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1
Los
periodistas
mencionados
no
están
solos
en
el
ataque.
Con
matices,
comparten
sus
críticas
los
precandidatos
republicanos
estadounidenses
Rick
Santorum,
Jeb
Bush
y
Bobby
Jindal.
Y
un
número
de
congresistas
también
republicanos,
que
incluye
también
católicos
como
algunos
de
los
precandidatos.
Uno
de
ellos,
en
particular,
pone
énfasis
en
que
el
Papa
no
debe
meterse
en
el
campo
de
la
ciencia.
Ante
estos
ataques
nos
preguntamos.
¿que
ha
hecho
Francisco
con
su
Carta
para
atraer
reacciones
tan
virulentas?
Francisco,
en
la
Carta,
ya
anticipaba
que
sobre
estos
temas
no
todos
están
de
acuerdo.
Reconoce
que
hay
“Diversidad
de
opiniones”
y,
en
particular,
“En
un
extremo,
dice,
algunos
sostienen
a
toda
costa
el
mito
del
progreso
y
afirman
que
los
problemas
ecológicos
se
resolverán
simplemente
con
nuevas
aplicaciones
técnicas,
sin
consideraciones
éticas
ni
cambios
de
fondo”.
Las
principales
proposiciones
de
la
Carta
que,
desde
mi
punto
de
vista,
han
generado
más
controversia,
son
las
siguientes:
A
nivel
de
diagnóstico:
1ª
la
afirmación
de
que
el
calentamiento
del
sistema
climático
es
Consenso
científico
muy
consistente
y
preocupante
que
en
su
mayor
parte
se
debe
a
la
gran
concentración
de
gases
de
efecto
invernadero
emitidos
sobre
todo
a
causa
de
la
actividad
humana
y
que
tiene
graves
dimensiones
ambientales,
sociales,
económicas,
distributivas
y
políticas,
incluyendo
su
efecto
sobre
las
migraciones,
2ª
la
afirmación
de
que
el
acceso
al
agua
potable
y
segura
lo
reafirma
el
Papa
es
un
derecho
humano
básico,
fundamental
y
universal,
que
es
condición
para
el
ejercicio
de
los
demás
derechos
humanos,
versus
la
tendencia
a
privatizar
este
recurso
escaso,
convertido
en
mercancía.
3ª
La
proposición
de
que
la
responsabilidad
por
la
pérdida
de
biodiversidad
recae
sobre
formas
inmediatistas,
depredadoras,
de
entender
la
economía
y
la
actividad
comercial
y
productiva,
4ª
La
conexión
del
caos
urbano
con
las
actividades
de
producción
industrial
y
privatización
de
los
espacios
públicos.
5ª
inequidad
planetaria
ligada
con
la
actividad
contaminante
de
empresas
que
hacen
en
los
países
menos
desarrollados
lo
que
no
pueden
hacer
en
los
países
que
les
aportan
capital;
inequidad
planetaria
ligada
también
a
la
estrategia
de
compraventa
de
«
bonos
de
carbono
»
puede
dar
lugar
a
una
nueva
forma
de
especulación,
y
no
servir
para
reducir
la
emisión
global
de
gases
contaminantes.
puede
convertirse
en
un
recurso
diversivo
que
permita
sostener
el
sobreconsumo
de
algunos
países
y
sectores;
inequidad
planetaria
ligada
también
con
el
manejo
de
la
deuda
externa
de
los
países
pobres
se
ha
convertido
en
un
instrumento
de
control
por
parte
de
los
acreedores,
pero
no
ocurre
lo
mismo
con
la
deuda
ecológica,
en
ventaja
de
los
países
pobres.
2
Estos
son
los
puntos
principales
de
su
diagnóstico.
Ya
en
esta
etapa
de
su
razonamiento
pone
en
evidencia
la
acción
irresponsable
de
la
dinámica
económica,
impulsada
por
las
empresas,
la
Banca
y
las
formas
actuales
de
actividad
comercial
y
productiva
A
nivel
de
análisis
científico
y
ético
1ª
Todos
estos
grandes
problemas
que
están
afectando
la
vida
del
planeta
tierra,
la
Carta
los
integra
en
lo
que
puede
llamarse
el
paradigma
tecnocrático
dominante,
que
como
un
modo
de
entender
la
vida
y
la
acción
humana
que
se
ha
desviado
y
que
contradice
la
realidad
hasta
dañarla,
cuyo
problema
fundamental
es
el
modo
como
la
humanidad
de
hecho
ha
asumido
la
tecnología
y
su
desarrollo
junto
con
un
paradigma
homogéneo
unidimensional.
