El cementerio de recoleta es famoso por sus numerosos e imponentes mausoleos y bóvedas
adornados con mármoles, esculturas y contiene las tumbas de numerosas personalidades destacadas del país. Su valor arquitectónico es una muestra de los tiempos en que Argentina era una potencia económica emergente a fines del siglo XIX, y las familias más acomodadas de la ciudad comenzaron a mudarse a la zona de Recoleta y a construir panteones esplendorosos en el cementerio. Se transformó así en el primer cementerio público de la ciudad.