Está en la página 1de 43

https://www.animalpolitico.

com/columna-invitada/justicia-transicional-en-mexico-de-que-
hablamos/

Justicia transicional en México:


¿de qué hablamos?
La justicia transicional se enfoca en ayudar a países que
han sufrido violaciones masivas y graves de derechos
humanos a reestablecer el Estado de Derecho, la
implementación de sus mecanismos, no es solo viable,
sino una deuda que las y los mexicanos tenemos con
las miles de víctimas.
PorBlog Invitado
6 de septiembre, 2018

Por: Daniela Malpica (@danielamalpican)


En diciembre pasado, Andrés Manuel López Obrador lanzó
una controversial (por decir lo menos) propuesta sobre
amnistías durante la campaña por la presidencia. Esto desató
un torbellino de declaraciones en el debate público en torno a
éstas. Desde ese mismo diciembre, escribí para Nexos que las
amnistías, en épocas recientes, se han utilizado
mayoritariamente en contextos en los que se han visto
acompañadas por mecanismos de justicia transicional.
Ante el inicio de los foros para la paz y reconciliación
nacional, y ante la inminente implementación de un proceso de
justicia transicional anunciados por la futura secretaría de
Gobernación, Olga Sánchez Cordero y de Loretta Ortiz Ahlf,
quien se encuentra a cargo de los foros, debemos tener
claridad respecto a ¿qué es la justicia transicional? ¿de dónde
surge este término? ¿cuáles son sus fundamentos y sus
objetivos? ¿cuáles son sus herramientas? ¿es viable o
necesario implementarla en México? Y ¿qué podríamos y
debemos esperar de su aplicación en en nuestro país?

En términos sencillos, la justicia transicional es una rama del


derecho internacional que se enfoca en ayudar a sociedades o
países que han sufrido violaciones masivas y graves de
derechos humanos transicionar a sociedades democráticas y a
recuperar o reestablecer el Estado de Derecho.

Por su parte, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,


mediante un informe sobre “El Estado de derecho y la justicia
de transición en las sociedades que sufren o han sufrido
conflictos” de su Secretario General, entiende como justicia
transicional a “toda la variedad de procesos y mecanismos
asociados con los intentos de una sociedad por resolver los
problemas derivados de un pasado de abusos a gran escala, a
fin de que los responsables rindan cuentas de sus actos, servir
a la justicia y lograr la reconciliación. Tales mecanismos
pueden ser judiciales o extrajudiciales y tener distintos niveles
de participación internacional (o carecer por completo de ella)
así como abarcar el enjuiciamiento de personas, el
resarcimiento, la búsqueda de la verdad, la reforma
institucional, la investigación de antecedentes, la remoción del
cargo o combinaciones de todos ellos”.
Pero ¿de dónde viene esta rama y el término de justicia
transicional? Al respecto, Paige Arthur relata cómo fue que en
la Conferencia del Instituto Aspen en 1988, sobre “Crímenes
del Estado: castigo o perdón”; en 1992 la conferencia por la
Charter 77 Foundation sobre “Justicia en tiempos de
transición”, y en 1994 en la conferencia organizada por el
Instituto para la Democracia en Sudáfrica sobre “Como lidiar
con un pasado atroz”, que diversas voces expertas como las de
José Zalaquett – quién sería comisionado para la Comisión
Nacional de Verdad y Reconciliación en Chile – Malamud-
Goti, Aryeh Neier, Juan E. Méndez, Diane Orentlicher,
Lawrence Weschler, Alice Henkin, Tim Phillips, y Adam
Michnik, comenzaron a reflexionar sobre la investigación y
persecución de delitos, la verdad, la restitución y la reparación,
y las reformas para instituciones estatales que habían sido
abusivas y represivas; su objetivo era proveer a las víctimas de
justicia y facilitar una transición.
De acuerdo a Arthur, fue durante estas conferencias que sus
asistentes encontraron que existían diversas experiencias
alrededor del mundo para lidiar con estos pasados atroces y
que éstas contribuían a entender nuevas lecciones respecto a la
justicia en un proceso transicional. Este entendimiento de lo
transicional comenzó a dar forma a la rama de la justicia
transicional, y se formó gracias a la interacción entre personas
defensoras de derechos humanos, filósofas, activistas,
abogadas, académicas, periodistas, politólogas, quienes
justamente se ocuparon en estudiar las dinámicas de las
transiciones a sociedades democráticas a finales de los 80. No
obstante, el nombre de justicia transicional se le atribuye y se
lo auto adscribe Ruti Teitel, quien manifestó que utilizó ese
término por primera vez en 1991 para referirse a una nueva
concepción de la justicia asociada a periodos de cambios
políticos radicales después al salir de pasados opresivos al
final de los 80 cuando muchos países latinoamericanos
transicionaban a una democracia.

En este sentido, es entendible que estos mecanismos


comenzaban a utilizarse y a responder a los dilemas y
problemáticas que se vivían en esa época y al modelo social
que se aspiraba, usándose principalmente en países que se
encontraban saliendo de un conflicto armado o que se
encontraban transicionando de una dictadura o régimen
dictatorial a una democracia. Por ende, se ha aplicado
mayoritariamente en dichos contextos. Ejemplo de esto han
sido los casos de los mecanismos implementados en la
transición argentina, en 1983, cuando salieron del régimen de
dictadura militar, o como el caso de Ruanda, cuyo conflicto
consistió en un genocidio por parte de los Hutus hacia los
Tutsis en 1994.

No obstante, esto no significa que no se puedan adaptar al


contexto mexicano, en el cual, si bien no hemos entrado
oficialmente en la categorìa de país en conflicto armado no
internacional, ni nos encontramos saliendo de una dictadura
como tal, si hemos sufrido una estrategia de seguridad que
desde el nombre “guerra contra las drogas”enmarca el
conflicto que hemos padecido y que ha generado abusos y
violaciones graves de derechos humanos por parte de los
grupos actores a gran escala. En este mismo sentido, se debe
comprender que el término surgió y se trato de delimitar a
conflictos armados y transiciones democráticas por el
momento histórico en el que se acunó y los contextos en los
que se comenzó a utilizar. Sin embargo, esta concepción ha
sido constantemente adaptada a distintos tipos de conflicto
acorde a los contextos actuales, como el caso de Colombia, y
este será el reto para el caso mexicano.

En este sentido, la justicia transicional tiene como fundamento


cuatro ramas del derecho internacional: 1. Derecho
Internacional de los Derechos Humanos, 2. Derecho Penal
Internacional; 3. Derecho Internacional Humanitario y 4.
Derecho Internacional de los Refugiados. Aquí se encuentran
las bases para sus cuatro pilares y el desarrollo de diversos
mecanismos para poder alcanzarlos:

