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1.

Encabezado:

Para empezar la redacción del documento propiamente dicho, el autor del mismo debe tener en
cuenta información básica en relación a ciertos aspectos que son, en últimas, el marco o contexto del
informe. Dichos aspectos son:

 Tipo de documento.
 Período correspondiente de la gestión.
 Departamento que lo elabora.
 Empresa u organismo.
 A quién o a quiénes va dirigido.

2. Introducción:

Se trata de un texto breve en el que deben quedar claros los motivos por los que se lleva a cabo la
redacción del documento, cuál es su objetivo principal, con qué herramientas o recursos se ha
realizado y quiénes lo han hecho. En últimas, es una ampliación de los puntos enunciados en el
encabezado (ver apartado 1).

3. Desarrollo del informe:

También se le denomina cuerpo del documento. En él, se desarrolla el contenido del texto, cuya
extensión, complejidad y profundidad dependerán de los objetivos con que se haya concebido su
redacción y de la naturaleza de las actividades que se retraten. Por ejemplo, el informe de gestión de
una cadena de supermercados de alcance nacional no tendrá el mismo desarrollo que el de una
frutería de barrio. Pese a estas diferencias, es posible destacar algunos puntos genéricos:

 Antecedentes
 Fuentes de información
 Metodología
 Problemas encontrados
 Otros datos relevantes

4. Conclusiones y recomendaciones:

Es una exposición concreta en ambos sentidos. Sobre las conclusiones, es necesario mencionar
brevemente aquellos aspectos relevantes que ha dejado la elaboración del informe y que pueden
ayudar al lector a tener una visión sintética de todo el proceso. En cuanto a las recomendaciones,
deben ser realistas y útiles para la empresa de cara a la implementación de mejoras en los procesos
descritos o la elaboración de documentos futuros y similares al que se presenta.

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