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David Alfonso Ramírez Herrera, 20181373003

¿Cómo puede una sociedad desarrollarse o ser


desarrollada a través de capital, tecnología, movimientos
sociales, acciones institucionales individuales y los espacios
de producción del conocimiento? ¿quiénes son los que
están construyendo nuevos discursos en el campo de la
modernidad y la transformación de la globalización?

La modernidad se hace presente con los momentos de cambios en las sociedades producidos a
nivel económico, político, social, cultural e ideológico. Enfocado a los nuevos modos de
producción con base al conocimiento, métodos industriales y movimientos sociales converge en
la relación de poder homogeneizado al sujeto como individuo. Buscando así el progreso basado
sobre el desarrollo, ese afán de “adquisición”, que es realidad es su mecanismo de flujo y busca
por medio del adoctrinamiento el camino a la imposición dada de lo tradicional y el interés
particular.
El desarrollo de una sociedad arraigada o consecuente a su historia, a sus hitos piramidales,
teocráticos y uniformes podrá llevar a cabo su objetivo cuando se desencadene de sus modelos
religiosos, de la desigualdad buscando pluralidad y dinamismo en su razón de ser. Es decir,
enfocarse en liberar a ese individuo que pueda tener <<la capacidad de interiorizar el sentido del
deber y concomitantemente con esta capacidad cambiará el sentido del placer y la tendencia al
goce superficial de los sentidos. 1>>. Así su autonomía se extenderá y tendrá poder de ejercer
en la sociedad un aporte, una contribución de cambio, caracterizado con la enseñanza,
participación política y uso adecuado de su contexto tecnológico y social permitiendo un despegue
de los arraigos de su genealogía, <<La actualidad (2005), pide, reclama un pensamiento des-
colonial que articule genealogías desperdigadas por el planeta y ofrezca modalidades
económicas, políticas, sociales, subjetivas “otras” 2>>. Entonces esta sociedad hecha “estado”
tendrá una identidad liberándose el biopoder e instalando pluralidad.
Siendo así “la identidad” como punto de partida para la sociedad y el individuo supernominal, y
la adjudicación de los problemas como objeto de discurso para <<buscar cómo pensar los
conflictos en un momento histórico de globalización económica y fragmentación social. Lo que
tiene de propio este pensamiento es que se refiere a “los problemas”. No parece relevante
establecer si las ideas con las que se opera surgieron aquí o allá. Se trata más bien de hacer uso
de todas las que permitan acercarse a los problemas>>. (Erna Von der Walde, Aproximaciones
al debate sobre la modernidad en américa latina: proyecto de la modernidad y aperturas
posmodernas). Este criterio será la brecha para construir nuevos discursos en el campo de la
modernidad y la transformación de la globalización.

1. MORALIDAD Y MODERNIDAD EN COLOMBIA, Rubén Jaramillo VéIez, Profesor Departamento de Filosofía Universidad
Nacional.
2. EL PENSAMIENTO DES-COLONIAL, DESPRENDIMIENTO Y APERTURA: UN MANIFIESTO, Walter Mignolo.

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