1. Verdad: para llegar a la verdad de los hechos, encontrar responsables y las causas
de que han originado estos conflictos, se han implementado alrededor del mundo
diversas comisiones de la verdad, de reconciliación, de investigación e incluso
contra la impunidad. Tienen como finalidad investigar violaciones masivas y
graves a los derechos humanos, tales como la desaparición forzada de personas,
tortura, ejecuciones extrajudiciales, el empleo de fuerzas de seguridad
clandestina, la violencia de género en situaciones de conflicto – como la
violación sexual de las mujeres – reclutamiento de menores de edad, entre otras,
y conocer sus causas y el contexto socio-político que permitió que sucedieran.
2. Justicia: para acceder a la justicia se cuentan con diversos mecanismos, tal como
la Corte Penal Internacional para la investigación de crímenes de lesa humanidad
y crímenes de guerra, así como el establecimiento de tribunales ad hoc o
específicos para determinar responsabilidades penales individuales, como el
Tribunal Penal Internacional para Sierra Leona. Por otro lado, los hallazgos de
las comisiones también se han investigado y perseguido con auxilio de tribunales
domésticos – como el caso actual de Guatemala – y métodos de justicia
tradicionales adecuados a los usos y costumbres de la región y de grupos
indígenas, los que han sido utilizados para auxiliar a las víctimas a obtener
justicia, como en el caso de Ruanda, en donde adicionalmente se utilizó el
sistema de justicia comunitaria tradicional conocido como “Tribunales Gacaca”.
3. Reparación: son programas de reparación especializados para atender las
necesidades específicas de las miles de víctimas de los hechos investigados y
perseguidos por los otros dos mecanismos de manera pronta, adecuada y
eficiente, que cumpla con los requisitos de una reparación integral y que tengan
una visión transformadora. En nuestro país contamos con la Comisión Ejecutiva
de Atención a Víctimas y las comisiones locales. Éstas deben ser revisadas
puesto que no han cumplido con su objetivo y deberán ser analizadas como parte
fundamental de las reformas estructurales contenidas en las garantías de no
repetición para no volver a revictimizar a las víctimas y que la institución
funcione como debería.
4. Garantías de no repetición: garantizar que se tomarán todas las medidas
necesarias para asegurar que las violaciones a los derechos humanos no volverán
a ocurrir de nuevo y prevenir el resurgimiento del conflicto. Para ello, es
necesario transformar las instituciones que no lograron prevenir, frenar, atender,
investigar, sancionar y reparar a las víctimas de derechos humanos. Es decir,
como mínimo a todo el sistema de procuración de justicia y de atención
victimológica. No obstante, no será suficiente, deberán ir acompañadas de
cambios sociales, educativos, culturales y legales, como la posible legalización
de las drogas, el sistema de reinserción social, fortalecimiento de policías, una
fiscalía independiente, comprender el conflicto y sus causas estructurales y
sembrar una semilla de prevención en futuras generaciones.
Debe mencionarse que la implementación de una estrategia
holística – es decir, la implementación de los 4 mecanismos de
justicia transicional – no es solo viable, sino una deuda que las
y los mexicanos tenemos con las miles de víctimas. Ante la
indolencia e inacción por más de 36’000 personas
desaparecidas, más de 200’000 personas privadas de la vida,
300’000 víctimas de desplazamiento forzado y más de
1400 fosas clandestinas, exigir al gobierno un proceso de
justicia transicional holístico y a la altura de estándares
internacionales es lo mínimo que debemos hacer por ellas.
Desgraciadamente, para muchas de las víctimas esto también
será lo máximo que podremos hacer para acercarles a la
verdad y a la justicia, pues en un país donde la cifra negra
respecto a las denuncias es del 93.6%, de los delitos
únicamente 1.14% son denunciados y esclarecidos, y en el
que, de acuerdo a los porcentajes de rezago de homicidio en
las procuradurías locales, con los recursos económicos y
humanos que existen al día de hoy, tardarían 124 años en
resolverse, un proceso de justicia transicional que de manera
extraordinaria nos auxilie a atender al número masivo de
víctimas y a acercarlas a la verdad y a la justicia, a obtener una
reparación, e iniciar con los cambios necesarios como
garantías de no repetición, será lo mejor que podremos
ofrecerles en las próximas décadas.
* Daniela Malpica Neri estudió Derecho en la Universidad
Iberoamericana y es maestra en Derechos Humanos por la
Universidad de Essex. Actualmente es directora general de
Justicia, Reconciliación y Derechos Humanos,
A.C. (JUSRED).

Referencias:
Consultar aquí.
Consultar aquí.
Consultar aquí.
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Secretario
General, “El Estado de derecho y la justicia de transición en
las sociedades que sufren o han sufrido conflictos”, 3 de
agosto de 2004, documento S/2004/616, disponible aquí.
Paige Arthur, “How ‘Transitions’ Reshaped Human Rights: A
Conceptual History of Transitional Justice”, Human Rights
Wuarterly, Vol, 31, No. 2, 2009, pp. 321-367
Ruti Teitel, “Editorial Note – Transitional Justice Globalized”,
The international Journal of Transitional Justice, Vol 2, 2008,
pp. 1-4.
Cifra del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas
o Desaparecidas del Secretariado Ejecutivo de Seguridad
Pública, al 30 de abril de 2018,
https://www.gob.mx/sesnsp/acciones-y-programas/registro-
nacional-de-datos-de-personas-extraviadas-o-desaparecidas-
rnped.
Annyssa Bellal and Julie Lambin, “THE WAR REPORT:
ARMED CONFLICTS IN 2017”, The Geneva Academy of
Internacional Humanitarian Law and Human Rights. Ginebra,
2018, pp. 83-9
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Informe
especial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
sobre desaparición de personas y fosas clandestinas en
México, 6 de abril de 2017, pp. 461-462
Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Encuesta
Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad
Pública 2017, publicada el 26 de septiembre de
2017, disponible aquí, accesado el 29 de julio de 2018.
Guillermo Raúl Zepeda, “Índice estatal de desempeño de las
procuradurías y fiscalías 2018”, Impunidad Cero,
2018, disponible aquí. Pp. 2, 14-15.
Animal Político con el apoyo de Open Society
Foundations, Matar en México: impunidad garantizada, 2018.

https://eljuegodelacorte.nexos.com.mx/?p=9318

La justicia transicional en
México
DICIEMBRE 5, 2018

VV. AA.

La justicia transicional en México


México vive desde hace varios años un fenómeno de violencia a
gran escala. Las víctimas se cuentan por miles. Esta grave
situación y sus consecuencias no han podido ser atendidas desde
las instituciones y mecanismos ordinarios de justicia. La respuesta
que muchos países han dado a problemas similares es el diseño
e implementación de una política de justicia transicional (JT). La
coyuntura del cambio de administración en el ámbito federal ha
abierto la discusión pública sobre esta materia.

Este documento, encargado por la Comisión Nacional de los


Derechos Humanos (CNDH) a un grupo interdisciplinario de
investigadoras e investigadores del Centro de Investigación y
Docencia Económicas (CIDE), ofrece un marco conceptual
comparado que ayude a tener una mejor comprensión del
contenido y alcance de la JT. Además, con base en la mejor
información disponible, realiza un ejercicio para identificar los
diferentes tipos de violencia que sufre el país y concluye con un
conjunto de recomendaciones para diseñar una política pública de
JT para México.

Conviene señalar desde el inicio el alcance de este documento.


El estudio debe entenderse sólo como un insumo para comprender
la complejidad, alternativas, dilemas, límites y problemas
relacionados con el eventual diseño, implementación y evaluación
de una política pública en materia de JT. Lo que se ofrece es un
esfuerzo por delimitarla y exponer un menú de las distintas
herramientas consideradas relevantes adaptadas al contexto
mexicano. El propósito es contribuir a informar el debate público y
a aportar elementos para la toma de decisiones que el país
requiere con urgencia.

¿Qué es la justicia transicional?

La JT es un campo específico de actividades, mecanismos y


procesos, por medio de los cuales se busca atender las causas,
las consecuencias y el legado de un fenómeno de violencia de
alto impacto a gran escala. La aplicación de la JT busca dilucidar
los hechos y contextos en los que ocurre la violencia, combatir la
impunidad, resarcir a las víctimas por el daño sufrido e impedir la
repetición de los eventos que lo ocasionaron, con miras a la
consolidación de una democracia constitucional. Los cuatro
pilares que constituyen el canon de la JT son: verdad, justicia,
reparación y no repetición.

¿Cuáles son las características de los procesos de justicia transicional?

La experiencia internacional muestra cuatro aspectos


característicos de estos procesos. En primer lugar, generalmente,
la JT supone una transición entre dos momentos socio-políticos,
delimitados por puntos más o menos claros de origen y destino.
En segundo lugar, la JT tiene una vinculación estrecha con la
garantía de los derechos de las víctimas de la violencia. En tercer
lugar, la JT requiere cierto grado de flexibilización en los criterios
normativos, emanados de los regímenes constitucional e
internacional, que aplican en los sistemas ordinarios de justicia.
Detrás de esta excepcionalidad se encuentra el reconocimiento
de que, frente a un fenómeno de violencia de alto impacto a gran
escala, las herramientas legales e institucionales ordinarias
resultan insuficientes y en muchos casos inaplicables. La JT
contempla, por ello, la aplicación de medidas extraordinarias,
especializadas y provisionales. Esto implica que la JT está
necesariamente atravesada por dilemas y paradojas complejos
que requieren la ponderación de valores en tensión. En cuarto
lugar, la JT debe contar con la participación y el más amplio
respaldo de actores sociales y políticos, especialmente de las
víctimas.

¿Qué lecciones han dejado las experiencias de justicia transicional?

La experiencia comparada permite identificar algunas lecciones


relevantes para la discusión de la JT en México. Primero, es
importante vincular la selección y modalidades de las
herramientas de JT con el contexto específico que se busca
atender, pues la pertinencia y utilidad de esas herramientas
dependerá de su correcta adaptación a la situación concreta.
Segundo, es necesario considerar la dimensión temporal de las
transiciones. Éstas generalmente no transcurren en periodos
breves o definidos. Por ello, en muchos casos, las herramientas
han debido adecuarse una vez que inician su operación. Tercero,
las experiencias en distintos países han demostrado la
importancia fundamental de pensar a la JT como un proceso
integral. Lo anterior implica, desde el diseño inicial, concebirla
como un concierto de herramientas internamente coherentes y
coordinadas en sus mandatos, acciones y consecuencias. A esto
se le conoce como el principio de integralidad.

Cuarto, la JT debe vincularse con los mecanismos ordinarios de


impartición de justicia, atención a las víctimas, búsqueda de
desaparecidos y protección de derechos humanos, entre otros.
Así, los procesos de JT deben contribuir a reforzar (y no
desplazar) las capacidades estatales existentes. Quinto, la
experiencia comparada enfatiza la importancia de que los
programas de JT puedan incluir una perspectiva o estrategia
regional diferenciada cuando se requiera.

