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También denominadas «centrales de filo de agua» o «de pasada», utilizan parte del flujo
de un río para generar energía eléctrica. Operan de forma continua porque no tienen
capacidad para almacenar agua al no disponer de embalse. Turbinan el agua disponible
en el momento limitadas por la capacidad instalada. En estos casos las turbinas pueden
ser de eje vertical, cuando el río tiene una pendiente fuerte, u horizontal, cuando la
pendiente del río es baja.
Centrales de embalse:
Es el tipo más frecuente de central hidroeléctrica. Utilizan un embalse para almacenar
agua e ir graduando el caudal que pasa por la turbina. Es posible generar energía
durante todo el año si se dispone de reservas suficientes. Requieren una inversión
mayor.
Centrales de regulación:
Almacenan el agua que fluye por el río capaz de cubrir horas de consumo.
Que corresponden con el high head, y que son las centrales de más de 200 m de
desnivel, por lo que solían equiparse con turbinas Pelton.
Centrales de media presión
Son las centrales con un desnivel de 20 a 200 m, siendo dominante el uso de turbinas
Francis, aunque también se pueden usar turbinas Kaplan.
Que corresponden con el low head, son centrales con desniveles de agua de menos de
20 m; habitualmente utilizan turbinas Kaplan.
Centrales mareomotrices
Utilizan el flujo y reflujo de las mareas. Pueden ser ventajosas en zonas costeras donde
las diferencias entre las mareas son amplias y las condiciones morfológicas de la costa
permiten la construcción de una presa que corta la entrada y salida de la marea en
una bahía. Se genera energía tanto en el momento del llenado como en el momento del
vaciado de la bahía.
Este tipo de central es objeto de investigación desde la década de los 80. A inicios de
agosto de 1995, el Ocean Swell Powered Renewable Energy (OSPREY) construyó la
primera central que utiliza la energía de las olas en el norte de Escocia. La potencia de
esta central era de 2 MW, pero fue destruida un mes más tarde por un temporal.
Mantenimiento
FUNCIONES FUNDAMENTALES
Las funciones fundamentales del mantenimiento tienen estrecha relación con las
actividades de mantenimiento propiamente dichas las cuales son:
MANTENIBILIDAD
La mantenibilidad, es conocida como la probabilidad de reincorporar un activo a su
estado inicial de operación dentro de un periodo de tiempo, es decir, la facilidad que un
activo presenta a la realización del mantenimiento.
CONFIABILIDAD
La confiabilidad es la probabilidad de que una instalación, máquina y/o equipo
desempeñe satisfactoriamente la función para la que fue diseñado sin fallar.
MANTENIMIENTO CORRECTIVO
También conocido como mantenimiento reactivo, tiene lugar luego que ocurre una
avería, es decir, actúa cuando se presenta un fallo en un determinado equipo o sistema.
En este caso si no se produce ninguna falla, el mantenimiento será nulo, por lo que se
tendrá que esperar hasta que se presente el desperfecto para tomar medidas
correctivas.
El mantenimiento correctivo se debe realizar en razón de que existe una falla o avería
imprevista por lo que generalmente se actúa de manera que se pueda solucionar el
problema en el menor tiempo posible, sin embargo existen algunas situaciones que no
requieren que la falla sea reparada de inmediato, es decir, el componente en el cual
ocurre la avería permite que siga funcionando la máquina o equipo en este tipo de
situaciones los encargados de mantenimiento pueden realizar una planificación para
decidir en qué momento se realizarán las actividades de mantenimiento.
DESVENTAJAS.
Paradas no previstas.
Presenta costos por reparación y repuestos no presupuestados.
La planificación de la producción se ve mermada debido a que se producen paros
imprevistos.
La ejecución de las actividades de mantenimiento son en la mayoría de los casos
desordenada debido a que el tiempo que debe demorar las reparaciones debe ser
lo más mínimo posible.
MANTENIMIENTO PREVENTIVO
El desarrollo tecnológico ha posibilitado el reemplazo cada vez más intensivo de
sistemas industriales de producción convencionales por otros automatizados y más
complejos. Paralelamente se han propuesto nuevas formas de realizar el mantenimiento
en una industria productiva.
CARACTERÍSTICAS.
MANTENIMIENTO PREDICTIVO
El mantenimiento predictivo es la serie de acciones que se toman y las técnicas que se
aplican con el objetivo de detectar fallas y defectos de maquinaria en las etapas
incipientes para evitar que las fallas se manifiesten en una falla más grande durante la
operación, evitando que ocasionen paros de emergencia y tiempos muertos, causando
impacto financiero negativo.
VENTAJAS
Las fallas se detectan en sus etapas iniciales por lo que se cuenta con suficiente
tiempo para hacer la planeación y la programación de las acciones correctivas
(mantenimiento correctivo) en paros programados y bajo condiciones controladas
que minimicen los tiempos muertos y el efecto negativo sobre la producción y que
además garanticen una mejor calidad de reparaciones.
Las técnicas de detección del mantenimiento predictivo son en su mayor parte
técnicas “on-condition” que significa que las inspecciones se pueden realizar con la
maquinaria en operación a su velocidad máxima.
El mantenimiento predictivo es un mantenimiento proactivo ya que permite
administrar las fallas antes de que ocurran en operación y no después como lo hace
el mantenimiento reactivo.
MANTENIMIENTO PROACTIVO
Mantenimiento Proactivo es una técnica enfocada en la identificación y corrección de
las causas que originan las fallas en equipos, componentes e instalaciones industriales,
esta técnica implementa soluciones que atacan la causa de los problemas no los
efectos.
El mantenimiento proactivo consta de dos fases: la identificación de las causas de los
fallos y la de la eliminación de las mismas. En la industria, de forma generalizada, se
presentan fundamentalmente dos modos de fallo que pueden llegar a provocar el
aumento de vibración y la parada del equipo, el desequilibrio o desbalanceo y la
desalineación. Cualquiera de estos dos modos de fallo pueden llegar a provocar el
deterioro prematuro de los rodamientos, de los acoplamiento, de los cierres mecánicas
y de otros elementos sensible a vibraciones de relativa baja frecuencia y alto
desplazamiento, desembocando en paradas no previstas y, por tanto, repercutiendo en
la producción de la planta.
Las acciones proactivas están también encaminadas a ir un paso más allá del
diagnóstico simple, buscando las causas que provocan
la desalineación o desequilibrio de un equipo cuando éstas se presentan de manera
repetitiva. Con ello no sólo se pretende evitar las consecuencias del fallo, sino también
eliminar la causa raíz que lo motiva desterrando tareas crónicas consumidoras de
recursos económicos y temporales.