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El síndrome del maullido de gato (del francés Cri du Chat) o síndrome de Lejeune, es una

enfermedad congénita infrecuente con alteración cromosómica provocada por un tipo de


deleción autosómica terminal o intersticial del brazo corto del cromosoma 5, caracterizada por
un llanto que se asemeja al maullido de un gato y que se va modificando con el tiempo.

El síndrome del maullido fue descrito inicialmente por Jérôme Lejeune en 1963. Tiene una
prevalencia estimada de aproximadamente de 1/20.000-50.000 nacimientos y predomina en
las niñasConcepto[editar]El proceso se da siempre en la concepción. El afectado normalmente
presenta retraso de crecimiento intrauterino con peso bajo al nacimiento y llanto
característico que recuerda al maullido de gato, por laringomalacia con hipoplasia de la
epiglotis y relajación de los pliegues ariepiglóticos. La voz característica del período neonatal
desaparece en los pacientes de más edad. Predomina en las niñas, y al nacimiento suele llamar
la atención el tamaño del cráneo, que contrasta con la cara redonda y llena. El resultado de la
anomalía depende de lo que pase con los fragmentos, produciendo, en todos los casos, una
anomalía psíquica. En el 85-90% de los casos, el síndrome se da por deleción o translocación,
ocurrida en el mismo paciente. En el 10-15% restante, lo heredan de sus padres.

Los niños se desarrollan lentamente y permanecen muy retrasados en cuanto a su estática y


psicomotricidad. Al aumentar la edad se acentúa el retraso de las capacidades intelectuales.[2]

El pronóstico está en relación a las malformaciones y asocian retraso psicomotor. En los


afectados, señales como la curiosidad frente a lo nuevo, deseos de comunicar lo aprendido, el
interés por las reglas de convivencia, interrelación de sus experiencias personales, son
actitudes muy valoradas para su pronóstico, al margen de sus posibilidades reales.[3]

Otras denominaciones[editar]Este síndrome se puede nombrar también como:

Síndrome de 5p menos.

Síndrome de 5p-.

Síndrome de Cri du chat.

Diagnóstico[editar]Análisis cromosómico:

El diagnóstico debe ser siempre médico. Aún en el caso de signos clínicos poco relevantes, el
análisis cromosómico aportará los datos determinantes. Estas manifestaciones alteradas
aparecen normalmente por primera vez en los afectados, aunque sí se han descrito casos de
transmisión entre padres e hijos.[4]
Diagnóstico prenatal:

Tratar de obtener un diagnóstico mediante una ecografía es difícil. Se aconseja que los padres
se informen sobre el síndrome, la posible transmisión del mismo y si hay antecedentes
familiares; una vez conocida esta información se recomienda buscar asesoramiento genético y
se le realiza a los padres un cariotipo con el fin de determinar si alguno de los padres puede
transmitir el síndrome.[1]

Causas, incidencias y factores de riesgo[editar]La mayoría de los casos de síndrome de cri du


chat son esporádicos; entre el 10-15% de los casos se tratan de hijos de padres portadores de
una traslocación.

La causa del síndrome del maullido del gato es la supresión de cierta información en el
cromosoma 5, se trata de una deleción localizada en el cromosoma 5 en la banda 5p15. Es
probable que se supriman múltiples genes en dicho cromosoma. Uno de los genes suprimidos
llamado telomerasa transcriptasa inversa (TERT, por sus siglas en inglés) está comprometido
en el control del crecimiento celular y puede jugar un papel en la forma como se desarrollan
algunas de las características de este síndrome.

La causa de esta rara supresión cromosómica se desconoce, pero se cree que la mayoría de los
casos se debe a la pérdida espontánea de una parte del cromosoma 5 durante el desarrollo de
un óvulo o de un espermatozoide. Una minoría de estos casos se debe a que uno de los padres
es portador de una reorganización del cromosoma 5 denominada traslocación.[5]

Entre 1 en 20.000 y 1 en 50.000 bebés se ven afectados por este síndrome que puede ser
responsable de hasta el 1% de casos de retraso mental severo. Los niños con el síndrome del
maullido de gato presentan comúnmente un llanto característico similar al maullido de este
animal y también un grupo extenso de anomalías de las cuales el retraso mental es la más
importante.