Y
el
tipo
de
método
científico
y
experimentación
que
lo
orienta
es
explícitamente
técnica
de
posesión,
dominio
y
transformación
Y
se
fundamenta
en
tres
supuestos
falsos:
• el
de
la
disponibilidad
infinita
de
los
bienes
del
planeta,
• el
de
la
existencia
de
una
cantidad
ilimitada
de
energía
y
de
recursos
utilizables,
• y
la
creencia
en
que
su
regeneración
inmediata
es
posible
y
que
los
efectos
negativos
de
las
manipulaciones
de
la
naturaleza
pueden
ser
fácilmente
absorbidos.
2ª
Visto
de
manera
global,
dentro
de
ese
paradigma
que
configura
la
sociedad
actual,
el
ritmo
de
consumo,
de
desperdicio
y
de
alteración
del
medio
ambiente
que
genera
este
paradigma
tecnocrático
dominante
ha
superado
las
posibilidades
del
planeta,
de
tal
manera
que
el
estilo
de
vida
actual,
por
ser
insostenible,
sólo
puede
terminar
en
catástrofes.
A
la
continua
aceleración
de
los
cambios
de
la
humanidad
y
del
planeta
se
une
hoy
la
intensificación
de
ritmos
de
vida
y
de
trabajo,
en
eso
que
algunos
llaman
«rapidación».
Si
bien
el
cambio
es
parte
de
la
dinámica
de
los
sistemas
complejos,
la
velocidad
que
las
acciones
humanas
le
imponen
hoy
contrasta
con
la
natural
lentitud
de
la
evolución
biológica.
3ª
Este
paradigma
tecnocrático
es
dominante
al
punto
de
que
se
constituye
en
un
paradigma
de
comprensión
que
condiciona
la
vida
de
las
personas
y
el
funcionamiento
de
la
sociedad.
Dentro
del
ecosistema,
donde
todo
se
relaciona
con
todo,
no
es
de
extrañar
que
los
impactos
del
paradigma
alcancen
a
todo.
4ª
Los
efectos
de
la
aplicación
de
este
molde
a
toda
la
realidad,
humana
y
social,
se
constatan
en
la
degradación
del
ambiente,
que
es
solamente
un
signo
del
reduccionismo
que
afecta
a
la
vida
humana
y
a
la
sociedad
en
todas
sus
dimensiones,
un
superdesarrollo
derrochador
y
consumista,
que
contrasta
de
modo
inaceptable
con
situaciones
persistentes
de
miseria
deshumanizadora
5ª
Y
tiende
a
ejercer
su
dominio
sobre
la
economía
y
la
política
de
manera
que
la
economía
asume
todo
desarrollo
tecnológico
en
función
del
rédito,
6ª
En
cuanto
a
la
economía
específicamente
puede
constatarse
que
las
finanzas
continúan
ahogando
a
la
economía
real
y
sometiendo
a
la
política,
estableciendo
ganadores
y
perdedores
no
solo
entre
los
países,
sino
también
dentro
de
los
países
3
pobres.
cada
vez
son
más
las
personas
descartables,
privadas
de
derechos
humanos
básicos.
7ª
En
cuanto
a
la
degradación
ambiental,
puede
constatarse
que
el
ambiente
es
uno
de
esos
bienes
que
los
mecanismos
del
mercado
no
son
capaces
de
defender
o
de
promover
adecuadamente.
8ª
Para
Francisco,
es
una
concepción
mágica
del
mercado,
la
que
tiende
a
pensar
que
los
problemas
se
resuelven
sólo
con
el
crecimiento
de
los
beneficios
de
las
empresas
o
de
los
individuos.
9ª
Un
elemento
clave
de
este
paradigma
es
el
antropocentrismo
moderno,
impregnado
de
la
cultura
del
relativismo,
es
decir,
relativizar
todo
lo
que
no
sean
los
propios
intereses;
que
es
la
misma
patología
que
empuja
a
una
persona
a
aprovecharse
de
otra
y
a
tratarla
como
mero
objeto,
obligándola
a
trabajos
forzados,
o
convirtiéndola
en
esclava
a
causa
de
una
deuda.
