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CAMPESINAS?.
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1.- El artículo 149 de la Constitución señala que:
Las autoridades de las Comunidades Campesinas y Nativas, con el apoyo de las Rondas
Campesinas, pueden ejercer las funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial
de conformidad con el derecho consuetudinario, siempre que no violen los derechos
fundamentales de la persona. La ley establece las formas de coordinación de dicha
jurisdicción especial con los Juzgados de Paz y con las demás instancias del Poder
Judicial.
2.- La ronda campesina es una Organización Civil de la zona rural, que está conformado
por todos los pobladores del lugar (caserío, centro poblado, etc.) y existen para evitar en
las zonas alejadas de una comisaría o autoridad competente, se infrinja la Ley;
imponiendo la justicia evitando y/o sancionando los diferentes hechos que infringen las
leyes actualmente vigentes.
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aspectos vinculados con la retención de las personas, necesariamente tiene que limitarse
a poner al intervenido a disposición de autoridad policial, del Ministerio Público o
llegado el caso de ser pertinente del Poder Judicial.
En aquellos lugares en los que la presencia estatal es mediana o limitada, la persona
retenida puede ser sometida a las practicas de la organización, fundamentalmente la
denominada “cadena ronderil“ y expuesta ante la comunidad y si la naturaleza del hecho
que se atribuye, debe ser puesta a disposición de la autoridad en el término de la
distancia.
Finalmente en aquellos lugares en donde es deficiente la presencia estatal o inexistente
las agencias o dependencias del Estado, la ronda puede ejercer los actos reputados como
de administración de justicia, según sus costumbres o el denominado derecho
consuetudinario.
5.- Sin embargo en todos los casos, sea cual fuese la característica de la Ronda, el sujeto
intervenido debe ser respetado tanto en su integridad física, psíquica o mental. Vale
decir debe prevalecer y no afectarse en modo alguno sus derechos fundamentales.
6.- Siempre que el acto de aprender o retener a las personas en sospecha, esté orientada
al esclarecimiento del hecho que se atribuye a título de un comportamiento ilícito
penalmente, más no a privar dolosamente de su libertad ambulatoria, se reputará como
propio del ejercicio legítimo del cargo del que encuentran investidos los dirigentes o
integrantes de la Ronda. Por el contrario si dentro proceso se determina la inexistencia
de la causal de justificación, se tendrá por configurado el delito de secuestro en su
modalidad agravada.
7.- Si para los efectos de lograr la intervención y posterior retensión o aprehensión del
sujeto en sospecha, se ejerce contra él, actos de violencia o amenaza de incidencia tal
que ponga evidencia su afectación personal o que no resulten razonables o justificados,
tales hechos por sus características configurarán los comportamientos típicos
pertinentes.
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8.- Debe mantenerse y prevalecer los criterios de que “el delito de secuestro se
configura cuando el agente priva a una persona, sin derecho de la facultad de
movilizarse de un lugar a otro, con independencia de que se le deje cierto espacio físico
para su desplazamiento y cuyos límites la víctima no puede traspasar, desde este punto
de vista lo importante no es la capacidad física de moverse por parte del sujeto pasivo,
sino la de decidir el lugar donde quiere o no quiere estar y lo más importante de esta
disquisición, es que el tipo penal que regula tal comportamiento, usa la expresión sin
derecho priva a la víctima de su libertad, pero esta privación de la libertad tiene una
consecuencia, perseguida por el agente, a un fin mediato; siendo la privación de la
libertad solo un modo facilitador”.
9.- Si la conducta de los procesados no reviste el carácter doloso que requiere el tipo
penal de secuestro, dado que su actuar se encuentra normado y regulado por el artículo
ciento cuarentinueve de la Constitución Política del Perú, no habiéndose advertido
ningún ejercicio abusivo del cargo y si por el contrario aquellos hayan actuado
conforme a sus ancestrales costumbres, están exento de responsabilidad penal. Si en su
condición de ronderos, momentáneamente aprehendieron a los presuntos agraviados su
accionar es legítimo, al haber concurrido la causa de justificación “el actuar por
disposición de la ley”.