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Fuente 1
La obesidad (Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica]
a. Concepto
La obesidad es la enfermedad nutricional más frecuente en los niños y adolescentes de los países
industrializados. Se define como un incremento del peso corporal, a expensas preferentemente del
aumento del tejido adiposo. Su valoración en el niño y adolescente es más difícil que en el adulto,
debido a los cambios continuos que se producen en la composición corporal durante el crecimiento.
Existen tres períodos críticos para el desarrollo de la obesidad: tercer trimestre de la gestación y
primer año de vida, entre los 5 y 7 años de edad y, finalmente, el que corresponde a la adolescencia.
Es, en dichos momentos, cuando más se debe insistir a las familias de riesgo en las medidas
preventivas a seguir para no presentar esta patología.
b. Clasificación
Según el índice de masa corporal (IMC) o índice de Quetelet, y siempre que el adolescente esté
próximo a su talla final, se puede hablar de:
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Desde un punto de vista clínico, y siempre con fines didácticos, puede admitirse la existencia de dos
grandes grupos:
● Obesidad endógena, intrínseca o secundaria, que tiene una etiología orgánica. Constituye en la
infancia alrededor del 1% de los casos de obesidad. Las causas más habituales son:
enfermedades endocrinológicas, neurológicas, síndromes genéticos y las secundarias a la
ingesta crónica de fármacos.
● Obesidad exógena o simple. Constituye el 99% de los casos. En ella, la relación entre gasto
energético e ingesta está alterada. Los hábitos dietéticos y nutricionales suelen no permitir dicho
equilibrio, a pesar de que recientemente se han identificado genes candidatos como
predisponentes a padecer obesidad, tal y como se comenta a continuación.
Adaptado de ARAGONÉS, Angel; BLASCO, Lidia; y CABRINETY, Nuria (s/f) Obesidad. Valencia:
Sociedad Española de Endocrinología, pp. 5-21.
(http://www.seep.es/privado/documentos/consenso/cap07.pdf) (Consulta: 17 de marzo de 2015)
Fuente 2
Causas de la obesidad [Un gordo problema. Sobrepeso y obesidad en el Perú, MINSA]
1. Deficiencias nutricionales
La característica más común entre la deficiencia nutricional, especialmente de micronutrientes y la
obesidad, es que reposa en una insuficiente calidad de la alimentación, más que en la cantidad de
los alimentos consumidos. Esta es una característica generalizada a toda la sociedad, incluyendo a
los sectores pobres. Un primer factor alimentario de riesgo se percibe en el comportamiento de la
lactancia materna exclusiva que en la población peruana aparentemente muestra una situación
crítica con tendencias al decrecimiento y por eso necesita ser fortalecida con estrategias de
promoción, como ocurrió entre 1992 y 2007, cuando los indicadores mejoraron.
Simbólicamente la lactancia alude al hogar y este es aún la representación espacial de uno de los
aportes culturales más importantes de la especie humana: la alimentación, alrededor de la cual se
han desarrollado muchos procesos de aprendizaje, además de reforzar los lazos afectivos. Sin
embargo, cada vez es más rutinario comer fuera de casa, al punto que se calcula un gasto de
alrededor del 30% del presupuesto familiar en alimentos fuera del hogar con el agregado que si este
es un patrón de consumo inadecuado y nos expone a mayores riesgos de salud y nutrición. Ya sea en
el campo o en la ciudad, adultos y niños peruanos están comiendo inapropiadamente, lo cual sugiere
que, entre los factores comunes, la calidad de la comida, la composición de la alimentación y la
naturaleza de los alimentos juegan un rol particular.
