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a autoevaluación escolar como herramienta de participación y calidad

educativa

Por: Arlene Vergaras | Martes, 02/06/2015 08:01 AM | Versión para imprimir


El derecho a la educación con inclusión y calidad marca la orientación de las políticas
en esta materia. La Consulta Nacional por la Calidad Educativa 2014, dejó como
resultados diez banderas o retos que tienen sus cimientos en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (1999), en la Ley Orgánica de Educación (2009) y
en el Plan de la Patria (2013). La autoevaluación escolar por la calidad educativa tiene
su enfoque teórico en el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE, 2015),
en las Orientaciones Generales para la autoevaluación de las Instituciones Educativas
se fundamenta en la bandera número 9, que consiste en desarrollar un sistema de
evaluación de esa calidad educativa.

El propósito de la autoevaluación es mejorar la calidad. Por ello se genera en el ámbito


nacional el proceso de autoevaluación en cada una de las instituciones de los niveles y
modalidades del sistema educativo venezolano, sobre la base de la participación de los
actores sociales. Así, el MPPE (Ob. cit.), plantea:

Crear un sistema de evaluación de la calidad educativa, que permita hacer


seguimiento (orientación, acompañamiento, sistematización, investigación,
organización y evaluación permanente) de estos logros, con el propósito de garantizar
los fines de la educación bajo los principios, criterios y procedimientos que respondan
a la Refundación de la República, establecida en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. (p. 2).

Desde esta perspectiva, se promueve la participación protagónica de todos los actores


sociales intérpretes del proceso, con miras a revisar, como corresponsables, la
operatividad de los fines de la educación; vale decir cómo estos fines se están
concretando en la práctica educativa cotidiana. Así, la escuela como unidad orgánica
se revisa y en colectivo perfila el accionar para evaluar la congruencia de las políticas
educativas.

¿Cómo estas se desarrollan y cómo garantizan el seguimiento y control como


competencias del Estado Docente? Se trata de revisar, ¿qué estamos haciendo? para
cumplir con los fines de la educación. Es concienciar ¿qué hemos dejado de hacer? E
importante es, como colectivo, determinar y asumir el reto de los cambios para
transformar la realidad educativa propia del proceso diagnóstico contextualizado, de
cada institución educativa.

Con la finalidad de dar direccionalidad al proceso se valoran los principios de


contextualización y participación protagónica. Así, como proceso implícito la
construcción colectiva del conocimiento entre los actores sociales como grupos
homogéneos y heterogéneos que interactúan en contextos reales como intelectuales
orgánicos, en la búsqueda de valorar la gestión escolar en cada indicador de los
procesos: (1). Pedagógicos Curriculares. (2). Organizativos Comunitarios y (3). Gestión
Administrativa.

Estos procesos tienen un conjunto de indicadores de autoevaluación construidos y


organizados por los equipos de la dirigencia nacional del sistema educativo
venezolano, en mesas de trabajo, con la participación de los Jefes y Jefas de las
Divisiones de Supervisión y Académica de cada Zona Educativa; así como los
Coordinadores Regionales del Sistema Nacional de Investigación y Formación del
Magisterio (SNIFPM). MPPE (2015). Jornada Nacional de Autoevaluación Escolar y
Congreso Pedagógico Estadal. Higuerote, estado Miranda, abril de 2015.

La autoevaluación más allá de determinar un diagnóstico institucional, conlleva la


sistematización de este proceso que se desarrolla en los planteles educativos. De esta
manera, se asume como una investigación grupal e institucional, enmarcada en la
participación protagónica y corresponsables de todos los actores sociales; en la
construcción colectiva del conocimiento que reconoce el potencial de cada participante
como el intelectual colectivo, promovido a través de la pedagogía crítica y de la
investigación acción participativa y transformadora.

En este proceso de cambios en el cual todos y todas estamos empeñados, con el mayor
compromiso lo hemos asumido desde la corresponsabilidad del Estado y de la
sociedad organizada. A fin de garantizar el derecho a la educación en igualdad de
oportunidad y con calidad para todos y todas.

Con la firme convicción y conscientes de las contradicciones educativas estamos


reimpulsando la política de formación docente desde los escenarios propios de la
escuela, desde el accionar cotidiano desaprendemos y nos apropiamos de
conocimientos consecuentes de la construcción social de la escuela como institución
por excelencia para reconstruir teorías y recuperar la pedagogía como ciencia.

La UNESCO (2015), refiere en la Conferencia General en el Foro Mundial de


Educación para Todos, Incheon (República de Corea), se compromete a fomentar
como objetivo general una educación “basada en los principios fundamentales de
acceso, equidad y calidad, en la perspectiva del aprendizaje a lo largo de toda la vida”.
En referencia a esta premisa educativa la cual fue tema central y de interés en el
discurso de los representantes de varios países.