¿Cuál es la relación de la justicia transicional con el derecho


internacional de los derechos humanos?

El derecho internacional de los derechos humanos ha dotado de


un contenido preciso a los pilares fundamentales de la JT
(verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición).
Diversos estudios e informes han sistematizado estos criterios
internacionales, entre los cuáles podemos destacar los siguientes.

La jurisprudencia interamericana ha reconocido a la verdad como


un derecho de las víctimas y de la sociedad en general, con
contenido autónomo a otros derechos, incluido el acceso a la
justicia. Esto implica que las políticas de JT deben contener
herramientas específicamente diseñadas para garantizarlo y que
complementan (no sustituyen) los procesos judiciales de acceso a
la justicia. Dichas herramientas incluyen tanto comisiones de la
verdad o de investigación, como mecanismos de acceso a la
información, desclasificación de documentos y preservación de
archivos.

El pilar de la justicia ha sido uno de los más controvertidos. El


dilema entre transición y justicia ha conducido a la necesidad de
repensar la idea misma de justicia en contextos de transición,
corrupción y violaciones masivas a los derechos humanos. La
Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) ha
señalado que los mecanismos alternativos, especializados o
extraordinarios deben cumplir con requisitos mínimos para
garantizar los derechos de las víctimas, así como con la
razonabilidad y proporcionalidad de las penas o beneficios que se
otorguen a personas que colaboren con el proceso de la justicia.
No resultan admisibles medidas que dejen impunes delitos de
lesa humanidad o violaciones graves a los derechos humanos.

En cuanto a las reparaciones, frecuentemente, la magnitud de la


victimización ha requerido la adopción de programas
administrativos de reparación como una vía alternativa (mas no
excluyente) a las reparaciones individuales obtenidas a través de
mecanismos judiciales. Por su parte, las garantías de no
repetición implican una combinación de diversas intervenciones
que contribuyan a reducir la probabilidad de que se repitan las
violaciones. Tradicionalmente, estas garantías se han identificado
con reformas jurídicas, así como con el diseño o modificación de
políticas públicas para la capacitación, el fortalecimiento
institucional, la atención a víctimas y la transformación de las
causas estructurales de la violencia (esto es, desigualdad social,
vulnerabilidad socioeconómica, falta de oportunidades educativas
o laborales, etc.).

De manera transversal a los cuatro pilares, tanto la CorteIDH


como los procedimientos especiales del Consejo de los Derechos
Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) han enfatizado la
importancia de contar con una perspectiva de género en la
política transicional.

Finalmente, la experiencia comparada muestra que conviene


involucrar a actores internacionales en el diseño, implementación,
monitoreo, supervisión o financiamiento de los procesos de JT.
Esto genera potenciales beneficios como la legitimidad, la
estabilidad y el conocimiento experto.

¿Cuáles son las herramientas de la justicia transicional?


Las herramientas de JT no pueden concebirse como unidades
aisladas, sino como partes de una política pública integrada y
coherente. El impacto de una dependerá del uso coordinado,
compatible o complementario con las otras. Además, deben
entenderse como instrumentos flexibles y adaptables a las
condiciones específicas. Finalmente, es importante destacar el
papel de las víctimas en el diseño y operación de las
herramientas de JT.

Con base en la experiencia internacional, el siguiente cuadro


sintetiza las herramientas de la JT más frecuentemente utilizadas.
Cada una de ellas tiene diferentes propósitos, destinatarios y
mecanismos de operación.

Instrumento Propósito Mecanismo


Cuerpo investigativo independiente
con expertos designados, según reglas
Revelar y examinar patrones claras y mandato claro, delimitado
Comisiones de la de abuso de derechos temporal y temáticamente, con
verdad humanos y su alcance. participación internacional.
Restitución, compensación, Programa administrativo o judicial de
Reparaciones rehabilitación y satisfacción. reparaciones.
Extinguir la responsabilidad
criminal y los procesos Ley o decreto con categorías claras de
Amnistías criminales en curso. beneficiarios.
Desarme, Desmovilizar a grupos
desmovilización y armados no estatales para
reintegración reintegrarlos a la vida civil. Programa de carácter administrativo.
Procedimientos de Rendición de cuentas de
responsabilidad penal responsables de violaciones Poder judicial o mecanismo de justicia
individual de derechos humanos. paralelo extraordinario.
Inhabilitación laboral
Procesos de temporal o permanente a
investigación de funcionarios vinculados a
antecedentes violaciones de derechos Investigación de antecedentes laborales
(lustración) humanos. y sanciones de carácter administrativo.
¿Cuáles son los criterios para identificar a las víctimas y victimarios en
México?

Uno de los problemas centrales en un proceso de JT es la


identificación de las víctimas. Se trata de una cuestión delicada,
puesto que toda exclusión arbitraria del ámbito de la JT, además
de implicar un desconocimiento de las víctimas, puede afectar
seriamente su legitimidad.

Tres criterios permiten definir el tipo de víctimas que deberían ser


atendidas por una política pública de JT. El primero tiene que ver
con la gravedad de los hechos de victimización o las violaciones
graves a los derechos humanos. Para el caso de México, sin
pretender ser exhaustivos, se puede señalar la desaparición
forzada, la tortura y las masacres a la población civil. El segundo
criterio refiere a aquellas acciones que tienen un alto impacto
público y cuyo fin es amedrentar a las autoridades y a la sociedad
en general. En México resaltan los ataques a periodistas,
candidatos a puestos de elección popular o funcionarios.
Finalmente, el tercer criterio está relacionado con el abuso de la
potestad pública en materia penal, particularmente con el uso
expansivo de la política criminalpor delitos relacionados con el
tráfico de drogas y la delincuencia organizada.

Junto con lo anterior, el documento analiza el contexto mexicano


y propone diversos criterios para identificar a las víctimas de los
delitos comunes vinculados con las estrategias de control de los
grupos armados criminales organizados y, particularmente, a las
víctimas-victimarios o víctimas complejas.

Una particularidad del caso mexicano, desde la perspectiva de la


JT, es la naturaleza criminal de la violencia y que este es un
fenómeno vivo y persistente. Los grupos de delincuencia
organizada no suelen tener una naturaleza política, sino
eminentemente lucrativas. Para las autoridades puede ser
políticamente difícil plantear un diálogo o interlocución con dichos
grupos.

¿Cuáles son las zonas de intervención prioritaria?

La revisión de la mejor información disponible (a pesar de sus


limitaciones) permite reconocer los patrones o tendencias de
algunos estados y municipios donde reiteradamente se presentan
distintos fenómenos de violencia o se concentran distintos grupos
de víctimas u organizaciones armadas no estatales. Con ello, y
con el fin de facilitar la identificación de las zonas de intervención
prioritaria, fueron desarrollados los siguientes índices: 1) índice de
grupos de víctimas vulnerables, 2) índice de incidencia delictiva,
3) índice de violencia de presencia de grupos armados no
estatales, e 4) índice de violencia según la actuación de actores
estatales.

Recomendaciones para una política pública de justicia transicional

Una política pública es un conjunto de decisiones y acciones,


desde la autoridad estatal, que buscan resolver problemas
públicos mediante instrumentos específicos, definidos en una
teoría causal.

Definición del problema: Como toda política pública, es


indispensable tener una definición precisa del problema a resolver.
En el caso que nos ocupa, el problema puede definirse como la
atención y reparación de las consecuencias de la violencia a gran
escala que ha vivido el país, cuya delimitación temporal es
posible ubicar en año 2006 como punto de partida, pues en ese
año convergen dos procesos paralelos: (i) la adopción de una
estrategia estatal de combate a la delincuencia organizada y, en
particular, el narcotráfico, que hace recurso a las fuerzas armadas
para apoyar, complementar o incluso suplir a las policías en
tareas de seguridad pública; y (ii) un aumento sostenido en el
número de muertes violentas que, a lo largo del periodo 2006-
2017, representaron un incremento significativo de la tasa de
homicidios.

La violencia a gran escala es un problema complejo que tiene


causas directas y estructurales. Las causas directas son la
violencia, la inseguridad, la impunidad y el despliegue de una
política punitiva expansiva para cierto tipo de delitos,
principalmente vinculados con el uso y la comercialización de
drogas. Las causas estructurales (sin pretender ser exhaustivos)
pueden identificarse como: la pobreza y la desigualdad; la
corrupción; la política de drogas; modelo de seguridad pública y
de procuración de justicia; y un sistema penitenciario ineficiente y
con graves deficiencias.