Es
la
misma
lógica
que
lleva
a
la
explotación
sexual
de
los
niños,
o
al
abandono
de
los
ancianos
que
no
sirven
para
los
propios
intereses.
Es
también
la
lógica
interna
de
quien
dice:
«Dejemos
que
las
fuerzas
invisibles
del
mercado
regulen
la
economía,
porque
sus
impactos
sobre
la
sociedad
y
sobre
la
naturaleza
son
daños
inevitables».
10ª
Es
tremendamente
riesgoso
que
el
poder
tecnocientífico
de
este
paradigma
resida
en
una
pequeña
parte
de
la
humanidad.
A
nivel
de
la
propuesta
de
Vías
de
salida
de
esta
crisis
planetaria
Francisco
señala
desde
dónde
NO
se
puede
buscar
solución
a
los
actuales
problemas
del
planeta:
• no
con
los
actuales
modelos
de
producción
y
de
consumo
cuyos
efectos
podrán
ser
cada
vez
peores
• no
con
la
tecnología
basada
en
combustibles
fósiles
muy
contaminantes
que
necesita
ser
reemplazada
progresivamente
y
sin
demora
en
la
comunidad
internacional
• tampoco
desde
un
criterio
utilitarista
de
eficiencia
y
productividad
para
el
beneficio
individual.
• no
desde
la
visión
consumista
del
ser
humano,
alentada
por
los
engranajes
de
la
actual
economía
globalizada,
que
tiende
a
homogeneizar
las
culturas
y
a
debilitar
la
inmensa
variedad
cultural,
que
es
un
tesoro
de
la
humanidad.
• No
es
realista
esperar
que
quien
se
obsesiona
por
el
máximo
beneficio
se
detenga
a
pensar
en
los
efectos
ambientales
que
dejará
a
las
próximas
generaciones.
Dentro
del
esquema
del
rédito
no
hay
lugar
para
pensar
en
los
ritmos
de
la
naturaleza,
en
sus
tiempos
de
degradación
y
de
regeneración,
y
en
la
complejidad
de
los
ecosistemas,
que
pueden
ser
gravemente
alterados
por
la
intervención
humana.
La
misma
lógica
…
que
dificulta
tomar
decisiones
drásticas
para
invertir
la
tendencia
al
calentamiento
global
es
la
que
no
permite
cumplir
con
el
objetivo
de
erradicar
la
pobreza.
Desde
dónde
SÍ
se
puede:
• se
trata
de
redefinir
el
progreso
4
• y
que
las
soluciones
se
propongan
desde
una
perspectiva
global,
es
decir
teniendo
en
cuenta
los
intereses
de
todos
los
afectados
y
no
sólo
en
defensa
de
los
intereses
de
algunos
países.
• trazar
un
camino
de
desarrollo
productivo
más
creativo
y
mejor
orientado
que
revierta
la
actual
inversión
tecnológica
excesiva
para
el
consumo
y
poca
para
resolver
problemas
pendientes
de
la
humanidad;
• indispensable
crear
un
sistema
normativo
que
incluya
límites
infranqueables
y
asegure
la
protección
de
los
ecosistemas,
antes
que
las
nuevas
formas
de
poder
derivadas
del
paradigma
tecnoeconómico
terminen
arrasando
no
sólo
con
la
política
sino
también
con
la
libertad
y
la
justicia
• generar
formas
inteligentes
y
rentables
de
reutilización,
refuncionalización
y
reciclado;
podría
mejorar
la
eficiencia
energética
de
las
ciudades.
Todavía
no
se
ha
logrado
adoptar
un
modelo
circular
de
producción
• Para
que
siga
siendo
posible
dar
empleo
es
imperioso
promover
una
economía
que
favorezca
la
diversidad
productiva
y
la
creatividad
empresarial.
Por
ejemplo,
hay
una
gran
variedad
de
sistemas
alimentarios
campesinos
y
de
pequeña
escala
• Para
que
haya
una
libertad
económica
de
la
que
todos
efectivamente
se
beneficien,
a
veces
puede
ser
necesario
poner
límites
a
quienes
tienen
mayores
recursos
y
poder
financiero.
• Frente
al
crecimiento
voraz
e
irresponsable
que
se
produjo
durante
muchas
décadas,
hay
que
pensar
también
en
detener
un
poco
la
marcha,
en
poner
algunos
límites
racionales
e
incluso
en
volver
atrás
antes
que
sea
tarde.
