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Rinoplastia

La rinoplastia (del griego ρινός rhinos, nariz, πλασσειν plassein, formar) es


una intervención quirúrgica en la que se resuelven principalmente los problemas estéticos
de la nariz tales como la giba ósea, el hueso que sobresale del dorso de la nariz a
semejanza de una joroba, las desviaciones hacia la derecha o izquierda de la totalidad de
la nariz y las malformaciones congénitas como las secuelas del labio y paladar hendido,
como asimismo otros factores genéticos o adquiridos por traumatismos y enfermedades.
Cuando se busca una solución a la nariz obstruida por tensión excesiva o desviación
del septum o tabique nasal exclusivamente, nos estamos refiriendo a la septoplastia.
Existen otras estructuras dentro de la nariz, cornetes y válvulas nasales o la propia
mucosa inflamada entre otras, cuyas alteraciones congénitas o adquiridas pueden
contribuir o ser la causa de la obstrucción. A pesar de que este último es un procedimiento
diferente, ambas operaciones, rinoplastia y septoplastia pueden realizarse en el mismo
acto operatorio en la mayoría de los casos. La cirugía que incluye ambos procedimientos
se denominaseptorrinoplastia o rinoplastia funcional.
Actualmente la rinoplastia busca devolver la armonía facial del paciente adaptando su
nariz a la cara. Es decir que un resultado óptimo, generalmente, hace que la nariz siga los
rasgos estructurales de la cara. Uno de los objetivos principales del cirujano es producir
narices que luzcan como "no operadas".
Tradicionalmente, quien realizaba la septoplastia era el otorrinolaringólogo y resolvía los
problemas funcionales, mientras que la rinoplastia estética era realizada por el cirujano
plástico o el cirujano maxilofacial. Durante la segunda mitad del XX, se comenzó a
desarrollar el concepto de una cirugía integral de la nariz que atendiera tanto los
problemas funcionales, reconstructivos y estéticos. En la actualidad, la rinología parte de la
otorrinolaringología, es la especialidad médica que contempla la nariz y sus anexos desde
todos los puntos de vista, mientras que la cirugía plástica atiende solo el aspecto estético y
reconstructivo, requiriendo la participación de otros especialistas para resolver el mayor
número de problemas nasales en una sola intervención quirúrgica.
Desde la década de 1980, las técnicas han evolucionado mucho. La rinoplastia clásica o
cerrada sigue siendo un procedimiento frecuente. Por otro parte, la rinoplastia abierta
permite una exposición y visualización completa del esqueleto nasal. Como
inconvenientes, deja una mínima cicatriz en la columela nasal y tiene un mayor edema
postoperatorio. Esta se reserva para algunos casos en los que ya se ha intervenido la nariz
previamente o en situaciones que requieren de una exposición amplia del esqueleto nasal.
Algunos cirujanos prefieren esta técnica como primera opción. La elección de la técnica
operatoria quedará sujeta a la experiencia del cirujano.
La rinoplastía secundaria es aquella que se realiza en pacientes que han tenido cirugía de
nariz previa y deben someterse a una nueva intervención para resolver problemas que no
se han resuelto en la primera cirugía, o complicaciones de la misma. También reciben el
nombre de rinoplastía revisional.

Índice

 1Tipos de rinoplastia

 2Técnicas

 3Consideraciones anatómicas

 4Consideraciones estéticas
o 4.1Vista de frente

o 4.2Vista de perfil

o 4.3Vista basal

o 4.4Evaluación prequirúrgica

o 4.5Anestesia

 5Abordaje e incisiones

 6Modificación del dorso nasal

 7Modificaciones de la punta nasal

 8Procedimientos concomitantes

 9Vendajes y tapones

 10Complicaciones de una rinoplastia

o 10.1Postoperatorio

 11Nuevas tecnologías: rinoplastia ultrasónica

 12Alternativas

 13Referencias

 14Enlaces externos

Tipos de rinoplastia[editar]
Existen dos tipos de procedimientos para realizar una rinoplastia:

 Rinoplastia cerrada: Suele ser la técnica más utilizada por los cirujanos y ofrece
una gran ventaja: no existe cicatriz visible. Se accede a los cartílagos, tabique o la
zona sobre la que se deba hacer algún tipo de acción mediante las fosas nasales, de
esta forma la intervención se salda sin incisiones exteriores, y resulta mucho más
cómodo a largo plazo para el paciente, el hecho de no verse con ninguna marca de la
intervención. El cirujano tiene acceso a la mayoría de zonas problemáticas, de este
modo, puede moldear la sección hasta lograr que la nariz tenga la forma deseada.

