Si un trabajador deja de presentarse a trabajar, pero no envía un telegrama de renuncia
ni el empleador lo intima a regresar a su trabajo, ante un reclamo el trabajador, el empleador no podrá afirmar que la relación laboral concluyó. El principio está a favor de la continuidad laboral del empleado. En los casos en que la transmisión de empresa se dé por una fusión en la que una empresa absorbe a otra, el nuevo empleador debe tratar igual a todos sus trabajadores (incluyendo a los traspasados), salvo que exista una razón objetiva y razonable que justifique un trato distinto. Por tanto, el nuevo empleador estaría obligado a nivelar la remuneración y condiciones de trabajo entre su personal y los trabajadores transferidos si realizan trabajos similares.