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Evaluando El Credo Apostólico

W. Reyes 03/22/19

¿Qué le falta al Credo Apostólico?

¿Que es un credo?

Pienso que para contestar la pregunta “¿Qué le falta al Credo Apostólico?”


hay que primero definir lo que es un credo. Según la definición de varios recursos
en el internet la palabra “credo” se refiere a “un resumen de los principales
artículos de fe profesados por la iglesia o comunidad de creyentes”.1 La palabra
misma viene del latín y se traduce “creo”. Es lo que define y mantiene intacta la
imagen e identidad original del grupo a travez del paso del tiempo.

¿Porque un credo?

La lectura del “Credo Apostólico” y su trasfondo histórico me lleva a pensar


en el “porqué” de la formación de un documento de esta naturaleza. La Iglesia ya
contaba con tradiciones orales y cartas apostólicas que estaban en circulación
dentro del primer siglo (canon físico nace en el 2do siglo). Estas tradiciones
giraban alrededor del ministerio de Jesús de Nazaret, como sufrió una muerte
horrible en expiación por los pecados de la humanidad y su resurrección al tercer
día para la salvación de la humanidad y la esperanza de vida eterna. Después,
entrando al segundo siglo, se levantaron dentro y fuera de la Iglesia múltiples
escuelas de pensamiento, siendo estas el gnosticismo y las enseñanzas del
marcionismo.2 Estos “movimientos” ponían en tela de juicio varios temas que la
Iglesia consideraba fundamentales o “apostólicos”.
Entre los temas estaban la naturaleza de Cristo (¿era físico o solo aparentaba
un estado físico?) y su relación con el “Padre Todopoderoso”. Estos dos temas
llevan a la Iglesia a proclamar no solo lo que cree en referencia a Jesus, sino que
declara por primera vez su propia identidad como una comunidad “…que cree”.3
La Iglesia declara lo que para ella era “obvio” dentro de los cuatro evangelios que

1Lucas, G. (1908). Creed. In The Catholic Encyclopedia. New York: Robert Appleton Company.
Retrieved March 22, 2019 from New Advent: http://www.newadvent.org/cathen/04478a.htm
2González, J. L., PhD. (1994). Historia del cristianismo (1st ed., Vol. 1). Miami, FL: Editorial
Unilit.

3Küng, H. (1967). The Church as the Object of Faith. In The Church (p. 30). NY: Sheed and
Ward.
había señalado (las cuales se oponían a las enseñanzas de Marción).4 En este
contexto se percibe al Credo como una declaración de fe. Simplemente señala (no
define) los puntos centrales de la fe al momento de enfrentarse a cualquier
enseñanza contraria o herejía. Adicional a esto, la Iglesia nunca ha pensado que un
credo tiene mas autoridad que las escrituras sino que el credo declara la forma en
que la Iglesia (desde el comienzo) ha interpretado algún punto doctrinal que fluye
de las escrituras.

CREDO APOSTÓLICO

Creo en Dios, Padre Todopoderoso,


Creador del cielo y de la tierra.
 
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso.
Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos.
 
Creo en el Espíritu Santo,
la Santa Iglesia Católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la perdurable.
Amén. 5

4Gonzalez, J. L., PhD. (2008). LA RESPUESTA DE LA IGLESIA: EL CANON. In Historia del


cristianismo (1st ed., Vol. 1, Primera edición electrónica PDF, pp. 92-94). Miami, FL: Editorial
Unilit.
5El Credo de los Apóstoles. (n.d.). Retrieved March 21, 2019, from https://www.ewtn.com/
spanish/prayers/sp_creed2.htm
“Where is the love?”

Al escuchar esta pregunta rápido viene a la mente el grupo de música


popular “The Black Eyed Peas” con su canción titulada en la misma forma. La
lírica expresa con mucho peso y sinceridad el deseo creciente por el reino total del
amor en el mundo en que vivimos. La pregunta se puede aplicar con el mismo peso
al Credo Apostólico. Pablo dice en Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el
oír, por la palabra de Dios.” La comunidad de creyentes del primer y segundo siglo
había tenido la oportunidad de oír el evangelio de Jesus lo cual produjo fe en su
corazón. La Iglesia dice “creer” pero, ¿en qué? ¿Dónde está el amor en el Credo?
Se sabe que Marción de algún modo promovía cierto nivel de compañerismo o
amor fraternal entre sus seguidores.6
Este no es el caso con el gnosticismo. Aunque no atacaban la idea del amor
pienso que la atención, en cuanto al amor se refiere, la merecía los gnósticos ya
que enseñaban sobre el “gnosis” o conocimiento exclusivo que estaba reservado
para un grupo de creyentes que podían comprender por medio de un entendimiento
especial que no todos tenían. Es fácil ver como una enseñanza como esta puede
llevar a una total insubordinación al mandamiento del amor. El exclusivismo
comúnmente ignorar las necesidades y dignidad del prójimo cuyas ideas y forma
de pensar e interpretar la realidad no coinciden con las del “élite”. Se puede ver
como un acto de menosprecio al amor fraternal que nos enseña Cristo Jesus y
demandaba atención. El tema del amor es el pilar principal, no solo de la actitud de
Cristo hacia el mundo, sino que es la razón misma por la cual Dios Padre actúa
introduciendo al Hijo en nuestra realidad espacio-temporal (Juan 3:16). 1 Juan 4:8
dice “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” Aquí vemos la
elevación del amor como algo mas que un sentimiento, sino como la esencia
misma de Dios. Escuchamos a Jesus mismo decir en el evangelio según Mateo
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la
ley y los profetas.” En estos últimos versos vemos la eminencia del amor sobre
cualquier otra doctrina cristiana.
Me pregunto, ¿qué cosas hubiera logrado o dónde estuviera las relaciones de
la Iglesia hoy día si se hubiera escuchado la voz del amor que hablaba con claridad
y clamaba desde el comienzo de la fe en Cristo Jesus?¿Habra podido el amor evitar
la cisma de todo un imperio Romano o la de una Iglesia en pleno crecimiento?
¿Habra podido el amor evitar el hablar del mundo de “occidente” u “oriente”?

6Arendzen, J. (1910). Marcionites. In The Catholic Encyclopedia. New York: Robert Appleton
Company. Retrieved March 20, 2019 from New Advent: http://www.newadvent.org/cathen/
09645c.htm

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