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Seminario sobre la “Apostasía en la iglesia”

La apostasía

Pregunta:"¿Qué es la apostasía y cómo puedo reconocerla?"

Respuesta: La apostasía, de la palabra griega apostasía, significa "un desafío de un sistema


establecido o autoridad; una rebelión; un abandono o abuso de fe". En el mundo del 1º siglo, la
apostasía era un término técnico para la revuelta política o deserción. Y al igual que en el primer
siglo, la apostasía amenaza el cuerpo de Cristo hoy.

APOSTASÍA. Significa “volverse atrás”, “recaer” (gr.)… “Esta misma palabra se usa en
Tesalonicenses (2 Tes. 2:3), donde se enseña que el día del Señor no puede venir hasta que no
venga “la apostasía” o abandono del cristianismo en relación con la manifestación del hombre
de pecado.

“Con respeto a apostasía individual, se trata en pasajes como Hebreos (3:12; 10:26, 28), y en la
Epístola de Judas. Hay también advertencias de que este tipo de apostasía se irá generalizando
al ir finalizando la presente dispensación (1 Ti. 4:1-3). Una apostasía implica necesariamente una
posición de la que se puede caer, una profesión hecha que se abandona de una manera
deliberada. No se trata de un cristiano que caiga en algún pecado, sino de un abandono definido
del cristianismo por parte de un profesante no convertido, que no ha experimentado la
regeneración de la conversión. Las Escrituras no ofrecen ninguna esperanza para tal estado”.

Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado, por Vila y Escuain, pág. 68

“Un apóstata es alguien que ha oído las grandes verdades de la fe cristiana, se ha convencido
intelectualmente de que Jesús es el Cristo, e incluso ha hecho profesión de cristianismo, aunque
nunca ha sido verdaderamente salvo. Después de haber gustado las buenas cosas del
cristianismo, renuncia totalmente a ellas y repudia al Señor Jesucristo. En Hebreos 6
aprendemos que este pecado es conducente a muerte. Los que cometen este pecado no tienen
vía de escape, por cuanto han actuado “crucificando de nuevo para sí mismos al hijo de Dios y
exponiéndole a la pública ignominia” (He. 6:6).”

William MacDonald, Comentario al Nuevo Testamento, págs. 1348-1349

La falsa profesión de fe es la sementera de la apostasía. Los cristianos superficiales de hoy están


espiritualmente muertos, que se fingen vivos o por un tiempo imitan a los vivos. Pero están
engañados acerca de sí mismos. Cualquier día podría abandonar la fe y al hacer esto corren el
peligro de volverse apóstatas, es decir, enemigos de la cruz. Amigo, examínate a ti mismo, si
estás en la fe. ¿Qué evidencias hay en tu vida de que realmente has nacido de nuevo y eres una
nueva criatura? ¿Realmente tienes la vida de Dios o eres sólo un evangélico religioso que juegas
a iglesia e imitas a los vivos? “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no
tiene la vida” (1 Jn. 5:12).

A continuación una interesante historia sobre un ejemplo histórico de apostasía de los muchos
que hay. (La siguiente historia forma parte de una recopilación de historias que se transmiten
en muchos institutos teológicos, que sirven de ilustración y buen ejemplo para esclarecer
muchas verdades bíblicas)

La Biblia advierte acerca de personas como Arrio (c. 250-336 D.C.), un sacerdote cristiano de
Alejandría, Egipto, que fue entrenado en Antioquía a comienzos del cuarto siglo. Acerca de 318
D.C., Arrio acusó a Alejandro obispo de Alejandría de suscribirse al Sabelianismo, una falsa
enseñanza que afirmó que el Padre, Hijo y Espíritu Santo eran simplemente roles o modos

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asumidos por Dios en varias ocasiones. Arrio determinó hacer hincapié en la unicidad de Dios;
sin embargo, fue demasiado lejos en su enseñanza de la naturaleza de Dios. Arrio negó la
Trinidad y presentó lo que pareció ser en la superficie una diferencia insignificante entre el Padre
y el Hijo.

Arrio argumentó que Jesús no era homoousios (de la misma esencia) como el Padre, pero era
homoiousios (de esencia similar). Solamente una letra griega – la iota (i) – separó los dos. Arrio
describió su posición de esta manera: "El Padre existió antes que el Hijo. Hubo un tiempo cuando
el Hijo no existía. Por lo tanto, el Hijo fue creado por el Padre. Por lo tanto, aunque el Hijo era el
más alto de todas las criaturas, no era de la esencia de Dios."

Arrio fue muy astuto e hizo lo mejor para llevar a la gente a su lado, incluso yendo tan lejos como
para componer una canción que enseñó su teología, la cual él trató de enseñar a todos los que
le escucharían. Su naturaleza encantadora, su posición reverenciada como un predicador y como
quien vivía en la negación de sí mismo, contribuyeron también a su causa.

