Está en la página 1de 101

DOCTRINAS

BIBLICAS
Creencias que Importan.
PRIMER TOMO

por Dr. Marcos G. Cambron

SPANISH LITERATURE MINISTRY quiere expresar su profundo agradecimiento a los hermanos en


Cristo en Méjico, Puerto Rico, Nicaragua y los Estados Unidos que han donado horas de trabajo y
ofrendas de amor, los cuales han hecho posible la realización de esta publicación.

Además, queremos agradecer al Dr. Mark G. Cambron por su valiosa labor y por habernos dado el
permiso de publicar su libro en español. Es nuestra oración que sea una bendición a los pastores,
misioneros y todo el pueblo de Dios.
Jerry D. Reece, editor.

Doctrinas Bíblicas, por Dr. Marcos G. Cambron.


Publicado por: Zondervan Publishing House
1
Gran Rapids, Michigan, USA

Primera Edición: 1954


Segunda Edición: 1961
Tercera Edición: 1963
Cuarta Edición: 1965
Quinta Edición: 1966
Sexta Edición: 1967
Séptima Edición: 1969
Octava Edición: feb. 1970
Novena Edición: set. 1970
Décima Edición : 1971
Undécima Edición: 1972
Duodécima Edición: 1973
Decimotercera Edición: 1974

*Publicado en español, con el permiso del autor, bajo los auspicios de La Misión Bautista, Internacional,
(BIMI), por Spanish Literature Ministry, P.O. Box 9215, Chattanooga, TN. 37412, EE.UU. de Am.

Primera Edición: 1993.


Segunda Edición: 1998.
Tercera Edición: 2007
*Impreso en los Estados Unidos de América
PROLOGO

“El apóstol Pablo hizo una distinción entre "la leche" de la Palabra y las verdades más profundas de la misma. Al
escribir a los Corintios, él dijo: "Os di a beber leche, y no vianda." (I Corintios 3:2) Por supuesto, los creyentes
que todavía son niños en Cristo prosperan al alimentarse de la genuina leche de la Palabra. No obstante, con el
desarrollo espiritual, la vianda de la Escritura debe masticarse.

Uno se pregunta si la carnalidad predominante entre la gente religiosa se habría evitado, si solamente hubiesen
escuchado consistentemente a la predicación doctrinal en sus iglesias. Albergamos el temor de que mucha de la
predicación de la época actual sea no sólo simple, sino superficial. La superficie de la Biblia es apenas hojeada a
la ligera, pero sus profundidades son ignoradas.

¡Cuán agradecidos al Señor debemos estar por los colegios e institutos bíblicos fundamentales en todos los países,
en los cuales los jóvenes son instruidos en el manejo de las grandes doctrinas de la Palabra! La escuela bíblica,
Tennessee Temple Bible School, es una de las escuelas más destacadas del país con entrenamiento de esta clase,
y se considera afortunada de tener un maestro tan talentoso como el Dr. Mark G. Cambron como su decano. La
obra monumental del Dr. Cambron, Doctrinas Bíblicas, nos revela cómo el autor se ha lanzado hacia lo profundo
de la Palabra de Dios y es diestro en presentarnos, de una manera clara y concisa, esas gloriosas doctrinas de las
cuales Dios en Cristo es Autor, Materia y Fin.

¡Nos anticipamos a una amplia circulación de Doctrinas Bíblicas entre pastores, estudiantes y obreros en este
país y otros!”

Dr. HERBERT LOCKYER, D.D., LL.D.

2
PREFACIO

"Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de
doctrina a la cual fuisteis entregados." (Romanos 6:17) "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra." (II Timoteo 3:16-17)

En la actualidad, la urgente necesidad de la Iglesia es el conocimiento de la Palabra de Dios. La iglesia es fría e


indiferente ante el propósito principal por el cual Dios nos ha dejado aquí - ¡ganar a los perdidos para Cristo! Sin
embargo, parece que algunos de los líderes más selectos de Dios están cayendo en la red de diferentes sectas
falsas de la actualidad. De nuevo, la causa de este gran mal es la falta de conocimiento de las doctrinas de la
Palabra de Dios. Además, los hijos de Dios están reincidiendo hacia el pecado. Los cristianos deben alimentarse
de la Palabra de Dios para crecer espiritualmente. De este modo, la Verdad de Dios actuará sobre la vida y
conducta de ellos. El hecho de que los hombres no quieren prestar oídos a la sana doctrina es una señal de los
últimos tiempos - una señal que Cristo pronto volverá. "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros
tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios." (I Timoteo
4:1)

Hoy, más que nunca, los pastores y ministros necesitan usar (“trazar”) bien la Palabra de Verdad. Lo que hace
falta en muchas iglesias es la predicación de doctrina fuerte para la edificación de los oyentes. Hay almas que son
salvadas, no obstante estas almas no están recibiendo el crecimiento espiritual. La verdad edifica. El error
destruye. Hay una diferencia grande entre el creyente que cree la verdad y el que vive y defiende la Verdad. Por
tanto, el estudiante debe orar para que no sólo conozca las doctrinas; sino que ellas se conviertan en una realidad
de su diario vivir.

3
INDICE
Primer Tomo

I. TEOLOGIA p. 1
(La Doctrina de Dios)

II. CRISTOLOGIA p. 53
(La Doctrina de Cristo)

III. PNEUMATOLOGIA p. 125


(La Doctrina del Espíritu Santo)

EXPLICACION DEL SISTEMA DEL BOSQUEJO:

Para conservar espacio, hemos usado la siguiente identificación de divisiones y sub-divisiones del
bosquejo:

I DIVISION PRINCIPAL.
A SUBDIVISION.
1. Puntos bajo "A".
a. Puntos bajo "1."
(1) Puntos bajo "a".
(a) Puntos bajo (1).

Nótese: No se hará uso de indentación, sino solamente la forma y el estilo de letra indicarán el punto del
bosquejo y su modificación como lo siguiente:

I DIVISION PRINCIPAL.
A SUBDIVISION.
1. Puntos bajo "A".
a. Puntos bajo "1."
(1) Puntos bajo "a".
(a) Puntos bajo (1).

4
TEOLOGIA
(La Doctrina de Dios)
Bosquejo del capítulo I

I. LOS NOMBRES Y TITULOS DE DIOS


A. Elohim
B. Jehová
C. Adonai
D. Combinaciones Jehovísticas
E. Combinaciones Eloísticas
II. LA EXISTENCIA DE DIOS
A. Sistemas de teología falsos y verdaderos
B. Evidencias de la existencia de Dios
III. LA NATURALEZA DE DIOS
A. Las definiciones de Dios
B. La espiritualidad de Dios
C. La personalidad de Dios
D. La trinidad de Dios
E. La auto-existencia de Dios
F. La infinidad de Dios
IV. LOS ATRIBUTOS DE DIOS
A. Omnipotencia
B. Omnisciencia
C. Omnisapiencia
D. Omnipresencia
E. Eternidad
F. Inmutabilidad
G. Amor
H. Misericordia
I. Gracia
J. Fidelidad
K. Santidad
V. LA PATERNIDAD DE DIOS
A. La enseñanza del antiguo testamento
B. La enseñanza del nuevo testamento

5
CAPITULO UNO

TEOLOGIA

La palabra "teología" viene de la palabra griega theos, que significa Dios. Por tanto, la teología es la
doctrina de Dios. Para comenzar el estudio de las numerosas doctrinas bíblicas debemos empezar con la
Fuente de todas las cosas, ¡Dios! No hay ninguno, nada, antes que El. Antes que algo llegara a existir,
El era. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra." (Génesis 1:1) "Dios, habiendo hablado muchas
veces y de muchas maneras..." (Hebreos 1:1) "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y
el Verbo era Dios." (Juan 1:1)

*Las primeras cosas que estudiaremos son:

I. LOS NOMBRES Y LOS TÍTULOS DE DIOS.

El nombre de una persona, lugar, o cosa es aquello por el cual es conocida. Los nombres de Dios son
aquellos mediante los cuales El es conocido. Ellos denotan su carácter. Los nombres del Señor son
aquellos por los cuales El es conocido a su pueblo. "Oh Dios, sálvame por tu nombre." (Salmo 54:1)
"En ti confiarán los que conocen tu nombre." (Salmo 9:10)

Los nombres personales de Dios, Elohim, Jehová y Adonai, describen el carácter de Dios y de sus
acciones hacia la humanidad, distinguiendo entre el Santo y el pecador.

A. ELOHIM.

La palabra Elohim, que es traducida "Dios," se encuentra más de mil trescientas veces en las Escrituras.
Sin embargo esto no es un nombre personal de Dios, sino que es el título oficial de Dios, lo que El es,
¡Dios! ¡Elohim! La palabra elohim no es usada solamente para Dios, sino (1) para los hombres: "Yo
dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo." (Salmo 82:6 con Juan 10 34-35), (2)
para ídolos: "No te harás dioses de fundición." (Éxodo 34:17) Dicha palabra es el título de Dios tal
como la palabra "presidente." No es su nombre, sino su título. De la misma manera, hay muchas clases
de presidentes: de compañías, de sociedades misioneras, etc. El nombre oficial de Dios es Elohim.

Elohim es un sustantivo plural. Inmediatamente decimos que "plural" significa dos o más. Esto es
cierto del idioma castellano, pero no es así en el idioma hebreo. En español tenemos dos números:
singular, que significa uno, y plural que significa dos, o más. En hebreo, sin embargo, tenemos tres
números: singular, que significa uno; dual, que significa dos; y plural, que denota tres o más. Por tanto,
Elohim es un sustantivo plural, de tres o más. Génesis 1:1 declara: "En el principio creó Dios (Elohim)
los cielos y la tierra." Otro indicio bíblico de la Trinidad se encuentra en Génesis 1:26. "Entonces dijo
Dios (Elohim): Hagamos al hombre a nuestra semejanza..."

El significado literal de Elohim es "El que Ejerce el Poder", "El Fuerte." Y en el primer capítulo de
Génesis se describe a Elohim ejerciendo su poder en estas once palabras: creó, hizo, formó, movió,
dijo, vio, llamó, separó, puso, terminó y bendijo.

Ninguna criatura tiene poder, sino el que Dios le haya dado.


El poder pertenece a Dios. El hombre tiene que trabajar para lograr poder en todas las facetas de la vida.
Dios sólo tiene que hablar, y se hace. Dios no solamente puede crear; sino que, puede sustentar lo que
El ha producido de la nada.
6
Elohim (Dios) tiene poder sobre los gobiernos. Daniel destacó esta verdad, y Nabucodonosor lo
experimentó. "...para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y
que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres." (Daniel 4:17) Lleno de
orgullo en su corazón, Nabucodonosor fue herido de locura hasta que reconoció que el Altísimo cierta-
mente gobernaba. Entonces recobró su razón, y se convirtió en un fiel creyente de esta verdad.

Elohim (Dios) tiene poder sobre los juicios, ya sean relativos a los hombres, o a las naciones. Cuando
El golpea, nadie puede resistirle.
La palabra El es la forma singular de Elohim. Esta se encuentra doscientas cincuenta veces en las
Escrituras. Es usada en los nombres personales de hombres, tales como Samuel (pedido a Dios) y Elías
(Jehová es mi Dios).

B. JEHOVA.

Jehová es el nombre personal de Dios. Este es el nombre que está por encima de todo otro nombre. El
significado de la palabra en sí es "Redentor." Cada vez que es usada en las Escrituras dicha palabra está
conectada con el sentido de la liberación. "Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron:
Este es el rey de Israel. Y lo rodearon para pelear; más Josafat clamó, y Jehová lo ayudó, y los apartó
Dios de él." (II Crónicas 18:31)

A pesar de que el nombre personal de Dios, Jehová, se escribía, éste nunca se pronunciaba. Los judíos
consideraban que ese nombre era demasiado sagrado para ser pronunciado por labios humanos. Hay la
posibilidad de que esta pronunciación no sea correcta, ni aun hoy, puesto que el idioma hebreo se escribe
sin ninguna vocal. El nombre Jehová, en el hebreo, se deletrea JHVH. Confiamos en que lo estamos
pronunciando correctamente. Podría pronunciarse Jehevé, o Jihiví, o Jahavá, o de muchas otras maneras
diferentes. Cuando los escribas llegaban a este nombre, Jehová, para copiarlo, se lavaban los cuerpos, y
las plumas con las que deletreaban este nombre eran limpiadas minuciosamente. Aun en público, cuan-
do los lectores de las Sagradas Escrituras llegaban a esta palabra, no la pronunciaban, por temor de
pronunciarla en vano, sino que sustituían por ésta palabra, Elohim o Adonai. Una de las razones por la
que suprimían la palabra Jehová era para inculcar en las mentes de la gente la santidad de su signi-
ficado.

Cuando el Señor (Jehová) apareció ante Moisés en la zarza ardiendo, y lo comisionó para que guiara a
los hijos de Israel fuera de Egipto, hacia la tierra prometida, Moisés preguntó, "He aquí, que llego yo a
los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me
preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿Qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY El QUE
SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros." (Éxodo 3:13-14) Jehová
es el eterno YO SOY. No hay pasado ni futuro con Jehová. El es el Presente Eterno, el Auto-existente,
el que se hizo conocer.

En Éxodo 20:2 leemos: "Yo soy Jehová tu Dios...Yo soy el Señor tu Elohim." Había muchas clases de
Elohim, pero había sólo un Jehová. En la Palabra de Dios leemos, el "Elohim de Israel"; pero nunca, el
"Jehová de Israel"; porque no existe otro Jehová. Cuando Elías y los profetas de Baal tuvieron una
confrontación, fue para determinar cuál era Elohim (Dios), ¿Jehová o Baal?

Así es, Jehová siempre estuvo relacionado de una manera redentora con su propio pueblo, pero esta
relación con sus criaturas (incluyendo a los no regenerados) fue siempre como Elohim. Lo mismo en la
actualidad.
7
Dios es el Dios de todos los que no son salvos, pero El es Jehová, el Padre de todos los que son salvos.
El libro de Jonás nos da una ilustración de esto. En los capítulos tres y cuatro la gente invocaba a
Elohim, pero Jonás invocaba a Jehová. Los ninivitas eran hombres perdidos, pero Jonás era salvo. Los
primeros se convirtieron y se salvaron, y pudieron, después de su salvación, llamar a Dios "Jehová."
Véanse: Jueces 7:14,15; II Crónicas 19:6-9; Génesis 7:16; I Samuel 17:46.

Tenemos otro nombre para Dios, y éste es Jah. Este se encuentra unas cuarenta y ocho veces en las
versiones corregidas. Algunos eruditos bíblicos creen que Jah es una forma abreviada de Jehová. El
significado es el mismo. "Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; Exaltad al que cabalga sobre los
cielos. Jah es su nombre; alegraos delante de él." (Salmo 68:4) El nombre Jah está siempre relacio-
nado con alabanza. Se encuentra por primera vez (traducido como Jehová) en Éxodo 15:2.

Creemos que la palabra "Dios" (Elohim), siendo que es plural, como en Génesis 1:1, definitivamente
sugiere que la Trinidad creó los cielos y la tierra. Sin embargo, los modernistas la interpretan de otra
manera. Ellos dicen que la cita mencionada debería leerse: "En el principio, Dioses crearon los cielos y
la tierra." Y la razón para esto, según ellos, es que Israel, para empezar, creía en muchos dioses, pero
que su religión evolucionó hacia el monoteísmo. Esta forma de razonar con respecto al asunto ha sido
motivo de dificultad para muchos estudiantes universitarios. ¿Hay algún pasaje bíblico que refuta esto?
¡Ciertamente que sí!

Deuteronomio 6:4 dice, "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es." Ahora bien, al colocar los
nombres Elohim y Jehová donde corresponden en este pasaje, vemos que la Palabra revela la Trinidad.
"Oye, Israel: Jehová nuestro Elohim (tres, o más personas) es un JEHOVA..." Por consiguiente, Israel
comenzó con la creencia en un Dios y luego su fe se degeneró y cambiaron la gloria del Dios incor-
ruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
(Romanos 1:23)

C. ADONAI

El término Adonai realmente significa "amo", o "dueño", el que posee, el que gobierna, el que bendice a
los suyos. La encontramos primeramente en Génesis 15:1-2: "Después de estas cosas vino la palabra de
Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será
sobremanera grande. Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y
el mayordomo (adonai) de mi casa es ese damasceno Eliezer?"

Adonai puede siempre conocerse por la palabra "Señor," o mi Señor," en el antiguo testamento de la
Biblia. Existen dos formas diferentes de esta palabra: la forma singular Adonai, y Adorai, que es
plural.

Adonai es usada de dos maneras en las Escrituras cuando se refiere al hombre en sus relaciones terre-
nales: (1) Como el amo de sus esclavos - "Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de
Abraham su señor (adonai), y le juró sobre este negocio." (Génesis 24:9), y (2) como un esposo para
con su esposa. "...como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor (adonai)..." (I Pedro 3:6) Véase:
Génesis 18:12.

8
Un hebreo podía venderse a otro hebreo, quien se convertía en su amo; pero no podía venderse para
siempre, sino que fue puesto en libertad en el año de jubileo. Sin embargo, había una manera por la que
un esclavo podía convertirse en esclavo para siempre, y ésta era por opción propia. "...y si el siervo
dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre; entonces su amo lo llevará ante los
jueces, y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lezna, y será su
siervo para siempre." (Éxodo 21:5-6) Pablo dijo que él era un esclavo de servidumbre (siervo) de
Jesucristo, comprado por sangre y vinculado por amor. Cada vez que uno menciona el nombre del
Señor Jesucristo, uno debe pensar, "El es mi Adonai." Jesús dijo, "Vosotros me llamáis Maestro, y
Señor; y decís bien, porque lo soy." (Juan 13:13)

D. COMBINACIONES JEHOVISTICAS.

1. Jehová-jireh. "El Señor proveerá." "...y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová
proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto." (Génesis 22:14) Esta era la
ocasión cuando Abraham guió a su hijo, Isaac, al monte. Isaac llevaba la leña. Abraham llevaba el
cuchillo y el fuego. Isaac preguntó dónde estaba el sacrificio. Y su padre Abraham, contestó, "Dios se
proveerá de cordero para el holocausto." Y Dios así lo hizo. Antes de que Abraham pudiera matar a su
hijo en sacrificio pedido por Dios, el Ángel del Señor detuvo su mano; y al mirar hacia un zarzal vio al
carnero que el Señor había provisto.
Hace casi dos mil años que el hijo de Dios llevó, El mismo, una carga de madera, la cruz. El Padre
sostuvo el fuego (que habla del juicio), y el cuchillo (que habla de la muerte), y Dios ciertamente se
proveyó de un Sacrificio, su Hijo, por nuestros pecados. ¿Ha descubierto usted que El es su Jehová-
Jireh? Recuerde que, no importa lo que suceda, El es Jehová-Jireh. "El Señor proveerá."

2. Jehová-Rapha. "El Señor que sana." "...y (el Señor) dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová
tu Dios, e hiciere lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus
estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu
sanador (Jehová-Rapha)." (Éxodo 15:26) El es el Señor, el Médico. Dios no está diciendo, "Yo
curaré tus enfermedades," sino, "No te enviaré enfermedad a ti."

A este mundo se le llama un "mundo enfermo." David Livingstone se refirió a África como a una "llaga
abierta", y la razón por esto se debe a la profunda herida del pecado en la humanidad. La palabra
"sanar" es una palabra interesante que significa "reparar, reformar o curar." La curación perfecta está en
Jehová-Rapha, puesto que "por su llaga fuimos nosotros curados." (Isaías 53:5) Véanse: I Pedro 2:24
y Salmo 41:4.

3. Jehová-Nissi. "El Señor es mi estandarte." "Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-
Nissi." (Éxodo 17:15) El Señor es nuestra victoria. ¡El Cristo crucificado es nuestro Estandarte de
Victoria!

4. Jehová-Zadash. "El Señor que santifica." "Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo
Jehová que os santifico (Jehová-Zadash)." (Levítico 20:8) Dios es el mismo Señor para el cristiano,
como también para el hebreo. "...y diciendo luego: he aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad...
En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
siempre." (Hebreos 10:9-10) Véanse: Hebreos 10:14 y Éxodo 31:13.

5. Jehová-Salom. "El Señor nuestra paz." "Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-
Salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas." (Jueces 6:24) Hay sólo una manera de
asegurar la paz en la actualidad, y ésta es mediante el Señor Jesucristo. "Porque él es nuestra paz, que
de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación." (Efesios 2:14)
9
Véase: Romanos 5:1.

6. Jehová-Tsidkenu. "El Señor nuestra justicia." "En sus días será salvo Judá, e Israel habitará
confiado; y éste será su nombre con el cual llamarán: Jehová, justicia nuestra." (Jeremías 23:6) Israel
será restaurado a la tierra de la promesa una vez más; y durante el Milenio, Jehová será llamado
Jehová-Tsidkenu, "El Señor nuestra justicia." El Señor ciertamente vino, el único Justo, sin
embargo le crucificaron. Pero un día, El vendrá por segunda vez; e Israel lo reclamará como su propia
justicia. Hoy, Jesucristo es la única justicia que cualquiera pueda reclamar.

7. Jehová-Shammah. "El Señor está allí." "En derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de
la ciudad desde aquel día será Jehová-Shammah (Jehová allí)." (Ezequiel 48:35) Cuando Israel haya
sido restaurada a su país, y la tierra sea llena del conocimiento del Señor, Jerusalén será llamada
Jehová-Shammah, "El Señor está allí."

8. Jehová-Sabaoth. "El Señor de los Ejércitos." "Y todos los años aquel varón subía de su ciudad
para adorar y para ofrecer sacrificios a Jehová de los Ejércitos (Jehová-Sabaoth) en Silo." (I Samuel
1:3) Israel es el Ejército. El Señor es Jehová de los Ejércitos. Véanse: Éxodo 12:41; II Reyes 6:14-
23; Romanos 9:29; Santiago 5:4.

9. Jehová-Ra-ah. "El Señor es mi Pastor." "Jehová es mi pastor (Jehová-Ra-ah); nada me faltará."


(Salmo 23:1) Cierta vez una niña estaba citando este pasaje y dijo lo siguiente: "Jehová es mi pastor,
¿por qué habría de preocuparme?" ¿Ha encontrado usted al "Buen Pastor de las almas?" ¿Ha
encontrado paz perfecta, siguiendo al Salvador dondequiera que El lo guíe?
Los temores no podrán fastidiarlo; la oscuridad no podrá angustiarlo; la pobreza no podrá destruirlo, si
Jesús es su Jehová-Ra-ah, su Pastor.

E. COMBINACIONES ELOISTICAS. (Derivadas de Elohim)

1. El Elyon. "El Dios Altísimo." "Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo
(El Elyon), sacó pan y vino." (Génesis 14:18) El significa "Dios" y Elyon significa "el más alto, o
sublime." El nombre compuesto se traduce, "el Dios Altísimo." Véanse: Deuteronomio 32:8; Daniel
4:34-35. Jesucristo es nuestro El Elyon. "Toda potestad (autoridad) me es dada en el cielo y en la
tierra." (Mateo 28:18)

2. El Olam. "El Dios Eterno." "Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el
nombre de Jehová Dios Eterno (El Olam)." (Génesis 21:33) Así es, Dios es el "Dios Eterno", o sea,
"El Dios de los Siglos."

3. El Shaddai. "El Dios Todopoderoso." Esto se encuentra por primera vez en Génesis 17:1. "Era
Abraham de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios
Todopoderoso (El Shaddai); anda delante de mí y sé perfecto." "El" significa "El Fuerte." Shaddai
viene de la palabra shad, que significa "pecho", "pecho de mujer." Esto está ilustrado en Isaías 28:9.
El Shaddai, por lo tanto, significa "el Pecho de Dios", "el Alimentador", "el Confortador", "el que
Satisface."

Uno de los nombres atribuidos a Dios que es más apreciado por los estudiantes bíblicos es El Shaddai,
"Pecho de Dios", "el Fortalecedor," "el Dios Omnisuficiente," "el Dios Omniabundante," "el Dios que es
Perfectamente Eficaz," "el Dios que es Capaz." "Por lo cual puede también salvar perpetuamente..."
(Hebreos 7:25) ¿Por qué? Porque Jesucristo nuestro Señor es nuestro El Shaddai, "El Dios que todo
puede."
10
II. LA EXISTENCIA DE DIOS.

A. SISTEMAS DE TEOLOGIA FALSOS Y VERDADEROS.

1. Deísmo. Este sistema reconoce que hay un Dios, pero niega que Dios sustente la creación. De
acuerdo a este sistema, "Dios es el Hacedor, pero no el Preservador."

2. Ateísmo. Los que adhieren a esta creencia, así llamada, excluyen a Dios totalmente.

3. Escepticismo. Los escépticos e infieles están llenos de dudas e incredulidad con respecto a Dios,
especialmente el Dios del libro de Apocalipsis.

4. Agnosticismo. Este concepto teológico no niega a Dios, pero niega que Dios pueda llegar a
conocerse.

5. Panteísmo. Todo es Dios, y Dios es todo. Todo lo que uno ve es Dios. Dios está en todo. Dios y la
creación son sinónimos.

6. Politeísmo. Esta es la creencia en muchos dioses. Hay varios dioses sobre nosotros. Estos a su vez
tienen dioses sobre ellos, éstos tienen dioses sobre ellos, y así sucesivamente.

7. Triteísmo. Esta es la doctrina de tres Dioses.

8. Dualismo. Esta es la creencia en dos Dioses: un Dios que es bueno, y un Dios que es malo. Ambos
son iguales en poder y persuasión.

9. Teísmo. La creencia en la existencia de un Dios personal es conocida como teísmo. Si uno llegara a
gloriarse en esto, sería en vano, puesto que uno debe conocer quién es Dios y cuál es su nombre, a fin de
poder confiar en El.

10. Monoteísmo. Esta es la doctrina de un solo Dios. Nosotros somos monoteístas. Los judíos y los
mahometanos son monoteístas. Si eso es la verdad, ¿son salvos ellos? ¡No! "Tú crees que Dios es uno;
bien haces. También los demonios creen, y tiemblan." (Santiago 2:19) Creer en un Dios no es
suficiente; pero, "si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo." (Romanos 10:9)

B. EVIDENCIAS DE LA EXISTENCIA DE DIOS.

Que el estudiante se dé cuenta de que la Biblia nunca trata de demostrar que hay un Dios. La Biblia
supone que los hombres saben que Dios existe, y declara: "Dice el necio en su corazón: No hay Dios..."
(Salmo 14:1)

11
*Hay muchas evidencias de la existencia de Dios:

1. EVIDENCIAS INTELECTUALES.

a. El Argumento Institucional. "Aquello que está en el hombre, a veces llamado las "primeras
verdades"; la confianza de saber que hay un Dios sin que nadie revele tal hecho. Un niño sabe que hay
un Dios. ¿Quién se lo dijo? Todas las razas del mundo saben que hay un Dios, a pesar de que no están
adorando al sólo, único y verdadero Dios. No hay tal cosa como un ateo verdadero. La evidencia de la
existencia de Dios está en el hombre. Es innata en él.

b. El Argumento Cosmológico. Este es el argumento de causa y efecto. Aquí está el mundo. ¿Cómo
llegó a existir? Hay una Causa, o Potencia, detrás de todas las cosas. Debe haber un Hacedor, o
Creador. Es fácil pensar que antes de la creación está Dios, pero es imposible pensar en algo antes que
Dios.

c. El Argumento Teleológico. Por esto queremos decir, "propósito y diseño." Existe un diseño y un
orden perfecto en el universo. Cada copo de nieve presenta una configuración hermosa e individual que
revela el Creador. ¿Por qué sube el hielo a la superficie del agua y no se baja al fondo cuando se
congele? Si esto no fuera así, entonces toda el agua se congelaría eventualmente, y los peces morirían.
¿Cómo es posible que las estaciones - la primavera, el verano, el otoño y el invierno - siempre vienen en
orden y lo han estado haciendo durante milenios? ¿Por qué razón el sol no se acerca más a la tierra
(quemándola), ni se aleja más de ella (congelándola)? Debe haber un Proyectista detrás de toda la crea-
ción, y ese Proyectista es Dios. (Romanos 1:18-22)

d. El Argumento Antropológico. Este argumento está basado en las cualidades morales e intelectuales
del hombre. El hombre es el resultado directo de la creación de Dios, como las otras criaturas. Sin
embargo, estas criaturas no poseen las cualidades morales e intelectuales del hombre. El hombre tiene la
capacidad de saber, de razonar. Si el hombre no obtuvo estas cualidades de su Creador, ¿de dónde han
venido?

2. EVIDENCIAS HISTÓRICAS. ¡Con toda certeza, la historia es Su Historia! La historia verifica el


hecho de que hay un Dios. La historia ha demostrado el hecho de que Dios está contra aquellos que han
repudiado su ley. Por tanto, los cristianos nunca debieran preocuparse por las condiciones mundiales.
Dios está en su trono. Nada puede suceder, sino por su voluntad. Alguien ha dicho, "La profecía es el
molde de la historia." Dios habla, y años más tarde lo que El habló se cumple al pie de la letra. La
historia solamente cumple lo que Dios ha dicho que sucedería. La historia comprueba que hay un Dios.

3. EVIDENCIAS DE LA EXPERIENCIA. Esta es una de las pruebas más grandes, hasta ahora, de la
existencia de Dios. Miles de personas han sido transformadas por el poder de Dios. No hay ninguna
otra explicación aparte de Dios. Las oraciones que han sido contestadas dan testimonio de la existencia
de Dios. (Romanos 1:16)

4. EVIDENCIAS DE LAS ESCRITURAS.

a. La Suposición Bíblica. La Biblia es el único libro que es inspirado por Dios. La Palabra de Dios no
defiende la existencia de Dios, sino que la declara. La Biblia es la norma de la moralidad y rectitud que
se ve expresada en las leyes de los gobiernos del mundo. Si la Biblia no fuera la Palabra de Dios, jamás
podríamos conocer a Dios ni discernir entre lo bueno y lo malo.

12
b. La Revelación del Hijo de Dios. En Cristo Jesús, Dios descendió al mundo para revelar a nosotros
cómo es Dios, y si Jesús no es Dios, entonces no hay Dios, y Dios jamás puede ser conocido. "A Dios
nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer." (Juan
1:18) Más Cristo Jesús, sí, es el Hijo de Dios. Su vida demuestra los atributos divinos y la gloria de
Dios. (Juan 1:14; 14:8-10)

c. La Declaración Profética. Dios pronosticó el futuro. Cualquiera que puede hacer esto es más que un
hombre. El hombre no siempre puede explicar el pasado, mucho menos el futuro. Cuando Cristo Jesús
fue crucificado, veinticinco profecías distintas, escritas siglos antes de los hechos, se cumplieron.

III. LA NATURALEZA DE DIOS.

A. DEFINICIONES.

1. Declaraciones bíblicas.

a. Dios es Espíritu. "Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que
adoren." (Juan 4:24)

b. Dios es Luz. "Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay
ningunas tinieblas en él." (I Juan 1:5)

c. Dios es Amor. "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor." (I Juan 4:8)

d. Dios es Fuego Consumidor. "Porque nuestro Dios es fuego consumidor." (Hebreos 12:29)

2. Declaraciones Teológicas.

a. Catecismo de Westminster: "Dios es un Espíritu, infinito, eterno e inmutable en su Ser, su sabiduría,


su poder, su santidad, su justicia, su benignidad y verdad."

b. Dr. Strong: "Dios es el Espíritu infinito y perfecto, la procedencia de todas las cosas, la sustentación
de todas las cosas, el fin de todas las cosas."

c. Andrew Fuller: "Dios es la primera causa y el último propósito de todas las cosas."

