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d) Al final sólo queda algo por hacer, Evaluar, la mejor manera, tendrá que ver
con todo lo anteriormente planteado, pero además, con el contexto, y por lo
tanto, con las necesidades de cada uno de los alumnos. Si bien podemos
evaluar continuamente, bimestralmente, semestralmente, etc., al final un
número no será suficiente, en ocasiones, para poder demostrar al alumno
cada uno de sus progreso o cada uno de sus errores. El profesor está
acostumbrado a los números, pero no siempre hay que recurrir a ellos,
existen muchas mas formas de evaluar y que suelen aportarnos mejor
información que un simple numero. Exámenes de uso Cualitativo e inclusive
la mejor de ellas, la Rubrica, nos muestran varios aspectos del alumno que
nos pueden ayudar a nuestra labor docente, ya que no debemos buscar
solo la mejor puntación, sino el mejor desempeño y las mejores actitudes
para que el alumno pueda sobresalir en una sociedad cambiante.
Es por ello, que la labor docente no es algo que se pueda aprender de la noche a
la mañana o que se pueda obtener con el simple hecho de asistir a clases a la
Escuela Normal, sino que por ello, son muy necesarias las practicas escolares, el
lugar donde se obtienen las mayores experiencias de nuestra labor, el lugar donde
empezaremos a crear nuestra identidad docente y el lugar donde desarrollaremos
la capacidad de identificar que método, técnica, estrategia, recurso y material es el
más indicado para nuestros alumnos, los cuales deberemos realizar a partir de lo
observado y de lo que podamos escuchar de nuestros alumnos y compañeros de
trabajo. La tarea no es fácil, pero tampoco es imposible, el tiempo es nuestra
mejor herramienta, pero no por ello debemos abusar de ella. El trayecto es
grande, nos muestra un gran reto, pero eso no se compara al agradecimiento que
podamos obtener al final por parte de nuestros alumnos.