Como parte de la definición del problema conviene subrayar que,


no obstante las peculiaridades de la violencia criminal del caso
mexicano, existen conexiones o similitudes con otros contextos en
los que se ha recurrido a la JT. Se considera importante destacar
las siguientes características del escenario mexicano:

• El uso de la violencia a gran escala por actores organizados


estatales y no estatales.
• La pérdida de confianza en las instituciones estatales ordinarias
entre segmentos amplios de la población.
• La responsabilidad, por comisión u omisión, de integrantes de
instituciones estatales en la perpetración de violaciones graves a
los derechos humanos.
• La existencia de organizaciones especializadas en el uso de la
violencia que actúan fuera del marco legal e implementan
métodos coactivos de reclutamiento y control interno.
• La competencia violenta entre organizaciones armadas por el
control de territorio y núcleos de población.
• El surgimiento de un equilibrio violento en el que grupos sociales
significativos, así como funcionarios estatales, enfrentan
incentivos altos a la participación en conductas ilegales o
violentas, mientras que el apego a la legalidad estatal o la no
colaboración con actores violentos pueden acarrear altos costos
personales.
• La exposición de colectividades humanas a condiciones de
inseguridad y alta vulnerabilidad, ante la existencia de
organizaciones ilegales especializadas en el uso de la violencia e
instituciones públicas débiles, omisas, o cómplices.
• La ocurrencia de ciclos de enfrentamiento y venganza entre
actores armados que generan agravios mutuos y multiplican la
violencia.
• El desplazamiento de grupos de población a consecuencia de la
violencia y presencia de organizaciones armadas.
• El surgimiento de mecanismos de autoprotección y justicia por
propia mano que debilitan el monopolio de las instituciones
públicas sobre los medios de violencia, la tributación y la
impartición de justicia.
• La necesidad de un acuerdo social y político amplio, colectivo,
para identificar y detener patrones de uso de la violencia dentro
de una sociedad.

Objetivos de la política de justicia transicional: Ésta tendría como


objetivos (i) esclarecer los hechos que causaron la violencia e
identificar a los responsables, (ii) reducir la impunidad, (iii) reparar
a las víctimas por el daño sufrido y reconstruir el tejido social, así
como (iv) impedir la repetición de los eventos. Estos objetivos
corresponden con los pilares de la JT. Importa subrayar que los
objetivos de la política transicional son acotados y no pretenden
resolver los problemas “estructurales” que favorecen la violencia.
Resolverlos supone cursos de acción que tienen su propia lógica
y atienden otros problemas públicos más amplios. Sin embargo,
una política de JT en un entorno en el que los problemas
estructurales no tengan vías de solución resultará poco útil,
incluso contraproducente.

Dimensión jurídica: El análisis indica que sería posible desplegar


una política de JT sin necesidad de modificaciones mayores al
marco legal, pues una buena parte de sus herramientas ya están
consideradas en el sistema jurídico nacional, mientras que otras
pueden adaptarse con cambios menores. Sólo en ciertos casos
se requerirían reformas legales –incluso constitucionales– de
mayor calado.

En la experiencia comparada existen precedentes que han


sustentado los procesos de JT en la expedición de leyes
específicas. Aunque esta es una posibilidad, se considera que no
es indispensable, y que podría consumir tiempo valioso para la
implementación de una política de JT pues en las actuales
circunstancias el Congreso de la Unión no tiene facultades para
legislar en materia de JT con efectos generales.

Las herramientas: La JT es entendida como un conjunto de


herramientas flexibles que deben ser implementadas de manera
coordinada (como partes de una política pública integrada), ser
estructuradas con base en los cuatro pilares fundamentales de la
JT y contemplar la participación de los diversos actores
involucrados en la violencia (particularmente, las víctimas). En
este sentido, la política de JT debe entenderse como un proceso de
acciones y decisiones, no como un momento de anuncio político o
un acuerdo legislativo. A continuación, se exponen de manera
sintética las herramientas que podrían utilizarse en el caso de
México:
Recomendaciones
Fundamento o reformas
Instrumento Objetivo requeridas
Eje verdad
Contribuir al esclarecimiento
sobre las violaciones a derechos
humanos, así como coadyuvar a
la recuperación de la memoria
histórica de los hechos. Pueden Fundamento legal: Artículos 7 y
crearse una o varias comisiones, 22 de la Ley General de
y permitir que la información Víctimas.
recabada, sujeta a ciertas
reservas, pueda ser usada en
Comisiones de la verdad procesos penales. Reforma: De optarse por
Recabar, recibir, analizar, ampliar las atribuciones
sistematizar y valorar la
información que pueda de las comisiones,
convertirse en líneas de deberán hacerse
investigación y datos de prueba
respecto de los hechos materia de
ajustes legales o,
su competencia. constitucionales en
función del alcance que
Deberán estar se les quiera dar.
encabezadas por
fiscales para que Además, deberá
puedan ejercer la establecerse una
acción penal en sus regulación
Comisiones de
respectivos ámbitos de administrativa para
investigación competencia. asegurar su operación.
Registrar, documentar, preservar
y diseminar la información
documental, testimonios orales o
cualquier otro medio que dé
cuenta de la experiencia social de
la violencia.
Fundamento legal: Artículo 22 de
la LGV; artículo 6°, fracción IX,
Informes para la
Estos informes sólo de la Ley de la Comisión
memoria histórica tienen un propósito Nacional de Derechos Humanos.
documental y
pedagógico, y pueden
incluso tomar formas
artísticas o culturales
(museos, memoriales).
Fundamento legal: Una
interpretación extensiva del
artículo 20 de la LGV permitiría
integrar a dichos colectivos a los
Su propósito es garantizar la grupos de trabajo. A partir de
inclusión de los hallazgos de los aquí se podría generar una
colectivos de víctimas en el política integral para dar
Incorporación de marco de las comisiones de la participación a los colectivos
iniciativas ciudadanas verdad y de investigación. antes mencionados.
Eje justicia
Fundamento legal: artículo 11,
fracción VII, del Reglamento de
la Ley Orgánica de la
Procuraduría General de la
República.

Reforma: Requiere
reforma legislativa en
Fiscalías especializadas caso de optar por la vía
alternativa, para
Vía alternativa: facultar a personas
creación de un extranjeras a
mecanismo desarrollar tareas de
internacional investigación
especializado, autónomas en territorio
mediante un Investigar y, en su caso, ejercer nacional o asegurar
acción penal contra las personas
convenio de responsables por la comisión de que puedan desplegar
colaboración con violaciones graves de derechos acciones de asesoría o
humanos, constitutivas de delitos
un organismo o los crímenes establecidos en el
supervisión de cuerpos
internacional Estatuto de Roma. de policía y fiscales.
Enjuiciar y, en su caso, sancionar Fundamento legal: artículos 6 y 20
Juzgados especializados a las personas responsables por la del Código Penal Federal;
de alto impacto comisión de violaciones graves artículo 50 de la Ley Orgánica
de derechos humanos. del Poder Judicial de la
Federación; tratados
internacionales de los que
México es parte; en específico,
el Estatuto de Roma de la Corte
Penal Internacional.
Fundamento legal: Una operación
inmediata de la amnistía puede
ocurrir con la Ley Nacional de
Ejecución Penal. Sin embargo,
los alcances pueden ser
limitados. Un ejercicio más
amplio, necesariamente
involucra al artículo 73
constitucional que faculta al
Congreso de la Unión para
emitir amnistías.

Reforma: una ley de


amnistía sustentada en
el artículo 73 fracción
XXII constitucional
únicamente puede
tener alcances
federales. Para incluir
Su objeto es la emisión de un los delitos del fuero
cuerpo normativo que extinga la
pena o la acción penal de los común, se requiere que
delitos federales o del fuero los congresos de las
común que no constituyan delitos
graves, violaciones graves a entidades federativas
derechos humanos y que estén emitan su propia
relacionados con eventos
específicos de violencia
legislación o reformar
Amnistías ocurridos de 2006 a 2018. la Constitución.
Fundamento legal: El CNPP en
Su objeto es la aplicación de los particular los artículos 201 a
beneficios que contempla el 207.
Código Nacional de
Procedimientos Penales (CNPP) Reforma: dado que un
para los casos en que el imputado
acepte su responsabilidad penal y
alto porcentaje de los
Juicios abreviados existan otros datos de prueba. hechos de violencia
ocurridos en el periodo
2006-2018 fueron
procesados en el
anterior sistema de
justicia penal, se
necesita expedir una
norma jurídica que
permita la aplicación
retroactiva del CNPP.
Fundamento legal: Artículo 14°
constitucional, artículo 410 del
CNPP y reglas competenciales
de la Ley General contra la
Tortura, Desaparición Forzada o
Secuestro.