Ha
llegado
la
hora
de
aceptar
cierto
decrecimiento
en
algunas
partes
del
mundo
aportando
recursos
para
que
se
pueda
crecer
sanamente
en
otras
partes.
• un
acuerdo
sobre
los
regímenes
de
gobernanza
para
toda
la
gama
de
los
llamados
«bienes
comunes
globales»,
incluye
creciente
problema
de
los
residuos
marinos
y
la
protección
de
las
áreas
marinas
más
allá
de
las
fronteras
nacionales
continúa
planteando
un
desafío
especial
• no
se
logran
acuerdos
suficientes
sobre
la
responsabilidad
de
quiénes
deben
soportar
los
costos
de
la
transición
energética.
• los
países
que
se
han
beneficiado
por
un
alto
grado
de
industrialización,
a
costa
de
una
enorme
emisión
de
gases
invernaderos,
tienen
mayor
responsabilidad
en
aportar
a
la
solución
de
los
problemas
que
han
causado
• toda
intervención
en
un
área
del
ecosistema
debe
considerar
sus
consecuencias
en
otras
áreas.
«Si
todo
está
relacionado,
también
la
salud
de
las
instituciones
de
una
sociedad
tiene
consecuencias
en
el
ambiente
y
en
la
calidad
de
vida
humana:
Cualquier
menoscabo
de
la
solidaridad
y
del
civismo
produce
daños
ambientales»
• Para
que
surjan
nuevos
modelos
de
progreso,
necesitamos
«cambiar
el
modelo
de
desarrollo
global»
• Es
preciso
interrogarnos
por
el
mundo
que
queremos
dejar,
es
preguntarse
su
orientación
general,
su
sentido,
sus
valores.
• PREGUNTAS
INDISPENSABLES
En
toda
discusión
acerca
de
un
emprendimiento,
¿Para
qué?
¿Por
qué?
¿Dónde?
¿Cuándo?
¿De
qué
manera?
5
¿Para
quién?
¿Cuáles
son
los
riesgos?
¿A
qué
costo?
¿Quién
paga
los
costos
y
cómo
lo
hará?
• No
basta
con
incluir
consideraciones
ecológicas
superficiales
mientras
no
se
cuestione
la
lógica
subyacente
en
la
cultura
actual.
• [la
cultura
ecológica]
debería
ser
una
mirada
distinta,
un
pensamiento,
una
política,
un
programa
educativo,
un
estilo
de
vida
y
una
espiritualidad
que
conformen
una
resistencia
ante
el
avance
del
paradigma
tecnocrático.
• urgencia
de
avanzar
en
una
valiente
revolución
cultural.
La
ciencia
y
la
tecnología
no
son
neutrales,
sino
que
pueden
implicar
desde
el
comienzo
hasta
el
final
de
un
proceso
con
diversas
intenciones
o
posibilidades,
y
pueden
configurarse
de
distintas
maneras.
• más
allá
de
los
intereses
limitados
de
las
empresas
y
de
una
cuestionable
racionalidad
económica,
es
necesario
que
«se
siga
buscando
como
prioridad
el
objetivo
del
acceso
al
trabajo
por
parte
de
todos»
• Pero
teniendo
en
cuenta
que
se
volvió
contracultural
elegir
un
estilo
de
vida
con
objetivos
que
puedan
ser
al
menos
en
parte
independientes
de
la
técnica,
de
sus
costos
y
de
su
poder
globalizador
y
masificador
dado
que
hoy
el
paradigma
tecnocrático
se
ha
vuelto
tan
dominante
que
es
muy
difícil
prescindir
de
sus
recursos,
y
más
difícil
todavía
es
utilizarlos
sin
ser
dominados
por
su
lógica.
¿Será
posible
realizar
esta
transformación?
Una
mirada
de
esperanza.
Sí,
pero:
Ante
todo,
la
humanidad
necesita
cambiar,
lo
que
supone
un
gran
desafío
cultural,
espiritual
y
educativo
que
implicará
largos
procesos
de
regeneración.
[para
crear]
la
conciencia
de
un
origen
común,
de
una
pertenencia
mutua
y
de
un
futuro
compartido
por
todos.
Esta
conciencia
básica
permitiría
el
desarrollo
de
nuevas
convicciones,
actitudes
y
formas
de
vida.
