()
mundo; pero no tie ne nada en mí" (Juan 14 30). Satanás no quien nror;r en luz inirccesi6le" (Tlstirnonios ¡trtt'tr h iglrsit, t.
¡rr.rclo encontrirr nada en el Hijo de f)ios que le permitiese
2, p^g.24 1). "Bienaventurrrdos los c{e limpio coraz.rin, l)()r(llr('
sanar la victoria. Cristo guardó los mrrndamientos de su Padrc ellos verán a Dios, (Mat. 5: B).
y no hubo en él ningún pecado de que Satanás pudiese sacar
ventaja. Esta es la condici<1n en que deben encontrrlrse los qr"rc Nuestro único seguro fundamento
han de poder subsistir e n el tiempo de angustia" (El conflicto
Un ideal tan elevado, exigencies tirn categóric:.1s, nos ¡'rrotlrr
de los siglos, págs. 680-681).
c<:n un cierto vértigo.
No cleja Ellen G. White de presenrrrr la vicla cristi,rna coni, Que nadie se confitn.la, uno h¿ry en nosotros misrnos tos,r
algun¿r de qLré jactarnos. No tenemos motivo para cnslrlz.,rrrr,,r,
un t-rltnino (-oTtstltnt( hacia ttlelttnte, clir finaliclad no es otr¿r quc
Ill úrnico fLndamento de nuestr,r esperanz¿r es lir jr-rsticia rlr' ( lr is
tun c¿rrácter cristiano perfecto a semejanza del c{e Cristo (véasc
to, que nos es acreditadrr, v la que produce su Espíriru olrr:urtlrt
Tcstimoníes for the Cl¡urch, t. 8, pág. 86).
en nosotros y por nosot¡¡¡s" (E/ L'dTnino a Cristo, pág.72).
l.os cristianos no siempre han comprendido esta verdad, per<r
Si bien cs necesario hallarse revestido de la perFeccirín ,lr'l
es importante que los de la última generación no la olviden.
c¿rr¿ícter de Cristo prlra pcrnranccer cn pie ante Dios, c.s in.lis
Para aquellos que t€ngan el privilegio de vivir las úrltimas pensable también que Oristo mismo nos revista de su c,rr,í.rcr,
horirs de la historia del mundo, sin conocer la muerte, la per- cle su justicirl, de su perfección. Solo él puede llcvar a la pcrlt,
fccción del carácter, una vida perfectamente santificadir, serrí una ción la obra qr-re inició en nLlestros corazones.
exigencia absoluta: Si lo deseamos, .el que empezó en vosotros la br.ren,r oblrt, l,r
uNo te ensañes. Dios no puede ser burlado. Nada que no irá perfeccionando hasta el día de Jesucristou (Fil. I: (r).
sca la santidad te preparirrá para el cielo. Es la piedad sincera
v experimental lo único que puede darte un carácter puro y
clevado, y habilitarte p¿rrlr entrar en la presencia de Dios,
1t6 l'ri
F
10
Solo en lesucristo
posible
es
la perfección
del carácter
Nadie ha insistido ranro en esta verdad básica como Ellen G. uNo has de mirarre a ti mismo ni permitir que tu mente se
White. Algunas citas suyas fuera de conrexro podrían dar la fije y permanezca en el yo, sino mirar a Cristo. Piensa en ¡u
impresión de que ella enseñaba la salvación por las obras ¡ lo amor, en la belleza y perfección de su carácter. Cristo en su abne-
cual sería muchísimo más grave, conducir a algunos al desáni- gación, Cristo en su humillación, Cristo en su pureza y santi.
mo frente a un ideal cristiano imposible de alcanzar, mienrras dad, Cristo en su incomparable amor: tal es el tema para la con.
que a otros los induciría al detestable orgullo que s€ basa en la templación del alma. Es amándolo, imitándolo y dependienda
justicia propia. enteramente de él como serás transformado a su semejanza, (El
camino a Cristo, págs. 78-80).
En realidad en los escritos de Ellen G. Vhite no existe ni una
sola alusión a la perfección del carácrer sin que Jesucristo apa-
rezca al mismo tiempo como el único medio para alcanzarla. Necesidad y condición absoluta
Aunque para probarlo sería suficiente una lectura arenra de los Se trata de una condición absoluta:
pasajes ya citados, permítasenos insistir sobre ello.
nDeberíamos espaciarnos en el carácter de nuestro querido
Redentor e Intercesor. [...] Mientras meditemos en la perfección
La contemplación del carácter de Jesús del Salvador, desearemos ser enteramente transformados y reno-
t
vados conforme a la imagen de su pureza. Nuestra alma tcndrá
uFuera de él no hay verdadera excelencia de g7¡6s¡s¡" (El hambre y sed de llegar a ser como aquel a quien adoramos, (E/
camino a Cristo, pág.28). camino a Cristo, pág.99).
