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DEDICATORIA

Dedico primeramente este trabajo a Dios, por


permitirme vivir con salud y haber heredado el
tesoro más valioso que puede dársele a un hijo
"sus padres".

A mis padres: Pascual y Rosa, si el amor de un


hijo se pudiera expresar, no habría tiempo para
contarlo ni hojas suficientes para escribirlo,
ustedes saben que los amo desde lo más profundo
de mí ser. Sé el esfuerzo que hicieron para darme
una calidad de vida excelente, gracias por sus
consejos y recomendaciones a lo largo de mi
vida.

GRACIAS…
INTRODUCCIÓN

“EGIPTO”
En los tiempos actuales en los que el culto al cuerpo y al desnudo se impone con
imágenes repetitivas, intentado derribar viejas barreras, es fácil de entender que el
vestido no haya servido sólo para su abrigo y cubrición por decencia, como se solía decir
en épocas más recatadas, sino que principalmente se haya utilizado para su adorno y
realce. Afortunadamente, la imaginación creativa del hombre es el motor genésico de
los componentes más significativos de lo que entendemos por cultura. Y lo cierto es
que, de entre los muchos que la integran, merece destacarse el conjunto peculiar de las
vestiduras y atuendos, de los tocados y adornos con los que los hombres de las distintas
épocas de la Historia se han cubierto por necesidad y placer personal. Aparte de su
vistosa utilidad, dicho conjunto ha sido y sigue siendo uno de los sistemas de
comunicación más elocuentes de los generados hasta ahora. La simple observación de
un atuendo proporciona una visión sintética de toda una realidad social, ya que a través
del mismo se puede deducir no sólo el sexo de quien lo luce, la época y el país en el que
vivió o vive su portador, sino también su condición social o religiosa, su profesión,
oficio o cargo, sus gustos personales, etc.

La Arqueología nos informa de que en los comienzos del Imperio Antiguo, la desnudez
era la apariencia con que los fieles debían presentarse ante la divinidad. Sin embargo,
con el paso del tiempo, dicha desnudez pasó a convertirse en signo de baja condición
social. Es muy posible que este cambio de postura se produjera al tiempo que en la esfera
de las clases pudientes se generalizaba el uso de las vestiduras y atuendos como
símbolos diferenciadores y de rango personal, elegidos por gusto y competitividad de
realce frente a las clases trabajadoras e, incluso, frente a los enemigos, propios o
extranjeros, a los que se enfrentaban. Por lo tanto, durante este período ya sólo se
representaron desnudos a los niños, a los esclavos y a los prisioneros.
La antigua civilización egipcia está rodeada de misterios. A día de hoy se siguen
estudiando sus construcciones y grabados, puesto que provocan un gran interés. Es
considerado uno de los grandes imperios de la historia.

El espacio geográfico que ocupó la antigua civilización egipcia fue el Valle y Delta del
río Nilo, al noreste de África. Esta zona la llamaron Kemet, que significa tierra negra,
puesto que era fértil. En contraste, al desierto se le conocía como Desheret, que es tierra
roja.

Los límites de este territorio fueron el Mediterráneo al norte, el actual Sudán al sur, al
este el mar Rojo y al oeste el desierto de Libia. Se dividió en dos zonas diferenciadas:
el Alto Egipto al sur y el Bajo Egipto al norte. El rio Nilo divide a Egipto en Alto, Medio
y Bajo Egipto. El primero comprende desde la frontera con Nubia hasta la latitud de
Hermópolis, aproximadamente donde comienza el Egipto Medio. Aquí, un brazo de río,
el oeste, va a desembocar en el lago
Moeris, situado en el fondo de la
depresión de El Fayum, a 400m bajo
el nivel del mar.

Egipto es, esencialmente, el valle


del Nilo. El rio nace en la región
meseteña de los Grandes Lagos
africanos y recorre más de 6 mil
kilómetros antes de desembocar en
el mediterráneo. Este imperio
perduró alrededor de 3.000 años,
tiempo que se puede dividir en
diferentes periodos, los cuales
encontramos aquí ordenados de
forma cronológica:
PERIODOS

 Periodo Arcaico: del 3000 al 2686 a.C. Tras la unificación de Egipto por parte
del Rey Menes, comienzan las dinastías I y II.
 Imperio Antiguo: del 2686 al 2181 a.C. Dinastías III a VI. La capital fue Menfis.
 Primer Periodo Intermedio: del 2181 al 2025 a.C. Dinastías VII a X. Época de
decadencia y cambios en las creencias religiosas.
 Imperio Medio: del 2025 al 1773 a.C. Dinastías XI y XII. Tiempo de prosperidad
y expansión.
 Segundo Periodo Intermedio: del 1773 al 1550 a.C. Dinastías XIII a XVII.
Dominación de los hicsos (jefes de pueblos nómadas) y posterior liberación.
 Imperio Nuevo: del 1550 al 1069 a.C. Dinastías XVIII a XX. Una fecha
importante es el 1336 a.C., cuando comienza a gobernar Tutankamón.
 Tercer Período Intermedio: del 1069 al 656 a.C. Dinastías XXI a XXV.
Inestabilidad política.
 Periodo Tardío: del 672 a.C. al 332 a.C.Dinastías XXVI a XXXI. Dominación
persa.
 Periodo Helenístico: del 332 al 30 a.C. Dinastías Macedónica y Ptolemaica.
Las principales ciudades se caracterizaban por su posición, no por su tamaño. Apenas
quedan restos de estas urbes, tan sólo de las grandes construcciones.