B. LA ESPIRITUALIDAD DE DIOS.

1. Su Esencia. El es un Ser espiritual. "Dios es Espíritu..." (Juan 4:24) Es invisible. "El es la imagen
del Dios invisible..." (Colosenses 1:15) ¿Qué es un espíritu? Un espíritu es un ser sin carne, ni huesos.
"Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad y ved; porque un espíritu no tiene carne ni
huesos, como veis que yo tengo." (Lucas 24:39) Un espíritu tiene cuerpo, un cuerpo espiritual; pero es
diferente a un cuerpo físico, o sea, material. Dios no puede ser visto por el ojo humano. Dios, en su
esencia pura, no ha sido visto jamás. "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno
del Padre, él le ha dado a conocer." (Juan 1:18)

2. Sus Manifestaciones. A pesar de que Dios, en su esencia pura, no ha sido visto jamás; sin embargo,
El se ha revelado a los hombres en diferentes formas. Las Escrituras preguntan, "¿A qué, pues, me
haréis o me compararéis? dice el Santo." (Isaías 40:25) El hombre no puede conocer a Dios, pero El se
ha revelado a sí mismo en su Hijo.
13
Parece como si hubiera ciertas contradicciones en la Palabra de Dios. En algunos lugares dice que la
gente vio a Dios. "Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara." (Éxodo 33:11) "Y subieron Moisés y
Aarón, Nadab, y Abiú, y sesenta de los ancianos de Israel; y vieron al Dios de Israel..." (Éxodo 24:9-10)
En otros lugares la Palabra dice que es imposible ver a Dios. "Dijo más: No podrás ver mi rostro;
porque no me verá hombre, y vivirá." (Éxodo 33:20) La verdad es, que ningún hombre ha visto el
rostro de Dios en su verdadera esencia; pero, sí, ha fijado la mirada en su semblante y hablado de labio a
labio con Dios cuando Dios se ha manifestado a sí mismo. "Cara a cara hablaré con él..." (Números
12:8) Estas no son contradicciones, sino aclaraciones.

El Espíritu Santo puede manifestarse a sí mismo en forma visible. "También dio Juan testimonio,
diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él." (Juan 1:32) Fue
en el bautismo del Señor Jesús que Juan vio la forma, pero no al Espíritu; sin embargo, el Espíritu se
manifestó.

*Dios se ha manifestado en muchas formas, y entre ellas están las siguientes:

a. En formas de criaturas. Por esto no queremos decir que el Señor haya aparecido en forma de
animales, sino, más bien, en la forma de seres humanos. Génesis 3:8 y 12:7 ilustran bien esto. "Y
oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se
escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto." (Génesis 3:8) "Y apareció
Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le
había aparecido." (Génesis 12:7) Véanse: Éxodo 24:9-11; Génesis 16:7, 10, 13; 18:1-16; 32:24-30;
Jueces 13:22, 23.

Dios también se manifestó a sí mismo como el Ángel del Señor. "El Ángel de Jehová acampa alrededor
de los que le temen, y los defiende." (Salmo 34:7)

"Además le dijo el Ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su
nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción." (Génesis 16:11) La mayoría de los eruditos
bíblicos está de acuerdo en que el Ángel del Señor (o Jehová) no es otro sino el mismo Señor Jesús.

b. En formas materiales. El hombre no podía ver a Dios; por tanto, Dios se manifestó a sí mismo en
formas desde las cuales El habló y guió a los hombres. Una de las formas fue la zarza ardiendo:
"Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él
respondió: "Heme aquí." (Éxodo 3:40) Otras formas fueron la columna de nube y la columna de fuego.
"Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche
en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche." (Éxodo 13:21)

c. En la Persona de Jesucristo. Nuevamente declaramos que nos gozamos en el hecho de que en la


actualidad Dios no decida revelarse a sí mismo de otra manera sino en su Hijo, Jesucristo. Dios no
escoge de manifestarse a sí mismo en un vapor, sino, más bien, en forma humana. "En el principio era
el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios... Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre
nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad." (Juan
1:1-14) Véanse: I Timoteo 3:16; Hebreos 1:3; Col.2:9.

14
C. LA PERSONALIDAD DE DIOS.

*Dios es una Persona que posee auto-conciencia, auto-determinación, poder y vida en sí misma.

Muchas personas tienen ideas vagas acerca de Dios como una fuerza, un poder, o una influencia. Pero
es imposible tener comunión con una fuerza o con una influencia. Las palabras de nuestro Señor,
cuando estaba en el huerto de Getsemaní, sugieren una comunión con Dios: "Pero ahora voy a ti; y hablo
esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos." (Juan 17:13) Véanse: Éxodo
3:14 y I Corintios 2:11.

*Nunca confundamos personalidad con visibilidad. La materia física no tiene nada que ver con la
personalidad. La Persona de Dios se puede ver a través de lo siguiente:

1. Por medio de Sus nombres. "Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así
dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros." (Éxodo 3:14) Las palabras "YO SOY EL
QUE SOY" hablan de una Persona viviente.

2. Por medio de los contrastes. Por esto queremos decir que las Escrituras hacen un contraste entre el
único y sabio Dios y los dioses paganos. "...y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al
Dios vivo y verdadero." (I Tesalonicenses 1:9) Véanse: Jeremías 10:16 y Hechos 14:15.

3. Por medio de Sus atributos. Aquello que es característico de Dios es llamado un atributo. Lo que
El hace, denota personalidad, como por ejemplo:

a. Dios siente pena. Sólo las personas pueden apenarse. "Y se arrepintió Jehová de haber hecho
hombre en la tierra, y le dolió en su corazón." (Génesis 6:6)

b. Dios se arrepiente. En la cita anterior (Génesis 6:6) notamos que Dios se arrepiente. I Samuel
15:29 dice: "Además, el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre
para que se arrepienta." Vemos que una porción de las Escrituras declara que Dios se arrepiente, y otra
nos dice que El no se arrepiente. ¿Cuál es la respuesta? Son dos cosas. Cuando el hombre se arrepiente,
él se arrepiente de algún acto inmoral. Cuando Dios se arrepiente, El se arrepiente de algún acto
judicial. La actitud de Dios hacia el pecado nunca cambia.

Tómese el caso de Jonás y Nínive. Ellos se arrepintieron, cambiaron de criterio y cambiaron sus vidas.
Dios no cambió su actitud hacia el pecado, pero debido a que Nínive se había arrepentido, no había
necesidad de que sufriera el juicio que antes le correspondía. Su pecado había sido confesado y
perdonado.

c. Dios ama. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16) "Yo reprendo y castigo a todos los
que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete." (Apocalipsis 3:19) Sólo una persona puede amar.

d. Dios odia. "Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma." (Proverbios 6:16)

e. Dios oye. "El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? El que castiga a las
naciones, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia? (Salmos 94:9-10)

15
4. Por medio de Sus hechos.

a. Dios crea. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra." (Génesis 1:1) Véase: Isaías 45:18.

b. Dios provee. "Todos ellos esperan en ti, para que les des su comida a su tiempo. Les das, recogen;
abres tu mano, se sacien de bien. Escondes tu rostro, se turban; les quitas el hálito, dejan ser, y vuelven
al polvo. Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra." (Salmo 104:27-30) Dios da
vida y sustenta toda la creación.

c. Dios promueve. Aparentemente, algunas personas son prosperadas antes que otras. El mundo tiene
un nombre para esto, "la suerte," pero la respuesta correcta es "el Señor." Los reyes reciben su poder de
El. Los pastores reciben su cargo de El. Los maridos reciben sus esposas de El. Todas las promociones
provienen del Señor. "Porque ni de oriente ni de occidente, ni del desierto viene enaltecimiento. Mas
Dios es el juez; a éste humilla, y a aquel enaltece." (Salmo 75:6-7)

d. Dios cuida. Dios tiene un corazón; sólo una persona tiene corazón. Dios se preocupa. "Humillaos,
pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra
ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros." (I Pedro 5:6-7)

D. LA DOCTRINA DE LA TRINIDAD.

1. Dios es una Persona Trina. Con esto, es lógico, queremos significar que Dios es Tres-en-Uno. Hay
algunos errores en cuanto a la Trinidad. Algunos han sido expuestos por ignorancia, y otros
deliberadamente.

Nosotros sabemos que la Biblia es la Palabra de Dios, aunque si más no fuera por el hecho de que en ella
tenemos a la Trinidad. Si la Biblia hubiera sido escrita por los hombres solamente, ellos hubieran dejado
a la Trinidad fuera de sus páginas; puesto que la Trinidad es demasiado difícil de entender. La mente
humana no puede comprenderla. Lo único que los hijos de Dios pueden hacer es aceptarla por fe y estar
firme en lo que Dios dice acerca de ella. Sólo porque, aparentemente, no podamos entender todo acerca
de la Trinidad no significa que la misma no sea verdad.

a. Malas Interpretaciones de la doctrina trinitaria.

Hay un pensamiento erróneo, el cual propone que en la Divinidad hay tres Individuos. Recordemos, sin
embargo, que Dios no es un Triade.

Otro error es que la Trinidad es sólo una persona, que se manifiesta a sí misma en tres. Es decir, hay tres
esencias en una persona, Jesucristo, y que el Padre y el Espíritu Santo son sólo manifestaciones.

Aun un tercer error, y un error condenable, niega enteramente la Trinidad, y por consiguiente, hace del
Hijo y del Espíritu Santo criaturas de Dios, las cuales llegaron a existir después de Dios. En otras
palabras, los que apoyan esta teoría errónea declara que hubo un tiempo cuando el Hijo no era. Las
personas que declaran estas cosas razonan de la siguiente manera: "Un hijo no puede tener la misma
edad de su padre. El padre siempre tiene que existir antes de su hijo para poder engendrarlo. Dios es el
Padre del Hijo de Dios; por tanto, el Padre tenía que existir antes que el Hijo para poder engendrarlo."

16
A esto contestamos: "Si una persona declarase que él es un padre, y que lo ha sido por diez años,
entonces nosotros sabemos que él ha tenido un hijo por diez años. Lo mismo con la Divinidad - si Dios
es el Padre Eterno, entonces El debe haber tenido un Hijo Eterno."

La doctrina de la Trinidad es una doctrina que ha sido puramente revelada por Dios. Debemos recordar,
entonces, que nosotros no adoramos a tres Dioses, sino a uno - Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
(Mateo 28:19)

Es prácticamente imposible dar ejemplos de la naturaleza de la Trinidad. Algunos han ofrecido el trébol
de tres hojas como ejemplo. Otros han sugerido el agua: como líquido en el estado natural; como vapor
en el estado gaseoso y como sólido en el estado de congelación. Aun así, esto no está del todo claro,
puesto que Dios es Tres-en-Uno.

Por lo tanto, nosotros proponemos que la mejor ilustración de la Trinidad es el hombre mismo: cuerpo,
alma y espíritu. (I Tes. 5:23) El hombre no es tres personas, sino una persona trina. Existen tres cosas
que pertenecen a cada una separadamente: alimento al cuerpo, música al alma, y adoración al espíritu.
No obstante, estas tres cosas interesan a una persona.

b. El ejemplo de los rayos del sol.

Cuando la luz del sol irrumpe sobre la tierra, está compuesta de tres elementos: rayos de calor, que
pueden sentirse pero no pueden verse; rayos de luz que pueden verse, pero no sentirse, y rayos
radioactivos, que no pueden verse, ni sentirse, pero que tienen grandes efectos dañinos. Son siete partes
del espectro electromagnético, pero todos vienen del mismo sol. Como la trinidad de Dios, la luz del sol
es un misterio. Podremos sentir su presencia y lo que hace, pero no entendemos cómo lo hace.

c. Los nombres del antiguo testamento.

(1) Sustantivos plurales.

"En el principio creó Dios (Elohim) los cielos y la tierra." (Génesis 1:1) Elohim es el sustantivo plural,
que significa tres o más personas en el idioma hebreo. Esto, como es lógico, sugiere la Trinidad en la
creación. Véanse: Génesis 3:5; Éxodo 20:3; Deuteronomio 13:2-3.

(2) Pronombres plurales.

"Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora,
pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol, de la vida, y coma, y viva para siempre."
(Génesis 3:22) Este es Dios que habla a Dios, por lo tanto, la Trinidad. Véanse: Génesis 1:26; Isaías
6:8.

(3) Declaraciones bíblicas.

Las Escrituras declara que Dios ungió a Dios, por tanto, ¿cómo podría ser esto si Dios no fuera una
Trinidad? "Tu trono, oh Dios (Jesús), es eterno y para siempre. Cetro de justicia es el cetro de tu reino.
Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría
más que a tus compañeros." (Salmo 45:6-7) Véanse: Hebreos 1:8-12; Salmo 110:1; I Juan 5:7.

17
(4) Designaciones bíblicas.

Es decir, en Génesis 1:1, Dios declara que El creó los cielos y la tierra, y en el verso 2, el Espíritu Santo,
la Tercera Persona de la Trinidad, es destacada individualmente. "...y el Espíritu de Dios se movía sobre
la faz de las aguas." (Véase: Job 24:13) Asimismo, elementos de la personalidad del Espíritu son vistos
por la referencia al Espíritu Santo en Isaías 11:1-2. "Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago
retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y del temor de Jehová."

El Hijo, la Segunda Persona de la Trinidad, es también individualizado. "Yo publicaré el decreto,


Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy... Honrad al Hijo, para que no se enoje, y
perezcáis en el camino..." (Salmo 2:7,12) El Ángel del Señor del antiguo testamento no es otro sino el
mismo Jesucristo. En la porción siguiente de las Escrituras, El es declarado aparte del Padre y del
Espíritu Santo: "Y la halló el Ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente
que está en el camino de Shur." (Génesis 16:7) Véanse: Génesis 18:1, 2, 33; Isaías 48:16; 63:8-10.

(5) Expresiones triples.

Siempre que las Escrituras expresan alabanza, o bendición de la Divinidad, ellas declaran una triple
exclamación que destaca el hecho que Dios es el Trino Dios. Estas expresiones también deben ser tres.
"Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz." (Números 6:24-26) "Y los cuatro seres vivientes
tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de
decir: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir."
(Apocalipsis 4:8)

b. Revelaciones neotestamentarias

(1) El bautismo de Cristo.

El bautismo de Cristo es una de las mejores ilustraciones que demuestran la Trinidad. "Y Jesús, después
que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios
que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo
amado, en quien tengo complacencia." (Mateo 3:16-17)

*En este pasaje se presenta al Padre en el cielo, al Hijo en el agua, y al Espíritu Santo descendiendo
sobre El como paloma.

(2) La fórmula bautismal.

La Iglesia de Dios en Cristo Jesús siempre usa la fórmula bautismal establecida por Jesucristo. "Por
tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo." (Mateo 28:19) Nótese: que las Escrituras no dicen, "en los nombres de", sino, "en el
nombre de." Un nombre, pero tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

(3) La bendición apostólica.

La Iglesia ha usado esta bendición (la cual fue usada por el Apóstol Pablo por inspiración del Espíritu
Santo) durante los últimos mil novecientos años. "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la
comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén." (II Corintios 13:14)
18
(4) Otros pasajes bíblicos.

El versículo siguiente claramente revela el hecho de la Trinidad: "Mas el Consolador, el Espíritu Santo,
a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os
he dicho." (Juan 14:26)

2. La Trinidad como el único y sabio Dios. "Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por
cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos."
(II Samuel 7:22) "¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo
Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros." (Isaías 41:4) Véanse: Isaías 43:10-11; 44:6;
Deuteronomio 6:4.

Dios, Elohim, es una unidad compuesta; es decir, el sustantivo, Dios (que es plural), siempre se usa con
un verbo singular. "En el principio creó (verbo singular) Dios (“Elohim” - nombre plural) los cielos y la
tierra." (Génesis 1:1) "Jehová (nombre singular) Dios (nombre plural) de los dioses, Jehová (nombre
singular) Dios (Elohim, nombre plural) de los dioses, él sabe (verbo singular), y hace saber a Israel: si
fue por rebelión o por prevaricación contra Jehová, (singular) no nos salves hoy." (Josué 22:22) Véase:
Génesis 1:5, 8, 13; 33:20.

3. Un resumen bíblico de la Trinidad.

a. A los Tres se reconocen como Dios:

(1) El Padre es reconocido como Dios. "A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a
ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo." (Romanos 1:7)
Véanse: Juan 6:27; I Pedro 1:2.

(2) El Hijo es reconocido como Dios. "Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro
de equidad es el cetro de tu reino." (Hebreos 1:8) "Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los
deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bien-
aventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo." (Tito 2:12-13)

(3) El Espíritu Santo es reconocido como Dios. "Y Pedro dijo: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu
corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no
se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has
mentido a los hombres, sino a Dios." (Hechos 5:3-4)

b. A los Tres se describen como Personas distintas.

(1) El Padre y el Hijo son personas distintas entre sí:

(a) Cristo distingue al Padre de sí mismo. "Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha
dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo
del Hombre." (Juan 5:26-27) Véase: Juan 5:32.

(b) El Padre y el Hijo son distinguidos como el Engendrador y el Engendrado. Véase: Juan 3:16.

(c) El Padre y el Hijo son distinguidos como el Enviador y el Enviado. "Pero cuando vino el
cumplimiento del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley." (Gálatas 4:4)
19
Véase: Juan 10:36.

(2) El Padre y el Hijo actúan aparte del Espíritu Santo:

(a) El Hijo distingue al Espíritu Santo de sí mismo y del Padre. "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro
Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en
vosotros." (Juan 14:16-17)

(b) El Espíritu procede del Padre. "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el
Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí." (Juan 15:26)

(c) El Espíritu es enviado por el Padre y el Hijo. "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Juan
14:26) Véase: Juan 15:26.

c. Estas tres Personas son iguales.

El Padre no es Dios como tal, puesto que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. El Hijo no es Dios como
tal, puesto que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. El Espíritu Santo no es Dios como tal, puesto que
Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo.

E. LA AUTO-EXISTENCIA DE DIOS.

Dios es auto-existente. Nosotros dependemos de El. El no depende de ninguna cosa. Algo hizo que
nosotros llegáramos a existir. Nadie hizo a Dios. El siempre ha existido. Dios no existe porque El
haya causado su propia existencia. Dios existe porque su naturaleza es el existir. Él es el Autor de la
vida. (Juan 1:1-3)

Nuestras vidas vienen de una fuente externa. Hubo un momento cuando nosotros comenzamos a ser.
"Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que
cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado." (Juan
5:36) Nosotros no podemos decir esto.

F. LA INFINIDAD DE DIOS.

La naturaleza divina no tiene límites. "Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su


entendimiento es infinito." (Salmo 147:5) "¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la
perfección del Todopoderoso? Es más alta que los cielos; ¿qué harás? Es más profunda que el Seol;
¿cómo la conocerás? Su dimensión es más extensa que la tierra, y más ancha que el mar." (Job 11:7-9)
"Pero, ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te
pueden contener; ¿Cuánto menos esta casa que yo he edificado?" (I Reyes 8:27) "¡Oh profundidad de
las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables
sus caminos!" (Romanos 11:33) Véanse: Isaías 66:1; Salmo 113:5-6.

El mundo es un capullo de su glorieta de hermosura. El sol es una chispa de la luz de su sabiduría. El


cielo es una burbuja en el mar de su poder.

20
IV. LOS ATRIBUTOS DE DIOS.

*Los atributos divinos son las cualidades esenciales de un Ser perfecto e infinito. Son propias de
Dios y únicamente suyas.

A. LA OMNIPOTENCIA DE DIOS.

Esto significa que Dios es todopoderoso, todopoderoso. "Y oí como la voz de una gran multitud, como
el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor
nuestro Dios Todopoderoso reina!" (Apocalipsis 19:6) "Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres
esto es imposible; mas para Dios todo es posible." (Mateo 19:26) "¿Hay para Dios alguna cosa difícil?"
(Génesis 18:14a)

Hay solamente una cosa que puede limitar a Dios, y ésta es su propia y santa voluntad. Alguna persona
necia podrá proponer el verso de II Timoteo 2:13. "Si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede
negarse a sí mismo." Dicha persona dirá, "Aquí hay algo que Dios no puede hacer." Pero esta cuestión
y casos semejantes no se tratan de lo que Dios no pueda hacer, sino de lo que Dios no quiere hacer.

1. Dios tiene poder sobre la naturaleza. "Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el
ejército de ellos por el aliento de su boca. El junta como montón las aguas del mar; El pone en depósitos
los abismos. Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los habitantes del mundo. Porque
él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió." (Salmo 33:6-9) "Porque así dice Jehová de los ejércitos: De
aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca." (Hageo 2:6) El hombre tiene
que tener herramientas para hacer las cosas, mas Dios sólo tiene que hablar, y está hecho. Véanse:
Génesis 1:1-3, Nahum 1:3-6.

2. Dios tiene poder sobre los hombres. "Uno sólo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero
tú, ¿quién eres para que juzgues a otro? ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad,
y estaremos allá un año, y traficaremos y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué
es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos o haremos esto o aquello." (Santiago
4:12-15) Véase: Éxodo 4:11.

3. Dios tiene poder sobre los ángeles. "Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y
él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga
su mano, y le diga: ¿Qué haces?" (Daniel 4:35)

4. Dios tiene poder sobre Satanás. En Job 1:12 y 2:6 notamos que Satanás está sometido a Dios.
"Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre
él. Y salió Satanás de delante de Jehová... Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas
guarda su vida." Y nosotros sabemos del fin de Satanás por las siguientes Escrituras: "Y el Dios de paz
aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies...'' (Romanos 16:20a) "Y prendió al dragón, la serpiente
antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años... Y el diablo que los engañaba fue lanzado en
el lago de fuego y azufre donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por
los siglos de los siglos." (Apocalipsis 20:2-10) Véase: Lucas 22:31-32.

21
5. Dios tiene poder sobre la muerte. Pablo ruega que los Efesios puedan conocer "... la supereminente
grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la
cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este
siglo, sino también en el venidero." (Efesios 1:19-21) Finalmente, la muerte será destruida. "Y la muer-
te y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda." (Apocalipsis 20:14)
B. LA OMNISCIENCIA DE DIOS.

Omnisciencia significa que Dios "todo lo sabe." Dios es omnisciente. ¡El sabe todas las cosas! "Pues,
si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas." (I Juan
3:20)

1. Incluye toda la naturaleza. Dios, el Creador, sabe todo lo concerniente a sus criaturas:

a. De su creación inanimada. "El cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus
nombres." (Salmo 147:4) "¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová el cual creó los
confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo
alcance." (Isaías 40:28)

b. De los animales. "¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra
sin vuestro Padre." (Mateo 10:29)

c. De los humanos. Dios tiene pleno conocimiento del hombre. "No os hagáis, pues, semejantes a
ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis." (Mateo
6:8) Dios conoce la necesidad del hombre. El sabe los mismos pensamientos del hombre. "Tú has
conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos." (Salmo 139:2)
"Jehová conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad." (Salmo 94:11) Véanse: I
Crónicas 28:9 y Hebreos 4:13.

Dios conoce el corazón del hombre: "Tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y
actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces
el corazón de todos los hijos de los hombres)." (I Reyes 8:39) Véanse: Salmo 44:21 y Hechos 1:24.
Dios conoce las experiencias que hemos pasado. "Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi
pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus
angustias." (Éxodo 3:7) ¡Cuán absurdo que el hombre trate de engañar a Dios!

2. Abarca todo el tiempo. "Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos."
(Hechos 15:18) Y esto abarca el pasado, el presente y el futuro. Dios puede ver el pasado porque nos
ha dado a conocer todas las cosas que han sucedido hace milenios (el libro de Génesis). El presente es
un libro abierto para El. "Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas
las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de Aquel a quien tenemos que dar cuenta." (Hebreos 4:13)
El futuro es conocido por El lo mismo que el presente y el pasado. El conoce el fin y el comienzo.
"...ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por
amor de vosotros." (I Pedro 1:20) I Reyes 13:2 es, también, una maravillosa ilustración de que Dios
conoce el futuro. Trescientos años antes de que naciera, el nombre de un niño fue dado, de qué familia
vendría y las cosas que haría cuando fuese adulto. "Aquel clamó contra el altar por palabra de Jehová y
dijo: Altar, altar, así ha dicho Jehová: He aquí que a la casa de David nacerá un hijo llamado Josías, el
cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman sobre ti incienso, y sobre ti
quemarán huesos de hombres." Véanse: Isaías 44:28; Jeremías 1:5; Gálatas 1:15-16; Éxodo 3:19;
Daniel 2:8.
22
*Puesto que Dios conoce el futuro, debemos poner nuestro todo en sus manos.

3. Incluye todas las posibilidades. Sólo Dios sabe lo que habría sucedido si algo hubiera sucedido lo
cual no sucedió. "Tú, oh Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida;
porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido
hasta el día de hoy." (Mateo 11:23) Véanse: I Samuel 23:12; Isaías 48:18.

C. LA OMNISAPIENCIA DE DIOS.

Por esto queremos significar la "Perfecta Sabiduría de Dios," es decir, Dios posee toda la sabiduría. Hay
una gran diferencia entre sabiduría y conocimiento. El conocimiento es lo que uno ha aprendido, mas la
sabiduría divina es el perfecto despliegue de la verdad. La sabiduría involucra discernimiento y juicio.

1. La Elección de la Suprema Finalidad. Todas las cosas son escogidas para que traigan aparejado a
la suprema finalidad de la gloria de Dios.

2. La mejor manera de asegurar tal finalidad. Aquí es donde la sabiduría hace valer, no sólo
escogiendo aquello que traerá aparejado la suprema finalidad; sino trazando las mejores maneras de
asegurar dicha finalidad. "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!
¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!" (Romanos 11:33) Véanse: Romanos
16:27; I Corintios 2:7; Efesios 1:8; 3:10; I Timoteo 1:17.

D. LA OMNIPRESENCIA DE DIOS.

Hay muchas ideas vagas en cuanto a la omnipresencia de Dios. "Omnipresente" simplemente significa
"presente en todo lugar." Dios está en todos los sitios, mas El no está en todas las cosas. La creencia de
que El está en todas las cosas es llamada "panteísmo." Si Dios estuviera en todas las cosas, entonces
todo lo que el hombre tendría que hacer sería postrarse ante una piedra, un árbol, un escritorio, una
mesa, o cualquier objeto, y él estaría adorando a Dios. Dios no está en todas las cosas, pero El está en
todos lados. El está presente en todo lugar. La mejor ilustración de esto es la del maestro frente a su
clase. El maestro es omnipresente a cada alumno en dicha aula; pero él no es omnipresente a los que
están afuera, ni a los que están en el subsuelo, ni siquiera a los que están en el aula contigua. ¿Por qué?
Porque las paredes, los pisos y el espacio son barreras entre él y aquellos que están en otras partes del
edificio. Pero Dios transciende todas las barreras - espacio, materia y tiempo.

Nosotros creemos, por lo tanto, que hay un determinado lugar donde El se manifiesta a sí mismo, donde
El está ubicado. Desde esta localidad, El está presente en todo lugar del universo. "Oye, pues, la
oración de tu siervo, y de tu pueblo Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás en el lugar de tu
morada, en los cielos; escucha y perdona." (I Reyes 8:30) Véanse: Jeremías 23:25; Efesios 1:20;
Apocalipsis 21:2.

Aunque la morada de Dios está en los cielos, no obstante sabemos que El se ha manifestado a sí mismo
en otros lugares. (1) En la tierra, como cuando El estuvo en la zarza ardiendo. (Éxodo 3:4) "Viendo
Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió:
Heme aquí." (2) En la encarnación de Cristo Jesús. "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo
también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y
estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz." (Filipenses 2:5-8)
23
El Espíritu Santo está en todas partes. (1) El está en los creyentes. "Y yo rogaré al Padre, y os dará
otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no
puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros." (Juan 14:16-17) (2) El está con los incrédulos. "Pero yo os digo la verdad: Os
conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere,
os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio." (Juan 16:7-
8)

*Dios está con nosotros no importa donde estemos. El es omnipresente. El está presente en todas
partes a la vez.

E. LA ETERNIDAD DE DIOS.

Esto es algo que nunca ha sido comprendido por la mente humana. Dios es sin principio y sin fin. El
vive en una "Ahora eterna." El es el Único que siempre es. No hay pasado ni hay futuro con Dios.
"Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días; por generación de generaciones son tus años.
Desde el principio tú fundaste la tierra. Y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú
permanecerás. Y todos ellos como una vestidura se envejecerán; como un vestido los mudarás, y serán
mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no se acabarán." (Salmo 102:24-27)

Alguien preguntará: "¿Cuál es la diferencia entre Génesis 1:1 y Juan 1:1?" Génesis 1:1 dice: "En el
principio creó Dios los cielos y la tierra." Juan 1:1 dice: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era
con Dios, y el Verbo era Dios." Ambos pasajes empiezan en el mismo punto, "el principio." Génesis
1:1 comienza con el principio y mira adelante, hacia la eternidad. Mientras que Juan 1:1 comienza con
el principio y mira atrás, hacia la eternidad. Por consiguiente, el Verbo, el Señor Jesucristo, no tuvo
principio.

F. LA INMUTABILIDAD DE DIOS.

Esto significa, en todas palabras, la "invariabilidad de Dios." Su Ser, su actitud y sus actos son
inmutables. "Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos."
(Malaquías 3:6) "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces,
en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación." (Santiago 1:17) "Por lo cual, queriendo Dios
mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso
juramento." (Hebreos 6:17)

G. EL AMOR DE DIOS.

1. Su Mención. "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor... Y nosotros hemos
conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor,
permanece en Dios, y Dios en él." (I Juan 4:8,16)

Existen los que niegan la inspiración divina de las Escrituras, pero que aún dicen que Dios es amor. Si
las Escrituras no son la Palabra de Dios, ¿cómo sabemos que Dios es amor? Uno puede buscar por todo
el mundo y jamás encontrar la frase, "Dios es amor," entre los paganos. Ellos tienen sus dioses y sus
ídolos, pero desconocen a un Dios que es amor. La Biblia, y sólo ella, nos dice que "Dios es amor."

2. Sus propósitos. Si Dios es amor, entonces ese amor debe estar dirigido a alguien. Y ciertamente lo
está, pues que de las Escrituras aprendemos que los objetos de su amor son los siguientes:
24
a. Su Hijo. Dios ama a su Hijo más que a cualquier hombre jamás podría amar a su propia
descendencia. "Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia." (Mateo 3:17) Véase: Mateo 17:5. El amor de Dios es un amor perfecto, que trasciende
todas las barreras. "Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén
conmigo, para que vean mi gloria que me has dado porque me has amado desde antes de la fundación
del mundo." (Juan 17:24)

b. Los creyentes. Todos los que creen en el Señor Jesucristo son objeto del amor divino. El manifiesta
ese amor día tras día. "Pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado, y habéis creído
que yo salí de Dios." (Juan 16:27) "Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que
el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado."
(Juan 17:23)

c. Israel. Tenga cuidado de cómo usted le habla a un "humilde" judío. El es objeto del amor de Dios, lo
mismo que nosotros los cristianos. "Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con
amor eterno te he amado; por tanto te prolongué mi misericordia." (Jeremías 31:3)

d. Los pecadores. Dios jamás cambia en cuanto a su actitud hacia el pecado. ¡Dios odia el pecado,
pero ama al pecador! "Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)."
(Efesios 2:4-5) "Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo, con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el
bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros." (Romanos 5:6-8)

3. Sus manifestaciones.

a. En el regalo de su Hijo por el hombre pecador. "En esto se mostró el amor de Dios para con
nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él." (I Juan 4:9)
Véanse: Juan 3:16; Romanos 5:6-8.

Ningún hombre puede contemplar el Calvario y decir, "Dios no me ama." Un apreciado amigo contó de
la vez que su propio hijo estaba en la agonía de la muerte. La cosa más difícil que jamás tuvo que hacer
fue decir, "Que se haga tu voluntad, Dios mío. Si tú quieres llevarte a mi hijo, llévatelo." ¡Cuán dolor-
oso debe ser, tener que abandonar a su propio hijo! Pero, cuando la humanidad entregue a sus hijos a
Dios, El cuida de ellos mil veces mejor que un hombre pudiera hacer.

Dios entregó a su único Hijo para pagar por el pecado. El hijo más querido en la tierra es sólo un
extraño comparado con el amor de Dios hacia su Hijo. Dios apunta hacia el Calvario y dice: "¡Miren a
mi Hijo! ¡Vean como lo han escarnecido, herido y golpeado!" Dios vio a los pecadores crucificar a su
Hijo. Dios podría haberlos barrido de la faz de la tierra, pero no lo hizo. Los clavos que traspasaron a
su Hijo traspasaron el corazón del Padre. Jamás podremos comprenderlo en su totalidad. "Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito..." Más de un criminal ha tenido que pagar
con su vida por los crímenes cometidos. Jesús fue entregado para pagar por nuestros crímenes de
pecado.

