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LA

PERFECCION
CRISTIAI.{A
Jrrx ZuncrrER

LAt

PERFECCION
CRISTIAI{A

,ffir
A'---J
ednü@rnqil s ffdE
SilIII,ASD[[SruNilZA

Índice
Serie
Título en francés La perf ection chrétienne
Edición original Editions Selle Riviére, Lausana (Suiza)

Dirección General Jos¡ Roonicur¿ BrRrum


Dirección
PÁG.
de Administraci<in ALr:o Gov¡
l'Rrir.tlr;o 7
Dirección de l+D JoHu D. P¡r,letoru Rocrn
l ru r nouucctóN lt
Producoón FH¡Nr;rsc X. GrL¡srRr
0rganizaoón
de Producción Lurs GoruzrLr.z PnnLu I: prnrncclóN cRISTIANA
Lr
Diseño Josr M" W¡rr'¡or
Edicrón eleclrónrca EusnsrtH S¡¡rcües¡
Según las enseñanzas de Ia Biblia 17

B¡uuin l. Gmnoo
Control
l.Llamadosaserperfectos..... ........ 19
de Fabrrc¿cón MART|N GONZALIZ HutLMO I.r pertbcción, una necesidad innata . 23

ATGUAE (Asociación de Estudiantes y Gradua. Signiticadobiblicode'pertbcto'... 24


dos Universitarios Adventistas de España) ha
colaborado con Iditorial Safeliz mediante la 2. La perfección de Dios 29
traducción y redacción del texto de esta obra. La "perl'ección" de Dios y sus diversas manit'estaciones 32
(irnclusión 37
lmpresiórr Gráficas Mar-Car - Ulises, 95 - 28043 Madrid
3. La perfección del ser humano 39
IMPRTSO EN ESPAÑA / PRINTED IN SPAIN
l'.1 camino pertbcto de Noé 4l
La ti' pertecta de Abrahán 43
l:l testirnonio pert'ecto de fob . 45
Col¡ytt6lú by O TDITORIAL SAFELIZ
lll corazón perfbcto de David 46
ISBN: B4'7208-253-9
f .a vida perfbcta del rey Asa 50
Depósrto legal: M 38.382-1999
Conclusión 52

4.LainvitacióndeJesúsalaperfección ........ 57
No está pem¡tida la rcprcducción total o parc¡al de este ljbro, ni su "Sed, pues, perfectos, como vuestro Padre celestial es perfbctd' 60
tratamtento inlormáico, n la trarmisia¡ de ninguna forma o por cualqúer
medto, ya sea eleclónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros "Si quieres ser pertbcto. 65
medios, srn el permiso prcvio y pot escrito de los titul¿res del Copyright.
Conclusión ........ 7l

EoroRnl SnruLrz, s.L. 5. La perfección según el apóstol Pablo 73


Aravaca, 8 ll 28040 Madrid (España)
hll hombre perf-ecto o nacido de nuevo 76
tel. [+34]91 533 42 38, lax: [+34]91 533 16 85
e-mail: admin@safel¡z.com - http:,Twww.safeliz.com F.l hombre perfbcto o santit'icado 79
La pert-ección o esperanza de gloria 85
l" edición: octubre 1999
Conclusión 87

5
6. La perfección según el apóstol fuan . . 9l
Una distinción importantc 94

¿"Pert'eccirin" quicre decir "vida sin pecado"? 95


El "pecado quc no cs de nluerte"
l,a pcrt'ección en cl anlur
Conclusirin
99
100
102
Prólogo
7. Los instrumentos divinos al servicio de la perfección ...... . 105
lil tcstinronio de las Escrituras . . .r. . 108
[.os cristianos estAmos de acuerdo en que el Creador nos hizo para
l,a li¡ne ir'rn pcdag<lgica de la ley
La obra clcl lispíritu Santo . ,¡r.rt'ftréramos perfectos, ! dun ahora, en nuestrd condición caída'
ilo¡ inuita a la perfección. Sin embargo, como tnntas ueces ha suce-
PnnTu II: Ln PERFECCIÓN DEt CARÁCTER CRISTIANO ,lirlt¡, la prtlabra'perfección' adquiere signifcados muy distintos' 7
Cornentarios de EIIen G. White t23 It,tstn contraPuestos, según quién 1t en qué contexto la use'

8. Ellen G. White y la perfección cristiana t25


I'.1 asunto de k "perfección crütianL" hA suscitudo enconados

Una obra centrada en Jesucristo 128 tlt'l¡tttes en ciertos sectores de creyentes. En Algunos cAsos extremos ha
I)crll'ccitín rclativa . li0 ¡tt'ttuocaclo incluso manifestaciones de orgullo espiritual; )/ €n otros'
l.a pcrfbccirín del carácter cristiano 134 tttlo lo contrario: desánimo 7 hasta d'esesperación'
[.lna obra de la gracia de Dios 136
pta-
No se trata de que aquí el profesor Zurchen el au'tor de L,s
9. La perfectibilidad, privilegio de todo ser humano 139
t t (;(;róN CRTSTTANA haya buscado un término medio que diplomá-
La posibilidad de un desarrollo ilimitado t14
ti(ttLltente Pueda conciliar Posturuts extremas' Lo que ha intentado
l.a perfbcción del carácter: el objetivo de la vida 148
l.a ¡rerlbcci(ln de quienes vivan cuando fesús vuelva ,., rljar que nos hable el Espíritu santo a traués de la Escritttra,
"Y para estas cosas, ¿quién es sut'iciente?" ,,,,, ,[f, de que podamos no solo comprender cuál es el sentido de
l,r ¡,ttfección que Dios demanda de sus hijos, sino que Por su gra'
10. Solo en fesucristo es posible la perfección del carácter 159
('itt cxPerimentemos el gozo de alcanzarla'
La contcmplacirín del carácter de fesús 162
l)crli'ctr¡, pcro no sin pecado 166 (,reemos que el autor ha acertudo en su Plantuamiento, con un
Ilcvcstido dc la justicia dc'Crisb t70 prn'
l,'rtguaje conciso y claro. Además, lo realmente ualioso de L'q
trata de una obra prouechosa, Pues nos
t:t.(.:(.:lÓN )RISTIANA es que se
Bt ut.t(x;R/\FfA ct't)\D\ . t73
,fi.rce orientación práctica pard nuestra uida coúdiana tLnto en su
rlirilansión espiritual como en las demás dimensiones bumanas: la
fi.rica, la mental y la social'
Es un libro para deleitarse leyéndolo .y, aún más, releyéndolo y
comPartiendo su inspirutdor contenido con otros compdñerot de ruta
en el camino de ln prrfect'ii¡n cristiana.

Por todo ello esta crlsa editora se siente profundamente satisfe-


cha de dnr n ln /uz pública la traducción en castellano de la L¿ prn-
t-'t,t ;t:tt)N (.:t¿t.\ t t^NA.

()urrrtnos, pues, en primer lugar agradecer a nuestro Dios que


lm.yt pcrnitido la aparición de la edición española de este libro, y JrnN ZuncHrn
lut(o tl tutr¡r, doctorJean Zurcherlt rt cu(tntos han contribuido con doctor en Filosofía
por la Universidad de Ginebra (Suiza),
su tnrhtjo -y conocimientos para editarla, entre los que se cuentd
es autor de una extensa obra
A¡-:(;UAE (Asociación de Estudiantes y Graduados Uniuersitarios de investigación bíblica y filosófica,
Alwntistrts de España) que ha realizado la traducción y reuisión que ha merecido distinciones honoríficas
de la Universidad de Ginebra (Suiza),
tbl tutt¡, con soluencia y calidad. en dos ocasiones,
(.ou rstr nucuo libro de la serie esperamot haber connibuido'rt y también de la Universidad Andrews
(Míchigan, EE.UU.).
/¡ hlror qu(, por la gracia de Dios, nos hemos propuesto: Sembrar
Su tes¡s doctoral,
St,rttt t.,t.s l)l: l'.st,l:l¿4NzA, unrt espefttnza gozosa, faternal, abierta, L'homme, so noture et sa dest¡née
y sobn' torlo con proyección de eternidad. (El hombre, su naturaleza y su destino)
fue publicada por la prestigiosa editorial
Los Eotronrs suiza Delachaux et Niestlé.
Ha sido misionero en África y
profesor deTeología en Francia.
Nació en l918 en Cerlier
(cantón de Berna, Suiza).
Salvo que se indique otra cosa,¡, la velversión que se utiliza en LA pERFEcctóN cRts-
Actualmente, Ya jubilado,
nANA p(lr(r l.rs cit.rs bíblicas es la Nueva Reina-Valera I 990 (NRV). En esta ver-
a Nuer
si<irr tlgunas palabras en letra cursivo o itálica.Se
aparecen en ocasiones alguna vive consagrado a la investigación y
trat.r (le voc¿blos añadidos al texto or¡ginal por los traductores y revisores a la redacción de trabajos centrados
cor¡ el fin de precisar o aclarar algunr
algunos pasajes o expresiones difíciles. Noso- en la persona y la obra de Jesucristo.
tros no conservamos ese recurso tipográflco con el mismo fin; solamente
rrso ti¡
empleamos la cursivo en los textosextos bíblicos para destacar las ideas funda-
ment¿les que Jean Zurcher resalta rsalta con dicho recurso u otros similares en
r

la edición original del libro.


En el caso de las citas de las obras
bras dde Ellen G. White los destacados en cur-
siva corresponden normalmente rte a JJean Zurcher, el autor.
Introducción
A ma chére compagne, Anno,
qui par sa pieté, son esprit doux et paisible,
I

a grandement contribué
l á mon perfectionnement spirituel.

tA mi querida esposa, Anna,


quien por su piedad y su tolante dulce y opacible,
ha contribuido de modo notoble
a m i perfecc ion o mie n to e spi r itu o l.l

santificación es una obra progresiva


<Esta
y un avance de un grado de perfección a otro.>
My LifeToday,
pá9.250

<Jesús, considerado como hombre, ero perfecto,


y sin embargo crecía en gracia. [...]
Aun elcristiano mós perfecto
puede crecer conti nuamente
en el conocimientoy en el amor de Dios.>
Joyas de los testimonios,
t.1, págs.1 14-1 15
I tema de la perfección cristiana siempre ha sido obje-
to de arduas discusiones, ya que no todos los cristia-
nos le conceden el mismo valor. Para la mayoría se
trata, como mucho, de un ideal moral únicamenre rea-
liz.¡rdo en Jesucristo. Algunos piensan, por el conrrario, que la
¡rcrfección constituye el objetivo de la vida cristiana, la meta que
clda creyenre debiera marcerse.
Y hay incluso quienes plantean la perfección como una exi-
¡¡cncia imperiosa sin la cual nadie podrá salvarse.
De ahí que, por ejemplo, bajo la influencia de la filosofía grie-
gil,
.,-%
que otorgaba a la noción de perfección un sentido absolu-
to, al gu nos Pad:es d g l-a -lglSt i1^." Ui$.l1LT g3¡r e n te
_qyS
ú r.r

t
),t**l&sfr&S n
tB u1e Q.te: l a pef Fecció n era, se gtin el l os,
inaccesible al hombre. Como mucho, dejando aJesús aparre, tan
l
%
t3
INTRoDUCcTóN
["r peRpecctótt cRlsrlANA

solo algunos pocos escogiclos, a quie ncs la Iglesia Católica deno- to extremista, el cual sostenía qr.re la perfección cristiana no solo
mina "santos", habrían sido capaces dc alcanzarla. cxige la victoria sobre el pecado, sino también que la naturale-
za humana pecaminosa había de ser extirpada del corazón y de
( Lot re Por cl contrario, enseñaron
fbrur,r,-1,-lrcs Pr()tcstat)tcs,
la mente, y que la naturaleza corrupta y carnal debía ser des-
{q.t. l. perfcccirin cr-a rie le incun.rl,cncia
clc rodos los creyentes,
trr,rida y no solamente neutralizada.
{p..n q,r. nrrc{ic dcltírr prctcnclcr habcrle ,llc,rnzado.
Estas doctrinas suscitaron una enérgica respuesta, sobre todo
Sin embargo, cn el seno de casi todos los reavivamientos
en el mundo anglosajón. Se dedicaron al tema de la perfección
srrrgidos clc la Refilrma han irparecido lamentablemenre ren-
numerosos artículos, folletos y libros a fin de denunciar errores
clencias "pcrfcccionistas" de forma periódica. No contentos
tlc interpretación de los textos bíblicos y, por encima de todo,
con ,rfirmar que la perfección cristiana exige una vida mortrl
.lc algunos pasajes de los escritos de Ellen G. White. La mayo-
sin pecado, sus partidarios han pretendido en ocasiones que
r ía de esos trabajos se publicaron e n inglés."
dicha perfección entraña una naturaleza humana restaurada,
o sea, liberada para siempre del,poder del pecado. un folleto con el ú :ulo La
E,n francés únicamente apareció
La finalidad de este libro no es Presentar la historia de las dis- ¡ufcction chrétienne (La perf'ección cristiana), la primera edición
tintas teorías que se han venido enfrentando a lo largo de los .lcl presente estudio, que está agotada desde hace bastante tiem-
siglos; puesto que eso nos Parece de muy poca utilidad para ¡ro. Muchos nos han manifestado su deseo de que apareciese de
qr.ricn desee conocel lo que enseña la Biblia acerca de la perfec- nucvo, con el fin de estar meior informados en cuanto a lo que
ci<in cristiana. l.r lliblia enseña en relación con la perfécción cristiana, y tam-
I'ic1n sobre las excelentes explicaciones que Ellen G. \White dio
Si nos hemos decidido a PreParar una nueva ediciónr del estu-
r,rllre este asunto.
dio que publicamos en París en 1966) y en \Washington en
l.)67,3 es con el fin de dar respuesta a esa cLlestión. Aquí tenemos,i pues, la segund,r edición revisada y conside-
de los sesenta del siglo XX muchos creyentes r.rl,lcmente aumentada en lo que respecta a las enseñanzas de la
I' En la década llilrlia. Conviene, sin embargo, deiar bien claro que con la pre-
qu"d"ron desconcertados por las enseñanzas de un movimien-

l. fcan Ztrrclrcr, I-a perfection chrltienne, Éditions [-¿ Belle Riviire, Lausana, 'r l,rr cestcllano se publicti, en Lln¿ entonces poptrlar colección de bolsillo, el
I 991. rrr,rqrrífico trabajo de Loron \lade, ;Es posible tlcanzar la perfección? (Publi-
;rcioncs Interamericanas fi)acific Prcss Publishing Association], Mountain
2..fcrrrr /.rrrchcr, La petfection chtétienne, 130, Boulevard de I'H6pital, París'
,
Vicrv IOrliforni¿!, | 97 9).
l 966.

3..f crrrr Zurchc r, (')l¡risti,tn Perftction, Review and Herald Publishing Asso-
',. Se rret¿ de Ia edición de 1993 cuv¿ relercncia hemos dado en la nota l, que

ciation, \üí/:rshin¡¡ton, I 967.


, t l,r quc ahora ofreccmos traducid¿ al castellano.

t4 t5
.t

Lr p¡,R¡¡ccróx cRlsrtANA

sente edición de Ln PF.I{FF.(lclÓN (.l{ls'tIANA no pretendemos


ofrecer un tratado de teología siste mática provisto de comenta-
rios y de referencias a los numerosos aLltores que han estudiado
el asunto.
Por el contrario, nuestra intención ha sido ceñirnos a la Biblia
facilitando que todos los lectores puedan €ntrar en contacto
directo con el texto sagrado. Así que nadie se sorprenda por la
abundancia de pasajes de la Escritura citados in extenso y no solo
por referencias.
Es importante que cada cual comprenda que Dios llama a
todos los creyentes a la "perfección'. Sin embargo, al haber otor-
gado a ese vocablo significados a -e.tttdo aienos al pensamiento
bíblico, algunas teorías han conducido a aurénticas aberraciones.
Pnnrn I
Esperamos, pues, que cada uno de los capítulos de L' lr'n-
FECCIóN cltls'flANA pueda contribuir, no solo a ofrecer una
información correcta, sino también, y sobre todo' a un reaviva-
t

La perfección
miento espiritual para todos y cada uno de los lectores.
cristia na
SBcúN
LAS ENSENANZAS
DE LA BIBTTN

r6
1

Llamados
a ser perfectos

<<Con esto no quiero decir que yo sea perfecto.


Todavía no lo he aprendido todo;
. pero continúo esforzóndome
para ver si llego a ser un día lo que Cristo,
al salvarme, quiso que yo fuera.
No, hermanos,todavía no soy el que debo ser,
pero, eso sí, olvidando el pasado
y con la mirada fija en lo que está por delante,
me esfuerzo hasta lo último
por llegar a la meta y fobtener] el premio
que Dios nos llama a recibir en el cielo
i
en virtud de lo que Jesucristo hizo por nosotros.>
Filipenses ,r t r;;

ii
adie puede leer las Escrituras sin experimentar desde
lo más profundo de su ser una poderosa atracción
hacia un ideal de vida superior. La Biblia entera es,
en efecto, un llamamiento a vivir una existencia cuyo
valor no se mida únicamente por el número de años; sino, sobre
todo, por la perfección moral y espiritual, cuyo modelo perfec-
to es Jesucristo.

Todo cristiano conoce la orden dada por Dios a Abrahán,


cl padre de los creyentes: uAnda delante de mf, y sé perfec-
to, (Gén. 17: l). Más aún, ninguno ignora la exhortación

2l
Ll ptnprcclót t cRtsrtANA I-IATIADoS A sER PERFECTOS

de Jesús que concluyc su come ntario a la ley: uSed, pue s, per- uHermanos míos,
f-ectos, como vuestro Padre cclestial es perfecto, (Mat. 5: 48). tened por sumo gozo
cuando os halléis en diversas pruebas,
Está claro que la perfección es el fin hacia el cual todo discí-
porque vosotros sabéis
pulo de Jesús debe orientarse. Por haberlo comprendido así, el
que la prueba de vuestra fe
apóstol Pablo lo pr€senta como el objetivo de su vida:
produce paciencia.
uNo que lo haya alcanzado ya, Pero tenga la paciencia su obra completa'
ni que ya sea petfecto, para que seáis perfectos y cabales,
sino que prosigo, sin que os Falte cosa algunau
por ver si alcanzo aquello (Sant. l: 2-4).
para lo cual fui también
alcanzado por Cristo Jesús.
Hermanos, no considero haberlo ya alcanzado; l.a perfección, una necesidad innata
pero una cosa hago,
Si la perfección fuera algo inalcanzable,los autores sagra-
olvido lo que queda atrás,
tlos no nos exhortarían a buscarla. Dios no invitaría a los cre-
me extiendo a lo que está delante, ycntes a conseguirla si no existiera en el ser humano una au-
y prosigo a la meta,
rintica necesidad de obtenerla, al igual que ocurre con el anhe-
al premio al que f)ios me ha llamado
lo cle eternidal, puesto en el corazón humano por el Creador
desde el cielo en Cristo Jesúsu (vcáse Ecl. 3: l1).
(Fil. 3: t2-14).
Además, la búsqueda de perfección no se manifiesta sola-
Luego, dirigiéndose a sus lectores, añade: nrente en el ámbito de la vida espiritual. La podemos observar
uSed imitadores de mí, cn todas las actividades humanas, ya sean las artes, el deporte,
y mirad a los que viven ,, cn cualquier otro ámbito.
según el ejemplo En realidad, la vocación a la perfección es el impulso que
que tenéis en nosotros) subyace en todo el progreso material y técnico de la sociedad
(Fil.3: l7). rnoderna.
De la misma forma, Santiago en su epístola exhorta a todos En el terreno espiritual, esa necesidad es una categoría de la
los cristianos a perseverar en las pruebas para llegar a la per- conciencia que impele al creyente de forma apremiante hacia
Fe cción: nuevos progresos en el ámbito de los valores morales.

22 23
[,{ PERFEcctóN cRlsrrANA Lr,q"r¡,roos A sER PERFEcros

Resulta inconcebible que Dios pusiera en el ser humano una Así es como los pasajes que tratan acerca de la perfección
vocación a la perfección sin haberle proporcionado al mismo r.' sr¡elen abordar con ideas preconcebidas. O se los interpre-
tiempo la posibilidad de satisfacerla. r,r:r partir de conceptos filosóficos ajenos a la mentalidad de
l,r []iblia. Demasiado a menudo atribuimos a los vocablos
Si la perfccción cristiana fuera en realidad inaccesible, no se lríblicos significados de uso corriente €n nuestras lenguas
comprendería demasiado por qué Jesús mismo nos indicó el nrr¡dernas. Al actuar así, le hacemos decir a la Biblia lo que
camino para alcanzarla. n()s()tros pensamos, en lugar de lo que realmente dice. Por eso,
l,,s nrismos textos, e incluso las mismas palabras, sirven a veces
,.,nro base para doctrinas diametralmente opuestas.
Significado bíblico de'perfecto'
A dccirverdad, no se trata realmenre de saber si la perfec- I'rincipios básicos de intetpretación
ci<in es posible o si, por el contrario, es inalcanzable; más bien
Si queremos interpretar de forma correcta las expresiones
se trata de intentar comprender el significado arribuido por los y los vocablos bíblicos, es necesario seguir algunos principios
autores bíblicos a la palabra 'perfecro', así como a sus derivados. lir nclame ntales:

En ningún caso resulta empresa fácil precisar el significado ' l)rra estudiar cualquier asunto hemos de buscar en primer
que dieron los autores sagrados a las palabras de la Biblia. Irrgar el sentido original de los términos hebreos o grie-
gos que emplearon los autores del Antiguo o del Nuevo
Con demasiada frecuencia leemos las Escrituras con ideas que 'lcstamento.
nos hemos forjado de antemano, y que dependen de lo que que-
remos demostrar. ' Acto seguido es imprescindible situarlos en su contexto;
pero no solo el inmediato, sino también el del libro en que
sc encuentran, e incluso el conrexto global de la Biblia roda.
La necesaria o bj etiuidad
diÍicil ser objetivos, dejar que la. Biblia hable por
Es realmenre Una palabra con una gran riqueza de significados
sí sola, escuchar con atención únicamente lo que dice por sí
Muchos vocablos poseen más de un significado. Este es el
misma, sin añadir nada...
caso de la palabra 'perfecto', por lo cual únicamente podre-
Y el asunto se complica más todavía cuando ignoramos el sig- mos captar sus matices de acuerdo con el contexto. Por ello
nificado preciso de los vocablos y de las expresiones que emplean hcmos de esforzarnos en encontrar el significado que le die-
autores de otra lengua y otra cultura. ron quienes la emplearon. Actuando de esra manera, los rra-

24 25
L{ PERFEccIóN cRIsrtANA Lr¡¡t¡oos A sER PERFEc ros

'litm / tamim, y téleios


ductores han echado m¿rno con cierta frecuencia de otras shalem
expresiones en lugar de las palabras 'perfecto' y'perfección'' Naturalmente no podemos examinar aquí los múltiples pasa-
Cuando examin¿rmos las versiones bíblicas más usuales, no i.'s bíblicos donde aparecen los vocablos 'perfecto' o 'perfección'.
podemos por nlenos que sorprendernos de ver cuán raras veces Limitaremos nuestro estudio al uso que de ellos se hace al ha-
estos términos hebreos y griegos aparecen en nuestras lenguas I'lrrr de Dios y de los seres humanos.
modernas en sus equivalentes 'perfecto' o 'perfección .
lrn estos casos, comprobamos que los vocablos hebreos tam
Frcntc:r l,rs c,rsi ochocientas vec€s que aparecen así en los v tdmim, así como sltalem, utilizados en el Antiguo Testamen-
originalcs de ambos Testamentos, apenas se los encuentra en t., se traducen por lo general como "íntegro", "recto", "cum-
unas cien ocasiones en las versiones actuales. En los casos res-
¡,lido", "bueno", "inocente", "tranquilo". Al hablar de los seres
tirntes est,rs palabras se hallan traducidas por otras expresio- lrrrm¿rnos estas palabras nos indican la idea de "perfección", de
nes qlle toman en cuenta el contexto. "¡,lcnitud", de "integridad" y de "sinceridad" para con Dios.

l)or su parte los autores del Nuevo Testamento atribuyen


Ejemplos de traducciones diuersas ,r l,r palabra táleios y a sus derivados esos mismos significados.
Por ejemplo, en el original hebreo dice que la resrauración l',stc término griego abarca igualmente la idea de lo que es
del templo dc Salomón fue "perfecta", lo cual ha sido acertada- "¡,.'rfecto", "acabado", de aquello que ha llegado a su "pleno
mente vertido por los traductores con el vocablo 'terminar' (2 .lc's:rrrollo", que "ha alcanzado su objetivo", de algo que ha lo-
(lrón. 24: 13-14). 1',',r.lo su "madurez".
Dc moclo similar, en el Nuevo Testamento el vocablo grie- LJn estudio detallado de algunos ejemplos típicos del Anri-
go téleios prcsenta tr¿rducciones bastante diversas según los dis- riuo y del Nuevo Testamento debería bastar para permitirnos
tintos contextos. ( ;rl)r.lr el sentido de la noción bíblica de "perfección".