Los alimentos y la preparación de la comida también son parte de la salud pública y de nuestra
cultura. Pero la tendencia a culturizarnos “nutricionalmente” va opacando la importancia de conocer
la procedencia de los alimentos y nuestra diversidad biológica, que apuesta por nuestra cultura
culinaria, variada y nutrida de diferentes legados. Nuestro país cuenta con una gran biodiversidad y
oferta alimentaria, pero preocupa que el importante patrón de consumo de bebidas gaseosas y
posiblemente una importante proporción de consumo de alimentos procesados, no saludables, estén
generando un problema de salud pública. Por otro lado, como se sabe, la oferta alimentaria urbana
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del país es mayor y más variada que en la zonas rurales, incluyendo productos que no son ni
peruanos, ni saludables, ni naturales, ni sabrosos. Y ha creado un patrón de comportamiento que se
puede resumir en una frase: evitar “perder el tiempo”, mientras se almuerza conversando, ya sea en
familia o con amigos, en un ambiente cada vez más obesogénico, sobreexpuestos a una publicidad
multimillonaria de alimentos no saludables, orientada a estimular la demanda de la llamada “comida
chatarra”.
Igualmente, recientes estudios científicos proponen que entre los factores más importantes,
relacionados con el sobrepeso y la obesidad, se encuentra el patrón de consumo de alimentos
procesados, en los cuales las empresas realizan una exorbitante inversión de mercadeo que, por
ejemplo, ningún Ministerio de Salud del mundo podría siquiera igualar. Y todas las evidencias
confirman que el mercadeo de los productos de la industria alimentaria y de bebidas gaseosas
cambia la conducta de compra y
consumo en la población, en particular,
y de manera crítica en la población
infantil. Monteiro asegura que los
alimentos ultra procesados, por su
naturaleza, tienden a dañar la calidad
nutricional de la alimentación e
incrementan el riesgo a las
enfermedades crónicas. Además, su
consumo aumenta el riesgo de una
mayor ingesta de sal, agregada durante
el procesamiento de los alimentos,
situación sobre la cual los consumidores
no son alertados.
La encuesta global de escolares señala que el 54% de los que cursan estudios entre el segundo y
cuarto año refieren haber consumido bebidas gaseosas una o más veces al día; comida rápida, tres
días; o más durante la semana, el 11%, mientras que solo uno de cada 10 reconoce que ingirió cinco
o más veces al día frutas y verduras. Solo alrededor de un tercio de los estudiantes consume frutas
dos o más veces al día. El patrón de consumo de alimentos procesados, así como el bajo consumo
de verduras y frutas, también constituye un factor de riesgo para la salud y nutrición de los distintos
grupos de edad de la población. De esta manera, cabe la suposición de que ella está predispuesta al
desarrollo de sobrepeso y obesidad y enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes.
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personas, reflejando una tasa de crecimiento elevada en áreas urbanas, en comparación con las
rurales. La población urbana en 1940 era de 2.2 millones y ha aumentado 10 veces al 2007, que fue
de 20.8 millones. Se calcula que en 1990 el 41.8% vivía en ciudades, mientras que entre 1950 y
1970 la población en estas grandes urbes constituía tan solo un 25.8% y 35.7%, respectivamente.
Esta población mayoritariamente rural y físicamente activa, hoy es cada vez más urbana y
sedentaria, que en poquísima proporción cumple las recomendaciones de actividad física mínima.
La Encuesta Nacional de Indicadores Nutricionales, Bioquímicos, Socio-económicos y Culturales
relacionados con las enfermedades crónicas degenerativas indica que el 40% de los encuestados
hace poca actividad física (vida sedentaria), ya que realiza su trabajo usualmente sentado. Estudios
hechos en ciudades de América Latina muestran que dos tercios de las personas que cumplen con
los treinta minutos de actividad física moderada al día, lo consiguen por medio de actividades
rutinarias de transporte.
Al mismo tiempo, a nivel nacional las escuelas han recortado las actividades de educación física y
recreo, estimándose que en el último año solo el 2% de los escolares tuvieron clase de educación
física, al menos tres veces por semana. Adicionalmente, son menores las oportunidades de caminar
o ir en bicicleta a la escuela, debido al diseño de las ciudades y la distancia a la escuela. El
transporte en una ciudad como Lima, que además es caótica y muy contaminante, definitivamente
está limitando la actividad física.
Adaptado de MINSA (2012). Un gordo problema. Sobrepeso y obesidad en el Perú. Lima: Ministerio de Salud, pp. 7-21.
