La capacitación de los operadores de maquinaria está tomando un ritmo acelerado
de crecimiento. En muchos casos, las compañías multinacionales con operación en Chile están instalando el estándar de capacitar a los conductores de sus máquinas como parte de las exigencias de su respectiva casa matriz, una práctica que numerosas empresas locales están imitando, motivadas principalmente por los beneficios que conlleva para la operación. Los objetivos que persiguen las empresas que deciden capacitar a sus operarios son múltiples. Una motivación importante es el cuidado de la mercadería de alto costo, porque de ocurrir algún accidente los productos que se manejan podrían verse dañados, provocando importantes mermas en la operación. De esta manera, si la carga que se maneja es delicada, la calificación de los operadores de maquinaria se vuelve un aspecto crítico. Establecer el orden de la Formación y Adiestramiento a realizar pasa por detectar los puntos débiles que la empresa tiene en relación a todos los factores enumerados en el punto anterior. Es decir, detectar las necesidades sobre determinados colectivos de operarios en base a los parámetros que persigue el TPM. Ello es así, porque los objetivos que persigue el TPM en relación al operario de producción son invariablemente: Mejora y adquisición de actitudes de adaptación a la situación competitiva actual, flexibilidad y receptividad al cambio. Mejora y adquisición de conocimientos y habilidades para desarrollar las tareas que el TPM exige. Estos dos objetivos determinan el perfil formativo del personal. Veamos cómo llegamos al diseño de la Formación y Adiestramiento necesario. Es evidente que dicho proceso debe repetirse en distintos momentos del tiempo y a medida que el proyecto avanza.