Hablirndo cle la fiesta de la Pascua e n la cual Jesús tomó parte Ahora bien, por encima de todo, partiendo de una correcta
al cumplir lcrs cloce años, la Nueva Reina-Valera vaduce'. uAca' ,,,rnpresión de todas esas expresiones, cada uno de nosotros
bada la fiesta, (Luc. 2: 43). ,lc bcríamos darnos cuenta además de que la perfección es, se gún
l,r Biblia, la meta hacia la que todo cristiano debiera tender.
En otrrrs circunstancias traducen la palabra 'perfecto' por
'terminar' (t.uc. I 3: 32) y también por 'llevar a cabo' (Juan
4:34;5:36, Cll) o incluso por el verbo'cumplir' (Juan l9:
28, CI). En la orrtción sacerdotal se dice que Jesús ha uaca-
badou la obra qLrc [)ios lc ha encargado (Juan 17:4).

26 27
La perfección
de Dios

<Él es la Roca,
sus obras son perfectas,
sus caminos son justos;
es un Dios fiel, sin maldod,
justo y recto.r,
Deuteronomio 32:4
NBE

<La ley del Señor es perfecta,


devuelve el respiro,
el precepto delSeñor es fiel,
instruye al ignorante.>
Salmo 19: 7
NBE
or extraño que pueda parecernos, en roda la Biblia
existe tan solo un pasaje que alude a la "perfección"
de Dios. Es aquel donde Jesús exhorta a todos sus dis-
cípulos con las palabras: uSed, pues, perfectos, como
vuestro Padre celestial es perfecto, (Mat. 5: 48).
Por supuesto, Dios es perfecto en el sentido más absoluto del
término, pero los autores sagrados nunca vieron la necesidad de
cxpresarlo.

En realidad, si situamos el cirado pasaje en su conrexro, la


pcrfección a la cual Jesús alude no concierne a Dios en sí
rnismo, sino más bien a sus relaciones misericordiosas con

31
L,\ PERFEccIóN cRIsrtANA L¡ prnreccróN DE Dros

'fiene su importancia que lo destaquemos


todos los seres humanos, que son perfectas. De igual mane- si queremos com-
ra, los autores del Antiguo Testamento nunca aplican la 1'rcnder el sentido de este adjetivo (perfecta). No se trata aquí
noción de perfección a la persona de Dios en tanto que defi- ,l.. la perfección de la obra creadora de f)ios.
nición de su n:rturaleza; los profetas hebreos emplean más bien
Ciertamente, como dice Pablo:
el vocrblo tamim, es decir, perfecto, al referirse a sus obras, a
sus caminos, a sus leyes y a su omnisapiencia. u[,os arributos invisibles de Dios, su ererno poder y su divini-
,1.¡tl, se ven claramente desde la creación delmundo, y se entien-
,l.rr por las cosas que han sido creadas,. Y el apóstol añade que
La "perfección" de Dios ,,rro tienen excusaD quienes no lo qr-rieren ver así (Rom. 1:20).

y sus diversas manifestaciones


l'.saobra perfecta que Moisés se esluerza en recordar en su
[)c hecho, írnicamente encontramos en el Antiguo Testa- l.rrgo poema consagrado a la gloria de Dios es la que ha cr¡m-
mento cuatro pasajes en los cuales la palabra'perfecto'se emplea ¡,litlo en favor de Israel desde la liberación de Egipro hasta las
de forma explícita en relación con L)ios. l)u(r'trrs de Canaán. Frente a la actitud del pueblo de Israel, de
r,l'cli<in consranre, el gran prolteta destac¿r la relación perfecta
Iisas cuatro menciones describen realmente los ámbitos en los
,1, l)ios con su pueblo: paciencia, bondad, fidelidad y iusricia.
cuirles se m,rnifiesta la acci<in perfécta de Dios en favor de sus
cri:rtura.s. ulo rodeó de cuidados, lo instruyó,
y lo guardó como la niña de .su.s ojosu
(l)eut. 32: I0).
l. "Su obra es perfecta"
I{c.sultaría expresar mejor y de modo más conciso
dificil
Iln su cxtrrrordinario canto a la gloria de Dios, Moisés es el
,¡rrt'l,r perfección de las obras de Dios en favor de sus hijos
primcro qrrc clcscribe la perfección de las obras de aquel que ha
r,..idc en la relación perfecta que mantiene con ellos pese a
dirigido a sLr ¡rueblo como lo hace un pirdre con sus hijos:
,,r¡ infidelidades.
*lil es la Roca, su obra es perfecta,
t.rtl.rs sus clrminos son rectos.
[)ios leal, ninguna iniquidad
e.s
)."Perfecto es su cnmino"
hay en é1. E.s justo y rectoD
Irn el texto anterior Moisés había declarado que urodos sus
(Deut. 32:4). (.uninos son rectos)- En dos ocasiones David los declara per-
lr r lt)S.
¿f)e qué obra se trata?

32 JJ
L¡ pen¡EccróN DE Dros
L¡ p¡RrecctóN cRIsrrANA

uPerfecto es el camino de Dios. -J. "La ley del Eterno es perfecta"


I.a palabra del Señor es acrisolada, En la primera parte del Salmo 19 David considera en primer
es escudo :r todos los que en él esperanu
Itrgar las extraordinarias leyes que rigen el universo.
(Sal. 18 30; cf 2 Sam. 22:31).
No ignora que (por tu orden subsisten todas las cosas hasta
l.os canrinos de Dios no siempre se disciernen con facilidad. lr,ryu. Y precisa, además: uJamás olvidaré tus mandamientos, por-
A vcccs, parecen extraños. Incluso, en ocasiones, son incom- (luc con ellos me das la vidau (Sal. 119:97,93).
ple nsibles.
Pero, más allá de las leyes inmutables de la naturaleza, el sal-
lrl mismo Pablo lo sabía bien: rrrista expresa su admiración por la lev moral, a la cual califica
..lc perfecta:
u¡Cuán insondables son sus juicios,
e inescrutables sus caminos!, ula ley del Eterno es perfecta,
(Rom. 1 l: 33). que r€staura el alma.
El testimonio del Señor es fiel,
Así es.
hace sabio al sencillou
¿Quién puede comprender por completo ia actuación provi- (Sal. l9:7).
dencial de Dios en el laberinto de la historia de las naciones, en
La lev de Dios es para David uel testimonio del Señoru, es
el misterioso cumplimiento del plan de la salvación para la
,lccir, la expresión misma del carácte r de Dios. Constituye el
hr-rmanidad, o simplemente, en lo más íntimo de su vida per-
sonal? 'igno de su pacto con su pueblo. Ftre entregada a los seres
lrrrrnanos para regular su relación con l)ios y enrre ellos sobre
No obstante, gracias a la uacrisolada [...] palabra del Señor, l,r [rase del amor.
(2 Sarn. 22:31), el creyente puede reconocer la mano de Dios
I'.sta ley se presenta a los ojos del salmista como perfecta. Da
en todos srrs caminos (Prov. 3: 6). l,r impresión de que no encuentra las palabras adecuadas para
Y sabe por l,r fe uque todas las cosas obran para el bien de los ,,rliflcarla.
que aman ¿r l)iosu (Rom. B: 28). No solo es verdadera y todos sus mandamientos rectos,
Conoce, rrclemrí.s, ¡''or propia experiencia, al igual que David, l)rrros y justos, umás deseables que el oror, umás dulces que

que todos los caminos de Dios son expresión de su actuación l,r mielr. Sino que, por encima de todo, ula ley del Eterno es
misericordio-s¿r en f:rvor de la felicidad de utodos los que en él ¡'r'r'fectau debido a los efectos que produce en quien la pone
e Sp€ rá tl r,.
, rr práctica. uRestaura el almau, uhace sabio al sencillor. Su

34 35
L,r PrRreCCtÓN pr DIOS
l-A PERFEcctóN cRIsrrANA

mandato ualumbra los ojosu y sus preceptos nalegran el cora- Otro ejemplo lo tenemos en el arrobamiento del salmista
zónu. uEn guardarlos hay grande galardóno (Sal. l9:7-Il). f rcnte a aquel que lo conoce a la perfección: uDesde lejos entien-
rlcs mis pensamientos [...] Conoces todos mis caminosn (Sal.
Y, dado que la ley de Dios es perfecta, es a la vez una lev de
139:2-3); frente a aquel que sabe todas las cosas, incluso antes
amor que regula a la perfección las relaciones que deben existir
tlc que acontezcan, y a quien nada se le escapa:
tanto entre los seres humanos con Dios como entre sí mismos.
nThl conocimiento es

demasiado maravilloso para mí,


4. "Perfecto en sabiduría"
demasiado alto para alcanzarlo,
Si existe algo en lo que el ser humano pueda extasiarse es, sin (Sal. 139: 6).
duda, en la omnisciencia de Dios manifestada en el universo,
Ante la providencial intervención divina en favor de Israel y
así como en su relación con sus criaturas.
.lc todos los seres humanos, a fin de conducirlos a la salvación,
Pregunta Job: l'ablo no puede menos que exclamar a su vez:
u¿Sabes [...] esas maravillas u¡Oh profundidad de las riquezas,
del Perfecto en sabiduría?" tanto de la sabiduría
ll,l u¿l.legarás tú a la perfección como del conocimiento de Dios!
l del Todopoderoso?u ¡Cuán insondables son sus juicios,
[ob 37: 16; lr:7). e inescrutables sus caminos!
Porque, ¿quién entendió
Mucho antes que Pascal, David ya había expresado su
el pensamiento del Señor?
emoci<in frente a la inmensidad del universo y la pequeñez
del ser ht¡mano: ¿Quién fue su consejero?u
(Rom. ll:33-34).
uCuando veo tus cielos,
obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que tú formaste, Conclusión
pienso: "¿Qué es el hombre
p¿lra que lo recuerdes, Del análisis de los textos citados resulta evidente que la
"perfección" de Dios nunca se aplica a su naturaleza divina,
y el hijo del hombre
para que lo cuides?"u sino a su actuación en pro de nuestra salvación. Como dice
I
j
(Sal. 8: 3-4). S;rtrtiago:

16 37
Lr pr.R¡¡.cclóN cRrsrrANA

uJbda buena dádiva


y todo don perfecto es de lo alto,
y desciende del Padre de las luces,
en quien no hay mudanza,
ni sombra de variación,

F,n efccto:
(Sant. l: 17).
La perfección
' Las obras de Dios son perfectas, porque son la expresión de
justicia, de su fidelidad, de su rectitud y de su bondad.
del ser humano
sr-r

. Son igualmente perfectos sus caminos, pues todos coadyuvan


al bien ude cuantos a él se acogenD (Sal. lB:31, BJ).
. Perfecta es también su ley, puesto que se trata de una ley de
amor, una uley de la libertad, (Sant. 2: 1.2), concebida en pre-
visión de la restauración de la humanidad.
. Perfecto cs, finalmente, el conocimiento que él tiene de to-
das las cosrrs, ya que en este se hallan guardados todos los te-
soros de la srrbiduría y de la ciencia, fuente de vida de todo
lo existcntc.
El hecho de comprender que la noción de perfección de Dios
se refierc a la relación misericordiosa que mantiene con sus crie-
turas, constituye de entrada toda una primera revelación en
cuanto al significado bíblico de este concepto. Dicha relación
<Dichoso el que, con vida intachable,
es la expresi<in perfecta del carácter de Dios; y en este sentido
camina según la voluntad del Señor;
es como los cristianos son exhortados a ser uperfectos, como
dichoso el que, guardando sus preceptos,
vuestro P:rclrc cclcstial es perfectoo (Mat. 5: 48). lo busca de todo corazón;
Es ncccsrrrio subrayarlo, pu€s, como vamos a ver, la perfec- el que, s¡n cometer iniquidad,
ción dcl scr hum,rno no reside en su naturaleza, sino en la cali- onda por sus senderos.>
Salmo 119:1-3
dad de sus rclacior-rcs con Dios y con el prójimo.
NBE

38
o es nuestra intención ponernos ahora a estudiar
todos los textos veterotestamentarios donde aparecen
i
los vocablos hebreos tamim y shalem, que se co-
!
rresponden con la palabra'perfecto'. Vamos a limi-
trlr nuestro análisis a algunos ejemplos típicos de personajes que
Iueron llamados "perfectos".
En realidad se pueden contar con los dedos de una mano.
l

I
El camino perfecto de Noé
Noé es el primer ser humano a quien el autor del Génesis
rrtribuye elcalificativo de "perfecto" (tamim). Se dice literalmente
.'lc él:
ri
L,l prnr¡cctóN cRIsrIANA Lr penprcclóN DEL sER HUMANo

_-/
¡-"Noé fue un varón justo y perfecto La fe perfecta de Abrahán
I entre los dc su riempo.
\*áon Dios caminó Noéu f,! texto que habla de perfección refiriéndose
*=-=-...-_l_%_*
-:_'.-
a Abrahán no
(gt"-é;2' l' "r .lice que él fuera perfeóto, como se dice de Noé.
:
En el caso de Abrahán, la pgrfecqión no es todavía qrás qge
.1'-fvidentemente, .llo . un ideal haqia el cual es.exhortado de:forma impejativq: "Anda
pgf..t. .r "t:S"tidq d. o, o en el de un
.lclante de mí, y sé perfecto (G;,n*!f;l).
ser humano que hubiera alcanzado el estado de santidad en el
cual ya no se peca.
(lon todo, ue se emplea aquí es tdmim, el mis¡no
(l.e se había utilizado para d.rig.,", l" p.rf...ia., d. Ño?l--
La continuación del f-.lqtq d. !" yid" t
g.¡1de3:&bLcon desgraciadas consecuencias para el menor
Ilna diferencia con Noé
de sus hijos ($-éU 9:21-22.
[)e cualquier manera, hay una d.É¡g!it" significativa_glg
j Noé un hombre justo porque mantiene una relación justa
es cl qaminar de Noé y el dg.Abgh¿in, marcada por la preposi=ción
con Dios. Es perfecro porque su integridad hacia f)ios es roral. r¡rrc los rige.
t'

/ V"t lo demás, - Mientras


,,¿
I U¡ENsé-€dlgblqg, en su naturaleza, sino más bien st1 mals- ....rmtnar
, ra @,. En otras palabras, su manera de vivir ,,los ojos de aquela quien tenemos que dar cuentaD ($L:f: t3)
/,-en relación con Dios de cara al cumplimiento de su misión.
Considerado dentro de su contexto, @r-
ql
Debido a esto "1,t._ircl"rotrpoA.I
('sc
"
' momento la debida. Por ello Dios renueva su alianza exhor-
nPor la fe Noé, advertido por Dios rrrndo a Abrahán a caminar de ahí en adelante ncorriendo hacia
de cosas que aún no se veían, l,r nreta, para alcanzar el premio a que Dios me llamau, según la

con santa reverencia construyó el arca lrcrmosa formula paulina (E$BJ), cgnJstls a fr1nr"r
para salvar a su familia. l.r perfección.

Por su fe condenó al mundo, El texto del Génesis precisa que Dios elige a Abrahán upara
y llegó a ser heredero de la justicia ,¡tre mande a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el
que viene por la fe, ,-rrmino del Eterno, que practiquen lo que es justo y recto, para
(Heb. I l: 7). t¡ue el Señor envíe sobre Abrahán lo que habló acerca de élr.

42 43
LA PERFECCTóN DEL sER HUt\fANo
[.A PERFECCTóN cRlsrtANA

(porque esperaba la ciu-


Táles son las condiciones para que su posteridad llegue a ser (una l)romesas). Pero umirándolas de leiosr,
..l,rd con fundamentos, cuyo arquitecto y constrlrctor es f)iosu
nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas
las naciones de la tierra', (Gen.18: l&19).
(tlsb.-tl:3-r0).
Noé,.tlgst"u" Abrahán es el !1g¡l¡_gglgplope$bls-.{ejjiu^:!" qlre vivió por
Desde luego la vida.de Abrahá". como la de .

l.r fe y cuya ufe se perfeccionó, por sus obras (Sant.2:22).


,exelg de fabs. El relato bíblico no deja ninguna duda al res-
Pecto.

Al final d" .rr vida, sin embargo, Dios da testimonio de él a h,l testimonio perfecto de Job
su hijo Isaac con estas palabras:
.kh!, al igual que de Noé, e_stá escritojgssr¿-uu-strffn-
nPorque Abrahán oyó mi voz, by¿gft:17_ltamiml y recto, (Job l: l, RVR 60). En dos oca-
y guardó mi precepto, mis mandamientos, ,irncs Dios da de él esre testimonio;
mis normas y mis leyes [...],
uNo hay otro como él en la tierra,
todas las naciones de la tierra
varón perfecto ftamintl y recto,
serán benditas en tu Descendienteu
temeroso de Dios y apartado del mal,
(*y]éé'9 ob l: 8; 2: 3, RVR 60).
Y, puesto que Abrahán había mantenido con Dios una rela-
[-o cuel no significa, ni mucho menos, que Job fuera un
ción tan perfecta, ufue llamado amigo de Dios" (Sa* 2¿?3). l'.,,',.rh.. ,irJ,"qlJJlli lo que no se distingue de Noé ni de
A b rahán ; si n e m bargo, s us-¡¡ol@erlco[-

Abrabán, padre de todos los creyentes u,rr cn él falta alsuna de oue acttserlo.

Con toda justicia se Iob no tenía la oretensión de ser iusto o inoccnte. Al con-
todos los que creen) y que usiguen los pasos de la fe de nuestro rr;rrio, como él mismo reconoce:
padre Abrahá", (&gJilkl2). uSi yo me justificara,

La fe de Abrahán es, efectivamente, el modelo de la fe que


mi boca me condenaría.
-^h"dece, ,gbI¿¡, (i-usLlfica) Xsalya" según las definiciones que el Si me creyera íntegro,
apóstol Pablo ofrece de ella ($g¡¡.. 1: 5; GáI. 5: !¡$9g]..L12, €sto me declararía inicuo,
(lob 9: 20).
&;4;^ 3 -5 ;&ft--2'-8 ) .
Iob tenía conciencia de cue uno
-:
hay justo, aun uno) y
.*{>Abrahán crevó contra todagspgranzilBqm-4: l8). Su con- -:\'
fianza en Dios fue total. uen la fe, sin haber recibido las rlt t¡ue "rodos están baio pe-adoqf Rom. 3: 10, 9). Más aún,
\{ggó f

44
LA PERFECCTóN DEL sER HLI\fANo
LA PERFEcctóN cRtsrtANA

como fuere, al comparar la vida d.!.CyS con las d.^jgt


Sea
oodría haber dicho, como Pablo: .Aunque mi conciencia de
\ucesores, el autor del libro de los Re)'es declara. dos veces que
nada me acusa, no por eso quedo justificado, (1 Cor. 4:,4).
,'l cor¿zón de Dnuid fue petfecto [shrtlem]:
De ahí que, aJ concluir su amarg l
/Al h"bl", de Salomón escribe: oSu corazón no era perfecto
lshalem) con Jehová su Dios, como el corazón de su padre Da-
uPor eso me aborrezco vi.l,, (l.=---
Rev. 11-_4, RVR 60).
y me arrepiento, 'l Llna declaración similar apar€c€ en relación con el rey Abiam
en polvo y en ceniza, (l Rey. 15:3).
(lob 42:6.

--+ ¿E-
tf qqé .o"rirf. ."t ? El corazón perfecto, no toda su naturaleza
, le basa en su relac4 " Hemos de insisrir en oue cl adietivo'nerfécto'no califica a
Dios, en,su integridacl y rectitud respecto : é1.,, en su.absoluta l).rvid en tanto que sc' humano. nJ_€fryld¡ r-rry 'lg:grazén'.
confianza en Dios y, sobre todo, en el testimonio de su fideli-
Cluando f)i.'. ""plica por qué ha qlsegicb_a_Dqllicl cgmo
dad inconmovible hacia aquel dc quien dirá una vez finalizada
Itrturo rev. le dice al orofeta Samuel:
su prueba:
uEl Eterno no mira
uDe oídas te había conocido.
lo que el hombre mira.
Pero ahora mis ojos tc vcn,,
El hombre mira
(Job 4):5).
lo que está ante sus ojos,
pero el Señor
mira el corazónu
El corazón perfecto de David (1 Sam. 16:7).
Incluso una vez que se ha comprendido que le-n-s.g.¡é!. F.n el lenguaje bíblico.Iggr",#ffi", p-qr lo seneral, al
s-,v
bjblita-dg-p-erfegqióq no slglifica en -.'do alguno un estado lr,'rnbre interior,,4l-s__qr.,. se halla oculto en é1, el trasfondo de su
de santidt.l e.cente ele ^e...Io, resulta.algo sorprendente¡.!¡e
la Biblia nos Dresente al rev David como modelo de oerflec-
'!l srysecretos __.1
(1. Crón. 28:9; cf Mar.7:21-23).
'...--*
I)e forma *r, 0...* ,#"rar*r.". en la mayoría deft*
Eél &gp *i cuando se nos dice que Drqqg lg c9n:4le l,rscasos,@ el--!r¡egr" donde en el
f¿ digno de constru __d_o-a.q".
(l Crón. 22: 8\. t.'r' humano se gestan las deciéie.nes.
tenía las nlanos manchrdas de sansre

46
l"\ PERFEccTóN cRrsrtANA L,r nenrg,cclór.¡ DEL sER HUivtANo

Como eiemplo tenemos la conocida exoresión: (DroDuse en , irin los sentimientos oue Dios esDera del oecador confrontado
mi cora4ínu (Eol. 2: 3, RVR 60;2 Col9:7; I Con7:37). ,r l,r realidad de su orooio oecado..
----
Así, cuando Samuel declara en el momento de la elección de Cualquiera que sea el abismo de su culpa, el pecador siem-
David que uel Señor se ha buscado un hombre según su cora- ¡'rc podrá hallar en el-9.a!!qell el más perfecto modelo de arre-
ró"" (l_!"-. 13,Í), quiere d..ir rimPlementequees - rrcntimiento.
I

ción se há hecho conforme a la voluntad divina v reniendo en


l)ues, en efecto, frente a su pecado, gl-egsggndlqignlo cle
."""t" la secreta dirpori.iJn-?J=6llJn de David./ec/,lpst' txi tZ_
'\- . '> l).rvid y su sumisión al iuicio de Dios son_pg¡feg¡os.**
--| Tr., solo @ de los seres huma";fu
l'erfectas son también su petición de perdón y su confianza
s: sinceridad,.rec-
.'n la bondad de Dios.
Jilgd, r¡tegridad, ansia de iustiqi",rJd d.lg@d, cgnfianza abso-
luta en su bondad. Perfecto fue asimismo su ardiente deseo de restauración:

nPero tú amas la verdad en lo íntimo,


Un poeta que sondeaba los corazonps
g/QYv¿a;) ciexiA) y en lo secreto me ayudas
David no solo poseía esas cualidades excepcionales en su a reconocer la sabiduría. [...]
grado más alto, sino que supo además expr€ ma Oh Dios, crea en mí un corazón limpio,
admirable en sus numerosos salmos. y renueva un espíritu recto dentro de mí,
(sjl_5t.t!. l0)
El consumado poeta que fue P""id rupo d.r.rib ,i- :
ryj."rot -át pr"fu"d. " l)avid había comorendido oue. en contraste con las orácti-
el combate del bien contra el mal,gn l" b,irqu.da de ttios._f-ten- t,¡sre lisiosas de su tiemoo. oara restablecer la relación rota con

[s¡ las diversas pruebas de la vida. l)ios nor causa del pecado no bastaba con ofrecer holocaustos,
De ahí que, a lo largo de todos los
los tiempos, f.,.on umillares
,,.,.,-qq. de carneros,, o
"di.7-il ".-yJd. "á-
Lo,s_elgyegt,es
(Mic.6:7).
rc' \-'-+.- /

lqrss¡t!¡lslg$aqlqLs*¡.qfu Itdos -&-s u- co razó n. Y escribió:


Aquí es donde David se presenra como un modelo de per- - nPorque tú no quieres sacrificio, que yo daría;
fe cción, s.
no quieres holocausto.
--tlncluso puede quejrgra€o ocasión de su más g - El sacrificio aceptable para Dios
..gggdglgd t. -ortró ."p", d .- es el espíritu quebrantado.

48 49
'w
LA PERFECCIóN cRlsrtANA LA PERFECCIÓN DEL sER HUMANo

Tú, oh Dios, no desprecias l(VR 60). Se trata dLAsa, rey¡le Jud4, qqq_lginó e4 Jerusa-
al corazón contrito y humillado, l,lu-dgl""qe cuarenta y un años.
)
uAsa hizo lo recto ante el Eterno, como David su padre.
Con ocasión de su consagración en Gabaó., Sdgq]gl5u- l)cste rró del país
a los sodomitas religiosos, y quitó rodas las

Psd;e rrrciedades que sus padres habían hecho. Hasta depuso a su


David flue un h-olnbreiegún el cqrazón de -QjSS". así como los ,¡lrrrela Maaca de ser princesa, porque había hecho un repul-
motivos para considerarlo como un modelo de perfección: sivo poste idolátrico en un bosque. Asa destruyó ese ídolo y
1,, cluemó junto al torrente Cedrón. Sin embargo, los altos no
uTú tuviste gran amor a tu siervo David mi padre, porque él
st' c'luitaron. Con rcdo, el corazón de Asa estuuo dedicado por
fue fiel a ti, de corazónjusto y recro', (t
P-!6) r'otnpleto lshalem) al Eterno durante toda sw uida, (.llesJx
Y Asaf, cantor y profeta de Israel, rinde a David este testi- r -14).
'-::r:"
monio:
(ln refonnador que no se hallaba libre de pecado
"Y eligió a David su servidor,
lo sacó de los apriscos del rebaño, 4gr" nos pres€nta en el texto sagrado como un gran refor-
lo traio de detrás de las ovejas, rjlj]llg&pon una voh'nte,l -r''ifiesta de exlirpar de sgrgino clrl-
para pastorear a su pueblo Jacob, ,rrricl sisno visible de idolatría. Ni siouiera dudó en desriLuir a
v a Israel, su heredad. l,r lcina madre, nsu abuela. per esta r:a-ón; qjt grands_gra su celo
Él lor p"rtoreaba con corazón perfecto lshalem), rrol
f-
I)ios.
y con mano diestra los guiaba,
Y por si alguien quiere poner peros a la obra de Asa, debido
Aa!-zaJE2'ejl' ,rl hecho de que aquella reforma no logró su objetivo, la valo-
Es clecir, con una voluntad perfectamente sumisa a la volun- ¡,rc.ión sobre este r€y está muy clara:
t¿rd de f)ios. uAsa hizo lo recto ante los ojos deJehová, [...] .l corazón de
Asa fue perfecto para con Jehová toda su uida, (l Rey. 15: ll,
lzr, RVR 60).
La vida perfech del rey Asa
Pero eso
'_t
\ \oEncontramos otro eiemolo en el Antisuo Testame nto de
un Dersonaie del cual se nos dice oue--su-(corazón fue ber- El Segundo Libro de Crónicas nos informa de un hecho en
fecto lshaleml para con Jehová toda su vida, (l-$gL.llil4, cl cual el rey manifestó una total falta de confianza en Dio.s.