25
b. Al darnos vida y posición en Cristo. Sólo a los creyentes se les otorga esta sagrada posición de
"estar en Cristo." Allí es donde estamos salvos y sin condenación. "Amados, ahora somos hijos de
Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste,
seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es." (I Juan 3:2) "Aun estando nosotros
muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos
resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales en Cristo Jesús." (Efesios 2:5-6)

c. Al otorgar que fuésemos llamados Hijos de Dios. "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que
seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él." (I Juan
3:1)

d. Al disciplinar a aquellos que El ama. "Porque el Señor al que ama disciplina, y azota a todo el que
recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien
el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces
sois bastardos, y no hijos... Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino
de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados." (Hebreos
12:6-8,11) Recordemos entonces, que la disciplina del Señor es para nuestro beneficio, para nuestra
ganancia. Necesitamos esta disciplina.

e. Al recordar a sus hijos en todas las circunstancias de la vida. En la Palabra de Dios la pregunta es
formulada y contestada concerniente al cuidado de los padres. ¿Hay amor más grande que el amor
maternal? Veamos lo que Dios dice: "¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de
compadecerse del hijo de su vientre?" La pregunta: ¿Es posible que una madre pueda abandonar a su
propio hijo? La respuesta: "Aunque olvide ella..." En nuestra propia época hemos sido testigos de nu-
merosos casos de hijos que fueron abandonados por sus padres. Es una vergüenza que en muchos países
tenga que haber leyes que obliguen a los padres a ser responsables del cuidado de sus propios hijos. No
obstante, esta es la naturaleza de la carne; esta es la naturaleza adánica, la naturaleza pecadora, que los
padres abandonen a sus hijos. Quizá el lector conozca a alguien que lo haya hecho. Quizá usted mismo
haya sido abandonado por alguno. Pero veamos el resto de la Palabra de Dios: "...yo nunca me olvidaré
de ti." (Isaías 49:15) Existe UNO que jamás abandonará a sus hijos. ¡Es el Padre celestial!

f. Al regocijarse por el regreso del Hijo Pródigo. Esta hermosa historia se encuentra en Lucas 15:11-
32. Es la historia de un hijo, no de un pecador. Sólo un hijo es un hijo, y no se puede deshijar a un hijo.
Un hijo nace como hijo para siempre. Pero el hijo pródigo se hundió tan bajo que el testimonio que
pudiera haber tenido se perdió. Recordemos que él aún era un hijo, tanto en la tarea de alimentar
algarrobas a los cerdos como al estar viviendo en la casa de su padre. El parentesco todavía existía, pero
la comunión se había interrumpido. Uno puede perder la comunión, pero no puede perder la filialidad.
El hijo pródigo preparó lo que le diría a su padre cuando volviera al hogar, pero no tuvo la oportunidad.
Sólo alcanzó a decir, "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu
hijo..." Pero antes de que pudiera agregar, "...hazme como uno de tus jornaleros," el padre, abrazándole,
dijo: "Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el
becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque éste mi hijo muerto era, y ha revivido; se
había perdido, y es hallado."

Que el hijo pródigo de nuestros días sepa, que si él ha nacido de lo alto una vez, todavía sigue siendo un
hijo de Dios. Pero, que se resuelva "levantarse y volverse" a su Padre. Nuestro Padre celestial espera
con los brazos abiertos, listo para dar el beso de perdón en los labios penitentes de su hijo descarriado.
"¡Levántate y vuélvete a casa!"

26
4. La Multiforme Manifestación del Amor de Dios

a. En la bondad divina.

(1) Manifestada en la creación. "...y vio Dios que era bueno." Esta frase es característica del primer
capítulo de Génesis. Dios es bueno, y todas las cosas que El crea y hace son buenas y para el bien del
hombre.

(2) Manifestada en el cuidado que Él tiene de los animales. "Los ojos de todos esperan en ti, y tú les das
su comida a su tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a todo ser viviente." (Salmo 145:15-16)

(3) Manifestada en la variedad de placeres para sus criaturas. ¿Para qué toda la belleza de la naturaleza,
sino para ser gozada por el ojo humano?

(4) Manifestada en el regalo de su Hijo. Esto demuestra la bondad de Dios, que Dios es bueno.

(5) Manifestada al permitir que los pecadores se arrepientan. "¿O menosprecias las riquezas de su
benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?"
(Romanos 2:4)

b. En la benevolencia de Dios. "El que no escatimó ni a su propio hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?" (Romanos 8:32) Puesto que Dios nos ha
dado el regalo grandioso, su Hijo, podemos confiar en que también recibiremos "las envolturas" del
mismo. El Hijo es el Regalo, y las envolturas son "cosas" que El nos suministra que traen felicidad a
nuestras almas.

c. En la longanimidad de Dios. "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza,
sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento." (II Pedro 3:9) "Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová!
fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad." (Éxodo 34:6)
Véase: Números 14:18.

¿Cuántos de nosotros alabamos al Señor por habernos dado "tiempo" para confiar en El para nuestra
salvación? ¡Oh, la longanimidad de Dios, que es manifestada hacia nosotros, en haber podido oír el
Evangelio dos veces, cuando hay millones que jamás lo han oído ni siquiera una vez!

d. En la paciencia de Dios. "Pero el Dios de la paciencia y la consolación os dé entre vosotros un


mismo sentir según Cristo Jesús." (Romanos 15:5) Aquí notamos que la paciencia de Dios es un título
divino, porque El es el Dios de la paciencia. Esto está claramente manifestado en:

(1) En su trato con los pecadores: Aquellos antes del diluvio. "Los que en otro tiempo desobedecieron,
cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la
cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua." (I Pedro 3:20) El Señor demostró su
paciencia durante por lo menos cien años. Mientras el arca se estaba preparando, el evangelio se
predicaba, y la gente era advertida. La paciencia de Dios finalmente se agotó, y el diluvio barrió con
todos los incrédulos. Lo mismo va a ser con la venida del Hijo del Hombre en su revelación, al fin de la
Tribulación. Todos aquellos que no estén en el Arca, Cristo Jesús, serán destruidos.

27
(2) En su trato con Israel. "Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los
desecharé, ni los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque yo Jehová soy su
Dios. Antes me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto a los de
las naciones, para ser su Dios. Yo Jehová." (Levítico 26:44-45)

En la actualidad, Israel no tiene Dios, y con esto no queremos significar que Israel es peor que cualquier
otra nación; sino, simplemente, que está sin Dios. Jehová le ha enviado profetas, pero Israel los ha
apedreado. El envió aun a su Hijo, y le crucificaron. A causa de esto, los israelitas fueron esparcidos
hasta los confines de la tierra. Sin embargo, para todo esto, Dios ha mostrado su paciencia, y esa
paciencia será recompensada, porque Israel nacerá de nuevo en un día, y toda la nación (los que vivan
durante la época de la revelación de Cristo Jesús) será salva.

(3) En su trato con el mundo actual. ¿Por qué Dios no descarga el castigo hoy mismo? ¿Por qué se les
permite a los hombres blasfemar al Dios del cielo y a su Hijo Jesucristo? La respuesta se encuentra en la
paciencia de Dios.

H. LA MISERICORDIA DE DIOS.

1. Su declaración. "Porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se


olvidará del pacto que les juró a tus padres." (Deuteronomio 4:31) "Misericordioso y clemente es
Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia... Mas la misericordia de Jehová es desde la
eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hombres."
(Salmo 103:8-17) "Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó... nos dio
vida juntamente con Cristo..." (Efesios 2:4-5) Véanse: Salmos 13,0:7; 145:8; 136:1.

2. Su explicación. Hay muy poca diferencia en el significado de su misericordia y de su gracia. Miseri-


cordia, generalmente hablando, es usada en el antiguo testamento, y gracia en el nuevo testamento. En
el antiguo testamento, misericordia y benevolencia van juntas. Alguien ha dicho que la misericordia es
negativa, y que la benevolencia es positiva. La misericordia es mostrada al desobediente, y la
benevolencia es derramada sobre el obediente. Las dos juntas significan gracia.

3. Su manifestación.

a. Al perdonar al pecador. "Habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui
recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad." (I Timoteo 1:13)

b. Al quitar la culpa y la penalidad. "No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni
nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,
engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo
alejar de nosotros nuestras rebeliones." (Salmo 103:10-12)

c. Al librar a los que están en peligro. "Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma; sálvame por tu
misericordia." (Salmo 6:4)

d. Al cumplir su objetivo. En Lucas 10:33-37 se registra la parábola del buen samaritano. Después de
narrar la parábola, Jesús preguntó, "¿Quién, pues de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó
en manos de los ladrones?" Y la respuesta fue: "El que usó de misericordia con él." No cabe ninguna
duda de que Cristo Jesús es un tipo del buen samaritano, y por cierto, El es quien salva, mediante su
misericordia.

28
I. LA GRACIA DE DIOS.

1. Su declaración. "Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el levantamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual
derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su
gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna." (Tito 3:5-7) "En quien
tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia." (Efesios 1:7)
"Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido
un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca." (I Pedro 5:10) Véase: I
Corintios 6:1.

2. Su explicación. Se dice que la gracia no puede definirse. La gracia siempre fluye hacia abajo. Noso-
tros podremos amar a nuestro igual, o a alguien, por sobre nuestro igual, o a veces a uno debajo de
nuestro igual, pero nótese la vasta diferencia entre Dios y nosotros. No puede haber comparación. La
gracia de Dios hacia nosotros es "favor inmerecido."

3. Su manifestación.

a. En que la gracia justifica. Mas bien, la gracia declara justo al santo: "Por cuanto todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la
redención que es en Cristo Jesús." (Romanos 3:23-24)

b. En que la gracia no es por obras. Esto significa que por un acto de la gracia de Dios, la justicia de
Dios es puesta a cuenta del pecador creyente. "Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia,
sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe es contada por
justicia." (Romanos 4:4-5)

c. En que la gracia imparte una naturaleza nueva. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos
hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas." (Efesios 2:8-10)

d. En que la Gracia salva. ¿Por qué habría Dios de salvarnos? La única respuesta es, ¡por la gracia!
"...por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios." (Efesios 2:8)

e. En que la gracia instruye. "Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los
hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo
sobria, justa y piadosamente." (Tito 2:12)

J. LA FIDELIDAD DE DIOS.

La infidelidad es el pecado más grande de nuestro día presente, ya sea en los negocios, en la iglesia, o en
el estado. Pero nosotros tenemos un Dios que es fiel en todo momento, bajo cualquier circunstancia. La
Palabra confirma la fidelidad de Dios por lo siguiente:

1. Su declaración. Muchos pasajes de las Escrituras destacan la fidelidad de Dios. "Conoce, pues, que
Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus
mandamientos, hasta mil generaciones." (Deuteronomio 7:9) "Fiel es Dios, por el cual fuisteis llama-
dos a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor." (I Corintios 1:9)

29
"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser
tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para
que podáis soportar." (I Corintios 10:13) Véanse: Deuteronomio 32:4, I Tes. 5:24; II Tes. 3:3; I
Juan 1:9.

2. Su Explicación. El significado de "fidelidad" es sostén, apoyo y amparo. El es en quien nosotros


podemos apoyarnos. Cuando vacilamos, El es nuestro Apoyo, ¡en todo momento!

3. Su Manifestación. ¿Cómo demuestra Dios su fidelidad?

a. Cumpliendo su promesa. "Mantengamos firmes, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza,


porque fiel es el que la prometió... porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la
voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no
tardará." (Hebreos 10:23, 36, 37) La promesa del Hijo nacido de una virgen en Isaías 7:9 está cump-
lida en Lucas 1:26-38 y 2:7. La promesa de Dios a Abraham en Génesis 15:13, de que su simiente iría
a Egipto y permanecería allí por cuatrocientos años, está cumplida en Éxodo 12:41. Véanse:
Deuteronomio 7:9; I Reyes 8:23-24, 56.

b. Preservando a su pueblo. Una vez que un pueblo se convierte en pueblo de Dios, permanece suyo
para siempre. Eso es porque Dios es fiel. "Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos,
porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad."
(Lamentaciones 3:22-23) "Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, Jehová de los ejércitos,
aunque su tierra fue llena de pecado contra el Santo de Israel." (Jeremías 51:5) Véanse: Salmo 89:20-
26; II Timoteo 2:13, I Pedro 4:19.

c. Disciplinando a sus hijos. Dios es fiel en cumplir con los "azotes" que El ha prometido a sus hijos
descarriados: "Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me
afligiste." (Salmo 119:75) La corrección es necesaria cuando desobedezcamos a nuestro Señor, y como
es lógico, podemos contar siempre con la fidelidad de Dios para que se cumpla la expresión de la
misma. "Porque el Señor al que ama, disciplina y azota a todo el que recibe por hijo." (Hebreos 12:6)

d. Perdonando nuestros pecados. "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad." (I Juan 1:9)

e. Contestando nuestras oraciones. ¿Cómo sabemos que nuestras oraciones serán contestadas? Dios
nos manda que oremos a El sin cesar. ¿Cómo sabemos que esto nos hará algún bien? Sabemos que
Dios contesta nuestras oraciones, porque la fidelidad de Dios garantiza que sus oídos estarán siempre
abiertos a los clamores de sus hijos. "Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos; respóndeme por
tu verdad, por tu justicia." (Salmo 143:1)

4. Aplicaciones.

a. Confianza en Su fidelidad nos librará de la preocupación


b. Esta confianza nos quitará toda murmuración.
c. Aumentará nuestra fe en Dios.

30
K. LA SANTIDAD DE DIOS.

*A pesar de que estamos mencionando la santidad de Dios como el último de los atributos de Dios, no
nos olvidemos jamás del hecho que este atributo natural es el atributo central en todo sentido.

1. La Santidad Natural. A ésta se le llama el atributo fundamental, y es el atributo por el cual Dios
quiere que su pueblo lo recuerde. Algunos eruditos de la Biblia afirman que este es el más importante
de todos los atributos de Dios porque la santidad se menciona más a menudo en las Escrituras.

Dios es llamado Santo muchas veces. Su santidad se menciona más, que su poder. La santidad cierta-
mente es "el atributo de los atributos." Siempre que dejemos de pensar en la santidad de Dios comenza-
mos a pensar en el pecado con liviandad. Estamos viviendo en una época de la transigencia, cuando la
gente tiene "puntos de vista superficiales." Es difícil hacer que la gente considere su condición perdida y
el peligro del infierno que les espera. La mayoría piensa con liviandad acerca de la salvación debido a
que tienen un criterio muy pobre de la santidad de Dios.

"¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en
maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?" (Éxodo 15:11) "Porque yo soy Jehová vuestro Dios;
vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy Santo; así que no contaminéis vuestras
personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra. Porque yo soy Jehová, que os hago subir de
la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo." (Levítico 11:44-45)
"Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían
sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo, Jehová de los
ejércitos; toda la tierra está llena de tu gloria." (Isaías 6:2-3)

"Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en
la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los
humildes y para vivificar el corazón de los quebrantados." (Isaías 57:15) "Y ya no estoy en el mundo;
mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre Santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre,
para que sean uno, así como nosotros." (Juan 17:11) "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el
cual fuisteis sellados para el día de la redención." (Efesios 4:30) Véanse: Levítico 19:1-2; Josué
24:19; Salmos 22:1-3; 99:5-9; I Pedro 1:15-16.

2. Aspectos de la Santidad. Con esto queremos decir la contextura de la santidad, aquello de lo cual
está compuesta.

a. Pureza.

(1) Su declaración. "Este es el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos: Dios es luz, y no hay
ningunas tinieblas en él." (I Juan 1:5)

(2) Su explicación. En El está la luz. En El no hay tinieblas jamás. La luz siempre es pura. Dios es
Luz pura, libre de contaminación. Hay dos fases de la pureza: la negativa - que es libre de toda
contaminación; y la positiva - que es pura. Dios en su santidad es puro. Es libre de todo lo que conta-
mina, y puro en esencia.

31
b. Rectitud. Este es otro elemento de la santidad.

(1) Su declaración. "El es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios
de verdad, y sin ninguna iniquidad en él." (Deuteronomio 32:4) "Justo eres tú, oh Jehová, para que yo
dispute contigo; sin embargo alegaré mi causa ante ti..." (Jeremías 12:1) "Padre justo, el mundo no te
ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste." (Juan 17:25)

(2) Su explicación. La fórmula para la justicia se halla en Ezequiel 18:5-9. "Y el hombre que fuere
justo, e hiciere según el derecho y la justicia...," es decir, que hizo las cosas correctas, de una manera
justa, "...éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el Señor." Dios siempre es justo. Dios posee el carácter
que lo hace hacer todo correctamente. La justicia siempre requiere aquello que es lo correcto en
carácter. Dios nunca pide nada que no sea lo correcto. Dios nunca nos ordena hacer lo malo.

c. Justicia.

(1) Su declaración. "Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su
juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la vergüenza." (Sofonías 3:5) Véase: Deuteronomio
32:4.

(2) Su explicación. La rectitud es una exigencia legislativa de Dios, una exigencia de la santidad. La
justicia es la santidad judicial - ese acto judicial de Dios que manda la penalidad para los que no se han
elevado a la altura de los justos mandamientos de Dios. La justicia, la santidad judicial, gobierna a los
que son juzgados, y eso trae aparejado la ejecución de aquellos que no cumplen con la ley de Dios. La
justicia es el albacea de los que injurian los santos mandamientos de Dios. La justicia del hombre a
veces se equivoca, pero la justicia de Dios es siempre correcta.

d. La verdad de Dios.

(1) Su declaración. "Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en


ti he esperado todo el día... Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan
su pacto y sus testimonios." (Salmo 25:5-10) "Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre
para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?" (Números 23:19) "En la
esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los
siglos." (Tito 1:2) Véanse: Deuteronomio 32:4; Salmo 31:5; 86:15.

(2) Su explicación. La Verdad Eterna es aquello que Dios ha revelado al hombre en su Palabra. Dios
jamás se contradice a sí mismo. Una porción de su Palabra nunca contradice a otra. ¿Acaso no estamos
contentos de que la Palabra de Dios no haya estado de acuerdo con todas las teorías muertas del pasado?
¡Naturalmente! No desmayemos si la Biblia no concuerda con ninguna teoría de la actualidad con
respecto a la creación, al hombre, etc. El hombre carece de conocimiento aparte de la Palabra de Dios.
Cualquier cosa aparte de la revelación de Dios es una mera suposición.

3. Manifestaciones de la Santidad de Dios.

a. Por sus obras. Todo lo que Dios ha creado y hecho es perfecto y santo. Dios no creó el pecado.
Dios no creó la naturaleza pecaminosa que está en el hombre perdido. Dios creó al hombre en perfecta
inocencia, pero él pecó. El hombre, al cometer pecado, pasó a los demás hombres la naturaleza "peca-
minosa." Así es, Dios creó al hombre con la capacidad de pecar. Si Dios hubiese creado al hombre de
manera que él no pudiera pecar, y aun no ser una máquina, el hombre no sólo hubiera sido como Dios,
sino que él hubiera sido Dios mismo. No somos iguales a Dios.
32
b. Por sus leyes. Todas las leyes divinas son justas y ellas son verdad. No hay una sola falsedad en la
totalidad de las leyes de Dios. Por tanto, las leyes de Dios manifiestan su santidad.

c. Por su odio al pecado. "Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que
hacen iniquidad." (Salmo 5:5) Esto, quizás, sea una revelación para algunos. Dios odia al pecador por
causa de su pecado, y no por causa de sí mismo. Dios odia al pecador; pero lo ama también, porque El
sabe que el hombre, a pesar de estar arruinado por el pecado, puede demostrar santidad. ¿Por qué Dios
castiga al pecador? ¡Por causa de sus pecados! Por tanto, Dios odia el pecado, no importa donde se
encuentra, ya sea en la vida de un pecador irredento, o en la vida del mismo creyente. La actitud y la
conducta de Dios hacia el pecado revelan su santidad.

d. Por su amor a la justicia. Dios ama la justicia tanto como El odia el pecado. "Tu oirás desde el cielo
y actuarás, y juzgarás a tus siervos, condenando al impío y haciendo recaer su proceder sobre su cabeza,
y justificando al justo para darle conforme a su justicia." (I Reyes 8:32) "Has amado la justicia, y
aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus
compañeros... Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis
mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún." (Hebreos 1:9; 6:10)

e. Por la justificación del pecador creyente. Si el hombre recibiera toda consideración por sus
"derechos," él estaría en el infierno. Son la misericordia y la gracia de Dios que le ofrecen el plan de la
salvación, la cual, si el hombre decide aceptarla, declara justo al creyente quien llega a ser un pecador
perdonado. "A quien Dios puso como propiciación (Cristo Jesús) por medio de la fe en su sangre, para
manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la
mira de manifestar en este tiempo su justicia, y el que justifica al que es de la fe de Jesús." (Romanos
3:25-26)

f. Por el cuidado que El tiene de los santos. "Jehová es el que hace justicia y derecho a todos los que
padecen violencia." (Salmo 103:6) "Mucho me han angustiado desde mi juventud, puede decir ahora
Israel; mucho me han angustiado desde mi juventud; mas no prevalecieron contra mí. Sobre mis
espaldas araron los aradores; hicieron largos surcos. Jehová es justo; cortó las coyundas de los impíos."
(Salmo 129:1-4) Véanse: Salmo 98:1-3; 145:15-19; II Timoteo 1:6-9.

g. Por su cruz. "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Salmo 22:1) Podemos
vislumbrar brevemente la cruz leyendo el verso citado y los demás versos del Salmo 22. Este Salmo es
profético; pues, fue escrito aproximadamente novecientos años antes de que Cristo realmente muriera en
la cruz del Calvario. Y la muerte de Cristo es una perfecta manifestación de la santidad de Dios. Sin
duda que algunos preguntarán, ¿cómo puede ser que nosotros sabemos que Dios odia el pecado? Su
hijo, "... que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado." (II Corintios 5:21) Cuando el Hijo de
Dios se volvió pecado, la actitud de Dios hacia el pecado no cambió. Dios odiaba el pecado como
siempre lo ha odiado, aun cuando El "lo hizo pecado" a su Hijo. El hecho de que era su Hijo no cambió
el criterio de Dios en lo absoluto. Por lo tanto, en aquel momento, Jesús vino a ser objeto del odio del
Padre a causa del pecado. "Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo." (Isaías 53:10) Dios desamparó a
su Hijo, porque Dios siempre desechará el pecado. La santidad de Dios permanece inmutable.

V. LA PATERNIDAD DE DIOS.

Dios es llamado el Padre debido a la asociación que los creyentes tenemos con El. La popularidad del
término, "Padre," cuando se refiere a Dios, se debe al cristianismo. En la actualidad existen numerosas
fantasías con respecto a la paternidad de Dios.
33
La enseñanza de la paternidad de Dios y de la confraternidad del hombre no es nada más que el
universalismo, lo cual enseña que ninguno será enviado al infierno jamás. Pero no todos los hombres
son hijos de Dios. El pasaje que los universalistas usan para predicar que Dios es el Padre de toda la
humanidad se encuentra en Efesios 4:6. "Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos,
y en todos." Pero esto se refiere a todos los cristianos, a todos los creyentes, no a los incrédulos, no a los
condenados.

A. LA ENSEÑANZA DEL ANTIGUO TESTAMENTO.

"Pero tú eres nuestro Padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres
nuestro Padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre... Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro Padre;
nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros." (Isaías
63:16; 64:8) En el antiguo testamento, Dios está mencionado como Padre, pero no como el Padre del
individuo. Más bien, El está considerado como que es el Padre de la nación de Israel. No podemos en-
contrar ningún pasaje que se refiere a Dios como el Padre de un pecador arrepentido en el antiguo
testamento.

B. LA ENSEÑANZA DEL NUEVO TESTAMENTO.

El Señor Jesús es el que introdujo a Dios como el Padre del individuo. El es el primero en reconocer
que Dios es el Padre de cada cristiano en particular. Los siguientes pasajes bíblicos respaldan esta
verdad: "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del
unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad." (Juan 1:14) "Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta
ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba
el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios." (Juan
5:17-18) "Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi
Padre. Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús
les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le
respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú,
siendo hombre, te haces Dios." (Juan 10:29-33) "Entonces quitaron la piedra de donde había sido
puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído..."
(Juan 11:41)

1. En que Dios es el Padre de nuestro Señor Jesucristo. La expresión según la usamos, "la Paternidad
de Dios", no significa que Dios vivió por mucho tiempo y luego engendró a su Hijo. Recordemos que
Dios es el Padre Eterno; y para ser un Padre Eterno, El debe tener un Hijo Eterno. En las Escrituras, el
término "hijo" no siempre significa un hijo por generación. Puede, también, significar un hijo por
relación.

Veamos las Escrituras del antiguo testamento: "Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la
virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel." (Isaías 7:14) "Porque un niño
nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable,
Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz." (Isaías 9:6) Nótense: los términos "niño" e
"hijo." El niño es nacido; pero el Hijo no es nacido, sino dado. Así es, el Niño de Belén nació, pero la
Vida era el Hijo que ha existido siempre. El Niño tuvo un principio; el Hijo no tenía principio. El
siempre ha existido con el Padre desde la eternidad; por lo tanto, Cristo es el Hijo, no por nacimiento,
sino por relación. El Hijo está relacionado al Padre y al Espíritu Santo; todos juntos están relacionados
entre sí, y así forman la Divinidad. Dios jamás podría ser Dios sin que todos los miembros de la
Divinidad hayan estado presentes desde la eternidad y a través de la eternidad.

34
A fin de que Dios pudiera redimir la humanidad, El tenía que nacer como cualquier otro hombre; por
tanto, El se manifestó a sí mismo en su Hijo, quien fue concebido por el poder del Espíritu Santo.
"Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35)
"Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la
ley." (Gálatas 4:4)

a. El Padre reconoce a Jesús como su propio Hijo. "Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es
mi Hijo amado, en quien tengo complacencia." (Mateo 3:17) "Y vino una voz desde la nube, que decía:
Este es mi Hijo amado; a él oíd." (Lucas 9:35)

b. El Hijo reconoce a Dios como a su propio Padre. "Todas las cosas me fueron entregadas por mi
Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el
Hijo lo quiere revelar." (Mateo 11:27) "Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a
mí." (Lucas 22:29) "Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha
llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti." (Juan 17:1)

c. Los hombres reconocen a Jesús como al propio Hijo de Dios. "Respondiendo Simón Pedro, dijo:
Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." (Mateo 16:16) "Y yo le vi, y he dado testimonio de que
éste es el Hijo de Dios... Respondió Natanael y le dijo Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de
Israel." (Juan 1:34,49)

d. Los demonios reconocen a Jesús como al propio Hijo de Dios. "Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes
con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?" (Mateo 8:29)

2. En que Dios es el Padre de los creyentes en el Señor Jesucristo. "...un Dios y Padre de todos, el
cual es sobre todos, y por todos, y en todos." (Efesios 4:6)

No podríamos hacer suficiente énfasis sobre el hecho de que Dios no es el Padre de toda la humanidad.
El es sólo el Padre de los renacidos hijos de Dios. Todos los hombres son las criaturas de Dios por la
creación, pero no todos son hijos de Dios. El hombre es una criatura de Dios por la creación. El se
convierte en un hijo de Dios por la regeneración. "Gracia y paz os sean multiplicadas, en el
conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesucristo... por medio de las cuales nos ha dado preciosas y
grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo
huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia." (II Pedro 1:2,4)

No puede haber filialidad aparte del renacimiento espiritual. El niño tiene, siempre, la naturaleza de su
padre. El hombre, que es nacido de Adán, tiene la naturaleza de Adán, la cual es corrupta, pervertida y
pecaminosa. Y el padre de la naturaleza pecaminosa de Adán es Satanás. Por tanto, la naturaleza de
nuestro padre (Adán) es la misma naturaleza que la del padre de Adán (Satanás). Por consiguiente,
nuestra naturaleza es la misma que la de Satanás. Satanás es el padre espiritual de todos los pecadores
no regenerados. "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseo de vuestro padre queréis hacer.
El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él.
Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira." (Juan 8:44)
Resumiéndolo todo, si Satanás es el padre de los que no son salvos, por el nacimiento natural, nosotros
debemos tener un nacimiento sobrenatural a fin de que Dios pueda ser nuestro Padre.

El mundo está dividido en dos partes. Hay sólo dos clases de hombres a quienes Dios reconoce: Adán y
Cristo. Los pecadores están divididos según la identidad de ellos con estos dos hombres. Los que no
son salvos se identifican con Adán. Los salvos se identifican con Cristo.
35
Todos los hombres se identifican por el nacimiento natural en Adán. Los hombres que han renacido son
identificados por el nacimiento sobrenatural en Cristo.

*El hombre que no es salvo no puede llamar a Dios, “Padre mío". La relación filial existe
únicamente entre el Padre y los que han nacido del Espíritu Santo. (Juan 3:3-7)

Cuando el Señor Jesús estuvo clavado en el madero, Él clamó: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?" El Señor no dijo: "Padre mío, Padre mío", sino "Dios mío, Dios mío." ¿Por qué? Porque
El tomaba el lugar del pecador para morir como Sustituto por sus pecados - “el Justo por los injustos."
Dios es santo. El pecado separa a la humanidad de Dios. Dios es el Creador de todos, pero no es el
Padre de todos. Mi amigo, ¿Dónde estás tú? ¿En Adán, o en Cristo? "Porque así como en Adán todos
mueren, también en Cristo todos serán vivificados." (I Corintios 15:22)

36
CAPITULO DOS

CRISTOLOGIA
I. Nombres y Títulos de Cristo III. Las Dos Naturalezas de Cristo

A. Jesús A. La realidad de Su humanidad.


B. Cristo B. La eternidad de Su deidad.
C. Mesías C. Dos naturalezas con un propósito singular.
D. Señor D. Algunos errores con respecto a la dualidad.
E. Jesucristo
F. Cristo Jesús IV. La Muerte de Cristo
G. El Señor Jesucristo
H. Yo Soy A. El hecho de su muerte.
I. El Hijo de Dios B. La historia bíblica.
J. El Hijo del Hombre C. Doctrinas antibíblicas.
K. El Hijo de Abraham D. Los nombres bíblicos de su muerte.
L. El Hijo de David E. Los objetivos de su muerte.
M. El Hijo del Altísimo F. El alcance de su muerte.
N. El Segundo Hombre G. La victoria de su muerte.
O. El Postrer Adán
P. El Verbo V. La Resurrección de Cristo
Q. Emanuel
R. Salvador A. La importancia de la resurrección.
S. Rabí B. El significado de la resurrección.
T. Raboni C. Las teorías antibíblicos.
U. Maestro D. Las pruebas de la resurrección.
E. La victoria de la resurrección.
II. La Encarnación de Cristo
VI. La Ascensión y Entronización de
A. La realidad de la encarnación. Jesucristo
B. ¿Cómo se humanizó?
C. Las objeciones a la encarnación. A. El significado.
D. Los objetos de la encarnación. B. El mensaje.
E. La perpetuidad de la encarnación. C. La naturaleza.
F. Las pruebas de la encarnación. D. La necesidad.
E. El propósito.
F. Los resultados.

37
La Cristología es la enseñanza bíblica acerca de Cristo. Bendito todo aquel que le conoce como Señor y
Salvador.

A veces se nos advierte que podemos predicar demasiado de Cristo, en el sentido de hace menos caso de
las doctrinas de Dios y del Espíritu Santo. Permítanos decir aquí mismo, que no podemos predicar a
Cristo demasiado. Asimismo, jamás se ha oído de que haya celos en la divinidad. De las Escrituras
podemos ver que Dios prefiere que prediquemos a Cristo con más énfasis de lo que lo estamos haciendo.

"y él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, el que es el principio, el primogénito de entre los muertos,
para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda
plenitud...Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad." (Colosenses 1:18,19; 2:9)

I. NOMBRES Y TITULOS DE CRISTO

Nosotros creemos en la inspiración verbal de la Sagradas Escrituras. Es decir, creemos que cada palabra
de la Santa Biblia es inspirada por Dios. Por esta razón, creemos que todos los títulos y nombres de
nuestro Señor Jesucristo son de gran importancia y significado profundo.

A. JESÚS.

El nombre Jesús, se encuentra 612 veces en los cuatro evangelios, y 71 veces más en el resto del nuevo
testamento. El nombre Cristo se encuentra solamente 56 veces en los cuatro evangelios, mientras que en
el resto del nuevo testamento el nombre de Cristo se encuentra 256 veces. El nombre "Jesús" se
encuentra más veces antes de su muerte, sepultura y resurrección; mientras que "Cristo" se encuentra
más veces después de Su pasión.

