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SECRETARIO:

EXPEDIENTE:
CUADERNO: PRINCIPAL.
ESCRITO : 01
SUMILLA : DEMANDA ACUMULADA.
SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO MIXTO DE TOCACHE:
SIXTO SAAVEDRA TRUJILLO, identificado con
D.N.I. Nº 00995258, domiciliado en el Jr. Alfonso Ugarte N° 356, Distrito de
Uchiza, Provincia de Tocache y Departamento de San Martín;
señalando domicilio procesal en XXXXXXXXX, Casilla Electrónica N°
32038 (SINOE), a Ud. atentamente digo:
Que, por derecho propio y en mérito al Poder
por Escritura Pública otorgado por NERI CHOTA TRUJILLO DE MOSQUEIRA,
JULIA ESTHER SEIJAS TRUJILLO Y GRACIELA GABANCHO TRUJILLO,
expedido por ante notario público Federico J. Campos Echeandia, en
nuestra condición de herederos universales de doña LOURDES TRUJILLO
CABALLERO, ello conforme a la Declaratoria de Sucesión intestada que
se adjunta a la presente; y en busca de tutela jurisdiccional efectiva a
través de un debido proceso, ocurro por ante su Despacho con la
finalidad de interponer una demanda de NULIDAD DE ACTO JURIDICO,
acción que la dirijo contra SILVIA VICTORIA CEIJAS TRUJILLO, domiciliada
en el Jr. Alfonso Ugarte N° 356 del Distrito de Uchiza, Provincia de
Tocache y Departamento de San Martín, a efectos de que mediante
sentencia vuestra Judicatura se sirva DECLARAR NULO el Acto Jurídico
contenido en la Escritura Pública de Compra Venta su fecha 28 de
Noviembre del 2005, otorgado por LOURDES TRUJILLO CABALLERO a favor
de SILVIA VICTORIA CEIJAS TRUJILLO, extendido por el Notario Público
ELLIOT FRANCO SALINAS, acto jurídico por el cual nuestra progenitora le
transfiere doscientos noventa y seis metros cuadrados (296.00 M2), del
bien inmueble ubicado en el Jr. Alfonso Ugarte Lote N° 3 –A (TRES-A),
Manzana 25 (VEINTICINCO), Distrito de Uchiza, Provincia de Tocache y
Departamento de San Martín, cuyos linderos y medidas perimétricas son

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las siguientes: Por el frente: con el jirón Alfonso Ugarte, con una línea de
catorce metros con ochenta centímetros (14.80 M.L); por el fondo con la
propiedad de don Manuel Mora Cojoma, con una línea de Catorce
Metros con ochenta centímetros (14.80 M.L); por la izquierda, con la
propiedad de Lourdes Trujillo Caballero con una línea de veinte metros
(20.00 M.L); y por la derecha con la propiedad de doña Graciela
Gavancho Trujillo, con una línea de veinte metros (20.00 M.L), por
haberse incurrido en las causales de nulidad: FALTA DE MANIFESTACION
DE VOLUNTAD. FIN ILICITO Y POR SER CONTRARIO A LAS LEYES QUE
INTERESAN AL ORDEN PUBLICO Y LAS BUENAS COSTUMBRES, sustento mi
pretensión en las siguientes consideraciones fácticas y jurídicas:
HECHOS EN QUE SE FUNDA MI PRETENSION PRINCIPAL DE NULIDAD DE
ACTO JURIDICO:
Primero: Que, nuestra añorada madre LOURDES TRUJILLO CABALLERO, el
12 de Agosto de 1985, no teniendo un lugar donde residir con toda
nuestra familia, solicito al Alcalde del Consejo Distrital de Uchiza, a fin de
obtener un terreno urbano para poder vivir, comprometiéndose a
realizar los pagos por los trámites correspondientes, conforme es de
verse del cargo de la solicitud que se adjunta a la presente; solicitud
que fue accedida por el señor Alcalde Distrital de la fecha, el cual le
entregó la posesión del bien inmueble ubicado en el Jr. Alfonso Ugarte
Lote N° 3 – A Manzana 25 del Distrito de Uchiza, Provincia de Tocache y
Departamento de San Martín, la cual posteriormente a fin de poder
regularizar y proteger la posesión de dicho bien, es que nuestra añorada
madre solicito ante la Municipalidad Distrital de Uchiza, la
Regularización de compra venta de Lote de Terreno Urbano, el cual
tiene un área de 516.75 m2, con los siguientes linderos: Poder el Frente o
lado sur, colinda con el Jr. Alfonso Ugarte, con una línea de 26.50 m; Por
el lado posterior o lado norte colinda con la propiedad de don José
Mosquera, con una línea de 26.50 m; Por el lado izquierdo, o lado oeste,
colinda con la propiedad de Baltazar Bocanegra con una línea de 19.50
m; Por el lado derecho o lado este, colinda con la propiedad de don