 Rinoplastia abierta: Es una intervención más laboriosa que la cerrada, y se basa


en que el cirujano realiza una incisión en la zona media de la nariz, con el fin de dejar
los huesos y cartílagos, más accesibles. Por regla general se recomienda para casos
de pacientes más complicados, o segundas operaciones.

Técnicas[editar]
Los cirujanos emplean diversas técnicas para poder entregar el resultado esperado. Estas
son:
 Corrección de la raíz: la raíz es la parte superior de la nariz. Junto con el cartílago
subyacente, pueden ser grandes y ocasionar un bulto o tener poca profundidad y
causar una depresión. El cirujano puede rebajar cuidadosamente para eliminar las
imperfecciones o agregar volumen empleando el mismo cartílago de la nariz del
paciente, dando como resultado una nariz mucho más recta.

 Enderezamiento de la nariz: cuando la nariz está ligeramente torcida o sesgada,


el cirujano puede solucionar la situación retirando un poco de hueso o cartílago. Suele
usarse una férula para mantener la nariz con el menor movimiento posible mientras
cicatriza.

 Reducción y rotación de punta: la rotación se refiere a la curva hacia arriba o


abajo de la punta de la nariz. En el caso de que esta carezca de definición o sea muy
fina, puede deberse a una falta de rotación adecuada. El cirujano reajustará la punta
de la nariz mediante el uso de cartílago, prestando especial atención a la base.

Consideraciones anatómicas[editar]
La anatomía nasal es bastante compleja. El paciente identifica la nariz simplemente
como la pirámide del centro de la cara, la parte visible. Sin embargo, más allá de lo
meramente evidente, la anatomía de la nariz incluye una cavidad tan profunda y amplia
como la boca con interconexiones con muchos otros aparatos y sistemas. No obstante,
para fines prácticos, la nariz externa se puede considerar como una estructura
tridimensional de forma piramidal, constituida esencialmente por un esqueleto óseo y otro
cartilaginoso.
El esqueleto óseo o bóveda ósea está formado fundamentalmente por los huesos propios
de la nariz en la parte superior, los cuales se encuentran articulados al hueso frontal
superior, hueso nasal, e inferiormente a las apófisis ascendentes del maxilar superior. El
esqueleto cartilaginoso está formado por los cartílagos laterales nasales, dos inferiores
(también conocidos como cartílagos alares) y dos superiores. Otra estructura fundamental
en el mantenimiento de la forma y función nasal es el septum o tabique nasal, el cual está
formado por una parte ósea posterior y superior (formada por los
huesos vómer y etmoides) y otra parte cartilaginosa anterior e inferior.
Con base en los anteriores conceptos se puede dividir la pirámide nasal en tres tercios
para fines estéticos y en cinco zonas desde el punto de vista funcional, más amplio.
Con respecto a la edad, no hay un límite, no obstante se lo que recomiendan los cirujanos,
es realizar pruebas médicas si el paciente tiene entre 15 y 16 años, debido a que es la
edad promedio en que se desarrolla el crecimiento del rostro. 1

Consideraciones estéticas[editar]
Quizás fue Leonardo Da Vinci uno de los anatomistas más juiciosos y pioneros en el
estudio de la armonía facial y nasal, puesto que sus preceptos casi permanecen
inalterados hasta el día de hoy. Los conceptos de armonía facial nos ayudan fácilmente a
identificar cuáles deben ser las características y dimensiones de una nariz estética y
armónicamente aceptables para un rostro en particular. Para el análisis de la nariz
consideramos fundamentalmente sus tres vistas o proyecciones básicas: de frente, de
perfil, y base nasal.
Vista de frente[editar]
Inicialmente se debe considerar el rostro como un todo que posee dos mitades
aproximadamente iguales; la línea que divide el rostro en dos mitades debe pasar por la
mitad de la raíz nasal, seguir todo el dorso nasal y dividir la punta nasal justo en dos partes
iguales; esta primera consideración es útil a la hora de valorar desviaciones de la pirámide
nasal. Igualmente con esta vista puede determinarse el ancho nasal ideal, el cual debe ser
exactamente igual a la distancia que hay entre los ángulos oculares o puntos lacrimales
más internos (distancia interocular). Esta última medida debe coincidir a su vez con el
tamaño de los ojos.
Vista de perfil[editar]