Reforma: Se recomienda
establecer el supuesto
genérico para los casos
de violencia de 2006 a
En casos de delitos en que no 2018 en el artículo 410
proceda amnistía, se podrá
establecer la posibilidad de del CNPP, o en su
colaborar con la justicia y caso, en un artículo
obtener la sustitución de una
Sustitución de penas por pena por una medida de
transitorio de la ley de
medidas de seguridad seguridad. amnistía.
Fundamento legal: artículo 35 de
Los individuos que cooperen con la Ley contra la Delincuencia
las instituciones de justicia y que Organizada.
estén en los supuestos de
delincuencia organizada se Reforma: Esta medida
podrán acoger a este beneficio.
La aportación y el ingreso al puede extenderse a
programa podrían ser otros delitos mediante
determinadas por las comisiones
Programa de testigos de investigación y los fiscales
una reforma al artículo
protegidos (general o estatales). 256 del CNPP.
Los menores de edad que hayan Fundamento legal: El artículo 18
Sistema de justicia para cometido un hecho tipificado de la Constitución reconoce la
menores de edad como delito por la ley serán excepcionalidad de medidas de
susceptibles de amnistía. internamiento para menores y su
proporcionalidad al hecho
cometido. La Ley Nacional del
Sistema Integral de Justicia
Penal para Adolescentes
construye un régimen
diferenciado del resto de la
criminalidad.
Eje reparaciones
El programa deberá diseñarse con
una visión de reparación integral
que incluya –junto con
mecanismos de indemnización
pecuniarios– medidas de
restitución, rehabilitación o
satisfacción. La primera tarea es
diseñar un padrón único para la
identificación de víctimas.

Sería un programa
Fundamento legal: La LGV, en
específico y distinto al sus artículos 1, 9, 26, 27 y 64; la
de la Comisión Ley Federal de Declaración
Especial de Ausencia para
Programa administrativo
Ejecutiva de Atención a Personas Desaparecidas y el 109
de reparaciones Víctimas (CEAV). fracción XXIV del CNPP.
Eje garantías de no repetición
Generar datos relevantes y
apropiados para el análisis de los
Datos sobre violencia de patrones de violencia de alto
alto impacto a gran impacto a gran escala, así como
escala y violaciones sobre los perfiles de víctimas de
graves de derechos violaciones graves a derechos El Poder Ejecutivo ya cuenta
humanos humanos. con esta facultad.
Plan de acción dirigido a
asegurar el cumplimiento de las
Plan de acción para recomendaciones nacionales e
cumplimiento de internacionales en derechos
recomendaciones humanos, particularmente
nacionales e aquellas vinculadas con los
internacionales en procesos de violencia de alto Reforma: No requiere reforma
derechos humanos impacto a gran escala. legislativa.
Legislación para la La emisión de cuerpos
cooperación con normativos que establezcan los
mecanismos mecanismos de cooperación con
internacionales órganos internacionales de Requiere reformas legislativas.
derechos humanos, así como los
procedimientos, autoridades
responsables y facultades para el
cumplimiento de las resoluciones
o recomendaciones. En particular
México debe cumplir su
compromiso de expedir un
cuerpo normativo específico para
la cooperación con la Corte Penal
Internacional.
Fortalecimiento de los
mecanismos de protección a los
derechos humanos de todas las
personas en México, a través del
Reconocimiento de reconocimiento de competencia
competencia de órganos de órganos internacionales
internacionales y especializados y ratificación de
ratificación de tratados tratados internacionales
internacionales señalados en el cuerpo del
específicos documento.
No emplean una
fundamentación concreta pues
se trata de programas
focalizados que buscan
reconstruir el tejido social.
Puede ser implementada por
Buscar la desmovilización de cuestiones de protección civil,
integrantes de grupos armados no gobernabilidad, seguridad
estatales, organizados o no pública o civilidad. Ello requiere
organizados, con el objeto de la intervención de las
reintegrarlos a la sociedad. autoridades federales y locales.

Las comisiones de la Un proyecto más


verdad podrán hacer ambicioso de DDR
Programas de desarme,
desmovilización y
recomendaciones no exige modificaciones
reintegración específicas. legislativas.

Delimitación territorial. Ésta no supone fijar un espacio único, sino


adoptar una perspectiva regional diferenciada, misma que se
sustenta en la importancia de considerar el impacto en la
violencia de diversos factores como: (i) la presencia o ausencia de
actores estatales en ciertas zonas o localidades; (ii) la
multiplicación o proliferación de grupos armados con una
estructura más o menos estable, que pueden responder a
distintas motivaciones o fines, incluidos criminales; (iii) la
coexistencia de patrones de violencia con otros factores de
vulnerabilidad de ciertos grupos sociales; así como (iv) la
identificación de las víctimas individuales con grupos
históricamente desaventajados en regiones específicas. El
análisis regional también puede vincularse con la dinámica propia
de la operación de mercados ilegales, zonas de cultivo y
producción de drogas ilícitas o rutas de tráfico, así como otros
fenómenos criminales (secuestro, extorsión o tráficos de personas
y armas).

Por otro lado, la violencia en México afecta de manera particular a


ciertas regiones, lo cual dificulta la realización de una acción
homogénea en todo el país. Por ello, subrayamos la necesidad de
identificar zonas precisas e intervenciones específicas que sean
capaces de responder a las condiciones de cada región. Si bien
indicar municipios específicos resulta difícil por la naturaleza
cambiante de la violencia, es posible identificar estados/regiones
que requieren de atención prioritaria: norte (Chihuahua, Coahuila,
Nuevo León); noreste (Tamaulipas, Veracruz); y suroeste
(Michoacán, Guerrero).

Ámbito personal: El análisis revela que existe una clara


concentración de violencia entre hombres jóvenes sin escolaridad
o escolaridad baja. Ello obliga a considerar medidas específicas
para esta población. También se debe reconocer que los
participantes en el tráfico de drogas son, propiamente hablando,
actores de violencia. En este sentido, algunos mecanismos de la
JT podrían ofrecer incentivos para disuadir a ciertos actores de
bajo rango (narcomenudistas, transportistas, informantes) de
seguir participando en el tráfico de drogas. Asimismo, es
necesario considerar los casos de quienes fueron reclutados para
participar en las organizaciones armadas no estatales (tales como
los menores de edad o los grupos de autodefensas)

Temporalidad: Se recomienda establecer un periodo de dos a tres


años de funcionamiento de los instrumentos de JT a partir del
inicio de actividades. Al final de este periodo, se esperaría contar
con un informe que ofreciera un esclarecimiento de los hechos
que causaron la violencia y la identificación de patrones y
responsables pertinentes, un proceso consolidado de
investigaciones penales que redujera la impunidad, un
mecanismo inicial de reparaciones, así como una ruta de
fortalecimiento institucional que impidiera la repetición de los
eventos.

Con base en los avances que se presenten, la evaluación que se


haga del logro de objetivos permitirá decidir: a) cuáles propósitos
han sido alcanzado y, por tanto, si se puede concluir el
funcionamiento de algún instrumento de JT; b) cuáles no han sido
alcanzados y, por tanto, si se requiere un replanteamiento,
corrección o modificación en la implementación; y c) cuáles
instrumentos deben ser institucionalizados definitivamente o
continuados para un nuevo periodo. Estas decisiones deberían
dar lugar a una nueva secuencia de intervenciones que sea
implementada considerando un nuevo horizonte temporal.

Dimensión internacional: Conviene que en el diseño de la política


de JT se considere la intervención de organismos internacionales.
Existen diferentes formas en que puede ser diseñada esta
participación: desde mecanismos ordinarios de supervisión estatal
o la integración de mecanismos ad hoc, hasta la colaboración,
asistencia técnica o, incluso, la creación de mecanismos
internacionales paralelos a las instituciones nacionales. En todos
los casos, se debe considerar la complementariedad y
fortalecimiento de las instituciones nacionales.

Género e inclusión: Resulta indispensable que la política de JT


tenga una perspectiva de género y una lógica de inclusión. Una
respuesta efectiva requerirá incorporar de forma transversal esta
perspectiva y facilitar proactivamente, desde el diseño de los
instrumentos, su capacidad de atender estas especificidades. No
se recomienda la creación de mecanismos diferenciados por
género o grupo poblacional pues genera fragmentación y no
permite que la JT se constituya en un elemento que reduzca la
discriminación.

Capacitación: La implementación de la política requiere de


personal capacitado con los propósitos, las características de los
instrumentos y la secuencia y lógica de los procesos.

Responsables: Un aspecto crucial es que se identifiquen a


los responsables de la política de JT. Es necesario reconocer que
México cuenta ya con una extensa red de leyes, dependencias,
organismos, comisiones e instituciones a nivel federal, estatal e
incluso municipal. Esta red tiene responsabilidades particulares
que intersectan con los mandatos de la JT, por lo que se tendrá
que definir cuál es su rol específico en el diseño e implementación
de la política de JT.

Pero además de los responsables individuales de cada


instrumento, se requiere establecer un mecanismo de
coordinación y decisión junto con el mandato sobre toda la
política de JT. Este mecanismo debería ser capaz de tomar las
decisiones de diseño de la política, asegurar la articulación de los
instrumentos, monitorear sus avances, hacer las adecuaciones
necesarias y, al final de los primeros dos o tres años, rendir un
informe completo que permita evaluar el progreso de la política y
tomar las medidas de seguimiento necesarias. Su mandato
debería estar acotado temporalmente y ajustarse a los objetivos
de la JT.