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José Mosquera, con una línea de 19.50; tramite que se realizó para los
efectos de obtener el certificado de Posesión, ello conforme es de verse
de la solicitud de fecha 12 de octubre de 1992 que obra en autos;
obteniendo con dichos documentos el certificado de posesión del bien
inmueble materia de la presente.
Segundo: Que, nuestra añorada madre falleció con fecha XXXXX, es
cuando el suscrito y mis poderdantes iniciamos el Proceso Contencioso
de Sucesión Intestada por ante el Notario Público XXXXXXX, el cual
culmino con la Escritura Pública de Sucesión Intestada de fecha XXXXX,
donde se declaró Herederos Universales al suscrito y a mis poderdantes,
de ahí que el interés del suscrito y mis poderdantes para los efectos de
peticionar la nulidad del acto jurídico, es por nuestra condición de
herederos universales de doña LOURDES TRUJILLO CABALLERO, quien es
legítima propietaria del bien inmueble materia de transferencia que lo
constituye en doscientos noventa y seis metros cuadrados (296.00 M2),
del bien inmueble ubicado en el Jr. Alfonso Ugarte Lote N° 3 –A (TRES-A),
Manzana 25 (VEINTICINCO), Distrito de Uchiza, Provincia de Tocache y
Departamento de San Martín, cuyos linderos y medidas perimétricas son
las siguientes: Por el frente: con el jirón Alfonso Ugarte, con una línea de
catorce metros con ochenta centímetros (14.80 M.L); por el fondo con la
propiedad de don Manuel Mora Cojoma, con una línea de Catorce
Metros con ochenta centímetros (14.80 M.L); por la izquierda, con la
propiedad de Lourdes Trujillo Caballero con una línea de veinte metros
(20.00 M.L); y por la derecha con la propiedad de doña Graciela
Gavancho Trujillo, con una línea de veinte metros (20.00 M.L); ello por
cuanto en el negocio jurídico materia de nulidad ha procedido a
adulterar la manifestación de voluntad de nuestra difunta madre, con el
fin ilícito de apropiarse del bien inmueble que por derecho nos
corresponde como herederos forzosos, esto sin realizar pago de suma
alguna, en clara contravención de las normas de orden público y las
buenas costumbres.

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Tercero: Es necesario resaltar a su digna Magistratura, que con la
demandada nos une un lazo familiar (hermana), quién antes de la firma
de la Escritura Pública materia de nulidad, se ha mostrado de manera
afable, adorable, respetuosa, preocupada por el quebrantamiento del
estado de salud de nuestra añorada madre, estando siempre pendiente
de en todos los aspectos de nuestra señora madre, dado a estas
atenciones peculiares y por el desinterés que mostraba, es que nuestra
señora madre confiaba ciegamente en dicha persona, máxime si era su
hija, pero jamás imaginamos que todo ello era una farsa con el insano
propósito de apropiarse del bien inmueble de nuestra añorada madre
ubicado en el Jr. Alfonso Ugarte N° 356 (Antes Lote 3 – A de la Mz. 25)
del Distrito de Uchiza, Provincia de Tocache y Departamento de San
Martín, pues con sutileza y engaño llevó a nuestra señora madre ante el
notario público a fin de realizar la transferencia de la propiedad que por
derecho corresponde a todos los herederos, sin tener en cuenta que
nuestra difunta madre para poder transferir su propiedad tenía que
presentar certificado de salud mental actualizado ya que nuestra añora
madre al momento de la celebración del contrato de compra venta
tenía setenta y cinco (75) años de edad, sin embargo y pese a dicha
omisión el Notario procedió a realizar la transferencia; asimismo
debemos manifestar que nuestra señora madre solo detentaba la
posesión del bien inmueble materia de la presente, mas no tenía la
propiedad, es decir, no tenía Título de Propiedad inscrito en los Registros
Públicos, sin embargo, a través del contrato materia de la presente se
procedió a transferir la Propiedad; de ahí que se puede evidenciar el fin
insano de la demandada y del notario para hacer pasar la posesión
sobre el bien inmueble de nuestra añorada madre por propiedad.
Cuarto: La voluntad de nuestra difunta madre ha sido alterada en la
Escritura Pública materia de nulidad, ya que nunca ha tenido la
intención de enajenar el bien inmueble de su posesión, y todo ello se
devela del propio contenido de dicho acto jurídico, ya que en su
cláusula primera al establecer los antecedentes de la adquisición del

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bien inmueble por parte de nuestra añorada madre, se consigna
textualmente lo siguiente “DICHA PROPIEDAD FUE ADQUIRIDA DE SU
ANTERIOR PROPIETARIO DON EDISON CALVO TRUJILLO, MEDIANTE
CONTRATO PRIVADO DE COMPRA VENTA DE FECHA VEINTICINCO DE (25)
DE MAYO DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y SIETE (1997), hecho falso por
la cual se demuestra que nuestra añorada madre, no tuvo
conocimiento de la presente compra venta, ya que la forma de
adquisición de la POSESIÓN, fue en mérito a la posesión y a la solicitud
que se realizó en su momento al Alcalde de la Municipalidad Distrital de
Uchiza, conforme lo hemos enunciado en los considerandos anteriores;
de ahí que se evidencia claramente el desconocimiento de la
transferencia de su propiedad por parte de nuestra añorada madre,
pues si hubiese tenido conocimiento de la transferencia hubiese
brindado información sobre la forma y modo de la adquisición de la
posesión, explicando en su momento que ella no detentaba la
propiedad del mismo, ya que no es propietaria sino posesionaria del
bien inmueble materia de la presente.
Quinto: Al respecto, es necesario puntualizar que la posesión es el poder
que una persona ejerce de hecho, de una manera efectiva e
inmediata sobre un bien o una cosa. La ley protege al que posee sin
necesidad de verificación previa de un derecho que lo ampare, la
posesión tiene algunos atributos de la propiedad, como son el uso y
disfrute del bien. Por ejemplo: un inquilino o un poseedor de un
asentamiento humano sin titulación puede usar y disfrutar del bien pero
no puede disponer (vender o hipotecar), o reivindicar (recuperar) el
bien; por otro la PROPIEDAD es un derecho Constitucional sobre un bien,
es el poder directo e inmediato sobre un objeto o bien, por la que se
atribuye a su titular la capacidad de disponer del mismo, sin más
limitaciones que las que imponga la ley. Es el derecho real que implica
el ejercicio de las facultades jurídicas más amplias que el ordenamiento
jurídico concede sobre un bien. De ahí que ello es un indicador de la
inexistencia del acto jurídico de compra venta, por no cumplir su