Los trajes típicos de Egipto se ven marcados por la historia del país y por el clima de la
región. La razón por la que hay distintos tipos de vestimentas típicas, dependiendo de la
región, se debe a que el imperio fue conquistado por los griegos y luego por los romanos,
además de contar con la combinación de estilos africanos y árabes.

CULTURA EGIPCIA

En la actualidad, cuando las religiones oficiales y categorías tradicionales


se van cayendo de las páginas de la Historia, como la ropa de los cuerpos
jóvenes, el fenómeno de la comunicación de los atavíos sigue siendo,
básicamente, el mismo, aunque de acuerdo con la nueva «sacralidad»
generada en los santuarios de las grandes firmas que gobiernan el complejo
mundo de la moda, desde donde se forman y exhiben a nuevos hierofantes
y sacerdotisas, y desde donde se exigen implacables sacrificios de latría a
sus adeptos y adeptas.
En el caso de Egipto, antes de pasar al estudio de sus vestidos y atuendos,
hay que recordar que su clima uniforme, de carácter desértico, alcanza
máximas de hasta 38- en los meses de verano, sólo atemperadas en la zona
mediterránea por influjo del mar, y que sus inviernos son muy suaves, con
tan escasas precipitaciones que apenas si merecen consideración alguna.
Por lo tanto, los egipcios pudieron y pueden ir siempre ligeros de ropa, de
suerte que los vestidos y tocados que eligieron a través del tiempo más les
han servido de adorno y protección de los rayos solares que de abrigo. El
actual campesino egipcio viste una amplia y sencilla túnica («galabiyé»),
prenda multiuso que le sirve en cualquier ocasión; y como ropa interior usa
un amplio calzón, cuando lo lleva. El caso de la mujer egipcia actual es muy
diferente, ya que se ve determinado por razones religiosas. En el camino de
retroceso cultural marcado por el fundamentalismo islámico se la ha
exigido perderse en la envoltura de mantos y velos que ya había comenzado
a dejar atrás.

La Arqueología nos informa de que en los comienzos del Imperio Antiguo


la desnudez era la apariencia con que los fieles debían presentarse ante la
divinidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, dicha desnudez pasó a
convertirse en signo de baja condición social. Es muy posible que este
cambio de postura se produjera al tiempo que en la esfera de las clases
pudientes se generalizaba el uso de las vestiduras y atuendos como
símbolos diferenciadores y de rango personal, elegidos por gusto y
competitividad de realce frente a las clases trabajadoras e, incluso, frente a
los enemigos, propios o extranjeros, a los que se enfrentaban. Por lo tanto,
durante este período ya sólo se representaron desnudos a los niños, a los
esclavos y a los prisioneros.
En virtud de esta exigida diferenciación social, una familia de alcurnia no
permitía que las efigies de sus muertos aparecieran desnudas, por temor a
que perdieran los signos de identidad propios de su casta y pudieran correr
el riesgo de que los dioses los tomaran por gentes de baja condición.
Debían, por lo tanto, presentarse en el «más allá» con sus mejores atavíos.
FARAONAS

Para una mujer de la antigüedad, no existía un mejor lugar que Egipto para
vivir, ya fueran miembros de la realeza o pertenecieran al vulgo, las mujeres
del antiguo Egipto, disfrutaban de las derechos y facultades que las mujeres
de Europa del siglo XX,
podían tener propiedades,
divorciarse de sus maridos,
vivir solas, e incluso algunas,
gobernar como faraones.
Las mujeres y el poder que
tenían, quizás sean la clase de
por qué Egipto se convirtió en
la civilización más importante
del mundo, adelantándose
incluso a Grecia y Roma.
Los antiguos egipcios
supieron equilibrar a hombres
y mujeres, describieron con
precisión al hombre, el papel del hombre en la sociedad y el papel de la
mujer en la sociedad, y precisamente ese equilibrio dio estabilidad en la
nación.
VESTIMENTA

La Indumentaria en Egipto era una consecuencia directa del clima: cálido y


seco, y de la forma de vida, al aire libre.

Se usaban ropas exclusivamente de lino, aunque al principio se usaban


fibras de juncos y cañas, se impuso el lino por la creencia de que era más
puro, y se cultivaba para fines textiles en exclusiva. El color preferido era
el blanco, aunque podía llevar algunos dibujos en los bordes.

La lana era conocida, pero fue considerada impura, como todas las fibras
animales. Solo a partir de la
conquista de Alejandro
Magno, comenzó a
emplearse la lana en las
prendas de carácter
cotidiano pero continuó
prohibida en los templos y
santuarios, dónde los
sacerdotes debían usar
ropas de lino de color
blanco.
“Quizás el articulo más
seductor del arsenal de
una mujer real sea la ropa,
las pinturas de Nefertari,
la representan llevando un
vestido de lino traslucido,
la pintura es tan buena y
el lino tan fino, que se
puede ver la piel a través
de él.
Las mujeres reales tenían
acceso a las ropas más
elegantes que se pudieran
conseguir en el antiguo Egipto, y Nefertari usaría un tipo de lino muy fino
que se pegaba a su cuerpo, era muy transparente y por eso vemos pliegues
y pliegues de tela y luego seductoras parte del cuerpo a través del lino y
esto debía resultar muy erótico”1.