Como
nunca
antes
en
la
historia,
el
destino
común
nos
hace
un
llamado
a
buscar
un
nuevo
comienzo
Apostar
por
otro
estilo
de
vida.
Un
cambio
en
los
estilos
de
vida
podría
llegar
a
ejercer
una
sana
presión
sobre
los
que
tienen
poder
político,
económico
y
social.
Pero
esta
creación
de
un
nuevo
estilo
de
vida
tiene
que
traducirse
en
nuevos
hábitos.
En
los
países
que
deberían
producir
los
mayores
cambios
de
hábitos
de
consumo,
los
jóvenes
tienen
una
nueva
sensibilidad
ecológica
y
un
espíritu
generoso,
pero
han
crecido
en
un
contexto
de
altísimo
consumo
y
bienestar
que
vuelve
difícil
el
desarrollo
de
otros
hábitos
En
cambio,
estos
cambios
sí
ocurren
cuando
los
movimientos
de
consumidores
logran
que
dejen
de
adquirirse
ciertos
productos
y
así
se
vuelven
efectivos
para
modificar
el
comportamiento
de
las
empresas,
forzándolas
a
considerar
el
impacto
ambiental
y
los
patrones
de
producción.
Es
un
hecho
que,
cuando
los
hábitos
de
la
sociedad
afectan
el
rédito
de
las
empresas,
estas
se
ven
presionadas
a
producir
de
otra
manera.
Ello
nos
recuerda
la
6
responsabilidad
social
de
los
consumidores.
«Comprar
es
siempre
un
acto
moral,
y
no
sólo
económico».
De
hecho
ya
se
está
produciendo
también,
en
algunas
ocasiones,
la
liberación
del
paradigma
tecnocrático
reinante
cuando
comunidades
de
pequeños
productores
optan
por
sistemas
de
producción
menos
contaminantes,
cuando
la
técnica
se
orienta
prioritariamente
a
resolver
los
problemas
concretos
de
los
demás,
cuando
la
intención
creadora
de
lo
bello
y
su
contemplación
logran
superar
el
poder
objetivante.
Hay
nuevos
comportamientos
que
tienen
una
incidencia
directa
e
importante
en
el
cuidado
del
ambiente
[acciones
puntuales,
concretas].
Pero
es
posible
volver
a
ampliar
la
mirada
y
la
libertad
humana
es
capaz
de
limitar
la
técnica,
orientarla
y
colocarla
al
servicio
de
otro
tipo
de
progreso
más
sano,
más
humano,
más
social,
más
integral.
Siempre
es
posible
volver
a
desarrollar
la
capacidad
de
salir
de
sí
hacia
el
otro.
Para
considerar
todos
los
aspectos
éticos
implicados
en
la
construcción
de
un
nuevo
estilo
de
vida
hay
que
asegurar
una
discusión
científica
y
social
que
sea
responsable
y
amplia,
capaz
de
considerar
toda
la
información
disponible
y
de
llamar
a
las
cosas
por
su
nombre.
A
veces
no
se
pone
sobre
la
mesa
la
totalidad
de
la
información,
que
se
selecciona
de
acuerdo
con
los
propios
intereses,
sean
políticos,
económicos
o
ideológicos
La
auténtica
humanidad,
que
invita
a
una
nueva
síntesis,
parece
habitar
ya
en
medio
de
la
civilización
tecnológica,
casi
imperceptiblemente,
como
la
niebla
que
se
filtra
bajo
la
puerta
cerrada.
¿Será
una
promesa
permanente,
a
pesar
de
todo,
brotando
como
una
empecinada
resistencia
de
lo
auténtico?
Se
requiere
una
educación
para
la
alianza
entre
la
humanidad
y
el
ambiente.
La
educación
ambiental
ha
ido
ampliando
sus
objetivos:
Si
al
comienzo
estaba
muy
centrada
en
la
información
científica
y
en
la
concientización
y
prevención
de
riesgos
ambientales,
ahora
tiende
a
incluir
una
crítica
de
los
«mitos»
de
la
modernidad
basados
en
la
razón
instrumental
(individualismo,
progreso
indefinido,
competencia,
consumismo,
mercado
sin
reglas)
y
también
a
recuperar
los
distintos
niveles
del
equilibrio
ecológico:
el
interno
con
uno
mismo,
el
solidario
con
los
demás,
el
natural
con
todos
los
seres
vivos,
el
espiritual
con
Dios.