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finalidad de dicho instituto jurídico, pues el animus domini de nuestra
señora madre sobre el bien inmueble era la posesión del mismo y la
posterior transmisión a todos sus herederos.
Sexto: Que, asimismo debemos manifestar que la Escritura Pública de
compra venta resulta aviesa, ya que en ningún momento se produjo la
traditio, siendo que en todo momento nuestra señora madre ha
permanecido en posesión, es decir, en uso y disfrute del bien inmueble
materia de la presente, ello conforme es de verse de los pagos
realizados a la Municipalidad Distrital de Uchiza por concepto de Auto
Avaluo – Impuesto predial, en ese contexto el hecho de que no haya
habido trasmisión de la posesión es un hecho revelador de que el acto
jurídico cuestionado adolece de nulidad absoluta que debe ser
declarada mediante sentencia judicial, pues el Derecho tiene especial
interés en regular las relaciones de la vida que surgen respecto de la
distribución de la riqueza en una sociedad, y para ello se toma en
cuenta un conjunto de valores que inspiran el reparto, tales como el
premio por el esfuerzo, trabajo y mérito individual, el incentivo hacía la
mayor producción; la solidaridad entre los miembros de la comunidad,
entre otros. Es decir, el sistema jurídico individualiza al propietario
mediante criterios nacidos de la razón, práctica para justificar la
adquisición del derecho sobre las cosas materiales, inspirados en la
conveniencia social o económica, y evidentemente estos factores no se
presentan en los contratos materia de nulidad, por el contrario, quiebra
las relaciones de solidaridad entre miembros incluso de una familia, que
sin esfuerzo alguno por parte de la demandada pretende despojarnos
del bien inmueble que nuestra añorada madre a cuidado y protegido
para que pueda ser transferido a sus herederos, pues no existe mayor
tiranía ni más grave arbitrariedad que fingir la voluntad de otro, y que
este fraude, además, ¡tenga efectos jurídicos!.
Séptimo: Como bien se establece que en el caso de los bienes
inmuebles la propiedad se transfiere como efecto de la celebración del
contrato, tal como lo puntualiza el artículo 949 del Código Civil, pero el

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vendedor queda obligado a hacer entrega del bien, como
consecuencia de la celebración del contrato de compra venta. Al
respecto, al realizar una interpretación sistemática de lo dispuesto en los
artículos 1552 y 1565 del Código Civil, se tiene que el vendedor está
obligado a realizar la entrega del bien después de celebrado el
contrato, salvo la demora resultante de su naturaleza o pacto distinto, y
por su parte el comprador se encuentra obligado a recibir el bien en el
plazo fijado en el contrato o en el momento de la celebración del
contrato, lo que correcto es que cumplida las prestaciones por
comprador y vendedor, es que el bien sea entregado después de
celebrado del contrato, salvo razones que justifiquen la demora en la
entrega del bien, lo cual debe estar plenamente estipulado en el
contrato, o por la sola voluntad de las partes de señalar un plazo distinto
de entrega, empero, dicho plazo debe ser determinado, no puede por
acuerdo de las partes establecerse un plazo indeterminado, ya que ello
imposibilitaría solicitar al comprador la ejecución del contrato respecto
de la entrega del bien, y al no entrar en posesión del bien inmueble, no
puede ejercer plenamente sus derechos como propietario. Lo que en
caso de autos no ha ocurrido, ya que si bien es cierto en la Escritura
Pública materia de la presente si bien es cierto se ha establecido que la
transferencia se realiza en el acto de la celebración del contrato, sin
embargo en la práctica ello no se llegó a concretar, ya que nuestra
añorada madre siempre ha permanecido en posesión dicha parte
transferida en calidad de titular de posesión. Al respecto, nos recuerda
Borrell y Soler, que la entrega de la cosa es una obligación del
vendedor, pero además, es un derecho del mismo, porque con ella va
aparejado el cobro del precio, y es el medio legal de librarse el
vendedor de la obligación de custodiar y conservar la cosa vendida1.
En el caso sub examen, la posesión del bien inmueble siempre ha
estado con nuestra señora madre, resultando del cual que nunca se

1 BORREL Y SOLER, Antonio M “El contrato de compraventa según el Código Civil Español”. Bosch Casa
Editorial Barcelona. 1952. P. 89.