Gracias a que el clima de Egisto era caluroso y las diversas actividades


laborales a pleno sol que tenían que pasar los pobladores, la vestimenta
egipcia era habitualmente una ropa liviana y cómoda. Siendo el lino blanco,
el más usado para la confección de atuendos con diferentes calidades, que
iban desde el más elaborado hasta otros totalmente lisos. Aunque la lana
fue muy usada, servía para fabricar abrigos y atavíos para la caza. En cuanto
a la seda y el algodón, comenzaron a usarse durante el período Helénico de
la cultura egipcia. También era una costumbre rasurarse la cabeza, sobre

1
https://www.youtube.com/watch?v=qYMJEg1gdjw
todo para evitar los piojos, siendo una característica común el uso de las
pelucas.

Las clases más poderosas o adineradas usaban una fina muselina


translucida que se tejía usando lino cultivado en las llanuras del Nilo.

Entre los accesorios de


importancia, las pelucas
constituían un elemento
fundamental. La costumbre
egipcia, tanto para hombres
como para mujeres, era
depilarse el cuerpo completo,
incluyendo la cabeza. Las
pelucas era un ornamento
más, y en ocasiones,
elemento de seducción: las
había lacias, trenzadas y
rizadas para las mujeres, cuya
finalidad era erótica.

Si bien al comienzo del


imperio se las hallará cortas, hacia el Imperio Nuevo, se usan más largas.
Los pies se cubrían con sandalias elaboradas en hojas de palma (o palmera),
junco o papiro.

Tal como se indicó al comienzo, tanto la materia prima como la confección


de prendas estuvieron subordinadas a las elevadas temperaturas, lo que hizo
necesario que éstas fueran livianas y frescas.
Los tejidos utilizados para la fabricación de los vestidos egipcios fueron los
realizados con fibras vegetales. De entre ellos destacó el lino, afamado por
su buena calidad, ya que reunía tres condiciones esenciales: ligereza,
frescura y facilidad de lavado, cualidad esta última muy apreciada por los
egipcios que consideraban a la limpieza como una parte integrante de la
pureza. El color preferido era el blanco por razones de clima y por su
significado sacro. Los tejidos de vivos colores se emplearon en mantos y
chales, y el oro en los collares, alhajas y cinturones.
La lana se Utilizó, a veces, para
prendas de abrigo, pero al parecer,
considerada impura, no se permitía
su uso en templos y tumbas.
También hay quien sostiene que el
hecho de que no haya restos de
tejidos de lana en ninguna
sepultura se debe a su rápida
destrucción por la polilla y
gusanos.
Los paños de lino se tejían en
telares horizontales,
documentados arqueológicamente
desde el III milenio a.C. A partir
del II milenio a.C. se utilizó también el vertical, como novedad tecnológica
pero sin que llegara a suplantar al anterior, que fue siempre el más usado.
Las mejoras que se aprecian a finales del II milenio a.C. en la fabricación
textil se asocian a las conquistas realizadas en Siria por Tutmosis III (1525-
1512 a.C), ya que el dominio de dicha región trajo como consecuencia la
aparición de numerosos tejedores sirios en Egipto y el consecuente
florecimiento de telares manejados por estos extranjeros que, el vestido y
la cosmética en el Antiguo Egipto bien llegaron ai valle del Niio como
esclavos de guerra o atraídos por su situación de prosperidad política y
económica. El caso es que el calificativo de «sirio» llegó a ser sinónimo de
tejedor.
Como consecuencia de estas inmigraciones se introdujeron modelos de
corte asiático, sobre todo en las capas altas de la sociedad, que sustituyeron
a los tradicionales egipcios. Los influjos orientales, a partir de entonces,
fueron constantes, intensificándose en la época ramesida (siglos XIII y XII
a.C.) en la que triunfó el gusto por los tejidos transparentes y finamente
plisados, así como por las mezclas de colores y tonos brillantes,
produciéndose un fenómeno de refinado barroquismo que puede estudiarse
especialmente en las representaciones pictóricas de las tumbas reales y de
grandes dignatarios de las necrópolis tebanas.

Vestimenta egipcia de acuerdo al sexo.


En el Imperio Antiguo, como vestimenta egipcia, los hombres usaban unas
faldillas llamadas shenti, sujetas con un cinturón a la cadera y plisadas en
la parte delantera. Durante el período Medio, estas faldas se alargaron un
poco más debajo de las rodillas, y hacia el final de las dinastías helénicas,
se llegaron a usar largas túnicas livianas con mangas.