Jesús es el nombre personal del Señor. Es su nombre terrenal, el nombre con el cual nació, vivió, y
murió. Es el nombre de su humillación, su sufrimiento y su aflicción. Es el nombre de Aquel que se
humilló a sí mismo. (Filipenses 2:5-11) El nombre Jesús, en la época de nuestro Señor, no era
excepcional porque había muchos que se llamaban Jesús. "Jesús" es la forma griega de la palabra hebrea
"Josué," y ambas significan "Jehová, nuestro Salvador." Jesús es el nombre que fue escrito en una tabla
en Su cruz.

Una persona se salva por medio de confesar que Jesús es el Señor y creer que Dios le resucitó de los
muertos. (Romanos 10:9) I Corintios 15:1-3 dice que el evangelio es la muerte, sepultura y
resurrección del Señor. Hay muy poco "evangelio" en los cuatro evangelios bíblicos. Solamente en los
últimos capítulos de cada evangelio están registradas la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Por
consiguiente, el nombre Jesús predomina en los evangelios.

Las epístolas son las que destacan tan claramente la doctrina de la salvación por gracia mediante la fe en
el sacrificio vicario de Cristo. Las epístolas están llenas de la doctrina de la salvación, y de ahí, el
énfasis sobre los nombres "Cristo" y "Señor." Antes del Calvario se usa más "Jesús," y después del
Calvario se usa más "Cristo."

"Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios
le ha hecho Señor y Cristo." (Hechos 2:36) "Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta
lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda
rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre." (Filipenses 2:8-11)
38
Es interesante notar que cuando El estaba en el mundo, antes de la crucifixión, El nunca fue llamado
Jesús en su presencia por sus seguidores. Siempre fue llamado "Señor," "Maestro," o "Rabí."
"Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy." (Juan 13:13) Acusó a los judíos
con referencias al antiguo testamento, diciendo, “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que
yo digo?" (Lucas 6:46) Pero esto aconteció con menos frecuencia.

La razón por la cual el nombre Jesús es mencionado más en los evangelios (612 veces) es que ellos
hacen énfasis en su vida terrenal. Por otro lado, el nombre Cristo se menciona más veces en los Hechos
y las epístolas porque éstas destacan su exaltación celestial. Según la Biblia, los hombres del mundo, los
demonios y Satanás se le dirigieron a Él usándose el nombre, "Jesús", pero nunca el título, "Señor." Es
inevitable llegar a la conclusión de que cada ataque sobre la Persona del Hijo de Dios, era para negar su
señorío, ya sea con respecto a su sangre, su resurrección, su sacrificio expiatorio o su segunda venida; y
que no era menos que una agresión sutil contra la deidad de Cristo.

A nosotros se nos llaman, "cristianos," porque este nombre se asocia con la proclamación de la victoria
del Salvador en la cruz. Asimismo, nosotros sabemos que el nombre cristiano, fue dado primeramente a
los creyentes por aquellos que odiaban a Dios y a su Cristo; sin embargo, nos sentimos orgullosos de
tomar Su glorioso nombre y de llevar su vituperio.

Recordemos, entonces, que los incrédulos no llamaron, "Señor," al Salvador, sino que siempre le
llamaron "Jesús"; y por lo general, los creyentes le llamaron Jesús. Una excepción se encuentra en el
caso de los discípulos que iban camino a Emaús. "Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron:
De Jesús Nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el
pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte y
le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además
de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido." (Lucas 24:19-21)

Ellos estaban desanimados porque decían, "esperábamos que él era..." porque todas las esperanzas de
ellos se vieron frustradas cuando Jesús fue crucificado. Por supuesto, estos discípulos no conocían bien
las Escrituras, ni se acordaban de las palabras del Señor, que El resucitaría de los muertos. Ellos
hablaban de El como de una causa perdida; y ellos, aquí, le llamaron Jesús. Si Cristo no hubiera
resucitado de los muertos, la esperanza de ellos, y asimismo la nuestra, hubiera sido apagada. El hubiera
permanecido siendo simplemente "Jesús." "Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de
los que durmieron es hecho." (I Corintios 15:20) ¡El es Cristo y Señor! ¡No era un mero hombre, sino
Dios que se hizo Hombre!

B. CRISTO.

Aunque ya hemos tratado en detalle lo concerniente al nombre Cristo, según el uso aplicado,
quisiéramos añadir, no obstante, estos detalles:

El nombre Cristo significa "Ungido." Es el título oficial del Hijo de Dios. Siempre que oímos la palabra
"ungido", debemos recordar cómo, y bajo cuáles circunstancias, los hombres fueron ungidos. Sabemos
que en la Biblia se ungieron a los reyes, profetas, y sacerdotes.

"Después Samuel dijo a Saúl: Jehová me envió a que te ungiese por rey sobre su pueblo Israel; ahora,
pues, está atento a las palabras de Jehová." (I Samuel 15:1) "A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey
sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-Mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar."

39
(I Reyes 19:16) "Habló Jehová a Moisés, diciendo: Toma a Aarón y a sus hijos con él, y las vestiduras,
el aceite de la unción, el becerro de la expiación, los dos carneros, y el canastillo de los panes sin
levadura... Y derramó del aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón, y lo ungió para santificarlo."
(Levítico 8:1,2,12)

1. Cristo ha sido ungido como Profeta. "Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os
levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; y
toda alma que no oiga a aquel profeta será desarraigada del pueblo." (Hechos 3:22-23)

2. Cristo ha sido ungido como Sacerdote. "Por tanto, teniendo


un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que
fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado." (Hebreos 4:14-15)

3. Cristo ha sido ungido como Rey. "Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás
su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de
David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." (Lucas 1:31-33)

*Los evangelios presentan a Cristo como el Rey de Israel y el Salvador del mundo. Las epístolas
presentan a Cristo como la Cabeza de la Iglesia y el Señor del Cielo.

C. MESIAS.

"Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el
Cristo)." (Juan 1:41) "Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él
venga nos declarará todas las cosas." (Juan 4:25)

"Mesías" es la palabra hebrea que tiene el mismo significado que "Cristo" en el griego, el cual es
"Ungido." El antiguo testamento está repleto de profecías del Mesías, mientras que el nuevo testamento
se dedica a proclamar el cumplimiento de ellas.

D. SEÑOR.

Este es el título de la deidad de Cristo, el título de autoridad. Los tres nombres principales de Dios,
según los Escritos del antiguo testamento, están resumidos en el nombre, "Señor." Hemos aprendido
que la palabra "Dios," en la versión Reina-Valera (1960), viene de la palabra hebrea Elohim. Este
nombre habla de la esencia divina y de todos los atributos y cualidades que manifiestan su Persona. La
palabra "Señor" viene de la palabra hebrea, “ser,” que se traduce principalmente, "Jehová". "Adonai,"
que significa "Maestro," o "Señor." Así que estos nombres se relacionan entre sí.

En el griego del nuevo testamento la palabra "Señor" viene de la palabra Kurios, y se traduce "Señor,"
"Dios" o "Amo." Esta traducción es equivalente a la palabra del antiguo testamento, Adonai, "Amo."
Cristo, el Señor, es nuestro Amo. "...y vosotros, amos (kurios), haced con ellos lo mismo, dejando las
amenazas, sabiendo que el Señor (Kurios) de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay
acepción de personas." (Efesios 6:9) Véase: Colosenses 4:1. Este nombre enfatiza el señorío de Dios.

Como os expliqué anteriormente, el título "Señor" también incluye otro nombre de Dios, y éste es
"Jehová." Sabemos esto por la forma en que el mismo es usado en el nuevo testamento. El nuevo
testamento cita de las Escrituras del antiguo testamento, usando la palabra "Señor" (Kurios), mientras
que la palabra del antiguo testamento es "Jehová."
40
La Biblia dice, "Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor (antiguo testamento: “Jehová”)
tu Dios." (Mateo 4:7) En este verso, ambos Yahveh y Elohim ("tu Dios") se atribuyen al Señor
Jesucristo.

En la salvación debemos reconocer que Jesucristo es Jehová, Dios, y Amo. "Que si confesares con tu
boca que Jesús es el Señor (Jehová, Dios y el Señor), y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo." (Romanos 10:9)

Si nosotros lo hemos confesado a El como Señor (Jehová, Dios y Señor), entonces lo estamos honrando
como Aquel que nos posee y tiene todo derecho sobre nuestras vidas y lo que poseemos. Nosotros
tenemos una gran responsabilidad delante de Él. Su voluntad debe ser nuestra voluntad. "Por tanto, no
seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor." (Efesios 5:17)

E. JESUCRISTO.

Este título del Señor combina su nombre personal, "Jesús," con su título oficial, "Cristo." El énfasis
queda en la primera parte, "Jesús," el Hijo del hombre, Dios en la carne. “Cristo” enfatiza Su
glorificación y el lugar que ocupa en los cielos, hoy. En otras palabras, Jesús se humilló a sí mismo para
salvarnos, pero ahora, es el Soberano victorioso.

F. CRISTO JESUS.

Este nombre hace lo opuesto del nombre Jesucristo. Pone énfasis en su exaltación presente, más bien
que su humillación. "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual,
siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a
sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de
hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz." (Filipenses
2:5-8)

G. EL SEÑOR JESUCRISTO.

Este es el nombre compuesto es del más amplio significado. "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo."
(Efesios 1:3)

H. YO SOY.

Cuando Jehová apareció a Moisés en la zarza que ardía y no se consumía y le mandó testificar al faraón
de Egipto, se identificó con el nombre "Yo Soy." "Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos
de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren:
¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y
dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros." (Éxodo 3:13-14)

Jesús declaró que El era el gran YO SOY ante sus discípulos y enemigos. (San Juan 8:23-24; 13:19)
En Getsemaní, cuando venía la multitud para llevar a Jesús como preso a Caifás, El se identificó con
este nombre divino. "Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les
dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: YO SOY. Y estaba también
con ellos Judas, el que le entregaba. Cuando les dijo: YO SOY, retrocedieron, y cayeron a tierra." (Juan
18:4-6) Cuando el Señor se identificó como el gran YO SOY, cayeron a tierra, pero no en adoración.

41
El podría haberles destruido con una sola palabra, pero se entregó a la voluntad del Padre para sufrir por
la humanidad. En otro lugar el Señor dijo: "...Antes que Abraham fuese, YO SOY." (Juan 8:58) Pablo
glorificó a Cristo, diciendo, "Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad."
(Colosenses 2:9)

I. EL HIJO DE DIOS.

Este nombre enfatiza la gloria y deidad personal de Cristo. "Respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu
Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser
que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35) "Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos
una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo Hijo de Dios." (Juan 19:7) Véase:
Juan 5:18.

El Señor Jesús es el Hijo de Dios. El cristiano es un hijo de Dios. El Señor Jesucristo es el Hijo de Dios
por relación y naturaleza. El cristiano es un hijo de Dios por regeneración y adopción. El Señor Jesús
ha sido el Hijo de Dios todo el tiempo y por toda la eternidad. Una persona se convierte en una hija de
Dios cuando confíe en Cristo, el Señor. (Juan 1:11-13)

J. EL HIJO DEL HOMBRE.

Este parece ser el título favorito del Señor, el título por el cual El se llamó a sí mismo una y otra vez. "Y
le dijo Jesús: Las zorras tienen sus guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no
tiene dónde recostar la cabeza." (Lucas 9:58)

Este es el título milenial de Cristo. Dondequiera que esté registrado, se usa en conexión con el reino del
Señor Jesucristo en el reinado milenial. Aun en el antiguo testamento se destaca la misma verdad.
Algunos querrán debatir este punto diciendo que Ezequiel tomó a su cargo ese mismo título, "el hijo del
hombre." No obstante, quisiéramos que el lector se refiriera a los pasajes donde el título es usado;
porque allí se vislumbra la venida del Reino Milenial. Por ejemplo, en Ezequiel 37 está la profecía del
valle de los huesos secos que habla de cuando toda la casa de Israel volverá a Palestina. Esto sucederá al
comienzo del milenio.

Este título es del Señor y no de los hombres. El cristiano es un hijo del hombre, pero El es "el Hijo del
Hombre."

El título, el Hijo del Hombre, se encuentra 88 veces en el nuevo testamento: una vez en Hechos; una vez
en Hebreos; dos veces en Apocalipsis; 84 veces en los evangelios y ninguna vez en las epístolas. Las
epístolas tienen que ver con la Iglesia, no con el reino venidero del milenio. Cristo es el Rey del Reino,
pero, también, es la Cabeza de la Iglesia. Y como la Iglesia no es el Reino, por lo tanto, el título
milenial de Cristo, "el Hijo del Hombre," no se encuentra en las epístolas apostólicas.

K. HIJO DE ABRAHAM.

El Evangelio según Mateo comienza, "el libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de
Abraham." (Mateo 1:1) "Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice:
Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo."
(Gálatas 3:16) El Mesías prometido tenía que ser un judío. Cristo era un judío y el Hijo de Abraham
que cumplió todas las profecías mesiánicas, y por tanto, era el "Ungido," el Cristo.

42
L. EL HIJO DE DAVID.

Este es el título de nobleza del Señor Jesús. El Rey de Reyes tenía que ser descendiente de David, según
la promesa. "Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David,
ten misericordia de mí!" (Marcos 10:47)

M. EL HIJO DEL ALTISIMO.

Este es el título de preeminencia. "Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le
dará el trono de David a su Padre." (Lucas 1:32)

N. EL SEGUNDO HOMBRE.

"Segundo Hombre" indica que había un hombre antes que El, solamente uno, y ese hombre era Adán.
"El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo." (I
Corintios 15:47)

O. POSTRER ADAN.

"Postrer Adán" indica que no habrá otro hombre que le siga a El. Existen sólo dos hombres en los
registros de Dios: Adán y Cristo. Por consiguiente, el mundo está dividido bajo estas dos supremacías:
Adán y Cristo. Todos son de Adán por el nacimiento natural, y solamente son de Cristo quienes han
experimentado el nuevo nacimiento. "Así también está escrito: fue hecho el primer hombre Adán, alma
viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante." (I Corintios 15:45)

P. EL VERBO.

"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era el principio con
Dios." (Juan 1:1-2) Así como las palabras habladas revelan los pensamientos invisibles de los hombres,
también, el Verbo visible (Jesús) nos revela al Dios invisible. (Juan 1:14)

Q. EMANUEL.

"He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es:
Dios con nosotros." (Mateo 1:23) Tal como la Escritura lo dice, Emanuel significa "Dios con nosotros."
Recordemos, entonces, que el Señor Jesús es "Dios con nosotros." El ha dicho, "No te desampararé, ni
te dejaré." (Hebreos 13:5)

R. SALVADOR.

"Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor." (Lucas 2:11) NO
un ayudador, sino ¡un Salvador!

S. RABI.

Esto viene de la palabra hebrea que significa "Maestro." "Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían,
les dijo: ¿qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?" (Juan 1:38)

43
T. RABONI.

Esto es lo mismo que la palabra "Rabí", que significa "Maestro," pero viene del idioma caldeo. "Jesús le
dijo: ¡María! volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro)." (Juan 20:16)

U. MAESTRO.

"Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿por qué come vuestro Maestro con los
publicanos y pecadores?" (Mateo 9:11) Aquí el significado es "Instructor." La idea de dueño no está
inferida aquí, como en la palabra "Señor" (Adonai). El mundo reconoce hoy que Jesús era un gran
Maestro, pero no quiere confesarlo como Señor. El Señor Jesús no es meramente nuestro Instructor. ¡El
es nuestro Dios, nuestro Jehová, nuestro Señor!

II. LA ENCARNACION DE CRISTO.

Cuando hablamos de la encarnación de Cristo Jesús, el Hijo de Dios, significamos que Dios se ha
manifestado en carne. Esta es una verdad cardinal del cristianismo. Es la base fundamental sobre la
cual descansa nuestra fe. Sin la encarnación, el cristianismo no podría sostenerse. No hay manera de
deshacerse de la encarnación sin deshacerse del cristianismo. Esto no nos ha sido revelado sólo por el
hombre, sino por Dios mismo, a través de la revelación de su Palabra.

"Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por
todos los que nunca han visto mi rostro; para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta
alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de
Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento." (Colosenses
2:1-3)

A. LA REALIDAD DE LA ENCARNACION.

Dos de los evangelios, Mateo y Lucas, registran la historia completa de la encarnación. Los dos lo
relatan de manera diferente, pero ambos concuerdan en la realidad de los hechos. Mateo, quien retrata a
Cristo como el Rey a través de todo el libro, introduce al Hijo de Dios, diciendo, "El que nació Rey de
los judíos..." Traza la genealogía de Jesús desde Abraham, padre de las promesas, por David, el rey del
pacto hasta José, su padre adoptivo. Lucas, quien revela a Cristo como el Hombre perfecto, hace énfasis
sobre la humanidad de Jesús, mostrando que su linaje antecedía a través de María, hasta Natán (otro hijo
de David), luego hasta David, de ahí hasta Abraham, y finalmente hasta el primer hombre, Adán.

1. La virginidad de María. Tanto Mateo como Lucas declaran que ella era una virgen. "El nacimiento
de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que
había concebido del Espíritu Santo." (Mateo 1:18) "Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios
a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de
la casa de David; y el nombre de la virgen era María... Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto?
pues no conozco varón." (Lucas 1:26,27,34)

2. Su preñez antes de casarse con José. "Y José subió de Galilea cual estaba encinta." (Lucas 2:5)
Véase: Mat. 1:18-20.

44
3. La paternidad divina. Si José no era el padre de Jesucristo, ¿entonces, quién era? ¡Dios, por
supuesto! "Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este
será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre...
El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también
el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:31,32,34)

B. LA MANERA DE LA ENCARNACION.

La razón por la cual muchos no creen en el nacimiento virginal de Jesucristo es porque piensan que su
nacimiento fue el nacimiento de un niño cualquiera, y no el nacimiento del Hijo de Dios. Debemos
recordar que ésta es la encarnación de Dios - ¡Dios manifestado en carne! "E indiscutiblemente, grande
es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne..." (I Timoteo 3:16)

1. Según el testimonio de Mateo.

a. En la Genealogía de Cristo. Al trazar la descendencia del Señor desde Abraham en el capítulo uno,
versos uno al diecisiete, notamos que la palabra "engendró" se menciona treinta y nueve veces, pero es
omitida después del nombre de José, el esposo de la virgen María. José no engendró a Jesucristo. Dice,
"Y Jacobo engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo." (Mateo 1:16)

Quizás alguien quiera preguntar, "¿por qué se menciona esta genealogía, en primer lugar?" La razón es
la siguiente: el futuro Rey de Israel tenía que venir a través de esta línea genealógica (David, Salomón,
etc.). Para poder demostrar que Jesús era el legítimo heredero de David, debía comprobarse que El
venía de este linaje. Cuando José contrajo matrimonio con la virgen María, el Hijo que iba a nacer,
Jesús, se convirtió en el heredero legal de José y el primero en la línea al trono.

¿Era Cristo un hijo de David en realidad? Por supuesto que sí, pero no a través de José. El era un Hijo
de David por su madre. Ella era, en sí misma, una princesa en Israel, trazando su linaje a través de Natán
(otro hijo de David) hasta David. Por sangre, Cristo Jesús era un hijo de David a través de María; y era
un heredero de David, legalmente, a través de José.

b. En la actitud de José. "El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con
José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era
justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del
Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo
que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo aconteció para que se cumpliese lo dicho por el
Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás
su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el
ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo
primogénito; y le puso por nombre Jesús." (Mateo 1:18-25)

En su propia mente, José estaba convencido de la impureza de María, su desposada. Pensó que si él no
la había conocido, entonces algún otro hombre lo había hecho. Siendo hombre justo, viviendo bajo la
ley, pensó en que había dos alternativas: divorciarse de ella, o descubrirla y mandar que fuese apedreada.
José no pensó en ningún momento en la idea de recibirla y hacerla su esposa. Esto es evidente puesto
que, hasta que el ángel le apareció en el sueño y le mandó recibir a María, él pensaba en otra cosa; pero
él obedeció el mandato del ángel.

45
Los hombres de la actualidad, y aun algunos predicadores, piensan que al negar el nacimiento virginal
de Jesús están dando muestra de ser muy intelectuales. Dicen que José era el padre de Jesús, pero José
mismo dijo que él no era su padre.

c. En la adoración de los magos. "... vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde
está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a
adorarle... Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre, María, y postrándose, lo adoraron..."
(Mateo 2:2,11)

Ciertamente eran hombres sabios. Ellos adoraron al Niño, y no a su madre, María. Estos hombres
fueron instruidos y guiados por Dios. No habrían adorado al Niño si José hubiera sido su verdadero
padre.

d. En las Expresiones "el Niño y su Madre." Este tipo de declaración se hace cuatro veces (Mateo
2:11,13,14 y 20). Nunca dice la Biblia, "Tu esposa y tu hijo," haciéndose referencia a José.

Hablando del tema, podemos notar otra declaración importante. "Después que partieron ellos, he aquí
un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a
Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para
matarlo. Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto y estuvo allá hasta la
muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De
Egipto llamé a mi Hijo." (Mateo 2:13-15) Dios le llamó, "Mi Hijo." Cristo no era "el Hijo de José,"
sino ¡el Hijo de Dios!

2. Según el testimonio de Lucas.

a. En la manifestación a Zacarías. "Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido
oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y
muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y
será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel
se conviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer
volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para
preparar al Señor un pueblo bien dispuesto." (Lucas 1:13-17)

Nótese: Aquí se le dijo a Zacarías que tendría un hijo que sería el precursor de Cristo, el Hijo de Dios.

b. En la anunciación a María. "Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia
delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús."
(Lucas 1:30,31)

María se convirtió en una mujer en cinta fuera del matrimonio, lo cual era maldad ante Dios. Pero María
halló gracia a los ojos de Dios. Si María hubiera quedado encinta por un hombre, y Dios la hubiera
bendecido en esa condición, Dios habría sido cómplice de su maldad. Pero sabemos que María estaba
encinta, pero del Espíritu Santo.

c. En la alabanza de Elisabet. "Y (Elisabet) exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y
bendito el fruto de vientre. ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi
vientre. Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor."
(Lucas 1:42-45)
46
d. En el cántico de María. "Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se
regocija en Dios, mi Salvador..." (Lucas 1:46,47) Esta no era la canción de una mujer que se había
quedado embarazada y tenía que soportar la vergüenza; sino que era una canción llena de gozo y
alabanza a Dios, quien la había elegido para dar a luz al Mesías.

e. En la profecía de Zacarías. "Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la
presencia del Señor, para preparar sus caminos." (Lucas 1:76) Esta es sólo una porción de la profecía
del padre de Juan el Bautista, relacionada con la obra de Juan, que acababa de nacer. La profecía
declara que Aquel, delante de quien iría Juan, es el Hijo de Dios.

f. En la experiencia de los pastores. "Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las
vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor
los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy
nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un
Salvador, que es Cristo el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales,
acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales,
que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con
los hombres!" (Lucas 2:8-14)

Cuando Cristo nació, el cielo cantó alabanzas. ¿Habría sucedido todo esto por un hijo bastardo? ¡Por
supuesto que no! Pero Jesús era el Hijo de la virgen María, "Cristo el Señor," tal como los profetas
habían anunciado.

C. LAS OBJECIONES A LA ENCARNACION.

Muchos de los enemigos de Dios se encuentran entre los que profesan ser creyentes, los que declaran ser
cristianos, pero niegan el nacimiento virginal de Cristo. Alguien podrá preguntar: "Cuando una persona
va a ser salva, ¿tiene que creer en el nacimiento virginal de Cristo para poder salvarse? ¿Es ésta una
doctrina que uno tiene que creer y entender para ser salvo?" Permítame contestar haciéndole una
pregunta: "¿Cree usted que es posible que una persona salva no crea en el nacimiento virginal de
Cristo?" ¡Por supuesto que no!

Todos los salvados, los santos de Dios, nacidos de nuevo creen que nuestro Salvador nació de una
virgen. Lo único que una persona tiene que hacer para ser salvo es confiar en Cristo como su Salvador,
creyendo que El murió por sus pecados y que El resucitó de los muertos; pero los que somos salvos
creemos en el nacimiento virginal de nuestro Señor. Los que dicen ser cristianos, y niegan el nacimiento
virginal, son meros "profesantes," y no "poseedores" de la salvación.

*Los enemigos dentro y fuera de la Iglesia profesante, se oponen al nacimiento virginal de Cristo por lo
siguiente:

1. Dicen que la erudición del día presente se opone a ello. Esta declaración no es cierta, pero no
importaría mucho si lo fuera, porque sabemos que, "los designios de la carne son enemistad contra Dios;
porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden." (Romanos 8:7) El corazón inconverso no
conoce a Dios ni sabe las cosas de Dios. Es lógico pensar que él no creería en el nacimiento virginal de
Jesucristo. Los eruditos que no han sido regenerados, quizá, no quieran aceptar esta verdad divina, pero
existen muchas lumbreras intelectuales en este mundo presente, quienes ocupan elevados cargos
directivos en nuestras principales universidades e instituciones educacionales, hombres salvos, quienes
creen y testifican del nacimiento virginal de Jesucristo.
47
En realidad, una persona no es verdaderamente educada hasta que crea a Dios y a su Palabra. "El
principio de la sabiduría es el temor de Jehová." (Prov. 1:7)

2. Dicen que el nuevo testamento guarda silencio al respecto. Ciertamente Mateo y Lucas no guardan
silencio al respecto. Dios se ha provisto dos testigos, porque, "por boca de dos o de tres testigos se
decidirá todo asunto." (II Corintios 13:1) Dios cumple con la ley, dando dos testigos a la verdad del
nacimiento virginal de nuestro Redentor. ¿Y si hubiera solamente un testigo? Aun así, sería verdad,
puesto que es Dios quien habla.

a. El testimonio de Marcos. Marcos no registra el nacimiento del Señor. ¿Quiere él significar con esto
que Cristo nunca existió? ¡Por supuesto que no! El Evangelio de Marcos presenta a Cristo como al
Siervo Perfecto, y cuando se está considerando a un siervo, uno no se preocupa de su genealogía; por
tanto, el nacimiento de Cristo es omitido. El primer verso del Evangelio de Marcos dice así: "Principio
del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios." Cualquier hebreo sabe que esto significa que Jesucristo era
igual a Dios (Juan 5:17,18). Además, sabemos que Jesucristo realizó cosas que ningún otro hombre
podría jamás hacer.

b. El testimonio de Juan. "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios...
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del
Padre), lleno de gracia y de verdad." (Juan 1:1,14) ¡Ciertamente que éste no es el registro de un mero
ser humano, sino el del Hijo de Hombre, del Hijo de Dios, de Dios mismo!

c. El testimonio de Pablo. Mientras declaramos que estos argumentos son de Marcos, Juan, Pablo, y
otros, tengamos en cuenta que, aunque dichos hombres escribieron estas afirmaciones, las palabras son
las palabras de Dios, y ellas son la revelación divina sobre el nacimiento virginal de su Hijo.

Pablo fue apartado "para el Evangelio de Dios... acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del
linaje de David, según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de Santidad,
por la resurrección de entre los muertos. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil
por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al
pecado en la carne." (Romanos 1:3-4) "Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que
por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos."
(II Corintios 8:9) Véanse: Fil. 2:5-7; Gálatas 4:4; I Juan 4:2; Col. 2:8.

3. Dicen que la Iglesia primitiva no lo creía. Este es otro de los argumentos falsos contra el
nacimiento virginal que puede ser refutado fácilmente. Los primeros credos de la Iglesia claramente
declararon el nacimiento virginal.

a. El Credo de los Apóstoles. Vino primeramente en forma oral, luego por escrito, y data desde el siglo
dos. La palabra "Credo" viene del latín, credo, que significa, "yo creo."

b. El Credo del concilio de Niceo. Este se remonta hasta el cuarto siglo. Cuando Ario declaró que
Jesús era un ser creado, y no el Hijo de Dios desde toda la eternidad, se convocó un concilio para
establecer el hecho de que Cristo, a pesar de haber nacido de una virgen, siempre ha existido
eternamente con el Padre. El Concilio de Constantinopla fue convocado en el año 381. Este Concilio
también se refiere al hecho del nacimiento virginal de Cristo.

c. Te Deum Laudamus. Este era un antiguo himno preservado por la Iglesia, el cual demostraba que la
Iglesia primitiva creía en el nacimiento virginal de Cristo.

48
4. Dicen que es contrario a las leyes de la naturaleza. A este argumento en contra del nacimiento
virginal, nosotros contestamos, "Ciertamente es contraria a las leyes de la naturaleza." Puesto que éste
no fue el nacimiento de un niño cualquiera, sino el nacimiento del Hijo de Dios en la carne. ¿Se ha
detenido, mi amado lector, a pensar alguna vez, en que el nacimiento virginal podría haber sido la única
manera por la cual Dios pudiera haber venido en la carne?

Existen tres maneras mediante las cuales Dios hizo seres humanos sin conformar a las leyes de la
naturaleza: (1) Cuando El hizo a Adán sin la ayuda ni de hombre ni de mujer; (2) Cuando El hizo a Eva
sin la ayuda de una mujer; (3) Cuando El hizo a Cristo sin la ayuda de un hombre.

5. Dicen que es parecido a la mitología. Es verdad que muchas religiones idólatras han enseñado que
sus dioses eran descendientes de mujeres, pero no totalmente de la virginidad; sino, más bien, que estas
mujeres tuvieron relaciones carnales con dioses lo cual produjo los dioses del pueblo. ¿Puede haber
alguna comparación entre el nacimiento de Jesucristo y las historias que estos mitos alegan? ¡Por
supuesto que no! Los nacimientos virginales aludidos a los personajes de la mitología no son realmente
virginales, sino el resultado de relaciones carnales.

6. Alegan que al llamarse "el Hijo del Hombre," Cristo negó el nacimiento virginal. Recordemos, sin
embargo, que el Señor Jesucristo nunca dijo, "Yo soy un hijo de un hombre;" sino que hizo uso del
nombre profético, "el Hijo del Hombre."

7. Dicen que la purificación de María demostró que éste era un nacimiento natural. Bajo la ley,
todas las mujeres en esa condición eran consideradas "inmundas." El propósito era higiénico, para
salvar la salud de la mujer, protegiéndola del placer de su esposo mientras ella estaba aún en un estado
débil, ocasionado por el alumbramiento. Estamos de acuerdo que el nacimiento, en sí, era normal en
todo sentido, pero la concepción de Jesús era virginal. María no era una virgen después de dar a luz a
Jesús.

D. LOS PROPOSITOS DE LA ENCARNACION.

1. Para revelar al Dios Invisible. "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del
Padre, él le ha dado a conocer." (Juan 1:18) Jesucristo es la Exposición de Dios, el Revelador de Dios.
Si queremos saber cómo es Dios, debemos contemplar a Jesús. (Colosenses 1:19; 2:9)

2. Para cumplir la profecía.

a. La simiente de la mujer. "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar." (Génesis 3:15) La mujer no tiene
simiente; la simiente pertenece al hombre. Pero este pasaje menciona la "simiente de la mujer." Esto es
contrario a la naturaleza y se refiere, como es lógico, al nacimiento virginal que fue cumplido cuando
María dio a luz a Jesucristo sin simiente de varón.

b. La virgen como "señal." "Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá,
y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel." (Isaías 7:14) Esta Escritura expone exactamente lo
que queremos decir.

3. Para cumplir el Pacto Davídico. "Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus
raíces... Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos,
será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa." (Isaías 11:1,10)

49
"He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como rey, el
cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará
confiado; y éste será su nombre con el cual le llamarán, "Jehová, Justicia Nuestra." (Jeremías 23:5-6)

"Varones hermanos, se os pueden decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su
sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios
le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en
su trono, viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su
carne vio corrupción." (Hechos 2:29-31) Véanse: I Samuel 7:4-17; Lucas 1:32-33.