51
L¡ pr.n¡ecclós cRlsrtANA LA PERFEcctóN DEL sER HLI\|ANo

Asimismo,
que incluso mandó a prisión al mensajero de Dios (2 Crón. l6: in¡uguración del Templo se refiere a todos:
'-
l -1 o);
uSea, pues, vuestro corazón plenamente leal fshalem] al Eter-
La noción de perfección se presenta aquí con toda la carga no nuestro Dios [...], (t-&¡t&át)
de relatividad que le es propia.
5 Además es importante que señalemos que la perfeccLin nunc:a
Puede haber perfección en la intención, e incluso voluntad sc descrihe en ré'minos de una naturaleza completamenre libre
de acción en pro del bien y de la verdad, sin llegar necesaria- (lc peca.to.
mente a resultados satisfactorios.
[,os llamados "perfectos" no son bajo ningún concepro san-
- ros exentos de debilidades, como si en ellos el poder del peca-
c€!! r &-glg rda-€l-g p tet
í o d e " h o m b re
o e I o g io s pSI fe c lo**que s e .l.r hubiera sido definitivamente vencido, extirpado, incluso de
le arribuvó a Asa oara calificar .toda su vida". trr naturaleza carnal.

Al contrario, en todos los casos esos 'lperfectos" sieueir.o.hli-


Conclusión .,{rrdos a una luch, ..rn.tanre cnntra las tentaciones+'-lalsnde¡-
. i:r al mal cue llevan consiso.
De acuerdo con los ejemplos que hemos visto de persona-
jes del Anriguo Tesramento llamados 'i5¡Fec^tor", -es posible f)e todas maneras, incluso en las faltas, [odavía se mani4es-
t,r su oe rfección. ranro
lqs autoies
sagrad{'s.

De entrada, diremos que la oerfección no es orrtrimonio


EI camino de perfección
exclusivo de unos cuantos privileeiados, con'r() l¡ csc,rsez de ejem-
olos oodría hacer oensar. Destaquemos rambién la idea de que los "perfectos" son gen-
T¡¡
rcs que caminan con Dios y en su presencia.
Por el contrario, ás,

la idea de que l, p.tfé..ión fu. rlgo csro rt todos los hijos El adjetivo calificativo 'perfecto' se encuenrra siempre aso-
tiado con el verbo'caminar'. Lo cual significa que la perfec-
,de Israe.l.
ción no designa un estado de la naturaleza, sino más bien una
Ya desde la salid,r dc Egipto, Moisés cxhoLgl ¡-¡sde-el-pUg-
forma de vida en estrecha relación con Dios y una disposición
-¿-.<---__-_ nrental que Dios acepta: sinceridad, rectitud, integridad, así
uPerfecto ltamiml se rás ante el Eterno tu Diosu (Deut.
%
l8: l3). como todas las demás cualidades espirituales que los traduc-

52 53
7_-

LA PERFF,CCIÓN DEL SER HT]NIANo


LA. PERFEccTóN cRIsrtAN,{

tores vierten a las lenguas modernas desde los vocablos he- ¡Dichosos los que guardan sus testimonios [...]!
Los qwe andttn en sus cd.tnino¡,
6reos tnmim y shttlern. Pues, como está escrito:
(Sal. I l9: 1-3).
uEl Eterno aborrece la mente Perversa,
Sería erróneo, no obstante, creer que la perfección, según la
pero los de camino intirchable ftamim)
t nseñanza delAntiguo Testamento, es fruto de la obediencia a
le son agradablesn
l,,s mandamientos de Dios. Es más bien al contrario.
(Prov. ll:20).
De la oración de Salomón pronunci¿rda en la dedicación del
Hemos visto finalmente que el "caminar" de los "perfectos" rt mplo se colige que (para andar en sus estatutos y guardar sus
está en estrecha relación con "los caminos del Eterno", es decir, nrendamientos), antes ha de ser el (corazónp len¿tmente leal [per-
su ley y sus mandamientos, expresión de su voluntad. It'cto, sltalem] al Eterno nuestro Dios, (1 Rey. 8: 6l).
Esto es lo que f)ios desea Por Parte de su pueblo: ['-sta misma promesa se hace a todos los que adoran ¿r f)ios:

uAhora, pues, Israel,


ulos ojos de Yahveh
extienden su mirada por toda la tierra
;qué pide el Señor tLr f)ios de ti?
para avudar a quienes tienen
Que reverencies al Eterno tu f)ios,
corazón perfecto lshaleml para con é1,
que andes ert todos sus t'ttminos,
(2 Crón.16: 9, CI).
que lo ames, y sirvas de todo corazón
y con toda tu alma. Nadie lo expresa mejor que f)avid cuando suplica a Dios que
Que guardes los mandamientos del Eterno r r('c en él uun corazón limpiou, que renueve en él uun espíritu
v sus preceptos que te ordeno ho¡ r((to), y que le otorgue su.Santo Espíritur, a fin de enseñar ua
para qlle te vava bien, l{)\ transgresores tus caminos, (Sal. 5l: l0-l l, 13).
(Deut. 10: 12-13). lrstas son las principales lecciones que podemos extraer del

Es rrna verdad esencial repe tida sin cesar a lo largo de todo


r\ rrtiguo Testamento acerca de la pe rfección a la cual desea Dios
,¡rrc lleguen todos los creyentes.
el Antiguo Tcst:rmento: solo es posible la vida cuando se res-
petan las leyes físicas y morales establecidas por el Creador'
La felicidad y el bienestar humanos dependen directamente
de ello.

u¡Dichosos petfectos [tttmim] de camino,


l<ts

los que anclttn en la ley del Señor!

55
54
La invitación de lesús
a la perfección

lr

il,,
<Os han enseñado que se mandó:
"Amarós a tu prójimo..." y odiarós a tu enemigo.
Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos
y [orad] por los que os persiguen,
para ser hijos de vuestro Padre del cielo,
que hace salir su sol sobre malos y buenos
y manda la lluvia sobre iustos e iniustos.
Si queréis solo a los que os quieren, ¿qué premio merecéis?
¿No hacen lo mismo tombién los recoudadores?
Y si mostróis afecto solo a vuestra gente,

¿qué hacéis de extraordinario?


hacen lo mismo tombién los paganos?
' ¿No Por consiguiente, sed buenos del todo,
como es bueno vuestro Padre del cielo.,
Mateo 5:43-48
NBE
li

omo acabamos de ,rer, la perfección, segírn el Anti-


guo Testamento, consiste esencialmente en vivir en
relación estrecha con Dios, conforme al primero y el
i mayor mandamiento:
uAmarás al Señor tu f)ios con todo tu corazón,
i

lr con toda tu alma y toda tu mente)


I
(Mar.22:37).
L

I Sin embargo, el Nuevo Testamento va a colocar el acento


r,rl,re todo en el segundo, que ues semeiante a este)).
uAmarás a tu prójimo como a ti mismo.
f)e estos dos mandamientos
penden toda la ley y los profetasn
(Mar.22:39-40).

i9
Ll nr,RrnccróN cRtsrtANA L.{ rNVrrAcróN oE Jesus A LA pF-RFEccróN

Esto es lo que más resalta de la predicación de Jesús acerca uPorque os digo,


de la perfección. La palabra 'pe rfecto' (téleios) y sr-r plural 'per- que si vuestra justicia no es mayor
fbctos' (téleioi) ¿rpirrccen únicrrmente tres veces en los Evange- que la de los escribas y los fariseos
lios, las tres en Mirteo, y referidas concretamente a Dios y al no entraréis en el reino de los cielos,
hombre .
(Mat. 5:20).

Jesírs mismo emplea la expresión en dos circunstancias muy Lo que Jesús condena en aquellos hombres, los más reli-
especiales, ambas (Mat. 5: 48; 19:21) en relación directa con I'irsos de su época, no es su celo en la observancia de los man-
los mandamientos destinados a regular las relaciones del ser hu- rl.rurientos de Dios, sino su forma legalisra de llevarla a cabo,
mano con sus semeiantes. .rl ;rtenerse solo a la letra de la ley y deiar de lado ulo más
rnportante de la lev, a saber, la justicia, la misericordia v la
fi,lclidad, (Mat. 23: 23).
"Sed, pues, perfectos,
Son esras precisamente las virtudes que Jesús quiere poner de
como vuestro Padre celestial es perfecto"
rrr.rnifiesto en su com€ntario a la ley; las cuales constituy€n el
Jesús pronunció esta declaración a guisa de conclusión de su t spíritu de la le¡ que vivifica, mientras que la letra mata, según
comentario a l,r ley (Mat. 5: 4B). 1,, cxpresa Pablo (2 Cor. 3: 6).

Tias afirmar el carácter permane nte de la nrisma, Jesús opone


sisremátic:rmente l¿r observancia legalista de los mandamientos "Oísteis quefue dicho... Pero digo"
a laobediencia perfecta de una mente renovada, lo cu¿rl debe ca-
lo os

racterizar a todos los que se benefician del nuevo pacto. [-o vamos a cornprender rápidamente con dos ejemplos.

['.1 primero está en relación con el sexto mandamiento:


La aerdadera obseraancia de la ley
nOísteis que fue dicho a los antiguos:
Para Jesús el problema no consiste en saber si se debe o no "No matarás [...]".
observar la le¡ sino más bien en cómo debe ponerse en prác- Pero yo os digo,
tica. cualquiera que se enoje
Desde luego, no al modo de los escribas y los fariseos, para con su hermano,
quienes tan solo cont¿rban los actos externos. De ahí que Jesús será culpado del juicio"
declare solemnementc: (Mat.5: 2l-22).

60 61
'"7rñ-

LA PERFECCTóN cRrsrtANA L¡ r¡wrrncróN DE JEsús ,\ LA pERFEccróN

El segundo ejemplo, con el séptimo mandamiento: Ln misericordia es la culminación

uOísteis que fue dicho: 'lias haber destacado la justicia contenida en la ley y la
fde-
"No cometerás adulterio". Itrl,tr.[ tlve exige su observancia, Jesús quiere subrayar su aspec-
Pero yo os digo, tt¡ lc misericordia; y lo hace con el mandamiento que precisa-
el que mira a una mujer para codiciarla, nr( ntc le exige a cada ser humano la perFección en lo que con-
ya adulteró con ella en su corazónu , rt'r'nc a su relación con el prójimo:
(Mat.5: 27-28).
uOísteis que fue dicho:
La diferencia salta a la vista, pero la exigencia de Jesús va 'hmarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo".
en sentido contrario de lo que demasiados cristianos suelen Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos,
creer. bendecid a los que os maldicen
haced bien a los que os aborrecen,
El Legislador del nuevo pacto no exige menos que el del y orad por los que os maltratan y persiguen.
li antiguo. Por el contrario, exige mucho más. Lleva la exigen- Para que seáis hijos de vuestro Padre celestial,
cia a un nivel rotalmente distinto. No condena únicamenre
l

que envía su sol sobre malos y buenos,


hn el hecho; sino incluso, y sobre todo, los pensamiento, ,..r.1 y manda la lluvia sobre iustos e injustos.
tos del corazón, los móviles profundos y ocultos, el ser más Porque si amáis a los que os aman,
que el parecer.
¿qué recompensa tendréis?
Como el mismo Jesús lo explica en otro texto: ¿No hacen lo mismo los publicanos?
Y si saludáis solo a vuestros hermanos,
nPorque de dentro, ¿qué hacéis de más?
del corazón de los hombres, ¿No hacen lo mismo los paganos?
salen los malos pensamientos, Sed, pues, perfectos,
adulterios, fornicaciones, homicidios, como uuestro Padre celestial es perfecto"
hurtos, avaricias, maldades, (Mat.5: 43-48).
engaño, vicios, envidias,
,Si la emplazamos en su contexto, esta exhortación final no
i
chismes, soberbia, insensatez;
I
I'l,rntea dudas.
todas estas maldades de dentro salen,
y contaminan al hombreo [.a pe rfección divina de la que aquí se habla, a la cual todo
(Mar,7:21-23). , ristiano es invitado a parecerse, no hace referencia a la natu-

62 63
h p¡nrncclóN cRIsrrANA L¡ r¡wrr¡crór.¡ DE JESúS A LA pERFEccróN

raleza de f)ios, sino más bien a su forma de actuar con los Al preferir'misericordioso' en lugar de 'perfecto', Lucas indi-
seres humanos: r;r con toda claridad cómo debemos entender la perfección exi-

¡irtlrr por Jesús.


uDios es amor.D
nDios no hace lrsta perfección a la que Jesús invita a todos sus discípulos
acepción de personas)) ,,rlo puede realizarse en una relación de amor con el prójimo.
(1 Juan 4: 16; Hech. l0:34). A csc fin debe orientarse todo cristiano para ser perfecto.

Ñ4.,.rtr" su misericordia tanto con los "malos" como con los Y la razón por la cual se nos invita a actuar como lo hace
"bue nos". Es lo que Jesús pide a sus discípulos como conclusión I )ios es para que seamos ,,hijosu de nuestro nPadre celestialu

de su comentario a la ley. (lr4:rt. 5: 45).

Lucas en su Evangelio destaca precisamente la misericordia. ¿Qué tiene de extraordinario amar solo a los que nos aman?
Al re flejar la exhortación de Jesús no escribe , como Mateo, (s€d ,; No hacen lo mismo los que no son cristianos?
perfectos", sino
,,Sed, pues, perfectosr, o ra", u'-iraricordiosos, como vuestro
nSed, Pues, misericordiosos, l',rtlre es misericordioso".
t
como vuestro Padre es misericordioso, lirente a un imperativo tal, cada uno se puede preguntar a su
(Luc.6:36).
vtz: ¿En qué medida es posible alcanzar semejante nivel de per-
Mateo y Lucas no se contradicen en absoluto al emplear tér- It'r ción?

minos diferentes para plasmar la declaración de Jesús. Ambos


fcsús responde a esta pregunta en la conversación que man-
expresan fielmente el pensamiento del Maestro.
ruv() con un joven rico que tenía grandes deseos de asegurarse
l,r vicla eterna.
Perfecto / misericordioso
Simplemente, cada evangelista traduce de forma distinta la "Si quieres ser perfecto...tt
raíz del vocablo sbalem (en arameo sbeleim) que Jesús debió de
emplear. fcsús le hizo esta propuesta a un hombre del que los Evan-
¡i.'lios nos dicen que era joven, rico y príncipe de Israel (Mat.
Esta palabra puede traducirse en griego, o bien por téleios
i
l'): 16-26; Mar. l0: 17-27; Luc. l8: 18-27).
I
(perfecto), como hace Mateo, o bien por oihtírmaz (misericor-

I
dioso) como hace Lucas. ¿Qué más podía querer?

64 65

li
"ffi.F*,r

[¡ neRruccróN cRlsrlANA L¡ ruvrr¡cróN DE JEsús A LA pERFEccróN

Sin embargo, aquel joven rico e influyente no estaba del todo l,r' respetado, nel pecado entró en el mundo [...], y por el peca-
satisfecho consigo mismo. Algo le faltaba. Esta fue su úhima pre- ,l,r lrr muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, (Rom.
(Mar. 19:20). 't: I 2).
"¿Qué más me falta?,
gunt¿r a Jesús:

Al ver cómo Jesús bendecía a los niños, aquel joven se le acer- l'-n otra circunstancia, Jesús respondió de forma análoga a un
có con la esperanza de que pudiera dar cauce a sus aspiraciones .l,,ctor de la lev (Luc. l0: 25-27). Y al finalizar su ministerio
espirituales: r, . trcrda de nuevo este principio universal:

uMaestro bueno -le preguntó-, ¿qué bien haré para rener


uSé que su mandato [el de Dios]
la vida eterna?,
conduce a la vida eterna)
A lo cual Jesús respondió: fluan l2: 50).
u¿Por qué me preguntas acerca de lo que es bueno? Solo
uno es bueno, (Mat. l9: 16-17). (,lnpacitación para cumplir los mandamientos

li [)e nuevo aquí, para Jesús la cuestión no es saber si hay que


I
"Ninguno es bueno..."
,,lrscrvar los mandamientos de Dios o no. Su preocupación, más
lli
Ya de entrada Jesús pone los punros sobre las íes: uNingunJ I'rcn, consiste en explicar cómo hav que conducirse para ser
es bueno, sino solo uno, Dios, (Mar. l0: 18). r ,ll)irz de cumplirlos.

Por lo tanto, no está al alcance del ser humano el hacer algo


l:l joven, que deseaba tener claro qué mandamientos le po-
bueno (para tener la vida eternaD. ,lí,rn asegurar la vida eterna, pidió más detalles: u¿Cuáles?'
uEso es imposible para los hombres, (Mat. l9: 26), diráJesús (l\1rrr. l9: l8); lo cual no deja de ser sorprendente viniendo de
para zaniar la cuestión. Pero ello no impide que el camino a rrrr príncipe de Israel.
seguir se halle claramente indicado: nSi quieres entrar e n la vida,
guarda los mandamientosu (Mat. l9: 17). ¿Quería tal vez sondear a aquel Maestro a quien algunos acu-
de querer cambiar la lev? ¿O simplemente esperaba que
'.¡lt,rn
Jesús tan solo recuerda un principio básico para todo ser l.rs condiciones se aligerasen un poco?
viviente: La vida es posible únicamente en el marco de las leyes
que la condicionan en todos sus aspectos, ranro el físico como I;uera cual fuese su intención, Jesús le respondió simple-
el espiritual. nrcnte: uYa conoces los mandamientos, (Luc. 18: 20).

El respe to a las leyes de la creación era, al principio, la con- Y a fin de deshacer cualquier malentendido, Jesús le enumeró
dición de la vida eterna para los seres humanos. Por no haber- l.,s que regulan las relaciones humanas mutuas:

66 67
F-

Lq PERFEccIÓN cRIsTIANA LA rN\.'rrAcróN DE JEsrJs A LA pERFEccróN

uNo matarás, no comererás adulterio, uTodo lo que queráis


no hurrarás, no dirás falso testimonio, que los hombres os hagan,
honra a tu padre y a tu madrer. hacedlo también vosotros a ellos.
Inmediaramenre, para llamar la atención de su interlocuror Esta es la ley y los profetas>)

le¡ añadió por fin:


sobre el aspecro positivo de la (Mat7: l2).
uY amarás a Antes de continuar el diálogo, se encuentra en el Evangelio
tu prójimo como a ri mismou
rcgún Marcos este detalle significativo: uJesús lo miró con amorD
(Mat. l9: l8-19).
(Mar. l0: 2l). Jesús sabía mejor que nadie que solo una mira-
Nuestro joven, que tenía una opinión muy elevada de su pro-
.l,r de simpatía y de cariño puede abrir el corazón y predisponer
pia justicia, se apresuró a responder:
l.r mente a una actitud receptiva.
uMaestro, todo eso lo he cumplido desde jovenu (Mar. l0:
20, NBE).
Lafuerza de una mirada
Sin lugar a dudas, debía estimar que, en cuanto a la obser-
Aquella mirada no tenía más finalidad que llevar al joven
vancia de la lev, era irreprochable, lo mismo que muchos judíos
.r una reflexión introspectiva y hacerle sentir que aún le fal-
de su tiempo. ¡

r.rba algo.
El mismo apóstol Pablo, antes de su conversión, pensaba que
Efectivamente, la mirada afectuosa del Maestro dio como
era (en cuanro a la justicia de la ley, irreprensible, (Fil.3:6);
r..sultado la toma de conciencia y la última pregunta:
pero al conocer a Crisro, comprendió el verdadero sentido de la
nobediencia para justicia, (Rom. 6: 16). .¿Qué más me falta?o (Mat. l9 20).
uAún te falta una s65¿" (Luc. 18: 22), repuso Jesús. Y añadió:
La perfección a Ia que Jesús nos llama uSi quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, dalo a

La perfección a la que Jesírs invita al ser humano es mucho l,rs pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Y ven, síguemer, (Mat.
más que la obediencia legal, más aún que todos los "no harás" l'): 2l).
de los mandamienros del Decálogo. Lo que Jesús le propone al joven rico, si realmente quiere col-
Para Jesús, la perfección es muchísimo más que la simple abs-
nrrr lo que le fal:a y "ser perfecto", es que se sobreponga a su
tención del mal. Pues, uel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, r'¡¡oísmo por la práctica de la misericordia hacia su prójimo.

comete pecado, (Sant. 4: 17). Pide que elbien sobrepuje al mal, Ahora bien, esto solo resulta posible cuando el ser humano
según el principio de la regla de oro: r.',rlmente lo desea: nSi quieres ser perfecto...r.

68 69
L¡ pr.nptcctóN cRrsrrANA LA tN\4TAcróN DEJEsüs A LA pERFEccróN

La religión de cristo es la religión de la libertad por exce- uEso es imposible para los hombres,
lencia. Dios únicamente puede inrervenir en la medija en pero para Dios todo es posibleu
que
cada ser humano lo desee. Y al joven rico todavía l. .r" .r...r"- (Mat. 19:26).
rio eliminar los obstáculos que le impedían acercarse plenamente
a Jesús.
Conclusión
Precisamente, por no haber querido responder a las condi_
ciones propuestas por Jesús, el joven .se fue triste, porque Irsta declaración final de Jesús no admite ninguna duda en
tenía
muchas posesionesu (Mat. l9:22). ( uanto a las posibilidades humanas de hacer algo
bueno upara
rtner la vida eterna,' (Mat. l9: l6).
Seguidamente Jesús explicó a sus discípuros que es diflcil para
un rico entrar en el reino de Dios. Jesús lo había dicho en respuesra a la primera pregunta del
l( )ve n:
En realidad, como precisa Jesús, no es la riqueza en sí el obs-
táculo, sino la confianza depositada en ella (Mar. l0:24). uNinguno es bueno, sino solo uno, l)iosu (Mar. 10: lB); usolo
uno es buenou (Mat. 19 17).
Por lo demás, podría rrararse de algo distinro a los bienes
ma_
\ teriales, oro o plata; en suma, cualquier cosa que tenga, en la vir Ar.rnque resulta indispensable guardar los mandamientos
da de una persona, más valor que
Jesucristo y le i-lia, ir a é1, l):rra entrar en la vida, como declara caregóricamenreJesús, no
que es el único que puede conducirnos a la perfección. ( s menos cierto que el ser humano por sí mismo
es incapaz
.1.' ello. Lo único que puede hacer es, en primer lugar, desear
Lo que Jesús quiere que sus discípulos comprendan es que
r. r perfécto; luego, renunciar a sí mismo; finalmente , ir a
por sí mismos no pueden acceder a la perfección: Jesús
v scguirlo.
uEs más fácil que
un camello enrre por el ojo de una aguja,
I-s preciso subrayar que para Jesús la perfección no es algo
que un rico [entiéndase, cualquiera que confíe en las riquezas]
tst:ítico, sino más bien una dinámica de amor. La sucesión de
en el reino de Dios, (Mat. l9:24).
l,rs verbos urilizados en su declaración lo pone claramenre de ma-
Asustados por una declaración semejante, los discípulos se r ri flesto:
di je ron:
uSi quieres ser perfecto, dndd, uende
lo que tienes, dalo alos
"¿Quién podrá salvarse ?u (Mar. I 9: 25). ¡'obres [...]. Luego, uen, y síguemr, (Mat. 19:21; Luc. l8:22).
Ante su perplejidad y la importancia de la pregunta, Tll es, según la e nseñanza de Jesús, el camino a seguir para
Jesús
creyó necesario un momenro de silencio; luego, rras mirarlos, llcgar a la perfección. Esta no es posible más que en estrecha
les dijo con roda solemnidad: rclación con é1, o dicho con mayor exactitud, viviendo su vida:

70
7r
",rulltff,

l,r PERFECCTóN cRtsrtANA

uComo la rama no puede


llevar fruto por sí misma,
si no permanece en la vid;
tamPoco vosotros,
si no permanecéis en mí. [...]
Porque separados de mí,
nada podéis hacer,
La perfección
Para quien permanece en é1,
(Juan I 5: 4_5).
lo imposible se convierre en
según el apóstol Pablo
posible.