(http://new.paho.org/nutricionydesarrollo/wp-content/uploads/2012/05/Gordo-problema.-Sobrepeso-y-Obesidad-Peru.pdf)
(Consulta: 17 de marzo de 2015)
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Fuente 3
¿Cuáles son las causas del sobrepeso y la obesidad? [National Heart, Lung and Blood
Institute, EE.UU.]
Para mantener un peso saludable, la energía que se ingiere y la que se gasta no tienen que estar
exactamente balanceadas todos los días. Lo que sirve para mantener la salud es el balance a lo largo
del tiempo.
● Si con el tiempo la energía que se ingiere y la energía que se gasta son iguales, el peso sigue
siendo el mismo.
● Si la energía que se ingiere es mayor que la energía que se gasta, al cabo de un tiempo el peso
aumenta.
● Si la energía que se gasta es mayor que la energía que se ingiere, al cabo de un tiempo el peso
disminuye.
El sobrepeso y la obesidad se presentan con el paso del tiempo cuando usted ingiere más calorías
que las que gasta.
Otras causas
Entre otras razones de no mantenerse activos están las siguientes: la gente usa el auto para ir de un
lado a otro en vez de caminar; la tecnología y las comodidades modernas han disminuido las
exigencias físicas en el trabajo y la casa; también ha influido la falta de clases de educación física
para los niños en las escuelas.
Las personas poco activas tienen más probabilidades de subir de peso porque no queman las
calorías que consumen en los alimentos y bebidas. Un estilo de vida poco activo también eleva el
riesgo de sufrir enfermedad de las arterias coronarias, presión arterial alta, diabetes, cáncer del
colon y otros problemas de salud.
3. Medio ambiente
Nuestro medio ambiente no siempre contribuye a que tengamos hábitos saludables; de hecho,
estimula la obesidad. Esto se debe a razones como las siguientes:
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● Las raciones extra grandes de comida. Los estadounidenses están expuestos a raciones enormes
de comida en restaurantes, expendios de comidas rápidas, estaciones de servicio, teatros de
cine, supermercados y hasta en su propia casa. Algunas de estas comidas y bocadillos alcanzan
para alimentar a dos o más personas. Al comer raciones grandes la ingesta de energía es mayor.
Con el paso del tiempo, esto provocará un aumento de peso si no se balancea con actividad
física.
● La falta de acceso a alimentos saludables. Algunas personas no tienen en su vecindario
supermercados que vendan alimentos saludables, como frutas y verduras frescas. Para otras
personas, estos alimentos son demasiado caros.
● La publicidad de la industria de alimentos. Los estadounidenses están rodeados de avisos
publicitarios de la industria de alimentos. A menudo los niños son el blanco de propagandas que
anuncian bocadillos con alto contenido de calorías y grasas, y bebidas llenas de azúcar. Estas
propagandas tienen como fin influir en las personas para que compren estos alimentos llenos de
calorías, y con frecuencia lo consiguen.
Sus genes también pueden afectar la cantidad de grasas que usted almacena en el cuerpo y los
lugares del cuerpo en los que acumula el exceso de grasa. Como las familias también comparten
hábitos en cuanto a alimentación y ejercicio, existe relación entre los genes y el medio ambiente.
Los niños adoptan los hábitos de sus padres. Así, un niño de padres con sobrepeso, que consuman
alimentos con alto contenido de calorías y sean poco activos, probablemente llegará a tener
sobrepeso también. Por otra parte, si la familia adopta hábitos saludables respecto a la alimentación
y el ejercicio, disminuirán las probabilidades de que el niño llegue a tener sobrepeso u obesidad.
El síndrome de Cushing es una afección en la que las glándulas suprarrenales producen una
cantidad excesiva de una hormona llamada cortisol. También puede presentarse síndrome de
Cushing en personas que reciben tratamiento prolongado con dosis altas de ciertas medicinas, como
la prednisona.
Las personas con síndrome de Cushing aumentan de peso y tienen obesidad en la parte superior del
cuerpo, cara redondeada, grasa alrededor del cuello, y brazos y piernas delgados.