4. Para ser un sacrificio por nuestros pecados. "Y sabéis que él apareció para quitar nuestros
pecados, y no hay pecado en él." (I Juan 3:5) "Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no
pueden quitar los pecados. Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas
me preparaste cuerpo... Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el
pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), y diciendo luego: He aquí
que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. En esa
voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre."
(Hebreos 10:4-5, 8-10) "Además os declaro, hermanos, el evangelio... Que Cristo murió por nuestros
pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó el tercer día, conforme a las
Escrituras." (I Corintios 15:1-4)

a. El sacrificio de animales nunca quitaba el pecado. Es Dios quien instituyó el sacrificio de


animales; sin embargo, toda la sangre que por siglos fue derramada en los altares judíos nunca quitó un
solo pecado. Entonces, ¿por qué fue dado este mandamiento? Fue ordenado para proveer un
"cubrimiento" por los pecados hasta que viniera la sangre de Cristo y los "lavara" por completo,
haciéndolos desaparecer.

b. El sacrificio debe ser inmaculado. Estamos de acuerdo en que un hombre tenía que ser sacrificado
en el lugar de los pecadores, y que los animales no pueden elevarse al nivel del hombre. No obstante, un
hombre pecador no podía ser ofrecido como sacrificio por otro hombre pecador, porque él tendría que
morir por su propia culpa como pecador.

c. El sacrificio tenía que ser un sacrificio de valor infinito. No sólo debe el sacrificio elevarse de los
animales al nivel del hombre, por quien es ofrecido; sino que, además, debe elevarse al nivel de Dios, a
Quien tenía que satisfacer. ¡Jesús, nuestro Señor, cumplió con todo! "Quien llevó él mismo nuestros
pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la
justicia; y por cuya herida fuisteis sanados." (I Pedro 2:24)

5. Para proveer de un sumo sacerdote perfecto. "Por lo cual debía ser en todo semejante a sus
hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar
los pecados del pueblo ... Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad
al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús." (Hebreos 2:17; 3:1) Tenemos un
acusador (Apocalipsis 12:10), quien nos acusa diariamente ante Dios, pero asimismo tenemos un
Abogado con el Padre, quien intercede por nosotros, nuestro Mediador y Sumo Sacerdote.

6. Para mostrar a los creyentes cómo vivir. "El que dice que permanece en él, debe andar como él
anduvo." (I Juan 2:6) "Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas." (I Pedro 2:21)

50
7. Para convertirse en la Cabeza de la Nueva Creación. "Y el que estaba sentado en el trono dijo: He
aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas."
(Apocalipsis 21:5) Véanse: II Corintios 5:17; I Corintios 15:45-47.

E. LA PERPETUIDAD DE LA ENCARNACION.
* Queremos decir lo "sempiterno de la encarnación."

1. Es esencial a la naturaleza humana de Cristo. Dios siempre será manifestado en carne en la


Persona de su Hijo, Jesucristo. Nuestro Señor, ahora en la gloria, tiene su naturaleza humana
glorificada.

2. Es esencial al sumo sacerdocio de nuestro Señor. "Así que, por cuanto los hijos participaron de
carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante
toda la vida sujetos a servidumbre... Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a
ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.
Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados."
(Hebreos 2:14-18)

"Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; mas éste,
por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable, por lo cual puede también salvar
perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Porque tal
sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más
sublime que los cielos... hecho perfecto para siempre." (Hebreos 7:23-28)

"Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para
presentarse ahora por nosotros ante Dios." (Hebreos 9:24) "Puestos los ojos en Jesús, el autor y
consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él, sufrió la cruz, menospreciando el oprobio,
y se sentó a la diestra del trono de Dios." (Hebreos 12:2)

3. Es esencial al regreso y reino de nuestro Señor. "Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo,
entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales
también le dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido
tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo." (Hechos 1:10-11) "Porque dije:
Para siempre será edificada misericordia; en los cielos mismos afirmarás tu verdad. Hice pacto con mi
escogido; juré a David mi siervo diciendo: Para siempre confirmaré tu descendencia, y edificaré tu trono
por todas las generaciones." (Salmo 89:2-4) Véanse: Isaías 9:6-7; 55:3-4, Amós 9:11.

F. LAS PRUEBAS DE LA ENCARNACION.


*¡Las pruebas de la encarnación están centradas en Cristo mismo!

1. Su vida inmaculada. "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de


nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado."
(Hebreos 4:15) "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él." (II Corintios 5:21)

2. Su resurrección. "Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es
hecho." (I Corintios 15:20) ¿Se habría levantado Cristo de los muertos si El no hubiera sido el Hijo de
Dios encarnado? ¡Por supuesto que no!

51
III LAS DOS NATURALEZAS DE CRISTO

No puede haber cristianismo sin Cristo. La ortodoxia de cualquier persona, o de cualquier iglesia, puede
quedar resuelta sobre esta pregunta: "¿Qué pensáis de Cristo?"

Nos preguntamos por qué los modernistas de la actualidad tratan de restarle importancia a Cristo. Hay
aquellos que tratan de demostrar que El nunca existió. Si El nunca existió, ¿por qué los enemigos de
Cristo no lo dejan en paz? Si El jamás se levantó de los muertos, ¿por qué seguir hablando de algo que
nunca pasó? ¡Pero ciertamente El existe y ha sido resucitado de los muertos! La pregunta más
importante de casi dos milenios ha sido: "¿Quién es El?"

*Testimonios de hombres que vieron a Cristo: (1) de Juan el Bautista, "He aquí el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo." (Juan 1:29) "...y yo lo vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo
de Dios." (Juan 1:34); (2) del apóstol Andrés, "Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo)."
(Juan 1:41); (3) del apóstol Felipe, "Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como
los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret." (Juan 1:45) y (4) del apóstol Pedro, "Tu eres el Cristo,
el Hijo del Dios viviente." (Mateo 16:16)

Entre la gente había una división causada por esta misma pregunta: "¿Quién es El?" "Entonces algunos
de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta. Otros decían: éste es el
Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo? ¿No dice la Escritura que del linaje de
David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo? Hubo entonces disensión entre
la gente a causa de él." (Juan 7:40-43) Véanse: Juan 9:17-18; 10:9-20; Lucas 5:21.

Los hombres dudaban de la deidad de Cristo, pero los demonios nunca la dudaron. Los demonios lo
reconocieron a El como al Creador y al futuro Juez Divino. "y clamaron diciendo: ¿Qué tiene con
nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?" (Mateo 8:29)

Durante el proceso judicial del Señor Jesús, esta misma pregunta predominaba. "Jesús, pues, estaba en
pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el rey de los judíos? Y Jesús le dijo:
Tú lo dices." (Mateo 27:11) Véanse: Mateo 26:63; Lucas 22:67-70.

Y mientras El estaba colgado sobre la cruz, la pregunta todavía agitaba la mente de sus enemigos. "... y
los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días
lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz." (Mateo 27:38-40)

Así como tenemos los testimonios de aquellos que vieron a Cristo, nosotros mismos, quienes confiamos
en El, y le amamos, tenemos el testimonio interior del Espíritu Santo de que El es el Cristo, el Hijo del
Dios viviente. "Porque mora con vosotros, y estará en vosotros." (Juan 14:17) Nadie puede llamar a
Jesús "mi Señor," sino por el Espíritu Santo. (I Corintios 12:3)

A. LA HUMANIDAD DE CRISTO.

En días pasados fue la humanidad y no la deidad de Cristo que estaba bajo ataque. No importa en qué
época vivamos, Satanás es el enemigo común quien mantiene encendido este continuado ataque sobre
nuestro Señor.

1. El era perfectamente humano. Por esto queremos significar que nuestro Señor, a pesar de haber
existido por tiempo y eternidad, sin embargo, cuando El se hizo carne, El poseía un cuerpo, un alma, y
un espíritu.
52
"Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea
guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo." (I Tesalonicenses 5:23)

a. Su humanidad completa. El Señor Jesús, en su humanidad, poseía: (1) un cuerpo: "Porque al


derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura." (Mateo
26:12) Véase: Hebreos 10:5. (2) un alma: "Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame
de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora." (Juan 12:27) Véase: Mateo 26:38. (3) un
espíritu: "y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les
dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?" (Marcos 2:8) Véanse: Lucas 10:21; 23:46.

b. Su apariencia humana. La mujer samaritana reconoció a Jesús como a un ser humano. "¿Cómo tú,
siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se
tratan entre sí." (Juan 4:9) Después de la resurrección de entre los muertos, El aún mantenía su
apariencia humana, porque María, suponiendo que Jesús era el hortelano, lo reconoció como a un ser
humano. "Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has
puesto, y yo lo llevaré." (Juan 20:15)

c. Su madre era humana. A pesar de que Dios era su Padre, no obstante el Señor Jesús tuvo una madre
humana, demostrando así que El era humano. "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió
a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley." (Gálatas 4:4) "Al tercer día se hicieron unas bodas en
Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús." (Juan 2:1) El apóstol Pablo fue separado para el
evangelio, "...acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne."
(Romanos 1:3) Véanse: Mateo 2:11; 13:55; Juan 1:14.

d. Su desarrollo humano. Al ser perfectamente humano, el Señor nació, y creció como los demás
niños y niñas. "Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era con él...
Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres." (Lucas 2:40,52)

e. Sus limitaciones humanas. Siendo Dios, el Hijo de Dios se hizo hombre, y cuando lo hizo, El se
limitó a sí mismo y se sometió a la voluntad del Padre. Por consiguiente, El poseía limitaciones
humanas, las cuales eran flaquezas no pecaminosas. (1) El sintió hambre. "Y después de haber ayunado
cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre." (Mateo 4:2) (2) El tuvo sed. "Después de esto,
sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed."
(Juan 19:28) (3) El experimentó cansancio. "Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado
del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta." (Juan 4:6) (4) El durmió. "Y he aquí
que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía." (Mateo
8:24) Véase: Mateo 26:36-40. Este pasaje describe en su totalidad la prueba de Cristo en el huerto
como un ser humano.

f. Su nombre humano. Su nombre era un nombre común de esa época. "Y dará a luz un hijo, y
llamarás su nombre Jesús porque él salvará a su pueblo de sus pecados." (Mateo 1:21) Véase: Lucas
2:21.

g. Su sufrimiento y muerte. Hay numerosos pasajes bíblicos que aclaran el hecho de que El poseía un
cuerpo humano y sufría como un ser humano. Véanse: Mateo 26:26-35; Juan 19:20; Lucas 22:44.

Si Jesús no era hombre, El no podría haber muerto, porque Dios, en su esencia pura, no puede morir.
Pero Jesús ciertamente murió. "Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia
sangre, entró una vez para siempre en el lugar santísimo, habiendo obtenido eterna redención."
53
(Hebreos 9:12) Asimismo, El se levantó de los muertos, y ¡sigue siendo Hermano nuestro!

2. El es el humano perfecto.

a. Al trascender toda limitación de carácter. Todas las cosas se combinan en El. Cuando miremos a
todos los atributos de los hombres, descubrimos que algunos poseen una clase de atributos mientras que
otros poseen otras; pero en Jesucristo hallamos la perfecta integridad y todos los atributos positivos de
los hombres. El carácter de Jesús no se variaba por las circunstancias.

(1) El posee toda perfección. Jesús nunca fue ahuyentado por el temor. Nadie jamás lo amedrentó. El
jamás fue exaltado por el éxito. Nosotros experimentamos esto. El diablo nunca lo desconcertó. El es
el Hombre por sobre todos los hombres. No podemos poner a ninguno al mismo nivel del Señor Jesús.
Por ejemplo, los grandes líderes mundiales de la historia - César, Alejandro el Grande, sí, y hasta
hombres piadosos, tales como D. L. Moody y Billy Sunday - ellos nunca podrían llegar a la altura de El.
Nosotros no podemos colocar a ningún otro en la misma plataforma con el Señor Jesús.

*Hay sólo un lugar para Cristo, y ese lugar es el trono.

(2) El es sin pecado. Jesús es el único ser humano perfecto que el mundo ha visto jamás. "Al que no
conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él."
(II Corintios 5:21) Este verso de las Escrituras no significa que Cristo nunca pecó, aunque El jamás
cometió pecado; sino que, El era sin una naturaleza pecaminosa.

Si un hombre viviera toda su vida sin pecar, él aún no sería perfecto. Al vivir sin cometer pecado, esa
persona estaría solamente triunfando sobre la naturaleza pecadora. Cristo nunca tuvo una naturaleza
pecadora. "...El Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35) Ha habido solamente
un niño santo que jamás haya nacido en este mundo, y le llamaron Jesús. Ningún borracho puede
ayudar a otro borracho. Un hombre no tiene que volverse ladrón para ayudar a un ladrón. El Señor
Jesús no tuvo que asumir una naturaleza pecaminosa a fin de poder ayudarnos a nosotros que la
tenemos.

Cuando el Señor Jesús estuvo en el desierto por cuarenta días, El supo lo que era sentir hambre. El sabe
cómo es con nosotros cuando pasemos hambre. Ningún hombre que jamás haya muerto en la estaca, o
que haya pasado un período de prueba, ha sufrido como El sufrió en la Cruz. El sabe lo que es sufrir.
Los hombres tenemos algo en nosotros que desea pecar, pero El jamás quiso pecar. El diablo trató de
hacer que El deseara pecar.

¿Podría el Señor Jesús haber pecado si El hubiera querido? Dicha pregunta puede contestarse
declarando lo siguiente: "El no podría haber querido pecar, siendo el Hijo de Dios." Pero, alguien podrá
añadir, que si El no podría haber pecado, entonces, ¿por qué fue El expuesto a la tentación? Si El no
podría haber pecado, entonces la tentación fue una burla. Esta es precisamente la respuesta. Porque El
no fue probado para ver si pecaría; sino que, El fue tentado para demostrar que El no quería pecar.

Si el Señor Jesús hubiera podido pecar aquí en la tierra, entonces, es posible que El aun pudiera pecar en
el cielo, al interceder por nosotros. Pero El no podría haber pecado en la tierra, y El tampoco puede
pecar en el cielo. El es nuestro Sumo Sacerdote perfecto.

b. Al trascender todas las limitaciones del tiempo. El es para toda época. Sus enseñanzas no son
anticuadas; sino que, están al día. Los libros de nuestros colegios y universidades no se usan más de
unos diez años, porque están cambiando constantemente.
54
Pero, las palabras del Señor Jesús permanecen firmes y seguras. El es quien dijo, "EI cielo y la tierra
pasarán, pero mis palabras no pasarán." (Mateo 24:35)

c. Al trascender todas las limitaciones de nacionalidad. El judío era exclusivo a todos los pueblos.
El Señor Jesús vino de la raza de gente más exclusiva del mundo; pero El pertenece a todas las razas y
tribus y a todas las gentes del mundo. El chino piensa de El como si fuera chino, y el inglés piensa de El
como si fuera inglés. Cuando somos salvos, nosotros lo reclamamos como nuestro propio Salvador, no
importa a qué raza pertenezcamos.

Alguien ha dicho que Cristo o era mentiroso, o era lunático, o era todo lo que decía ser - "el Señor."
Ningún modernista puede decir que Cristo era un mentiroso, o que El sólo pensaba que era Dios. Si
fuera así, El tendría que haber sido un lunático. Por supuesto, El no es mentiroso ni lunático. El es el
Hijo de Dios, ¡Dios hecho hombre!

B. LA DEIDAD DE CRISTO.

1. Predicciones divinas. "Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies." (Salmo 110:1) "Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de
Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la
eternidad." (Miqueas 5:2) Véanse: Isaías 7:14; 9:6,7; Jeremías 23:6 y Génesis 3:15.

2. Nombres divinos.

a. El es llamado Dios. "Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!" (Juan 20:28)
"...vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén." (Romanos 9:5)
"Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador
Jesucristo." (Tito 2:13) Véanse: Mateo 1:23; Juan 1:1. Compárese: Salmo 45:6-7 con Hebreos 1:8.

b. El es llamado el Hijo de Dios. Esto denota igualdad con Dios. "También salían demonios de
muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar,
porque sabían que él era el Cristo." (Lucas 4:41) "De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora
es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán." (Juan 5:25) "Por esto
los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también
decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios." (Juan 5:18) Léanse: Marcos 1:1; Mateo
27:40-43; Juan 19:7; 10:30-36; 11:4; Romanos 8:3.

c. El es llamado Señor. "Porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo." (Mateo 12:8)
"Vosotros me llamáis Maestro, y Señor, y decís bien, porque lo soy." (Juan 13:13) "Ellos dijeron: Cree
en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa." (Hechos 16:31) "Y en su vestidura y en su muslo
tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES." (Apocalipsis 19:17)

d. El es llamado otros nombres divinos. "Cuando le ví, caí como muerto a sus pies. Y él puso su
diestra sobre mí, diciéndome: No temas; Yo soy el primero y el último." (Apocalipsis 1:17) Véase:
Apocalipsis 22:13.

3. Igualdad divina. "Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo
antes que el mundo fuese." (Juan 17:5) "Y el que me ve, ve al que me envió." (Juan 12:45) "El cual,
siendo en forma de Dios (Cristo Jesús), no estimó el ser igual a Dios..." (Filipenses 2:6a) "Porque en él
habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad." (Colosenses 2:9)

55
4. Parentesco divino. Su nombre está ligado con el nombre del Padre. "Yo y el Padre uno somos."
(Juan 10:30) "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean
con todos vosotros." (II Corintios 13:14) "Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre,
el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones,
y os confirme en toda buena palabra y obra." (II Tesalonicenses 2:16-17)

5. Adoración divina. La adoración pertenece sólo a Dios. "Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí,
Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás." (Lucas 4:8) Cristo recibió
verdadera adoración. Por lo tanto, ¡Cristo es Dios! "...vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y
venimos a adorarle... Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo
adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra." (Mateo 2:1,2, 11)
Estos magos no vinieron a adorar a María, sino a Cristo Jesús. Años más tarde El aceptó la adoración:
"Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de
Dios." (Mateo 14:33) Véanse: Mateo 9:18; Lucas 24:42. Si Cristo no fuera Dios, esta adoración
habría sido idolatría.

*Dios manda que el Hijo sea adorado.

"Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo dice: Adórenle todos los ángeles de Dios."
(Hebreos 1:6) "Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra
al Padre que le envió." (Juan 5:23) Esto ha sido evidente en todas las épocas, que los cristianos han
adorado a Cristo como Dios. Los renacidos en Cristo no habrían quedado satisfechos con la adoración
de un mero ser humano.

6. Atributos divinos.

a. Omnipotencia. "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra." (Mateo 28:18) (1) El tiene poder sobre la muerte. "Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la
vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá
eternamente. ¿Crees esto?" (Juan 11:25-26) (2) El tiene poder sobre la naturaleza. "Porque en él
fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles;
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él. Y él es
antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten." (Colosenses 1:16-17) (3) El tiene poder
sobre los demonios. "Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es
ésta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?" (Lucas 4:36)

b. Omnisciencia. "ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte;
por esto creemos que has salido de Dios." (Juan 16:30) "...y Pedro le respondió: Señor, tú lo sabes
todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas." (Juan 21:17) Véanse: Mateo 9:4;
12:25; Lucas 6:9; 9:47; 10:.2; Juan 1:48; Juan 4:15-19; Marcos 2:8.

Esta pregunta de los doctores de Jerusalén demuestra la omnisciencia del Señor Jesús: "... ¿Cómo sabe
éste letras, sin haber estudiado?" (Juan 7:15) Esto nos conduce a enterarnos de que Cristo nunca recibió
instrucción humana. El no necesitó escuela ni tutores. Sus discípulos se sentaron a sus pies. ¿A los pies
de quién se sentó El? ¡A los pies de ninguno! Pablo era un alumno de Gamaliel, pero, ¿quién instruyó a
Jesús? ¡Nadie! pero Cristo mismo dijo, "Aprended de mí."

56
A nosotros se nos aconseja a veces que nos dirijamos a una autoridad superior, pero ¿a qué autoridad se
dirigió El? A ninguna otra, porque El tenía toda autoridad. ¿Cuándo dijo Jesús, "No me acuerdo, tendré
que consultarlo?" ¡Nunca! Jamás lo tomaron desprevenido. En Marcos 12:13 leemos estas palabras:
"Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra."
Ellos trataron de atraparlo en sus palabras, pero Jesús era conocedor de toda sabiduría, y sus
perseguidores quedaron perplejos ante su omnisciencia.

(1) Su manera de enseñar.

(a) Con sencillez. Sus ilustraciones eran hechas al punto. Las sacaba de la vida misma. El no tenía
necesidad de un archivo.

(b) Con autoridad. "porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas." (Mateo
7:29) Véase: Marcos 1:22.

(2) Lo que El enseñaba.

(a) Doctrina. Lo que Cristo Jesús enseñó no es popular hoy. Los modernistas creen que la salvación
viene mediante las buenas obras y la vida moral de uno. Cristo enseñó que todos los hombres son
pecadores y depravados de la gracia de Dios.

(b) Ética. La ética debe fundamentarse en la doctrina. No hay duda de que Cristo verdaderamente
enseñó la práctica de la ética, pero la doctrina era primera.

c. Omnisapiencia. "En él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento."
(Colosenses 2:3)

d. Omnipresencia. "Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo
28:20) "Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; El Hijo del Hombre, que está en el cielo."
(Juan 3:13)

e. Inmutabilidad. "Ellos perecerán, mas tú permaneces; y todos ellos se envejecerán como una
vestidura, y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no
acabarán." (Hebreos 1:11,12) "Mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio
inmutable." (Hebreos 7:24) "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos." (Hebreos 13:8)
Jesús puede cambiar su ubicación física, pero su persona nunca cambia.

f. Sempiternidad. "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era
en el principio con Dios." (Juan 1:1) "Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de
Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la
eternidad." (Miqueas 5:2) "Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo
soy." (Juan 8:58) "No temas; yo soy el primero y el último." (Apocalipsis 1:17)

g. Santidad. "El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca." (I Pedro 2:22) "Y sabéis que él
apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él." (I Juan 3:5) Véase: Hebreos 7:26.

h. Amor. Pablo oró para que los Efesios pudieran "...conocer el amor de Cristo, que excede a todo
conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios." (Efesios 3:19)

57
El amor de Dios es: (1) espontáneo, (2) eterno, (3) infinito, (4) inagotable, (5) invencible. Véanse:
Efesios 5:25; Apocalipsis 1:5.

i. Rectitud y justicia. "Mas vosotros negasteis al santo y al justo, y pedisteis que se os diese un
homicida." (Hechos 3:14)

7. Oficios divinos.

a. Creación. La creación es un acto y una obra de Dios. Cristo creó por tanto, Cristo es Dios. "Porque
en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de
él y para él." (Col. 1:16) Véanse: Juan 1:3,10; Efesios 3:9; Hebreos 1:10.

b. Preservación. "El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros
pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas." (Hebreos 1:3) "Y él
es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten (se mantienen en unidad)." (Colosenses
1:17)

c. Perdón. "Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados." (Lucas 7:48) Véase: Marcos 2:5-10.

d. Resurrección. "Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no
pierda yo nada, sino que lo resucite el día postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que
todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo lo resucitaré en el día postrero." (Juan
6:39-40)

e. Transformación. "Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de
ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él
es." (I Juan 3:2) Véase: Filipenses 3:21.

f. Juicio. "Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo." (Juan 5:22) Véanse:
Hechos 17:31; Mateo 16:27; 25:31; Romanos 2:16; 14:10; II Corintios 5:10.

g. Salvación. "Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano."
(Juan 10:28) Véanse: Juan 5:25; 6:47; 10:10; 17:2.

C. LAS DOS NATURALEZAS EN UNA PERSONA.

Los hombres no pueden entenderlo. Esta es una prueba de que la Biblia es la Palabra de Dios, porque si
el hombre hubiera escrito la Biblia, él habría dejado las dos naturalezas de Cristo fuera de ella. Estos
son hechos divinos, y Dios no trata de explicarlos, sino que hace una simple declaración del hecho.
Cristo posee una naturaleza humana y una naturaleza divina, y ambas son completas.

No es bíblico decir que Cristo es Dios y hombre; sino que El es el Dios-Hombre. Un tipo de su doble
naturaleza puede hallarse en las tablas del tabernáculo. Las tablas eran de madera y oro. Era una tabla,
con dos materiales; no dos tablas. La madera nunca se volvió oro, y el oro nunca se volvió madera.
Cristo tenía sólo una personalidad, no dos. Dos naturalezas, con una personalidad.

58
Algunos tratan de hacer que Juan 1:14 diga, "El Verbo se volvió hombre;" pero el texto dice: "Y aquel
Verbo fue hecho carne." Si hacemos que Cristo tenga dos personalidades, entonces estamos haciendo
que la divinidad sea una "cuadrinidad" en vez de una trinidad.

D. ERRORES COMUNES ACERCA DE CRISTO JESUS.

1. Ebiotismo. Este error estaba prevalente durante el primer siglo de la Iglesia Cristiana. Negaba la
deidad de Cristo. Declaraba que Cristo tuvo una relación con Dios después de su bautismo.
2. Corintianismo. Este error era más popular durante los días del Apóstol Juan. Según este error,
Cristo no poseía deidad antes de ser bautizado.

3. Docetismo. Este error comenzó a hacerse evidente durante la segunda mitad del siglo dos de la
Iglesia. Sostenía que Cristo no poseía un cuerpo humano; que él tenía un cuerpo, pero un cuerpo
celestial. Por consiguiente, el docetismo negaba la humanidad de Cristo. Este es el "espíritu del
anticristo." (I Juan 4:1-3)

4. Arianismo. Este error negaba la naturaleza divina de Cristo. El arianismo sostenía que había un
tiempo cuando el Hijo no existía de ninguna manera; que Dios vivía y entonces engendró a su Hijo a su
semejanza. Por consiguiente, negaba la pre-existencia eterna de Cristo.

5. Apolinarianismo. Este error sostenía que Cristo poseía un cuerpo humano incompleto. Los
apolinaristas razonaban de la siguiente manera: El pecado está sembrado en el alma de todos los
hombres. Dios no podía habitar con el pecado; por tanto, Cristo no tuvo un alma.

6. Nestorianismo. Los nestorianistas tomaron las dos naturalezas de Cristo e hicieron dos personas de
ellas. Es decir, Dios vino y habitó en un hombre perfecto; por tanto Dios estaba en Cristo, en vez de
Cristo ser Dios.

7. Eutiquianismo. Los eutiquianos tomaron las dos naturalezas de Cristo, las pusieron juntas e hicieron
una nueva naturaleza de ellas, o sea, una persona diferente.

8. Monotelismo. La creencia de que Cristo tenía dos naturalezas, pero una sola voluntad.

9. Unitarianismo. Los unitarianos niegan la Trinidad. Por tanto, niegan la deidad de Cristo en su
totalidad.

10. Ciencia Cristiana. Una creencia que niega la realidad de la humanidad de Cristo.

11. Alborada Milenial. Esta creencia niega la existencia personal de nuestro Señor Jesucristo.

IV. LA MUERTE DE CRISTO

La Cruz es la verdad fundamental de la Palabra de Dios. Con la Cruz no queremos significar el madero,
sino el sacrificio sobre ese madero. En el libro de Génesis, así como en el resto del antiguo testamento,
vemos los emblemas de Cristo y de su crucifixión. La única razón de la existencia de Belén es el
Calvario. Nuestra salvación depende de que Cristo muriera en la cruz.

59
A. LA REALIDAD DE SU MUERTE.

1. La anticipación del antiguo testamento.

a. En tipos:

(1) Las túnicas de pieles. (Génesis 3:21)


(2) La oveja de Abel. (Génesis 4:4)
(3) La ofrenda de Isaac. (Génesis 22)
(4) El Cordero de Pascua. (Éxodo 12)
(5) El sistema de sacrificios levíticos. (Levítico 1:1; 7:16)
(6) La serpiente de bronce. (Números 21:9; Juan 3:14-15)
(7) El Cordero inmolado. (Isaías 53:6-7; Juan 1:29)

b. En predicciones:

(1) La simiente de la mujer. (Génesis 3:15)


(2) El sacrificio por el pecado. (Salmo 22)
(3) Sus sufrimientos vicarios. (Isaías 53)
(4) El Mesías cortado. (Daniel 9:26)
(5) El Pastor herido. (Zacarías 13:6-7)

2. La revelación del nuevo testamento.

a. En general. Una tercera parte del Evangelio según Mateo, más de la tercera parte del Evangelio
según Marcos, una cuarta parte del Evangelio según Lucas, y la mitad del Evangelio según Juan tratan
de la última semana de Cristo antes de su crucifixión.

b. En particular.

(1) La eficacia de su muerte.

(a) Su muerte. "Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo,
mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida." (Romanos 5:10) Véanse: Filipenses
2:8; Hebreos 2:9-14; Apocalipsis 5:6-12.

(b) Su cruz. "Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y
para los gentiles locura." (I Corintios 1:23) Véanse: Gálatas 3:1; 6:14; Efesios 2:16; Colosenses
1:20.

(c) Su sangre. "Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión
de los pecados." (Mateo 26:28) Véanse: Marcos 14:24; Ef. 1:7; Col. 1:14; I Juan 1:7; Hebreos
9:12-25; Apocalipsis 1:5, 5:9.

(2) Las tres declaraciones relativas a su muerte.

(a) Hecho pecado por nosotros. "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que
nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él." (II Corintios 5:21)

60
(b) El Justo murió por los injustos. "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el
justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en
espíritu." (I Pedro 3:18)

(c) Hecho maldición por nosotros. "Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros
maldición, porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero." (Gálatas 3:13)

B. LA FORMA DE LA MUERTE.

1. Una muerte natural. Su muerte fue la clase de muerte que es experimentada por todos los hombres.

*Ella tenía que ser una muerte natural y literal, porque El era el Hombre que moría por todos los
hombres.

2. Una muerte anormal. Dios no puede morir, pero Dios tenía que morir para poder convertirse en el
Sustituto del hombre. Por consiguiente, El tomó la forma humana para poder morir. No obstante, El no
contrajo pecado mientras vivió en este mundo. El hombre muere a causa del pecado (Romanos 6:23);
pero El no tenía pecado. Si no hubiese sido por nuestros pecados, El jamás habría gustado la muerte.

3. Una muerte preternatural. La muerte de Cristo fue determinado antes de la caída de Adán. Antes
que el hombre pecara, Dios había hecho provisión para el Calvario, porque Cristo es el Cordero
inmolado "...desde antes de la fundación del mundo." (I Pedro 1:20) ¿Podía la sangre de los toros y
machos cabríos quitar los pecados cometidos antes del Calvario? ¡Por supuesto que no! Puesto que
todos los pecados cometidos, tanto antes como después de la cruz, fueron cargados sobre El en el
Calvario. (Romanos 3:25)

4. Una muerte sobrenatural. Aunque ya hemos declarado que la muerte de Cristo fue una muerte
natural, sin embargo ella fue diferente de la muerte de otras personas. "Por eso me ama el Padre, porque
yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo
poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre." (Juan
10:17,18)

*Su muerte fue de su propia voluntad. Por lo general, un hombre tardaba dos días para morir por
crucifixión, pero Cristo murió en seis horas. Mateo 27:46 y 50 declaran que El clamó a gran voz,
demostrando que sus fuerzas no lo habían abandonado. El murió en su fortaleza. El entregó su vida.
Nadie se la quitó. El fue majestuoso, aun en su muerte en la cruz.

Por consiguiente, podemos ver que Cristo sufrió dos muertes por nosotros. La primera era la separación
del alma y el espíritu del cuerpo. La segunda era la separación de Dios. Cristo sufrió la segunda muerte
primero, y la primera muerte al último. El sufrió la segunda muerte cuando fue separado del Padre, por
cuanto gritó, "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (Mateo 27:46) Cristo, el mismo
Hijo de Dios, pudo sufrir en seis horas lo que el pecador soportaría a través de la eternidad.

C. TEORIAS ANTIBIBLICAS.

"Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras." (I Corintios 15:3) Cualquier
enseñanza que no sea bíblica es falsa.

1. Dicen que la muerte de Cristo fue la muerte de un mártir. "Cristo murió así para mostrarnos que
vale la pena morir por la verdad." ¿Cómo pueden los creyentes responder a este argumento?
61
Simplemente con estas preguntas: ¿Por qué Cristo no lo declaró así? ¿Por qué Pablo no lo declaró así?
¿Por qué Pedro no lo dijo? ¿Por qué Juan y Lucas tampoco lo declararon? Si Cristo murió una muerte
de mártir, ¿por qué los apóstoles no dijeron, "Cree en la muerte de Esteban y serás salvo", puesto que
Esteban era un mártir, también? Si Cristo murió una muerte de mártir, ¿por qué el Padre no le consoló
en su muerte como lo ha hecho con otros mártires a través de los siglos? Mas Cristo clamó, "Dios mío,
Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"

2. Dicen que la muerte de Cristo fue accidental. Mediante la declaración anterior los críticos quieren
significar que Cristo fue la víctima de una turba encolerizada. Nosotros sabemos que esto no es cierto
porque El estaba consciente de su muerte futura. En San Juan, Jesús habló siete veces de "mi hora," la
cual era futura, y la cual era el Calvario. No era necesario que El muriera. Los clavos no sujetaban a
Cristo sobre la cruz, sino su propia voluntad. "Si eres Hijo de Dios, desciende de la Cruz," le gritaban,
burlándose de él; pero Cristo no vino del cielo para bajarse de la cruz.