I <No es queya haya conseguido elpremio


o que ya esté en la meta;
[nn sigo corriendo a ver si lo obtengo,
pues el Mesías Jesús lo obtuvo pora mí
Hermanos,yo no pienso
h aberlo ya obteni d o perso nal mente,
y solo una coso me intereso:
olvidando lo que queda atrós
y lanzóndome a lo que está delante,
correr hacia lo meta,
para [recibiü elpremio olque Dios llama
desde arriba Por el Mesías Jesús.
¡A ver,los hombres hechos, esta es nuestra línea!
Y sien algún punto pensóis de otro modo,
i Dios se encargará de acloraros también eso.
En todo caso, seamos consecuentes
;', con lo yo alcanzado.>
i
Filipenses 3:"12-16
I
I NBE
I

72
tl

lr
I

I'
e todos los apóstoles es Pablo el que más escribe acer-
ca de la perfección. De acuerdo con é1, es algo que
concierne a todos los cristianos; pero nunca la pre-
Al contrario, la perfección
senta como algo absoluto.
cn Pablo se presenta esencialmente como una noción relativa que
tc aplica a cada una de las etapas del proceso ds uperfeccionar a
l()s santos)' (Efe.4: 12).

Efectivamente, un estudio detallado de las epístolas de Pablo


¡rcrmite distinguir, al menos, tres etapas bien definidas en el pro-
t cso de perfeccionamiento de la vida espiritual del creyente .

El hecho mismo de hablar de perfeccionamiento sugiere que


..,sa perfección debe comprenderse, según Pablo, como un desa-

rrollo progresivo, no como un estado acabado, realizado de una


vcz por todas, en esta vida.

75
LA PERFECCIÓN CRISTIANA
[,\ pERFEcctóN SEGúN EL Apósrol PABLo

El hombre perfecto o nacido de nuevo La perfección cristiana, contrapuesta a Ia griega


l)odría ser que tales divergencias de opinión se hubieran gene-
En varias ocasiones Pablo emplea el vocablo 'perfecro' (t¿kiol
r,rtlo precisamente en relación con la perfección, si tenemos en
para designar, en principio, a los creyentes recién convertidos.
( ucnta que en Grecia la perfección se entendía en el sentido más
Así, por ejemplo, les escribe a los Corintios que la sabiduría ,rl'sr¡luto del término, según la filosoÍía imperante. La perfección
de Dios solo se puede predicar enrre ulos perfectos lteleíoisl" (l cr,r rrtributo exclusivo de los dioses.
Cor. 2:6, CI).
¿Creían tal vez algunos de los cristianos de Filipos haber al-
Las cosas espirituales únicamente pueden comprenderlas los r,urzado ya la perfección por el hecho de que, tras la conve rsión,
que han recibido el Espíritu de Dios y tienen la mente de Cris- ¡',rrticipaban realmente de la naturaleza divina de Cristo?
to. Pues nel hombre espiritual discierne todas las cosasD y solo él
Sea como fuere, Pablo pone las cosas en su sitio aludiendo a
está capacitado para juzgarlo todo (l Cor.2: l3-16).
.r r propia experiencia:
Pablo deplora, precisamente, el no haber podido hablar a los ,,No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto."
corintios (como a espiritualesD, ya que no eran sino uniños en
La perfección absoluta es algo que ha de venir. Por eso dice:
Cristo,:
l'r uProsigo a la meta, al premio al que Dios me ha llam¿rdo
uOs di a beber leche, y no alimento sólido,
,l.srle el cielo en Cristo.Jesús' (Fil. 3: l2-14). Y añade:
porque aún no podíais soporrarlo,
.[:so también os lo revelará Dios. Pero en aquello a que haya-
ni aún podéis ahora;
nro.s llegado, sigamos en la misma norma, sintamos una misma
porque todavía sois carnales,
,,'s:r. Hermanos, sed imitadores de mí [...], (Fil. 3: 15-I7).
pues habiendo entre vosotros celos,
contiendas y disensiones, l'ues, como ya había dicho antes:
¿no sois carnales y andáis a lo humano?, nEstoy seguro de que,
(l Cor. 3:1-3). el que empezó en vosotros la buena obra,
El "hombre espiritual" es lo contrapuesto al "niño en Crisro". la irá perfeccionando
hasta el día de Jesucristo,
Asimismo, al dirigirse a los creyentes de la iglesia de Filipos,
(Fil. l: 6).
Pablo los llama uperfectos fteleíois] )), aunque algunos de ellos
piensan ude otro modou que el apóstol (Fil. 3: 15, NBE); lo cual M;is claro no se podía decir; la perfección absoluta era algo
indica que es posible ser uno de los "perfectos" sin haber alcan- lrrturo y solo se alcanzaría realmente el día del glorioso adveni-
zado aún la plenitud del conocimiento de Cristo. rrricnto de nuestro Señor Jesucristo.

76
=-rrlr

Lr prR¡ecclóN cRrsrr.,\NA l,\ pERFEccróN SEGúN EL ¡nósrol P¡sLo

Ahora bien, mientras esperamos ese día, Pablo llama "per- Aquí tenemos, pues, lo que hace de un ser humano un hijo
fectos" a todos los que, tras habe r oído la buena nueva del Evan- ..le Dios, un "perfecto" en la primera etapa de su desarrollo espi-
gelio, se han alistado en la "carrera cristiana". Unidos en pacro rirual.
con Cristo por medio del baurismo, han recibido el Espíriru de
En el pensamiento de Pablo no basta nacer a la vida nueva
Dios, por medio del cual han sido engendrados para vida nueva
cn Cristo; hay que crecer para ser un cristiano adulto, un ser
en Cristo.
lrumano completo.

EI nueuo nacimiento
El hombre perfecto o santificado
Como Pablo explica, cuando ualguno Cristo, es una
esrá en
nueva creación. Las cosas viejas pasaron, todo es nuevo. Y todo Si en principio Pablo considera "perfecto" a cualquiera que
esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por lr,rva aceptado a Jesús como su Salvador, es porque sus pecados
medio de Cristou (2 Cor. 5: 17-18). lrrrn sido cubiertos por la justicia de Cristo. Esa persona ha sido
jtrsrificada y es "perfecta" en ese sentido.
En su entrevisra con Nicodemo, Jesús había subrayado la
importancia de este primer paso en la vida crisriana con la decla-, La perfección no se limita, sin embargo, al concepto teoló-
h ración: ¡iico de justificación; conlleva además el de la santificación pro-
11lcsiva, que se prolonga durante toda la vida.
"El que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios.,
i

Y precisa: uEl que no nace de agua v del Espíritu, no puede "Aunque nuestro hombre exterior
se va desgastando,
I enrrar en el reino de Diosu, para concluir invitando a cualquie-
el interior se renueva de día en díao
ra que desee compromererse en el camino de la perfección:
(2 Cor.4: 16).
uEs necesario nacer de nuevo,
A este lento proceso de cambio del "hombre interior" Pablo
guan 3: 3-7).
Io llama transformación (metamorfosis, Rom. l2: 2). Bajo la ac-
I
Pablo retoma la misma idea y enuncia esra verdad elemental . i<in del Espíritu los creyentes convertidos (nos vamos trans-
en una formula aún más radical: folmando a su misma imagen, con la creciente gloria que viene
.lcl Señor, que es el Espíritu, (2 Cor. 3: 18).
nNi la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión [es decir,
que un cristiano se somera a aquel riro o que piense que no le Por esta razón Pablo no cesa de exhortar a sus lectores a (que
hace falta],lo que vale es la nueva creacióno (Gá1.6: l5). sigáis progresando, (l Tes. 4: l, NBE).

78 79
I-,r penrEcctót¡ SEGúN EL ¡nÓsrol P¡sLo
l,{ PERFECCIóN cRIsrrANA

Se alegra de comprobar que la fe de los fieles de Tesalónica acerca de Cristo, vayamos


(crece vigorosamente>) que el (amor, de cada uno por todos y hacia la perfección lteleióteta) l---1"
I
de todos por cada uno, sigue aumentandou (2 Tes. 1: 3, NBE).
(Heb. 5: 13-6: l).

Reconforta con sus oracionesa los "perfectos" de Filipos para


que su (amor si$a creciendo cada vez más en conocimiento per-
contexto del pasaje, solo se puede rea-
I'-sta perfección, en el

fecto y todo discernimiento, a fin de que aprueben ulo mejoro li/.rrr superando ulos rudimentos de la doctrina de Cristo', o
,,.;r, udel arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,
(Fil. l: 9-10, BJ).
.1..' la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la
A los Corintios les escribe: nNo seáis niños en el
modo de
r(srrrrección de los muertos y del juicio eterno) (Heb' 6: 1-2,
pensar, sino en la malicia; pero madLtros ltéleioil en el modo
l(VR 60). Dicho de otra forma, se trata ahora' en la nueva
de pensaru (1 Cor. 14:20).
( r:lp:1, de aprender a vivir uconforme a la verdad que está en
"Maduros" significa "perfectos", "cumplidos", "adultos". f csúrs, (Efe . 4: 2l).
Y, al concluir su Segunda Epístola a los Corintios, Pablo di-
ce: uOramos por vuestra perfecciónr,. E insiste: uProcurad la per- l'.s preciso que .los que una vez fueron iluminados, gustaron
fección" (2 Cor. 13: 9, I l). ' , l ..lon celestial, particiParon del Espíritu Santo' gustaron la bon-
,l,r,l de la Palabra de f)ios, y las poderosas maravillas del siglo
El mismo concepto de progresión, de maduración, se encuen-
(Heb.6:4-5) realicen en sí mismos el objetivo de la
tra en un pasaje de la Epístola a los Hebreos, donde el apóstol 'trridero,
vrtl:r cristiana, que no es otro que llegar a uun estado perfecto
manifiesta que desearía poder ofrecer a sus lectores ualimento
Ir,tlt:ionf , ala maclttrez de la plenitulde Cristo"
(Efe. 4: 13)'
sólido,.
uTodo el que se nutre de leche,
l'ablo se lo explica a los cristianot de Éfeso,
es incapaz de entender
la doctrina de la justificación,
porque aún es niño. uFuisteis en él [en Cristo] enseñados [...].
Por el contrario, el alimento sólido Despojaos del hombre viejo [...].
es para los adultos ftéleion], Renovad la actitud de vuestra mente'
para los que por la costumbre y vestíos del nuevo hombre,
tienen los sentidos ejercitados creado para ser semejante a Dios
para discernir el bien y el mal. en justicia y santidad>
(Efe. 4: 2t-24).
Por eso, dejando la enseñanza elemental

80
"ill'|l,*",
'I

l"\ PERFEccTóN cRtsrr.\NA [/\ PERFECCIÓN SEGUN EL ¡nÓsrOl P,rsLO

La experiencia personal de Pablo El antes y el después de la conaersión

Lo que Pablo explica tan bien a los demás es algo que él había En varias ocasiones Pablo esboza el cuadro del ser humano
antes y después de la conversión, del "hombre carnal" frente al
experimentado en su propia carne. Su teología es el fruto de su
"hombre espiritual". Escribe, por ejemplo, a Tito:
experiencia personal con Cristo.
uPorque en otro tiempo, nosotros también
Él no formaba parte de aquellos fariseos estigmatizados por
éramos insensatos, desobedientes, extraviados,
Jesús, que udicen, y no hacen, (Mat. 23: 3). L" que Pablo ense- esclavos de diversas pasiones y placeres.
ñaba, antes lo había vivido.
Vivíamos en malicia y envidia.
Pablo se nos presenta como ejemplo perfecto de hombrc
Ér"-o, aborrecibles, aborreciéndonos unos a otros.
Pero cuando se manifestó
transformado por la gracia de Dios. uHabiendo sido antes blas-
la bondad de Dios nuestro Salvador,
femo, perseguidor e injuriador,, y de ulos pecadores [...] el pri-
mero) (l Tim. I : 13, l5), escribió a Timoteo y su amor hacia los hombres,
al final de su vida:
nos salvó, [...] pot el lavado regenerador
uTú conoces mi doctrina, conducta, propósito, fe, longani- y renovador del Espíritu Santo, [...J p"ra q,r.,
midad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos' (2 Timl justificados por su gracia, seamos herederos
3: l0-l l). según la esperanza de la vida eterna)
('fito 3:3-7).
Esta "metamorfosis", como acertadamente la llama el propio
Igualmente en la Epístola a los Gálatas, Pablo contrasta de
Pablo (Rom. 12:2;2 Cor.3: 18), ilustra de forma concreta lo
firrma radical ulas obras de la carne,' con uel fruto del Espíritu,
que es realmente la perfección del ser humano completo, del
((lá1. 5: 19,22).
cristiano santificado que ha alcanzado su madurez. No es ni más
ni menos que la perfección del carácter. En las diversas manifestaciones del Espíritu, Pablo enumera
lrrs virtudes cristianas que constituyen la perfección del carácter
Ahora bien, lo que la gracia de Dios realizó en beneficio de .'lcl ser humano santificado:
Pablo, Dios desea cumplirlo en todos los cristianos. Pablo esti-
ma simplemente que fuc así por una razón:
nAmor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad,
yo fuera el primero en quien Jesucristo mostrase
uPara que fidelidad, mansedumbre, dominio propio.
toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de creer en Contra estas virtudes, no hay leyu
élpara vida eternan (l Tim. l: 16). (Gá1.5: 22-23).

82 83
Ll PERFEcctóN cRrsrrANA L. PCNTECCIÓN SEGL]N EL ,\PÓS]'OL PABLO

Al contrario, cada una de estas virtudes expresa el espíritu con En todas sus cartas Pablo deja entrever otra etapa, algo mejor,
el que el discípulo de Cristo debe observar los m;rndamientos perfecto aún. Para él uCristo €n vosotros, solo es por el
rrr:ís
de Dios. Cada una de ellas califica maravillosamente la relación nromenro ula esperanza de gloria' (col. 1:27).
del cristiano con su prójimo:

uEl que hace miserit'ordia, con ttlegría," l.a perfección o esperanza de gloria
uE,nlo posible, en cu¿rnto dependa de vosotros,
En realidad, si se nos otorgara la gracia de llegar, en esta vida
rcned paz con todos.u
l(n'ena, a la perfección del carácter, suspiraríamos aún más por
"También os rogamos l,r ¡rerfección de la gloria, prometida a los "perfectos" para el
[que] tengáis paciencia con todos.,
.rn día de la venida de nuestro Señor Jesucristo.
uVuestra bond,td sea conocida 11r

por todos los hombres., (luanto más progresemos en el camino de la santificación,


uY sobre todo, vestíos de amor, rrrrís conscientes seremos de lo que tenemos de imperfecto fren-
que es el vínculo de la perfección" r, .r la belleza inefable de la perfección del Cristo resucitado.
(Rom. 12: 8; 12 l8; 1 Tes. 5: 14; Fil. 4: 5; Col.3: l4). Como conclusión a su himno al amor Pablo nos recuerda una
rtz más:

La reaelación del misterio uEn parte conocemos, y en parte profetizamos;


pero cuando venga lo que es perfecto ltéleion),
Pablo considera esa posibilidacl de perfección del carácter
desaparecerá lo imperfecto. [...]
hum,rno como (el misterio qr.re había estado oculto desde los
Ahora vemos en un espejo, oscuramente,
siglos y generaciones, y que ahora ha sido manifest,rdo a sus san-
Pero entonces veremos cara a cara.
tos; [...] que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. A él
Ahora conozco en parte,
anunciamos, amonestando y enseñando a todos, en toda sabi-
pero entonces conoceré cabalmente,
duría, par¿r presentar a todo hombre perfecto ltéleion) en Cris-
como soy conocido,
¡s" (Col. l:26-28). (1 Cor. 13 9-12).

¿Sepodría tal vez afirmar que esta perfección del carácter, a


la cual debe irspirar todo cristiano a lo largo de su vida, consti- I lna perfección relatiaa
tuye el punto omega del uperfeccionar a los santos, (Efe.4: l2)?
Mientras tengamos que vivir en este (cuerpo de muerte,
De ningún modo. ( l{<rrrr. 7: 24), sometidos a nla ley del pecado y de la muerte))

84 85
L¡ penrgccróN cRtsrlANA LA PERFECCIÓh- SECÚN EL ,ITÓSTOL P¡.NI-O

(Rom. 8: 2), conoceremos únicamente una perfección relativa I)e la perfección presente a k celestial
a las condiciones de nuestra vida presente.
l'.n la Epístola a los Hebreos se pone de manifiesto la tran-
Sin embargo, al igual que Pablo, debemos vivir a la espera vción de la perfección presente a la más perfecta que tiene que
de poder (ser revestidos de nuestra habitación celestial, [...] p".. vt nir.
que lo mortal sea absorbido por la vida, (2 Cor. 5: 2-4).Todo
lo cual tendrá lugar en el día de la resurrección: Haciendo alusión a los uespíritus de los justos hechos perfec-

lrrr, (Heb. 12 23) en esta vida, se precisa:


uLos muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros, los que vivamos., uTodos estos, aunque aprobados
uEn un instante, en un abrir de ojos [...]. por el buen testimonio de su fe,
Porque es necesario que esto corruptible no recibieron el cumplimiento de la promesa;
sea vestido de incorrupción, porque Dios había provisto
y esto mortal seavestido de inmortalidad, algo mejor para nosotros,
(l Tes. 4: 16-17;1 Cor. 15:52-53). para que ellos no llegaran ala petfección
aparte de nosotros,
Únicamente entonces se alcanz¿rrá esa perfección de la cual (Heb. l1 39-40).
habla el apóstol a los "perfectos" de la igiesia de Filipos, y que
el propio Pablo no había alcanzado aún. l-os "perfectos" de todas las épocas llegarán al mismo tiem-
¡,,, a la suprema etapa de la perfección gloriosa
del Cristo resu-
Es justamente lo que quiso decir al afirmar:
, itrdo.
uNo que lo haya alcanzado ya,
Por eso Pablo invita a los cristianos a esperar el día de la veni-
r-ri que ya sea perfet'to fteteleíomai),
,l,r del SeñorJesucristo, cuando (transformará el cuerpo de nues-
sino que prosigo, por ver si alcanzo aquello
rre bajeza, para que sea semejante a sLl cuerPo de gloria, por el
para lo cual fui también alcanzado por Cristo Jesús.
1,<rder que tiene de sujetar todas las cosas
a sí, (Fil. 3:21).
Hermanos, no considero haberlo ya alcanzado;
pero una cosa hago, olvido lo que queda atrás,
me extiendo a lo que está delante ,
Conclusión
y prosigo a la meta,
al premio al que Dios me ha llamado Como vemos, la noción paulina de perfección es muy rica
desde el cielo en Cristo Jesúsu , n significados. No es que haya varias clases de perfección, sino
(Fil. 3: 12-14). .¡tre abarca muchos matices.

86 87
l¡ pen¡¡cctóN cRrsrrANA L¡. p¡nr¡cc¡óN 5EGúN EL ¡pósrol P¡¡lo

Contrariamente al sentido absoluto de la perfección en la filo- Ya lo hemos dicho: De la misma forma que Dios ha pues-
sofía griega, que es el que tiene todavía para muchos crisrianos to en el corazón humano la noción de eternidad, sin que se
Pablo da a la noción de perfección un sentido muy relativo. ¡,rreda medir, asimismo Dios ha implantado en todo ser hu-
En ningún caso el apóstol la presenta como un esrado natu- rnrrno una necesidad de perfección que ni la propia eternidad

ral ni como una situación esrárica del ser, realizada en bloque ¡rodrá saciar.
de una vez por todas.
Al contrario, la perfección aparece siempre en Pablo como
fruto de una dinámica de amor; de ese amor que, bajo la acción
del Espíritu de Dios, impele al creyente a progresar con los ojos
fijos en el modelo perfecto, que es Cristo.
Por esta razón, para Pablo es "perfecto" cualquiera que haya
aceptado a Jesús como Salvador, sea cual fuere su nivel de expe-
riencia espiritual. Dios no hace acepción de personas; sabe lo que
cada uno puede hacer. Por ello reparte los talentos ua cada ung
según su capacidad" (Mat. 25: 15).

Asimismo, el Señor distribuye los dones espirituales ua cada


uno en particular como él quiere, (1 Cor. 12: l1).
uA cada uno de nosotros
le ha sido dada la gracia
conforme a la medida
del don de Cristou
(Efe. 4:7).
La perfección no depende del número de talentos que se haya
recibido, sino de la forma en que se emplean. En esto consiste la
perfección de cada uno, independientemente del grado alcanza.
do en el desarrollo del carácter o de la personalidad.
En el concepto paulino de perfección ha¡ efectivamenre, una
no.ción de perfeccionamienro sin límite.

88
La perfección
según el apóstol luan

<Todo el que comete pecado,


com ete ta mbi én reb el d ía,
porque el pecodo
se identifica con la rebeldía.
Como sabéis, él se manifestó
pora quitar el pecodo,
y en él no hay pecodo.
Ninguno que sigue con él
se da al pecodo;
nodie que se do al pecodo
lo ha visto ni lo ha conocido.>>
1 Juan 3:4-6
nos treinta años después de la muerte de Pablo, el
apóstol Juan habló de la perfección en su primera
epístola, redactada inmediaramente después de su
( evangelio. Aborda el problema en estrecha relación
(Lon- la noción de pecado, la obediencia a los mandamientos de
lilior 1' el amor a través del cual se expr€sa la perfección.
Lo que Juan escribe no difiere de la enseñanza de Pablo, pero
kr dice de otra manera, desde un punto de vista propio.

En efecto, Juan confirma lo que venimos viendo a lo largo


l'
/.lc este estudio: que la perfección no significa, en modo algu-
[ ,r.,, ura vida sin error, falta o pecado.
Aquellos a quienes los textos sagrados califican de "per-
f cctos" nunca pretendieron haber llegado a una vida sin peca-

93
Il pEn¡nccróN cRIsrtANA L\ PERFECCTóN SECúN EL ,lnósrol Ju.+N

do. En ninguna parte aparece escrito que hubiesen alcanzado rcrrlmente es la perfección, perdiéndose en un "perfeccionis-
el estado de perfección que permita suponer la victoria de- r¡ro" contrario a lo que la Biblia enseña.
finitiva sobre su naturaleza pecaminosa. Semeiante pretensión cierto que no podemos comprender la perfección cristia-
Es
no es posible, salvo que se entienda mal la naturaleza huma- rn sin tener en cuenta su relación con la noción de pecado. En
na y la del pecado. .,rsi todos los casos considerados, la perfección se pone en rela-
. irin directa con la lev de Dios.

Una distinción importante Seríapor tanto inconcebible que la perfección no supusiera


¡t,rra los
"perfectos" una vida de victoria sobre sus defectos, sus
Para poder entender bien lo que enseña Juan hay que dis- l.rItas frente a Dios y al pró jimo, en una palabra, frente a sus pe-
tinguir entre el Pecado, con mayúscula, y /os pecados:
r l¡clos.

El Pecado designa uel poder del pecado, (1 Cor. 15: 56) que
Precisamente el apóstol Juan habla muy claro sobre este
hace de los seres humanos uesclavos del pecado, (Rom. 6: 17).
l)ru)to, pero a menudo sus decl,rraciones han sido mal interpre-
Al hablar de é1, Pablo dice: .habita en mí,, (está en míu, ulucha
t lrlas.
contra la lev de mi mente v me somete a la ley del pecado que
está en mis miembrs5u (Rom. 7: 77 , 21, 23). T.1l es e I podet qrd
empuja a los hombres a pecar y a cometer ¿ctos pecaminosos.
¿"Perfección" quiere decir "vida sin pecado"?
En realidad, los actos que llamamos "pecados" son el resul-
Muchos cristianos se apoyan en algunas declaraciones del
tado del poder que domina sobre la naturaleza humana. De tal
,rptistol Juan para afirmar que la perfección exige una vida sin
manera que, ¿rlrn siendo posible -por la gracia de Dios y el Espí-
cado.
ritu de vida en Jesucristo- resistir la tent¿rción que arrastra a ¡rt

cometer pecados, el poder del pecado, innato en la naturaleza De entrada, Juan define con claridad lo que él entiende por
humana, permanecerá e n el hombre mientr,rs viva en ,(este cuer- ¡rccado:
po de muerteu (Rom. 7:24).
uTodo el que comete pecado,
quebranta la ley,,
El Pecado, los pecados y el perfeccionismo pues el pecado es la transgresión de la ley.
Por no haber distinguido bien entre "el Pecado" v "los pe- Pero vosotros sabéis que Cristo

cados", es decir, entre el poder del pecado y las acciones peca- apareció para quitar nuestros pecados.
minosas, muchos creye ntes sinceros ve rran en cuanto a lo que Y en él no hay pecado.u

94 95
LA PF-RFEcclóN cRIsrlANA
Ll nrnrpccró¡¡ SEGúN EL nnósrol Ju'rN

uSi decimos que no tenemos pecado,


Y concluye:
nos engañamos a nosotros mismos,
uTodo el que permanece en é1,
y la verdad no está en nosotros. [...]
no sigue pecando. Pero si decimos que no hemos pecado,
El que sigue pecando, lo hacemos a él mentiroso,
no lo ha visto, ni lo ha conocido, y su Palabra no está en nosotros.)
(l Juan 3:4-6).
l)ara concluir de este modo:
E,nseguida nos da Juan la explicación de por qué eso es así:
uHijitos míos,
uTodo el que ha nacido de Dios, esto os escribo para que no pequéis.
no sigue pecando, Pero si alguno hubiera pecado,
porque la vida de f)ios está en é1. abogado tenemos ante el Padre,
No puede seguir pecando, a Jesucristo el justo,
porque ha nacido de Dios. (1 Juan l: B-2: 1).
En esto se ve quiénes son hijos de Dios, l:s evidente que estas declaraciones pueden parecer contra-
(l Juan 3:9-10). '
rlir torias, pero no lo son.
Y aún añade:
Nnturaleza pecaminosa y actitad ante el pecado
uSabemos que todo
Scncillamente , lo qr-re sucede es que el apóstol Juan distingue
el que ha nacido de Dios,
, r'trc la naturaleza pecan-rinosa del ser humano y la actitud del
no sigue pecando,
porque el Engendrado por f)ios lo guarda, lrrjo de Dios ante el pecado.
y el maligno no lo toca, l:n primer lugar le interesa subrayar que no hay nadie sin peca-
(l Juan 5: l8). ,1,,, ni siquiera él mismo, ya que se incluye en la declaración.

