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coov-eeev! TEXTOS DIALBCTALES. Po fy, toda lah n comin, ¥ hen lah patas y atras y grites aoe que ‘staba geno vires bendrdn y te las comers.” El je dijo, pa ‘sib’ ¢ le oot asina Ju aria, y se jué, como boca muy rande 55 iomite, se paru én Iai pales y At brid la boca tan ho, peru al ‘ pa gritar lo que I calbo 1i abla dic! % Fi : ae ande que ‘1 calbo s¢ recap cuandU b? a comensar a grita gra , ierda comites.» e toarabin comis, y le diju al coyote «Mile MEJICO cccvl MarraANO AZUELA Los de abajo * —Seiid Remigia, emprésteme unos blanquillos, mi gallina amanecié echada. Allf tengo unos sifiores que queren almorzar. De la viva luz del sol a la penumbra del jacalucho, més tur- bia todavia por la densa humareda que se alzaba del fogén, los § ojos de Ja vecina se ensancharon. Pero al cabo de breves segun- dos comenzé a percibir distintamente el contorno de los obje- tos y la camilla del herido en un rineén, tocando por su cabe- cera el cobertizo tiznado y brilloso. Se acurrucé en cuclillas al lado de seid Remigia y, echando 19 miradas furtivas adonde reposa Demetrio, pregunté en voz baja: —;Cémo ve al hombre?... ¢ Aliviado?... ; Qué giieno! 5 i Mire, y tan muchacho!... Pero en toavia esta retedescolorio, iAh!... ¢De moo es que no le cierra el balazo?.., Oiga, sefid j ‘ Remigia, ¢ Mo quere que le hagamos alguna lucha? ae 2 ocean Gk aa pass ‘eh wae no del metate y pasa y Pos quén sabe si no les cuadre—responde sin inte: Ja ruda tarea ‘asi sofocada— ; ell In su dotor por y Casi s 5 ellos train c ¥ eid * Madrid, 1927. Los dos Y 1-113, respectiv: f textos transcritos figuran en es seid Ree chismorreaty “mo y con un guifio: seid Remigia a durmiendo. n-Ande, os ferm cieron? _—Pos Maria EXITOS DIALECTALES: ae oe . E] barullo de las comadres acabd por despertar a Demetrio, Asilenciéronse un momento, y a poco dijo sea Pachita, sa- jdronse ya f ! ca 5 del Sone i omo tierno que abria el pico casi sofoca~ 8© cando del n pa t b: os se ja mera verda, yo le traiba al sifior estas sustancias,.. o sigin razdn esté en manos de médico... 4 —Eso no le hace, sefid Pachita... ; es cosa que va por juera,., —Sifor, dispense Ia parveda... ; aqui le traigo este presente —dijo la vejarruca acercdndose a ae Pa las morragias como estas Sustancias... = Naas vivamente. Ya le habian puesto en el es témago unas piezas de pan mojado en aguardiente, y aunque 7 cuando se las despegaron le vaporizé mucho el ombligo, sentia que aun le quedaba mucho calor encerrado, per 6 AL champafia que ebulle en burbujas donde se descompone Ja luz de los candiles, Demetrio Macias prefiere el limpido te- quila de Jalisco. as: Hombres manchados de tierra, de humo y de su sudor; de barbas crespas y alborotadas cabelleras, cubiertos de andrajos mugrientos, se agrupan en torno de las mesas de un restoran, —Yo maté dos coroneles—clama con voz rispida y gutural un sujeto pequefio y gordo, de sombrero galoneado, cotona de 80 gamuza y mascada solferina al cuello—. No podian correr tan tripones: se tropezaban con las piedras, y para subir al cerro, se ponian como jitomates y echaban tamaiia lengua!... «No corran tanto, mochitos—es grité—; parense, no me gus- tan las gallinas asustadas.., i Parense, pelones, que no les y 35 @ hacer nada!... ; Estan dados |» Jal, jjal, jjals. La ron los muy... Paf, paf! ;Uno para cada uno..., y de «descansaron ! Z —A mi se me jué uno de Jos meros copetones—] dado de rostro renegrido, en un Angulo del salén, e 90 ¥ el mostrador, con las piernas alargadas y el fusil ¢ i Ah, cémo trail ! No mas

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