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Capitalismo

En el siglo XV el Feudalismo sufre una crisis, al igual que la cristiandad la


padeció. Ésta situación abrió paso al Capitalismo. La crisis consistió en la gran
peste, el Gran Cisma1, llegando a haber dos papas al mismo tiempo. La gran
peste ocasiono un descenso demográfico, viéndose reflejado en la agricultura,
esto provoco la migración de gente a las ciudades, para así ser más difícil obtener
los tributos de las tierras a los señores feudales. Durante el transcurso del
desarrollo del capitalismo, a la par, se observó un desacuerdo con la iglesia
católica: el luterismo. El capitalismo se desarrolló al mismo tiempo que la crítica
hacia la religión

El capitalismo se fue desarrollando en Europa a través de diferentes potencias


para después tomar mayor terreno. El primer país en desarrollar el capitalismo fue
España, con la llegada de Carlos V al trono.

La economía feudal estaba basada en un sistema descentralizado, donde los


sirvientes servían a un feudal y este era un vasallo del rey. Los feudales
trabajaban las tierras para el rey, al cual debían jurarle fidelidad, brindarle
cualquier servicio que llegase a necesitar a cambio de protección, sin embargo
cada señor feudal tenía el derecho de manejar las tierras otorgadas de manera
autónoma.

El capitalismo se desarrolla con mayor organización, creando un sistema estado-


nación, la sociedad es separada del estado, lo que propicia a generar un puente
de mediación entre ambas. Con este nuevo sistema se generan riquezas, debido
al comercio establecido con otras naciones, para esto se genera mayores redes
marítimas, principalmente en Inglaterra, así como la extensión de territorio. Este
último es sin duda una de las características principales que distinguieron al
capitalismo en su principio. Durante el comienzo de este sistema hubo muchos
cambios geográficos.

1
Carpentier, Jean y Lebrun, Francois (2006)
España en el siglo XVI con la llegada de Carlos V al trono, creció aceleradamente
su extensión territorial, pues siendo heredero de distintas coronas por parte de su
madre y padre, así como se hizo acreedor de territorios. Estos sucesos hicieron
que España adquiriera fuerza frente a sus enemigos. Siendo acreedor de tantos
reinados era complicado hacerse cargo de todos, por lo que creo instituciones que
fueran las encargadas de apoyar en la estructura de la nación. Sin embargo
Carlos V sometió a las cortes castellanas y gobernó como monarca absoluto2.

Así como España tuvo su apogeo de supremacía, le siguió Francia, Inglaterra,


Prusia y Rusia.

La extensión de territorio por parte de los reyes propicio a que diversos tronos
formaran uno solo, creando unión de costumbres, intereses, y así generar
riquezas en beneficio para la nación, en especial para el rey. Con este nuevo
sistema creado, el rey ejercía el máximo poder, de esta manera, centralizando el
poder que antes era ejercido por distintos reyes ahora por uno solo, lo que
conllevo al absolutismo.

Para ser capaz de tener control en naciones tan extensas se generó el estado, y
así tener instituciones, que ayudaron a tener control por parte del rey.

En pleno uso del absolutismo, los reyes optaron guiarse por la religión en vez por
lo económico, lo que propicio al despojo de otras religiones, ocasionando que la
economía se viera desfavorecida, y por el contrario, favoreciendo economías
extranjeras, debido a que las personas expulsadas formaban parte de la sociedad
activa. Incluso en Francia el rey violo el Edicto de Nantes3, en donde se proclama
libertad de culto e igualdad absoluta a los protestantes que a los católicos. En
España la expulsión de judíos y árabes, provoco la decadencia agrícola4.

2
González, Ciro (1973) Síntesis de Historia Universal
3
González, Ciro (1973) Síntesis de Historia Universal
4
González, Ciro (1973) Síntesis de Historia Universal
Los reyes trataban de tener el control en todo, incluso en la religión, lo que
provoco el aumento de la herejía, pues para entonces el luterismo estaba en su
esplendor. Este hecho ocasiono la persecución de muchos.

La religión ejercía poder sobre la forma de gobernar del rey. En las decisiones que
se tomaban, la religión estaba ante todo, ante la economía, ante la sociedad. Se
pretendía una sociedad en donde todos profesaran al mismo Dios, sin
cuestionamientos, para lograr esto, el rey tomo medidas las cuales no se veía
beneficiada la sociedad.

La política permanecía en manos de la ideología cristiana, lo que ocasiono


debilidad de la nación, pues la economía se veía afectada considerablemente. En
nombre de la religión se generaron grandes violencias. Los conflictos en los se
veían envueltos los estados siempre, o en su mayoría, estaban mezclados
cuestiones religiosas con cuestiones políticas.
Bibliografía

Carpentier, J. et. al. (2007) Breve Historia de Europa, Madrid: Alianza.

González, C. et. al. (1973) Síntesis de Historia Universal, México: Herrero.

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