A partir de declaraciones tan absolutas como estas, se puede I)retender lo contrario es evidencia de que ula verdad no está
comprender que algunos pretendan que la Biblia enseña una I r)nosotros, (l Juan 1: B); más aún, es engañarnos a nosotros
perfección que excluya todo pecado. rrisrnos y hacer de Dios un mentiroso.

Ahora bien, semejante posición supone haber olvidado que no está escrito que (tanto judíos como gentiles,
¿Acaso
en la misma epístola hay declaraciones que parecen afirmar iusto
r,,.los están bajo pecado) y que uno hay justo, ni aun unou?
lo contrario. Por ejemplo:
(l{om.3:9-10).

96 97
L{ PERFEcctóN cRtsrrANA L'\ pERFECctóN sEGúN Er- ant)srol Ju.rN

Sin embargo, en los pasajes donde considera la actitud del ( ()lrro nos asegura Juan: uSi alguno hubiera pecado, abogado
cristiano lrente al pecado, declara que (no sigue pecando, (1 l('tlemos ante el Padrc, a Jesucristo el justo, (1 Juan 2: l).
Juan 3: 6), que (no practica el pecado, (l Juan 3: 9, RVR 60),
y que (no puede seguir pecandou (1 Juan 3: 9).
lil "pecado que no es de muerte
Si tenemos en cuenta la forma de los verbos griegos, hay que
f)ado que las cosas son así, Juan distingue además entrc lo
decir más bien que el que uha nacido de Dio.s, ni continúa pecrtn-
,¡rrc él llama upecado de muerteu y upecado que no es de muer-
do ni practica mtís el pecado ni lo desea, dado que no vive más en
rt, (1 Juan 5: 16).
rebelión contra Dios.
No es que existan en su opinión dos clases de pecados. Bien
f)icho de otra forma, el cristiano que ha sido regenerado no , l,rro lo dice:
tiene ya deseo de pecar porqu e PerTttrlneL'e en él ltt semilla ¿le Dios.
.Toda mala acción [o sea, toda transgresión de la ley] es peca-
El mismo poder que ha hecho de él una nueva criatura conti-
,l<r, (l Juan5: 17).
núa obrando para permitirle vivir en armonía con la voluntad
de Dios expresada en sus santos n'randamientos. Según é1, sin embargo, se pueden dar dos actitud€s posibles
,lcl pecador hacia Dios:
Conviene c{estacar, no obst¿rnte, que estas declaracione,
"bro-
luras conciernen a la actitr-rd del cristiano fiente al pecado. Ti,rs
' o bien rebelión, que condr-rce ,r la muerte;

haber experimentado el nuevo n:rcimiento, sus pensamientos, ' o bien arrepentimiento, qr-re lleva ¡r la vida.

sus deseos, su carácter se han transformado. Ahora que ha naci- La actitud del rebelde contra Dios es la del que vive en un
do de Dios el creyente odia el pecado que antes amaba; ama las tstado de constante transgresión de la lerr
virtudes que antes detesraba; va no qr-riere ser esclirvo del peca-
La actitud del que se arrepiente, en c¿mbio, es la de aquel
do, u" que Cristo le concede poder para liberarse.
,¡rrc ha sido reconciliado con Dios v en el cual Dios perma-
Ahora bien, si, pese a su nueva actitud frente al pecado, el rrcce. Incluso, aunque llegue a transgredir alguno de los man-
nacido de Dios comete una infracción contra la voluntad divi- ,l¡mientos divinos, no €t un Pecac/o de mLrerte, puesto que está
na, bien sea en un momento de debilidad, por error o ignoran- , .,nfesado y perdonado.

cia, no por ello va a ser descalificado. De ahí que Dios otorgue la vida al que se arrepiente; y así es

,.,n ulos que pecan no de muerteu (l Juan 5: 16).


LIeno de tristeza, se apresurará a confesar su pecado y poner-
se en manos de Cristo, que es *fiel y justo para perdonar nues- La distinción que Juan establece entre la actitud del cristia-
tros pecados, y limpiarnos de todo mal, (1 Juan 1:9). Pues, no que no quiere pecar y la realidad de una vida sin pecado es

98 99
L¡ pERr¡cclóN cRrsrrANA L¡ neRrecclóu SEGüN EL Apósrol JUAN

la misma que presenra Pablo entre la perfección relativa de los y envió a su Hijo como víctima
"perfectos" y la perfección absoluta que está por venir. por nuestros pecadosu
(l Juan 4:9-10).
Lo mismo que en el caso de la perfección paulina, la victo-
ria absoluta sobre el pecado es algo futuro. Nuestro amor por Dios, entonces, tiene su origen en su amor.
uNosotros lo amamos, porque él nos amó primero, (l Juan 4:
Por supuesto, la perfección a la cual Dios llama a todos los 19). Por lo tanto, nsi Dios nos ha amado tanto, nosotros tam-
cristianos en esre mundo supone finalmente la victoria sobre bién debemos amarnos unos a otros)) (1 Juan 4: 11). uEn esto
los pecados voluntarios; pero, mientras estemos en (este cuer- sc perfecciona el amor en nosotros [...]. Porque como él es, así
po de muerre, (Rom. 7:24), seguiremos siendo pecadores po- somos nosotros en este mundou (1 Juan 4: 17). Así como Dios
tenciales. rlos ama, debemos amar a nuestros hermanos.
Pretender más es desconocer la verdad, es engañarse uno mis- nY nosotros tenemos
mo y tomar a Dios por mentiroso. este mandamiento de él:
El que ama a Dios,
ame también a su hermano,
La perfección en el amor (l Juan
El hecho de ser pecador no debe constituir un obstáculo para
que el cristiano tienda a la perfección. Para Juan esra solo puede El amor fraterno, euidencia de k perfección cristiana
realizarse en el amor a Dios y al prójimo y en la obediencia a En opinión de Juan el amor fraterno es el verdadero signo
los santos mandamienros. ,le la perfección cristiana. Es la prueba por excelencia del que

Dos veces declara Juan en su primera epístola que uDios es


"ha nacido de Dios y conoce a Dios, (l Juan 4:7).
amor) (1 Juan 4:8,16). Porque usi alguno dice : "Yo amo a Dios", y aborrece a su her-
mano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano a quien
uEn esto se manifestó
ve, no puede amar a Dios a quien no ve, (1 Juan 4:20).
el amor de Dios hacia nosorros,
en que Dios envió a su Hijo único al mundo, Ahora bien, nsi nos amamos unos a otros, Dios vive en noso-
u-os, y su amor se perfeccion¿ en nosotros, (1 Juan 4: 12).
para que vivamos por é1.
E,n esto consiste el amor. f)e esta manera el amor solo es perfecto en la medida en que
No en que nosotros hayamos amado a Dios, se manifiesta en hechos, ya sea en relación con Dios o bien con
sino en que él nos amó a nosotros, cl prójimo, y en la obediencia a los mandamientos.

100 r0l
L,r penrecclóN cRtsrrANA
l¡ pEnrecclóN SEGúN EL Apósrol
JrrAN

Así dice Juan: [)e la misma forma que la perfección de Dios se manifiesra
uEn esto conocemos que amamos tr su misericordia hacia nosotros, la perfección humana debe
a los hijos de Dios, rcvelarse en el amor a Dios y al prójimo.

cuando amamos a Dios uEl que dice que esrá en él [en Cristo],
y guardamos sus mandamientos. debe andar como él anduvou
Porque en esro consiste el amor de Dios, (l Juan 2: 6).
en que guardemos sus mandamienros.
Para Juan, lo mismo que para pablo, el ¿rmor es
Y sus mandamientos no son gravosos. Jesús y por
cxcele ncia el signo visible de la perfección. y esra se
Porque todo lo que nace de Dios vence al mundo, de fine sobre
rrdo por la manera de amar y de guardar los mandamientos.
(l Juan 5:2-4). f
'rres sin amor unada soy, (l Cor. l3:2), por muchas otras vir_
Thn esencial es paraJuan esta verdad, que la repite varias veces: trrdes cristianas que pueda conrar en mi haber.

uEn esto sabemos que conocemos a Dios, Y añade Pablo:


si guardamos sus mandamientos.
uY si repartie ra todos mis bienes
El que dice: "Yo lo conozco",
parir dar de comer a pobres,
v no guarda sus mandamientos,
y entregara mi cuerpo para ser quemado,
es menriroso, y la verdad no esrá en é1.
I
y no tengo amor,
Pero el amor de Dios se petfecciona en verdad,
de nada me sirve,
en el que guarda su palabra.
Por esto sabemos que estamos en élu
(l Cor. t3:3).
(l Juan 2:3-5). amor es en verdad lo que Pablo denomina uel vínculo de
E,l
l,r perfección, (Col. 3: l4).

Quien aspira a ser perfecro debe ser misericordioso, (como


Conclusión
Padre es misericordiosou (Luc. 6:36), en rodas sus rela-
'rrestro
Al apóstol Juan se lo ha llamado el discípulo del amor. ciones con el prójimo.

No solo por haber sido el discípulo <ra quien A tal fin nos invitan rodos los ejempros bíblicos que acaba-
Jesús amaba,
fluan 19: 26; 20: 2; 2l: 7), sino rambién porque hizo del 'rrrrs
de analizar.
amor de Dios manifestado en Jesucristo el tema fundamen_ Nos queda por considerar los insrrumenros que Dios ha pues_
tal de sus escritos. ro a nuesrra disposición para alcanzar la perfección crisriana.

t02
103
Los instrumentos
divinos al servicio
de la perfección
<Mirad que llegon días -oróculo del Señor-
en que haré una alianza nuevo
con lsroely con Judá:
no seró como la alianza
que hice con sus padres
cuando los [tomé] de la mano
para sacarlos de Egipto;
la alianzo que ellos quebrantaron
y yo mantuve -oróculo del Señor-;
asíseró lo alianza que haré con lsrael
en aqueltiempo futuro -oróculo del Señor-:
Colocaré miley en su pecho,
la escribiré en su corazón,
yo seré su Dios y ellos serón mi pueblo;
yo no tendrón que enseñarse
unos a otros, mutuomente, diciendo:
"Tienes que conocer al Señori
porque todos, grondes y pequeños, me conocerón.>
Jeremías 3l:31-34
NBE
espués de haber definido lo que es la perfección y
haberla examinado en sus diversos aspectos, nos resta
todavía estudiar un asunto importante: ¿A través de
qué medios hace Dios posible lo que para el hombre
cs imposible? ¿Cuáles son los instrumentos divinos a nuestra dis-
posición para llegar a la perfección y nal premio al que Dios [...]
ha llamado desde el cielo en Cristo Jesúsu (Fil. 3: l4)?

Sería algo inconcebible que Dios hubiera indicado con tan-


ta claridad la finalidad de la vida cristiana sin haber ofrecido,
,rl mismo tiempo, los medios prácticos para alcanzarla. Con-
siderando atentamente el asunto, distinguimos al menos tres,
todos ellos destinados a conducirnos a Jesucristo, sin quien
no hay perfección posible. Se trata de las Escrituras, la ley de
Dios y el Espíritu Santo.

r07
Los rNsrRU¡vtENTos Dt\4Nos AL sER\4clo DE LA pERF[cclóN
L\ PERFEcctóN cRIsrlANA

nEstas son las palabras que os hablé,


Aunque actúan de forma simultánea y en perfecta armonía,
cuando estaba aún con vosotros;
solo podemos estudiarlos en orden sucesivo.
que era necesario que se cumpliese
todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés,
El testimonio de las Escrituras en los profctas y en los salmos.
Entonces les abrió el sentido,
Mucho se puede decir sobre la Biblia considerada como Pala-
para que entendiesen las Escriturasu
bra de Dios, sobre su inspiración, su veracidad, su autoridad.
(Luc.24:44-45).
Únicamente consideraremos aquí su papel (para que el hombre
de Dios sea perfecto, (2 Tim. 3: 17).
El poder de la Palabra
Sin la Biblia nadie conocería nada de Dios ni de Jesucristo.
Además de todo lo dicho, las Escrituras son algo más que una
"Y esta es la vida eterna, mera fuente de información.
que te conozcan a ti,
el único Dios verdadero, Para los que las reciben como Palabra de Dios constituyen
y a Jesucristo a quien tú has enviado, rrn poder de santificación.
fluan 17:3). '
Jesús se lo explicó a los que creyeron en su palabra cuando
f)e hecho, toda la Escritura tiene como tema central la perso- se les reveló como Mesías:

na y la obra de Jesucristo. Él -ir-o lo dio a entender a los ju- uSi vosotros permanecéis en mi palabra,
díos, que le pedían una prueba de su autenticidad como Mesías: sois realmente mis discípulos.
nEscudriñad las Escrituras, Y conoceréis la verdad,
ya que pensáis tener en ellas la vida eterna. y la verdad os libertaráu
Ellas son las que dan testimonio de mí, $uan B: 3l-32).
fluan 5: 39). Jesús no estaba indicando simplemente la condición para ser
En el camino de Emaús, aquella mañana de la resurrección, discípulo suyo: creer y permanecer en su palabra; presentaba
Jesús actuó de la misma manera con dos de sus discípulos: también el cometido de esa palabra en la vida de los discípulos:
uY empezando desde Moisés y todos los profetas,
tlar a conocer la verdad y su poder liberador.
les declaró lo que toda la Escritura decía de élo En varias de sus parábolas Jesús compara el poder de la Pala-
(Luc.24:27). lrra de Dios con una semilla arrojada en tierra. Ya sea que el sem-
brador uduerma o se levante , de noche y de día, la semilla brota
Luego, al aparecerse ante todos, les explicó una vez más:

109
108
l¡ penrcccró¡ cRlsrrANA Los lNsrnu¡urnros DIMNos AL sERvtcto DE LA pERFECCTóN

y crece como él no sabe. Porque la tierra da su fruto por sí gen, es decir, a Jesús. Por esta razón precisamente es necesario
misma: primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la que el Evangelio sea predicado uen todo el mundo, por testi-
espigau (Mar. 4: 26-29). Así sucede con el que (oye la palabra rnonio a todas las naciones' (Mat. 24: 14).
y la entiende, v da frutou (Mat. 13:23). Como escribe Pablo a su discípulo Timoteo:
Puesto que todo esto era algo real en su vida, Pablo se com- n-loda la Escritura es inspirada por Dios,
place al escribir a los cristianos de Roma: v es útil para enseñar, reprender,
uPorque no me avergüenzo del evangelio, enmendar e instruir en justicia,
porque es poder de Dios para que el hombre de Dios sea perfecto,

para salvación a todo el que cree [...]. cabalmente instruido para toda buena obra,
Porque en el evangelio (2 Tim. 3: 16-17).
la justicia que viene de Dios se revelan No definir mejor el papel de las Escrituras en el
es posible
(Rom. l: 16-17). lcnto proceso de crecimiento y maduración espiritual a través
Al hablar del misterioso poder de las Escrituras, el apóstol clel cual el cristiano progresa de perfección en perfección.

escribe en su Epístola a los Hebreos:

uLa Palabra de Dios es viva y efrcaz, La función pedagógica de la ley


más cortante que cualquier espada de dos filos.
Elsegundo instrumento divino a nuestra disposición para ilu-
Penetra hasta partir el alma y el espíritu,
minar el camino que lleva a la perfección cristiana es, natural-
las coyunturas y los tuétanos,
rne nte , la ley de Dios, el auténtico núcleo de las Escrituras alre-
y discierne los pensamientos
.lcdor del cual gravita toda la revelación de Dios.
y las intenciones del corazón,
(He6.4:12). nEscritas con el dedo de Dioso sobre tablas de piedra, las pala-
bras de los Diez Mandamientos son, sin duda, la expresión del
Dicho de otra forma, la Palabra de Dios penetra hasta lo más
carácter de Dios y de su voluntad en relación con sus criaturas
profundo del ser, mejor qr-re el arma más eftcaz, y deja al des-
(Éxo. 3l : 18;32: 16).
cubierto los sentimientos ocultos y los más secretos pensa-
mientos del corazón humano.
La ley en el pkn de saluación
Constituyen, pues, las Escrituras el instrumento del cual Dios
se sirve, en primer lugar, para dirigirse al ser humano y condu- Existe por desgracia en nuestro tiempo un grave malenten-
cirlo al único que puede transformarlo interiormente a su ima- <lido en lo que concierne a la ley en relación con la salvación.

ll0
rff+

l¡ pERrEccróN cRISTIANA Los t¡¡stnulte¡¡Tos DlvINos AL sERvlcto DE LA pERFEcctóN

Durante siglos, tanto iudíos como cristianos han creído en como algunos pretenden hoy, que el gran apóstol negara la
la salvación por medio de las obras de la le¡ mientras que hoy importancia de observar la ley.
muchos creen en el error opuesro, e igual de peligroso, de que
Todo lo contrario.
la fe en Jesús dispensa al creyente de observar la ley de Dios.
Pablo afirma: ulo que vale es guardar los mandamientos de
Ambos son errores graves, en total contradicción con la ense- [)ios, (l Cor.7: l9).
ñanza de Jesús y de los apóstoles, para quienes el problema nunca
Según el pensamiento paulino hemos sido ucreados en Cris-
consistió en saber si era necesario observar la ley o no; más bien
to Jesús para buenas obras, que Dios de antemano preparó para
les interesó conocer en qué condiciones y de qué manera es posi-
t¡ue anduviésciiros en ellas, (Efe. 2: B-10).
I ble su observancia.
Dicho de otro modo: No somos salvos "par obras" , sino "para
Evidentemente la ley no fue otorgada por Dios como un
I
lruenas obras", precisa Pablo, como fruto de la gracia de Dios.
i
medio de salvación. uPorque si la ley pudiera vivificar, la justi-
I

cia vendría realmente por la ley, (Gá1. 3:2I).


El tutor que nos conduce a Cristo
Más aún, usi la iustificación se obtuviera por la le¡ entonces
por demás murió Crisro" (Gá1.2:21). Nadie ha sabido tampoco explicar mejor que Pablo la fun-
ción pedagógica de la ley en el proceso de la salvación por gra-
No es que la ley sea imperfecra. Al contrario. Pablo afir-
cia, por medio de la fe.
ma que es (santa) y uel mandamiento santo, justo y buenou
(Rom. 7: 12). La define en esros términos: ula ley ha sido nuesrro ayo lpai-
r./ogogós), para llevarnos a Cristou (Gá1. 3: 24, RVR 60).
Pero la ley no es un principio de vida en sí, capaz de dar, o
i Esta afirmación paulina no solo concierne a la ley moral, sino
simplemente de mantener la vida.
; también a las leyes ceremoniales.
Aún más, absolutamente impotenre para liberar a los seres
es
En efecto, el servicio levítico e n el santuario tenía también
humanos de la esclavitud del pecado (por cuanro era débil por
como finalidad preparar a los creyentes del antiguo pacto para
la carneu (Rom. 8: 3). Debido a esto no es posible obtener la
I la venida del Mesías. El culto en el santuario era una prefi-
salvación por medio de la observancia de la ley de Dios.
guración de la obra de salvación que Jesucristo, el cordero de
Dios predestinado para quitar el pecado del mundo, debía
Conna La salaación por obras cumplir.
Nadie ha luchado más que Pablo contra la creencia en la sal- Al dirigirse a cristianos provenientes del judaísmo, el autor
vación por las obras de la ley. Eso no significa, sin embargo, de la Epístola a los Hebreos se dedica especialmente a demos-

112 r 13
L{ PERFEcctóN cRtsrlAN-{ Los tNstnurt¡NTos DIVlNos AL sItRVl(.t() Irt: L\ I'l.t{t l.( ( tr)N

trar cómo la le¡ en cl antiguo pacto, tenía la finalidad de con- ..lcJesús. En adelante la ley será aútn un meior "peclrgogo" p,rrrr
- llcvar a los seres humanos a Cristo.
ducir a Cristo, y por él a la perfección. l)ice :
hubiera podido alcanzirr por el sacerdocio
"Si perfección se
la uPor la ley se alcanza
levíticou, Dios no hubiera necesitado establccer un nuevo sumo el conocimiento del pecado,
sacerdote en la persona del .Hijo, hecho perfet'to para siempre, (Rom. 3:20; $ 7:7).
(Heb. 7: 11, 2B).
Efectivamenre, uel que mira atentamente en la lev perficttt,
Ahora bien, debido a que los sacrificios y las ofrendas que
l,r de la libertadu (Sant. l:25) se verá a sí mismo tal como cs.
se presentaban de continuo en el antiguo pacto no podían

"hacer
perfecto, en su conciencia, al ador:rdor, ni udar la perfec- Sin la ley no habría conocimie¡rto del pecado ¡ por cncle,
ción a los que se alleganu (Heb. 9:9;10: l), Cristo (con Lrnir rringuna necesidad de Salvador ni de graci,r.
sola ofrenda llevó ala perfección para siempre a los santifica-
Precisamente, debido al sentimiento de culpa, la ley provo-
dos" (Heb. l0: l4).
t,r e I deseo de liberación.

[)e esta forma es como cumple la función de un "pedagog()


Un pacto nueao ! mejor t
¡',rra guiarnos a Cristo, a fin de que por la fé en él pod,rn.ros s.,r
Y, como la ley en el antiguo pacto (nada perfeccionó", Dios
,,jrrstificados gratuitanrenre por su grrrcia,, (Rom. 3: 24; tf l:,|c.
ha introducido uun pacto n-rejor, (Heb. 7:79,22), cuyo media-
.l: U).
dor es Cristo.
Gracias a esa mediación la ley no queda ya escrir¿t ran solcr
en tablas de piedra, sino en el mismo corazón del creyenre, según
La ley, expresión de la uoluntad diuina
la promesa hecha a los profetas Jeremías y Ezequiel:
Pero aún le está reservada a la ley otra función, la de d,rr¡r,rs
nEste es el pacto que haré con ellos. ,r conocer la voluntad de Dios.
Después de aquellos días, dice el Señor:
Puesto que es la expresión de su carácter, lo es también firr-
Pondré mis leyes en sus corazones,
/osamente de su justicia, de su amor y de su perfección.
y en sus mentes las escribiré'
(Heb. 10: 16; $ 8:10, Puesto que es santa, justa y buena, contiene los principios
RVR 60). rnorales y espirituales que todo ser humano precisa para clisccr-
El Señor no habría podido profetizar con mayor claridad el rrir ucuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (l{onr.
cambio que iba a producirse en el papel de la ley gracias a la obra t 2: 2).

t14 l15
LA PERFEccIÓN cRISTIANA Los tNsrnu¡ttr.NTos DlvtNos AL sERvtcto t)t'. r/\ I'ltu:l(.ctóN

Por nosotros mismos somos incapaces de guardar los man- La obra del Espíritu Santo
damientos de Dios. Lo dijo Jesús: uEso es imposible para los
hombres, (Mat. I 9: 26). Sin el Espíritu de f)ios, que es también el Espíritu dc ()'i.s'
to, ni la Escritura ni la ley podrían desempeñar un papel clcci-
Y Pablo nos presenra la razón: sivo en el camino del cristiano hacia la perfección. Si ambrrs son
instrumentos de perfección, es bajo la inf-luencia del Espíritu:
uLa ley es espiritual;
nlos santos hombres de f)ios
mas yo sov carnal, vendido al pecado. [...]
El querer el bien esrá en mí, pero no el hacerlo, hablaron inspirados por el Espíritu Santo,
(Rom. 7: 14, i8, RVR 60).
(2 Ped. l: 21).

El mismo Espíritu que inspiró las Escrituras es necesario prrrrr


Dios nos otorga su gracia a rravés de la le en Jesucristo, no
comprender las verdades que contienen.
para liberarnos de la obediencia a sus mandamientos, sino del
pecado, y con el fin de capacitarnos para hacer su voluntad. Asimismo la ley no puede sensibilizar las conciencias sin el
l.spíritu. Sería absurdo hablar de obediencia a los mandamien-
uPorque Dios es el que obra en vosotros, t,rs de Dios sin el poder del Espíritu (que opera en nosotros)
tanto el querer como el hacer, (l:fe. 3: 20).
t

por su buena voluntadu


En realidad, la naturale za del Espíritu Santo es un mistcri<r
(Fil. 2: 13).
no revelado. Jesús se contentó con decir que el Espíritu es ucl
Así pues, la ley lleva al pecador a Crisro, como un pedagog<r Ayudador [...],.1 Espíritu de la verdad que procede del Padrc"
(f uan 15:26). En cambio, define con toda claridad la funci<in
a su amo, y Cristo lo devuelve arrepentido, perdonado y rege-
.r la que el Espíritu es llamado en la obra de la salvación. Primero,
nerado para la obediencia a los mandamientos de Dios.
t n su propia vida -la de Cristo-; luego, en la de los que iban rr
le¡ el nuevo pacto de Dios en Jesucristo
Lejos de abrogar la creer en él a lo largo de los siglos, para su santificación.
la confirma de manera definitiva.