“El traje típico de los faraones y la clase alta recibe el nombre de kalasyris,
que es una túnica larga con ornamentos de oro y pedrería como turquesas,
coralina, lapislázuli, ébano o carey. Estas prendas estaban hechas de lino
muy fino y semitransparente. Los hombros lo usaban desde el torso y se
usaba un cinturón complementario llamado Neket, que se elabora con cuero
y que tiene incrustaciones de piedras preciosas.
La pieza más simple y elemental de la
indumentaria masculina fue la «shenti»
consistente en una tira de lino, estrecha y
larga, que se disponía de modo que una
de sus extremidades, doblada sobre sí
misma sobre el vientre y sujeta por un
cinturón, dejara una especie de lengüeta
saliente por encima del mismo, pasara
luego entre las piernas, se enrollase al
cuerpo varias veces, para, por último,
ajustarse bajo el ceñidor en la parte
delantera, de forma sesgada y, por lo
general, formando pliegues.
El uso de la túnica o «calasiris», se
generalizó a partir de la segunda época
tebana (1500-1090 a.C.) que fue cuando,
como ya vimos, se dejaron sentir los
influjos asiáticos y jonios en la
indumentaria egipcia.
Fue una prenda de lino transparente y de
corte muy simple. Se componía de un largo trozo de tela, doblada por la
mitad y abierto en su centro por un amplio escote por el que se introducía
la cabeza. Sus extremos laterales iban cosidos, después de haber dejado
libres dos largas aberturas que permitieran el paso de los brazos. Una vez
puesta, se ceñía al talle con un cinturón. Fue una prenda de lujo, usada por
personajes de alto nivel social y, en consecuencia, sometida a las veleidades
de la moda. En caso de túnicas muy anchas, se disponían de manera que
formaran, en la parte delantera, un delantal triangular surcado por finos
pliegues, consecuencia probablemente de un engomado a base de engrudo
de esta parte del tejido, tal y como vemos en muchas de la estatuas y
representaciones pictóricas de esta época en las que la rigidez del
mencionado delantal triangular se ve acentuada de acuerdo con
indiscutibles códigos estéticos.
El manto o «sush» (vocablo cuya en etimología contiene la idea de
envolver) era la prenda que se arrollaba al cuerpo de la forma y manera que
su usuario lo precisaba y deseaba (figura 5). También llamada «sindon» por
influjo griego, podía enrollarse en la cintura, cubriendo caderas y piernas,
o por debajo de las axilas (figura 6), formando, a veces, en la parte delantera
un delantal triangular y, asimismo, engomado (figura 7). Sin embargo,
según su disposición más usual, se ceñía a la cintura, y uno de sus extremos
pasaba a cubrir ehhombro izquierdo, para caer sobre la espalda, dejando el
brazo derecho al descubierto. En el Imperio Nuevo fue frecuente llevar
sobre la «calasiris» el manto doblado envolviendo las caderas y anudado en
la parte delantera.
Con respecto al vestuario
femenino, en un principio eran
largos vestidos de cintura alta
que con dos tirantes sobre los
hombros dejaban mostrar los
senos. Posteriormente, los
trajes pasaron a ser largos,
ceñidos al cuerpo y cubriendo
los senos, exhibían un descote.
Para el periodo Helénico, los
vestidos llegaron a ser igual de
largos, pero más holgados.

La vestimenta típica de las


mujeres tiene un corte recto y
angosto, el cual pendía por
debajo del pecho hasta los
tobillos. Usaban sandalias que eran fabricadas con suelas de cuero, madera
o papiro, las cuales se ataban con cordones.

Cuando las mujeres usaban el Kalasyris, se anuda bajo el busto, dejando


este al descubierto. Una de las prendas complementarias que se usa es la
esclavina o hosch, que es una capa pequeña que se coloca de forma
horizontal sobre los hombros y el pecho”2.

2
https://www.mundocultura.org/vestimenta-tipica-de-egipto/
La vestimenta femenina también
consistía en un trozo de género, éste
cubría todo el cuerpo en forma
envolvente: desde las axilas hasta
los tobillos, cuyas tiras a los
costados y anudadas hacia atrás,
cubrían los pechos.
Como se ha mencionado, el color
básico era el blanco, aunque
cuando los géneros comenzaron a
trabajarse más, se añadió el color
rojo y marrón, con los que se hacían
figuras geométricas que servían
como ornamento para cuellos y
mangas.

Asimismo, la Loriga es un traje que


solo usaban las mujeres y tiene un
diseño tubular, ceñido al cuerpo y
confeccionado con un tejido de
fibras parecidos a la malla. En
algunas ocasiones se le aplicaban
láminas de diseño rectangular en oro como un complemento, que
normalmente se usaban en el tobillo o a media pierna.

A partir del Imperio Medio, el faldellín masculino comenzó a ser más largo
y la vestimenta femenina más sensual y sugerente, los pechos iban
directamente al descubierto.
Tiempo más tarde, durante el Imperio Nuevo, la vestimenta ajustada al
cuerpo de la mujer deviene en ropa interior. Surgen las túnicas anudadas,
superpuestas sobre el lino semi transparente, con pliegues y de diferentes
colores.
Tanto, esclavos como trabajadores de las castas más bajas, usaban apenas
un tapa rabos de lino a modo de slip o, en su defecto, iban desnudos.