TERT[editar]Como ya se ha mencionado anteriormente se trata de uno de los genes


suprimidos en este síndrome, la telomerasa transcriptasa inversa; TERT se trata de una
subunidad catalítica de la enzima telomerasa. La telomerasa (polimerasa ribonucleoproteica)
se encarga de mantener los extremos teloméricos de los cromosomas, añadiendo repeticiones
del tipo 5'-TTAGGG-3'. La telomerasa consta de un componente proteico con actividad
transcriptasa inversa, codificada por este gen y un componente de ARN que sirve como molde
para sintetizar la repetición telomérica.[2]
Síntomas[editar]1.Síntomas característicos:

Retraso en el desarrollo intrauterino, bajo peso al nacimiento y crecimiento lento.

Llanto de tono alto (similar al maullido de gato). Esta característica se pierde a medida que el
niño crece.

Estructura facial peculiar, redondeada, con frecuencia con mofletes prominentes ("cara de
luna").

Microcefalia (cabeza pequeña).

Ojos separados (hipertelorismo) y dispuestos hacia abajo (fisuras palpebrales).

Orejas de implantación baja.

Pliegue epicántico.

Cuello corto y ordinario.

Escoliosis.

Bajo tono muscular. Hipotonia.

Cardiopatía congénita.

Fracturas espontáneas/fragilidad ósea.

Hernia inguinal.

Hiperlaxitud ligamentaria.

Osificación anormal/ausente.

Miopía y atrofia óptica.

Manos pequeñas.

Pies planos.

Retraso mental, pudiendo ser severo.

Desarrollo lento o incompleto de las habilidades motoras.[3]

Mandíbula pequeña (micrognatia).

Excrecencia cutánea justo delante de la oreja.

La raíz de la nariz está hundida.


Dedos de las manos y pies parcialmente unidos por membranas. (Sindactilia parcial).

Un solo pliegue en la palma de la mano (pliegue simiesco) y los dermatoglifos están alterados.

Pulgar aducido hacia el interior.

Desarrollo anormal de la glotis y laringe, esto tiene como consecuencia que el llanto de los
bebés se parezca al maullido de un gato, de ahí viene su nombre.

Pliegues del epicanto (un pliegue extra de piel sobre el ángulo interior del ojo).

Oídos externos con pliegues anormales o incompletos.

Un cariotipo (análisis cromosómico) debe mostrar que falta una porción del brazo corto del
cromosoma 5, de lo contrario, un tipo más detallado de prueba genética (análisis FISH) puede
revelar la falta de una pequeña porción del este cromosoma.

Labio y paladar hendidos; la boca suele presentar un mohín característico.

Mala oclusión dental.

Hipogenitalismo.

Diástasis rectal (músculos abdominales separados).

Ausencia de bazo y riñón.

Una radiografía lateral del cráneo puede mostrar un ángulo anormal en su base.

Pie zambo.

Luxación congénita de caderas.

Palas ilíacas pequeñas.

Metacarpianos y metatarsianos pequeños.

Laxitud ligamentosa.

Malformaciones gastrointestinales.

Encanecimiento prematuro.

Atrofia cerebral.

Hidrocefalia.(1-17)

2.Síntomas que caracterizan en profundidad la enfermedad:


Malformaciones en el aparato circulatorio como el ductus arterioso persistente (persistencia
anormal después del nacimiento del conducto desde la arteria pulmonar a la aorta presente en
el feto).

Malformaciones en el aparto urinario con hipospadias o meatus, criptorquidia

Anomalías renales.

Oligofrenia, síntoma característico y fundamental.[4]

El síntoma más característico de esta enfermedad como ya se ha mencionado anteriormente


es el llanto de tono similar al de un gato.

