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El amparo contra leyes

Lucero Martínez Treviño

Partiendo de la definición dada por Jorge Mario Pardo Rebolledo mostrada en la página web
de la Enciclopedia Jurídica Online (https://mexico.leyderecho.org/amparo-contra-leyes/):

“El amparo contra leyes es un procedimiento jurisdiccional federal previsto en la


Constitución, en el que se faculta al particular a instar a un órgano del Poder Judicial de
la Federación para que instrumente un procedimiento en el que se analice una norma
general en sentido material (leyes, reglamentos y tratados internacionales ratificados
por el Estado mexicano o cualquier decreto, acuerdo o resolución de observancia
general) por estimar que se violan sus derechos humanos, y que por ello resulte
contraria a la Constitución federal y a los tratados internacionales de los que el Estado
mexicano sea parte. En esas condiciones, sus finalidades se centran en el respeto a la
supremacía constitucional y el restablecimiento del orden constitucional que ha sido
transgredido por el legislador”

Como podemos observar, se trata de una norma que intenta proteger al ciudadano de una ley
o norma que afecte sus derechos humanos. Hablamos de una meta ley (ley de leyes), que tiene
vigencia y resulta de vital importancia su cuidado pues sabemos que el poder resulta peligroso
y no siempre humanista, una cosa muy diferente es la protección de un sistema de
comportamiento humano y otra la protección del humano mismo, como sabemos, el
cumplimiento de una norma social se sostiene en el beneficio de la mayoría sobre los intereses
personales, sin embargo, ocurren dos situaciones que avalan el aparo contra las leyes:

Primera situación, el caso en que la mayoría vaya en contra de los derechos humanos
constitucionales, o la segunda situación, que los beneficios personales de una autoridad afecten
los derechos mencionados. En ambas situaciones debemos considerar el amparo pues las leyes,
así como los que las ejercen, no son perfectas, por lo tanto, debemos reflexionar que el amparo
contra las leyes (en tanto que norma) tampoco lo sea. Por ello debemos de mantener un
constante estudio que permita la evolución del amparo.

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