El síndrome del ovario poliquístico (llamado también poliquistosis ovárica) afecta a entre un 5 por
ciento y un 10 por ciento de mujeres en edad de procrear (en edad de tener hijos). Las mujeres con
síndrome del ovario poliquístico a menudo son obesas, tienen exceso de vello corporal y sufren
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trastornos reproductivos y otros problemas de salud. Estos problemas se deben a concentraciones
altas de unas hormonas llamadas andrógenos.
6. Medicinas
Ciertas medicinas pueden provocar aumento de peso. Entre ellas se cuentan algunos
corticoesteroides, antidepresivos y anticonvulsivantes. Estas medicinas pueden disminuir la
velocidad en la que el cuerpo quema calorías, aumenta el apetito o hace que el cuerpo retenga más
agua, todo lo cual puede conducir a un aumento de peso.
7. Factores emocionales
Algunas personas comen más de lo acostumbrado cuando están aburridas, enojadas o estresadas.
Con el tiempo, comer en exceso conducirá a un aumento de peso y puede causar sobrepeso u
obesidad.
8. Hábito de fumar
Algunas personas aumentan de peso cuando dejan de fumar. Una razón de que esto suceda es que
los alimentos a menudo saben y huelen mejor. Otra razón es que la nicotina aumenta la velocidad en
la que el cuerpo quema calorías, de modo que la persona quema menos calorías cuando deja de
fumar. Sin embargo, fumar representa un grave riesgo para la salud y dejar de hacerlo es más
importante que la posibilidad de aumentar de peso.
9. Edad
A medida que uno envejece, tiende a perder masa muscular, especialmente si hace menos ejercicio.
La pérdida de masa muscular puede disminuir la velocidad en la que el cuerpo quema calorías. Si la
persona no reduce el consumo de calorías a medida que envejece, puede aumentar de peso.El
aumento de peso en mujeres de edad madura se debe principalmente al envejecimiento y al estilo de
vida, pero la menopausia también interviene. Muchas mujeres aumentan aproximadamente 5 libras
durante la menopausia y tienen más grasa alrededor de la cintura que la que tenían antes.
10. Embarazo
Durante el embarazo, la mujer aumenta de peso para apoyar el crecimiento y desarrollo del bebé.
Después del parto, a algunas mujeres les cuesta trabajo bajar de peso. Esto puede llevar al sobrepeso
o a la obesidad, especialmente después de varios embarazos.
El sueño mantiene un equilibrio saludable de la hormona que nos hace sentir hambre (la grelina) y
de la que nos hace sentir llenos (la leptina). Cuando usted no duerme lo suficiente, la concentración
de grelina aumenta y la de leptina disminuye. Entonces siente más hambre que cuando ha
descansado bien. El sueño también afecta la forma en que el organismo reacciona a la insulina, la
hormona que controla la concentración de glucosa (azúcar) en la sangre. La falta de sueño provoca
una concentración de azúcar en la sangre más alta que la normal, con lo cual puede aumentar el
riesgo de sufrir diabetes.
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Adaptado de NATIONAL HEART, LUNG AND BLOOD INSTITUTE (2012) ¿Cuáles son las causas del
sobrepeso y la obesidad? Maryland: Autor. (http://www.nhlbi.nih.gov/health-spanish/health-
topics/temas/obe/causes) (Consulta: 17 de marzo de 2015)
Fuente 4
¿Puede ser que el aumento de peso sea debido a alguna otra enfermedad?
● Habitualmente, el aumento de peso se debe al desequilibrio entre lo que comemos y lo que
gastamos, favorecido por distintos factores, en ocasiones múltiples y complejos, pero sin que se
asocie otra enfermedad.
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● En un número reducido de casos puede existir alguna enfermedad, la mayoría de origen
hormonal (tiroidea, suprarrenal, hipofisaria...) que favorezca la ganancia de peso.