La afección será mayor o menor en función del tamaño de la porción cromosómica perdida, ya
que los puntos de rotura y la extensión del cromosma delecionado 5p varía en función del
paciente.

Características clínicas[editar]Bajo peso al nacimiento: aproximadamente 2 kg.

Crecimiento lento

Llanto característico: Características diferenciales del sonido del llanto respecto a bebes
normales o con otras alteraciones. La altura sonora del grito se encuentra más o menos a una
octava por encima del que corresponde al lactante sano (frecuencia básica 600-900 Hz, en
lugar de 200-550 Hz) pero puede elevarse en algunas circunstancias una octava más. El llanto
en el síndrome Cri-du-chat es predominantemente monótono con una altura tonal que puede
permanecer invariable durante unos segundos y, por tanto, marcada pobreza expresiva. El
niño afectado solo puede llorar de esta forma con independencia de que tenga frío o hambre,
sienta dolor o este irritado. Otra diferencia es que el llanto de un bebe sano o con otra
alteración tiene una duración máxima de tres segundos, en el Cri-du-chat, se prolonga hasta
los cinco segundos. Con la edad esta característica se mantiene aunque disminuye su carácter.
(2,8,10)

Perímetro craneal reducido

Deficiencia mental

Hipotonía

Características del comportamiento[editar]Marcado sentido del humor.

Cariño y afectividad.

Miedo a determinados objetos.

Timidez
Conductas desafiantes.

Agresiones y autolesiones: arañazos, golpes en la cabeza, mordiscos en las muñecas.

Alteraciones a nivel psicofísico: disfunción en la coordinación de movimientos, reflejos y


posturas, retraso en la organización de los sentidos, sensaciones, las percepciones en lo
cognitivo y fundamentalmente en la comunicación y el lenguaje. Su comportamiento mejora
notablemente cuando se le enseñan sistemas alternativos de la comunicación: signos,
fotografías, pictogramas, etc.) y con tratamiento farmacológico.

Tratamiento[editar]No existe tratamiento específico disponible para este síndrome, pero


existen métodos de mejora de su calidad de vida.[6]

Evolución del síndrome[editar]Hace años era común ubicar a los niños con 5p- en instituciones
junto con otros niños con discapacidad intelectual severa. Durante la década de los ochenta la
investigación puso de manifiesto que cuando los niños eran criados en su entorno familiar,
donde se beneficiaban de programas de intervención temprana, tenían notables progresos
que excedían, en mucho, las expectativas de los médicos que habían hecho los diagnósticos
iniciales.

Tanto los niños como los adultos con este síndrome son, generalmente, amistosos y disfrutan
de la interacción social. Con una educación temprana y consistente, y la adecuada terapia
física y de lenguaje, los niños con síndrome 5p- alcanzan su potencial y pueden tener una vida
plena y significativa.

De los 2 a los 5 años, los niños con el síndrome mantienen la cara redondeada y la nariz corta,
con hipotonicidad que provoca que estos individuos sean frágiles al andar, mantener el
equilibrio o efectuar cualquier actividad con implicaciones motoras. También presentan la
boca abierta, este aspecto se modifica en la adolescencia alargándose significativamente la
cara y el puente nasal se hace prominente.

La mandíbula pequeña ocasiona mal oclusión dental con problemas en la mordida, por lo que
un tratamiento dental temprano resuelve muchos de estos problemas. Son habituales las
complicaciones respiratorias y de oídos que precisan incluso de ingreso hospitalario. Muchos
padres con hijos afectados destacan que no necesitan dormir mucho, incluso de recién
nacidos.

Adquieren habilidades verbales para comunicarse; lo que no llegan a adquirir o lo adquieren a


niveles muy básicos son habilidades de lectura y escritura. Habitualmente no tienen
desarrollado el sentido del peligro personal y muestran una conducta impulsiva y con escaso
juicio.

