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Hay países que su economía depende en gran medida del petróleo, destacando entre
ellos, Rusia, los países árabes y Venezuela, países que, una fluctuación en los precios
del barril de petróleo influye en gran medida en su economía y sociedad.
Para 1929, Venezuela fue el segundo mayor país productor de petróleo (sólo por
detrás de Estados Unidos) y el mayor exportador de petróleo del mundo. Con un
espectacular desarrollo de la industria, el sector del petróleo había comenzado a
dominar todos los demás sectores económicos del país, sin embargo, la producción
agrícola comenzó a disminuir drásticamente. Este repentino aumento de la atención
al petróleo y el abandono del sector agrario hacen que la economía venezolana sufra
de un fenómeno conocido por los economistas como la enfermedad holandesa. Esta
"enfermedad" se produce cuando una mercancía ocasiona un aumento sustancial de
los ingresos en un sector de la economía, y no es complementado por un mayor
ingreso en otros sectores. La agricultura representó alrededor de un tercio de la
producción económica en la década de 1920, pero por la década de 1950 esta fracción
se vio drásticamente reducida a una décima parte. Este repentino aumento de la
producción de petróleo limita la facultad general de Venezuela para crear y mantener
otras industrias. El gobierno hizo caso omiso a graves problemas sociales, incluyendo
educación, salud, infraestructura, agricultura y las industrias nacionales, causando
que Venezuela quedará muy detrás de otros países industrializados.
Petróleo e impuesto.
Por este concepto PDVSA canceló el año 2010 1.194 millones de dólares, es decir el
8,7% de los aportes al Fisco. Por regalías el aporte fue el 67,7% del total de los aportes.
Más detalles en el Cuadro abajo.
Cuando se suman estos aportes al Fisco a los otros impuestos, aportes al Fonden,
Misiones, Dividendos y varios, el Gobierno se está quedando con el 95% de lo que
produce la industria petrolera (el “government take”), uno de los ingresos rentísticos
más altos, sino el más alto del mundo. Como referencia valga decir que en Brasil el
“government take” es del 75% y en Colombia 55%. El promedio mundial es de 69%.
Sobre este anormal impuesto, no hay incentivo para una compañía privada producir
petróleo extra en estas condiciones, pues todo se lo quedará el PetroEstado. Sin
embargo, por ahora las empresas mixtas están exoneradas.
En 2013 un nuevo esquema tributario se establece. El esquema tributario establece
que Petróleos de Venezuela (PDVSA) y sus empresas mixtas deben pagar el impuesto
que grava la diferencia entre el valor del barril presupuestado para el 2013 de 55
dólares y el precio de venta real.
Según el decreto publicado este jueves en la Gaceta Oficial, se aplicará una tasa del
20% si el precio de venta del barril de petróleo está entre 55 y 80 dólares por barril
de crudo. El impuesto asciende a 80% si el barril es vendido entre 80 y 100 dólares y
a 90% en caso de que el precio sea de entre 100 y 110 dólares.
En el caso de que el precio del barril supere los 110 dólares, el impuesto será del 95%.
También se contempla un nivel de 80 dólares por barril como precio máximo para el
cálculo y la liquidación de Regalías, impuestos de Extracción e impuesto de Registro
de Exportación.
La modificación además deroga las disposiciones que regulan los aportes que entrega
PDVSA a un fondo discrecional (Fonden) del Gobierno, lo que engrosaría la caja de la
petrolera estatal.
Por todo esto es que la carga tributaria petrolera venezolana desalienta a compañías
privadas. La participación del Estado en la renta generada por la industria petrolera
es una de las más elevadas del mundo, debido a que las diferentes cargas tributarias
que se imponen a las empresas del sector alcanzarían 91,33%
Los aportes fiscales a la nación por concepto del petróleo son: El impuesto sobre la
renta, las regalías, el impuesto de extracción y el impuesto de registro de exportación
Petróleo y sociedad.
Antes de la llegada del petróleo a nuestra economía, como nación vivíamos casi
exclusivamente de la agricultura, del sistema agro-productivo tradicional. Este
sistema, vale decir, fue siempre profundamente básico. Sus niveles de tecnificación
fueron mínimos, la diversificación de los sub-sistemas fue escaso, y la realidad del
hombre y la mujer de aquella Venezuela rural se caracterizaba por la precariedad y la
enfermedad. Y aunque mucho se habla de una Venezuela exportadora de grandes
lotes de café y cacao, la realidad nos dice que sería más preciso hablar de grandes
terratenientes productores de unos pocos rubros agrícolas. Nuestro sistema fue
desarrollado con tanta timidez que, al inicio de la crisis mundial de la agricultura en el
siglo XIX, ya nuestros productos se tambaleaban en el mercado internacional y, con el
quiebre de 1929, fuimos eliminados definitivamente por Colombia y Brasil de los
mercados internacionales de la agricultura. Durante el gobierno de Cipriano Castro, y
el gobierno de Juan Vicente Gómez, se otorgaron de múltiples concesiones para
explorar y explotar los yacimientos que se encontraban en el territorio establecido,
o incluso mucho antes, con la concesión otorgada en el año 1865 en el Estado Zulia,
que caducó en menos de un año por incumplimiento de contrato por parte del
concesionario.
Ahora bien, Venezuela para estos años se caracterizaba por contar con muy escasos
recursos económicos, de transporte, educativos, de salud, comunicacionales, poca
industrialización, predominaba el sector agrícola, donde los principales productos de
exportación eran el café, cacao y ganado. Para el año 1914 con la Primera Guerra
Mundial y a la falta de combustibles y derivados del petróleo, que Venezuela
comienza a enlazar su destino con esta naciente industria petrolera. Para los años
80/90 la actividad petrolera se intensifica y la falta de inversión en otros sectores
convierte al sector petrolero en el principal motor de la economía Venezolana
trayendo como consecuencia que cada vez más los ciudadanos se vean vinculados de
manera directa o indirecta con la industria. El petróleo produjo cambios profundos en
la sociedad venezolana, modificando patrones de consumo y paradigmas de
pensamiento, como el paso de peón obrero a trabajador especializado, aceleró
abruptamente su paso de una sociedad rural a urbana, y se convirtió en un factor
decisivo y determinante en la construcción del Estado, la sociedad, la cultura política
y económica que caracteriza a la nación hasta la actualidad.
CONCLUSIÓN
Antonio Gonzales. “La economía petrolera del siglo XX” (2008). Disponible en:
https://antonio3609.jimdo.com/historia-economica-de-venezuela/la-economia-
petrolera-del-siglo-xx/