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realizó la traditio del bien, ello queda evidenciado de los pagos
realizados por nuestra señora madre a la Municipalidad Distrital de
Uchiza, por concepto de Autoavaluo, lo que evidentemente
desnaturaliza la esencia de un contrato y las obligaciones que ellas
derivan, que incluso el incumplimiento de la entrega conlleva a la
resolución del contrato, tal como dispone el artículo 1556 del Código
Civil, de ahí que ello coloca potencialmente al acto jurídico
cuestionado en una nulidad absoluta, siendo que el mismo significa la
NADA JURIDICA.
Octavo: Otro aspecto sustancial por el cual nuestra añorada madre
nunca podría haber realizado la transferencia de su propiedad, lo
constituye el hecho de no haber recibido suma alguna por dicha
transferencia, ello se acredita de manera incontrastable del acto
jurídico materia de nulidad, ya que el mismo refleja una conducta
ilegitima de la demandada de eludir la constancia de un medio de
pago, conforme a nuestra normatividad vigente, y con ello apropiarse
del bien inmueble sub materia. En la minuta de compra venta, su fecha
28 de Noviembre del 2005, acto jurídico por el cual nuestra señora
madre procede supuestamente a transferir a favor de la demandada
SILVIA VICTORIA CEIJAS TRUJILLO, el bien inmueble en doscientos
noventa y seis metros cuadrados (296.00 M2) ubicado en el Jr. Alfonso
Ugarte Lote N° 03-A de la Manzana 25 del Distrito de Uchiza, Provincia
de Tocache y Departamento de San Martin, debemos detenernos a
analizar la forma de pago, contenido en la cláusula TERCERA que ad
literam: “EL PRECIO DEL BIEN OBJETO DE LA PRESTACIÓN A CARGO DE LA
VENDEDORA ASCIENDE A LA SUMA DE QUINIENTOS Y 00/100 NUEVOS
SOLES (S/. 500.00), QUE LA VENDEDORA DECLARA HABER RECIBIDO A
ENTERA SATISFACCIÓN, NO TENIENDO NADA QUE RECLAMAR EN EL
FUTURO POR ESTE CONCEPTO, EN CUMPLIMIENTO DE LO DISPUESTO EN EL
ARTÍCULO 7°, INCISO 7.1 DE LA LEY N° 28194 DEJANDO CONSTANCIA QUE
EN LA REALIZACIÓN DEL PRESENTE ACTO JURÍDICO NO SE UTILIZA NINGUN
MEDIO DE PAGO”. De su interpretación se tiene que supuestamente a la

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fecha de celebración del contrato nuestra señora madre habría
recibido la suma de S/. 500.00 (QUINIENTOS Y 00/100 SOLES), sin mayor
constancia que la firma puesta en dicho contrato. Ahora bien, es
menester mencionar que de haber mediado un contrato real de la
venta de mis derechos y acciones, era necesario que el COMPRADOR se
sujete a la normatividad, realizando el pago de conformidad con lo
establecido en la Ley N° 28194, pero ello no se realizado dentro de
dichos parámetros, lo que demuestra que nunca se ha celebrado un
contrato de compraventa respecto del bien inmueble sub judice, por
no mediar pago alguno.
Noveno: Empero, asimismo debemos manifestarnos respecto al precio
venta señalado en el contrato, el cual no corresponde al valor real del
bien inmueble litigioso, no existiendo el equilibrio económico, el cual
denotaba una fragilidad y vulnerabilidad del contrato, ya que
conforme se infiere de la cláusula tercera que señala taxativamente
que el PRECIO VENTA A CARGO DE LA VENDEDORA ASCIENDE A LA SUMA
DE QUINIENTOS Y 00/100 NUEVOS SOLES (S/. 500.00), monto irrisorio que
no era el costo real del bien inmueble en ese año, ello conforme es de
verse de los contratos de contra venta aparejados a la presente, donde
nuestros vecinos al vender sus bienes inmuebles lo realizaron por sumas
muy superiores, es decir, la misma cantidad de metros por la suma de
DIEZ MIL Y 00/100 SOLES (10,000.00),de ahí que se puede inferir que no
existe el equilibrio económico en la supuesta venta, lo que denotaría lo
fraudulento que resulta ser el contrato materia de la presente. También
es necesario resaltar que lo que el Señor Notario Público en este
testimonio con relación al pago: DEJANDO CONSTANCIA QUE EN LA
REALIZACIÓN DEL PRESENTE ACTO JURÍDICO NO SE UTILIZO NINGUN
MEDIO DE PAGO, volviendo a repetir en el inserto primero: QUE DEL
CUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN NACIDA DEL ACTO JURÍDICO A QUE
SE CONTRAE LA PRESENTE ESCRITURA, NO SE ME HA EXHIBIDO NINGUNO
DE LOS MEDIOS DE PAGO PREVISTOS EN LA LEY, teniendo ello como
indicador que no existe pago real en efectivo, sino que solo se hace