Es crítico que todos los cristianos entiendan dos cosas importantes: (1) Cómo reconocer la
apostasía y maestros apóstatas; y (2) por qué la enseñanza apóstata es tan letal.

Las Formas de la Apostasía

Para identificar y combatir completamente la apostasía, es importante que los cristianos


entiendan sus diversas formas y los rasgos que caracterizan sus doctrinas y maestros. En cuanto
a las formas de la apostasía, hay dos tipos principales: (1) alejándose de las doctrinas claves y
verdaderas de la Biblia a las enseñanzas heréticas que proclaman ser la doctrina cristiana "real";
y (2) una renuncia completa a la fe cristiana, que resulta en un abandono completo de Cristo.

Arrio representa la primera forma de apostasía una negación de verdades cristianas


fundamentales (como por ejemplo, la divinidad de Cristo) que comienza un descenso hacia una
desviación completa de la fe, que es la segunda forma de apostasía. La segunda forma casi
siempre comienza con la primera. Una creencia herética se convierte en una enseñanza herética
que se divide y crece hasta contaminar todos los aspectos de la fe de una persona, y entonces
se logra la meta de Satanás, que es un total alejamiento del Cristianismo.

Un ejemplo reciente de este proceso es un estudio de 2010 realizado por el prominente ateo
Daniel Dennett y Linda LaScola llamado "Predicadores Que No Son Creyentes." El trabajo de
Dennett y LaScola relata la historia de cinco diferentes predicadores que con el tiempo fueron
presentados con y aceptaron enseñanzas heréticas sobre el Cristianismo y ahora se han alejado
totalmente de la fe y son o panteístas o ateos clandestinos. Una de las verdades más
inquietantes destacadas en el estudio es que estos predicadores mantienen su posición como
pastores de iglesias cristianas con sus congregaciones inconscientes del verdadero estado
espiritual de su líder.

Se advirtió sobre los peligros de la apostasía en el libro de Judas, que sirve como un manual para
entender las características de los apóstatas como los narrados en el estudio de Dennett y
LaScola. Las palabras de Judas son tan relevantes para nosotros hoy como lo fueron cuando
Judas las escribió en el primer siglo, así es importante leer y entenderlas cuidadosamente.

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Las Características de la Apostasía y de los Apóstatas

Judas era el hermanastro de Jesús y un líder en la iglesia primitiva. En su carta del Nuevo
Testamento, él describe cómo reconocer la apostasía e insta encarecidamente a ésos en el
cuerpo de Cristo a contender ardientemente por la fe (vs. 3). La palabra griega traducida
"contendáis ardientemente" es un verbo compuesto del cual obtenemos la palabra "agonizar".
Significa que la lucha será continua. En otras palabras, Judas nos está diciendo que va a haber
una lucha constante contra falsas enseñanzas y que los cristianos deben tomarlo tan en serio
que "agonizamos" sobre la lucha en que estamos inmersos. Por otra parte, Judas aclara que todo
cristiano está llamado a esta lucha, no sólo los líderes del cuerpo local, así que es fundamental
que todos los creyentes afilen sus habilidades de discernimiento para que puedan reconocer y
prevenir la apostasía en medio de ellos.

Después de instar a sus lectores a contender ardientemente por la fe, luego Judas destaca la
razón: "Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido
destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de
nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo" (vs. 4). En este
versículo, Judas proporciona a los cristianos tres características de la apostasía y de los maestros
apóstatas.

En primer lugar, Judas dice que la apostasía puede ser sutil. Judas utiliza la frase "han entrado
encubiertamente" (que no aparece en ningún otro libro de la Biblia) para describir la entrada de
los apóstatas en la iglesia. En el griego extra-bíblico, el término describe la astucia de un abogado
que, a través de una argumentación inteligente, se infiltra en las mentes de los funcionarios del
Tribunal y corrompe su pensamiento. La palabra significa literalmente "entrar de lado; entrar
furtivamente; difícil de detectar". En otras palabras, Judas dice que es raro que la apostasía
comience de una manera abierta y fácilmente detectable. En cambio, se parece mucho a la
predicación de Arrio en la cual solamente una sola letra distingue su doctrina de la verdadera
enseñanza de la fe cristiana.

Describiendo este aspecto de la apostasía y su peligro subyacente, A. W. Tozer escribió: “Tan


hábil es el error en imitar la verdad, que los dos son constantemente confundidos uno por otro.
Se necesita gran discernimiento en estos días para saber cuál de los hermanos es Caín y cuál es
Abel." El apóstol Pablo también habla del comportamiento exterior agradable de los apóstatas
y sus enseñanzas: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan
como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de
luz” (2 Corintios 11:13-14). En otras palabras, los apóstatas no parecerán malos en el exterior ni
dirán palabras dramáticas de herejía al comienzo de su enseñanza. En lugar de negar la verdad
absolutamente, los apóstatas la torcerán para caber en su propia agenda, pero, como ha
observado el Pastor R. C. Lensky, "Las peores formas de iniquidad consisten en las perversiones
de la verdad".