La
existencia
de
leyes
y
normas
no
es
suficiente
a
largo
plazo
para
limitar
los
malos
comportamientos,
aun
cuando
exista
un
control
efectivo.
Para
que
la
norma
jurídica
produzca
efectos
importantes
y
duraderos,
es
necesario
que
la
mayor
parte
de
los
miembros
de
la
sociedad
la
haya
aceptado
a
partir
de
motivaciones
adecuadas,
y
que
reaccione
desde
una
transformación
personal.
Los
ámbitos
educativos
son
diversos:
la
escuela,
la
familia,
los
medios
de
comunicación,
la
catequesis,
….
A
la
política
y
a
las
diversas
asociaciones
les
compete
un
esfuerzo
de
concientización
de
la
población.
También
a
la
Iglesia.
No
debe
descuidarse
la
relación
que
hay
entre
una
adecuada
educación
estética
y
la
preservación
de
un
ambiente
sano.
Prestar
atención
a
la
belleza
y
amarla
nos
ayuda
a
salir
del
pragmatismo
utilitarista.
Finalmente,
a
los
cristianos
propone
algunas
líneas
de
espiritualidad
ecológica
que
nacen
de
las
convicciones
de
nuestra
fe,
7
No
se
trata
de
hablar
tanto
de
ideas,
sino
sobre
todo
de
las
motivaciones
que
surgen
de
la
espiritualidad
para
alimentar
una
pasión
por
el
cuidado
del
mundo.
Porque
no
será
posible
comprometerse
en
cosas
grandes
sólo
con
doctrinas
sin
una
mística
que
nos
anime.
2ª
parte:
Un
breve
comentario
final:
¿será
posible
que
los
críticos
mencionados
se
acerquen
a
entender
la
Carta
de
Francisco?
Creo
que
no.
¿Por
qué?
Recordamos
que
la
economía
no
es
una
ciencia
exacta,
en
el
sentido
que
se
habla
de
la
física
o
la
química.
La
economía
tiene
un
nivel
técnico
muy
desarrollado,
pero
que
su
utilidad
depende
de
otro
nivel,
aquel
en
que
los
economistas
definen
el
para
qué
y
el
para
quiénes
toman
todas
sus
decisiones
técnicas.
Y
en
este
segundo
nivel,
los
economistas
están
muy
influenciados
por
su
visión
del
mundo
y
por
sus
intereses
personales
y
gremiales,
políticos
y
financieros,
que
condicionan
su
manera
de
entender
lo
que
es
la
actividad
económica,
lo
que
es
el
bienestar,
lo
que
son
las
relaciones
humanas,
lo
que
es
el
ser
humano,
etc.
De
ahí
que
yo
vea
que
hay,
al
menos,
tres
dificultades
principales
para
que
economistas
y
políticos
que
han
criticado
la
Carta
en
nuestro
país,
puedan
acercase
a
entender
el
planteamiento
de
Francisco.
Estas
dificultades
principales
que
voy
a
mencionar
brevemente
son:
1ª
dificultad:
La
manera
como
conciben
y
practican
los
economistas
convencionales
la
relación
entre
economía
y
naturaleza
(medio
ambiente).
2ª
dificultad:
la
forma
como
la
economía
convencional
en
su
discurso
científico
ha
manejado
la
categoría
conceptual
de
“tierra”.
3ª
dificultad:
la
carencia
de
una
visión
y
práctica
interdisciplinaria
en
la
formación
económica
habitual
en
nuestras
Escuelas
1ª
dificultad
y
centro
del
problema:
La
manera
como
conciben
y
practican
los
economistas
convencionales
la
relación
entre
economía
y
naturaleza
(medio
ambiente).
La
corriente
principal
de
la
ciencia
económica
ha
girado
en
torno
a
la
concepción
de
la
economía
como
un
sistema
cerrado,
como
un
sistema
autónomo
en
sí,
un
circuito
cerrado
o
corriente
circular
pero
entre
productores
de
mercancías
y
consumidores.
Un
sistema
que
no
está
abierto
ni
determinado
por
las
leyes
del
ecosistema,
que
es
mayor
y
más
amplio.
Esta
situación
solo
experimenta
un
giro
con
el
desarrollo
de
la
Economía
Ecológica.