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constar en el documento, reiterándose la forma de evadir la constancia
real del pago, incumpliendo lo dispuesto en la Ley N° 28914, siendo ello
un indicador de que nuestra señora madre jamás recibió suma alguna.
Décimo: Que, la demandada desconoce que el instituto jurídico de la
compra venta, es un acto voluntario celebrado entre el anterior y el
nuevo propietario a cambio de un precio representativo de la cosa, por
tanto, se trata de un suceso jurídico natural para desprenderse de lo
suyo, y, simultáneamente, transferírselo a otro. En efecto, si la propiedad
es un derecho individual, entonces nada hay más legítimo que el mismo
sujeto titular ceda lo que le corresponde a favor de un tercero, por acto
de su propia voluntad, máxime, cuando el desprendimiento se sustenta
en el principio de equivalencia económica, por lo que no solo hay una
simple voluntad individual de producir el cambio de titularidad jurídica,
sino, además, justificación social, manifestada por el hecho de que el
negocio parece perfectamente equilibrado, pues el transferente
mantiene su patrimonio sin cambios. Por tanto, se trata de una hipótesis
de justicia personal y social, pues si bien se altera el reparto estricto de
las cosas materiales en su condición de species, sin embargo, ello no
modifica el reparto social, pues el balance sigue inalterado, al salir la
cosa, pero ingresa el dinero y viceversa, lo que no ha ocurrido en el
caso sub examen, pues la demandada se ha aprovechado de la
confianza depositada de nuestra añorada madre para hacerle
refrendar el acto jurídico cuestionado, sin mediar un consentimiento de
transferir su bien inmueble, la misma que ha sido alterada, mediante el
engaño y el ardid, y en segundo lugar, sin haber recibido suma alguna
por ello.
Décimo Primero: Es justamente en estos conflicto, que el Estado
constitucional de Derecho, tiene la función de proteger los derechos
humanos2, pero no solo las libertades teóricas, sino también las

2 El Estado constitucional se rige por principios, esto es, valores más o menos indeterminados, de corte ético,
que tiene la importante función de articular diversos sectores sociales, lo que implica un difícil consenso. Así:
ZAGREBELSKY, Gustavo. El derecho dúctil, Editorial Trotta, Madrid, 2009, traducción de Marina Gascón. Pp.
40-41

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prestaciones estatales de servicios fundamentales destinados a tutelar la
dignidad y equilibrar las oportunidades. En tal contexto, la propiedad no
solo es disfrute individual, sino también función social en orden a la
tutela de valores colectivos, pues el individualismo extremo también
produce graves problemas sociales, como la concentración de riqueza,
el abuso del poder privado. En cualquier caso, la atribución, reparto y
destino de la riqueza constituye un capítulo fundamental en la
organización económica y social de la colectividad, por tanto, los
principios rectores de esta regulación se halla establecidas en la propia
Constitución, norma fundamental del sistema jurídico3. En este punto, la
sociedad se enfrenta con el problema de ordenar las relaciones
económicas que se establece entre sus miembros, lo que se materializa
a través de dos figuras troncales, el contrato y la propiedad privada,
que son instrumentos de autonomía privada destinados a satisfacer los
más variados fines prácticos, pero con respeto del interés social y
colectivo4. Es justamente de estos valores que no se encuentran
investidos los negocios jurídicos, por el contrario, en ellos se ha
quebrantado la voluntad de nuestra añora madre ello utilizando el
fraude, el engaño y el ardid, de ahí que usando los mecanismos
correctivos establecidos en nuestra norma material, y en aplicación de
una correcta justicia, es que vuestro Despacho teniendo como prisma
nuestra Norma Normarum debe declarar la nulidad del acto jurídico,
por lo que el mismo mismos significa la nada jurídica, de ahí que no
puede surtir efecto jurídico alguno.
Décimo Segundo: Es evidente que el contrato de compra venta como
un acto humano solo puede ser protegido cuando se trata de una
voluntad real, que se haya producido en el mundo fenoménico; y luego
de ello, que sea libre, sana y seria. Es imposible que el Derecho preste
tutela a una voluntad inexistente, pues ello significaría invadir la esfera
de libertad del ser humano, entrometerse en su personalidad, abusar de

3 SANTOS JUSTO, A. Direitos Reais, Coimbra Editora Coimbra, 2010. Pp. 14-15.
4 BETTI, Emilio, “Reflexiones sobre la noción del negocio jurídico”. ARA Lima 2001, traducción de Leysser León.
Pp. 31-34.

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su ser. No existe mayor tiranía ni más grave arbitrariedad que fingir la
voluntad de otro, y que este fraude tenga efectos jurídicos. En tal caso,
la dignidad del hombre, queda derrumbada, pues el perjudicado, es un
simple medio, una cosa para el logro de un fin de supuesta seguridad
jurídica, el hombre se cosifica, pues apenas son escalones para que
otros los pisen y logren sus ruines propósitos, como viene ocurriendo con
el suscrito y mis poderdantes en nuestra condición de herederos de
nuestra añora madre LOURDES TRUJILLO CABELLO, que prácticamente su
voluntad ha sido quebrantada frente a una excesiva confianza
depositada a la demandada por ser su hija. En este caso, se debe tener
presente que el sistema jurídico reconoce el poder de los individuos
para crear relaciones jurídicas sobre la base de su voluntad, siempre en
concordancia con el bien común (artículo 2, inciso 14 de la Constitución
que reconoce la libertad de contratación, pero con sujeción a los fines
lícitos). En buena cuenta “el ordenamiento no puede -por la
contradicción que no se le permite- elevar a la condición de fattispecie
jurídica el negocio inexistente, que equivale a la nada en el plano del
Derecho.5
Décimo Tercero: Que, en los actos jurídicos materia de nulidad, no se
encuentra expresada la voluntad de la suscribiente, de ahí que los
negocios jurídicos adolecen de nulidad absoluta, ya que la voluntad
constituye la esencia misma del acto jurídico, la falta de ella hace que
el acto no llegue a ser tal y, por más relevancia jurídica que el hecho
jurídico pueda alcanzar, se queda sólo en hecho, ello tal como se
encuentra normado en el artículo 140 del Código Civil. La voluntad en
términos generales se concibe por dos subvoluntades, la voluntad
interna y la voluntad externa. Es decir que un acto voluntario goza de un
elemento interno y otro externo. Por la voluntad interna debemos
entender todos los componentes que permitan al agente reflexionar
sobre su actitud, pero siempre en el campo intelectual interno, para ello

