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Jorge Andrés Páez Cano - 20151160047

Primera parte ‘‘Tres momentos estelares de la lingüística’’

Comentario crítico

Son los griegos de la Antigüedad los que se hacen las primeras preguntas con respecto al hombre y
su relación con el mundo, y uno de los aspectos fundamentales será el estudio del lenguaje. El
Crátilo ofrece una de las discusiones más controversiales presentadas por Platón: la pregunta por
el lenguaje humano. Estarán presentes los argumentos de Hermógenes y Crátilo: el primero
sostiene que los nombres dados a las cosas aparecen cuando existe un consenso entre la
comunidad y el segundo afirma que la palabra representa y, por lo tanto, es idéntica al objeto
nombrado. Aristóteles será el encargado de sentar las bases para los estudios lingüísticos
posteriores. Será él el primero en bosquejar lo que sintetizará luego Ferdinand de Saussure: el
signo lingüístico está compuesto por un significante y un significado. Los lingüistas serán los
encargados de estudiar la interacción existente entre la forma de las palabras y el significado de
ellas. Será también Aristóteles el que defina los primeros pasos de la fonética, haciendo
distinciones entre vocales y consonantes.

Serán los griegos que estudiaban debajo del pórtico, los llamados estoicos, los que harán una
distinción clara entre los estudios que conciernen a la gramática, la etimología y la fonética,
haciendo énfasis en el primero: ampliaran sus indagaciones en las categorías gramaticales y las
partes de la oración en las que hicieron la división de categorías primarias y secundarias, las
primeras con criterios sintácticos y las segundas con criterios morfológicos. Dionisio de Tracia
sentará la base fundamental y mejor estructurada de la gramática. En su obra diferenció y definió
las diferentes partes de la oración entre las que se encuentra el nombre, el adverbio, la
conjunción, el pronombre, el participio, la preposición y los artículos, complementada luego por
Prisciano con las interjecciones. Ya serán en los siglos XVII y XVIII, con la influencia notoria de René
Descartes, que la lingüística tomara otros caminos. Después del enfoque fisiológico en el estudio
del lenguaje se pasará al enfoque racionalista que considerará al lenguaje como vehículo del
pensamiento.

La escuela de Por-Royal, quiso encontrar una gramática general que se pudiera aplicar a las
diferentes lenguas que existían en ese entonces: el griego, el latín, el hebreo, el inglés, el francés y
el español. Es el siglo XVIII el que reúne dos grandes momentos para la modernización de la
lingüística: por un lado el romanticismo intentará encontrar el origen de todas las lenguas y por el
otro, el racionalismo que venía del siglo XVIII brindará a la lingüística el método científico, los
neogramáticos se darán a la ardua tarea de comparar diferentes lenguas con el fin de establecer si
tienen algún parentesco en común, si en algún momento histórico pudieron ser la misma lengua.
Los comparatistas pudieron llegar a conclusiones evidentes en cuanto a las semejanzas que hay
entre diferentes lenguas: el estudio de algunas palabras y sus similitudes en cuanto a vocales y
consonantes les permitió establecer hipótesis de parentesco o poder agrupar lenguas en una
misma familia. El análisis de algo tan sencillo como lo son las letras permitió a los lingüistas
establecer relaciones de parentesco entre lenguas.
Los intentos por agrupar las lenguas dieron origen a lo que se conoce como la clasificación
tipológica y la clasificación genética. La primera habría de considerar las lenguas en cuatro grupos
diferentes que algunos lingüistas dirían que es un proceso evolutivo: las monosilábicas, las
aglutinantes, las flexivas y finalmente las polisintéticas. La otra clasificación, al genética, tan
importante y fundamental como la anterior, logra agrupar las lenguas en familias. El español hace
parte de la familia indoeuropea que ha sido la más estudiada por los lingüistas (se encuentra
dentro de la rama continental que a su vez hace parte de la clase itálica, y están lenguas como el
portugués, el francés y el rumano).Esta clasificación permite reconocer las similitudes entre las
diferentes lenguas y, por lo tanto, puede facilitar su aprendizaje. La extinción de una lengua
antecede a la desaparición de una comunidad. Es de vital importancia el estudio de las lenguas
indígenas en Colombia, poblaciones que muchas veces viven marginadas de las políticas de
bienestar del país y sufren de la ausencia estatal. El estudio de las lenguas de poblaciones
indígenas contribuiría a su dignificación como parte de la Nación.

Además de eliminar la concepción de Schleicher de la lengua como un ser vivo que nace, crece, se
reproduce y muere, para pasar al enfoque de la lengua como producto social, se le agregó el factor
del tiempo que definiría una dicotomía importante: sincronía y diacronía, los neo gramáticos se
inclinarían por el estudio de la lengua en un momento determinado y tratarían, más que describir,
de explicar los cambios fonológicos de las lenguas. Fue la rebelión contra los antiguos dogmas
establecidos de la lingüística por parte de los neogramáticos la que permitió que el estudio de las
lenguas se llegara a considerar como ciencia autónoma y ayudaría a formar a los lingüistas, como
Saussure, que trazarían caminos más vastos para esta ciencia.

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