3. Dicen que la muerte de Cristo fue como un ejemplo moral. Esta teoría sostiene que un borrachín
sólo tiene que pensar en Cristo para mejorarse. Para refutar esto, preguntamos: "¿Por qué no se
mejoraron los que le crucificaron? Si el ejemplo de Cristo es para el mejoramiento del mundo, entonces
el cristianismo es un fracaso. ¿Por qué no contemplamos la cruz de Pedro, puesto que él fue crucificado
con la cabeza hacia abajo? El hombre necesita más que una mejora moral.

4. Dicen que la muerte de Cristo era para mostrar el desagrado de Dios con el pecado. En otras
palabras, algunos creen que el desagrado de Dios por el pecado está representado en la cruz, en vez del
infierno. Si la declaración precedente es verdad, ¿qué razón tendría la encarnación? ¿Por qué no
crucificar a un simple pecador, en vez del mejor Hombre que ha vivido?

5. Dicen que la muerte de Cristo fue para mostrar al hombre que Dios le ama. Dios ciertamente
ama al hombre, y la cruz lógicamente muestra que Dios lo ama; pero la muerte de Cristo no fue sólo
para mostrar el amor de Dios.

6. Dicen que la muerte de Cristo fue la muerte de un criminal. ¿Puede ser posible que alguien pueda
aferrarse a esta teoría? La respuesta es "sí." Y nosotros refutamos esta teoría declarando que Pilato no
halló culpa en El. Un estudio del juicio de Cristo, según los registros evangélicos, refuta esta teoría.

D. NOMBRES BIBLICOS DE LA MUERTE DE CRISTO.

1. Expiación. Esta palabra del antiguo testamento significa "cubrir." Los únicos dos lugares en el
nuevo testamento donde puede hallarse la palabra "expiación" son Hebreos 2:17 y 10:6-8, los cuales
citan Escrituras del antiguo testamento. Esta palabra hebrea está traducida correctamente en Romanos
5:11, "reconciliación." No obstante, en el nuevo testamento la idea significa "estar de acuerdo," "estar a
una y en paz con Dios," mediante el sacrificio de su Hijo Jesucristo.

2. Sacrificio. "Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros." (I Corintios 5:7) Véanse: Ef.
5:2; Hebreos 9:26; 10:12.

3. Ofrenda. "En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha
una vez para siempre... Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados."
(Hebreos 10:10,14)

62
4. Rescate. "Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en
rescate por muchos." (Mateo 20:28) Nosotros hemos sido redimidos por un precio, el cual fue la sangre
de Jesucristo. Véanse: I Pedro 1:18-19; I Timoteo 2:5-6.

5. Propiciación. "Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino
también por los de todo el mundo." (I Juan 2:2) Véanse: I Juan 4:10; Romanos 3:25.

La ley demandaba la muerte por el pecado; por consiguiente, la sangre del sacrificio era colocada sobre
el propiciatorio (Éxodo 25:22; Levítico 16:13-14), mostrando que la muerte había sido efectuada. Dios
miraba el propiciatorio y veía la sangre y quedó satisfecho. Desde el Calvario en adelante, Dios mira a
nuestro Propiciatorio, el cual es Cristo, y queda satisfecho. Por consiguiente, el pensamiento
fundamental de la propiciación es "satisfacción."

6. Reconciliación. "Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en


cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación." (II
Corintios 5:19) Véase: Col. 1:20. La palabra "reconciliación" significa causar, o efectuar un cambio
completo. Las Escrituras nunca dicen que Dios se reconcilia. El hombre es quien tiene que ser
reconciliado y quien necesita un cambio total.

7. Substitución. Substitución no es una palabra bíblica, pero ciertamente es una idea bíblica. "Más él
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados, el castigo de nuestra paz fue sobre él, y
por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se
apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros." (Isaías 53:5-6) Véanse: I
Pedro 3:18; II Corintios 5:1.

8. Testador. Un testamento es un documento que entra en vigor cuando el testador muera. Por
consiguiente, nuestra herencia es aquello que recibiremos, lo cual fue hecho posible por la muerte del
Señor Jesús. "Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la
remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la
herencia eterna. Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga la muerte del testador.
Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entretanto que el testador vive."
(Hebreos 9:15-17) Véanse: Colosenses 1:12-14; Efesios 1:1-7.

E. LOS OBJETIVOS DE SU MUERTE.

1. La manifestación de la justicia divina. "Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de


Dios, testificada por la ley y por los profetas... con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin
de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús." (Romanos 3:21,26)

2. La vindicación de la ley divina. La ley es para muerte. No hay misericordia en la ley, sino sólo
justicia. La ley condena al pecador a morir. Cristo tomó el lugar del pecador y pagó la demanda de la
ley.

3. El fundamento del perdón divino. Hay una característica esencial del perdón, y ésta es que el que
perdona debe llevar sobre sí mismo toda la maldad, o pérdida, que haya sido cometida. Por ejemplo, si a
una persona le roban cierta cantidad de dinero, y el culpable es aprehendido, pero perdonado, ¿quién
asimila la pérdida? ¡La persona que le perdonó!

63
F. EL ALCANCE DE SU MUERTE.

1. Declaraciones Generales.

a. Su universalidad. La muerte de Cristo fue potencialmente por todos los hombres, por los que creen,
y por los que no creen. "Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús,
coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios
gustase la muerte por todos." (Hebreos 2:9) Véanse: I Timoteo 2:6; 4:10; Tito 2:11; II Pedro 3:9.

b. Su limitación. La muerte de Cristo en la cruz fue condicional, puesto que la eficacia de la misma
depende del arrepentimiento y la aceptación de Cristo por el pecador. "Que por esto mismo trabajamos
y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres,
mayormente de los que creen." (I Timoteo 4:10)

2. Declaraciones particulares.

a. Cristo murió por el creyente. "Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda
iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras." (Tito 2:14) Véanse: Efesios
5:2; Gálatas 2:20; I Timoteo 4:10.

b. Cristo murió por la Iglesia. "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia, y
se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la
palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha." (Efesios 5:25-27)

c. Cristo murió por los pecadores. "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el
justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en
espíritu." (I Pedro 3:18) Véanse: I Timoteo 1:15; Romanos 5:10.

d. Cristo murió por el mundo entero. "...y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar
el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de
todo linaje y lengua y pueblo y nación." (Apocalipsis 5:9) Véanse: San Juan 3:16; 1:9; I Juan 2:2.

G. LOS RESULTADOS DE SU MUERTE.

1. En relación al pecador.

a. Provee un Sustituto. "Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús,
coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios
gustase la muerte por todos." (Hebreos 2:9)

b. Provee el rescate demandado. "El cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio
testimonio a su debido tiempo." (I Timoteo 2:6)

c. Provee la propiciación. A razón de la muerte de Cristo, las demandas de la justicia de Dios han sido
satisfechas. "Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también
por los de todo el mundo." (I Juan 2:2)

64
d. Provee reconciliación. "que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles
en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación." (II
Corintios 5:19)

e. Provee un llamado atraidor. "Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo."
(Juan 12:32)

f. Provee salvación para todos. "Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los
hombres." (Tito 2:11)

g. Provee una invitación gloriosa. "Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y
el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente. (Apocalipsis 22:17)
Véase: Juan 3:16.

2. En relación al creyente.

a. Reconciliación con Dios. "Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por
Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación." (II Corintios 5:18)

b. Redención. "En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de
su gracia." (Efesios 1:7) Véase: Gálatas 3:13.

c. Justificación. "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo." (Romanos 5:1)

d. Perdón. "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús." (Romanos 8:1)

e. Posesión. "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros por
precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios?" (I
Corintios 6:19-20)

f. Santificación. "En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo
hecha una vez para siempre." (Hebreos 10:10)

g. Perfección. "Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados." (Hebreos
10:14)

h. Admisión. "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el lugar santísimo por la sangre de
Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo
un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,
purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura." (Hebreos 10:19-
22)

i. Identificación. "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por
esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no
se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a
él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo,
así como él es puro." (I Juan 3:1-3)

65
j. Liberación. "Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y
librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre."
(Hebreos 2:14-15)

k. Galardón. "El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no
nos dará también con él todas las cosas?" (Romanos 8:32)

3. En relación a Satanás.

a. Le quitó el derecho. "Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado
fuera." (Juan 12:31)

b. Destruyó su imperio. "Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es,
al diablo." (Hebreos 2:14)

c. Libró a las almas. "El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y traslado al reino de su
amado Hijo." (Colosenses 1:13) Véase: Efesios 6:12.

4. En relación al universo material. "Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y
por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que está en los
cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz." (Colosenses 1:19-20)

Nota: Algunos enseñan que Filipenses 2:9-11 revela el hecho de la salvación universal, pero esto no es
así. Este pasaje declara la verdad de la sumisión y adoración de toda la creación, pero no la salvación de
ella.

V. LA RESURRECCION DE CRISTO

A. LA IMPORTANCIA DE LA RESURRECCION.

En la Biblia hay varios relatos de personas que fueron levantadas de entre los muertos. Estas personas,
sin embargo, no fueron resucitadas, sino restauradas a vida, porque ellas volvieron a morir. Nuestro
Señor resucitó, habiendo muerto definitivamente y habiendo sido levantado de los muertos; y ahora,
vive y permanece para siempre.

1. Su lugar en las Escrituras. En el nuevo testamento hay trece o catorce referencias concernientes a la
ordenanza del bautismo, y todavía son menos las veces que mencionan la Cena del Señor. Sin embargo,
la verdad de la resurrección se menciona más de cien veces.

2. Su parte en el testimonio apostólico. "Y con gran poder los apóstoles daba testimonio de la
resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos." (Hechos 4:33) Véanse: Hechos
2:32; 17:18; 23:6.

3. Su prominencia en el evangelio. Si Cristo no hubiera resucitado, no habría evangelio. "Además os


declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado... Porque primeramente os he enseñado lo que
asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado,
y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras." (I Corintios 15:1-4)

66
4. Su importancia en la salvación.

*Exégesis de I Corintios 15:12-20:

a. Primer postulado. "Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos
entre vosotros que no hay resurrección de muertos?" (v. 12)

b. Segundo postulado. "Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó." (v. 13) Si
nosotros no vamos a ser resucitados, entonces Cristo no resucitó, tampoco.

c. Tercer postulado. "Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también
vuestra fe." (v. 14) Si Cristo no resucitó, el cristianismo es una falsedad.

d. Cuarto postulado. "Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que
él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan." (v. 15) Si Cristo no
resucitó, todo predicador evangélico es un farsante.

e. Quinto postulado. "Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no
resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados." (v. 16-17) Si El no resucitó, todavía está
muerto, por tanto El no puede redimirnos. La penalidad pagada por cualquier crimen no está totalmente
pagada hasta que la persona por quien fue pagada esté puesta en libertad. Mientras Cristo estaba en la
tumba, la penalidad no había sido absuelta. Este pasaje de las Escrituras fue escrito a los creyentes para
comprobar la resurrección corporal de Cristo.

f. Sexto postulado. "Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron." (v. 18) En otras
palabras, ellos se han ido todos, como las bestias del campo, si Cristo no resucitó de los muertos.

g. Séptimo postulado. "Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de
conmiseración de todos los hombres." (v. 19) Si toda nuestra esperanza está apostada a la resurrección
de Cristo, y si él no ha resucitado, entonces somos los más desgraciados de todos los hombres. No
podemos hacer nada para merecer, o ganar la salvación; y si nuestro Salvador no ha resucitado, no
tenemos ninguna esperanza de salvarnos.

h. Octavo postulado. "Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron
es hecho." (v. 20) ¡Alabado sea el Señor! ¡El ha resucitado! ¡Nuestro Redentor vive para siempre!

B. EL SIGNIFICADO DE LA RESURRECCION.

*Por resurrección nosotros queremos significar la resurrección corporal, no espiritual.

1. El testimonio de la tumba vacía. Los guardias fueron puestos para asegurarse de que no quitaran el
cuerpo de Cristo de la tumba, mas no pudieron impedir su resurrección. "Entonces ellos fueron y
aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia." (Mateo 27:66)

2. El reconocimiento de los discípulos. "Luego dijo a Tomás: pon aquí tu dedo y mira mis manos; y
acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió:
¡Señor mío, y Dios mío!" (Juan 20:27,28)

3. Los apóstoles son testigos. "A ese Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos."
(Hechos 2:32)
67
4. El testimonio del mismo Señor. "Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre
padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser
muerto, y resucitar después de tres días." (Marcos 8:31)

5. La proclama de nuestra transformación. "Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde
también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación
nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también
sujetar a sí mismo todas las cosas." (Filipenses 3:20-21)

C. LAS TEORIAS ANTIBIBLICAS.

1. La teoría del cuerpo no enterrado. Con esta declaración los incrédulos sostienen que la tumba
nunca fue ocupada, que los cadáveres de los dos ladrones junto con el de Cristo, fueron arrojados a la
pila de basura. Sin embargo, esto puede refutarse con la propia ley de los judíos. "Si alguno hubiere
cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis morir, y lo colgareis en un madero, no dejaréis
que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito por
Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te da por heredad." (Deuteronomio
21:22-23)

2. La teoría de la tumba no vaciada. Aquellos que sostienen esta teoría dicen que Cristo todavía está
en el sepulcro. Ciertamente, el sentido común refutaría este argumento, porque si Cristo no hubiera
resucitado, el diablo habría hecho que su cuerpo fuese encontrado en algún momento durante los últimos
dos mil años.

3. La teoría que el cuerpo fue quitado. Esta teoría expone que José de Arimatea sacó el cuerpo de
Cristo de la tumba. A este argumento preguntamos: "Si José sacó el cuerpo del sepulcro, ¿por qué no
sacó los lienzos, también?" Además, debemos admitir que si José realmente quitó el cuerpo, tendría que
haberlo hecho en secreto. Y si lo hizo en secreto, ¿por qué no fue puesta la piedra nuevamente en su
lugar, cerrando la entrada del sepulcro?

4. La teoría que María Magdalena se equivocó. Esta teoría sostiene que ella no entendió bien lo que
había dicho la persona en el sepulcro. Refutamos esta teoría afirmando que la Palabra de Dios no lo
declara así, y que ella es la única testigo ocular de los hechos.

5. La teoría de la decepción deliberada. Esta suposición persiste en la idea de que Cristo no murió en
absoluto, sino que más bien El se desmayó en la cruz y fue revivido por el aire fresco de la tumba. Si
éste fuera el caso, ¿a dónde fue el Señor Jesucristo después? Siendo que El se había convertido en un
objeto de gran interés para todo el pueblo, seguramente que El hubiera sido reconocido y abiertamente
aceptado o rechazado.

6. La teoría del fraude. Esta afirma que los apóstoles simplemente mintieron y engañaron a los que
escucharon sus palabras; sin embargo, todos los apóstoles, con la excepción de Juan, fueron
martirizados. ¿Por qué? Por la devoción de ellos al Señor Jesucristo y su resurrección. ¿Habría ellos
sacrificado sus vidas por una mentira? ¡Yo creo que no!

7. La teoría de la autodecepción. En otras palabras, esta especulación declara que los apóstoles
tuvieron una ilusión; es decir, ellos pensaron que Cristo había resucitado de los muertos, y lo
continuaron pensando tanto que después de un tiempo lo creyeron. Sabemos, por la experiencia
humana, que las decepciones pronto se desvanecen, y nos despertamos a la realidad.
68
Los apóstoles no podrían haberse engañado a sí mismos por mucho tiempo.

8. La teoría de la alucinación. Esta idea supone que los apóstoles pensaron que ellos realmente habían
visto al Salvador resucitado, cuando esto era meramente una alucinación ocasionada por los nervios y la
excitación. ¿Sería posible imaginarnos a Pedro sufriendo de un delirio, y a Tomás de un ataque de
histeria?

9. La teoría de la reminiscencia. Este punto de vista describe a los histéricos apóstoles huyendo a
Samaria, y una vez solos en este lugar, comienzan a pensar que Jesús aún está con ellos. De ahí es que
ellos sacaron la idea de que El se levantó de los muertos. Sin embargo, las Escrituras declaran que los
apóstoles se quedaron en Jerusalén, a puertas cerradas, hasta que El se reveló a sí mismo a ellos.

10. La teoría del mal entendido. Este razonamiento admite que el Salvador murió, pero afirma que los
apóstoles predicaron la resurrección de su espíritu, y no de su cuerpo, y que la gente lo entendió mal.
No obstante, la palabra "resurrección" jamás está relacionada con el espíritu, sino más bien con el
cuerpo, puesto que el espíritu nunca muere.

11. La teoría de la visión espiritual. Esta suposición sostiene que los apóstoles en realidad vieron algo.
Pero lo que ellos vieron fue una visión mentirosa, y no al Señor. El diablo los había engañado. Sin
embargo, si había algo que el diablo no quería que ellos no creyeran, ese algo era la resurrección de
Cristo, ya sea producida por una falsa visión o la cosa real. Además, Cristo mismo disipa este
argumento declarando, después de su resurrección, que "un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis
que yo tengo." (Lucas 24:39)

12. La teoría de los mellizos. Aquellos que ofrecen esta sugerencia dicen que Cristo tenía un hermano
mellizo, y que tres días después que El había sido crucificado y sepultado, su hermano mellizo se mostró
a sí mismo, declarando que él era el Cristo resucitado de los muertos. Nosotros preguntamos, "¿Dónde
estuvo escondido este hermano mellizo por los treinta y tres años?"

Nota: Ninguna de estas 12 teorías tiene la razón porque contradicen el testimonio claro de la Palabra de
Dios.

D. LAS PRUEBAS DE LA RESURRECCION.

1. La tumba vacía. Los evangelios declaran que la gente sostenía dos puntos de vista con respecto a la
resurrección de Cristo. Un grupo, que consistía en los no creyentes, decía que alguien había robado el
cuerpo del Señor. El otro grupo contendía que El había sido resucitado por el poder divino. La tumba
vacía demuestra que el segundo grupo tenía razón. Una guardia romana, compuesta de sesenta soldados,
con cuatro grupos de quince cada uno, había sido puesta para vigilar la tumba. Cada grupo custodió la
tumba por un período de seis horas. Esta guardia tenía instrucciones de custodiar la tumba para que no
robaran el cuerpo de Cristo. Ahora bien, los enemigos del Señor no querían robar el cuerpo. Ellos
querían que permaneciera enterrado.

Nosotros sabemos que los apóstoles no lo robaron porque estaban amedrentados. Los apóstoles hasta
habían huido de la crucifixión de Cristo. Los soldados fueron sobornados para que dieran un testimonio
falso. ¿No es raro que los sacerdotes judíos no hayan enjuiciado a los soldados, si el cuerpo realmente
hubiera sido robado? Y si los apóstoles hubieran robado el cuerpo, ¿no habrían sido ellos acosados por
los sacerdotes hasta haber admitido semejante hecho? ¿Por qué no hicieron algo los sacerdotes?

69
Había una tumba nueva cavada en pura piedra. Una gran piedra la sellaba, y no había ninguna otra
entrada. No había más de un cuerpo en ella, y no cabe duda acerca de quién resucitó de los muertos
cuando la tumba quedó vacía.

2. Los lienzos sepulcrales en orden. En el oriente los cuerpos de los muertos son envueltos en lienzos
sepulcrales, desde el cuello hasta los pies, de una manera semejante a la usada en las momias egipcias.
La cabeza es envuelta con un sudario. Una vez terminado adecuadamente con este procedimiento, el
cuerpo era extendido sobre una losa. Cuando Pedro entró a examinar los lienzos sepulcrales, él vio que
estaban en orden. El cuerpo de Cristo había pasado a través de los lienzos sepulcrales sin romper un
solo hilo. Pedro descubrió que los lienzos no habían sido cambiados de lugar; parecía como si
estuvieran alrededor del cuerpo todavía, y él se había levantado sin moverlos, cayéndose ellos en su sitio
al dejarse el vacío adentro.

En cuanto a la tumba, la puerta no fue abierta para permitir que Cristo saliera. ¡El ya había salido! El
salió de la tumba tal como había salido de los lienzos sepulcrales. Así es, Cristo abandonó la tumba
mucho antes de que la piedra del sepulcro fuera removida. Los soldados vigilaban una tumba sellada y
vacía por lo que podrían haber sido hasta doce horas.

3. Las apariciones de Cristo. En I Corintios 15:1-11 tenemos registrado el número de testigos que
realmente vieron al Señor resucitado. Dicho número no incluye a las mujeres. El número más elevado
de testigos que se requiere para establecer un testimonio es siete. Para asesinato se necesita un testigo.
Son dos para traición, y siete para un testamento oral. El número de testigos registrados en la Palabra de
Dios es más de quinientos. Ciertamente, de acuerdo a la jurisprudencia aceptada, hay más que suficiente
evidencia de que El resucitó de los muertos.

4. El carácter de Cristo. Al disputar a favor de su resurrección no necesitamos mayor prueba que la de


su propio carácter. Es absurdo que El, quien fue perfecto, habría de sufrir un fin tan vergonzoso.
Seguramente que Dios, en su justicia no habría permitido que el único Hombre sin pecado permaneciera
en la tumba.

5. El nuevo testamento. Los veintisiete libros que componen el nuevo testamento no son la causa, sino
el efecto del Cristo resucitado. Sin la resurrección de Cristo no habría ningún nuevo testamento. La
muerte de Cristo había deprimido penosamente a los discípulos. Si Cristo no hubiera aparecido ante los
discípulos, ellos jamás habrían escrito acerca de El. La historia de la vida del Señor Jesucristo se originó
y se desarrolló de su resurrección.

6. La Iglesia apostólica. Los apóstoles comenzaron a predicar en Jerusalén solamente siete semanas
después de la resurrección. Allí mismo, en Jerusalén, donde el Señor Jesucristo había sido crucificado y
sepultado, los apóstoles declararon que Cristo había resucitado de los muertos. Si Cristo no hubiera
resucitado, los enemigos habrían producido el cuerpo, puesto que ellos le habían crucificado. El silencio
de los judíos fue una prueba tan importante de la resurrección de Cristo como lo fueron los escritos de
los discípulos.

7. La transformación de los discípulos. La resurrección trajo aparejado una transformación en los


discípulos. Antes, ellos habían visto morir a Cristo, y por tanto, la fe de ellos estaba destrozada. Dos de
ellos dijeron, "Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel." (Lucas 24:21)
Palabras verdaderamente tristes. Toda fe ahora era muerta. Se reunían a puertas cerradas,
amedrentados, temerosos de perder sus vidas, cuando el Señor apareció ante ellos. Era difícil
convencerlos de su resurrección. Pero una vez convencidos, nada podría jamás cambiarles de parecer.

70
¿Y qué del dudoso Tomás? El no estuvo presente cuando Cristo apareció por primera vez ante los
discípulos, y por tanto, dudó. Podemos alegrarnos de que Tomás haya dudado, porque gracias a su
convencimiento, todas nuestras dudas quedan disipadas. Su incredulidad fue quitada en la segunda
aparición del Salvador; por consiguiente, nosotros que creemos nunca debemos albergar ninguna duda
acerca de la resurrección del Señor.

8. La conversión de Saulo. La Iglesia nunca tuvo un enemigo humano mayor que Saulo de Tarso. El
era un individuo bien conocido en el judaísmo, que pertenecía a la famosa secta de los fariseos, quienes
creían en la resurrección de los muertos, pero ciertamente no en la resurrección de Jesús. ¿Qué cosa
transformó este terrible perseguidor de la Iglesia a un poderoso predicador del evangelio? ¡La
resurrección de Cristo! Desde aquel día, camino a Damasco, él jamás dudó de la resurrección. Sufrió en
manos de su propia nación y en los tribunales de extranjeros por causa de su creencia en la resurrección
corporal de Cristo.

9. La experiencia cristiana. Desde que hemos nacido otra vez, la esperanza ha sido colocada en
nuestros corazones de que nuestros pecados han sido quitados y de que nuestra propia resurrección está
asegurada. Esta esperanza podía ser garantizada únicamente por un Salvador resucitado.

10. El registro evangélico. Los evangelios fueron escritos, o dictados por testigos oculares. "...Que
Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los
muertos." (Hechos 10:41) Al leer los evangelios, a nosotros nos damos cuenta de los pequeños detalles,
las palabras y las frases, que nos prueban cuán natural y ajustado a la vida real son los acontecimientos
registrados en ellos.

E. EL RESULTADO DE LA RESURRECCION.

1. En relación a Cristo mismo.

a. Fue el sello de la aceptación. En otras palabras, el sacrificio de Cristo fue suficiente y aceptado por
Dios. Fue el "Amén" de Dios en repuesta al "consumado es" de su Hijo Amado.

b. Fue la marca de su divina filialidad. Cristo "fue declarado Hijo de Dios con poder, según el
Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos." (Romanos 1:4) Al ser clavado en la
cruz, El fue maldito por Dios. Dios no iba a permitir que su Hijo permaneciera bajo esta maldición; por
tanto, Dios lo resucitó de los muertos.

c. Fue la confirmación de su victoria.

(1) Sobre el diablo. Si el diablo solamente hubiera podido mantener a Cristo en la tumba, la victoria
completa habría sido de Satanás. Sin embargo, el Señor Jesucristo se levantó de los muertos,
garantizando la salvación para toda alma creyente. El creyente recibe el mandamiento de vestirse de
toda la armadura de Dios a fin de poder estar firme contra las asechanzas del diablo. Una de las piezas
de tal armadura es el yelmo de la salvación. (Efesios 6:10-17)

(2) Sobre la muerte. "Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque
yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y
vosotros en mí, y yo en vosotros." (Juan 14:19-20)

d. Fue la ilustración de inmortalidad. "...ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro


Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio." (II
71
Timoteo 1:10)

2. En relación al creyente.

a. Demuestra su justificación. "...Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras
transgresiones, y resucitado para nuestra justificación." (Romanos 4:24,25)

b. Ilustra su poder. Pablo pidió a Dios que les diera a los Efesios el "...espíritu de sabiduría y de
revelación en el conocimiento de él... para que sepáis cual es... la supereminente grandeza de su poder
para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo,
resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales." (Efesios 1:17-20)

c. Provee un sumo sacerdote. "Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se
acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos." (Hebreos 7:25) Véanse: Romanos 8:34;
Hebreos 3:1; 7:22.

d. Engendra una viva esperanza. "Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su
grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los
muertos, para una herencia incorruptible, reservada en los cielos para vosotros." (I Pedro 1:3-4)

e. Garantiza nuestra resurrección. "Sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también
nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros." (II Corintios 4:14) Véanse: I
Corintios 15:22; I Tesalonicenses 4:14.

3. En relación al mundo.

a. Da evidencia de su verdad. Todo lo que El habló está substanciado por su resurrección, porque Dios
no habría resucitado de los muertos a un mentiroso para después declarar, que El era su Hijo. La
resurrección de Cristo demostró que Dios se agradó de su Hijo.

b. Da evidencia de la resurrección de todos los hombres. "Porque así como en Adán todos mueren,
también en Cristo todos serán vivificados." (I Corintios 15:22)

c. Da evidencia del juicio de buenos y malos. "Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al
mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los
muertos." (Hechos 17:31) Véase: Hebreos 9:27.

VI. ASCENSION Y ENTRONIZACION DE JESUCRISTO

La ascensión de Cristo Jesús es un hecho histórico. Si su resurrección es negada, entonces su ascensión


debe también ser negada. Es difícil para algunos comprender la idea de que un cuerpo glorificado,
viviente, esté en la gloria, pero El está allí, y nosotros estaremos con El.

A. EL HECHO DE LA ASCENSION Y ENTRONIZACION.

1. De la ascensión. Este es aquel evento, después de su resurrección, en el cual El partió visiblemente


de la tierra al cielo. "Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que
le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí
se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones
galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo?
72
Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo."
(Hechos 1:9-11)

2. De la entronización (exaltación). Este es aquel acto de Dios por el cual El dio al resucitado y
ascendido Señor el poder y la gloria total, permitiéndole que se sentara a su diestra en el trono. "A este
Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por la diestra de Dios, y
habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís."
(Hechos 2:32-33) "Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido,
y me he sentado con mi Padre en su trono." (Apocalipsis 3:21) Cristo no está ahora sentando en su
propio trono, sino en el trono de su Padre.

B. EL PLAN DE GLORIA REVELADO.

1. En la profecía.

a. El testimonio del salmista. "Porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea
corrupción. Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra
para siempre." (Salmo 16:10-11) Véanse: Sal. 68:18; 110:4-5.

b. El testimonio del Salvador. "¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?"
(Juan 6:62) Véase: Juan 16:28.

c. El testimonio de Lucas. "Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó
su rostro para ir a Jerusalén." (Lucas 9:51)

2. En la historia.

a. El testimonio de Marcos. "Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se
sentó a la diestra de Dios." (Marcos 16:19)

b. El testimonio de Lucas. "Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al
cielo." (Lucas 24:51) Véase: Hechos 1:9-11.

c. El testimonio de Esteban. "Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la
gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo
del Hombre que está a la diestra de Dios." (Hechos 7:55-56)

d. El testimonio de Pedro. "Quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están
sujetos ángeles, autoridades y potestades." (I Pedro 3:22) Véanse: Hechos 3:15, 20, 21; 5:30-31.

e. El testimonio de Pablo. "¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que
también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros."
(Romanos 8:34) Véanse: Efesios 1:20-21; 4:8-10; Colosenses 3:1; I Timoteo 3:16.

f. El testimonio de Juan. El primer capítulo del libro de Apocalipsis en su totalidad declara el


testimonio de Juan con respecto al Cristo ascendido y entronizado.

73
C. LA NATURALEZA DE LA ASCENSION.

1. El ascendió corporal y visiblemente. Lucas escribió, "de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer
y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu
Santo a los apóstoles que había escogido." (Hechos 1:1-2) Véase: Hechos 1:9-11.

2. El traspasó los cielos. "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el
Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión." (Hebreos 4:14)

3. El fue hecho más sublime que los cielos. "Porque tal sumo sacerdote nos convenía; santo, inocente,
sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos." (Hebreos 7:26) Esto
significa que El recibió mayor gloria que todos los seres creados en el cielo.

4. El se sentó a la diestra de Dios. "Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que
tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la majestad de Dios." (Hebreos
8:1) Véanse: Efesios 1:20; Colosenses 3:1.

D. LA NECESIDAD DE LA ASCENSION Y GLORIA.

1. Para demostrar su victoria completa. "A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y
Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados." (Hechos 5:31) Jesucristo dijo: "He
aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad... En esa voluntad somos santificados mediante la
ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre." (Hebreos 10:9-10) En el tabernáculo
terrenal no había sillas, y este hecho significaba que la obra de salvación no era completa. Cristo entró
al cielo y se sentó en el trono, declarando así que la obra de nuestra redención era un acto consumado.

2. Para facilitar la adoración humana. "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca
que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adora, en espíritu y en verdad es necesario que adoren."
(Juan 4:23-24)

3. Para la concesión del Espíritu Santo. "Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya;
porque si no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré." (Juan 16:7)

4. Para la constitución de supremacía sobre la Iglesia. "Y (Dios) sometió todas las cosas bajo sus
pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la Iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que
todo lo llena en todo." (Efesios 1:22-23)

E. EL PROPOSITO DE LA ASCENSION Y GLORIA.

1. El entró al cielo como Precursor. "Donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo
sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec." (Hebreos 6:20) Otras palabras para
"precursor" son: "capitán", "líder soberano", "uno que tiene a otros que le siguen." El Señor Jesús nos
precede a nosotros. Si la muerte nos llega mientras El se demora, nosotros iremos a estar con El.

2. El entró al cielo como el Obsequiador. "Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva a la
cautividad. Y dio dones a los hombres... Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a
otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros." (Efesios 4:8-11)

74
3. El entró al cielo como el Preparador. "...voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y
os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también
estéis." (Juan 14:2-3)

F. RESULTADOS DE LA ASCENSION Y GLORIA.

1. Nos provee un Intercesor con Dios. "Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura
del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios." (Hebreos 9:24)
Véase: Hebreos 7:25.