Fuente 5
La publicidad de “comida chatarra”
Pasaron tres meses desde que escribí sobre este tema y el debate, en vez de esclarecerse, parece que
se torna más confuso. Una gran cantidad de columnas han aparecido principalmente en contra de la
propuesta legal de regular la publicidad de 'comida chatarra', cosa que no extraña al estar en juego
unos 200 millones de dólares de inversión publicitaria al año. Cuatro puntos clave para disipar
dudas, algunas provocadas intencionalmente.
Las incontables reuniones en las que participé con todos los involucrados (congresistas, organismos
internacionales, empresarios, médicos, nutricionistas, abogados, anunciantes, y más), me han
afirmado que el tema tiene enormes consecuencias económicas y, por tanto, confluyen los intereses
económicos empresariales, la responsabilidad social, y el bienestar común buscado desde el Estado.
Por ello, trataré de aclarar temas que, a veces y por diversos motivos, se buscan hacerlos inexactos
con irresponsable intencionalidad.
1. ¿Es un problema?
La obesidad es un problema y grave. La OMS lo considera el quinto riesgo de mortalidad en el
ámbito mundial, pues es el principal factor causante de enfermedades cardiovasculares, cáncer,
enfermedades respiratorias crónicas y diabetes, entre otros. En el Perú, uno de cada cuatro niños es
obeso y se aplica a todos los niveles socioeconómicos (recordemos que hay muchos casos de obesos
desnutridos). Se ha llegado al punto crítico de que en Lima existen 203 casos de niños diabéticos,
algo realmente grave.
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Sobre este punto, lo siguiente:
● La publicidad tiene una enorme capacidad de persuasión que multiplica su efectividad si es
dirigida a niños. Según diversos estudios, los niños entre 6 y 8 años son incapaces de
comprender las intenciones de la publicidad; es más, frecuentemente aceptan como verdad
absoluta los enunciados que transmiten.
● En el Perú, niños de 7 a 11 años de doce ciudades del país señalan que el 64% se había sentido
influido por la publicidad al momento de querer comprar algo. El porcentaje se incrementa aún
más en niños de 7 años (74%) y en el nivel socioeconómico alto (92%).
● Al mes se invierten 19 millones de dólares en publicidad de 'comida chatarra'. Que el Estado
pueda competir con campañas informativas frente a tal cifra es insostenible. Además,
información recopilada en diez países descubrió que a más spots televisivos de 'comida
chatarra', mayor la prevalencia de sobrepeso en niños.
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Adaptado de CHIU, Alexander (2012) La publicidad de “comida chatarra”. Blog “Anuncias, luego existes”.
Lima. (http://jaimedelgado.pe/?p=2977) (Consulta: 17 de marzo de 2015)
Fuente 6
7 políticas públicas para combatir la actual epidemia de obesidad [Un gordo problema.
Sobrepeso y obesidad en el Perú, MINSA]
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consumo de alcohol y tabaco ha sido la restricción de su difusión en los horarios de programas
televisivos dirigidos a niños y adolescentes sin que haya contravenido las disposiciones en este
campo.
Sin embargo, el desarrollo de cultivos locales y familiares está aún muy focalizado, por eso es una
obligación generalizar experiencias exitosas en el abastecimiento continuo de alimentos naturales y
enteros. Citamos aquí la promoción de huertos escolares, comunales y de los Yachachiqs, cuyos
aportes alientan el emprendimiento de los productores, al aplicar tecnologías productivas que
abastecen el mercado con hortalizas y animales menores, en la sierra, y frutos y peces, en la selva y
en la costa, y son demostraciones de una objetiva inclusión social.
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significa para el Estado repensar también multisectorialmente en un diseño de ciudad con espacios
más verdes y amplios, con ciclovías construidas en todos los distritos, libres del tránsito
motorizado, con la creación de nuevas estrategias para diseñar programas permanentes de
competencia física y de prácticas deportivas.
Adaptado de MINSA (2012). Un gordo problema. Sobrepeso y obesidad en el Perú. Lima: Ministerio de Salud, pp. 7-21.
