El carnavalito es un tipo de ritmo y música tradicional de raíces prehispánicas, ha
perdurado y hoy sigue practicándose en el Norte de Argentina en las provincias de Jujuy y en partes de Salta, y Tucumán. Su música es alegre, en general pentatónica, ejecutada con instrumentos regionales como la quena, el charango, el erke, la caja chayera, el sikus y el bombo. Primitivamente se bailó como danza colectiva, sin parejas, con las pocas figuras comunes a casi todos los bailes arcaicos: rondas, filas, serpentinas, etc. Posteriormente, se continuó bailando en grupo, pero también agrupados en parejas, realizando movimientos al compás de la música. Los danzantes se mueven en torno a los músicos o en hilera y una mujer u hombre con un estandarte o banderín adornado con pañuelos en la mano, se encarga de dirigir la hilera. Es una danza que posee elementos simples que van disponiéndonos a gusto de los bailarines, tal es el caso de las hileras o filas, de los puentes y las diferentes tomas y enlaces entre las parejas. Cada elemento es utilizado dentro de la danza desde la propia iniciativa del grupo danzante. Es común el trote y pequeños saltos, y una larga fila que forman de a dos bailarines tomados del brazo. Se destacan las figuras conocidas como, el puente, las alas, las calles, y las canastas. Además, consiste en un compás de 3 tiempos corroborando el zapateo y el movimiento mostrando fuerza y elegancia que transmite el hombre mientras que las mujeres ponen el toque de sensualidad y dulzura que ponen en escena la verdadera cultura de un país.