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Se podrá criticar que un programa psiquiátrico para niños y jóvenes es una medida

desproporcionada al problema, y que medidas preventivas de concientización bastan para


controlar la intolerancia generalizada. Como por ejemplo lo han aplicado países nórdicos en
compañas informativas locales. Pero no, puesto que la intolerancia no tratada tiende a caer
en actos que no aportan a una relación de respeto y que solo infunden violencia y
desigualad. Actos que en miras a un buen programa serian síntomas a tratar; para que en un
futuro no perjudiquen el normal desarrollo del ser, ni su inserción a actividades sociales,
evitando así, posibles roces generados a grupos minoritarios. Como ocurre con la xenofobia
que se caracteriza en “una aversión irracional a desconocidos y extranjeros (4), basada en un
prejuicio infundado.

Junto a esto y considerando que lamentablemente en chile la medicina psiquiátrica no es


prioridad en comparación a otras especializaciones de la medicina tradicional, es importante
reiterar que la detección de estos indicios de intolerancia es la clave. Ya que, al día de hoy
producto de esto, existen personas que viven con trastornos mentales no tratados, sin
saberlo y sin un tratamiento adecuado. Desembocando así en enfermedades como el
racismo que “implica conductas abusivas o discriminatorias contra las personas debido a su
imaginaria inferioridad” (4) y que como consecuencia en la sociedad el resultado es
catastrófico, como se ha evidenciado en épocas pasadas, en la cuales con políticas
intolerantes se lleva a un desmedro de razas diferentes a la mayoría, provocando incluso la
tortura junto la muerte de estas.

En síntesis, la intolerancia generalizada no es un problema leve en la conducta de los


ciudadanos, si no por el contrario, es grabe su interiorización en el ser humano. Que si no se
trata con la solidez de un tratamiento oportuno cae en enfermedades críticas de las cuales
se hace imposible tratar, más aun, en un país en que la medicina psiquiátrica no es
primordial. Por último, la comunidad debe ayudarse con empatía, detectemos aquellos
pensamientos negativos que perjudican la salud y no lleguemos a asumir las consecuencias
de un país abusivo.

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