En el Imperio Nuevo, por influencia de los gustos asiáticos, muchos de los


cuales importaron las princesas extranjeras que pasaron a vivir en los
harenes del faraón, se impusieron los tejidos suaves y vaporosos, finamente
plisados, al igual que había sucedido con los vestidos masculinos.
Entonces, sobre la túnica se empezó a llevar una especie de blusa de anchas
mangas plisadas, imitando las alas de Isis replegadas y cruzadas alrededor
del cuerpo. Es también en el entorno de El Amarna, en la corte de
Akhenatón y Nefertiti donde se produjeron tales innovaciones, continuadas
en la época de Ramsés II y de la mano de su bella esposa, Nefertari.
Los mantos adquirieron largas proporciones de modo que tras enrollarse al
cuerpo varias veces, se atasen sobre el pecho con un nudo.
De entre todos estos mantos es de destacar el conocido como «la amalafa e
Isis», una prenda de 3 m. de longitud y 1,30 m. de ancho. Para su colocación
se doblaba por la mitad de su longitud, colocándose en ese punto sobre el
pecho; después las dos partes iguales del manto se pasaban por debajo de
las axilas, se cruzaban en la espalda, se cubrían los hombros y sus extremos
superiores se anudaban sobre el pecho originando el llamado «nudo de Isis»
que luciría siempre esta diosa en sus numerosas representaciones tanto en
el mundo helenístico como en el romano.

Otra forma de disposición de esta prenda era la que se denomina «de


plegado doblado». Consistía en anudar uno de sus extremos al borde
superior de su centro, entre los dos pechos. Se enrollaba después al cuerpo,
se le hacía llegar hasta la mitad delantera del mismo, se le hacía un doblez
y el faldón restante se echaba hacia atrás, de forma que apareciera
cubriendo el hombro izquierdo. Su extremo superior se anudaba con el
borde del doblez antes marcado, en el centro del pecho.
Después de lo expuesto, queda claro que era el arte en la disposición de las
prendas femeninas lo que las confería su encanto y variedad, ya que la
mayoría eran paños de lino, más o menos transparentes, más o menos
largos, pero siempre de forma rectangular, tal y como se tejían en los
telares.

Vestimenta egipcia de acuerdo al estrato


social.
La organización social de Egipto estaba muy relacionada con la
indumentaria que usaban las personas. De acuerdo a la posición ocupada
dentro de la comunidad se distinguían los siguientes estilos de vestimenta
egipcia:
Popular.
Generalmente los egipcios humildes y trabajadores usaban el shenti, debido
a que solían ser muy prácticos para las labores pesadas y soportar el calor,
en casos especiales como ceremonias religiosas solían usar pelucas de lana.
Con respecto a los sirvientes de la realeza, siempre andaban desnudos.

Nobleza.
Los hombres de la nobleza se vestían con un shenti un poco más elaborado,
una capa sobre los hombros para cubrirse el torso y los símbolos distintivos
del poder como el cetro, pieles de leopardo, la corona egipcia, el nemes o
sombrero faraónico, el cual era hecho en telas de rayas azules y amarillas,
ajustado en la frente y con caídas a los lados. En cuanto a las mujeres de la
monarquía, era imprescindible mostrar su belleza con vestidos ceñidos al
cuerpo, acompañado de pelucas elaboradas con cabello humano, joyas
egipcias, sandalias de cuero y maquillaje facial.

Claramente se puede concluir que la vestimenta en la cultura egipcia


conformó otro factor de su exitoso nivel de organización.
LA INDUMENTARIA REAL

La indumentaria de los faraones fue básicamente igual a la de sus subditos,


pero enriquecida con atributos y adornos propios de la realeza. Durante el
Imperio Antiguo sobre todo, la «shenti» fue también la prenda con que se
hicieron representar los faraones y príncipes, aunque ceñida al talle por
lujosos cinturones con pinjantes delanteros y traseros en los cuales se hacía
figurar el nombre del personaje o sus insignias reales.
Vestidura propia del faraón fue también el «calambé real», faldellín
finamente plisado o adornado con rayas horizontales azules, amarillas y
verdes, separadas por estrechas franjas blancas. Su disposición era más
complicada que la de la «shenti», pero se adaptaba.al cuerpo de forma
similar a la anterior, contando como punto de sujeción con un cinturón o
cíngulo. Sobre el vientre y sujeto por el cinturón se dejaba suelto un largo
trozo de uno de los extremos del paño. El resto del mismo se pasaba entre
las piernas y se sujetaba en la parte posterior bajo el cinturón. El extremo
suelto se arrollaba entonces alrededor de las caderas y se sujetaba, de nuevo,
en el centro de la cintura tras pasar su extremo por debajo del cíngulo. Era
frecuente que otro cinturón exterior, de lujo y con adornos colgantes, ciñera
el «calambé real», a menudo pende de su parte trasera un simbólico rabo de
toro, como ya se aprecia en la famosa Paleta del rey Namer (hacia el 3000
a.C).
Un antecedente de esta prenda quieren verla algunos investigadores en la
llamada «vestidura colgante» de época predinástica (hacia 3200 a.C),
porque servía a la vez de «calambé» y de túnica (figura 12). El largo trozo
de tejido partía del hombro izquierdo, sobre el que se dejaba caer hacia
adelante, se le hacía descender por la espalda, pasar por entre las piernas,
subir por el vientre para ser sujeto a la cintura por un cíngulo. El faldón
sobrante se enrollaba después en torno a las caderas, para acabar anudando
el pico terminal con el primero que se había dejado colgando sobre el
hombro izquierdo.
Durante las dinastías xviii y xix (1580-1250 a.C.) se impuso la llamada
«amalafa real» (figura 13), así llamada por su similitud con una prenda de
corte semejante adoptada más tarde por los árabes. Fue una especie de
túnica de lino muy transparente cuyo uso se generalizó a partir de la época
de Amenofis IV (1379-1362 a.C), gustoso de vestir ropajes de corte
femenino o de mitigar, tal vez de acuerdo con sus criterios religiosos o
estéticos, las diferencias entre ambos sexos. Se trataba de un largo y suave
paño de forma rectangular y de textura parecido a la muselina, sujeto, a la
postre, tras una compleja disposición de vueltas en torno al cuerpo por un
único nudo sobre el pecho. Se comenzaba situando un ángulo del rectángulo
sobre el hombro izquierdo, se dejaba resbalar el tejido hasta la cintura y se
arrollaba alrededor del talle, fijándolo por medio de un cinturón, adornado
en su parte delantera con cintas multicolores que, más tarde se
transparentarían bajo la segunda capa de esta prenda.
Se subía la tela hasta la axila izquierda y desplegada se procedía a envolver
el cuerpo por encima del pecho y cubrir el hombro derecho con el último
extremo que se anudaba, finalmente, con el cabo inicial dejado sobre el
hombro izquierdo. Su uso se generalizó entre los nobles y altos dignatarios
EL LINO