(http://new.paho.org/nutricionydesarrollo/wp-content/uploads/2012/05/Gordo-problema.-Sobrepeso-y-Obesidad-Peru.pdf)
(Consulta: 17 de marzo de 2015)
Fuente 7
Soluciones para la obesidad
Debido a los graves problemas que representan para la salud el sobrepeso y la obesidad, así como al
hecho de que su prevalencia vaya aumentando sin cesar en la mayoría de los países, se ha
introducido en la sociedad un motivo de preocupación, no solo en la población general, sino
también en amplios sectores del estamento médico. Si a ello le añadimos la controversia surgida
sobre si es o no conveniente su tratamiento, podría explicar el porqué de la publicación de este
trabajo. En él se pasa revista a todos los acontecimientos científicos surgidos en los últimos años,
que van desde las causas que los producen, hasta los tratamientos más modernos, sin evitar las
discusiones suscitadas por los escépticos sobre la idoneidad de los tratamientos en curso.
Tratamiento de la obesidad
En el tratamiento de la obesidad, se pueden utilizar cinco tipos de medidas: la dieta, el ejercicio,
los fármacos, la cirugía y el tratamiento psicológico. Los dos primeros son los más utilizados.
Los fármacos únicamente están recomendados en algunos tipos de obesidad. La cirugía constituye
el remedio final para quienes no responden a los tratamientos anteriores, y especialmente para los
obesos mórbidos. El tratamiento psicológico debe reservarse para los obesos afectados por
trastornos de la personalidad u otras alteraciones psicológicas o psiquiátricas.
La dieta
Muchos de los estudios epidemiológicos no apoyan la idea de que perdiendo peso se vive más
tiempo. Por lo tanto, es posible que en las personas sanas y gordas la instauración de un programa
orientado a reducir el peso corporal a través de la dieta hipocalórica produzca más perjuicios que
beneficios. Sin embargo, entre el 33 y el 40% de las mujeres adultas y entre el 20 y el 24% de los
hombres de EE.UU, intentan perder peso y el 28% de cada grupo trata de conservar lo conseguido
con el programa de adelgazamiento.
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Un hecho importante que con gran frecuencia acompaña a los programas de adelgazamiento es el
cambio cíclico de peso o efecto yoyó. Según los estudios epidemiológicos, los aumentos de
mortalidad que acaecen en los obesos se producen con mayor frecuencia en quienes el peso baja y
sube con alguna frecuencia. Dados los problemas que plantean los programas de reducción de peso,
algunos autores piensan que la dieta no debe ser utilizada de forma continuada en el tratamiento de
la obesidad. La dieta recomendada por los especialistas no debe comportar disminuciones del
contenido calórico superiores a 500 kilocalorías, debe ser variada y contener un 55% - 60% de
carbohidratos, un 15% de proteínas y un 25%-30% de grasas. En casos excepcionales, estas últimas
pueden ser aportadas en menor cantidad, pero siempre en periodos de tiempo muy cortos no
superiores a 30-60 días.
El ejercicio
De acuerdo con las directrices emanadas de las instituciones encargadas de la vigilancia y
mantenimiento de la salud de los adultos y de los niños, el ejercicio en colaboración con la dieta
constituye el mejor sistema de prevención y tratamiento de la obesidad, a pesar de la dificultad de
su acción para mantener de forma prolongada el peso corporal deseable.
En el año 1998, se publicó en los EE.UU. un documento relacionado con los conocimientos que en
ese momento existían sobre la prevención v el tratamiento de la obesidad. En él participaron
numerosos expertos de distintas especialidades y fue patrocinado por el Instituto Nacional de la
Salud y por el Instituto del Corazón, el Pulmón y la Sangre de los EE.UU. Una de las más
llamativas conclusiones fue que los trabajos publicados sobre la acción de la actividad física en la
obesidad y sus comorbilidades1 eran muy limitados, y algunos de ellos habían sido realizados con
técnicas poco apropiadas.
En relación con la acción preventiva de la actividad física para evitar la aparición de la obesidad,
son muy abundantes los trabajos observacionales en los que se vislumbra que la actividad física
atenúa el aumento de peso producido por el paso de los años, a la vez que reduce la comorbilidad
que sufren las personas mayores. En cuanto a la capacidad del ejercicio para prevenir la obesidad,
DiPietro asegura que existe una gran evidencia obtenida a través de los estudios longitudinales,
según la cual la actividad física habitual previene el aumento de peso en la población general y
especialmente durante el envejecimiento. Según esta autora, el ejercicio actúa más en prevenir el
aumento de peso que en favorecer la pérdida de la grasa.
