La estructura jerárquica de la compañía presenta una desegregación en la unidad de dirección y
unidad de mando, la comunicación bidireccional se ve interrumpida en situaciones neurálgicas propias de la naturaleza del negocio tales como las inversiones en infraestructura logística, las cuales toma el gerente regional y las decisiones operativas como la asignación de recursos del presupuesto tomadas por el director regional.
A esta precaria situación de comunicación desde la asignación de recursos y distribución de los
mismos, se le suma la necesidad de un crecimiento de infraestructura, basados en proyecciones de ventas, importaciones y cantidades de despacho poco certeras, ya que la primera está basada es promesa de compra, la segunda es tan variable como las condiciones de impuestos y aranceles así lo dispongan y la última y más grave esta fundamentaba en datos estadísticos confiables hecho que mimetiza el verdadero problema de fondo (incoherencia en los inventarios, manipulaciones internas erradas, incumplimiento de cronogramas entre otros)