Se sugiere que tal mecanismo esté integrado por representantes


de los siguientes poderes y órganos: el Ejecutivo, encabezado por
la Secretaría de Gobernación (aunque podría incluirse a otras
secretarías); el Poder Legislativo; el Poder Judicial de la
Federación; la Fiscalía General de la República; y al menos un
representante de los gobiernos estatales. Además, podría contar
con el acompañamiento de la CNDH así como de un órgano
consultivo integrado por organizaciones de la sociedad civil,
organizaciones de víctimas, academia, empresarios y organismos
internacionales. Por su parte, el Secretariado Técnico podría
recaer en la Secretaría de Gobernación.

De manera complementaria al mecanismo de coordinación,


puede considerarse la creación de un mecanismo de seguimiento
y evaluación de las medidas de reparación, con una integración
distinta e independiente, incluso con participación internacional,
que contribuya a asegurar que las medidas y las acciones de JT
logren efectivamente su propósito.

En síntesis

En el contexto actual, resulta pertinente considerar el uso de un


enfoque de JT con el objeto de contribuir a atender las
consecuencias de la violencia de gran escala que ha vivido el
país desde 2006. Sin embargo, conviene tener en cuenta dos
elementos. Primero, el contexto específico de México en el que la
violencia tiene un componente criminal que sigue vivo. Segundo,
que la JT supone una decisión política que debe tener dos
componentes. Por un lado, un diseño que permita articular las
diferentes herramientas de manera coherente y complementaria
con base en las especificidades y contextos regionales y
poblacionales. Por otro, que tendría que ser acompañada de otras
medidas y políticas prospectivas que atiendan las causas
estructurales de la violencia (pobreza, corrupción, impunidad,
debilidad institucional, nueva política de drogas, entre otras). La
JT, por sí misma, no puede resolver el problema de la violencia en
el país.

Bajo esta perspectiva, recomendamos considerar, entre otros, los


siguiente elementos:

• La posibilidad de poner en marcha un proceso de JT en México


dentro del marco constitucional y legal vigente.
• Crear un mecanismo rector interinstitucional, con un mandato
amplio sobre la política de JT en todo el país.
• Crear además un órgano independiente de supervisión,
seguimiento y evaluación de medidas de reparación.
• Incorporar actores internacionales que coadyuven al proceso,
presten asistencia técnica y complementen a las instancias
nacionales.
• Crear programas que atiendan a los jóvenes, así como definir
zonas prioritarias de intervención y medidas regionales
específicas, dentro de un marco nacional de JT.
• Generar un diseño flexible, coherente y articulado de las
herramientas de JT. Identificar para cada herramienta el mandato,
el objetivo y los responsables de su operación, así como los
recursos necesarios para que puedan operar. Siempre considerar
cómo las herramientas de JT se vinculan o complementan a los
mecanismos ordinarios.
• Incorporar en el diseño de cada herramienta mecanismos de
participación de la víctimas y una perspectiva transversal de
generó e inclusión.
• Establecer un periodo de 2 (o máximo 3) años para el proceso
de JT, al final del cual se deberá evaluar los resultados y tomar,
en su caso, las medidas necesarias para mantener o modificar las
herramientas que hayan funcionado adecuadamente.

Versión íntegra del documento: Estudio para elaborar una propuesta de


política pública en materia de justicia transicional en México.

Javier Cruz Angulo Nobara. División de Estudios Jurídicos.


Laura H. Atuesta Becerra. Programas Interdisciplinario en Política
de Drogas.
José Antonio Caballero Juárez. División de Estudios Jurídicos.
Guillermo M. Cejudo Ramírez. División de Administración Pública.
Juan Espíndola Mata. Programa Interdisciplinario sobre Política y
Prácticas Educativas.
Pablo Kalmanovitz. División de Estudios Internacionales.
Sandra J. Ley Gutiérrez. División de Estudios Políticos.
Sergio López Ayllón. División de Estudios Jurídicos.
Javier Martín Reyes. División de Estudios Jurídicos.
Ximena M. Medellín Urquiaga. División de Estudios Jurídicos.
Rodrigo Meneses Reyes. División de Estudios Jurídicos.

https://www.animalpolitico.com/verdad-justicia-y-reparacion/justicia-transicional-en-mexico/

La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos es una


organización civil, secular, autónoma e independiente fundada en 1989. Busca
contribuir a la consolidación de un Estado democrático de derecho que reconozca
y garantice, en particular, los derechos de las víctimas de violaciones a derechos
humanos; en especial el derecho a la asistencia, protección, verdad, justicia,
reparación integral, debida diligencia, y demás derechos consagrados. Este blog
es un espacio de análisis e investigación que invita a un debate informado sobre el
estado de los derechos humanos en México. Síguenos en
Facebook/CMDPDH.(Leer menos)
¿Justicia transicional en México?
En México tenemos más de 50 años de impunidad sobre los
hechos del pasado y a ello se abonan los conflictos presentes,
de dimensiones alarmantes en cuanto a violaciones graves a
derechos humanos se refiere.
PorCMDPDH
22 de junio, 2015
Comparte

Por: Lucía Chávez (@LucyWonderful)

El 2 de junio en Brasilia se llevó a cabo el Seminario Internacional


contra la Impunidad y el Olvido: Justicia y Archivos, organizado por la
Red Latino Americana de Justicia de Transición, donde tuvo
participación la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los
Derechos Humanos. Tuvimos la oportunidad de compartir la
experiencia comparada en diversos países latinoamericanos en materia
de justicia de transición.

Está documentada la existencia de conflictos sociales en Iberoamérica


que han dejado como saldo un gran número de violaciones graves a
derechos humanos: Argentina, Uruguay, Chile, España, Guatemala,
Colombia, cobran gran relevancia al hablar de conflictos en regímenes
autoritarios o supuestamente democráticos. México no es la excepción.

De ahí la importancia de la justicia transicional; ésta se ha visto como


un principio que incluye los diferentes procesos asociados con los
intentos de las sociedades por garantizar que, como consecuencia de
un conflicto armado, los responsables de graves violaciones a derechos
humanos o al derecho internacional humanitario rindan cuentas sobre
sus actos.
La justicia transicional ha sido definida de diversas maneras. El
concepto generalmente adopta la concepción de la justicia con un
elemento de cambio político, que tiene aparejado consecuencias
legales y sociales para enfrentar los crímenes del pasado cometidos por
regímenes represores anteriores.
Para la definición de justicia transicional adoptaremos lo retomado por
el Secretario General de las Naciones Unidas en su informe sobre
justicia transicional de 2004, en el que tras la variedad de definiciones,
unifica un concepto para la justicia transicional; primeramente, aborda
la noción de justicia, definiéndola como un ideal de responsabilidad y
equidad en la protección y reclamación de los derechos y la
prevención y el castigo de las infracciones, que impone tener en cuenta
además los derechos de las víctimas, del acusado y de la sociedad.
Así, la noción de justicia transicional abarca los procesos y
mecanismos nacionales, regionales, universales, jurídicos o no, que
tienen que ver con los intentos de una sociedad por resolver los
problemas derivados de un pasado autoritario, de abusos a gran escala,
a fin de que los responsables rindan cuentas de sus actos, servir a la
justicia y lograr la reconciliación. Dichos procesos incluyen, entre
otras situaciones: el enjuiciamiento de los responsables de los
hechos, el resarcimiento de las víctimas y de la sociedad en su
conjunto, la búsqueda de la verdad, la reforma institucional y la
investigación de antecedentes.

En el Seminario, la reflexión realizada sobre México llevó a la


conclusión que ya todos sabemos: una verdadera carencia de justicia
transicional, que se refleja en que hechos atroces de graves violaciones
a derechos humanos ocurridos en el pasado estén sin resolver y se
vuelvan a repetir.

Al hablar de los hechos del pasado, concretamente la Guerra Sucia -


que tuvo lugar en los años 60’s, 70’s y principios de los 80’s- si nos
centramos en el estado de Guerrero, particularmente en Atoyac de
Álvarez encontraremos un periodo de la historia de México bastante
olvidado, pero que durante él se cometieron graves y sistemáticas
violaciones a derechos humanos: El Estado calificó y persiguió la
lucha democrática como acto subversivo. Quienes buscaban un cambio
por vías legales –de la gestión, de la participación democrática y del
liderazgo social- fueron señalados como subversivos y agitadores,
como guerrilleros, fueron perseguidos, muertos, desaparecidos o
encarcelados. Por lo que a los movimientos sociales sólo les quedó la
vía de la rebelión, provocada por la persecución del Estado,
particularmente por cuerpos de seguridad pública y en especial por el
ejército.
A raíz de los hechos ocurridos en la época y del caso paradigmático
de Rosendo Radilla Pacheco se tienen diversas acciones: desde el año
2001 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió una
recomendación sobre hechos relacionados con la época; a raíz de ello,
se creó una fiscalía especial para la investigación de hechos
relacionados con delitos de pasado, que funcionó durante 5 años;
desde 2009 cuenta con una sentencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (Corte IDH), concretamente el caso Radilla
Pacheco; en 2011 la Suprema Corte de Justicia de la Nación se
pronunció con relación a esa sentencia de la Corte IDH en un
expediente “varios”.