El hilo (algodón) era el género más utilizado para la ropa en el antiguo


Egipto.
Al principio el hilo se hacía con algodón, pero los métodos de riego
mejoraron en todo el país y el lino se convirtió en la materia prima más
utilizada para la fabricación de hilo.
Además del hilo se utilizaba el
carrizo, el papiro, lana, cuero y
posteriormente la seda. En los
templos no se llevaban prendas
de lana ni de cuero porque se
consideraba un acto profano
rendir culto a los dioses vistiendo
ropa confeccionada con fibras
animales.
Es la fibra de la planta de lino,
Linum usitatissimum, con la que
se producen hilos y tejidos, es una
planta que se usa para fabricar
ropa, la planta se conoce como Flax, Flaz común o Linseed, el trabajo que
se requiere para transformar la planta en telas de Lino es muy arduo pero la
ropa hecha con ese material puede absorber hasta 20% de agua sin que se
sienta húmedo, por estas compuesto primariamente por celulosa, son ropas
muy frescas porque absorbe muy bien el calor, es higroscópico, es decir,
absorbe bien el sudor sin adherirse al cuerpo, y evapora el agua
rápidamente, lo que hace sentir como una prenda fresca, es más fuerte que
el algodón pero no es elástico, lo que hace que se rompa en lugares donde
está doblado y se arruga con facilidad, este material no permite que crezcan
bacterias por lo que sirve para hacer el interior de los calzados, es el material
favorito para hacer pinturas por su dureza y durabilidad.
Es la primera fibra vegetal que tuvo aceptación en la industria textil.

Su uso para fabricación de telas está atestiguado en Çatalhöyük, en la actual


Turquía, hacia 7000 AC.
El cultivo de la planta se remonta a Egipto hasta el siglo IV a. C. Las
momias egipcias solían estar envueltas en tejidos de lino.

Una prueba de que en Europa se conocía el cultivo de lino desde tiempos


muy remotos está en el hallazgo de lienzos de lino en las casas lacustres del
Bodensee. Antes de conocer el algodón y hasta el siglo XVIII, era el lino
en Europa la fibra textil más importante después de la lana. Los gremios
tejedores de lino alcanzaron, después de la fundación de las ciudades
alemanas, extraordinario auge y poder.
La fibra preparada para hilar, según su procedencia y clases de enriado,
tiene un color blanquecino, rubio, tostado o gris claro acerado. El lino, al
igual que el algodón, se compone principalmente de celulosa. Es capaz de
absorber hasta un 20% de agua, sin que por ello llegue a adquirir un tacto
húmedo. La resistencia a la rotura de la fibra de lino es casi doble que la del
algodón. En fibras de primera clase es aún más elevada la resistencia a la
rotura. Es característica de los tejidos de lino cierta sensación de frescura
que se explica fácilmente teniendo en cuenta que esta fibra es buena
conductora de calor. Tal circunstancia hace que el lino sea especialmente
indicado para ropas veraniegas.

Las vestimentas en Egipto, se caracterizan por ser cómodas y ligeras, en


gran parte por el clima cálido de la región. En el pasado, las prendas eran
bastante básicas, generalmente de colores claros y elaborados en telas
frescas como el algodón y lino. Durante siglos las vestimentas egipcias no
sufrieron muchos cambios, los hombres usaban vestidos largos de forma
rectangular, de hecho aún se utiliza una vestimenta parecida. Las mujeres
utilizaban vestidos muy largos, de un lino casi transparente. Otras
costumbres utilizadas tanto por hombres y mujeres era el uso de pelucas y
cosméticos, ya que se conoce que ambos sexos rasuraban sus cabezas. Para
la época del Imperio Medio, se introdujo en los hombres una especie de
falda llamada Faldellín, la cual era de color blanco y se amarraba a la parte
de atrás del cuerpo. Hoy en día en Egipto, las personas suelen vestirse de
forma muy internacional, con marcas y ropa de moda occidental, la
influencia de las grandes marcas es muy notoria, especialmente en las
personas adineradas. La mayoría de las personas utilizan un traje tipo
vestido, que lleva el nombre de Chilava, es amplio y de colores,
normalmente el cuello es redondo y debajo llevan pantalones. El calzado
puede ser zapatillas o babuchas. En el caso de las mujeres, al igual que los
hombres por debajo del caftán llevan ropa común, los caftanes son
normalmente de colores y con decoraciones de bordado. Para cubrir el pelo
las mujeres utilizan una especie de pañuelo que se conoce con el nombre
de hiyab.
COLORES

Los colores estaban cargados de simbolismo; por ejemplo: el verde


representa la vida y la juventud, mientras que el amarillo era el símbolo del
oro, el cuerpo de los dioses inmortales.

