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Universidad de Caldas

Facultad de ciencias exactas y naturales

Camila Erazo Pérez cód. 1711522642

¿Por qué algunos animales prefieren aparearse con una única pareja en lugar de tener varias

parejas reproductivas?

Para abordar esta pregunta debemos considerar que la monogamia ocurre cuando no hay

beneficios del apareamiento múltiple o cuando hay costos de apareamiento múltiple, y por tanto

la monogamia garantizaría el éxito reproductivo, tener una descendencia con mejor calidad y

variabilidad e incrementar la probabilidad de supervivencia de las mismas.

Roff y Stearns (como se citó en Sanz, s.f) afirman que la selección natural actúa a nivel de

individuo y favorecerá a aquello que logren sobrevivir y dejar un mayor número de

descendientes a las siguientes generaciones, por consiguiente los organismos han optado por

diferentes estrategias reproductivas y sistemas de apareamiento a lo largo de la evolución.

Dawin (1871) discutió sobre los sistemas de apareamiento en el reino animal desde un punto

de vista evolutivo, considerando la competencia entre los distintos individuos de una población o

especie a la hora de reproducirse y también introdujo el concepto de selección sexual, el cual

según Emlen y Oring (1977) sugieren que se ve influenciado por la "capacidad de una parte de la

población para controlar el acceso de otros a posibles parejas". La hembra es quien elige un

macho con atributos vistosos que indican que porta “buenos genes” para la descendencia o

presenta cuidado parental y/o territorio de calidad adecuado (por ejemplo en el carbonero común
(Parus mayor),las hembras eligen a los machos que presentan líneas largas en el pecho, el tama-

ño de las líneas es heredable y los hijos de los que tienen líneas largas viven más tiempo que los

de machos con líneas cortas).(Garduño, Aguilar y Peretti, 2005)

Los factores que determinan la monogamia son: la distribución espacial de los recursos, y la

disponibilidad o distribución espacial y temporal de los individuos con los que emparejarse

(Maureira, 2008). Por ejemplo según Carranza (1994), si todas las hembras de una población son

receptivas al mismo tiempo y son sexualmente activas los machos tendrán pocas probabilidades

de poder fecundar varias hembras a la vez. Además si el número de hembras es mayor que el de

machos, entonces los machos no podrán monopolizar más que una hembra. En estas situaciones

se verá potenciada la monogamia. La monogamia social sucede cuando una hembra fértil y un

macho reproductor se asocian estrechamente entre si durante varios eventos reproductivos, se

creía que la monogamia social evolucionaba como resultado de una selección para el cuidado

paterno, es decir, cuando una hembra no podía proporcionar la alimentación y defensa de sus

crías por si sola, estudios recientes revelan que la monogamia social evolucionó porque los

machos no pudieron monopolizar y defender a las múltiples hembras de otros machos (Lukas &

Clutton-Brock, 2013), siendo la mejor estrategia, quedarse con una sola hembra, defenderla y

asegurar su descendencia.

En mamíferos, la monogamia no implica una relación de por vida con la pareja, si un

miembro muere, el par restante puede desarrollar un vínculo con un nuevo conespecífico. En

aves, las especies abarcan tanto relaciones a largo plazo como las que solo se mantienen durante

un tiempo, pero el macho permanece con la hembra después del apareamiento y durante la

crianza de los hijos (Kleiman, 1977).


La monogamia es un fenómeno relativamente raro en mamíferos (3% de especies monógamas

reportadas en mamíferos), sin embargo, se encuentra entre las formas más evolucionadas de

organización social en esta clase de animales, ya que a menudo implica un considerable grado de

tolerancia de un conspecífico durante un largo período de tiempo y usualmente fuera del

contexto de apareamiento. El tamaño y comportamiento de estas organizaciones sociales difiere

entre especies. Por ejemplo, en las musarañas Rhynchocyon chrysopygus y Ekphantulus

rufescens, las parejas exhiben una exclusividad de apareamiento, los adultos comparten

territorios, pero a menudo no se observan juntos ni pasando con la familia (Rathbun, 1976), a

este patrón de monogamia se le denomina monogamia tipo I.

Por el contrario, los titíes y los tamarinos (Callitrichidae), los gibones, el siamang

(Hylobatidae), el castor (fibra Castor) y el lobo (Canis lupus), se observan comúnmente en

grupos familiares formados por la pareja adulta y más de una generación de crías (Bekoff et al.,

1984), a este patrón se le denomina monogamia de tipo II.

Para finalizar de la evolución de la monogamia se debe a varios factores entre ellos

comportamentales (organización social), fisiológico (a nivel reproductivo) y ecológicos,

(distribución del recurso o del sexo). El factor determinante en la elección de una pareja es la

selección sexual por los “buenos genes” que porta el individuo y si presenta cuidado parental, sin

embargo el cuidado parental es más una consecuencia de la monogamia que una causa y la mejor

estrategia para un macho garantizar su descendencia es ser monógamo. Adicionalmente es el

macho quien generalmente defiende su pareja para asegurar tanto su éxito reproductivo como el

de la descendencia ya que presenta puede o no presentar cuidado parental, por otra parte es bien

sabido que la evolución de la monogamia ha mejorado en cierta medida a las poblaciones en las
cuales la selección natural y la selección sexual actúa fuertemente contra ellas, y para evitar la

etincion de las poblaciones han optado por este tipo de estrategias.

REFERENCIA

Emlen, S. T., & Oring, L. W. (1977). Ecology, sexual selection, and the evolution of mating

systems. Science, 197(4300), 215-223.

CONTRERAS GARDUÑO, J. O. R. G. E., CÓRDOBA AGUILAR, A. L. E. J. A. N. D. R. O.,

& PERETTI, A. V.(2005). La elección femenina. Ciencias, (077).

BIOLÓGICAS, A. Y. M. C. C. amor y monogamIa como conductas BIológIcas. www.

gacetadepsiquiatriauniversitaria. cl, 326.

Carranza, J. U. A. N. (1994). Sistemas de apareamiento y selección sexual. Etología:

introducción a la ciéncia del comportamiento, 363-406.

Bekoff, M., Daniels, T. J., & Gittleman, J. L. (1984). Life history patterns and the comparative

social ecology of carnivores. Annual review of ecology and systematics, 15(1), 191-232.

Kleiman, D. G. (1977). Monogamy in mammals. The Quarterly review of biology, 52(1), 39-69.

Lukas, D., & Clutton-Brock, T. H. (2013). The evolution of social monogamy in

mammals. Science, 341(6145), 526-530.

Rathbun, G. B. (1976). The ecology and social structure of the elephant-shrews Rhynchocyon

chrysopygus Günther and Elephantulus rufescens Peters. Unpublished Ph. D. thesis, Univ.

Nairobi, Kenya.

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