Los cambios en la pubertad serán los típicos con desarrollo mamario, aparición de la
menstruación, vello, voz grave…

La mitad de los niños adquieren las habilidades verbales suficientes para comunicarse. Este
síndrome se vuelve menos aparente a medida que pasa el tiempo.

Los niños afectados disfrutan relacionándose con otros niños, a menudo tienen buenos
conocimientos sociales, sentido del humor y una excepcional memoria.

Disfrutan jugando con otros niños, a menudo imitan las acciones de los demás siendo capaces
de participar en actividades de índole social (nadar, montar a caballo, juegos de bolos, etc...).
Cuando los enfermos alcanzan la vida adulta su estilo de vida variará en función de las
capacidades motoras, cognitivas y autónomas que el individuo ha asumido. Se conoce de casos
en los que tras un mal pronóstico evolutivo, el individuo con apoyo familiar y médico ha
podido alcanzar un rendimiento superior al previsto.

La esperanza de vida que se le ofrece a estos individuos es de alrededor de unos 50 años.[7]

Complicaciones[editar]Las complicaciones dependen del grado de retraso mental y de las


anomalías físicas.

Incapacidad de valerse por sí solo.

Incapacidad de desenvolverse socialmente.

La esperanza de vida no se puede evaluar con certeza, pero se describen casos de adultos con
pocos casos de fallecimiento. Los problemas más graves se deben a defectos cardíacos y a las
complicaciones respiratorias.

Este diagnóstico generalmente se realiza al momento del nacimiento en el hospital; en donde


el médico discutirá los hallazgos con los padres. Es importante mantener un contacto
permanente con el médico y con los demás profesionales en el cuidado de la salud después de
que al bebé se le de de alta. A todas las familias que tengan antecedentes de este síndrome, se
les recomienda asesoría genética y exámenes.[8]
Prevención[editar]Se desconoce la causa exacta de este trastorno genético, por lo que también
se desconocen las medidas preventivas.

Orientaciones generales para el aprendizaje[editar]Se necesita de médicos para tratar los


aspectos orgánicos y de un equipo de psicólogos, logopedas, fisioterapeutas para aspectos
educativos y sociales.

1.Intervención con la familia:

Aceptación y comprensión del problema.

Actuación precoz una vez confirmado el diagnóstico.

Asumir el compromiso de buscar soluciones y tratamientos para los distintos síntomas.

Coordinación y complicidad con el equipo de profesionales trazando las diferentes metas


desde una perspectiva realista y eficaz.

2.Intervención psicológica y educativa con el niño:

A nivel conductual: puede ser necesario la intervención con técnicas de modificación de


conducta para reducir y/o eliminar las conductas que lleven a una agresividad hacia otros,
autolesiones... Estas técnicas se personalizarán en función del nivel y características del niño.
Como parte del tratamiento los padres deberán ser entrenados para poner en marcha en el
ámbito familiar éstas estrategias. Si las manifestaciones conductuales son potencialmente
peligrosas se barajará la posibilidad de que el individuo se medique bajo la vigilancia de un
psiquiatra.

A nivel psico-educativo: se abordará el retraso mental del síndrome, este retraso puede ser
leve, severo o moderado. Con varias técnicas(cognitivas,estimulación o logopedia)se pueden
observar mejoras dentro de las limitaciones de cada caso[9]

3.Pautas para el aprendizaje:

Las actividades tendrán que tener siempre un carácter lúdico con materiales atractivos.

Ambiente tranquilo y relajado.

Confección de libretas con imágenes (preferentemente reales) para la identificación de


acciones, situaciones, personas...

Buscar el momento en el que el niño esté más receptivo.


La presentación de actividades se hará gradualmente: de sencillas a complicadas.

Basarnos en la motivación del niño, sin forzarle.

Dejarle probar y experimentar.

Ofrecerle la posibilidad de jugar libremente.

Respetar los tiempos de aprendizaje.

Tener en cuenta los diferentes ritmos de adquisición de los aprendizajes.[10]

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