Únicamente mediante la contemplación del carácrer de Cris- Aún más, a medida que se transforme, por la gracia de nucs-
to se opera la tan deseada transformación del nuestro: tro Señor Jesucristo, el alma admirará siempre más y más cl
.,Como la flor se dirige hacia el sol para que sus brillantes carácter de su divino modelo (veáse EI camino a Cristo, pág.74).
rayos le ayuden a perfeccionar su belleza y simetría, así debe- uUn verdadero discípulo de Cristo [...], contemplando como
mos volvernos hacia el Sol de Justicia, a fin de que la luz celes- por un espejo la gloria del Señor, es transformado de gloria cn
tial brille sobre nosotros y nuesrro carácrer se transforme a la gloria hasta que llega a asemejarse a aquel a quien adora, (Los
imagen de Cristo, (El camino a Cristo, pág.76). hechos de los apóstoles, pág. 446).
A fuerza de imitarlo nla hermosura del carácter de Cristo ha De esta manera se desarrolla en nosotros el carácter dc Cris-
de verse en sus seguidores, (EI camino a Cristo, pág.69). to, como por una especie de ósmosis.
Así pues, el primer paso hacia la perfección es un paso hacia Para cada uno de nosotros es posible entonces una transfof-
Jegucristo: mación similar a la que tuvo lugar en la vida del apóstol Juan:
r62 t63
r
L{ PERFEcctóN cRIsrt.{NA
Solo EN Jrsttcntsro Es postBLE LA pERtrt:(.( r()N rrr rr \ri \' || r,
uSu genio rencoroso y ambicioso cedió al poder modelador No es solamente el autor de nuestra fe, sino tanlllrt:tt'1n lrr r
de Cristo. La influencia regeneradora del Espíritu Santo reno- feccionador, (El camino a Cristo, pág.77).
vó su corazón. El poder del amor de Cristo transformó su carác- ula vida que habéis recibido de mí puede cons('rvru\(' ulu
rcr. Tal es el seguro resuhado de la unión con Jesús. Cuando Cris- camente por la comunión continua. [...] Como el s;tnri.'trt,,
to mora en el corazón la naturaleza entera se transforma (El de la vid recibe constantemente la savia de la vid vivicrttt', ttt/
camino a Cristo, pág.82). ltemos de aferrarnos a Jesús y recibir de él por la fe le lir, r¡.r y
nPueden existir defectos notables en el carácter de una per- la perfección de su propio carácteru (El Deseado ¿lt tor/,tt l,t'
gentes, pág.630).
sona, pero cuando llega a s€r un verdadero discípulo de Cristo,
elpoder de la gracia diuina le transforma y santifica" (Los hechos
de los apóstoles, pág.446). Fuera de Cristo no ba! santidad
uEl que está intentando llegar a ser santo mediante srrs cslir.'r
uMediante el ejercicio de k fe [...J p"ede se r suplida cada defi-
ciencia del carácter, cada contaminación purificada, cada falta zos por observar la ley, esttí procurando una irnposibili¿l,t¿/" (1"/
corregida, cada excelencia desarrollada" (Los hechos de los após' camino a Cristo, pág. 70).
uComo la rama depende del tronco principal para su cre- ción real con Dios cada creyente obtiene ula maravillosa posi
cimiento y fructificación, así también vosotros necesitáis el bilidad de llegar a ser semejantes a Cristo, obedientes r t()(l()
auxilio de Cristo para poder vivir una vida santa. [...] Única- los principios de la ley de [)ios. Pero por sí mismo el horu|,rc u
absolutamente incapaz de alcanzar esas condiciones. La santirl;rtl,
mente estando en comunión con él diaríamente y Permdne-
ciendo en él cada hora, es como hemos de crece r en la gracia. que según la Palabra de Dios debe poseer antes de pock'r scr
I (r'->
164
Ln penpecc¡óu cRtsrlANA SoLo EN Jesucnrsro Es poslBLE L,\ pERFEcctóN DEt cAMcTln
166 t67
LA PERFECC¡óN cRrsr¡ANA So¡-o e¡l JesucRrsro Es posrBLE LA pERFEccróN DEt CAMCTBR
dad y horror del pecado, por lo que el hombre puede creerse hacia él y hacia la Palabra de Dios, tanto más elevada tendre-
santo. Cuanto más lejos esté de Cristo y más yerre acerca del mos la visión de su carácter, y con tanta mayor plenitud reflc.
carácter y los pedidos de Dios, más justo se cree)) (El conflicto jaremos su imageno (El camino a Cristo, pág.74).
de los siglos, pág. 526).
