Las fuentes del Derecho Administrativo se pueden clasificar como:
Fuentes directas primarias, ordenadas jerárquicamente: La Constitución. Leyes orgánicas y ordinarias, y disposiciones del Gobierno con valor de ley. Reglamentos y disposiciones administrativas. Fuentes directas subsidiarias: Costumbre Principios generales del derecho. Otras fuentes: Tratados internacionales. Las fuentes directas pueden aplicarse sin ningún tipo de intermediación para decidir sobre la cuestión planteada. Sin embargo, las fuentes indirectas sólo podrán aplicarse en el supuesto de ausencia de fuente directa y siempre que con la misma no se violente ninguna de las normas que componen las fuentes directas