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EL NEGOCIO DEL SIGLO

Se describe el proyecto de Jaime Gilinski como el negocio más audaz de finca raíz en
el mundo avaluado en US$3.600 millones. Este se refiere a la compra que el
empresario colombiano hizo de la base Howard de la Fuerza Aérea norteamericana
ubicada al lado del canal de Panamá. El empresario colombiano Jaime Gilinski está
construyendo un megadesarrollo inmobiliario convirtiendo las 4.450 hectáreas de esa
antigua base en una nueva ciudad para 70.000 habitantes con colegios, parques,
universidad, hospital, centros comerciales y hasta aeropuerto. Según la publicación,
con un par de socios y vendiéndole la mitad del proyecto al gobierno de Catar, Gilinski
ya se ha ganado 1.400 millones de dólares.

Hace 9 años, Jaime Gilinski anunció en Panamá lo que muchos consideraban un


verdadero proyecto de castillos en el aire. Se trataba de construir en un área de 1.800
hectáreas (casi 16 veces el tamaño del Parque Simón Bolívar de Bogotá, el parque
público más grande del país) un desarrollo inmobiliario que incluiría espacios para
oficinas y bodegas, además de 22.000 viviendas y muchos centros comerciales,
colegios, parques, hospitales y droguerías, entre otros. Era realmente una nueva
ciudad justo al pie de la capital del istmo.

Hoy, casi una década después, el proyecto ya tomó forma y empezó a dejar perplejos
a propios y extraños. Según la revista Forbes, se trata del más ambicioso plan
inmobiliario del planeta.

Las razones de las sorpresas son claras: Panamá Pacífico, como se llama el desarrollo,
alberga ya a casi 300 multinacionales y da vivienda a más de 2.600 familias. Pero esta
es apenas la cuota inicial. El proyecto ha desarrollado 176 hectáreas, apenas 15% del
área por construir, si se tiene en cuenta que del total solo 1.096 hectáreas tendrán
construcciones, pues el resto serán zonas verdes.

El negocio ha sido un éxito para el magnate colombiano, si se tiene en cuenta que


empezó en 2007 y que el proyecto va hasta 2047: en apenas una cuarta parte del
tiempo, el magnate colombiano no solo ya recuperó su inversión, sino que logró
convocar a nuevos inversionistas que le dieron músculo financiero para muchas de
sus nuevas apuestas. Aunque él dice que no tiene pensado abandonar sus inversiones
en banca o industria, es claro que estamos ahora ante un magnate cuyo brazo fuerte
está en el terreno del real estate. Es un billonario de la construcción.

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