Venezuela desde el 1999 ha logrado avanzar en materia educativa garantizando la


educación como un derecho humano y de carácter obligatorio desde maternal. Se
crearon las misiones educativas para saldar la gran deuda social de los y las excluidos
del sistema educativo. Hoy por hoy tenemos la mayor matricula escolar reconocida
por los organismos internacionales por ocupar el 2do. Lugar en Latinoamérica, por lo
que se considera la inclusión un indicador de calidad.
Desde esta perspectiva, el compromiso es de todos y todas por una educación de
calidad y garantizar así este derecho.

La autoevaluación como estrategia de


aprendizaje para atender a la diversidad
En estos tiempos en los que tanto se habla de calidad en la educación no debemos perder de vista que, en
una sociedad democrática y plural una enseñanza de calidad debe ser sinónima de atender a los diferentes
ritmos de estudio y de aprendizaje de los alumnos.

Una de las estrategias que puede contribuir a afrontar la diversidad de los discentes en el aula es enseñarles
a que evalúen su propio aprendizaje. La autoevaluación puede y debe ser un instrumento que facilite atender,
respetar y valorar los distintos ritmos de aprendizaje según las diferentes características del alumno.
Características relativas, por ejemplo, a: capacidades, estilos de aprendizaje, estrategias cognitivas,
experiencias y conocimientos previos, motivación, atención, ajuste emocional y social, etc.

La autoevaluación es la estrategia por excelencia para educar en la responsabilidad y para aprender a valorar,
criticar y a reflexionar sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje individual realizado por el discente
(Calatayud, 2002; 1999). Principalmente de entre los beneficios que presenta la realización de una auténtica
autoevaluación, destacan los siguientes:

a)Es uno de los medios para que el alumno conozca y tome conciencia de cual es su progreso individual en el
proceso de enseñanza y aprendizaje;

b)Ayuda a los discentes a responsabilizarse de sus actividades, a la vez que desarrollan la capacidad de
autogobierno;

c)Es un factor básico de motivación y refuerzo del aprendizaje;

d)Es una estrategia que permite al docente conocer cuál es la valoración que éstos hacen del aprendizaje, de
los contenidos que en el aula se trabajan, de la metodología utilizada, etc.

e)Es una actividad de aprendizaje que ayuda a reflexionar individualmente sobre el proceso de enseñanza y
aprendizaje realizado;

f)Es una estrategia que puede sustituir a otras formas de evaluación. Para atender a la diversidad es
necesario utilizar diferentes instrumentos evaluativos para tratar de valorar la progresión de las capacidades
de cada alumno. La autoevaluación puede ser una estrategia más en ese proceso de valoración.

g)Es una actividad que ayuda a profundizar en un mayor autoconocimiento y comprensión del proceso
realizado y

h)Es una estrategia que posibilita la autonomia y autodirección del alumno.

De todas las razones anteriormente expuestas no cabe ninguna duda de que la autoevaluación del discente
puede y debe ser utilizada como estrategia para afrontar la diversidad de intereses, necesidades y ritmos de
aprendizaje del alumnado.
Algunas pautas de intervención para afrontar la diversidad a través de la autoevaluación

La autoevaluación como hemos argumentado anteriormente es una estrategia que ayuda al alumno a tomar
conciencia de su progreso de aprendizaje y, además, facilita al docente comprender cual es el proceso de
enseñanza y aprendizaje realizado por el discente, en relación con las dificultades acontecidas, los objetivos
conseguidos, etc. (Calatayud, 2007; 2004;2004a).

A continuación presentamos un listado de técnicas que podemos utilizar para hacer realidad los procesos de
autoevaluación como estrategia de aprendizaje para atender a la diversidad.

1. Bloc de autoevaluación: Se trata de una actividad en la que el estudiante evidencia los esfuerzos
realizados, la valoración del trabajo conseguido (¿qué sabia?, ¿cómo lo he aprendido?, ¿qué se yo ahora?),
en relación a contenidos tanto del ámbito conceptual, procedimental y actitudinal, cuáles han sido las mejores
ideas, los logros conseguidos en los distintos ámbitos de conocimiento.

2. Hoja de Plan Semanal El objetivo de esta actividad es motivar al alumno para que sea responsable de sus
acciones. Él sabe que tiene una semana para realizar determinadas actividades y el mismo ha de responder
de su realización.

3. Herramientas de autorreflexión elaboradas por el profeso: Se trata de actividades que el docente


diseña con el objeto de evaluar y comprender cómo el alumno va consiguiendo los aprendizajes. Para ello se
elaboran cuestionarios, listas de control, escalas de estimación, protocolos, etc. para recoger las
informaciones relevantes sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje realizado.