No obstante, no se han dado los supuestos que nos permitan afirmar


que el gobierno mexicano agotó esfuerzos, desde todos los ámbitos,
para concretar la justicia transicional:

 No se ha enjuiciado a ningún responsable de los hechos, ello a pesar


de que la Fiscalía Especializada para Movimientos Sociales y Políticos
del Pasado (FEMOSPP) reconoció a 788 desaparecidos, 537 en el
estado de Guerrero. Falta de acceso a la justicia: adicional a ello la
falta de transparencia en las investigaciones penales y el total abuso de
los plazos para determinar la averiguación previa han sido
un obstáculo para el acceso a la justicia de las víctimas y hacia
su resarcimiento ya que parte de las reparaciones consiste en el
castigo a los responsables.
 La búsqueda de la verdad de los hechos ha estado limitada por el
acceso a la información de los documentos. El informe de la
FEMOSPP nunca fue público y sólo se conocen “borradores” de
versiones no oficiales. Recientemente, en 2015 se clasificaron como
“históricos confidenciales” los archivos de la Guerra Sucia. Ello ha
generado un retroceso en cuanto al acceso a la información
histórica de los hechos, ya que en un principio las víctimas tenían un
acceso total, incluso a documentos que contenían datos personales,
posteriormente la información se fue testando y restringiendo hasta la
entrada en vigor de la Ley Federal de Archivos que permite la
restricción de la información.
 En México no ha existido una verdadera reforma institucional, a
pesar de la alternancia de poderes en dos sexenios, no se ha llegado a
un cambio de paradigma político-jurídico que garantice instituciones
autónomas y democráticas.
Todas estas ausencias se traducen en una amplia simpatía por la
impunidad desde diferentes ámbitos de gobierno, de manera puntual:
 Al igual que en los años 60’s, fuerzas armadas realizan tareas de
seguridad pública (ahora a más grande escala) antes con el pretexto de
reprimir una guerrilla, ahora en la guerra contra el narcotráfico.
 Las fuerzas armadas siguen cometiendo graves violaciones a derechos
humanos; tenemos casos de ejecuciones extrajudiciales como el de
Tlatlaya en el Estado de México. También se les relaciona con
detenciones arbitrarias y tortura, incluso en cuarteles militares, por
ejemplo, en el estado de Baja California.
 Al igual que en aquella época, no contamos con una legislación eficaz
que sancione violaciones graves a derechos humanos. Es así que entre
2007 y 2014 tenemos 24,851 personas reportadas como desaparecidas
según datos oficiales, la PGR ha iniciado 100 investigaciones
(averiguaciones previas) sobre desaparición forzada y solamente ha
consignado 11 casos, de esos sólo existen 6 sentencias. Sobre tortura,
en el mismo periodo, suman 4,055 denuncias y sólo 3 sentencias
firmes.
 No existe una verdad sobre las personas muertas, desaparecidas y
torturadas, tanto por agentes del Estado, como por integrantes del
crimen organizado. Ni un reconocimiento verdadero del conflicto
interno en México y seriedad para el análisis oficial de sus graves
consecuencias.
En resumen, en México tenemos más de 50 años de impunidad sobre
los hechos del pasado y a ello se abonan los conflictos presentes de
dimensiones alarmantes en cuanto a violaciones graves a derechos
humanos se refiere. Ante ello, hace falta una verdadera suma de
voluntades que reconozcan el problema y que permitan dar pasos
sólidos hacia la construcción de una justicia transicional para México.

Ley 1448 de 2011, por la cual se dictan medidas de atención,


asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado
interno y se dictan otras disposiciones. Colombia. Diario Oficial No.
48.096 de 10 de junio de 2011.
Teitel, Ruti G. Genealogía de la Justicia Transicional. Título original
Transitional Justice Genealogy. Publicado en Harvard Human Rights
Journal. Vol 16. Spring 2003. Cambridge, MA.
Consejo de Seguridad. Informe del Secretario General de las Naciones
Unidas sobre el estado de derecho y la justicia transicional en las
sociedades que sufren o han sufrido conflictos. 3 de agosto de 2004,
(S/2004/616). Disponible aquí.
Ibídem. Párrafos 7 y 8.
Ibídem. Párrafos 7 y 8.
Corte IDH. Caso Radilla Pacheco Vs. México. Supervisión de
Cumplimiento de Sentencia. Resolución de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos de 14 de mayo de 2013. Página 7.
https://www.eluniversal.com.mx/nacion/cndh-presenta-propuesta-de-justicia-transicional-en-
mexico

“La transición a la que se refiere la JT en México consiste en <<transitar desde un estado de


violencia de alto impacto>>, propiciado por la aplicación de políticas anteriores, hacia la
posibilidad de lograr condiciones para construir un estado democrátoco de derecho.

http://derechoshumanos.org.mx/por-la-construccion-de-una-justicia-transicional-que-considere-
a-todas-las-victimas-de-mexico

Por la construcción de una justicia transicional que


considere a todas las víctimas de México
Publicada en 27 noviembre, 2018

POR LA CONSTRUCCIÓN DE UNA


JUSTICIA TRANSICIONAL QUE
CONSIDERE A TODAS LAS VÍCTIMAS DE
MÉXICO
27 de noviembre de 2018
 Convocantes y participantes de este 1er Encuentro apuestan a la construcción de una justicia
transicional que considere a todas las víctimas
 Se dieron más de 500 asistentes, entre víctimas y sobrevivientes, personas académicas,
estudiantes e integrantes de organizaciones y movimientos sociales de diversos estados del
país.
Entre el 19 y 21 de noviembre tuvo lugar, en Asunción de Nochixtlán, Oaxaca, el 1er
Encuentro Internacional de Defensores y Víctimas de Graves Violaciones a Derechos
Humanos. Acudieron aproximadamente 500 asistentes entre vícitimas y sobrevivientes,
personas académicas, estudiantes e integrantes de organizaciones y movimientos sociales;
provenientes de los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Puebla, Veracruz,
Estado de México, Sinaloa, Coahuila y Ciudad de México, así como de Alemania,
Argentina, Colombia, Chile y Guatemala.

El Encuentro tuvo como propósito impulsar la construcción de un proceso propio de


justicia transicional, que considere a todas las víctimas de graves violaciones a los derechos
humanos en el país, desde la diversidad de sus experiencias, luchas y resistencias. El cual
tenga lugar desde la participación central de las víctimas, vistas como dinamizadoras de
diversos procesos de defensa de derechos humanos y de búsqueda de verdad, memoria y
justicia.

Con base en las diversas experiencias, se plantea que la justicia transicional sea una
herramienta que se construye por medio de procesos colectivos que le permitan ser llevada
a la práctica y fortalecer los procesos de memoria. Esto implica que no puede ser impuesta
desde arriba, sino que tiene que ser reconocida y apoyada socialmente.

Acudieron familiares y víctimas de diversas violaciones graves a derechos humanos, como


tortura, desaparición forzada, feminicidios o ejecución extrajudicial. También participaron,
en representación, diferentes comités de víctimas como el Comité 68, la Representación de
Arantepakua, el Comité Cerezo, el Comité de Víctimas de Nochixtlán, Sabuesos Guerreras,
entre varios más.

Desde el sentir de las víctimas y sobrevivientes se identificaron algunas necesidades y


propuestas que abonen a un proceso de justicia transicional efectivo, caracterizado por la
centralidad de las victimas. A partir de ahora se busca discutir de manera colectiva y
organizada cuáles son los mecanismos pertinentes para la verdad, la justicia, la reparación y
las garantías de no repetición, según las necesidades de las víctimas y sobrevivientes.
Además se destacó la voluntad de continuar con la realización de foros permanentes, al
igual que conformar una comisión integrada por víctimas, sobrevivientes y participantes,
con miras a dar continuidad a las propuestas aquí planteadas y hacerlas llegar al gobierno
entrante.