La disminución de peso conseguida con el ejercicio depende de la frecuencia y del tiempo dedicado
a cada sesión de entrenamiento, así como de la duración del programa. A ello habría que añadir el
grado de adiposidad del individuo y el número total de kcal consumido durante el programa.
Aunque la pérdida de grasa no sea excesiva, el ejercicio conserva mucho mejor que la dieta el
nuevo peso adquirido. Según todos los indicios, la estrategia para luchar contra la obesidad debe
empezar por mantener el peso ideal en los adultos, estimular su pérdida en quienes lo tienen elevado
y aconsejar el ejercicio a toda la población.
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En cuanto a la acción del ejercicio en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en los adultos,
existen numerosas investigaciones que la corroboran, aunque en algunas de ellas el número de
personas incluido es pequeño y los resultados modestos. Los expertos de la mesa consideran que el
ejercicio en las cantidades habitualmente recomendadas solo produce modestas pérdidas de peso
(2,4 kg como media). Sin embargo, disminuciones más notables, 8 kg en 100 días, han sido
publicadas por Bouchard y colaboradores. Pero según dicen los expertos, el ejercicio más la dieta
origina mayores pérdidas de peso (1,9 kg) que la dieta sola.
Es posible que algunas de las recomendaciones puestas en práctica por autores y entidades
corporativas relacionadas con la intensidad y duración del ejercicio, con la finalidad de disminuir el
peso corporal, se hayan quedado cortas. Cuando las mujeres afectadas de sobrepeso realizan
programas de actividad física de duración superior a los 150 minutos semanales durante 18 meses,
el ejercicio es efectivo para conseguir los objetivos deseados. De cualquier modo, no parece que la
reducción del peso corporal sea un requisito indispensable para disminuir el índice de mortalidad en
quienes incrementan el nivel de actividad física o la forma aerobia. Pues como ha señalado algún
autor, la iniciación de un programa de actividad deportiva moderadamente vigorosa disminuye un
23% todas las causas de mortalidad, con independencia de los cambios producidos en el IMC 2 .
Si bien es cierto que, aunque en muchas ocasiones el ejercicio sumado a la dieta no sea capaz de
disminuir el peso corporal, sí se consigue notables beneficios sobre muchas de las comorbilidades
que acompañan a la obesidad.
2 IMC es índice de masa corporal y sirve para medir la cantidad de grasa en el cuerpo.
3 La termogénesis es el residuo degradado de la energía generada en el metabolismo en mamíferos a partir de
su ingesta de alimentos. Se conoce comúnmente como “quemar grasa”.
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En algunos casos, este procedimiento terapéutico es capaz de resolver el problema de los obesos
mórbidos, ya que en ellos se producen pérdidas de peso notables y mejorías importantes de las
comorbilidades asociadas. Sin embargo, al ser intervenciones agresivas v con riesgos de cierta
consideración para la salud futura de estos enfermos, los candidatos deben ser elegidos con sumo
cuidado, advirtiéndoles de las potenciales complicaciones y de la posibilidad de que parte del peso
eliminado con la intervención pueda retornar a largo plazo.
Adaptado de BECERRO, Marcos y MORENO, Basilio (2001) Sobrepeso y obesidad. problemas y soluciones. En: Archivos de Medicina
del Deporte, Vol. XVIII. Nro. 82. Madrid, pp. 151-163 (http://femede.es/documentos/Sobrepeso_obesidad_151_82.PDF) (Consulta: 04 de
enero de 2015)
Fuente 8
¿Cómo se pueden prevenir el sobrepeso y la obesidad?
Un estilo de vida saludable puede ayudarle a prevenir el sobrepeso y la obesidad. Muchos hábitos
que forman parte del estilo de vida vienen de la infancia. Por lo tanto, los padres y las familias
deben estimular a sus hijos a tomar decisiones sanas, como consumir una alimentación saludable y
mantenerse activos.
