Dios es esencialmente un trabajador, en los primeros capítulos de Génesis se nota una gran

diversidad de hábitos de trabajo de Dios y la extensión de su genio creativo. Nosotros fuimos

hechos a su imagen y semejanza, hemos sido hechos para parecernos a Él y reflejar quién es Él.
Queda claro que el trabajo es parte de la naturaleza de Dios y por lo tanto el trabajo también debe
ser parte de nuestra naturaleza. Cuando trabajamos reflejamos la imagen de ese Dios que en 6
días creo todo el universo y que aún sigue trabajando.

Hola a todos soy Daniel.

Hay tantos versículos de los que se podría meditar, pero me quedaré en el primer capítulo.

En el versículo 3 “Y dijo Dios: Sea la luz, y fue la luz”

En el capítulo 1 se habla de la creación de todas las cosas menos de la creación de Dios, Él no tiene
principio ni final. Al principio solo era Dios, pero Él hablo y todas las cosas fueron hechas, los cielos
y la tierra le obedecieron instantáneamente. Todo fue creado de la nada por medio de su palabra.
Esta palabra omnipotente de Dios tiene poder creativo y es la misma palabra que nos habla hoy.
Esta es la palabra que nos habla por medio del evangelio, esta palabra hace nuevas creaturas, esta
palabra hace alumbrar la luz de Dios en las tinieblas de nuestros corazones para que nosotros
podamos ver cuán grande es Él y toda su gloria. No debemos subestimar la palabra de Dios
revelada en las escrituras. Nos ha hecho nuevas criaturas y ha sido nuestra luz; y también podrá
alumbrar el corazón de muchas personas más que aún no la conocen.