Sin
embargo,
en
la
línea
neoclásica,
en
vez
de
incorporar
los
nuevos
aportes,
elaboran,
más
bien
una
“economía
ambiental”
para
incorporar
la
naturaleza
a
al
mecanismo
de
precios,
sin
superar
su
concepción
de
la
economía
como
sistema
cerrado,
en
vez
de
reconocerla
como
subsistema
del
ecosistema
abierto.
Se
ve
la
economía
coordinada
por
los
mercados,
donde
se
forman
los
precios
que
son
los
que
guían
las
decisiones.
La
concepción
predominante
de
“eficiencia”,
dentro
de
la
perspectiva
de
Pareto,
no
conlleva
una
distribución
equitativa,
ni
tampoco
una
escala
óptima
de
la
economía
en
relación
al
ecosistema.
De
ahí
que,
en
principio,
no
se
analicen
discrepancias
entre
tiempo
económico
y
tiempo
biogeoquímico,
ni
se
contabilicen
los
flujos
de
energía
y
ciclos
de
materiales
de
economía
humana,
ni
se
valore
mayormente
la
naturaleza
y
se
tienda
a
su
mercantilización.
De
ahí
se
sigue
también
que
la
biosfera
no
se
considere
como
un
8
límite
a
las
demandas
del
mercado.
O
bien
dan
por
supuesto
que
la
economía
tiene
la
misma
extensión
que
el
sistema
global
y
por
tanto
no
tiene
que
plantearse
la
cuestión
de
la
escala
en
relación
con
algo
mayor;
o
si
llegan
a
considerar
que
la
economía
es
un
subsistema
lo
ven
infinitesimalmente
pequeño
en
relación
al
sistema
global,
y
por
tanto
el
tema
de
la
escala
lo
ven
irrelevante.
2ª
dificultad:
la
“tierra”
como
categoría
conceptual
en
el
desarrollo
de
la
disciplina
económica.
En
las
sociedades
agrarias
se
entendía
que
tierra
y
trabajo
eran
dos
factores
de
producción,
aunque
posteriormente
economistas
tales
como
William
Petty,
veía
la
tierra
—como
sinónimo
de
naturaleza
y
de
los
recursos
naturales—
de
manera
pasiva,
que
no
genera
valor
de
suyo,
que
lo
recibe
del
trabajo
humano.
(Se
le
comparaba
con
la
supuesta
pasividad
de
la
mujer
respecto
al
hombre,
en
la
lectura
limitada
y
machista
de
la
época).
Un
paso
más
y
se
vio
a
la
naturaleza
como
algo
“sin
desarrollar”,
“materia
prima”,
“vacía”
—de
asentamientos
europeos,
de
la
invasión
de
los
modernistas,
(cfr.
H.
Daly).
Incapaces
de
descubrir
que
está
llena
de
capacidad
de
sostenimiento
de
la
vida
planetaria.
Posteriormente,
en
la
época
actual,
se
dejó
de
ver
como
factor
de
producción
autónomo,
y
se
subsumió
en
el
capital,
como
una
especie
de
“mezcla
de
espacio
y
capital
gastable”,
del
que
solo
interesaba
la
renta.
Los
economistas
convencionales
no
han
llegado
a
entender
la
naturaleza
en
términos
de
energía
y
biosfera,
por
lo
que
no
pueden
entender
en
sentido
profundo
ni
la
idea
de
agotamiento
de
recursos,
como
agotamiento
de
energía
útil,
ni
el
sinsentido
de
una
visión
antropocéntrica.
3ª
dificultad:
se
comprende
que
con
esta
visión
de
la
economía
como
sistema
cerrado,
la
formación
económica
habitual
en
nuestras
Escuelas
ha
carecido
de
una
visión
y
práctica
interdisciplinaria.
Creen
no
necesitarla,
pero
con
esa
falta
de
perspectiva
no
pueden
incorporar
en
su
análisis
las
interrelaciones
del
subsistema
económico
en
el
ecosistema
y
en
todas
las
dimensiones
de
éste.
Termino
haciéndome
eco
de
la
invitación
de
Francisco
a
constituir
espacios
interdisciplinarios
de
discusión
seria
y
responsable,
en
torno
a
este
tema
vital
del
“cuidado
de
la
casa
común”.
Esta
carta
y
las
controversias
que
ha
suscitado
son
una
buena
ocasión
para
ello.Ω
9