Todo ello quedará claramente demostrado en la actitud de
nTodos los que son verdaderamenre santificados vivirán una los que vivan en el tiempo de angustia. Aunque han llcgado
experiencia similar [a la de Daniel]. Con cuanta mayor claridad a la perfección de carácter y están salvaguardados dc todo
vean la grandeza,la gloria y la perfección de Cristo, más verán pecado por la todopoderosa gracia del Señor, (es poco el bicn
su propia debilidad y su imperfección. No rendrán disposición que pueden ver en toda su vida. Reconocen plenamente su
alguna de pretender un carácter sin pecado; lo que antes les pare- debilidad e indignidad. Satanás trata de aterrorizarlos con la
cía justo y digno ahora lo verán como sin valor y corruprible en idea de que su caso es desesperado, de que las manchas de su
comparación con la pureza y la gloria de Cristo. Únicamente impureza no serán jamás lavadas. [...] Aun cuando los hijos
separados de Dios y con ideas confusas sobre Crisro pueden los de Dios se ven rodeados de enemigos que tratan de destruir-
hombres decir: "no tengo pecado; esroy sanrificado" u (The Sanc- los, la angustia que sufren no procede del temor de ser per-
tifed Life, pág. 50). seguidos a causa de la verdad; lo que temen es no haberse dffc-
oNo puede haber glorificación de sí mismo, ni arrogantes' pentido de cada pecado ! que debido a alguna faha por ellot
cometi¿rt no puedan ver realizada en ellos la promesa dcl Sel-
pretensiones de estar libre de pecado, por parre de aquellos
vador: "Yo también te guardaré de la hora de prueba que ha
que andan a la sombra de la cruz del Calvario. Harta cuenta
de venir en todo el mundo" (Apoc. 3: l0). [...] Afligen sus
se dan de que fueron sus pecados los que causaron. la agonía
almas anre Dios, recordándole cada uno de sus actos dc arre-
del Hijo de Dios y destrozaron su corazón; y este pensamiento
pentimiento" (El conflicto de los siglos, págs. 676-677).
les inspira profunda humildad. Los que viven más cerca de
Jesús son también los que mejor ven la fragilidad y culpabi- uMientras reine Satanás tendremos que subyugar el yo, ten-
lidad de la humanidad, y su sola esperanza se cifra en los méri- dremos asedios que vencer, y no habrá punto en que detenerse,
tos de un Salvador crucificado y resucitado, (El conflicto de donde podamos decir que hemos alcanzado la plena victoria¡r
los siglos, pág. 525). (Joyas de los testimonios, t. l, pág. I l5).
La perfección de carácter de los verdaderos discípulos de Cris- nNo podemos decir: "Yo no tengo pecado", hasta que este
to no será pues nunca una perfección autosuficiente. Por el con- cuerpo vil sea cambiado y transformado a la semejanza de su
trario, será más perfecta cuanto más sientan ellos el deseo de cuerpo glorioso, (Signs of the Times, 23 de m rzo de 1888). O
hacerla depender de la perfección misma de Cristo, su Salvador: sea, que la lucha no solo se prolongará hasta el fin del conflic-
oCuanto más nos impulse el sentimiento de nuestra necesidad to, sino que alcanzará su apogeo en el tiempo de angustia.
