En nuestro país, se debe impulsar la creación de normas orientadas a la protección
de la ética en la investigación, pues en este aspecto resulta que en nuestro entorno no contamos con normativa original y aplicable a nuestra realidad; teniendo en cuenta que en la actualidad existe la necesidad a gran escala de producción de nuevos textos u otros similares. Es evidente que en el ámbito de las ciencias médicas y en algunas ciencias sociales de tipo clásica, existe una menor escala de falta de ética; pero, si hablamos de el aspecto ético de las ciencias de gestión nos encontramos en una realidad muy contraria a las ciencias mencionada anteriormente, esto debido a dos elementos que implican su limitación:
1. “la débil tradición académica en el área y las dificultades que, para su
fortalecimiento, se generan por la progresiva mayor presencia de una perspectiva holística para la gestión de organizaciones, es decir, cada vez menos sesgada hacia un enfoque funcional o simplificador de los retos de la gestión; y”
2. “la escasa presencia de consideraciones éticas para la investigación en la
academia nacional en su conjunto, la pobreza de horizontes ético más amplios, que responde a una reproducción social marcada por la precaria institucionalización de lo público, la corrupción, la primacía de los intereses privados frente a los intereses comunes, entre otros aspectos.”
Por tanto, es necesario agendar la creación de normas y reglamentos orientados a la
consideración en los diversos parámetros que enmarca los aspectos éticos en la investigación, teniendo en cuenta los principios en la ética de investigación en cuanto a su aplicación. Así como son; respeto por los que producen sus ideas, beneficencia, (que el daño sea minimizado a las personas quienes son autores de la investigación), justicia.