Vista de perfil de los resultados de una rinoplastia

Esta vista permite esencialmente valorar tres aspectos: el tamaño de la nariz, la forma del
dorso y la rotación y proyección de la punta nasal. El tamaño ideal de la nariz para algunos
anatomistas debe ser igual al tamaño de la longitud de la oreja; otra medida útil es dividir la
cara es sus tres tercios (aproximadamente iguales): un tercio superior que va desde la
línea de inserción del cabello hasta el punto más prominente de la unión naso-frontal
(glabela), un tercio medio desde la glabela hasta el punto subnasal (donde nace o emerge
la columna o columela nasal) y un tercio inferior desde el punto subnasal hasta el punto
más inferior del mentón (llamado mentión). La forma del dorso nasal puede evaluarse
trazando una línea desde la raíz nasal o radix (punto más deprimido de la unión naso-
frontal hasta la punta nasal. Esta medición puede identificar anormalidades del dorso como
gibas o jorobas o dorsos muy bajos. La rotación nasal hace referencia a la posición de la
punta nasal con respecto al dorso nasal y puede evaluarse esencialmente con el ángulo
naso-labial el cual en hombres debe ser entre 90º a 95º y en las mujeres entre 100º a 110º.
La proyección nasal se refiere a qué tanto sobresale o se proyecta la nariz de la cara. La
medida ideal de la proyección nasal a nivel de la punta corresponde a 0.67 veces la
longitud nasal.
Vista basal[editar]
La vista basal permite evaluar la forma de la punta nasal, la simetría de las narinas u
orificios nasales. Idealmente la proyección de las líneas de la base nasal debe formar un
triángulo equilátero, en donde 1/3 de la longitud de la base nasal corresponde al lóbulo
nasal de la punta y los 2/3 restantes a la longitud de la columela.
Evaluación prequirúrgica[editar]
En una o más consultas, el cirujano escuchará los deseos y expectativas del paciente con
respecto a su nariz. Investigará la patología naso-sinusal o de otro tipo mediante el
interrogatorio, la exploración física y la tomografía de nariz y senos paranasales,
indispensable en la mayoría de los casos. Hará un análisis fotográfico y propondrá al
paciente un plan quirúrgico, sin generar falsas expectativas. De igual forma, el cirujano
referirá el paciente hacia el anestesiólogo para su correspondiente valoración. Es
indispensable la valoración cuidadosa del paciente no solo desde el punto de vista
estético, ya que lo ideal es que en un mismo tiempo quirúrgico se resuelvan tanto el
aspecto estético como el funcional. Esto evitará futuras reintervenciones. El cirujano
plástico podrá recurrir a la experiencia del otorrinolaringólogo y viceversa o a la de algún
otro especialista afín. Es también en esta fase, donde se acuerdan los honorarios médicos
y los demás gastos generados por la cirugía (derechos de sala de cirugía, honorarios del
anestesiólogo, etcétera).
El día de la cirugía, el paciente deberá presentarse con un ayuno de al menos ocho horas,
en ropa cómoda sin joyas ni maquillaje y deberá evitar el consumo de medicamentos o
sustancias que puedan alterar la cicatrización o generar un sangrado mayor de lo habitual
(analgésicos, aspirina, ging seng, ginkgo biloba, vitamina E, entre otros).
Anestesia[editar]
Puede ser anestesia local para algunos procedimientos menores, o general.
Abordaje e incisiones[editar]
Existen básicamente tres tipos de abordaje en rinoplastia: un abordaje abierto descrito por
Rethy, que implica una cicatriz casi imperceptible en la mayoría de los casos a nivel de la
base de la columela, otro abordaje cerrado descrito por Joseph en el cual todas las
incisiones son endonasales y no presenta cicatrices externas. Existen además abordajes
atípicos por vía bucal descrito por Calson, Bonnano y Convers, que elevan las estructuras
cartilaginosas para reconstrucciones óseas del tercio medio de la cara y Verbauvede, que
realiza la disección completa de las estructuras nasales que se utilizan para
reconstrucciones nasales complejas en la cual pueden visualizarse todas las estructuras
nasales en su conjunto. Hoy por hoy la elección de los abordajes se hace de acuerdo a la
preferencia del cirujano, y según el caso.
Las incisiones extramucosas son las que otorgan el mayor beneficio funcional y previene
de las severas complicaciones respiratorias que pueden ocurrir tras la intervención, por
daño de la válvula interna. La disección debe ser preferentemente en el plano
del pericondrio para prevenir el edema postoperatorio.
Cuando la piel es delgada, se debe tener extremo cuidado en no dejar espículas de
cartílago haciendo relieve, que luego serán visibles en la nariz.