Lo que semodifica es la relación enrre el ser humano y la


El poder del Espíritu
ley. Gracias a Jesucristo la ley no es ya únicamente algo ajeno, mundo hace dos mil años
L.a razón de la venida de Jesús al
exterior a cada uno de nosotros, grabado uen tablas de piedrar, lire principalmente la reconciliación de la humanidad con Dios,
sino escrito nen tablas de carne del corazón)), (nc) con tinta, ¡ror medio del ministerio de Cristo y el del Espíritu Santo, clcl
sino con el Espíritu del Dios vi,roo (2 Cor. 3: 3, RVR 60). .. Lral él era el portador.

116 tt7
L¡ penreccróN cRr.sr¡ANA Los lNs"rntrlteNTos DIVIñ-os AL sERVIcto t)t: ti\ r,r-.Rtr,(.(.t()N

Engendrado por el Espíritu, ungido por él en su baurismo, uCuando venga el Espíritu de verdad,
Jesús fue guiado por é1, pues el Espíriru habitaba plenamente él os guiará a toda la verdad.,
en su corazón. uPero cuando venga el Ayudador
que os enviaré del Padre,
Pablo llega a decir que el que ufue manifestado en carne u, fue
el Espíritu de la verdad
ujustificado en el Espíritu,, (1 Tim. 3:16).
que procede del Padre,
Sin el Espíritu, Jesús no habría podido llevar a cabo con él testificará de mí,
éxito la obra de salvación para la cual Dios lo había enviado fluan l6: 13;15:26).
al mundo.
Nada más resucitar, Jesús renueva su promesa hecha el día
En diversas ocasiones Jesús habla udel Espíritu que habían de ..le su partida:
recibir los que creyesen en élu. Y el evangelista explica que uaún uVosotros seréis bautizados
no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido
con el Espíritu Santo
glorificado aún, (Juan 7: 39).
dentro de pocos días,
Por eso, tras anunciar su partida, Jesús animó a sLrs discípq- (Hech. l: 5).
los diciéndoles: Luego repite una vez más:
uSin embargo, os digo la verdad: uPero recibiréis el poder,
C)s conviene que me vaya, cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo,
porque si no me fuera, y me seréis testigos en Jerusalén,
el Ayudador no vendría a vosorros. en toda Judea, en Samaria,
Pero al irme, os lo enviaré. y hasta lo último de Ia tierra,
Y cuando él venga (Hech. l: B).
convencerá al mundo de pecado,
Lo que Jesús prome tió a los doce Apóstoles y realizó en Pe n-
de justicia y de juicio,
rccostés, lo promete igualmente a los que responden a las lla-
$uan 16 7-B). nradas del Espíritu.
Con estas palabras Jesús en persona define con precisión
Desde su ascensión Cristo busca sin descanso atraer a los
el papel del E,spíritu en los discípulos, como en rodos los seres
scres humanos a él (Juan l2: 32) para revelarles los tesoros c{c
humanos.
ll Escritura y para hacerlos capaces de caminar, por el F,spí-
E incluso precisa: ritu, u6s¡¡s él anduvo, (l Juan 2: 6).

I l8 il9
L{ PERFECCIóN cRrsrrANA Los INsrnuttr.NTos DIVtNos Al SERVICIO t)[ t-A I'rlrrr:F-(.(.t()N

El don del Espiritu Santo Precisando todavía más lo relativo a la acción clcl lrspíritu
.,n el hombre, Pablo explica que el nEspíritu de vida cn (lris-
Y en efecto, desde Pentecostés tenemos al Espíritu Santo a to Jesús, nos libra ude la ley del pecado y de la muerte, [...]
nuestra disposición. No obstante, Dios se lo concede al que se
p¿rraque la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, (Rom.
lo pide (Luc. 1 l: l3); y el Espíritu se aposenta en quien lo reci- 8:2, 4, RVR 60).
be, y Cristo a través de é1.
En otras palabras: Se nos otorga el Espíritu para que seamos
Lo mismo que Dios se encarnó en Jesucristo por el Espíritu, caminar "según el Espíritu", siempre adelante en cl
crrpac€s de
de igual forma Cristo, por medio del Espíritu, habita en quien rumplimiento de la voluntad de Dios.
lo recibe. De esta manera Jesús, por su ministerio, le abrió el
El don del Espíritu de Dios constituye por lo tanto el ins-
camino al Espíritu y dio lugar a una nueva generación huma-
rrumento divino esencial para la vida espiritual.
na, regenerada por el Espíritu.
Sin el Espíritu nadie puede pretender ser discípulo de Cristo.
El apóstol Pablo en particular se complace en destacar la fun-
El Espíritu es, a la vez, la fuente de la nueva vida en Cristo
ción del Espíritu ua fin de perfeccionar a los santos) (Efe. 4: l2):
v la condición de la transformación interna a la imagen de l,r
uEl que no tiene el Espíritu de Cristo no es de élu (Rom. 8,:
¡rcrfección que es en Cristo.
9)."Y nadie puede decir: "Jesús es el Señor", sino por el Espí-
No hay posibilidad de verdadera perfección si no es por l,r
ritu Santou (1 Cor. 12:3). Pero si el Espíritu uhabita en voso-
,rcción del Espíritu de Dios, que obra con poder en el corazór.r
tros), (testifica a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios,
,lcl que recibe por la fe al Señor Jesucristo.
(Rom. B:9, l6).

Pese alo que algunos piensan, el Espíritu de Dios no es pri-


vilegio exclusivo de unos pocos. A los creyentes de Corinto Pablo
les declara:

uPorque por un Espíritu


fuimos todos bautizados en un cuerpo [...] .
Y a todos se nos dio a beber
de un mismo Espíritu,
(l Cor. 12: 13).
Por esta razón, a través de Cristo, (unos y otros tenemos acce-
so al Padre por un mismo Espírituu (Efc. 2: l8).

120 l2t
Ellen G. White
y la perfección
crtsttana

<Todos los que son bautizados


han de dar evidencia de que han sido convertidos.
No existe un tema en elcual haya que espaciarse
mas ferviente, repetida y frecuentemente,
o que haya de ser establecido con mós firmeza
en la mente de todos, que la imposibilidad
de los hombres caídos de merecer algo
por sus propias buenas obras.
Lo salvación se obtiene solo
por medio de la fe en Cristo Jesús.>
Manuscrito no l6
Diario de 1890*
ntre los diversos autores que han tratado el tema de
la perfección cristiana, no hav ninguno, hast¿r
donde nosotros sepamos, que lo haya hecho con
tanta fidelidad a la Biblia y un discernimiento espi-
¡itual tan profundo como Ellen G. White (1827-1915).
Fue una autora prolífica. Su obr¿r lireraria abarca unos seten-
trr años de.su vida.

Cuando murió, los escritos de Ellen G. White sumaban más


.lc 120.000 páginas distribuidas así:
' 24 obras en circulación, traducidas a diversas lenguas;
' 2 en vías de publicación;
. 4.600 artículos publicados en múltiples revistas;
' unos 200 folletos sobre diferentes temas;
. y miles de páginas manuscritas.
- (liraclo por Loron 'Wade,;Es posible alcanur /,t petfeccitin?, Publicaciones Inte - Desde su muerte, acaecida en 1915, han visto la luz unas cin-
ramericanas (Paciflc Prcss Publishing Association), N4ountrrin Vierv (Califbr-
ni:r), 1979, pá9.52.
( uenta obras más, recopilaciones a partir de sus escritos.

127
l,\ PERFEccTóN cRTSTIANA Err¡¡ (1. Vn¡tr y rA put[r'(.(.r(iN ( ru\rr \N \

Una obra centrada en Jesucristo .. o la perfección del carrícter cristiano. Sin cnlbrrr'-
r<ín cristirrna
l() este concepto aparece constantemente en toda str olrrll. lrs c'l
Todos los temas que aborda en sus escriros son de inspira- r.leal realizado por Jesucristo y propuesto de modo perm:rn('r)-
ción bíblica. Para ella la Biblia es la única norma de la verdad. tc a cada cristiano.
E,n cuatro grandes volúmenes (Patriarcas y profetas, Profetas
Las palabras 'perfección' v 'perfecto' se mencionan niille-
y El Deseado de todas las gentes I Los hechos de los apósto-
Reyes,
de veces en sus escritos inspirados, v las expresiones'pcr-
/rs) escribe un comentario espiritual de las Escrituras que abar, 'cs
It'cción del ctrrácter' v'perfección cristirrnrr', 422 v 66 veces res-
ca del Génesis alApocalipsis.
l)cctivamente.
Un quinto volumen (El conflicto de los siglos) completa la se rie ,
['-n razón de ello, no nos será posible considerar este asunto
consagrada al gran conflicto entre las fuerzas del bien y del mal
,l. fbrma det,rllada ni exhaustiv¿r. Habre mos cle contentarnos coll
a lo largo de los veinte siglos de hisroria del cristianismo.
rura síntesis, respet,rndo en Ia medid,r de lo posible las exprc-
Ahora bien, su tema predilecro es la persona de Jesucristo. ',iones de l,r autora-
Le consagra varias obras, la más importante de las cuales es 27
Deseado de todas las gentes; pero la más divulgada es El camino
(/na creyente en la perfección
a Cristo, traducida a más de cienro veinte lenguas* y de la quc
se han publicado millones de ejemplares.
Puesto que Ellen Cl. White crcc en Ia pcrficción, se csfircrz.rr
También consagra otras obras a las enseñanzas de Jesrts Pala- ( n prescntarla y enseñarle cn toclos srrs escritos. Invit¿r sin ccstrr
bras de uida del gran Maestro y El discurso maestro de Jesucristo. ,, los lectores a procurrrrl¿r con todas su.s fircrzas, cont,rnd<l co¡'l
Por lo demás, Ellen G. W'hite aborda todo cuanro renga que ver 1., qrrtci.r de Dios.
con la vida espiritual de los cristianos, la salud o la educación.
La pcrfccción no solo es para ella run don de Dios v privile-
liio de t<¡clos los seres humrrnos, sino un:r nl:rravillosa posibili-
,l.rcl de desarrollo espiritual inflnito, ctryo modelo de cst:rtur¡
La p erfección cristiana
l,crfecta es Jesús.
en los escritos de EIIcn G. \Ybite
ula mayor manifestación de su potencia üa cle Diosl se pro,
Por extraño que pudiera parecer, ninguno de los libros de la
,lrrce cuand<¡ en l,r naturirleza hum¿rn:r .se cultiva la pcrfccción
señora Vhite está dedicado directamenre al tema de la perfec-
,lcl crrrácrer de Cristo" (Tlstimonios pam h iglesi,t, r. 7, píg. 139);
* v cs la maniféstació¡r mrís extraordin¿rria del poder de [)i<-ts cn
S¿feliz la ha editado en castellano (véase pág. 173), catalán (El camí a Crist) ¡'
vasc<> ( Kr i s toga na h o b i¿lea). l.rvor de la salvacirin del hombre.

128 I2.)

I
L-\ PERFECLTóN cRrs f IAN-A F-rreN G. Wlurt, \' t-,\ I,Hit.E( (]()N (.N\'il,\N \

Perfección relativa tcl relativct dc la perfección cn la qr,re estaba pcnsanclo l'.llcn


('. White v ,r l,r cu,rl en realid,rd nos invita.
Es imporranrc que correncemos nLrestro esrudio dclinicnclr
elsentido preciso que F.llen (1. White le d,r a la p,rlabr,r'perfic- "[:n Dios se hallan tocl<ls los ¿rtributos justos del crrr¿íctcl
ción' de forma general. (omo Lrn todo perfecto 1'¿rrmt-rnioso" (Pahbms r/e uich t/el glttrt
t\'l¡estro, pág. 265).
I A pcsar de:rlgun:rs cxprcsiones Lrn rrnro absolurrrs, de las cu,r-
les algunos se sirven p¿rrl sacar conclusiones crróneas, le pcr- Inclr"rso si nos es dacl<¡ el priuilegio cle poseer:us dtribtttus,'"tl

fccción cristi¿rna se nos presenta por el ccl.rr¿rio conro Llril irlritrrr a aquel qlle es nLrestro perflcto v clivino ejemplo, solo
noción esencialmenre relariv,r. lt,,clenros llcq.tr.l ser stt intrtgetr.

"lüo podemos igualar el mo.lelo, pero llo serernos aprobados


Una inuitación n Ia perfección según el modelo diuitto ¡,or Dios si no lo copiamos, y c{e acuerdo con la capircidad qr-rc
l)it¡s t¡os /,¿ dtdo, r-r<-rs rrsemcje¡nos a é1,, ('l\stitnonios pttttt /,t igla-
cierto qLre nume rosos pas:rjes de sus escritc.rs r-ros invi-
F-s ,itt, t. 2. pág. 487).
tan :l una perfccción quc percce ser la dcl mismo Dios. Ornrs
I-n e fc'cto, lo r¡uc [)ios pide de cada Llno es quc hrrea toclo lo
p:lrccen ¿rf-irmrrr qLrc ¡ruesrra perfeccicin c{cber.íe scr igr-rel ¡ lrr
,¡ue cstel cn su man(r. É'.1 ,,coloc,r e c,t.l,r ¿gcnte humano bajo la
dc Cristo, nuesrro moclelo. [)c la mism,r forma c1r-re Jcsr.i.s nos
,rbligación de hacer kr mcjor clue ptrede. [)e todcts exi{c ¡rct'-
invitrr,r ser "pcrfecros como nuesrro I)aclrc celestial", L-llcn (1.
lcrc.ión mc,ral, (lhhbra: dc ui¿/,t lc/grutn ,Vtestru. p't:ís.'265).
\Yhire escribc:
cl pens,rmiento dc L,llen (]. Vhite la inviritción dc (lris-
[:-n
,,[:.1 ic'leal clel crrr¿icrcr
crisriano cs lrr scnrcj,r.zrl c()¡r f.risr.,, r():l scr pcrfectos (como vlrcstro Pirdre celestial cs pcrfbctoD tienc
('l-estintonies.ftr the Cl.,urc/,, r. 8, pág. 64).
rrn sentido nluy rclrrtir'o. Ilu varias ocasione.s nos cncontrilnros
.l-l
ideal dcl carácrer crisriano es la scmejrrnzrr con Crisro. ,,rn cl ct¡rncnt,rlio sigrricnrc:
Como el Hijo clel hombrc [r-re perlccro cn su r.ic1a, lo.s qtrc lc uAsí com<¡ f)ios es perfecto ert su esfer,t,l'renros dc serlo noso-
sigr-rcn ha' de scr perflcros en la 5¡¡1'¿,, (É7 Dcse¡trJr¡ r/r to¿ks Lts r ros ¿/? lll iluestrd> (Tistimonics for the (hurclt, t. [i. príg. 64; t 4,
gentes, prig. 278). profet,rs, pág. 620).
1rlie. 591; Patri,trt-¿s _y

"[)ios exige que sus hijos se an perfectos" (Pthbruts lc ¿,irln c/cl


grtn Mnestt'o, ptig. 255). Ln petfección diuina y Ia naturaleza bumana
Se rratir de e xpre siclncs corrientes.
No obsranre, un¿r lec- Por otrr¡ lado, parece que la autora condiciona la perfi'cci<irr
tufil atentil no puedc dejar luear a c{uclas en cuilnro al c:rr¿íc- ¡lior¡l r la n¿rturaleza particular cle cird,r trno:

r30 l.)l
Lr penrecctóx cRIsrr.\NA E¡-re N G. Wutle y LA pERt'ti(;(:t()N ( lus l.lANA

uCon nuestt'ns facultttdes litnitrtdu, hemos de se r tan sanros en La naturaleza bumana pecaminosa
nuestra esfbra como Dios es sanro en la suy¿r. Hdstn donde nlcnn-
Pero la perfección que el crevente puede pretender cs rcl,rti-
ce nttestrn capttcidad, he mos de manifesrar la verdad, el amor v
va también en otro sentido: el derivado de las imperfeccioncs
la excelenci¿r del c,rrácter divino. Así como la cera recibe lir impre-
rlc su naturaleza pecaminosa.
sión del sello, irsí el alma ha de rccibir la inrpresión del Espíri-
tu de Dios v ha de rerener la imirgen de Cristo, (Mensnf cs selec- No solo la perfección de la carne es imposible; la propia pcr-
tos, t. 1, prig. 395). fccción moral está limitada en sí misma por la manere en que
vivíamos antes de nuestra conversión y por los efectos fí.sicos,
La noción de perfección rom:I, de est¿r fbrma, sentidos muv
intelectuales y morales de nuestra vida pasada.
I m¿rtiz:rdos.
Por ello Ellen G. White habla de seres humanos cuvos pec¿r-
En primer lugar, Elien G. Whire discierne grados de perfec- ..los han sido perclonados, pero que llevarán sus cicatrices, mar-
ción para todo lo que Dios h,r crcado: c,rs v efectos p,rrir el resto de sus vidas (Comentario biblico aduan-
.La perflcción exisre en rod,rs las obras de Dios, se:ul peque- tistd del séprimo clía, t 3,pág. 1.176).

ñas o impcrrt¿rnresD (La educación, pág. 114).


El esfuerzo humano por alcrrnzar la perfección
Incluso existen diferenres grac{os c{e perfécción enrre l.r, irdi-
vicluo.s: Sea como fuere, por muy relariva que pueda ser nuestr¿r per-
lccción moral, utodos los que quieran ser obreros junramcnte
uNo roclos alcanzan el mismo desarrollo, ni hacen con igurrl
con Dios, deben esforzarse por alcanzar la perfección de cad¿r
eficiencia e I mis¡no trabajo. Dios no espera que el hisopo adqtrie-
rirsano del cuerpo v cada cualidad de la mente" (Palnbms de ui¿l,t
ra las proporciones del cedro, ni que el olivo ¿rlcancc la ,rlrum
rlcl gran Maestro, pág. 265).
de la m:rjesttrosa palmera. Pero todos deberíamos aspirar a l,r
altura a que la unión del poder humirno con el divino nos per- Porque usi bien es cierto que no podemos reclamar la perfec-
mita alcanzar, (La aducttción, pág. 267). ción de la carne, podemos tener la perfección cristiana del alm,r"
(Mensajes selectos, t.2, pág.36). Esta es la que se nos exige ;r todos.
Aún más, el desarrollo progresivo de la vida espirirual dc
Pero se impone una precisión: la perfección cristiana del alma
I un individuo puede enconrrarse consranremenre en el nivel
cstá en relación con la acción de Dios:
de la perfección. En efecro, lo mismo que la planra es per-
fecta en todas las etapas de su crecimiento, (en cualquier uNo dependemos de lo que el hombre puede hacer, sino dc
etapa del desarrollo, nuesrra vida puede ser perfecta (La eclu- lo que f)ios puede hacer por el hombre mediante Cristou (Men-
"
cttción, pág. I 06). srtjes selectos, t. 2, pág. 37).

132 r ll
l-¡ r¡RreccróN cRlsrrANA ErreN G. WHIrE )' L,\ I't:tt],t(:ctóN (ilils il¡\N¡\

En resumen, la perfección moral ,r lir que Ellen G. White h¡ce uL:rs producciones m¿ís descollantes del ingenio hunrano tro
alusión const¿lnrenrenre se resume con toda claridad en esta posecn belleza alguna que pueda compararse a l¿r hcrmosurrt
expresión que aparece una v orra vez en sus escritos: la perfec- .lc crrrácter que a su rrista es de "gran precio"u (La ec/ucrtcirln,
ción del car:ícre r crisriano. p|s. 249).
Jesúrs también le consagra lo mejor de su enseñanza. uNirdir
cli¡o para satisficer la curiosicl,rd o estimular l¿ ambición egoís-
La perfección del carácter cristiano tir. No se ocupó de teorí,rs ,rlrstractas, sino de lo que es indispen-
.El Señor exige perfécción de su frrmilia redimida. f)eman- stble pmtt el c/e¡ttrrollo c/el carácter; de lo qLre amplía l:r irptitud

da perf'ección en l¿r ediflcación de I carácrer, (Corrtenttrio bíbli- .lcl hombre para conocer ¡r f)ios v aumenta su poder pirra haccr
co rtduentisttt de/ siptimo ¿/ítt, t.5,pág. 1.061). lricrr" (Z,r elttcacióu. pLÍe. lt I ).
Comprendemos, pues, que ula edificación del c¿rrácter es la
Se rrara de un,r perfección neramente defrnida v supone n,rda
obra más importanrc quc jamrís haya sido conflada a los seres
menos que una exigencia explícita:
hirmanc¡s v nLlncr ,rntes h,r sido su estudio dilieente tan in-rpor-
,,[)ios aceptará úrnicamenre a los quc e.sr,ín dererminaclos rr rrurrc como ahora' (Ln edumción, pág.225).
poner.se un bl,rnco elevaclo. Coloca a crrcla agenre hurnano bajó
Ciert¿rmentc, u[11 1,g¡d.clsra cducación no descclnoce el valclr clcl
la oblieación de hacer lo mejor que puerle . [)c rodos exise per-
cr¡nocimien¡o científlco o literario, pero considera que el podcr cs
fbcción moral. Itlunca clebicjr,rmos reba,jrrr la normir de jusricil
strperior a la infbrmación, la bondacl al poder y el c¿rr¿icter trl cono-
a fin dc conten-rporizar con malas rendencirrs herec{rrd;.rs o culri-
cimiento intclectiral. L-.1 mundo no necesita tanto hombres cle gr.tn
vadas. Necesirarnos comprencler que es pecado la imperfección
irrtelecto como cle carrícter noble" (Lrt ec/ucación, pág.225).
de c¿rr:icrer,, (htlabras de ui¿/¡t c/el gzn Mtrstto, príg. 265).
uPero semeiente carácter no es el resultado de la casualidad;
De la fbrmación del carácrer depenclen direcramc-nte nues- no se debe ,r f,rvorcs o dones especiales de la Providencia. Un'
tra vida cristi¿rna en esre mundo y la vida ercrna: car¿ícter noble es cl rcsultado de l,r aurodisciplina, de la sLrjeci<in

utll carácter [...] derermina el desrino rrnro para esta vidrr cle la n:rruralcz-a brrja ir l,r sr-rper-ior, de l,r entrega del yo al servi-

conro p¿rr:r l¿r venicler:r', (La educn'ión, ptig. 109). Es rr la vez ul,r
cio cle anlor ¿r Dios y al hombreu (La eclucación, pág.57).
cosech,r de la vida" (ibíd.) \¡ el (p¿rsilporte de la e.scuela prepar¿l- Y adcmás es unil labor de paciencia y perseverancia:
toria de la tierra a la superior, la celesrial,,(ibít\., pág. l9).
.La perfcccil;n del c¿rr¿icte r es una obra que dura toda la vida.
Nada hav más import¿rnre que la formación del cariícter y Es inalcanzable p,rra aquellos que no están dispuestos a luchar
nada que teng¿r anre Dios un "precio" más elev¿rdo: por ella de l¿r manera que Dios ha designado, rl pasos lenros y

134 ll5
T
L,r pen¡eccróN cRtsrrANA Enet G. Vurtt y L.\ pERFEccróN cRrsrr¡\NA

trabaiosos. No podemos permirirnos comerer algún error al res- cs prometida la perfección moral v espiritual por la gracia y
pecto, sino que necesiramos cre cer día tras día en Cristo" (7Zs- cl poder cle Cristo, (Los ltechos de los npóstoles, pág.381).
rimonios para la iglesia, t 5, pág.472). uPor la luz de la verdad que brilla sobre nosotros, no pode-
Por otro lado, u(lristo no nos ha dado la segurid,,rd de que mos ahora ser excusados ni por un momento por conformarnos
sea asunro f;ícil lograr la perfbcción del carácter. Un carácrer rruna norma baja. Como obreros iuntamente con Cristo, tene-
noble, cabal, no se hereda. No lo recibimos accidenralmente. Un rnos el privilegio de compartir sus sufrimientos. Hemos de mirar
carácter noble se obtiene mediante esfuerzos individuales, rea- su vida, estudiar su c¿rrácter y copiar el modelo. Lo que Cristo
lizados por los méritos v la grircia de Crisro. Dios da los talen- cra en su hum¿rnidad perfecta, debemos serlo nosotros; porque
ros, las facultades nrentales; nosotros form:rmos el car¿ícrer. I.o clebemos form,rr carrrcteres para la eternidad, ('festimonios para
desarrollamos sosteniendo rudas y severas barallas conrra el yo. los tninistros, págs. 171-172).
Hay que sostener conf'licro tras conflicro conrra las tendencias
uTodaví:r no somos perfecros; pero es nLlestro privilegio sepa-
hereditarirrs. lendrcnlos <¡ue criticrrrnos a nosorros mismos sevc-
r¡rnos de los lazos del vo v del pecado y avanzar haci:r la per-
ramente, y no permitir que quede sin corregir un solo rasgo des-
fccción. Grandes posibilidades, altos v santos fines están al ,rlcan-
favor¿rble, (Palabras de uiclrt del gran Maestro, pig. 266).
.e de todos" (Los ltecl,os de /os apóstoles, pág. 451).