4. El diario del estudiante:. La reflexión sobre el diario permite detectar problemas, hacer explícitas las
concepciones y posibilitar mejoras en el proceso. Desde nuestro punto de vista, el diario es uno de los
instrumentos más útiles para llegar al conocimiento, análisis, comprensión y valoración del proceso de
enseñanza y aprendizaje que realiza el estudiante, así como también para conocer y respetar el ritmo de
aprendizaje de cada uno de ellos.

5. El portafolio, instrumento para la evaluación formativa del estudiante: El portafolio es una colección de
trabajos, actividades, etc. que el alumno ha realizado durante un curso. Pero quizás, lo más importante de
esta selección de actividades radique en que éste ha de estar compuesto por aquellas actividades que han
permitido al discente tanto la posibilidad de valorarse más a si mismos, como de sentirse más seguros de sí
mismos.

Indudablemente, esta forma de practicar la evaluación brinda la oportunidad de conocer cómo piensa cada
uno de los estudiantes y cómo es su proceso de razonamiento. Así como también, recoge información no sólo
de los productos sino, sobre todo, de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Por lo tanto, facilita que todas
las actividades de enseñanza y aprendizaje que realiza el alumnado a lo largo del curso se vayan organizando
de manera coherente y constituyan piezas ordenadas en su papel de construcción de los contenidos de la
asignatura. Y es, sin lugar a dudas, una de las estrategias mejores de conocimiento de los diferentes ritmos
de estudio según las características de los alumnos.
A lo largo de mis años como docente en la Escuela Pública la propuesta de portafolio que hemos desarrollado
con los alumnos de Educación Secundaria ha presentado dos partes: evidencias obligatorias y voluntarias.
Cuando hablamos de evidencias nos estamos refiriendo a cada uno de los contenidos del portafolio que
reflejan un aprendizaje del estudiante.

En relación con las evidencias obligatorias hemos planteado:

- Mapas conceptuales de todos los temas.


- Cuestiones o actividades de diferentes niveles de complejidad de cada uno de los temas, formulados por el
profesor.
- Resolución de casos prácticos, etc.

Como se puede observar se trata de recoger evidencias que reflejen que han adquirido los conocimientos
básicos de la asignatura.

En relación con las evidencias voluntarias:

Las evidencias voluntarias como su nombre indican son aquellas que cada estudiante decide incluir, bien
porque ha realizado actividades de ampliación de alguno de los temas de su interés, o ha desarrollado
interrelaciones entre diferentes aspectos de la propia asignatura o con otras. El sentido de este tipo de
evidencias es dar al alumnado la libertad de dirigir su aprendizaje, en el marco de la materia, pero de acuerdo
a sus propios intereses. Por ejemplo, los alumnos pueden elaborar un ensayo sobre un tema relevante del
programa con utilización de fuentes bibliográficas.

Y ya para finalizar comentar que a lo largo de este artículo hemos pretendido ofrecer la oportunidad de
presentar la autoevaluación como estrategia de aprendizaje para atender a la diversidad. Con la
autoevaluación se persigue que el alumno "sea capaz de valorar su proceso de enseñanza y aprendizaje?.
Proceso que es único e irrepetible, ligado a necesidades, intereses, expectativas y motivaciones diversas. La
atención a la diversidad conlleva ritmos de estudio distintos según las características del alumnado y la
autoevaluación puede contribuir a afrontarla con garantías de éxito.

Referencias bibliográficas

CALATAYUD SALOM. A. (2007): "La evaluación como instrumento de aprendizaje y mejora. Una luz al
fondo?. En: A. CALATAYUD (Coord). La evaluación como instrumento de aprendizaje. Estrategias y técnicas.
Madrid. MEC.

CALATAYUD SALOM. A. (2004): "La evaluación interna de los departamentos didácticos. Entre la pura
cosmética, la exigencia y la necesidad? En: AA. VV Nuevos núcleos dinamizadores de los centros de
educación secundaria: los departamentos didácticos. Madrid. MEC.

CALATAYUD SALOM. A. (2004a): "La autoevaluación de la práctica docente: una aventura plagada de
dificultades y satisfacciones?.Revista: Ciencias de la Educación. Núm 198-199. Págs. 151-171.

CALATAYUD SALOM. A. (2002): "La cultura autoevaluativa, piedra filosofal de la calidad en


educación".Revista: Educadores. Núm 204. Págs.357-375.

CALATAYUD SALOM. A. (1999): "La participación del alumno en el proceso evaluador".


Revista Educadores. Núm 190-191.

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