2. Nos da acceso a Dios. "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el
Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero
sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
hallar gracia para el oportuno socorro." (Hebreos 4:14-16)

3. Nos da capacidad para el servicio. "De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo
hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre." (Juan 14:12) "Obras mayores"
no significa efectuar sanidades, ni hablar en lenguas, sino la propagación del evangelio de la salvación.
Por ejemplo, Pedro predicó en el día de Pentecostés, y tres mil creyeron. Multitudes más creyeron al
escucharle.

4. Nos da confianza en la providencia de Dios. "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas
les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." (Romanos 8:28)

5. Nos da nuestra posición celestial. "Y (Dios) juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo
sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús." (Efesios 2:6)

75
PNEUMATOLOGIA

La Doctrina del Espíritu Santo.


(Bosquejo del Capítulo III)

I. La Personalidad del Espíritu Santo

A. Propiedad personal
B. Pronombres personales
C. Hechos personales
D. Reacciones personales
E. Relaciones personales
F. Designaciones personales

II. La deidad del Espíritu Santo

A. El es identificado como Dios en el antiguo testamento.


B. El es llamado Dios.
C. El posee atributos divinos.
D. El realiza obras divinas.
E. El ejercita la soberanía de Dios.
F. El debe ser reconocido como Dios.
G. Dependemos de El como de Dios.
H. Como Dios, se puede pecar con El.

III. La obra del Espíritu Santo

A. Según la manifestación del antiguo testamento


B. Según la manifestación del nuevo testamento

La palabra pneumatología se deriva de la palabra griega, pneuma, que significa "espíritu," "viento,"
"aliento." Por tanto, pneumatología es la doctrina del Espíritu Santo.

La doctrina del Espíritu Santo es una doctrina bíblica. La Biblia es la única fuente de donde nosotros
podemos obtener cualquier información con respecto a El. La religión cristiana es la única que tiene al
Espíritu Santo.

A medida que estudiamos la doctrina del Espíritu Santo, téngase en cuenta que Cristo es el centro de la
Biblia, el tema principal de los Escritos Sagrados en su totalidad. Si nosotros fuéramos a colocar a algún
otro en su lugar, el resultado sería una verdadera confusión. El Espíritu Santo no puede desplazar al
Hijo de Dios. El Espíritu Santo no vino a hablar de sí mismo, sino de Cristo. El individuo que
continuamente habla acerca del Espíritu y omite al Hijo demuestra que realmente no tiene el Espíritu
Santo morando en él.

76
I. LA PERSONALIDAD DEL ESPIRITU SANTO

A veces cometemos el error de confundir personalidad con visibilidad. La personalidad no es un


atributo del cuerpo; sino un atributo del espíritu. La verdadera persona que es Usted no ha sido vista por
los hombres jamás, porque el cuerpo es una vestidura de su espíritu. Usted no es un cuerpo sino un
espíritu que tiene un cuerpo.

A. PROPIEDADES PERSONALES.

1. El posee inteligencia. "Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de
ciencia según el mismo Espíritu." (I Corintios 12:8) Véanse: Isaías 11:2-3; Nehemías .9:20; I Pedro
1:11; II Pedro 1:21; I Corintios 2:10-11.

2. El posee voluntad. "Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno
en particular como él quiere." (I Corintios 12:11)

3. El posee poder. "Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis
en esperanza por el poder del Espíritu Santo... con potencia de señales y prodigios, en el poder del
Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado
del evangelio de Cristo." (Romanos 15:13-19) Véanse: Zacarías 4:6; Isaías 11:2; Efesios 3:16.

4. El posee conocimiento. "Pero Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el
espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de
Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para
que sepamos lo que Dios nos ha concedido." (I Corintios 2:10-12)

5. El es la fuente del amor cristiano. "Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el
amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios." (Romanos 15:30)

B. PRONOMBRES PERSONALES.

El nombre personal del Espíritu Santo es desconocido. El título, "Espíritu Santo," es una designación
que explica lo que El es. Ese no es su nombre. El silencio de las Escrituras con respecto a su nombre
personal es realmente significativo. El retiene su propio nombre, para que el nombre del Señor
Jesucristo pueda ser exaltado. En el idioma griego, el título "Espíritu Santo" es un sustantivo neutro,
pero siempre que un pronombre se halle en su lugar, dicho pronombre es masculino. "...yo rogaré al
Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual
el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con
vosotros, y estará en vosotros... Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi
nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Juan 14:16-17, 26)
Véanse: Juan 16:7,8, 13-15; Romanos 8:16-26.

C. ACTOS PERSONALES.

¿Por qué nosotros actuamos como seres humanos? Porque somos humanos. ¿Por qué el Espíritu Santo
actúa como una persona? Porque El es una persona.

1. El habla. "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: apartadme a Bernabé y a
Saulo para la obra a que los he llamado." (Hechos 13:2)
77
2. El intercede. "y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles."
(Romanos 8:26)

3. El testifica. "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de
verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí." (Juan 15:26)

4. El ordena. "Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo
hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo
permitió." (Hechos 16:6,7)

5. El supervisa. "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha
puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre." (Hechos
20:28)

6. El guía. "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará
por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir."
(Juan 16:13)

7. El enseña. "Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os


enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." (Juan 14:26)

D. REACCIONES PERSONALES.

Pueden cometerse actos contra el Espíritu Santo que solamente pueden cometerse contra una persona.
El tiene sentimientos.

1. El puede ser contristado. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios con el cual fuisteis sellados
para el día de la redención." (Efesios 4:30)

2. El puede ser enojado. "Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Santo Espíritu; por lo cual se
les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos." (Isaías 63:10)

3. El puede ser tentado. "Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He
aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti." (Hechos 5:9)

4. El puede ser resistido. "¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís
siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros." (Hechos 7:51)

5. El puede ser blasfemado. "Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás
perdón, sino que es reo de juicio eterno. Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo." (Marcos
3:29-30)

E. RELACIONES PERSONALES.

1. Con el Padre. "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo." (Mateo 28:19)

2. Con Cristo. "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber." (Juan 16:14)
78
3. Con los cristianos. "Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna
carga más que estas cosas necesarias." (Hechos 15:28)

F. DESIGNACIONES PERSONALES.

1. El nombre Paracletos. Paracletos es la palabra griega que significa "Consolador," o "uno llamado al
lado para ayudar." "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de
verdad, el cual procede del Padre, El dará testimonio acerca de mí." (Juan 15:26)

2. Otras especificaciones.

a. Espíritu de la promesa. "... y habiendo creído en él (Cristo), fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa." (Efesios 1:13)

b. Espíritu de poder. "Y reposará sobre él (Cristo) el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová." (Isaías
11:2)

c. Espíritu de verdad. "...y os dará otro Consolador... el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en
vosotros." (Juan 14:16-17)

II. LA DEIDAD DEL ESPIRITU SANTO

El es una persona divina. ¡El es Dios! El es co-igual, co-eterno y co-existente con el Padre y el Hijo.
No obstante, El es designado como la tercera persona de la Trinidad. En nuestras propias vidas, puede
ser que existan personas que son iguales en posición social, pero en cargos están subordinadas unas a
otras. Lo mismo es con el Espíritu Santo. Como Ser Divino, El es igual con el Padre, y el Hijo; pero en
posición, El está subordinado al Padre y le da precedencia al Hijo. Nota: ¡No existen celos en la
Trinidad!

A. ES DIOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.

"Jesús" del nuevo testamento es "Jehová" del antiguo testamento. El Espíritu Santo del nuevo
testamento es el Jehová del antiguo testamento. "Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel
después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a
ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo." (Jeremías 31:33)

Compárese: Hebreos 10:14-16. "Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los
santificados. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es el
pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en
sus mentes las escribiré." Este texto cita al anterior, intercambiando los nombres "Espíritu Santo" y "el
Señor" por el nombre "Jehová."

B. EL ES LLAMADO DIOS.

1. En Hechos 5:3-4. "Y Pedro dijo: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al
Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? ... No has mentido a los hombres, sino a Dios."
Ananías y Safira murieron instantáneamente por haber mentido al Espíritu Santo.
79
Ellos mintieron en el tiempo de la consagración. No fueron heridos de muerte por haber retenido su
dinero, sino porque declararon haberlo dado todo. Mintieron al Espíritu Santo, y por lo tanto a Dios.

2. En I Corintios 3:16. "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros?" Somos templo de Dios debido a que el Espíritu de Dios mora dentro de nosotros.

3. En II Corintios 3:17. "Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay
libertad."

C. EL POSEE ATRIBUTOS DIVINOS.

1. Omnipotencia. "Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de
Dios." (Lucas 1:35)

2. Omnisciencia. "Porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios." (I Corintios 2:10)
Véase: Lucas 2:25-32.

3. Omnipresencia. "¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los
cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y
habitare en el extremo del mar, aún allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra." (Salmo 139:7-10)

4. Sempiternidad. "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios
vivo?" (Hebreos 9:14)

5. Amor. "Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me
ayudéis orando por mí a Dios." (Romanos 15:30)

6. Santidad. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención." (Efesios 4:30)

D. EL REALIZA LAS OBRAS DE DIOS.

1. Creación. "En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y
las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas."
(Génesis 1:1-2) "Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra." (Salmos 104:30) "El
Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida." (Job 33:4)

2. Regeneración. "Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que naciere de nuevo,
no puede ver el reino de Dios... te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en
el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No
te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su
sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu." (Juan
3:3,5-8)

3. Resurrección. "Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que
levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que
mora en vosotros." (Romanos 3:11)

80
4. Transformación. "Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir
las obras de la carne, viviréis." (Romanos 8:13) Véase: Gálatas 5:16-24.

5. Salvación. "... mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en
el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios." (I Corintios 6:11)

E. EL EJERCE LA SOBERANIA DE DIOS.

"Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él
quiere." (I Corintios 12:11) Véase: Zacarías 4:6.

F. EL DEBE SER RECONOCIDO COMO DIOS.

1. Como lo establece la Gran Comisión. "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es
dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;" (Mateo 28:18-19)

2. Como lo establece la bendición apostólica. "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la
comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén." (II Corintios 13:14)

3. Como lo establece la designación bíblica. "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias." (Apocalipsis 3:22)

4. Como lo establece la administración de la Iglesia. "Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el
Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de
operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo." (I Corintios 12:4-6)

G. EL DEBE SER CONFIADO COMO A DIOS.

"Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino
lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu
Santo." (Marcos 13:11) Véase: Romanos 8:26.

H. SE PUEDE PECAR CONTRA SU DIVINA VOLUNTAD.

"Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintiese al Espíritu Santo, y
sustrajeses del precio de la heredad? (Hechos 5:3)

III. LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO

A. SEGUN LO DECLARA EL ANTIGUO TESTAMENTO.

Alguien ha dicho que el Espíritu Santo está mencionado ochenta y ocho veces en el antiguo testamento.
No obstante esto, la enseñanza del Espíritu Santo no está tan clara en el antiguo testamento como lo está
en el nuevo testamento.

81
1. Sus manifestaciones.

a. Al venir sobre individuos. "Y alzando sus ojos (Balaam) vio a Israel alojado por sus tribus; y el
Espíritu de Dios vino sobre él." (Números 24:2) "Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jetfé; y pasó por
Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón."
(Jueces 11:29) Véanse: Jueces 3:10; 14:6.

b. Al derramarse sobre su pueblo. "Sobre la tierra de mi pueblo subirán espinos y cardos... hasta que
sobre vosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo fértil, y el campo
fértil sea estimado por bosque." (Isaías 32:13-15) Véanse: Jueces 6:34; II Crónicas 24:20.

c. Al llenar a los hombres. "Y lo he llenado del Espíritu de Dios,


en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte." (Éxodo 31:3) Véase: Miqueas 3:8.

d. Al posar sobre los hombres. "Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu
que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu,
profetizaron, y no cesaron." (Números 11:25) Entendemos que el espíritu que posó en ellos era el
Espíritu de Dios. Véanse: Núm. 11:26; Isaías 11:2.

En el antiguo testamento, el Espíritu Santo nunca está representado como morando permanentemente en
una persona. El Espíritu Santo los llenaba para cierta obra, pero nunca tomaba el interior de ellos como
su habitación. Ningún santo del antiguo testamento fue jamás bautizado con el Espíritu Santo. El
Espíritu Santo comenzó a "bautizar" (sumergir) a creyentes "en el cuerpo de Cristo" en el día de
Pentecostés. (I Corintios 12:13)

2. Su ministerio.

a. En relación a la creación.

(1) Generación.

(a) De los cielos y la tierra. "Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de
ellos por el aliento (Espíritu) de su boca. El junta como montón las aguas del mar, él pone en depósitos
los abismos. Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los habitantes del mundo. Porque
él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió." (Salmo 33:6-9) Véase: Job 26:13; Génesis 1:2.

(b) De los animales. "¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría;
la tierra está llena de tus beneficios... Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra."
(Salmo 104:24,30)

(c) Del hombre. "El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida." (Job 33:44)
Véanse: Génesis 1:26,27;
2:7.

(2) Regeneración.

(a) De la tierra desordenada. "... y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas." (Génesis
1:2)

82
(b) De los muertos. "Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza hijo del hombre y di al espíritu: Así ha
dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos y vivirán. Y
profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron y estuvieron sobre sus pies; un
ejército grande en extremo." (Ezequiel 37:9-10) Véase: Isa.55:3.

(3) Preservación. "Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra." (Salmo 104:30)

b. En relación a Satanás y el pecado. Desde el principio el Espíritu Santo se ha opuesto a la obra de


Satanás en los hombres. "Y dijo Jehová: No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque
ciertamente él es carne: más serán sus días ciento veinte años." (Génesis 6:3)

c. En relación a Israel.

(1) Sus padres. (Abraham, Isaac, Jacob, José, etc.) "Y dijo Faraón a sus siervos; ¿Acaso hallaremos a
otro hombre como éste, en quien esté el Espíritu de Dios?" (Génesis 41:38)

(2) Sus fundadores. (Moisés y sus ayudantes) "Entonces Jehová dijo a Moisés; reúname setenta varones
de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; tráelos a la puerta
del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del
espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo y no la llevarás tú solo."
(Números 11:16,17) Véanse: Núm. 27:18-19; Deuteronomio 34:9; Nehemías 9:20.

(3) Sus Jueces. "Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a
Israel, y salió a batalla..." (Jueces 3:10)

(4) Sus Reyes. Saúl: "Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Dios vino sobre él con poder; y él se
encendió en ira en gran manera." (I Samuel 11:6) Véase: I Samuel 6:1. David: "Y Samuel tomó el
cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de
Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá." (I Samuel 16:13) Véanse:
Salmo 51:11,12; 143:10.

(5) Sus sacerdotes. "Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías hijo del sacerdote Joiada..." (II
Crónicas 24:20)

(6) Sus profetas. "Y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová
de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo
de parte de Jehová de los ejércitos." (Zacarías 7:12) Véanse: Nehemías 9:30; Ezequiel 2:2; Daniel
5:1-14; Miqueas 3:8.

(7) El Santuario.

(a) El Tabernáculo. Nada fue dejado a la sabiduría humana. El templo no fue hecho por la habilidad
natural del hombre. "Y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en
todo arte." (Ex. 35:31) Véanse: Ex. 28:3; 31:1-5.

(b) El Templo. "Y David dio a Salomón su hijo el plano del pórtico del templo y sus casas, sus
tesorerías, sus aposentos, sus cámaras y la casa del propiciatorio...Todas estas cosas, dijo David, me
fueron trazadas por la mano de Jehová, que me hizo entender todas las obras del diseño." (I Crónicas
28:11,19)

83
(c) En relación al Mesías. "El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me
ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar
buenas nuevas a los abatidos, y a los presos apertura de la cárcel;" (Isaías 61;1) Véase: Isa.11:2.

e. En relación al milenio. "Y después de esto derramaré mi


Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán
sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi
Espíritu en aquellos días." (Joel 2:28-29) "Después" significa después de la restauración de Israel.
Véanse: Ezequiel 36:25-28; 37:14.

f. En relación a la inspiración. "Estas son las palabras postreras de David. Dijo: David hijo de Isaí,
dijo aquel varón que fue levantado en alto, el ungido del Dios de Jacob, el dulce cantor de Israel; el
Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua." (II Samuel 23:1-2)
Véanse: Números 24:2; Hechos 1:16; 4:25; I Pedro 1:10-12; II Pedro 1:21; II Timoteo 3:16-17.

B. SEGUN LO DECLARA EL NUEVO TESTAMENTO.

1. El Espíritu Santo y Cristo.

a. La referencia a su obra en la antigua dispensación.

(1) En la Profecía. "Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y
diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el
Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las
glorias que vendrían tras ellos." (I Pedro 1:10)

(2) En los Tipos. El tabernáculo es un tipo de Cristo. Todo acerca de él revela al Salvador. El Espíritu
Santo fue quien capacitó a los hombres para construir el tabernáculo. "Mira, yo he llamado por nombre
a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría
y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en
bronce." (Éxodo 31:2-4)

b. En referencia a su manifestación terrenal.

(1) El nacimiento de Cristo. "Respondiendo el ángel, le dijo: El


Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el
Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." (Lucas 1:35) Véase: Hebreos 10:5.

(2) El bautismo de Cristo. "Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue
bautizado; y orando, el cielo se abrió y descendió el Espíritu Santo sobre él, en forma corporal, como
paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia." (Lucas
3:21-22) Véanse: Marcos 1:10-11; Juan 1:32-33.

(3) La tentación de Cristo. "Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el
Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo..." (Lucas 4:1-2) Véanse: Mateo 4:1;
Marcos 1:12.

(4) El ungimiento de Cristo. "...Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y
cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba
con él." (Hechos 10:38) Véase: Lucas 4:l8.
84
(5) La enseñanza de Cristo. "Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el
Espíritu por medida." (Juan 3:34)

(6) Los milagros de Cristo. "Pero si hoy por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente
ha llegado a vosotros el reino de Dios." (Mateo 12:38)

(7) La vida de Cristo. "Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al
desierto." (Lucas 4:1) Véanse: Lucas 10:21; Hebreos 9:14.

(8) La muerte de Cristo. "¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al
Dios vivo?" (Hebreos 9:14)

(9) La resurrección de Cristo. "Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por
su Espíritu que mora en vosotros." (Romanos 8:11)
(10) Los mandamientos previos a su ascensión. Lucas, en la introducción a los Hechos, dice que en su
evangelio, "...hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que
fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había
escogido." (Hechos 1:1-2) Véase: Hechos 1:8.

c. La referencia a su obra durante esta dispensación.

(1) El glorifica a Cristo. "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber." (Juan 16:1)

(2) El testifica de Cristo. "Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo,
el cual ha dado Dios a los que le obedecen." (Hechos.5:32)

(3) El honra a Cristo. "Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama
anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo." (I Corintios 12:3)

2. El Espíritu Santo y el mundo.

a. Convicción. "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De


pecado, por cuanto no crean en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio,
por cuando el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado." (Juan 16:8-11)

(1) De Pecado. La ocupación del Espíritu Santo no es convencer al mundo de asesinato, adulterio, etc.
La ley de cada país hace eso. El Espíritu Santo convence al mundo de incredulidad: "...por cuanto no
creen en mí." (Juan 16:9) Muchas veces confundimos la palabra "convencer," pensando que ésta
significa hacer a uno sentirse culpable; pero ese no es el significado en absoluto. "Convencer" significa
ser hallado culpable del pecado de incredulidad, ya sea que la persona se siente culpable, o no. Así es, el
pecador es convicto, condenado, y espera ser sentenciado. "El que en él cree, no es condenado; pero el
que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios... la ira
de Dios está sobre él." (Juan 3:18,36) El Gran Trono Blanco no es donde se determina la culpabilidad
del pecador; sino el lugar para sentenciarlo al grado de castigo que sus obras merecen.

85
(2) De justicia. ¿De qué manera el Espíritu convence al mundo de justicia? El Espíritu Santo no
convence al mundo de la falta de justicia propia; sino que, lo convence de la justicia de Cristo. "...por
cuanto voy al Padre." (Juan 16:10)

(3) De juicio. Si el mundo rechaza a Cristo, no le queda nada más que el juicio. "y en ningún otro hay
salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos."
(Hechos 4:12) El concepto que el mundo tiene del juicio futuro es muy confuso. El hombre tiene una
idea falsa tras otra. No obstante, estas creencias universales, no importa cuán equivocadas sean, son una
prueba positiva de que habrá un momento en que los hombres tendrá que dar cuenta a Dios. La Biblia es
la única fuente verdadera que habla del juicio del Gran Trono Blanco.

b. Regeneración. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he
aquí todas son hechas nuevas." (II Corintios 5:17) Véase: Juan 3:5. Un hombre podría hacer
excepciones, quizás pensando que fuera posible convertirse en un hijo de Dios de alguna otra manera,
pero Dios no exceptúa a nadie. El demanda que todas las personas nazcan otra vez para entrar en el
cielo.

c. Impedimento al Mal. "Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al
presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio." (II Tesalonicenses 2:7) Uno de
estos días, la desobediencia y la ilegalidad van a estar encabezadas por un sólo hombre, el Anticristo.
Hay una Persona en el mundo que impide que el pecado se desenfrene totalmente, y esa Persona es el
Espíritu Santo. Durante la Gran Tribulación, cuando el Anticristo sea revelado, el Espíritu Santo se hará
a un lado, quitando su presencia santa e influencia represiva del mundo pecador y permitiendo que la
humanidad se hunda en las profundidades de la degradación.

3. El Espíritu Santo y la Iglesia. Véanse: Efesios 1:22-23; 2:12-16; 3:4-l6.

a. El Espíritu Santo nos sumerge en el cuerpo de Cristo. El bautismo del Espíritu es la operación
mediante la cual la Iglesia está constituida. "Porque por un sólo Espíritu fuimos todos bautizados en un
cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio un mismo Espíritu. (I
Corintios 12:13)

Existen siete referencias al bautismo del Espíritu Santo. Cinco son proféticas (Mateo 3:11; Marcos
1:8; Lucas 3:16; Juan 1:33; Hechos 1:5); una histórica (Hechos 11:16) y una didáctica (I Corintios
12:13). En los cinco pasajes proféticos hallamos que dos hablan del bautismo del Espíritu, y de fuego,
los cuales no son la misma cosa. El bautismo del Espíritu habla de la formación de la Iglesia, mientras
que el bautismo de fuego habla de juicio. Los pasajes que hablan del bautismo de fuego son Mateo 3:11
y Lucas 3:16. Fue en estos pasajes que Cristo estaba dirigiendo su mensaje tanto a los salvados, como a
las "víboras" (incrédulos). Las narraciones de Marcos y Juan no incluyen "el bautismo de fuego,"
porque éstas no se dirigen a las "víboras."

Todas las cinco porciones proféticas apuntan al futuro. El pasaje histórico mira hacia el pasado; por lo
tanto, el bautismo del Espíritu viene entre los dos. Esto es entre Pentecostés y el arrebatamiento.

El bautismo del Espíritu Santo no fue el obsequio de poder que permitió que los apóstoles hicieran
milagros, porque ellos efectuaron muchos milagros antes de ser bautizados con el Espíritu. La Iglesia es
un organismo, no una organización, y el bautismo del Espíritu es aquel acto de Dios que une a los
creyentes dentro de este organismo. Siempre que se unen las palabras "bautismo del Espíritu," éstas son
aplicadas colectivamente, a un grupo, nunca a un individuo. ¿Cuándo fuimos nosotros y los corintios
bautizados con el Espíritu? (I Corintios 12:13)
86
Cuando uno recibe a Cristo, es sellado en Cristo con el Espíritu. "En él también vosotros, habiendo oído
la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el
Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13) La persona que confía en Cristo recibe también al mismo
instante el bautismo del Espíritu.

Para la Iglesia de Jesucristo, había un sólo Calvario, y había un sólo Día de Pentecostés. El pecador, sin
embargo, debe apropiarse del Calvario por fe, y reconocer el propósito de Pentecostés por fe, para que
ambos sean una realidad en su alma. Las dos experiencias, el Calvario y Pentecostés, tienen lugar
inmediatamente en el momento que él acepte a Cristo como su Salvador y Señor personal.

Nos agradaría dar una explicación del versículo siguiente, por cuanto es usado por muchos para el
argumento mencionado anteriormente: "Un Señor, una fe, un bautismo." (Efesios 4:5) Este verso no
habla del bautismo del Espíritu, sino del bautismo por agua. En el contexto, el versículo que precede a
este texto explica el bautismo del Espíritu: "Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en
una misma esperanza de vuestra vocación." (Efesios 4:4) El creyente está puesto en el cuerpo de Cristo
por el bautismo del Espíritu en el momento que cree en Cristo; y recibe privilegio en la iglesia por medio
del bautismo con agua.

El Día de Pentecostés siempre vino cincuenta días después de la Fiesta de las Primicias. La Fiesta de las
Primicias era un tipo de la resurrección de Cristo. El segundo capítulo de Hechos registra la narración
de los ciento veinte discípulos reunidos en el aposento alto, esperando que se cumplan los cincuenta
días. El Espíritu Santo no vino en respuesta a la oración de ellos. Todas sus oraciones y ayunos no
habrían apurado la venida del Espíritu. El debía venir a tiempo. Es inconcebible pensar que el Espíritu
venga cuarenta y nueve, o aun cincuenta y un días después de la resurrección del Señor. No obstante, el
Espíritu Santo vino exactamente 50 días después de la resurrección.

La tipología de la Fiesta de la Pascua se cumplió en el Calvario. Cristo no morirá otra vez. La tipología
de la Fiesta de Pentecostés se cumplió con la venida del Espíritu, y no habrá otro Pentecostés. El
Cordero de la Pascua jamás se ofrecerá otra vez. Jamás habrá otro Día de Pentecostés para la Iglesia.
Todo fue cumplido una vez para siempre.

La fiesta judía de Pentecostés, originalmente, también era conocida como la Fiesta de las Semanas,
cuando se juntaban la cosecha. En Levítico 23:22 leemos: "Cuando segares la mies de vuestra tierra, no
segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás.
Yo Jehová vuestro Dios". Así que vemos que la cosecha era para tres clases de personas: (1) Israel, (2)
los pobres y (3) los extranjeros.

Los tres grupos de personas recibían bendiciones de la cosecha. El bautismo del Espíritu fue el
cumplimiento de la Fiesta de la Cosecha (de las Semanas, o sea, de Pentecostés) para tres clases de
gente:
(1) Israel en Jerusalén. (Hechos 2:37-39)
(2) Los samaritanos (pobres). (Hechos 8:9-17)
(3) Los gentiles en Cesarea (Hechos 10:34-44)

*Lo que sigue es el proceso mediante el cual los tres grupos de personas antedichos recibieron el
Espíritu Santo:

87
(1) Los judíos en Jerusalén.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.


(b) Luego fueron bautizados con agua.
(c) Luego recibieron al Espíritu Santo. (Hechos 2:38,41)

(2) Los samaritanos.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.


(b) Luego fueron bautizados con agua.
(c) Luego la imposición de las manos de Pedro.
(d) Luego recibieron al Espíritu Santo. (Hechos 8:4-16)

Nota: Parece que había un problema doctrinal y que Felipe les había predicado "el evangelio del reino,"
como lo había predicado Juan el bautista (v.12); y se bautizaron sin entender el evangelio
completamente. Véase: Hechos 19:1-6. Durante la infancia de la Iglesia, había un período de
transición y existía confusión, porque el nuevo testamento no estaba en las manos de los discípulos.
Pedro aclaró el mensaje y oró por ellos (v.16, 17). A Pedro se le había dado la llave de la predicación
para abrir la puerta de la salvación a todas las personas. (Mateo 16:19)

(3) Los gentiles en Cesarea.

(a) Arrepentimiento y fe en Cristo.


(b) Luego recibieron al Espíritu Santo.
(c) Luego fueron bautizados con agua. (Hechos 10:34-48)

Hubo dos obras del Espíritu en el día de Pentecostés. Estas no deben confundirse. Las dos operaciones
fueron el "bautismo" y la "llenura." Los creyentes fueron bautizados con el Espíritu en Pentecostés, a
pesar de que la palabra "bautismo" no es mencionada en Hechos capítulo dos. Sabemos que el bautismo
ocurrió entonces debido a las palabras expresadas por el Señor Jesús poco tiempo antes de su ascensión.
"Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro
de no muchos días." (Hechos 1:5)

Hay algunos que piensan que el hablar en lenguas fue una señal de que habían sido bautizados con el
Espíritu, pero si nos fijamos detenidamente en el pasaje, hallaremos que ellos hablaron en lenguas
debido a que estaban llenos del Espíritu. Nadie se convirtió mientras se hablaba en lenguas en el día de
Pentecostés, pero tres mil fueron salvos cuando Pedro predicó el evangelio.

Pedro declaró, "Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de
mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán
visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en
aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán." (Hechos 2:16-18) ¿Qué cosa fue este "esto?"
¿El hablar en lenguas? ¡No! "Esto" es una cita de Joel, y lo estamos citando. Pedro estaba dando a Joel
como ejemplo, porque Dios estaba efectuando aquellas cosas que Joel había profetizado, de las cuales
los judíos fueron testigos.

b. El Espíritu mora en la Iglesia. "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora
en vosotros?" (I Corintios 3:16)

88
c. El Espíritu edifica la Iglesia. "En quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de
Dios en el Espíritu." (Efesios 2:22)

d. El Espíritu administra la Iglesia.

(1) El pone a los pastores y nombra a los oficiales. "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el
rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él
ganó por su propia sangre." (Hechos 20:28) Véase: Hechos 6:3,5,10.

(2) El dirige la obra misionera. "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo:
Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado." (Hechos 13:2) Véase: Hechos
10:19.

4. El Espíritu Santo y el cristiano.

a. Comenzando en el Espíritu. "¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la


verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como
crucificado? Esto sólo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el
oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?"
(Gálatas 3:1-3)

Nos convertimos en cristianos solamente por la operación de Dios. El Espíritu Santo nos imparte una
nueva vida. Esta vida viene por medio del nuevo nacimiento: "Os es necesario nacer de nuevo... Lo que
es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es." (Juan 3:5-6) Dios jamás ha
tenido comunión con hombres irredentos en ninguna dispensación hasta que ellos hayan aceptado y
obedecido las condiciones de la salvación.

b. La residencia del Espíritu. "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual
está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" (I Corintios 6:19) ¿Qué seguridad
tiene el cristiano de que el Espíritu mora en él? ¿Por los sentimientos? ¿Por algún éxtasis sublime? No.
¡Por creer la promesa de la Palabra de Dios! El Espíritu pasa a morar en el creyente cuando éste
responda a lo que Cristo ha realizado, cuando él acepte a Cristo Jesús por fe. La prueba de la morada del
Espíritu en el creyente no está basada en los sentimientos, porque estos pueden cambiar de un día para
otro, mas la promesa de Cristo jamás cambia.

"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie, y alzó la voz diciendo: Si alguno tiene sed,
venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu
Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado." (Juan 7:37-39) Esta porción de la Palabra de Dios,
claramente expresa que los discípulos no habían recibido aún el Espíritu Santo, pero que lo recibirían en
el futuro, y ciertamente lo recibieron en Pentecostés. Juan 14:17 revela que ellos todavía no habían
recibido el Espíritu hasta Pentecostés. "... porque mora con vosotros, y estará en vosotros."

Antes de Pentecostés, el Espíritu estaba con ellos; pero después de Pentecostés el Espíritu vivía en ellos.
Ningún creyente debe orar como David oró: "No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu Santo
Espíritu." (Salmo 51:11) David no estaba habitado por el Espíritu Santo. ¡Pero el cristiano sí lo está!
"Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en
vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él." (Romanos 8:9)

89
Otro texto bíblico que ha confundido a los hijos de Dios es Lucas 11:13. "Pues si vosotros, siendo
malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu
Santo a los que se lo pidan?" Algunos sostienen que debemos pedir el Espíritu para poder recibirlo; pero
recordemos que esto se habló antes de Pentecostés. No tenemos ninguna Escritura que diga que uno
debe pedir el Espíritu después de Pentecostés.