Modificación del dorso nasal[editar]


De acuerdo al análisis hecho por el cirujano previo a la cirugía, el dorso nasal requerirá
aumento, disminución o alineación. Para su aumento es común el uso de injertos
cartilaginosos tomados del septum nasal o, en ausencia de este, del cartílago de la oreja o
de una costilla del propio paciente. Estos injertos se introducen a través de incisiones
endonasales o vía externa según el tipo de abordaje y se ubican sobre el dorso para
aumentar su volumen. Este tipo de procedimiento es practicado principalmente a pacientes
con deformidades postraumáticas o quienes han sido sometidos a una rinoplastia previa
con recesión excesiva de dorso. La disminución del dorso nasal es quizás el procedimiento
más común: corresponde a la recesión de gibas o jorobas nasales que según su tamaño y
conformación (cartilaginosas, óseas u osteocartilaginosas) se retiran por medio de bisturí,
cincel o lima. La alineación del dorso nasal se realiza a través de fracturas dirigidas
(osteotomías) en la bóveda ósea, que tienen por objeto reacomodar en la línea media la
pirámide nasal.

Diferencias en la nariz operada

Modificaciones de la punta nasal[editar]


Este paso constituye el más crítico y difícil de toda la cirugía y por ende es el que mayor
experiencia y sensibilidad artística requiere por parte del cirujano. Existe una gran cantidad
de procedimientos para modificar la forma, la rotación y la proyección de la punta nasal. La
aplicación de uno u otro dependerá del análisis previo, el plan quirúrgico y los hallazgos
intraoperatorios. Sea cual fuere el método utilizado, el objetivo es dejar una punta nasal
armoniosa con el resto de la nariz y el rostro del paciente y con una apariencia natural, que
no luzca como operada.
Entre las nuevas técnicas implantadas a nivel mundial destaca la detallada por el Dr.
Rodríguez-Camps, en la Revista Cirugía Plástica Ibero-latinoamericana, para el
tratamiento de la punta nasal difícil ¿qué ventajas introduce esta rinoplastia? ¿Qué
resultados mejora? El tratamiento de la punta nasal es seguramente lo más complejo de la
rinoplastia. Y si la punta es especialmente difícil, la rinoplastia se complica más. Esta
técnica está basada en el refinamiento y la belleza de la punta nasal para casos
extremadamente complejos de puntas rotas, asimétricas, distorsionadas, anchas,
globulosas y achatadas. Consiste en la eliminación de toda la estructura cartilaginosa del
vértice malformada o destruida, siendo posteriormente sustituida por tejido blando, llamado
fascia temporal. De este modo, se consigue un vértice nasal suave, tanto a la vista como al
tacto, sin picos ni aristas antiestéticos.

Procedimientos concomitantes[editar]
Es frecuente que la rinoplastia se acompañe de otro u otros procedimientos que busquen
mejorar la función nasal. Dentro de ellos se cuenta la modificación de la forma
delseptum nasal con el ánimo de corregir desviaciones septales que causen obstrucción o
deformidad nasal. Conviene, por lo tanto, hacer un correcta valoración de la función nasal
antes de programar la cirugía —rinoplastia, septorrinoplastia con o sin intervención de
otras zonas intranasales—, ya que de otro modo, si solo se realizan maniobras parciales
para mejorar la función nasal, frecuentemente el paciente se verá en la necesidad de una
segunda intervención por el otorrinolaringólogo.
Otro procedimiento que puede acompañar una rinoplastia o una septorrinoplastia es
la rinomodelación, la realización de pequeñas modificaciones de la nariz con sustancias
absorbibles y la turbinoplastia, la modificación de la forma y/o tamaño de los cornetes
inferiores cuando estos generan obstrucción nasal. La turbinoplastia o cirugía de los senos
paranasales se puede realizar en el mismo acto operatorio con el ánimo de restablecer la
función correcta y la armonía anatómica de la unidad naso-sinusal en la mayoría de los
casos.