5 SGONAMIGLIO, Renato. Contribución a la teoría del negocio jurídico. Editora Jurídica Grijley Lima 2004,
Traducción de Leysser León. P. 438.

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se requiere de tres aspectos discernimiento, intención y libertad.
Mientras tanto, el elemento externo, es propiamente la manifestación
de voluntad, por lo que la voluntad externa implicaría manifestar o dar
conocer al mundo exterior el resultado de la voluntad interna, el
conjunto de ambas voluntades dan a conocer la voluntad propiamente
dicha. El acto jurídico materia de nulidad, no se encuentra revestido de
este requisito de validez del acto jurídico, por carecer tanto de la
voluntad interna de nuestra añorada madre de realizar la enajenación
de su bien inmueble sub judice, como tampoco existe la manifestación
exteriorizada, sino que conforme se encuentra acreditada se ha
procedido a alterar su voluntad, aprovechándose de la confianza
depositada en el demandado, quien le hizo firmar documentos para
proteger si bien inmueble, sin embargo, a través de ellos se procuró
exteriorizar una quimera manifestación de voluntad respecto de una
venta que jamás celebró, de ahí que dicho acto jurídico adolece de
NULIDAD ABSOLUTA POR LO QUE ES UN ACTO INEXISTENTE.
Décimo Cuarto: Que, el negocio jurídico cuestionado que contiene la
transferencia del bien inmueble, tampoco se encuentran revestido del
requisito de validez consistente en fin lícito, pues dicho acto jurídico no
refleja la voluntad real de nuestra añorada madre, sino que la misma ha
sido alterada para poder apropiarse indebidamente de su bien
inmueble, sin haber la contraprestación a su cargo, que viene a ser el
pago del precio de venta. Al respecto, se tiene que el acto jurídico,
según el Artículo 140 del Código Civil, es la manifestación de voluntad
destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas,
siendo uno de sus requisitos de validez el fin lícito – o la finalidad lícita, se
identifica con los efectos buscados mediante la manifestación de
voluntad, el cual sirva para controlar si los fines privados perseguidos por
los celebrantes son coherentes con las finalidades generales indicadas
en el ordenamiento estatal. En este contexto, la palabra fin está
vinculada necesariamente al concepto causa. El fin del acto jurídico
dentro de nuestra legislación, tal como se encuentra expresada en la

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exposición de motivos del Código Civil, se dijo que el fin consiste en la
orientación que se da a la manifestación de voluntad, lo que implica
que la voluntad manifestada, se dirija, directa o reflexivamente a la
producción de los efectos jurídicos, vale decir, a crear, regular,
modificar o extinguir relaciones jurídicas, en el caso sub examen, existe
una disconformidad entre el documento y la realidad, por cuanto la
manifestación de voluntad de nuestra añorada madre en dicho
contrato ha sido alterada ya que el documento firmado ha sido para
proteger su bien inmueble, es decir regularizar los papeles y no para
celebrar negocio jurídico alguno, de ahí que existe la ausencia del
requisito del fin licito en dichos negocios jurídicos.
Décimo Quinto: Con relación al fin ilícito, esto queda palmariamente
acreditado ante la inexistencia del pago, por lo que en dichos negocios
jurídico no existe el equilibrio económico, el cual es la naturaleza del
contrato, desde que el mismo es encuentro de voluntades, de intereses
contrapuestos. Estas situaciones siempre se presentaran por ser parte de
la negociación de un contrato y este el producto de aquella; Porque en
el contrato de intercambio de prestaciones onerosas, el equilibrio
representa el principal valor que impone el Derecho, a través de las
normas de contratos, a los particulares para juridizar un negocio
meramente económico (pre jurídico); para que un contrato pueda ser
considerado negocio-contrato razón y principal intereses que se
persigue en este tipo de negocios es la obtención de un beneficio
económico, en equivalente al sacrificio realizado. El equilibrio
económico del negocio de intercambio expresa el "valor equilibrio" que
el Derecho contractual en general busca establecer en las relaciones
económicas de los particulares, a través de una regulación y de los
principios que a ella inspiran. Por cuanto, "el negocio no es un hecho, es
un valor"6; y según Jimmi E. Vilchez Chiroque7 el equilibrio expresa el

6 “(…) y este valor su eficacia o validez, no en la adecuación previa de los valores contenidos en el
ordenamiento jurídico, sino en un análisis ex post de compatibilidad de dichos valores (...)" (BATTISTA FERRI,
Giovanni citado en MORALES HERVIAS. Estudios sobre teoría general del negocio jurídico. Prólogo de Gaston
Fernández Cruz. Ara Editores, Lima, 2002. p. 150).