La última porción de las Escrituras que trataremos con respecto a la morada en el creyente del Espíritu
Santo es Juan 20:22. "Y habiendo dicho esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo." Muchos
dicen que en este momento los discípulos fueron habitados por el Espíritu Santo en vez de en
Pentecostés. Sin embargo sabemos que ellos no recibieron el Espíritu Santo en ese momento, porque se
les mandó "...que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual les dijo,
oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu
Santo dentro de no muchos días." (Hechos 1:4-5) Ahora bien, si ellos hubieran recibido el Espíritu
Santo, ¿por qué debían esperar para recibirlo?

c. El sello del Espíritu Santo. "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el
evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa." (Efesios 1:13)

*La palabra "sellado" se usa muchas veces en las Escrituras:

(1) El que sella. El que sella es Dios, el Padre. "Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que
nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros
corazones." (II Corintios 1:21-22)

(2) Los sellados. Hay dos que son sellados por el Padre: el Hijo y los creyentes. "Trabajad, no por la
comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará;
porque a éste señaló Dios el Padre." (Juan 6:27) "Y no contristéis al Espíritu Santo con el cual fuisteis
sellados para el día de la redención." (Efesios 4:30) El Hijo fue sellado debido a quien El es. Nosotros
somos sellados a causa de Jesús y de nuestra posición en El.

*El Creyente es sellado en el momento que él acepta a Cristo como su Salvador. "En él también
vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él,
fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa." (Efesios 1:13)

(3) El sello. El Espíritu Santo mismo es el sello. El sello no es asegurado mediante alguna experiencia
emocional, sino mediante creer en Cristo. "... y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu
Santo de la promesa." (Efesios 1:13)

(4) El significado.

(a) El sello señala propiedad. Si estamos sellados, entonces tenemos el sello de propiedad de Dios
sobre nosotros. "Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que
son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo." (II Timoteo 2:19)

(b) El sello simboliza identificación. Esta es nuestra identificación para el futuro. "En él (Cristo)
también vosotros... fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra
herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria." (Efesios 1:13,14)

90
(c) El sello habla de seguridad. En Apocalipsis 7:4-8 se habla de los 144,000 sellados. Satanás es
sellado y arrojado en el abismo durante el milenio. (Apocalipsis 20:3) Apocalipsis menciona siete
sellos que ninguno, sino Cristo, puede abrir. (Apocalipsis 5:1 - 8:5) Nosotros, los creyentes, estamos
sellados para la hora de nuestra redención. (Efesios 1:13-14)

(d) El sello testifica a una transacción realizada. "Y escribí la carta y la sellé, y la hice certificar con
testigos, y pesé el dinero en balanza." (Jeremías 32:10) El sello del Espíritu Santo es la evidencia legal
que testifica del hecho que nosotros formamos parte de la obra consumada de Cristo.

(e) El sello asegura legitimidad. "Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la
fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin
de que también a ellos la fe les sea contada por justicia." (Romanos 4:11) Véase: Ester 3:12.

(f) El sello marca un trato inmutable. "Escribid, pues, vosotros a los judíos como bien os pareciere,
en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque un edicto que se escribe en nombre del rey, y
se sella con el anillo del rey, no puede ser revocado." (Ester 8:8)

(g) El sello habla de un precio pagado. "¿No tengo yo esto guardado conmigo, sellado en mis
tesoros?" (Deuteronomio 32:34)

(h) El sello era una marca. El siempre ha dejado su impresión en el lacre. Si nosotros estamos
sellados con el Espíritu, su impresión debe estar sobre nosotros. "Ella muda luego de aspecto como
barro bajo el sello, y viene a estar como con vestidura." (Job 38:14) "Siendo manifiesto que sois carta
de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de
piedra, sino en tablas de carne del corazón." (II Corintios 3:3)

d. Las arras del Espíritu. "El cual (Dios) también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu
en nuestros corazones." (II Corintios 1:22) Véase: II Corintios 5:5; Efesios 1:13.

Las "arras" son un símbolo que habla del futuro. Esta es una parte del pago parcial por aquello que será
pagado en su totalidad en una fecha futura. Cuando una cantidad de dinero se paga en prenda (arras)
sobre cierta propiedad, ambas partes quedan obligadas. Cuando Dios nos otorga sus arras, El queda
obligado por tiempo y eternidad. El Espíritu Santo es las arras de Dios, la cuota inicial divina de nuestra
salvación. El creyente todavía no tiene todas las cosas que debe recibir; aún queda más. Esto
ciertamente hace dar vértigos a nuestra imaginación. Si el Espíritu Santo es sólo parte de lo que hemos
de recibir, y El es Dios, y Dios es todas las cosas, ¿qué será el resto?

Si una cantidad de dinero ha sido entregada en prenda sobre alguna propiedad, y el comprador no
pudiera completar la transacción, él habrá perdido su cuota inicial. Dios nos ha dado su prenda, el
Espíritu Santo. Si El no pudiera completar nuestra salvación, El habrá perdido su depósito; pero
nosotros sabemos que esto es imposible. Por lo cual, las arras del Espíritu son la garantía de nuestra
salvación eterna.

(1) Ilustraciones de las arras.

(a) Los presentes a Rebeca. (Génesis 24) Estos regalos eran como arras, como una promesa de lo que
vendría después.

(b) El fruto de Canaán. (Números 13) El fruto era las arras de aquello que estaba prometido, el gozo
anticipado de su herencia.
91
(c) Los regalos de Booz. (Rut 2) Los puñados de grano dejados para Rut, y sólo para ella, eran
únicamente las arras de lo que Booz tenía para ofrecer en matrimonio.

(d) Las primicias. (Levítico 23) Esta ofrenda mecida a Dios era las arras del hombre que indicaba que
un diezmo de su cosecha aún sería traído a Dios.

(2) El dador de las arras. ¡Dios es el Dador! "Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que
nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros
corazones." (II Corintios 1:21-22)

(3) Descripción de las arras. El Espíritu Santo es las arras. "... las arras del Espíritu." (II Corintios
1:22)

(4) El lugar de las arras. Ese lugar es nuestros corazones. "... las arras del Espíritu en nuestros
corazones." (II Corintios 1:22)

(5) La garantía de las arras.

(a) Garantiza nuestra resurrección. "Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, esperando la
adopción, la redención de nuestro cuerpo." (Romanos 8:23)

(b) Garantiza nuestra herencia. "Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con
Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados."
(Romanos 8:17)

(c) Garantiza nuestra gloria. "Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros,
hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación,
mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro
evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo." (II Tesalonicenses 2:13-14)

e. La Llenura del Espíritu. "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras
lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen." (Hechos 2:4) "Cuando hubieron orado, el lugar en
que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la
palabra de Dios." (Hechos 4:31) "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed
llenos del Espíritu." (Efesios 5:18)

La llenura del Espíritu tiene que ver con la vida y la obra del cristiano, mediante la cual él es facultado
para hacer aquello que ha sido ordenado por el Señor.

(1) ¿De qué se trata? Existen numerosas opiniones en cuanto al significado de lo que es ser "lleno" del
Espíritu. Algunos dicen que esto sucede cuando una persona nazca de nuevo. El creyente ciertamente
recibe el Espíritu Santo al momento de su conversión, pero esto no es el llenado del Espíritu; esto es la
regeneración del Espíritu. (Tito 3:5) Otros sostienen, "que el llenado del Espíritu es aquella experiencia
por la cual el creyente recibe el Espíritu Santo algo más tarde, después de ser salvo." Sin embargo, la
Palabra de Dios declara que todos los creyentes han recibido el Espíritu Santo. "Y si alguno no tiene el
Espíritu de Cristo, no es de él." (Romanos 8:9)

El "llenado" del Espíritu puede ser confundido para muchos a causa de esa palabra, "llenado." Las
personas, en su mayoría, piensan de un llenado material, como cuando una vasija es llenada con agua.
92
No obstante, el Espíritu no es algo material, sino una Persona. Es verdad que una vasija media llena
puede ser llenada con más agua; pero es imposible para el creyente que ya tiene el Espíritu, poder
obtener más de El. Uno no puede conseguir más de Dios, pero Dios puede lograr controlar más de la
vida de uno.

Ahora bien, el creyente ya tiene el Espíritu, pero se le manda ser "lleno" de El. El creyente es habitado
por el Espíritu; es sellado con el Espíritu; es bautizado en el cuerpo de Cristo por el Espíritu; es
regenerado por el Espíritu; y aún se le ordena que sea "lleno" del Espíritu. ¿Qué es el ser "lleno" del
Espíritu? Ser "lleno" es estar "controlado" por el Espíritu. Por tanto, al cristiano se le amonesta a que
sea constantemente controlado, poseído y dominado por el Espíritu. Nosotros ahora sabemos el
significado total de la expresión, "No es cuánto del Espíritu Santo que uno tenga, sino cuánto de uno que
tenga el Espíritu Santo."

(2) ¿Cómo? ¿Es esta experiencia asegurada mediante la búsqueda y mediante la oración? No hay
ningún pasaje en la Palabra de Dios donde una persona haya jamás orado para ser "lleno" del Espíritu y
lo haya recibido. Esto es producido por nuestro sometimiento al Señor. Cuando nos rindamos a El,
nuestras voluntades mueren, y su voluntad es la meta para nuestras vidas. Nuestras ambiciones pierden
importancia y caen como cenizas a nuestros pies.

Alguien preguntará, "¿Cómo puedo someterme a su voluntad?" Este es el acto del creyente que se
coloca a sí mismo en el altar de Dios. "Y andas en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a
sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante." (Efesios 5:2) La ofrenda de olor
fragante de que se habla aquí es el holocausto continuo. Aquel holocausto jamás carecía de un cordero
de sacrificio, porque cuando uno era consumido, otro era colocado en su lugar inmediatamente, uno por
la mañana y otro a la caída de la tarde. Este holocausto nunca fue instituido como una ofrenda por el
pecado, sino más bien, como una ofrenda de alabanza. Al cristiano se le implora que se dé a sí mismo
como sacrificio vivo, como un holocausto continuo (Romanos 12:1-2), proclamando las alabanzas de
Aquel que lo "llamó de las tinieblas a su luz admirable." (I Pedro 2:9)

(3) ¿Cuándo? ¿Cuándo tome posesión el Espíritu? ¿Cuándo controle El al creyente? Tan pronto como
el creyente se rinda a El para hacer su voluntad.

¿Hay un cierto número de pasos que uno debe tomar a fin de lograr nuestro sometimiento? No. ¿Cuáles
son entonces los requisitos, para el sometimiento total a la voluntad de Dios? Para algunos, quizás,
signifique la muerte del propio yo; para otros, la obediencia al llamado de Dios; y aún para otros, el
abandono de la práctica del pecado, etc. Todo lo que sea necesario para lograr nuestra sumisión total a
la voluntad de Dios. ¡Este es el requisito!

(4) ¿Por qué? ¿Debiera el creyente alguna vez hacer esta pregunta? ¿Hay necesidad de que seamos
"llenos" del Espíritu? Nosotros contestamos que "sí" a ambas preguntas. Algunos cristianos no
comprenden que hay algo que se llama ser "lleno" del Espíritu; y por consiguiente, los tales son
espiritualmente impotentes. Además del mandamiento de Dios de que seamos "llenos" del Espíritu, nos
damos cuenta de que dicha condición es indispensable para disponer de poder en la vida y en el servicio,
no para ganancias egoístas, sino para la gloria del Señor Jesucristo y para ganar a los perdidos.

(5) ¿Cuáles son los resultados? Aquellos que han sido verdaderamente "llenos" del Espíritu revelan
estas características:

(a) Ellos reflejan a Cristo.


(b) Ellos convencen al mundo.
93
(c) Ellos aman la Palabra.
(d) Ellos están llenos de poder.
(e) Ellos están llenos de vida.

*Diferencias entre el bautismo y la llenura:

El bautismo del Espíritu.

1. Tiene que ver con el cuerpo.


2. El bautismo es externo.
3. Todo creyente es bautizado con el Espíritu. (1 Corintios 12:13)
4. La Biblia no manda ser bautizado con el Espíritu.
5. Es una obra del Espíritu en el momento de la salvación.
6. El creyente es bautizado solamente una vez.
7. Nadie fue bautizado con el Espíritu antes de Pentecostés.

Nota: El bautismo del Espíritu coloca a los creyentes dentro del cuerpo de Cristo, la Iglesia, y es una
experiencia automática.

La llenura del Espíritu.

1. Tiene que ver con el individuo.


2. El llenado es interno.
3. Un creyente puede, o no, ser lleno del Espíritu.
4. Todos los creyentes deben ser llenos del Espíritu.
5. Uno puede ser lleno del Espíritu años después de haber sido salvo.
6. La llenura del Espíritu se repite muchas veces.
7. Algunos fueron "llenos" antes de Pentecostés.

Nota: Para servir a Dios como se debe, es indispensable ser llenos del Espíritu.

f. El fruto del Espíritu. "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley." (Gálatas 5:22-23) El fruto del Espíritu es
el verdadero carácter cristiano. Debemos notar que la palabra "fruto" es singular.

La vida de nuestro Señor Jesucristo es el ejemplo más grandioso del fruto del Espíritu. El fruto siempre
viene de la vida interior.
En las épocas de Navidad, cuando veamos manzanas y naranjas en los arbolitos de Navidad, nosotros
sabemos que dichas frutas han sido atadas como adornos a los árboles. Uno no tiene que atar manzanas
a los manzanos porque ellas crecen naturalmente en dichos árboles. Existen muchas religiones sociales
que figurativamente están atando manzanas y naranjas a los árboles de Navidad. Ellos pretenden llevar
fruto, pero no hay vida interior, porque no tienen el Espíritu. Sólo tienen el aspecto de la santidad, pero
niegan el poder de la misma. Un árbol de manzanas no tiene que trabajar para producir manzanas;
simplemente las cede. El cristiano no lleva el fruto del Espíritu por su propia labor, sino simplemente da
cedimiento al Espíritu.

(1) El fruto en relación al individuo. Amor, gozo, paz.


(2) El fruto en relación a los hombres. Paciencia, benignidad, bondad.
(3) El fruto en relación a Dios. Fe, mansedumbre, templanza.

94
g. El andar en el Espíritu. "Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne."
(Gálatas 5:16) Otra manera de traducirlo: "Por el Espíritu sea el andar." El Espíritu hará el caminar.
Una vieja ilustración es el traje de vestir. La persona dentro del traje hace el caminar. La
responsabilidad del traje es colgarse, sujetarse a la persona. Nosotros no debiéramos tener una voluntad
propia; sino que, al igual que el traje de vestir, deberíamos asirnos de El y dejarnos llevar. Dondequiera
que el Espíritu vaya, vamos nosotros. Su voluntad es la nuestra.

h. La renovación del Espíritu. "Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho,
sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo."
(Tito 3:5)

i. El fortalecimiento del Espíritu. Pablo pie a Dios que El les dé a los efesios, "...conforme a las
riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu." (Efesios 3:16)

j. El sembrar para el Espíritu. "No os engañéis; Dios no puede


ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su
carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida
eterna." (Gálatas 6:7-8) Este pasaje no está escrito para los inconversos, sino para los cristianos. El
cristiano puede sembrar para la carne, esto es, vivir en pecado; no obstante, para él, vendrá la hora de la
siega y el castigo.

k. La dirección del Espíritu. "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos
de Dios." (Romanos 8:14) Algunos interpretan este pasaje, diciendo, que significa que: "Aquellos que
en las decisiones de la vida solicitan el consejo del Espíritu, se aseguran con ello de que son hijos de
Dios." Ahora bien, es una verdadera bendición pedir y recibir del Espíritu Santo su voluntad en nuestras
decisiones, pero esto no es a lo que la Escritura se refiere. La guía del Espíritu hace alusión a la
dirección que es impartida por el Espíritu Santo a los creyentes que están en el Camino de la salvación.

l. La santificación del Espíritu. "Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del
Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas." (I
Pedro 1:2)

m. El suministro del Espíritu. "Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de
Jesucristo, esto resultará en mi liberación." (Filipenses 1:19)

n. Los dones del Espíritu.

(1) Enumeración de los dones. "No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales...
Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo
Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el
hacer milagros; a otro, profecía; a otro discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y
a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a
cada uno en particular como él quiere." (I Corintios 12:1, 8-11)

(2) Concesión de los Dones. Lo primero que quisiéramos destacar es que los dones no son otorgados a
las personas a causa de que los han deseado, o han orado por ellos; sino de acuerdo a la voluntad del
Espíritu, "...repartiendo a cada uno en particular como él quiere." (I Corintios 12:11)

95
Quisiéramos enfatizar que los dones fueron dados a fin de verificar las aseveraciones de Cristo y sus
discípulos que Jesucristo era verdaderamente el Hijo de Dios; que la antigua dispensación de la ley había
llegado a su fin y que la dispensación de la gracia había comenzado.

"¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido
anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios
juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimiento del Espíritu Santo
según su voluntad." (Hebreos 2:3-4) Había ciertamente la necesidad de que Dios verificara esta nueva
enseñanza que había sido comenzada por el mismo Señor Jesucristo. El pueblo había estado bajo las
tradiciones de la ley por más de mil cuatrocientos años; y por lo tanto, era difícil para ellos comprender
que Dios había suprimido el viejo pacto y había establecido el nuevo. Asimismo, aún no se había escrito
el nuevo testamento.

Por último, hacemos énfasis en el hecho de que ningún creyente recibe individualmente todos los dones.
"Y a unos puso Dios en la Iglesia primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los
que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de
lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?
¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?" (I Corintios 12:28-30)
La respuesta obvia es, ¡no!

(3) De la utilización de los dones. ¿Cómo debían usarse estos dones? El capítulo trece de I Corintios
simplemente declara que ellos debían ser motivados por amor. Pablo, por inspiración del Espíritu Santo,
declara que si tuviera todos los dones, y careciera de amor, él no sería nada; su vida sería infructuosa, y
sus galardones nulos.

Alguien preguntará, "¿Es el don de lenguas para nuestra época? ¿No dice la Biblia que "...no impidáis el
hablar en lenguas?" Este tema será tratado con más detalle en la próxima sección; no obstante, aquí
podríamos decir algo al respecto. I Corintios 14:39 claramente expresa: "Así que, hermanos, procurad
profetizar y no impidáis el hablar lenguas." Pero si el capítulo 14 ha de usarse como permiso para hablar
en lenguas, entonces los que hablan en lenguas deben ser gobernados por este mismo capítulo en cuanto
al uso que ellos hagan de este don.

Primero, quisiéramos ver lo que I Corintios, capítulo catorce, dice con respecto al uso legítimo de este
don: "Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.
Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios." (I Corintios 14:27-28)
Siempre que el don de lenguas sea empleado, sólo dos o cuando más tres, pueden hablar en un servicio.
Esta regla eliminaría muchas prácticas del movimiento carismático de la actualidad.

Lo que sigue en la orden es que el hablar debiera hacerse "por turno" - una persona a la vez. Esto
eliminaría aún más el mencionado culto de lenguas, porque a veces hay muchísimas personas, hasta
cientos de ellas, haciéndolo al mismo tiempo. Luego las Escrituras dicen que si no hay intérprete, que
no se puede hablar en lenguas en absoluto. Más del culto antedicho se eliminaría si se obedeciera este
mandato. Finalmente, "Vuestras mujeres callen en las congregaciones." (I Corintios 14:34) Esto
prácticamente pone fin a todo culto de lenguas, porque la mayoría de los que lo participan son mujeres.

Muchos querrán rebelarse al pasaje citado, diciendo que éste no quiere decir "lenguas," sino el uso de la
lengua. Si no significa "lenguas", se refiere a todo, incluso las lenguas, cuando dice que las mujeres
permanezcan calladas en las iglesias. Sin embargo, esto hace referencia sólo a las lenguas, porque en
otras porciones de este mismo libro de I Corintios se le permite a la mujer que hable y ore en la iglesia.

96
"Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es
que si se hubiese rapado." (I Corintios 11:5) "Profetizar" significa "predecir", o "declarar"; por tanto, a
la mujer se le permite declarar la Palabra de Dios en la escuela dominical, en el campo misionero, etc.

(4) De la retención de los dones. ¿Podría ser posible que Dios retenga muchos de los dones de los
creyentes de hoy, que El había otorgado al principio? Esto no sólo es posible, sino que es inevitable. En
I Corintios 13:8-10, el Señor declara, "El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y
cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas
cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará."

Recordemos que I Corintios 13 está hablando acerca de los "dones" del Espíritu cuando dice que las
profecías se acabarán. Esto no significa que algunas de las profecías dichas por los siervos de Dios,
como las registra la Biblia, dejarán de cumplirse; sino que el don de la profecía algún día será retenido.
Cuando dice que "cesarán las lenguas", no significa que en alguna fecha futura todas las lenguas serán
silenciadas, sino que el don de lenguas será retenido. Y cuando dice que "la ciencia se acabará", no
significa que habrá un momento en que el conocimiento habrá dejado de existir, sino que el don de la
ciencia espiritual será retenido. (I Corintios 13:8) Véase: I Corintios 12:8.

¿Cuándo serán retenidos los dones de profecía, lenguas y ciencias? Cuando "venga lo perfecto." Esto
no está hablando de la segunda venida de Cristo, sino más bien, cuando sea dada la revelación completa
de la Palabra de Dios. ¿Tenemos nosotros la revelación completa de Dios en la actualidad? Ciertamente
que sí. Cuando el apóstol Juan escribió, "La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros.
Amén." (Apocalipsis 22:21), la revelación total de Dios se había completado, y aquello que es perfecto
había venido.

*Puesto que tenemos la Santa Biblia completa, los dones de profecía, lenguas, y ciencia se han acabado.
Ellos han sido retenidos y no son para esta época.

En Efesios 4:11, leemos: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros." Por esta revelación más reciente que la de I Corintios,
notamos que no se menciona ninguno de los dones milagrosos, como estaban mencionados en I
Corintios 12, 13 y 14. Hoy, no hay más necesidad de los dones milagrosos, porque nosotros ya tenemos
la revelación completa de Dios. El hijo de Dios es bendecido en mayor medida por tener la Santa Biblia
que si tuviera todos los dones milagrosos.

Algunos sostienen que nosotros necesitamos estos dones para señal de que somos "llenos" del Espíritu.
Es verdad que Dios otorgó estos dones milagrosos como señales; sin embargo, no fueron dados para
indicar la llenura del Espíritu, sino para la confirmación del apostolado de Pablo (II Corintios 12:12);
para la confirmación de Pablo a los gentiles (Romanos 15:18-19); para la confirmación de la salvación
por medio de Cristo (Hebreos 2:3-4) y para la confirmación de la Palabra (Marcos 16:20).
¿Necesitamos nosotros estos dones hoy para confirmar la Palabra, el Evangelio, y el apóstol Pablo? No,
porque han sido confirmados por casi dos mil años de la historia de la Iglesia.

(5) De los dones restantes. "Y ahora permanece la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor
de ellos es el amor." (I Corintios 13:13) Todo cristiano posee estos tres dones. El creyente, al ser
controlado por el Espíritu Santo, debe utilizarlos.

97
o. El testimonio del Espíritu. "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos
de Dios." (Romanos 8:16)
La ley declara que en la boca de dos testigos la verdad será confirmada. Por tanto, tenemos los dos
testigos que declaran que somos hijos de Dios. Ellos son el Espíritu Santo y nuestro espíritu. ¿Cómo da
testimonio de nuestra salvación el Espíritu Santo? Mediante la Palabra. ¿Cómo da testimonio nuestro
espíritu? ¿A través de nuestros sentimientos, o de nuestra conciencia? No. Los sentimientos son
engañosos. Nuestro espíritu da testimonio por la fe en la Palabra de Dios. La Palabra de Dios declara
nuestra salvación cuando creamos en ella, cuando nosotros confiemos en Cristo. Por consiguiente, el
Espíritu da testimonio "junto con" nuestro espíritu.

p. De la unción del Espíritu. "Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas...
Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie
os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según
ella os ha enseñado, permaneced en él." (I Juan 2:20-27)

La palabra "unción" y "ungimiento" son de la misma palabra griega. En las Escrituras, el "ungimiento",
tanto en el antiguo como en el nuevo testamento, se efectuaba para algún servicio. Los reyes y los
sacerdotes eran ungidos para el servicio especial que debían prestar. Cristo fue ungido (Hechos 10:38)
El nombre mismo, el "Cristo," significa "el Ungido." El es el Ungido de Dios como Profeta (pasado),
Sacerdote (presente) y Rey (futuro).

El creyente en Cristo recibe el ungimiento para el servicio cuando es nacido de nuevo. El ungimiento
del Espíritu no es para unos pocos privilegiados. Todos los creyentes son ungidos, "...vosotros
recibisteis." El ungimiento del Espíritu se efectúa una vez para siempre, "...permanece en vosotros." No
hay lugar en las Escrituras donde se diga que uno recibe el ungimiento de nuevo. Las falsas religiones
podrán tratar de alejarnos de Cristo, de inducirnos a que nos apartemos de nuestra fe; pero nosotros,
habiendo oído los argumentos de sus persuasiones, no cedemos, porque tenemos la unción del Espíritu.
"...Y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe."

q. Del servicio aceptable a Dios. "Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos
a Dios, y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne." (Filipenses 3:3) Para ser
aceptable ante Dios, nuestros esfuerzos tienen que ser dirigidos por el Espíritu. No es que uno sirve a
Dios con sus manos, pies y labios; sino que, el Espíritu hace todo, a través de nuestras manos, pies y
labios.

r. De la comunión del Espíritu. "La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la
comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén." (II Corintios 13:14) La palabra
"comunión" podría traducirse "compañerismo," o "asociación." Por lo tanto, "comunión" significa
"participar, tomar parte, y compartir." La comunión del Espíritu Santo y de los cristianos se concentra
en la persona de Jesucristo.

s. De la oración en el Espíritu. "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues
qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos." (Romanos 8:26-27)

¿Es erróneo orar al Espíritu Santo? La Biblia no nos ordena hacerlo, a pesar de que El es un miembro de
la Trinidad.

98
t. De la batalla del Espíritu. "Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es
contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis." (Gálatas 5:17)

u. De la enseñanza del Espíritu. "Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el
Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios." (I Corintios 2:10) El Espíritu Santo revela su
palabra solamente a los creyentes que han nacido de nuevo, y no a los que están fuera del cuerpo de
Cristo. El hombre, sin el Espíritu de Dios, no puede aprender las verdades de Dios. (I Corintios 2:14)

5. El Espíritu Santo y las Escrituras.

a. Inspiración. "Toda la Escritura es inspirada por Dios..." (II Timoteo 3:16) El significado literal de
"inspirada" es "exhalada," o "del aliento de Dios." Ninguna profecía es producto del ingenio propio del
hombre. Nosotros creemos en la inspiración verbal de la Palabra de Dios. Las palabras, no meramente
los pensamientos, han sido inspirados, de la manera que fueron dadas por Dios en el idioma original.
Alguien preguntará, "¿No usó Dios a instrumentos humanos?" Sí, pero el uso de instrumentos humanos
no la rebajan como la Palabra de Dios. Cuando leemos el Pentateuco, nosotros no leemos las palabras
de Moisés, sino que leemos las palabras de Dios. Véanse: I Corintios 2:12-13; 10:11; Romanos 4:20-
25; 15:4.

b. Ilustración. La mejor manera de estudiar la Biblia es conociendo a su Autor. El mejor intérprete de


la Biblia es el Escritor, el Espíritu Santo. Así como el Señor Jesucristo hizo conocer las Escrituras a los
discípulos, de la misma manera el Espíritu Santo lo hace para nosotros en la actualidad. (I Corintios
2:9-14)

6. El Espíritu Santo y los pecados contra El.

a. Contristando al Espíritu. "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados
para el día de la redención." (Efesios 4:30) Contristar tiene que ver con el amor. Las personas que no
nos aman nunca podrían contristarnos. El Espíritu Santo se contrista por nosotros porque El nos ama.

b. Mintiendo al Espíritu. "Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses
al Espíritu Santo? (Hechos 5:3) Ananías mintió a la Iglesia, el templo del Espíritu Santo. También
nosotros podemos mentir al Espíritu Santo. Podemos pronunciar una mentira. Algunas veces en una
reunión emocional las personas dedican sus vidas a un servicio cristiano específico, pero poco después,
ellas descuidan esa decisión. Esto es mentir al Espíritu Santo.

c. Apagando al Espíritu. "No apaguéis al Espíritu..." (I Tesalonicenses 5:19) "Apagar" significa


"extinguir." Véase: Números 11:28-29.

d. Resistiendo al Espíritu. "Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo." (Hechos 7:51)

e. Insultando al Espíritu. "¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de
Dios... e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?" (Hebreos 10:29)

f. Blasfemando contra el Espíritu. Este es el llamado pecado imperdonable que encontramos en


Mateo 12:31-32 y Marcos 3:29-30. Si la gracia de Dios, la cual perdona todos los pecados de la
humanidad, no perdona éste, entonces debe ser un pecado verdaderamente insólito. El asesinato no es el
pecado imperdonable. La incredulidad no es el pecado imperdonable. ¿Dónde estaríamos nosotros si
esto fuera cierto? El rechazo de Jesucristo no es el pecado imperdonable; sin embargo, el hombre que
rechaza a Cristo y se muere sin El, se pierde irremediablemente.
99
El Espíritu no se esfuerza por el hombre después de la muerte. Su rechazo al final no fue imperdonable,
sino imperdonado.

Debemos distinguir entre las siguientes palabras:


(1) "Imperdonado," e "imperdonable,"
(2) "Inexcusado," e "inexcusable,"
(3) "No salvo," e "insalvable."

Creemos que la blasfemia contra el Espíritu Santo, que algunos denominan "imperdonable," era un
pecado dispensacional; y que fue limitado a los treinta y tres años durante los cuales Cristo estuvo en el
mundo. Dios no comisionó jamás a ningún hombre que fuera y predicara el mensaje de salvación a
algunos hombres a quienes El no quería a salvar. Véase: Marcos 16:15.

¿Ha sido salvado alguno que ha cometido la blasfemia? Sí, el apóstol Pablo. "...habiendo sido yo antes
blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en
incredulidad... Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero
toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna." (I Timoteo 1:13,16)

La palabra "hable" en Mateo 12:32, y en Marcos 3:30 son las claves de la interpretación correcta del
asunto.

7. Los símbolos del Espíritu Santo.

a. La Paloma. "También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como
paloma, y permaneció sobre él." (Juan 1:32) El Espíritu no descendió sobre ningún otro de esta
manera. En Génesis 1:2, el Espíritu Santo es descrito moviéndose sobre la faz de las aguas, como una
paloma cobijando sus huevos para empollarlos. La paloma es un ave limpia, benigna, y muy particular
con respecto a su comida. Así también los que son del Espíritu. Nosotros debemos ser "... sencillos
como palomas." (Mateo 10:16) La Palabra de Dios nos da una descripción de la ira del Hijo, pero
nunca de la ira del Espíritu Santo.

b. El agua. "Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu
derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos." (Isaías 44:3) Véase: Juan 7:38-39.
Lo que el agua significa para los labios sedientos, y lo que la lluvia significa para la tierra seca, es lo que
el Espíritu significa para el individuo. No hay nada que calme la sed mejor que el agua. No hay nada, ni
nadie que satisfaga el anhelo del corazón como el Espíritu Santo.

c. El Aceite. "Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel
día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá."
(I Samuel 16:13) Véanse: Isaías 61:1; Hechos 10:38. Cuando el sacerdote fue ungido con aceite, la
sangre de su ofrenda fue puesta en: (1) su oreja derecha - debía siempre oír la Palabra de Dios; (2) su
dedo pulgar derecho - sus labores debían ser para la gloria de Dios y (3) el pulgar de su pie derecho - él
debía caminar con Dios. (Lev. 8:12,22-24)

d. El viento. "Y me dijo: Profetiza al Espíritu, profetiza hijo de hombre, y di al Espíritu: Así ha dicho
Jehová es el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos y vivirán... Y pondré
mi Espíritu sobre vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová,
hablé, y lo hice, dice Jehová." (Ezequiel 37:9-14) Véase: Juan 3:3-8. El viento sugiere actividad. No
podemos ver al viento, sin embargo es poderoso. La visibilidad no puede restringir la acción. El viento
también habla de "limpieza." (Job 37:21)
100
e. El fuego. "Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de
ellos." (Hechos 2:3) El fuego es un símbolo para el Espíritu de Dios. Tal como el fuego, el Espíritu
Santo purifica, consume, calienta, prueba, ilumina y da energía.

f. La investidura. "Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre (cubrió como un vestido a) Gedeón, y
cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él." (Jueces 6:34) La investidura habla de la
protección, del cubrimiento. El Espíritu es nuestra protección.

101

También podría gustarte