ATENTAMENTE
Comité de Víctimas por Justicia y Verdad 19 de Junio (COVIC)

Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria. (CDHVITORIA)

Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE)

Sección XXII – Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación

Comisión Magisterial de Derechos Humanos sección XXII (COMADH)

Defensoría de los Derechos Humanos por la Justicia A.C. (DDHHJUSTICIA)

Centro de Derechos Humanos Bartolomé Carrasco Briseño (BARCA)


Liga de Juristas “26 de septiembre” A. C.

https://www.elheraldo.co/politica/cinco-experiencias-de-justicia-y-reparacion-en-el-mundo-
278997

CINCO EXPERIENCIAS DE JUSTICIA Y REPARACIÓN EN EL MUNDO

18 de Agosto de 2016 - 05:03


Así se vivió la transición y la penalización tras el conflicto en países como
Alemania, Argentina, Chile, Ruanda y la antigua Yugoslavia.
A lo largo de los años una gran cantidad de países alrededor del mundo han sufrido la
existencia de un conflicto armado que, en su época, debilitó las diferentes esferas de su
sociedad, tras lo cual se hizo necesaria no solo la finalización de los enfrentamientos, sino
también la construcción de la paz y la reconciliación a través de unos modelos de justicia
transicional basados en la verdad, la justicia y la reparación.

A pesar de que, según explica Viridiana Molinares, docente e investigadora de Derecho de


la Universidad del Norte, las características de cada situación de conflicto, violencia o
guerra que se viva dentro de las sociedades obliga a que las propuestas de justicia
transicional que se construyan en cada país sean completamente originales y ajustadas a las
características de cada contexto, lo cierto es que “la implementación de algunos modelos de
justicia transicional han contribuido a mejorar los estándares de eficacia de esta forma de
justicia, debido a que las experiencias anteriores contribuyen a mejorar la formulación de
nuevos modelos en contextos actuales”, asegura la experta.

Así pues, no está de más conocer los logros y deficiencias de algunas experiencias, para
analizar las características propias del modelo de justicia transicional planteado en la
negociación de La Habana, en el cual, de acuerdo con Molinares, “se han especificado
todos los estándares internacionales para garantizar un modelo de justicia eficaz que
permita alcanzar la transición de una sociedad en conflicto a una que construye paz desde la
participación”.

En este sentido, y en el marco de la alianza Misión Caribe, Andrés Velásquez y María


Alejandra Uribe, en conjunto con la profesora Viridiana Molinares, hacen un análisis de los
modelos de justicia transicional en 5 países diferentes: Núremberg, Alemania; Ex
Yugoeslavia; Ruanda; Argentina y Chile, y así ofrecer comparaciones con respecto a las
peculiaridades a las que responde el actual proceso de paz en Colombia.
Tribunal Internacional de Nüremberg
Estado del conflicto
El tribunal se impuso luego de la victoria de las potencias Aliadas en la Segunda Guerra
Mundial. Lo que les permitió contar con absoluto control del territorio alemán y hacer
prisioneros a la mayoría de los procesados.

Participación internacional
Fue propuesto por un grupo de países vencedores en la Segunda Guerra Mundial, para
juzgar las graves violaciones a los derechos humanos. Los jueces y fiscales fueron
nacionales de países aliados.

Debate por relación entre Justicia y Paz


La creación del Tribunal se dio por la necesidad de juzgar los crímenes y establecer
sanciones a los responsables para asegurar la paz futura, disuadiendo a quienes optaran por
desarrollar conductas similares a las adelantadas por las fuerzas nazis.

Condenas impuestas
El tribunal impuso fuertes condenas, propias del derecho penal ordinario de la época. Así,
además de penas privativas de la libertad, se impuso la pena de muerte, como sanción
principal por los delitos cometidos por los acusados.

Estado del conflicto


Este tribunal permitió un desarrollo sin precedentes en el derecho penal internacional y en
los esquemas de protección de derechos humanos. Estableció responsabilidades
individuales por los crímenes, divulgó la verdad sobre estos, y facilitó algunas formas de
reparación.

Tribunal Internacional para Ruanda


Estado del conflicto
El tribunal se instaló por petición del Gobierno del Frente Patriótico Ruandés, quien resultó
vencedor en el conflicto armado que le enfrentaba con el régimen bajo el cual se desarrolló
el genocidio racial entre Hutus y Tutsis de 1994.

Participación internacional
Fue creado por el Consejo de Seguridad de la ONU a través de la Resolución 955 de 1994.
Fue conformado por jueces internacionales que juzgan a los responsables de genocidio y
otros crímenes de lesa humanidad.

Debate por relación entre Justicia y Paz


Se instauró como medida para evitar retaliaciones posteriores al genocidio, así como
necesidad de no repetición de los hechos, para reestablecer la paz en la región de los
Grandes Lagos, y promover la reconciliación entre Hutus y Tutsis.
Condenas impuestas
Se impusieron condenas a los culpables de delitos de lesa humanidad, siguiendo el
principio de proporcionalidad de la pena, se suprimió la pena de muerte y se estableció la
condena a perpetuidad como la máxima sanción posible.

Estado del conflicto


Ha facilitado medidas en verdad, justicia y reparación. El territorio de Ruanda ha
recuperado seguridad, se han buscado garantías para impedir en el futuro sucesos trágicos
como los de 1994. Permitió antecedentes importantes para la Corte Penal Internacional.

Violaciones a DDHH en Chile


Estado del conflicto
El poder de las fuerzas militares, incluso después del referendo para transitar a la a la
democracia en 1988, fue obstáculo para la aplicación de justicia. Los procesos penales
tuvieron lugar con la consolidación de los gobiernos democráticos.

Participación internacional
La denuncia de la comunidad internacional impulsó juicios en Europa como la Audiencia
Nacional Española, que pidió a Reino Unido la extradición de Pinochet en 1998.
Finalmente, tribunales nacionales trataron los delitos.

Estado del conflicto


La impunidad generó profundas divisiones en la sociedad chilena, pues solo se
reconocieron algunas formas de reparación. El inicio de investigaciones y procesos
permitieron avances en verdad y justicia, y con ello se ha acercado a la reconciliación.

Debate por relación entre Justicia y Paz


Bajo el dominio del régimen dictatorial, se expidieron leyes de autoamnistía, con el
pretexto de propiciar el proceso de reconciliación nacional. Fortalecidos los gobiernos
democráticos, se ubicaron a la justicia y la paz como intereses de la agenda.

Condenas impuestas
El gobierno de Pinochet hizo imposible la realización de juicios y la penalización. Una vez
fortalecidos los gobiernos democráticos se iniciaron procesos para imponer sanciones
carcelarias, en consonancia con el principio de proporcionalidad de la pena.

Violaciones a DDHH en Argentina


Estado del conflicto
Se dio un largo período de impunidad, motivado por las fuerzas militares para impedir la
aplicación de justicia. Las condenas se dieron años más tarde, tras finalizado el período de
violencia, al establecerse gobiernos democráticos que sucedieron al régimen militar.

Participación internacional
La comunidad internacional se dividió. Una parte fue solidaria con las víctimas haciendo
reclamos al gobierno criminal, mientras que otra encubría a los represores negando sus
actos, e incluso brindando apoyo económico, táctico y militar al régimen dictatorial.

Debate por relación entre Justicia y Paz


Inicialmente se impuso que en aras de la paz, la justicia debía sacrificarse. Se aplicaron
leyes de amnistía y decretos de indulto. Luego, se reconoció que la reconciliación exigía el
establecer responsabilidades individuales por los crímenes contra los derechos humanos.

Condenas impuestas
Se dictaron leyes de amnistía, que impidieron por un tiempo el juzgamiento de muchos
represores del régimen, así como indultos para dejar sin efecto las sanciones a los ya
condenados. En la segunda etapa se impusieron fuertes condenas, cumpliéndose con el
principio de proporcionalidad de la pena.

Estado del conflicto


La impunidad inicial dio lugar al descontento de la población, pues la verdad y la justicia
fueron despreciadas en ese período. Las investigaciones posteriores y el inicio de procesos
han permitido el cumplimiento con los derechos de las víctimas y el favorecimiento de la
reconciliación.

Tribunal Penal para la ex Yugoslavia


Estado del conflicto
El tribunal se impuso luego de que las fuerzas de paz de la Otan lograran el control de la
zona de los Balcanes, desgastando el poderío militar serbio y llevando a los acuerdos de
Dayton.

Participación internacional
Nació en virtud del Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, la cual les dio sustento
ideológico, logístico y financiero.
Y lo integraron representantes de distintos países miembros de la ONU.

Debate por relación entre Justicia y Paz


Se constituyó como una herramienta fundamental para reestablecer la seguridad en la
región de los Balcanes y promover la paz y reconciliación de sus habitantes.

Condenas impuestas
Se impusieron condenas a los culpables de delitos de lesa humanidad, siguiendo el
principio de proporcionalidad de la pena. Se suprimió la pena de muerte, siendo la condena
de cadena perpetua la máxima sanción posible.

Estado del conflicto


Ha permitido la restauración de la seguridad y la paz en el antiguo territorio yugoslavo; la
creación de medidas para asegurar los derechos de las víctimas a la verdad, justicia y
reparación; el desarrollo de iniciativas en materia de reconciliación.

También podría gustarte