"Debe h,rber un,r luch:r continua y un progreso constantc


Una obra de la gracia de Dios lrrrcia aclelante v hacia arriba, hacia la perfécción del carrícter,,
De todas mrlneras, aun cu,rndo la perfección clel c¿rr:ícrer ( [cstirnonies
for tl,c (.hur¿'h, t. 8, pág. 64; Jo-yot c/e los testiruonios,
es en bucna rnedida uel resultado de ru propio esfuerzou r I, pág. 606).
(Reuietu an¿l Her¿|d,26 de agosro de l884), no por cllo dcja .El reino de Dios no se revela por apariencias que atririg¿rn
de ser obra de h gracia de Dios. lrr atención. Se manifiesta por la calma proveniente de su pala-
En realidad, la pcrfección del carrícter es el fruro de la cola- [rr:r, por la operación interna del Espíritu Santo, por la comLr-
boración íntima entre Dios y cada ser humano. A través de Jesu- nión del alma con aquel que es su vida. La mayor manifesta-
cristo Dios otorga al hombre el poder de rcalizar el mar,rvilloso ción de su potencia se produce cuando en la naturaleza huma-
ideal de la perfbcción del carácter cristiano. Porquc rambién uel rrlr se cultiva la perftección del carácter de Cristo, (Ti:stimonios
Señor [...] espera de nosotros la perfbcción que Crisro reveló en para la iglesitt, t.7, pág. 139).
su humanidal" (Ltt condut.¿'ión del niño, pág. 450). ulos miembros de iglesia no deberían quedar por más tiem-
nEn sus esfuerzos por alcanzar el ideal de L)ios, el cris- ¡,o indiferentes en lo que concierne a la formación de caracte-
tiano no debería dcsesperarse de ningún empeño. A todos res rectos. Colocándose bajo Ia influencia modeladora del Espí-

136 ti7
L\ PERFEccIóN cRlsrtANA

ritu Santo debieran f<rrmar carilcteres quc reflejen el caráctcr


divino" (Ti:stimoniesfor tlte (hurch, t. 8, pág. B6).
uA nadie se le impide alcanzar, en su esfera, l,r perfección c{c

un carácter cristiano. Por el sacrificio de Cristo se ha provisto


para que los creyentes recibirn todas las cosas que pertenecen rl
la vida y la piedad. Dios nos invita a que alcancemos la normil La perfectibilidad,
de perfección v pone como ejemplo delante de nosotros el carác-
ter de Cristo. En su humanidad, perfeccionada por una vide dc privilegio de todo
constante resistencia al mal, el S¿rlvador mostró que cooperan-
do con la Divinidad los seres humanos pueden alcanzar la per- ser humano
fección de carácter en esta vida. Esa es la seguridad que nos da
Dios de que nosotros también podemos obtener una victorirt
completau (Los hechos de los ,tpóstoles, pág. 424).

<Año tras año brilla sobre nuestro sendero


una luz creciente [...].
Queridos hermonos y hermanas,
lo luz aumentada que recibís
os coloca bajo una mayor obligación hacia Dios.
Vuestro creci miento cri sti o no
debiera guardar relación
con los privilegios de que gozóis [..J.
¿Sois conscientes de esto?>
Review and Herold
20 de enero de 1885

138
fin de captar todo el pensamiento de Ellen G.
White en lo referente a la perfección del carácter
cristiano, es indispensable resaltar lo que ella con-
sidera la esencia mism¿r del carácrer de los seres
humanos, es decir, su perfectibilidad. En este sentido, menos
irún que en otros, Ia perfección no aparece como algo absolu-
to, acabado, una plenitud otorgada por el Creador desde un
principio; más bien se nos presenta como una posibilidad de
desarrollo infinito que la misma eternidad no podrá agotar.

La prim itiu a p erfe c ci ón


Es cierto que Dios hizo al ser humano perfecto, con esa per-
fección propia de todo lo creado por é1. Pero la perfección huma-
na se distingue de la perfección de las demás criaturas precisa-
mente por su posibilidad de progreso ilimitado, por esa perfec-
tibilidad que no poseen ni las cosas de la naturaleza, ni los demás
seres animados, que es precisamente la esencia del ser humano
y su privilegio como criatura hecha a la imagen de Dios.

t4t
L.l pen¡Ec-crr)N (:Rrsl tAN.{ [,,.\ pERt,t,(:.nB¡ut).\D, l,Rt\,lt F.(;t() t)L r()t)o strlr t.il.rNj\N()

Es evidente qLre un ¡rrivilcqio tal conllcv,rb.r iquelnrcnte cl Si nuesrros ¡rrimcros paclres hubieran scgtri.l,r flclnlcntc l.rs
riesgo dcl pecado. tirdcnes de [)ios, hut'ticran siclo capaces dc "reflciar c¿rh utz tn,ís
[)lüunncnte, a trar'és de l<,,s sielos sin fln, l.r luz..lel conocimicrl-
Sin duda, Di<ls hLrbiera poc'liclo cl'car e krs serc-s hunranos cle
to cle stt glorir' (l.n t:¿lucnción, p.ig. 22).
otro modo, no :.1 sLr imagen, r' h,rbcr colocado l nr.restros pri-
meros pirdres cn la imp<-rsibilidad de desobcdccer: Pucs l,r flnali.lad clc Dios rrl cre,rr al hotubre I stt imagcn crir
(qttc, cttrlnto mrís vivie rir, tnrís plcttrture ntc revel,l-
¡',rccisrrmente
uf)ios podía haberlos creado dc nrc,clo qLrc I'ro ¡ruclieran fal-
r;r csrr inr;rge Ir *rnrís plcn,tmcnte reflcirtrrr le elorie clcl (lrcador-.
trrr a sLls reqrrerimienlos, Per7 en $( L'(/so Jtt ctt'/íct(¡'nr¡ se /t¿bri,t
[...] I)ero por su c'lcsobcclicncia ¡rcrtli<i toclo csto' (l¡ c¿luc¿t'ión,
¿/cs¿rrollndo; sr.r servicio no hubiera sicllu'oluntrrrio, sino fbrz¡r-
p,i*. 15).
do. Les dio, por kr tanto, la facultad de escogcr, clc somcte rsc o
n<r a la obcdiencirr,' (Lt e¿luc,tt'ión, p,ig.23). l'-fcctivrrmentc, l,r esttrci¡ .lcl tcnta.lor cot-lsis tírt ¡rrccisrrmen-
rc cn l'¡rtcer crecr que "t)ios [...] trrrtrtlra cle irnl'tedir qtte,llc,rn-
zirrrrn un dcs,trrollo nrás noblc v hallirsen ntal'or fblicidad" (1-¿
Un crecimiento indefnido uluc'tción, pig. 24).
Esrá claro: la pcrfccción del scr ht¡nr,rn,r reclica en cstrr p<-rsi-
biliclad de dcserr<¡llo infinito de str cirr:íctcr. lo ctral únic¿r-nen- Las consecuencias de Ia caída
tc unrr libre.sunrisi<in a las leves de [)ios hacc posiLrle:
Debido ,r l,r desobcc{iencia al orclen clivino clc la creación cl
uUrta merrr sumisi<'rn forzacl;r impccliría todo c{c.s,rrrollo real
scr hum.lno percli<í su €pn privileeio: la posibilic{,rd de desa-
de l,r mcnte ¡'del carácter: haría del hombrc trn .sir-nplc irutónlirta.
rrollrrlse sin cesaL, la prerroerttiv¡ dc cirmitrar cle pcrfécción en
I,rl no es el designio clel (lread.rr. Él d..". c¡uc el hornbrc, quc
pcrfección. Porqtte uirl mezcl,rrsc el m,rl con el L'tien, str nletltc
es la obra macstrrr de sr,r poc{er crcador, ,rlc¿ncc cl más alto des,r-
se tornó confitsa, y se entorpecicro¡r sus factrltadcs Irrentales y
rrollo posible" (l:lcttntino ¿ Cristo, pLíg. 52).
cs¡ri ri tuales,, (Lo e c/ rt t' rt t' i ó n, prig. 25) .

F,n Edén [)ios había creado cl r-rnivers<.r cle Ad,ín v [:r'a de tal
Pero .a fin de que el propósito divino de su
se llevase rr cal¡o
forma que estaba asegur,rdo su crecimiento físico, me ntal v es¡'li-
creirciónu (La educ,túón,pág.16), Dios puso en marcha el plan
ritual:
clc la redención que debía permitir urestirttrar en el hombre la
uSe les había asignrrdocomo bendición Lrna oclrpaci<in útil, imagen de su Haced<'tr, deuoluerlo a la perfección con qtte ltabía
que había de fortrlecer su cuerpo, amp/iar sL! m(nte "y des,trrollar sido crea¿lo, promover el desarrollo del cuerpo, la mente y el

su carácten, (La educación, pág.21). alma" (ibíd., págs. li-16).

142 t43
Ll peRrcccróN cRtsrtANA Ll penrecrsrlrDAD, pRt\rLEGro DE ToDo sER Htrt\tANo

La posibilidad de un desarrollo ilimitado Una necesidad ltumana

Por el hecho de que el hombre es un ser perfectible ucada dfa


"El ideal que Dios tiene para sus hijos esrá por encima del
alcance del más elevado pensamiento humano. La mera a alcan- podemos adelantar en cuanto a la perfección del carácter cris-
zar es la piedad, la semejanza a Diosu (La educación; pág. 18). tianou (Obreros euangélicos, pág. 290).

No obstante, no hemos de engañarnos: ral propósito no Esta posibilidad de desarrollo infinito no solo es r.rn privile-
puede llegar a su plenitud en esta vida, el ideal de Dios solo nos gio, sino una verdadera necesidad de la naturaleza humana.
abre uun camino de progreso conrinuoD (La educación, pág. lB). Hasta tal punto se trata de una necesidad del carácter cristiano
que a Ellen G. \fhite se le hace imposible concebir la eternidad
Una vida nueva comienza para aquel que recibe el poder de
de los redimidos sin esta posibilidad de perfeccionamiento inde-
convertirse en hijo de Dios. Y la vida se manifiesta en el creci-
finido:
miento:
uEn la eternidad aprenderemos aquello que, de haber recibi-
nEl desarrollo de la planra es una figura del desarrollo del
do la iluminación que fue posible obtener aquí, habría abierto
carácter. No puede haber vida sin crecimienro. La planta crece,
nuestro entendimiento. Los tem¿rs de la redención llenarán los
o muere. Del mismo modo que su crecimienro es silencioso,,
corazones y las mentes y las lenguas de los redimidos a través de
imperceptible pero conrinuo, así es rambién el crecimienro del
las ed¿rdes eternas. Entenderán las verdades que Crisro anheló
carácter. En cualquier etapa del desarrollo, nuesrra vida puede
abrir ante sus discípulos, pero que ellos no tenían fe para e nren-
ser perfecta; sin embargo, si se cumple el propósito de Dios
der. Eternamente irrín ttpareciendo nueutts uisiones de la petfección
para nosotros, habrá un progreso consttxnte>t (La educación;, págs.
y la gloria de Cristo. Durante los siglos interminables, el fiel P¿rdre
l 05- I 06).
de familia sacará de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas, (htltt-
Entendida de esra manera, la perfección desitna pues al br¡ts de uida del gran Maestro, pág. 104).
mismo tiempo un estado adquirido por el aurénrico cristiano y
nl,os que prestan atención a las instrucciones del divino Maes-
una meta para el futuro.
tro, adelantan constantemente en sabiduría, refinamiento y
Se trata exactamenre de la misma situación descrita por Pablo nobleza del alma. Y así están preparados para entrar en aqwella
cuando dice que los discípulos de Cristo son perfectos sin haber es¿'uela superior donde el progreso continuará dwrante toda la eter-
alcanzado aún la perfección total. Lo cual se explica muy bien, nidad. [...] Y través de los siglos sin fin progresar en sabiduría,
"
ya que nincluso el crisriano más perfecto puede crecer de con- conocimiento y sanddad, explorando siempre nuevos campos del
tinuo en el conocimienro y el amor de Diosn (Testimoniesfor the pensamiento, hallando siempre nuevos prodigios y nuevas glo-
Chyrch, t. l, pág.340). rias, creciendo siempre en capacidad de conocer, disfrutar y amar,

t44 t45
Lr I'eRrrccróN cRtsrtANA Ll t'Enrtt:'ilRtuDAf), I'tilvil t.(it() t)t l()lx) \t l illrt\t \N()

fundamental. Esto es particularmenre cierto para rodo lo que se uCuando (lristo venga nuestros cuerpos llitn tlc s('t lr,¡n li)r'
ha dicho y escriro en rclación con l,r perfección que dcberán mados y hechos como su cuerpo glorios<l; pct.rr cl crtr,ittct vil tt,t
alcanzar los si.rntos de la úlrim,r generación. será hecho sanro entonces" (Nuestra eleuadt uoütL'ión, P;i¡¡, Jl'10).

Es en esta vida cuando es preciso progresar hircir¡ l;r ¡rcrf i't


La perfección del carácter: ción del carrícter cristiano.
el objetivo de la vida
La conciencia de esta obligirción explicir la insistcnciil con lir
Alleer los escriros de Ellen G. \flhire, nos damos cuenta r;ípi- cual Ellen G. White vuelve una y otra vez sobre el mism<¡ tcrrrrr.
damente de que todrr su concepción étic:r girar alrededor del pro- La necesidad de alcanzar la santificación del ser complcto h,tst,t
blema cle la perfección mor¿rl que todo crisriano debe alcanzar la perfección es una verdad que se encuentra en cada página clc
si no qrriere ¿r¡rul¿rr el sacrificio redenror de Crisro. Tal perfec- sus libros. En un comentario sobre la Segunda Epístola dc ltcclrr¡
ción moral sc expresa por medio del car¿ícter. muestra expresamente que la intención del apóstol era revclirt'-
nos uel plan divino para el des¿rrrollo del carácter cristianou (la.i
Así se explica al mismo tiempo lir importirncia qr.re se le con- hechos de los apóstoles, prig. 422).
cede a la perflcción del carácrer. t

Al llamar de fbrm¿r consrilnre nuesrf:t atención sobre este


punto prrrricular del re¡na de la perfbcci<in, Ellen (1. Whire de- La perfección del carácter en esta aida
seaba sin dr-rda qr,rc fijásemos el pensamiento sobre algo que nos
uDios ha llamado a su pueblo para que alcance gloria y vir-
debía preocupar dc fbrma primordial.
tud, y estas se manifestarán en la vida de cuantos estén verd:t-
deramente relacionados con é1. Habiéndoseles permitido parti-
La primera y primordial perfección cipar del don celestial, deben seguir dirigiéndose hacia la pcr-
fección, siendo "gracias a la fe [...J guardados por el poder .lc
Efectivamenre ninguna perfección es posible para el ser
Dios" (l
Ped. l' 5).L" gloria de Dios consiste en otorgar su
humano sin haber alcanzado en primer lugar l:r del carácrer. Est¿r
poder a sus hijos. f)esea ver a los hombres alcanzar la más alta
condiciona todas las demás, principalmente la de la carne.
norma: y serán hechos perfectos en él cuando por fe echen mano
Sin una transformación del carácrer, sin una regeneración del del poder de Cristo, cuando recurran a sus infalibles promesas
ser completo, no hay esperanza alguna de participar en la resu- reclamando su cumplimiento, cuando con una importunidad
rrección de los hifos de Dios. Nadie verá a Dios sin santificarse que no admita rechazamiento, busquen el poder del Espíritu
primero: Santo, (Los hechos de los apóstoles, pág. 423).

r48 t49

t
Ll I'ERrL<.t lslLlt).\L)' I'Rlvll LGI() I)t: 11)tx) stl{ I lL'\l \\()

Esto es tan cierto que (:l traclic se le impidc ,rlc,rttzrrr, en slt Por esta raz-ón uDios exiqe qrre sus hiios scan ¡'rcrfi'cttls. srr
esfera, la perfeccirln c{e un car¿íctcr cristi,r¡ro. [)or el sacrificio clc lcy es unit copia de su propio cirr¿íctcr, ), es llr notnlll clc r<l.ltr
Cristcl se hl provisto perrr clue los crcve ntcs rcciban tod¿rs lrrs cosrrs crrrácrer. Esra norma inflnira es prescnrad.l :r todos a fin clc c¡Lrc
clr-lc pcrter-lccen a l,r vici¡ y a la pieclad. [)ic¡s nos invita I quc ,rlc,rn- ncl havir ecluivocrrci<in respecto rr llr cllrse de pcrson,rs con llls cttil-
cenros la nornra clc pclfccci<ltr v ponc como ejempkr clel,rnte clc lcs f)ios ha de fbrmorr su reino. [.e vida cle cristo sobre la ticrrrr
nosotros cl carácrer de C.risto. L.I'l httmanidad, pcrlcccionaclrr
-su fire unir perfect,t expresión de la lcl' dc [)ios, )' cuando los quc
por una vich cle constante resistctrci;r ,rl nrrrl, el Salvaclor nrclstr<i pretcnclcn ser hijos de Dios lleee¡r rr ser senreirrntes i.l cristo en
crrrácter, seriín ol-redienrcs :l los nr,rncl,rnrientos de i)ios"
(]hl,t-
que c()opcrrrndo co¡-r la Divinidad h¡s st:t'cs /ttttnttttos Ptttc/eu ¿lr',ttt-
ztr la ltctfct'ción c/a ctrlí(to (lt estd uicLt. L:.stt es, la scguriclad qtrc bnts ¿le uidn delgran X[tcstro, págs. 255-256)'
nos d¡ f)ios cle que nosotros ranlbién podemos obtencr unrr vic-
u.,Procur¿d -rogab:r Pcdro- rltnt<.¡ nttís ,rf-irmirr vucstra voclr-
torir completaD (1-¿lr l,¿'cl,os rfu los ,rpósntlc:, prig. 424).
ción y elecciór-r; Porque :rl hrrce r esto' no crreréis iamás' f)e cstl
tnanera os será c<lnccdida irmplia y gerle[osrl e ntrlrda cn cl rcino
cr(rrno de nuesrro Scñor y S,rlr',r.lorJcsrrcristo" (2 Ped. 2: l0-l l).
La norma de perfección: la ley de Dios es la esper:tnzrr del creycnte micn-
¡preciosir seguridad! ¡(ilorios:r
(l-o;
rras avilnza por fc hlcirr l,rs ,rltr.rr,rs dc la perfc'cci<in cristilnirl"
.Antc krs creycntes sc prcscntr lrr t-nrrrrrvillosa posibiliclacl dc
l,cchos de los npóstoles, prig. 425).
llcgar ,r ser semcirrntcs rt (,risto, obedicntcs ir toclos los princi-
pios c{e la lcv de pis5" (1-os ltecltos lt hts r¡,óstoles, prle.424).

La perfección de quienes
Cierr:rnrcnte . S:r trr¡l:ís hab írr asevcrrrdo qtre cra i m ¡lo.s ible para
el hombre olredecer l<>s nr,rnctamictrt<¡s c]c Dios; v es cierro qLtc
vivan cuando Jesús vuelva
c()n nuestrir propia ltuerz.,r no ¡.roclemos <¡bedecerlos. I)er<¡ Cris- Hay finalmente otrll rrlzóu por lrr cual I'-llen G' White con-
ro vino en fbrma humau¿r, v por srt perfecta obecliencia prob<i cede ranta arención al problenra de la perfección del caráctcr.
qtre la humanidacl v la divinid,rd combinacias pueden obedecer Para los cristianos de la última generaci<in, ptrra los que vivan
c,rda uno de los preccptos clc Dios. 'A todos los quc lo recibie- cuando Crisro vuelva, la perfccción del carácter será todavía más
ron, a los qr-re creyeroll cn su Nombre, les dio el dcrecho de ser imperativa:
hijos de Dios" (Juan l: l2). [-ste poder no se hall,r en el agentc
humrrno. ['.s el poder dc Dios. Cuando un alma recibe lr Cris- ula vida v el carácter de Enoc, que fueron tan santos qtle
ro, recibe poder para vivir la vida de Cristo" (hthbras de uid¿ fue trasladado al cielo sin vcr la muerte, rePresentan lo qtre
del gnn M¿estro, pag. 255). cleben ser la vida y el carácter dc aquellos que ' como él' han

r50
Iil
LA PERFECcIóN cRrsrrAN..r. L¡ p¡nrecnstLtDAD, pRr\.lLEGro DE ToDo sER HUr¡ANo

de ser trasladados cuando Cristo venga) (Nuesta eleuada uo- mente transformados a la semejanza de Cristo. La lluvia tar-
cación, pág.280). día que madura la cosecha de la tierra representa la gracia espi-
ritual que prepara a la iglesia para la venida del Hiio del hom-
Efectivamente, desde sus Primeros escritos Ellen G. \ü/hite
bre, (Testimonios para los ministros, pág. 515).
declara solemnemente: nVi que nadie podrá participar del "refri-
gerio" a menos que haya vencido todas las tentaciones y triun- nAhora es el momento de prepararse. EI sello de Dios no
fado del orgullo, el egoísmo, el amor al mundo y roda palabra será nunca puesto en la frente de un hombre o de una mujer
y obra malas, (Primeros escritos, pág.7I). que sean impuros. Nunca será puesto sobre la frente de seres
Un cambio semejante por fuerza en el carácter,
será evidente humanos ambiciosos y amadores del mundo. Nunca será
los hábitos y las preocupaciones, ya que nel carácter se da a cono- puesto sobre la frente de hombres v muieres de corazón falso
cer no por obras buenas o malas que de vez en cuando se eje- o engañoso. Todos los que reciban el sello deberán estar sin
cutan, sino por la tendencia de las palabras y de los actos habi- mancha delante de Dios y ser candidatos para el cielo. [...]
tuales en la vida cotidiana, (El cttmino a Cristo, pág. 63). Cuando se promulgue el decreto y se estampe el sello, su ca-
rácter permanece rá puro y sin mancha para la eternidad, ( 77s-
uUn solo rasgo malo del carácter, un solo deseo pecaminoso
timonios para la iglesia, t. 5, pág. 201).
persistentemente alberg'ado, neutraliza con el riempo todo el'
poder del Evangelio" (El camino a Cristo, pág. 4l). Resulta por
tanto indispensable alcanzar la vicroria total sobre los defectos La estatura de Cristo
propios.
En nuestra obligación de alcanzar el ideal cristiano podemos

Gracia suplementaria: k lluuia tardía Preguntarnos:

o¿Nos estamos esforzando con todas nuestras fuerzas para


Con este fin Dios enviará, antes de acabar su obra sobre la
tierra y en el corazón humano, la lluvia tardía que hará madu- alcanzar la estatura de hombres y mujeres en Cristo? ¿Esta-
rar el grano antes de la cosecha. mos buscando su plenitud, avanzando siempre hacia la mera
puesta delante de nosotros: la perfección de su carácter? Cuan-
Esta gracia suplementaria que Dios ororgará a sus hijos de la
do el pueblo de Dios alcance esta meta, será sellado en sus
última generación completará la formación del carácter de aque- frentes. Lleno con el Espíritu, será completo en Cristo, y el
llos que se preparen de corazón para el día del Señor: ángel anotador declarará: "Consumado ss", (Reuieu and
nPor el poder del Espíritu Santo la imagen moral de Dios Herald,l0 de junio de 1902; Comentario bíblico aduentista del
ha de ser perfeccionada en el carácrer. Hemos de ser rotal- séptimo día, r 6,pág. l.l l7).

r52 t53

i:
L.r ptR¡et--ctóiv cRrsrr.{N L.l peRrecrt sil-lD.\D, t,til \1 LE(t o DE,qñnfl UIVA¡io

Sin intercesor en el santuario celestial La perfección del carácter aquí ! ahora r;

nEsta tierra es el úrnico lugar donde clebemos


b-n El conflicto de los siglos enconrrrrnlos aclcmás las siguien-
ter celesrial', (TTstirtonios pltr/l la ig/esitt, r. 2, pág.
tes precisiones:

uLos que vivan en


Porque ula muerre provoca la disolució., .-l.l .u.rpfffit
l¿r tierr¿r cuando cese Ia inrercesión de Cris- produce cambio alguno en nucsrro carácrer,
to en el santuario celestial deberán esrar en pie en la presenci:r del "i lo canrbir{fffi
poco l,r venida de Cristo; r:rn solo lo fija p.rra sicmpr. sin pól{.
f)ios santo sin mediirdor. Sus vestiduras deber¿ín esrer sin mácu- biliclad de cambio, (-fcstintottios p'tm lo iglcsia, t. 5, pág. 441j,
la; sus caracteres, purificados de todo pecado por la sangre de la
.Si queréis ser srlnros en el cielo, debéis ser sanros primerc
aspersión. Por la gracia de Dios y sus pro¡'rios v diligentes esfuer,
en lir tierra. Los rasgos de carácrer que culrivéis en la vida hó
zos deber:in ser r,encedores en l¿r lucha con el m¿rl. Mienrras se pro-
serán cambiados ¡ror lir muerre ni por la resurrección. salc{réis
sigue el juicio investieador en el ciclo, mienrras que ios pecados
d
de l¿r tumba con la misma disposición quc nranif-esrrrstcis en
de los creventes arrepenridos son quitados de I sanruario, debe lle- ¡
J vLlestro h<lgar y en la -sociedad. Je.sÍrs no cambi¿ nu€srro cirrdc.
v¿1rse a cabo unrr obra especi:rl de pr-rrificación, de liber:rción del l'
ter al venir. La obra de rrirnsformación cicbe hacerse ¿rhc¡r.. Nr¡cs,
pec,rdo, nrrc el pue blo de Dios en la tierra. [...] Cr-rando esta obra
e 't
rra vida di:rria derermin¿r nuesrro desrino,, (El l,sg¿7. cristittno,
htrva clr.tedirdo consumada, los discípulo.s dc Cris¡o estarán listc/s
pág. l2).
prrra su venida,' (El cnr(licnt de los siglos, pág. 478).
."Ahora,
mientras quc nuestro gr:ln Surno Sacerdote esr¿i ha-
Y es que, "currnclo él r.eng¿r, no lo l"lirni para lirnpiarnos de ciendo propiciación por nosotros, debemos rratar. cle llegar I
nuestros pecaclos, quirarnos los deféctos de carácter, o cllrarnos la perfccción en crisr'. Nuestro salvaclcrr no pr,rclo ser inc{u-
cle las flaqtrezas cle ntresrro te nrpe r:rmenro \/ disposici<ín. Si. es que cido a ccder lir tenraciór-r ni siquiera cn peltsrrntiento. Sara-
¿r
se ha cle realizar en n()sorros estir obra, sc hará rrntes de aquel tie nr- n:ís encue nrr,r en los cor¡rz-ones humrrnos aleún aside ro en quc
po. Cuando vengrr el Señor, los qr,re son s¿lnros seguirán siendo hacerse firme; es tal vez algún deseo pecrlnrinosr) Llr.rc sc ¿lcrl-
santos. l-os que han conservado su cuerpo v espíritu en plr[eza, ricia, por medio c{cl cual la renración sc for¡,llece. pcro Cris-
santificación v honra, recibirán el roque flnal de l,r inrnorr¿rlidad. to declaró al hablar de sí mismo: "Viene el príncipe c{c cste
[ ..] Nu se h¿rrá en su l¿rvor ninquna obra que elirnine sus defec-
tos y les dé un car¿ícrer sanro. El Refinac{or no se senrará cnron-
ces para proseguir su obra cie refinación y quirar sus pecados v
su corrupción.
-lodo Fin cl original inglcls: .l hc hc¡r'e¡rl'clr¡r''crer musr bc,rcr¡r-rircrl t,r crrrth, or
esro debe h¿rcerse en las horas del tiempo
itcanncverbe :rct¡uircd ¡¡ll"('listi¡uonits-ftrtl,e(.'l.,urc/.,.t.J.príg.2(r7).'11.,,.
de gracia. Ahora e.s cuando debe realizarse esr¿r obra en nosotrosD clucci<in elrcrnarir'¿: .l'.1 cer¿ícrrr cclesrial clebc scr atlt¡tririrlo crr l¡ ticrrr¡, o rlc
(Tsstimonios pam lo iglesia, t. 2, pág. 318). Io contrrrio jam;i.s ¡roclr;i scr acltluirirftr, tN. tlel l.).

ri4 15,
L{ PERFEL.CTóN cRtsrtANA Ll pERrt<;rtstLlD,\t), pRtvtLEGto t)tr l()tx) sl rr nlru:\N()

mundo; pero no tie ne nada en mí" (Juan 14 30). Satanás no quien nror;r en luz inirccesi6le" (Tlstirnonios ¡trtt'tr h iglrsit, t.
¡rr.rclo encontrirr nada en el Hijo de f)ios que le permitiese
2, p^g.24 1). "Bienaventurrrdos los c{e limpio coraz.rin, l)()r(llr('
sanar la victoria. Cristo guardó los mrrndamientos de su Padrc ellos verán a Dios, (Mat. 5: B).
y no hubo en él ningún pecado de que Satanás pudiese sacar
ventaja. Esta es la condici<1n en que deben encontrrlrse los qr"rc Nuestro único seguro fundamento
han de poder subsistir e n el tiempo de angustia" (El conflicto
Un ideal tan elevado, exigencies tirn categóric:.1s, nos ¡'rrotlrr
de los siglos, págs. 680-681).
c<:n un cierto vértigo.