Procure que un estilo de vida saludable sea la meta de toda la familia. Por ejemplo:
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● Siga un plan saludable de alimentación. Tome decisiones sanas respecto a las comidas; tenga en
cuenta sus necesidades calóricas y las de su familia; y concéntrese en el balance entre la energía
que ingiere en los alimentos y la energía que gasta.
● Preste atención al tamaño de las raciones. Fíjese en el tamaño de las raciones de los expendios
de comidas rápidas y de otros restaurantes. Las raciones que se sirven allí a menudo son
suficientes para dos o tres personas. El tamaño de las raciones de los niños debería ser menor
que el de las raciones de los adultos. Disminuir el tamaño de las raciones le ayudará a lograr el
balance entre la energía que ingiere y la energía que gasta.
● Manténgase activo. Asegúrese de que el tiempo que dedica para usted mismo y para su familia
incluya actividad física. Busque actividades que todos disfruten. Por ejemplo, salgan a caminar
a paso rápido, a montar en bicicleta o a patinar, o entrenen juntos para una caminata o una
carrera.
● Disminuya el tiempo que pasa frente a la pantalla. Limite el uso de televisores, computadoras,
reproductores de DVD y juegos de video, porque restringe el tiempo que se dedica a la
actividad física. Los expertos en salud recomiendan 2 horas o menos al día frente a la pantalla,
sin contar con el tiempo relacionado con el trabajo o las tareas.
● Esté pendiente de su peso, su índice de masa corporal y su circunferencia de cintura. Además,
esté al tanto del crecimiento de sus hijos.
Adaptado de NATIONAL HEART, LUNG AND BLOOD INSTITUTE (2012) ¡Podemos! Maryland: Autor.
(http://www.nhlbi.nih.gov/health/educational/wecan/tools-resources/resources_espanol.htm) (Consulta: 04
de enero de 2015)
Fuente 9
Programas estatales MINSA
Programa 1
ACTÍVATE PERÚ es la Red Nacional para la Promoción de la Actividad Física que desarrolla
acciones para la promoción de la actividad física a nivel intra e intersectorial; e intra e
interinstitucional, en todo el ámbito nacional para contribuir a mejorar la salud y la calidad de vida
de las personas.
ACTÍVATE PERÚ está integrada por representantes de los Gobiernos Regionales, Gobiernos
Locales, Universidades y Organizaciones de la Sociedad Civil, quienes expresan su voluntad para
dedicar constantes esfuerzos y contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población,
estableciendo prácticas y estilos de vida saludables centrándose en la promoción de la actividad
física como una estrategia para la promoción de la salud, la prevención y control de las
enfermedades no transmisibles. La Secretaría Técnica de la Red fue asumida por el Ministerio de
Salud, representada por la Dirección General de Promoción de la Salud, representantes de EsSalud,
Sanidades de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú.
Programa 2
¿Qué es un quiosco saludable?
Es un lugar estratégico que oferta y promueve el consumo de alimentos saludables en la comunidad
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educativa y cumple normas sanitarias de calidad e higiene, que contribuyen a la promoción de
prácticas saludables en alimentación y nutrición.
Tomado de MINSA PERÚ (2012) Minsa y Minedu ponen en marcha quioscos saludables.
(https://www.youtube.com/watch?v=JhghJndSxg0) (Consulta: 15 de marzo de 2015)
Programa 3
¿Qué es el Programa Salud Escolar?
Es una estrategia de atención de salud para la población escolar que contribuye a mejorar su calidad
de vida, mediante el desarrollo de estilos de vida y entornos saludables, la detección de riesgos y
daños en salud, así como su atención oportuna relacionada con el proceso de aprendizaje, en el
marco de las políticas sectoriales MINSA-MINEDU-MIDIS.
Fuente 10
Alianza para la salud alimentaria (México) – Propuestas
Tomado de Alianza por salud alimentaria (2015) (http://alianzasalud.org.mx) (Consulta: 10 de marzo de 2015)
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