 El color menos habitual en la ropa egipcia era el negro, que se usaba


exclusivamente para las pelucas.
 El blanco, símbolo de la felicidad, era el color predominante en el
vestuario egipcio, aunque ello se debía en parte a rozones prácticas.
 En aquel momento era difícil teñir el lino con las técnicas
disponibles, de modo que la ropa se hacía normalmente de hilo
natural blanqueado.
 En Egipto se desarrollaron los tienes para tela valiéndose de
ingredientes naturales.
ACCESORIOS
La ropa de los egipcios prácticamente carecía de adornos y era bastante
austera (excepto las prendas reales).
La riqueza se mostraba en las joyas, que también imprimían color al
vestuario del antiguo Egipto.
Ornamentos como los collares se llevaron desde tiempos predinásticos.
En la confección de collares, brazaletes, pulseras y argollas se empleaban
perlas, oro, coral, ágata, ónice y calcedonia.
La plata era poco frecuente en joyería porque se consideraba que era la
sustancia de la que estaban hechos los huesos de los dioses.
Se utilizaba en abundancia para la ornamentación: se trabajaba hasta
conseguir finas láminas y se aplicaba en estatuas, muebles y objetos
personales Los collares se elaboraban con conchas, cuentas, flores y piedras
preciosas engastadas en oro.
EL MAQUILLAJE
“Las mujeres del antiguo Egipto eran muy aficionadas al maquillaje como
las mujeres de hoy, pero Nefertari, como otras mujeres de la realeza y
también de la nobleza, utilizaban los cosméticos para realzar su belleza
natural, y además de cosméticos, seguro usaban pelucas y ropa que le
ayudaran a resultarle mucho más atractiva a su marido, sobre todo, dado
que éste tenía muchas otras esposas para elegir.
La doctora Salima Ikhram es experta en el arte y ciencia de la cosmetología
del antiguo Egipto, muchos de los ingredientes del estuche de maquillaje
de una mujer del antiguo Egipto todavía se pueden encontrar en el mercado
de especias de El Cairo.
La henna de la región del delta del Nilo, se usa para teñir el pelo y decorar
los pies.
La galena o col, un mineral que se encuentra en el desierto oriental, se
pulveriza y se utiliza para dibujar una línea en el interior del ojo,
aplicándose con un bastoncillo y se podía obtener diferentes efectos
estéticos según el trazo.
Durante la época de Nefertari, la línea del ojo se extendía hasta la oreja, los
egipcios asociaban el delineado del ojo a la pureza ritual, las sacerdotisas
lo llevaban e incluso lo usaban para ungir las estatuas de los dioses.
Con malaquita en polvo mezclada con grasa de ganso o de buey, se hacía
una pasta
cremosa que
se aplicaba
sobre los
parpados.
El colorete,
del que no
existen
muchas
pruebas en
la antigüedad, salvo en la tumba de Nefertari, en ésta, se aprecia que el
colorete está pintado de forma deliberada, quizá, porque quería que la gente
supiera que podía utilizarse, y ella lo utilizaba por era una persona muy
especial.
Otro elemento importante de seducción del estuche de maquillaje de
Nefertari es el pintalabios, se hace con la misma sustancia del colorete,
mezclada con aceite de semillas de lechuga.
Como toque final, Nefertari se pondría perfume, hoy como en la
antigüedad, Egipto produce algunos de los afrodisiacos más aromáticos del
mundo, y estos también se habían utilizado con aceite o grasa y luego se
podían aplicar en todo el cuerpo y de hecho también en el cabello, para que
la gente podía oler bien, sin duda, en un país que hace mucha calor, se suda
mucho, así que desprender buen olor, llega a ser casi un importante deber
cívico”3.

3
https://www.youtube.com/watch?v=qYMJEg1gdjw
LAS PELUCAS
Entre los accesorios de importancia, las
pelucas constituían un elemento
fundamental. La costumbre egipcia, tanto
para hombres como para mujeres, era
depilarse el cuerpo completo, incluyendo
la cabeza.
Las pelucas era un ornamento más, y en
ocasiones, elemento de seducción: las
había lacias, trenzadas y rizadas para las
mujeres, cuya finalidad era erótica.
Los nobles usaban peluca, común para los dos sexos, eran el tocado para la
cabeza más corriente. Se hacía con pelo y crin, con otros elementos
decorativos incorporados.
Las pelucas femeninas fueron, asimismo, de formas muy variadas. En el
Imperio Antiguo fueron de aladares lisos y
cortos. Por lo general no pasaban de la
línea de los hombros. En el Imperio Medio
alargaron sus medidas, llegando a ser, en
algunos casos, ampulosas y barrocas. En el
Imperio Nuevo se impusieron unos tipos
de pelucas muy decorativas y largas,
rematadas por pasamanerías y cuentas
polícromas. Se ceñían con cintas de
colores, adornadas con flores de loto
naturales y, en ocasiones, se coronaban con unos conos de grasa perfumada
que, deslizándose sobre la piel, le servía de aceite protector para evitar su
sequedad.
EL CALZADO

Las sandalias básicas de los egipcios


tenían forma de chancla y consistían
en dos tiras y una suela.