Vendajes y tapones[editar]
Una vez finalizada las modificaciones a la nariz y suturadas las incisiones realizadas, se
colocan en las fosas nasales unos u otros tipos de tapones que tienen por objeto mantener
la estabilidad de la pirámide nasal y evitar un sangrado nasal en el postoperatorio. En la
actualidad, es posible conseguir tapones modificados que tienen en conducto en el centro
los cuales permiten al paciente seguir respirando nasalmente a pesar de estar taponados.
La férula y el vendaje nasal se colocan sobre el dorso y la punta nasal y tienen como
función mantener y preservar los cambios realizados en la cirugía mientras inicia la fase de
curación postquirúrgica. Su efectividad es relativa, pero hay consenso positivo en favor de
su utilización.
En algunos casos seleccionados, es posible no dejar tapones mediante la sutura de ambos
colgajos mucopericóndricos. Esto se hace habitualmente con una sutura continua de
material absorbible.

Complicaciones de una rinoplastia[editar]


Durante una rinoplastia pueden surgir complicaciones dado que el acceso a la región nasal
es limitado, debido a esto la rinoplastia es una de las cirugías faciales más exigentes.
Entre algunas complicaciones tenemos:

 Obstrucción nasal

 Sangrado después de la cirugía (puede requerir taponamiento nasal para su


control)
 Vasos sanguíneos rotos

 Infección

 Resultado insatisfactorio
Postoperatorio[editar]
El paciente puede ser dado de alta una vez que los efectos residuales de la anestesia
hayan pasado, típicamente 3-6 horas después.
Durante los primeros días tras la intervención, el paciente debe mantener un reposo
relativo, en posición semisentado, ingiriendo abundantes líquidos (debido a la sequedad
oral que produce la respiración oral) y tomando los analgésicos y demás medicamentos
prescritos.
La alimentación puede ser normal según la tolerancia del paciente. El momento de retirar
el taponamiento varía según el modo de hacer de cada cirujano (entre 3 horas y 5 días
dependiendo del tipo de intervención). Conviene reajustar la férula a el vendaje nasal a
medida que disminuya la inflamación y este se afloje (típicamente a los 3 días y a la
semana). A partir del momento en el que se retire el taponamiento es conveniente la
aplicación periódica de suero salino fisiológico para mantener una mejor higiene.
La férula y el vendaje nasal se dejarán por espacio de 1 a 3 semanas, posterior a lo cual la
piel de la nariz deberá protegerse con fotoprotectores y someterse a masajes si se
detectan recidivas de una desviación del dorso nasal.
El dolor se maneja con analgésicos comunes como ibuprofeno, paracetamol o diclofenaco.
En general, no es un postoperatorio doloroso. La principal molestia radica en tener la nariz
obstruida los primeros días.

Nuevas tecnologías: rinoplastia ultrasónica[editar]


En la rinoplastia tradicional se utilizan herramientas como los osteotomos, escoplos y
martillo. Estas herramientas producen presión al ser usadas, lo que puede conllevar mayor
hinchazón, edemas y moratones durante el postoperatorio.
La rinoplastia ultrasónica es una nueva tecnología basada en un instrumental ultrasónico
que permite remodelar los huesos nasales sin romperlos y de forma menos traumática, ya
que no daña ni los vasos sanguíneos ni el tejido blando que recubren el hueso. De esta
manera, se reduce la hinchazón y los moratones que ocasionan los métodos tradicionales.

Alternativas[editar]
Existen opciones alternativas a una rinoplastia. Estas operaciones no alteran la estructura
de la propia nariz, pero sí modifican su aspecto visual, como la rinomodelación. Se trata de
una operación sin cirugía y, aunque sus efectos no son permanentes, es una buena opción
para aquellos que deseen eliminar los riesgos derivados de una intervención quirúrgica.
Consiste básicamente en utilizar un relleno para solventar los desniveles o malformaciones
de la nariz, haciéndola atractiva a la vista. Cabe decir que es un procedimiento mucho más
barato que la rinoplastia tradicional.

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