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ARTÍCULO 280°

BIEN JURÍDICO PPROTEGIDO

La seguridad de los medios de transporte y de comunicación, ha de fijarse en función del

bien jurídico, propuesto en el presente título, esto es, la «Segundad Pública». En este

sentido, es necesario que la acción afecte o ponga en peligro la vida, la integridad corporal

o propiedades de un conjunto de personas, de la comunidad, de personas indeterminadas,

de manera tal manera como refiere MOLINARIO791, que si la disposición se refiriese,

por ejemplo, a una ruta, debe entenderse que se trata de un camino por el que circulan

vehículos que transportan público, es decir, personas no determinadas, o muchos

vehículos pertenecientes a personas no determinadas; si se trata de una aeronave, debe ser

aquella que transporta pasajeros o mercaderías, cualesquiera sean éstos; si se trata de un

aeródromo, aquel que pueda ser utilizado por aviones de las características mencionadas,

o bien numerosos aviones de indeterminadas personas.

Debe de existir una creación de peligro para transportes acuáticos y aéreos; de forma que

haya de ser medido tanto ex -ante y ex post, el hecho de que se trate de un peligro común,

no ha de importar que éste haya de develar una idoneidad y/o aptitud suficiente para poder

ocasionar un efecto perjudicial, con arreglo al principio de ofensividad. En tal entendido,

la nave, aeronave y/o construcción flotante debe estar en operatividad, en el marco de un

servicio público, condicionado para recibir una cantidad indeterminada de usuarios, que

en dicho decurso, haya de colocar en peligro la Seguridad de dicho medio de transporte

público; de no ser así, se estaría penalizando la idea de un peligro meramente artificial.

Aspecto, que incide en el ámbito de un delito de imposible realización.


SUJETO ACTIVO

En lo concerniente a los sujetos de la relación delictiva, tal como se desprende del

contenido del tipo penal, autor puede ser cualquier persona, no se exige una cualidad

especial y/o específica para detentar dicha categoría conceptual. El hecho de ser

funcionario y/o servidor público no supone la conducción a una circunstancia de

agravación, lo que no impide tomar dicho dato, como un factor a tomar en cuenta por el

juzgador en la determinación judicial de la pena, con arreglo al artículo 46°-A de la PG.

Puede haber tantos co-autores, siempre que se establezca el condominio funcional del

hecho, sin necesidad de conducir la valoración al ámbito del reproche personal. Quien

determina a otro a ejecutar los actos de materialidad típica, bajo un convencimiento

psicológico, será Inductor, y si el hombre de atrás se aprovecha de un defecto

cognoscitivo y/o orgánico del hombre de adelante, estaremos ante una Autoría Mediata.

La calidad de sujeto pasivo, por su parte, es de la sociedad, al consistir en un bien jurídico

de orden colectivo.

El resultado, en el sentido de peligro, requerido por el tipo puede lograrse mediante actos

directos o indirectos sobre el medio de transporte. FONTÁN BALESTRA escribe, que lo

primero ocurre cuando la acción recae sobre la nave aérea o el buque mismo, causándole

un daño o desperfecto, mientras que lo segundo puede ser consecuencia de la acción

llevada a cabo en las instalaciones, dispositivos de seguridad, sistemas de señalización o

simplemente de poner obstáculo materiales obstruir una pista de aterrizaje


No resulta necesario, a efectos de punición, que el medio de transporte se encuentre

atestado de usuarios, basta que en su interior esté su conductor, para poder hablar del

ilícito penal en cuestión.

SUJETO PASIVO

Vendría a ser la sociedad en general, al ser un bien jurídico colectivo.

TIPICIDAD SUBJETIVO

Se trata de un delito eminentemente doloso. El autor debe haber actuado a sabiendas de

que con su accionar pone en peligro la seguridad de los medios de transporte aéreos o

acuáticos, dirigiendo su voluntad conforme a ese conocimiento. De acuerdo a la estructura

del tipo sólo es admisible el dolo directo. Bien dice Creus que la acción es ejecutar una

acción que pone en peligro, motivo por el cual el agente debe conocer la naturaleza del

acto y, es más, conocer el esquema causal con relación al peligro que puede crear.

CONSUMACIÓN

El delito se consuma al realizar el acto que pone en peligro la seguridad de los objetos;

constituye per se una figura delictiva que para su perfección no requiere la verificación

de una modificación material del mundo exterior, conforme el plano supraindividual del

bien jurídico protegido.

La consumación no toma lugar con la sola realización del acto mientras no ha surgido

el peligro concreto para la seguridad; es por ello que hicimos alusión a que la colocación

en peligro de la seguridad de la nave y/o aeronave ha de ser comprobada tanto ex ante

como ex post.

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