168 t69
l¡ p¡nr¡.ccróN cRtsrlANA SoLo EN Jrsucrusro Es postBLE LA pERFEcCtóN Dp,t CAlÁgflt
De todas formas, así como Dios no rechazó a Jacob en el uEsre manro, tejido en el telar del cielo, no riene un ¡olo hülo
torrente de Jaboc, nno rechazará a los que han sido engañados, de invención humana. Cristo, en su humanidad, desarrollót¡o
tentados y arrastrados al pecado, pero que hayan vuelto a él con carácter perfecto, y ofrece impartirnos a nosorros este carCctcr,n
verdadero arrepentimiento. [...] El amor de Dios para con sus Ello es posible: nCuando nos sometemos a Cristo, el corazón se
hijos durante el periodo de su prueba más dura es tan grande y une con su corazón, la voluntad se fusiona con su voluntad, le
tan tierno como en los días de su mayor prosperidad; Pero nece- mente llega a ser una con su mente, los pensamientos se suje.
sitan pasar por el horno de fuego; debe consumirse'su munda- tan a él; vivimos su vida. Esto es lo que significa esrar vesridos
nalidad, para que la imagen de Cristo se refleje perfectamenteu con el manto de su justicia, (Palabras de uida del gran Maettrl,
(El conflicto de los siglos, págs.678-679). pág.253).
170 t7t
r
[,{ PERFECCTóN cRIsrtANA
I
t
sobre cada alma arrepentida y creyente) (Palabras de uida del ü
$
BIBLIOGRAFIA CITADA
Nunca se dirá bastante y por eso lo queremos repetir: f,
f
I Obras de Ellen G. White
nNo hay en nosotros mismos cosa alguna de qué jactarnos.
I
Conducción del niño, ACES (fuociación Casa Editora Sudamcricana), Buc.
No tenemos motivo para ensalzarnos. El único fundamento de r
,| nos Aires, 1974.
nuestra esperanza es la justicia de Cristo, que nos es acreditada,
para los mflestros, PPPA (Pacific Press Publishing Association),
Consejos
y la que produce su Espíritu obrando en nosotros y Por noso- Mountain View (California), 1971.
tros, (E/ camino a Cristo, pág.72). El camino a Cristo,2" ed., Edirorial Safeliz, Madrid, 1991.
Si nos esforzamos de manera constante en seguir a Jesús, la El conflicto de los siglos, PPPA, Mountain View (California), 1954.
bendita promesa de estar en pie ante el trono de Dios usin man- El Deseado de todas lns gentes, PPPA, Mounrain View (California), I g7l ,
cha ni arruga, ni cosa semejanteo (Efe. 5: 27) es Para nosotros, El hogar cristiano (aduentista), PPPA, Mounrain Vicw (California), 197!,
completos en Cristo, revestidos de su justicia y perfección. /oyas de los testimonios, t. l, PPPA, Mounrain View (California), 1953.
La educación, ACES, Buenos Aires, 1978.
Los hecbos de los apóstoles, PPPA, Mt¡untain Vierv (California),1977,
Mensajes para los jóuenes, PPPA, Mountain Vicw (California), 1967,
Mensajes telectos, t. I, PPPA, Mounrain View (California), 196(r,
Mensajes selectos, t. 2, PPPA, Mounrain Vicw (California),1967.
Ml Ltft Tbday, RtxH (Review and Hcrald Publishing Associarion), Vash.
ington D.C., 1952.
Nuestra eleuada uocación, PPPA, Mounrain View (California), 1962,
Obreros Euangélicos, PPPA, Mountain Vicw (California), 1957.
Palabras de uida del gran Maesto,PPPA, Mountain View (CaliFornia) ,1971,
Patriarcas y profetas, PPPA, Mounrain View (California), 1955.
Primeros escritos, PPPA, Mountain View (California), 1962.
Tlstimonies for the Church, t. l, PPPA, Mounrain View (California), 1948,
Testimonies for the Church, t. 4, PPPA, Mounrain View (Califbrnia), 1948,
Testimonies for the Church, r. 8, PPPA, Mouncain View (California), I 948,
Tbstimonios para la iglesia, r. 2, APIA (Asociación Publicadora Inrcramc-
ricana), Miami, 1996.
Tbstimonios para la iglesia, r. 5, APIA, Miami, 1997.
172 t73
l/\ PERFEccTóN cRrsTIANA
Coruentario bíblico nduentista del siptimo día. r. 5, PPPA, Boise (ldaho), 1987.
Comentaio bíblico tduentista clel séptimo día, t 6. PPPA, Boise (ldaho), 1988.
Artículos de revistas
"Abidc in me,, Th,e Signs of tlte Times,23 marzo l88tl, t. 14, n" 12, págs.
198-199. (lnrcrnarional Tract and Missionary Society, Oakland fCali-
fbrnial).
ulmportancc of Education,,. Aduent Reuieu, an/ S¿bbtttlt Hemld,26 agosto,
18t14. t. 61. n" 35, págs. 455-45(t (Scvcnrh-f)ay Adventist Publishing
Association. Battlc Crcek IMíchigan]).
174