Una tira pasaba entre los dos


primeros dedos y se unía a la otra que
recorría en empeine.

Hombres y mujeres llevaban sandalias hechas de madera, papiro, piel de


cabra y fibra de palma
SIMBOLOS
Llenos de innumerables misterios, los símbolos egipcios representaron una
visión espiritual y mitológica vinculada a la armonía del universo divino,
de los cuales, existen gran cantidad de símbolos, se nombra a continuación
los más significativos:

Anj
Conocida como la cruz egipcia, fue es el signo más utilizado por esta
civilización, representando a la vida y la inmortalidad, además de
proporcionar protección divina.

Ojo de Horus
El udyat, como también se le nombra, era el símbolo que resguardaba la
salud y el poder real, adicionalmente era usado como instrumento médico
para elaborar medicinas.

Pilar Dyed
Mayormente identificado como la columna vertebral de Osiris, simboliza
la fuerza y la estabilidad de la cultura egipcia, de acuerdo a ello, se creía
que era la combinación de los cuatro pilares que sostenían las esquinas de
la tierra.

Pluma de Maat
Si la diosa Maat para los egipcios representaba la justicia, su pluma
garantizaba que esta se cumpliera después de la muerte. En otras palabras,
en el momento que el alma del fallecido entraba al inframundo, su corazón
era puesto en una balanza, en unos de los platillos se pesaban las buenas
acciones y en el otro con la pluma de Maat se sentenciaba la justicia del
espíritu.

Escarabajo
Unos de los signos con una gran importancia para la cultura egipcia que
tenía la propiedad auto procreación, resurrección y transformación de la
vida.

Cobra
Otro relevante símbolo que estaba hecho de una cobra en ascenso,
figurando la autoridad absoluta de los dioses y los faraones egipcios.

Los símbolos egipcios como potentes medios de representación de los mitos


han sido un gran aporte para el entendimiento de esta cultura.
CONCLUSIONES
PRIMERA.- Un atuendo proporciona una visión sintética de toda una
realidad social, ya que a través del mismo se puede deducir no sólo el sexo
de quien lo luce, la época y el país en el que vivió o vive su portador, sino
también su condición social o religiosa, su profesión, oficio o cargo, sus
gustos personales, etc.

SEGUNDA.- La razón por la que hay distintos tipos de vestimentas típicas,


dependiendo de la región, se debe a que el imperio fue conquistado por los
griegos y luego por los romanos.

TERCERA.- Se usaban ropas exclusivamente de lino, aunque al principio


se usaban fibras de juncos y cañas, se impuso el lino por la creencia de que
era más puro, y se cultivaba para fines textiles en exclusiva.

CUARTA.- Las mujeres reales tenían acceso a las ropas más elegantes que
se pudieran conseguir en el antiguo Egipto.

QUINTA.- La vestimenta egipcia era habitualmente una ropa liviana y


cómoda. Siendo el lino blanco, el más usado para la confección de atuendos
con diferentes calidades, que iban desde el más elaborado hasta otros
totalmente lisos.

SEXTA.- La lana se Utilizó, a veces, para prendas de abrigo, pero al


parecer, considerada impura, no se permitía su uso en templos y tumbas.
SEPTIMA.- La pieza más simple y elemental de la indumentaria masculina
fue la shenti consistente en una tira de lino, estrecha y larga, que se disponía
de modo que una de sus extremidades, doblada sobre sí misma sobre el
vientre y sujeta por un cinturón.

OCTAVA.- La vestimenta femenina también consistía en un trozo de


género, éste cubría todo el cuerpo en forma envolvente: desde las axilas
hasta los tobillos, cuyas tiras a los costados y anudadas hacia atrás, cubrían
los pechos.

NOVENA.- El color menos habitual en la ropa egipcia era el negro, que se


usaba exclusivamente para las pelucas.

DECIMA.- Los símbolos egipcios como potentes medios de


representación de los mitos han sido un gran aporte para el entendimiento
de esta cultura.
WEBGRAFIA

 https://www.emaze.com/@ATCRCFWI
 https://www.laguia2000.com/edad-antigua/egipto/la-vestimenta-egipcia
 https://www.lavanguardia.com/historiayvida/moda-en-el-antiguo-
egipto_11557_102.html
 https://www.viajejet.com/cronologia-de-egipto/vestimenta-de-la-clase-alta-egipcia/
 https://www.mundocultura.org/vestimenta-tipica-de-egipto/
 https://www.continenteafricano.net/vestimenta-de-egipto
 http://www.egiptomania.com/vidacotidiana/indumentaria.htm
 http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/bibliuned:ETFSerie2-70BDA912-6270-3956-399A-
BDA121B47F89/Documento.pdf
 http://www.sonrecomendados.com/simbolos-egipcios-y-su-significado/

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