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principal valor en materia contractual. Para muestra de ello, basta
remitirnos a las normas contractuales supletorias a la voluntad de las
partes, cuya lógica representa claramente la concreción de un valor
equilibrio dentro del contrato. Así, Manuel de la Puente Lavalle; al
referirse a esta normativa, señalaba: “Es natural que dicho
ordenamiento obedezca a un criterio de equilibrio entre los derechos y
obligaciones de las partes teniendo en cuenta los intereses que busca
tutelar ese contrato típico. En otras palabras, el legislador al dictar, una
por una y todas en conjunto, las normas dispositivas del contrato típico,
busca diseñar el contrato ideal que en su concepto, proteja
armoniosamente los intereses de las partes tomando en consideración
la finalidad del contrato, de tal manera que las partes puedan confiar
en que existe una regulación supletoria a la voluntad común que ha
sido elaborada precisamente para velar por la justicia contractual”8.
Décimo Sexto: Que, si bien es cierto, no existe una norma prohibitiva
respecto de que un contrato se inserte el medio de pago, así como
también que se produzca la traditio (tradición, entrega de la posesión),
no es menos cierto que existen normas (en su mayoría de orden público
y buenas costumbres) que por su naturaleza no están recogidas en
norma expresa; y que no podrían estarlo sin caer en el positivismo
absoluto y la negación del carácter dinámico de la sociedad, y
consecuentemente del Derecho. Las normas de orden público y buenas
costumbres son normas en su mayoría no escritas, y se hacen patentes
en conflictos específicos o ante la falta de una norma aplicable al caso
concreto, en estos casos “solo en apariencia la actividad del juez
consiste en crear una regla aplicable al caso específico, porque la regla
preexiste a pesar de no ser una regla jurídica”9. En el caso específico de
autos, se tiene que no obstante la naturaleza jurídica del derecho de

7 VILCHEZ CHIROQUE, Jimmi E. El Equilibrio Económico como base del negocio jurídico de intercambio.
Gaceta Civil & Procesal Civil Registral y Notarial, p. 113-114.
8 En: El contrato en general. Comentarios a la Sección Primera de Libro VII del Código Civil. Biblioteca para
leer el Código Civil, Volumen XI. Primera parte. Tomo III, Pontificia Universidad Católica de Perú. Fondo
Editorial, Lima, 1991, p. 224
9 MASSIMO FRANZONI. "La buena fe y la equidad como fuentes de integración del contrato"; En: MORALES
HERVIAS, Rómulo. Estudios sobre la Teoría General del Negocio jurídico, p. 692.

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propiedad, es de usar, disfrutar del bien, ello sea postergado de manera
indefinida, pese a que la compradora cumplió con el supuesto sacrificio
del desprendimiento de su patrimonio, que lo constituye el valor del
precio venta del bien inmueble, ello amparado en el acuerdo de
voluntades, pero existen las normas si bien no son prohibitivas pero sin
tiene el carácter de imperativas y de orden público relacionados a la
entrega del bien, que han sido trasgredidas ello con el fin ilícito de
apropiarse de mi derecho de propiedad o posesión al cual nos
abarcamos. Otro aspecto postulado por esta parte, es el equilibrio
económico como parte de la función encargada a la causa del
contrato, a fin que el “negocio no sea la simple expresión de una
promesa o de una obligación, sino que pone de relieve al mismo tiempo
la operación económica que constituye el fin de la promesa o de la
obligación, porque parte del principio de que nadie se obliga sino para
una finalidad (…)10. La causa, como requisito del contrato, representa la
superación de la concepción clásica (liberal) que centra su interés en la
figura de la declaración o manifestación de la voluntad 11; concepción
que resulta insuficiente si se considera que la voluntad se forma, y que la
declaración de voluntad no se produce sin un objetivo, sino que
persigue un fin relevante12. En términos generales, toda acción del
hombre-persona tiene una razón, un propósito, el cual no se puede
ignorar, sin renunciar también a la comprensión cabal del fenómeno en
sí. En términos del negocio jurídico si este es un sistema de valores

10 STOLFI, Giuseppe. Teoría del Negocio jurídico. Traducción y notas del Derecho Español por Jaime Santos
Briz Madrid, Editorial Revista de Derecho Privado, p. 39, quien precisa que: "Cualquiera que transmita un
derecho o renuncie al mismo o asuma una obligación, no pretende transferir o perder algo pura o
simplemente, sino que lo !lace con esta o aquella finalidad: por ejemplo, para hacer una donación o para
cumplir una obligación precedente, conceder créditos o cambiar una cosa por otra, etc.; así que el
negocio es, en el Fonda, el medio técnico al que se recurre para conseguir uno de esos fines típicos
"donandi causa", "credendi causa", solvendi causa", etc. Esta finalidad típica y practica es la causa del
negocio, y si la misma falta el contrato es nulo, por defecto de la operación económica en vista de la cual
se perfeccione" (resaltado agregado).
11 "En compendio estar teorías —ligadas, esencialmente, a la definición de negocio como declaración de
voluntad— se expresan conforme a una línea de pensamiento que, luego de atribuir preeminencia primitiva
al contenido (voluntad) sobre el continente (declaración) han terminado afirmándose en posiciones que,
modificando la perspectiva inicial seguida, ven prevalecer a la declaración, por encima de la voluntad". En
BATTISTA FERRI, Giovanni. El Negocio jurídico. 1° edición, Ara Editores, Lima, 1° editores, 2002, p. 94.
12 SCOGNAMIGLIO, Renato. "El negocio jurídico: aspectos generales". En: BETTI, Emilio; Galgano, Francesco;
SCOGNAMIGLIO, Renato y BATTISTA FERRI, Giovanni. Teoría General del Negocio jurídico 4 estudios
fundamentales. Ara Editores, Lima, 2001, p. 167.