¿Quién es capaz de toclo esto? ¿Quién osará tan solo prctL'n


"Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?" clel serlo?

Podríamos multiplicar las citas que nos exhortirn a urrnrr lucha


Si nos concentráramos únicamente en esrc entrncirrtLr tl.'l
ideal cristia¡ro, des:rninraríamos ,r muchos. Esro suceclc prccisrr
continrra y Lln progreso const:rnte hacia delante y haci¿r arrib¿r,
mente cuanc{o no se subravan ¿rl mismr) tiempo, y con mrís li¡t'r'
lraci,r la perfección del cirrácter" ('festinzonies for the Church, r.
za aún si cabe, las gracias maravillosas clel Señor.
B, pág. 64; Jo_yas le los tcstitztonios, r. l, pág. 606).

No cleja Ellen G. White de presenrrrr la vicla cristi,rna coni, Que nadie se confitn.la, uno h¿ry en nosotros misrnos tos,r
algun¿r de qLré jactarnos. No tenemos motivo para cnslrlz.,rrrr,,r,
un t-rltnino (-oTtstltnt( hacia ttlelttnte, clir finaliclad no es otr¿r quc
Ill úrnico fLndamento de nuestr,r esperanz¿r es lir jr-rsticia rlr' ( lr is
tun c¿rrácter cristiano perfecto a semejanza del c{e Cristo (véasc
to, que nos es acreditadrr, v la que produce su Espíriru olrr:urtlrt
Tcstimoníes for the Cl¡urch, t. 8, pág. 86).
en nosotros y por nosot¡¡¡s" (E/ L'dTnino a Cristo, pág.72).
l.os cristianos no siempre han comprendido esta verdad, per<r
Si bien cs necesario hallarse revestido de la perFeccirín ,lr'l
es importante que los de la última generación no la olviden.
c¿rr¿ícter de Cristo prlra pcrnranccer cn pie ante Dios, c.s in.lis
Para aquellos que t€ngan el privilegio de vivir las úrltimas pensable también que Oristo mismo nos revista de su c,rr,í.rcr,
horirs de la historia del mundo, sin conocer la muerte, la per- cle su justicirl, de su perfección. Solo él puede llcvar a la pcrlt,
fccción del carácter, una vida perfectamente santificadir, serrí una ción la obra qr-re inició en nLlestros corazones.
exigencia absoluta: Si lo deseamos, .el que empezó en vosotros la br.ren,r oblrt, l,r
uNo te ensañes. Dios no puede ser burlado. Nada que no irá perfeccionando hasta el día de Jesucristou (Fil. I: (r).
sca la santidad te preparirrá para el cielo. Es la piedad sincera
v experimental lo único que puede darte un carácter puro y
clevado, y habilitarte p¿rrlr entrar en la presencia de Dios,

1t6 l'ri
F

10
Solo en lesucristo
posible
es
la perfección
del carácter

oSolo aquellos que estón viviendo


a la altura de lo luz que tienen
recibirón mayor luz.
A menos que estemos avanzando
dioriamente en la ejemplificación
de las virtudes cristianas octivos,
no reconoceremos las ma nifestociones
delEspíritu Sonto en la Iluvia tardía,
Pod ró esta r derra mó ndose
en los corazones
en torno de nosotros,
pero no lo discerniremos
nila recibiremos),
Testimonios
paro los ministros
pá9,36
on bastante frecuencia se oye hablar de la perfec-
ción del carácter y la necesidad de alcanzarla en esta
i{ vida, antes del fin del tiempo de gracia, como algo
¡ que nos corresponde llevar a término. Es nuestro
t deber, efectivamente, trabajar por la salvación (con temor y
tembloru, como escribe el apóstol Pablo; no obstante, nunca
debemos olvidar que:
nDios esel qtre obr,r en vosotros,
tanto el guerer coulo el hacer,
por su bucn¡ voluntad.,
"Porque por gracia habéis sido salvados por la fe.
Y esto no proviene de vosotros,
sino que es el don de Dios,
(Fil. 2: 12-13; Efc. 2: 8).
L¡ pr.nrecctóN cRtsrtANA Soro ¡N Jesucnrsro Es posrBLE Ln peRrscclóN DEL CARACTER

Nadie ha insistido ranro en esta verdad básica como Ellen G. uNo has de mirarre a ti mismo ni permitir que tu mente se
White. Algunas citas suyas fuera de conrexro podrían dar la fije y permanezca en el yo, sino mirar a Cristo. Piensa en ¡u
impresión de que ella enseñaba la salvación por las obras ¡ lo amor, en la belleza y perfección de su carácter. Cristo en su abne-
cual sería muchísimo más grave, conducir a algunos al desáni- gación, Cristo en su humillación, Cristo en su pureza y santi.
mo frente a un ideal cristiano imposible de alcanzar, mienrras dad, Cristo en su incomparable amor: tal es el tema para la con.
que a otros los induciría al detestable orgullo que s€ basa en la templación del alma. Es amándolo, imitándolo y dependienda
justicia propia. enteramente de él como serás transformado a su semejanza, (El
camino a Cristo, págs. 78-80).
En realidad en los escritos de Ellen G. Vhite no existe ni una
sola alusión a la perfección del carácrer sin que Jesucristo apa-
rezca al mismo tiempo como el único medio para alcanzarla. Necesidad y condición absoluta
Aunque para probarlo sería suficiente una lectura arenra de los Se trata de una condición absoluta:
pasajes ya citados, permítasenos insistir sobre ello.
nDeberíamos espaciarnos en el carácter de nuestro querido
Redentor e Intercesor. [...] Mientras meditemos en la perfección
La contemplación del carácter de Jesús del Salvador, desearemos ser enteramente transformados y reno-
t
vados conforme a la imagen de su pureza. Nuestra alma tcndrá
uFuera de él no hay verdadera excelencia de g7¡6s¡s¡" (El hambre y sed de llegar a ser como aquel a quien adoramos, (E/
camino a Cristo, pág.28). camino a Cristo, pág.99).
Únicamente mediante la contemplación del carácrer de Cris- Aún más, a medida que se transforme, por la gracia de nucs-
to se opera la tan deseada transformación del nuestro: tro Señor Jesucristo, el alma admirará siempre más y más cl
.,Como la flor se dirige hacia el sol para que sus brillantes carácter de su divino modelo (veáse EI camino a Cristo, pág.74).
rayos le ayuden a perfeccionar su belleza y simetría, así debe- uUn verdadero discípulo de Cristo [...], contemplando como
mos volvernos hacia el Sol de Justicia, a fin de que la luz celes- por un espejo la gloria del Señor, es transformado de gloria cn
tial brille sobre nosotros y nuesrro carácrer se transforme a la gloria hasta que llega a asemejarse a aquel a quien adora, (Los
imagen de Cristo, (El camino a Cristo, pág.76). hechos de los apóstoles, pág. 446).

A fuerza de imitarlo nla hermosura del carácter de Cristo ha De esta manera se desarrolla en nosotros el carácter dc Cris-
de verse en sus seguidores, (EI camino a Cristo, pág.69). to, como por una especie de ósmosis.
Así pues, el primer paso hacia la perfección es un paso hacia Para cada uno de nosotros es posible entonces una transfof-

Jegucristo: mación similar a la que tuvo lugar en la vida del apóstol Juan:

r62 t63
r
L{ PERFEcctóN cRIsrt.{NA
Solo EN Jrsttcntsro Es postBLE LA pERtrt:(.( r()N rrr rr \ri \' || r,

uSu genio rencoroso y ambicioso cedió al poder modelador No es solamente el autor de nuestra fe, sino tanlllrt:tt'1n lrr r

de Cristo. La influencia regeneradora del Espíritu Santo reno- feccionador, (El camino a Cristo, pág.77).
vó su corazón. El poder del amor de Cristo transformó su carác- ula vida que habéis recibido de mí puede cons('rvru\(' ulu
rcr. Tal es el seguro resuhado de la unión con Jesús. Cuando Cris- camente por la comunión continua. [...] Como el s;tnri.'trt,,
to mora en el corazón la naturaleza entera se transforma (El de la vid recibe constantemente la savia de la vid vivicrttt', ttt/
camino a Cristo, pág.82). ltemos de aferrarnos a Jesús y recibir de él por la fe le lir, r¡.r y

nPueden existir defectos notables en el carácter de una per- la perfección de su propio carácteru (El Deseado ¿lt tor/,tt l,t'
gentes, pág.630).
sona, pero cuando llega a s€r un verdadero discípulo de Cristo,
elpoder de la gracia diuina le transforma y santifica" (Los hechos
de los apóstoles, pág.446). Fuera de Cristo no ba! santidad

"Por lafe en Cristo se puede suplir toda deficiencia


de carác- Nadie pues debería equivocarse en sus esfuerzos por ,tl.,tn
ter, purificar toda impureza, corregir toda falta y desarrollar toda zar la perfección del carácter. Fuera de Cristo no hay srrnti
buena cualidad, (La edttcación, pág.257). dad; sin el auxilio del Espíritu Santo no es posible tr';rrrsli,r
El amor por Dios es poderoso, umodifica el carácter, gobier- mación alguna.
na los impulsos, controla las pasiones, subyuga la enemistad v No existe en nosotros nada en absoluto con lo cual ¡r,,,l,rt'r.rt
ennoblece los afectos, (El camino a Cristo, pág.69). contar, ni siquiera tras las primeras victorias. T.:rn solo ll t,rnru
uDe modo que, si Cristo actúa en uosotros, manifestaréis ei nión ininterrumpida y la dependencia continua de I)ios, ¡',rr
mismo espíritu y haréis las mismas buenas obras que él: obras Cristo y por la fe, nos permitirán mantenernos y avlttz,u strr
de justicia y obediencia" (El camino a Cristo, pág.72). cesar hacia nuevas metas.

uEl que está intentando llegar a ser santo mediante srrs cslir.'r
uMediante el ejercicio de k fe [...J p"ede se r suplida cada defi-
ciencia del carácter, cada contaminación purificada, cada falta zos por observar la ley, esttí procurando una irnposibili¿l,t¿/" (1"/

corregida, cada excelencia desarrollada" (Los hechos de los após' camino a Cristo, pág. 70).

toles, pág.450). Es cierto que gracias a la victoria de Cristo y a una c()()[)(r.r

uComo la rama depende del tronco principal para su cre- ción real con Dios cada creyente obtiene ula maravillosa posi
cimiento y fructificación, así también vosotros necesitáis el bilidad de llegar a ser semejantes a Cristo, obedientes r t()(l()
auxilio de Cristo para poder vivir una vida santa. [...] Única- los principios de la ley de [)ios. Pero por sí mismo el horu|,rc u
absolutamente incapaz de alcanzar esas condiciones. La santirl;rtl,
mente estando en comunión con él diaríamente y Permdne-
ciendo en él cada hora, es como hemos de crece r en la gracia. que según la Palabra de Dios debe poseer antes de pock'r scr

I (r'->
164
Ln penpecc¡óu cRtsrlANA SoLo EN Jesucnrsro Es poslBLE L,\ pERFEcctóN DEt cAMcTln

salvo, el resuhado del trabajo de k gracia diuina sobre el que


es 'Así debe ser con todos los que contemplan a Jesús. Cue¡r¡
se somete en obediencia a la disciplina y a las influencias refre- to más nos acerquemos a él y cuanto más claramentc digccr.
nadoras del Espíritu de verdad. La obediencia del hombre puede namos la pureza de su carácter, tanto más claramente verefixot
ser hecha perfecta únicamente por el incienso de h justicia de Cris- la extraordinaria gravedad del pecado y tanto menos oos sÉtr¡
to, que llena con fragancia divina cada acro de acatamiento. La tiremos tentados a exaltarnos a nosotros mismos. Habrá un
parte que le toca a cada cristiano es perseverar en la lucha por continuo esfuerzo del alma para acercarse a Dios; uná collE-
vencer cada falta. Constantemente debe orar al Salvador para tante, ferviente y dolorosa confesión del pecado y una humi-
que sane las dolencias de su alma enferma por el pecado. El hom- llación del corazón ante é1. En cada paso de avance que demos
bre no üene la sabiduría y la fuerza parA uencer; ellas vie ne n del en la experiencia cristiana, nuestro arrepentimiento será mág
Señor, y él las confiere a los que en humillación y contrición bus- profundo. Conoceremos qwe la suf ciencia solamente se encuen*4
can su ayuda, (Los hechos de los apóstoles, pág.424). en Cristo, y haremos la confesión del apóstol: "Sé gue en mf,
esto es, en mi carne, no habita el bien" (Rom. 7: l8). "Pero lejoi
esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo,
Perfecto, pero no sin pecado por quien el mundo está crucificado para mí, y yo para cl
nHay quienes intentan ascender la escalera del progresg mundo" (Gá1.6: l4). t...1
cristiano, pero a medida que avanzan, comienzan a poner su ,La actitud de ese apóstol es la que debe asumir cada di¡,
confianza en el poder del homb re, (Los hechos de los apósto- cípulo de Cristo que anhele progresar en la lucha por la coro.
les, pág.425). na inmortal. Miren en el espejo de la ley de Dios los que rc
Es la tentación que acecha a rodos aquellos que han experi- sienren inclinados a hacer una elevada profesión de santidrd.
mentado alguna vez el poder victorioso del Señor. Cuando vean la amplitud de sus exigencias y comprcndan
cómo ella discierne los pensamientos e intentos del corazón,
En ningún momento de la vida es posible decir:
no se jactarán de su impecabilidad" (Los hechos de los apdsto.
nAlcancé plenamente el blanco [...]. Ningún apóstol o pro-
les, págs. 448-449).
feta pretendió haber vivido sin pecado. Hombres que han vivi-
do lo más cerca de Dios, hombres que sacrificaron sus vidas antes nY la aserción de estar sin pecado constituye de por sl una
de cometer a sabiendas un acto pecaminoso, hombres a quienes prueba de que el que tal asevera dista mucho de ser santo. Es
Dios honró con luz divina y pode¡ confesaron su naruraleza porque no tiene un verdadero concePto de lo que es la purcza
pecaminosa. No pusieron su confianza en la carne, no preten' y santidad infinita de Dios, ni de lo que deben ser los quc han
dieron poseer una justicia propia, sino que confaron completd- de armonizar con su carácter; es porgue no tiene verdadero con-
mefte en h justicia de Cristo. cepto de la pureza y perfección supremas de Jesús ni de la mal-

166 t67
LA PERFECC¡óN cRrsr¡ANA So¡-o e¡l JesucRrsro Es posrBLE LA pERFEccróN DEt CAMCTBR

dad y horror del pecado, por lo que el hombre puede creerse hacia él y hacia la Palabra de Dios, tanto más elevada tendre-
santo. Cuanto más lejos esté de Cristo y más yerre acerca del mos la visión de su carácter, y con tanta mayor plenitud reflc.
carácter y los pedidos de Dios, más justo se cree)) (El conflicto jaremos su imageno (El camino a Cristo, pág.74).
de los siglos, pág. 526).
Todo ello quedará claramente demostrado en la actitud de
nTodos los que son verdaderamenre santificados vivirán una los que vivan en el tiempo de angustia. Aunque han llcgado
experiencia similar [a la de Daniel]. Con cuanta mayor claridad a la perfección de carácter y están salvaguardados dc todo
vean la grandeza,la gloria y la perfección de Cristo, más verán pecado por la todopoderosa gracia del Señor, (es poco el bicn
su propia debilidad y su imperfección. No rendrán disposición que pueden ver en toda su vida. Reconocen plenamente su
alguna de pretender un carácter sin pecado; lo que antes les pare- debilidad e indignidad. Satanás trata de aterrorizarlos con la
cía justo y digno ahora lo verán como sin valor y corruprible en idea de que su caso es desesperado, de que las manchas de su
comparación con la pureza y la gloria de Cristo. Únicamente impureza no serán jamás lavadas. [...] Aun cuando los hijos
separados de Dios y con ideas confusas sobre Crisro pueden los de Dios se ven rodeados de enemigos que tratan de destruir-
hombres decir: "no tengo pecado; esroy sanrificado" u (The Sanc- los, la angustia que sufren no procede del temor de ser per-
tifed Life, pág. 50). seguidos a causa de la verdad; lo que temen es no haberse dffc-

oNo puede haber glorificación de sí mismo, ni arrogantes' pentido de cada pecado ! que debido a alguna faha por ellot
cometi¿rt no puedan ver realizada en ellos la promesa dcl Sel-
pretensiones de estar libre de pecado, por parre de aquellos
vador: "Yo también te guardaré de la hora de prueba que ha
que andan a la sombra de la cruz del Calvario. Harta cuenta
de venir en todo el mundo" (Apoc. 3: l0). [...] Afligen sus
se dan de que fueron sus pecados los que causaron. la agonía
almas anre Dios, recordándole cada uno de sus actos dc arre-
del Hijo de Dios y destrozaron su corazón; y este pensamiento
pentimiento" (El conflicto de los siglos, págs. 676-677).
les inspira profunda humildad. Los que viven más cerca de
Jesús son también los que mejor ven la fragilidad y culpabi- uMientras reine Satanás tendremos que subyugar el yo, ten-
lidad de la humanidad, y su sola esperanza se cifra en los méri- dremos asedios que vencer, y no habrá punto en que detenerse,
tos de un Salvador crucificado y resucitado, (El conflicto de donde podamos decir que hemos alcanzado la plena victoria¡r
los siglos, pág. 525). (Joyas de los testimonios, t. l, pág. I l5).

La perfección de carácter de los verdaderos discípulos de Cris- nNo podemos decir: "Yo no tengo pecado", hasta que este
to no será pues nunca una perfección autosuficiente. Por el con- cuerpo vil sea cambiado y transformado a la semejanza de su
trario, será más perfecta cuanto más sientan ellos el deseo de cuerpo glorioso, (Signs of the Times, 23 de m rzo de 1888). O
hacerla depender de la perfección misma de Cristo, su Salvador: sea, que la lucha no solo se prolongará hasta el fin del conflic-
oCuanto más nos impulse el sentimiento de nuestra necesidad to, sino que alcanzará su apogeo en el tiempo de angustia.

168 t69
l¡ p¡nr¡.ccróN cRtsrlANA SoLo EN Jrsucrusro Es postBLE LA pERFEcCtóN Dp,t CAlÁgflt

De todas formas, así como Dios no rechazó a Jacob en el uEsre manro, tejido en el telar del cielo, no riene un ¡olo hülo
torrente de Jaboc, nno rechazará a los que han sido engañados, de invención humana. Cristo, en su humanidad, desarrollót¡o
tentados y arrastrados al pecado, pero que hayan vuelto a él con carácter perfecto, y ofrece impartirnos a nosorros este carCctcr,n
verdadero arrepentimiento. [...] El amor de Dios para con sus Ello es posible: nCuando nos sometemos a Cristo, el corazón se
hijos durante el periodo de su prueba más dura es tan grande y une con su corazón, la voluntad se fusiona con su voluntad, le
tan tierno como en los días de su mayor prosperidad; Pero nece- mente llega a ser una con su mente, los pensamientos se suje.
sitan pasar por el horno de fuego; debe consumirse'su munda- tan a él; vivimos su vida. Esto es lo que significa esrar vesridos
nalidad, para que la imagen de Cristo se refleje perfectamenteu con el manto de su justicia, (Palabras de uida del gran Maettrl,
(El conflicto de los siglos, págs.678-679). pág.253).

Ciertamente el Señor desea que no seamos tan solo peca-


dores arrepentidos. Ha hecho provisión para todo lo que nece-
Revestido de la justicia de Cristo
sitamos a fin de que lleguemos a ser también santos consa-
Resumiendo, ya sea justicia imputada o iusticia impartida, grados; que participemos desde esta vida, incluso en nuestro
se trata siempre de la justicia de Cristo: cuerpo de humillación, de la perfección del carácter divino cn
Cristo.
uPor pecaminosa que haya sido vuestra vida, si os entregáis'
a él y lo aceptáis como vuestro Salvador, por amor a él sois decla- Desde ahora hemos de aprender a (escoger para sí la vesti-
rados justos. El carácter de Cristo sustituye al vuestro y sois acep- dura real tejida en el telar del cielo, el "lino fino, limpio y res-
tados por Dios como si no hubierais pecadoo (El camino a Cris- plandeciente" (Apoc. 19:8) que usarán todos lós santos de la
to, pá9.72). tierra. Se ofrece gratuitamente a todo ser humano esta vesddu-
ra, el carácter inmaculado de Cristo. Pero todos los que la reci-
lo mismo cuando, por la santificación, se nos con-
Sucede
ban la han de recibir y usar aquí" (La educación, pág.249).
cede revestirnos de un carácter que se pare ce cada vez más al
de Jesús: .oVestidos con el glorioso manto de la justicia de Cristo, po-
seen un lugar en el banquete del Rey. Tienen derecho a unirse
justicia de Cristo, su propio carácter sin mancha, que
nEs la
a la multirud que ha sido lavada con sangreD (Pakbras de uida
por la fe se imparte a todos los que lo reciben como Salvador del gran Md.estro, pág. 256).
personal. t...] El vestido de boda de la parábola -que se dice que
hemos de vestir- representa el carácter puro y sin mancha que uÚnicamente el manto que Cristo mismo ha provisto
poseerán los verdaderos seguidores de Cristoo (Palabras de uid¿ puede hacernos dignos de aparecer ante la presencia de Dios.
del.gran Maestro, pág. 252). Cristo colocará este manto, esta ropa de su propia justicia

170 t7t
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[,{ PERFECCTóN cRIsrtANA
I
t
sobre cada alma arrepentida y creyente) (Palabras de uida del ü

gran Maestro, pág. 253).


,t

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BIBLIOGRAFIA CITADA
Nunca se dirá bastante y por eso lo queremos repetir: f,
f
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nNo hay en nosotros mismos cosa alguna de qué jactarnos.
I
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