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autónomo; no podrían ignorarse las razones del negocio jurídico, sin
dejar de lado el contenido de los valores que se busca concretizar, y
por tanto el entendimiento del negocio en sí. Debido a que la causa
coma función económica-individual no ha respondido con precisión al
porqué del merecimiento de tutela otorgada a un negocio;
enfocándose y manifestándose principalmente como expresión y reflejo
del principio de la autonomía individual; es necesaria la identificación y
ubicación del valor equilibrio (económico); como principal valor del
negocio (de intercambio) y como parte fundamental del juicio o
merecimiento de tutela de los negocios; sean típicos (que prescindan
de las normas supletorias) o atípicos. Y cuya exigencia —a diferencia del
reducido papel de la equidad—, no proviene de un mandato expreso
(que lo autorice o mande); sino del hecho de ser parte de la naturaleza
jurídica del negocio jurídico de intercambio: y de aquello que lo hace
jurídico. Es justamente este equilibrio económico que no se desprende
de los negocios jurídicos, de ahí que nos evidencia que estamos frente a
un acto nulo sin vida jurídica, ello por cuanto la voluntad de nuestra
añorada madre es aparente de formar un título-contrato de compra
venta, ello por no mediar esfuerzo o sacrificio económico ya que no
recibe una retribución “equivalente” al valor de su bien inmueble.
Décimo Séptimo: El limite fundamental a la autonomía privada está
constituido, como lo señala el artículo 1354, por las leyes de carácter
imperativo, que contienen normas de derecho necesario, de ius
cogens, de naturaleza inderogable por voluntad de los particulares,
cuya violación determina la nulidad absoluta del contrato por
disposición del artículo V del Título Preliminar. Es inherente a la persona
humana el derecho que tiene “a contratar con fines lícitos, siempre que
no se contravenga leyes de orden público” (artículo 2 numeral 14 de la
Constitución). Además, “La libertad de contratar garantizar que las
partes pueden pactar válidamente según las normas vigentes al tiempo
del contrato. Los contratantes son libres de escoger el tipo de contrato
a celebrar, la forma del contrato cuando la ley no exige una forma

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solemne, la determinación de las obligaciones que contraen y los
derechos que adquieren, así como la jurisdicción a la cual someten los
probables conflictos que genere la interpretación o ejecución del
contrato. 13 En el contrato materia de nulidad, se ha trasgredido normas
imperativas relacionados a la entrega del bien y la constancia del
medio de pago del precio venta.
FUNDAMENTO JURIDICO: Fundo la presente en los artículos 2 inciso14, 70
de la Constitución Política del Estado, el artículo V del Título Preliminar y
los artículos 219 incisos 1,4 y 8, 949, 1354, 1549, 1550, 1552, 1556, 1565
todos del Código Civil, y procesalmente en los artículos 424, 425 y 475
inciso 1 del Código Civil.
MONTO DEL PETITORIO: Tratándose de una acción declarativa la misma
carece de estimación patrimonial.
VIA PROCEDIMENTAL: La presente debe tramitarse por los causes del
PROCESO DE CONOCIMIENTO.
MEDIOS PROBATORIOS: Como prueba ofrezco lo siguiente.
1. El mérito de
2. .
3. El mérito de
4. .
ANEXOS:
1.A.- Copia legalizada de mi D.N.I.
1.B.-
.
1.C.- .
1.D.- .
1.E.-
1.F.-
1.G.-
1.H.-.

13 TORRES VASQUEZ, Anibal, Teoría General del Contrato, Primera Edición Enero 2012, Instituto Pacifico S.A.C.
Tomo II, p. 4.

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1.I.-
1.J.-
1.K.- Boleta de habilitación del letrado.
1.L.- Tasa judicial por ofrecimiento de pruebas.
1.LL.- Cédulas de notificación judicial.
PRIMER OTROSI DIGO: Que, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 80° del Código Procesal Civil, delego mi representación al
Letrado que autoriza la presente, concediéndole las facultades
generales de representación contenidas en el artículo 74° del Código
Procesal Civil, para lo cual declaro estar instruida de la delegación que
otorgo y de sus alcances.
Por tanto:
Pido usted Señor Juez se sirva admitir la
presente demanda tramitarla conforme a su naturaleza y en su
oportunidad la declare fundada en todos sus extremos, con expresa
condena de costos y costas.
Tocache, 25 de Marzo del 2017.

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