En segundo lugar, Judas describe a los apóstatas como "impíos" y aquellos que usan la gracia de
Dios como una licencia para cometer actos injustos. Comenzando con "impíos", Judas enumera
dieciocho rasgos poco favorecedores de los apóstatas para que sus lectores puedan
identificarlos más fácilmente. Judas dice que los apóstatas son impíos (vs. 4), moralmente
pervertidos (vs. 4), niegan a Cristo (vs. 4), mancillan la carne (vs. 8), son rebeldes (vs. 8), gente
que blasfema a los ángeles (vs. 8), son ignorantes de Dios (vs. 8), proclaman visiones falsas (vs.
10), autodestructivos (vs. 10), murmuradores (vs. 16), criticones (vs. 16), andan según sus
propios deseos (vs. 16), personas que usan palabras arrogantes y adulaciones falsas (vs. 16),

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burladores de Dios (vs. 18), los que causan divisiones (vs. 19), sensuales (vs. 19) y finalmente (y
no es de extrañar), carentes del Espíritu (vs. 19).

En tercer lugar, Judas dice que los apóstatas "niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor
Jesucristo" (Vs. 4) ¿Cómo hacen esto los apóstatas? Pablo nos dice en su carta a Tito: “Todas las
cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues
hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos
lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.” (Tito 1:15-
16). A través de su comportamiento injusto, los apóstatas muestran a su verdadero ser. A
diferencia de un apóstata, un verdadero creyente es alguien que ha sido liberado del pecado a
la justicia en Cristo. “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna
manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?" (Romanos 6:12)

Pero la falsa enseñanza de los apóstatas muestra también su verdadera naturaleza. Pedro dice,
"Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros,
que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató,
atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina." (2 Pedro 2:1). Los verdaderos creyentes han
sido liberados de la oscuridad espiritual a la luz (Efesios 5:8) y por lo tanto no negarán las
verdades fundamentales de la Escritura como lo hizo Arrio con la divinidad de Jesús.

Finalmente, el signo de un apóstata es que eventualmente decae y se aparta de la verdad de la


Palabra de Dios y Su justicia. El apóstol Juan indica que esto es una marca de un creyente falso:
"Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían
permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de
nosotros" (1 Juan 2:19).

Ideas Tienen Consecuencias

Dios toma en serio la apostasía y la falsa enseñanza. Cada libro del Nuevo Testamento excepto
Filemón contiene advertencias acerca de la falsa enseñanza. ¿Por qué es esto? Simplemente
porque las ideas tienen consecuencias. Pensar bien y su fruto produce virtud, mientras que
pensar mal y su acción acompañante resulta en penalidades no deseadas. Por ejemplo, los
campos de exterminio camboyano de los años setenta fueron el producto de la cosmovisión
nihilista de Jean Paul Sartre y su enseñanza. El líder de los Jemeres Rojos Pol Pot vivió la filosofía
de Sartre hacia el pueblo de una manera clara y aterradora, que fue articulada de esta manera:
"Protegerte no es ningún beneficio. Destruirte no es ninguna pérdida."

Debe recordarse que Satanás no vino a la primera pareja en el Jardín con un armamento externo
o arma sobrenatural, pero en cambio llegó a ellos con una idea. Y fue esa idea que les condenó
a ellos y al resto de la humanidad, con el único remedio siendo la muerte sacrificial del Hijo de
Dios.

La gran tragedia es que, si a sabiendas o sin saberlo, el maestro apóstata condena a sus incautos
seguidores. Uno de los versos más temibles en todas las Escrituras proviene de los labios de
Jesús. Hablando a Sus discípulos acerca de los líderes religiosos de su época, dijo, "Dejadlos; son
ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo." (Mateo 15:14).
Jesús afirma que no son sólo los falsos maestros que van a la destrucción, pero sus discípulos les
siguen también. El filósofo cristiano Soren Kierkegaard lo expresó de esta manera:

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"Porque nunca se ha sabido fallar que un necio, cuando se va por un mal camino, lleva a varios
otros con él".

Conclusión de la historia de Arrio

En 325 D.C., el Concilio de Nicea se convocó principalmente para retomar el tema de Arrio y su
enseñanza. Mucho a la consternación de Arrio, el resultado fue su excomunión y una declaración
hecha en el credo Niceno que afirma la divinidad de Cristo: "Creo en un solo Dios, Padre
Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible. Creo en un Solo
Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz
de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del
Padre, por quien todo fue hecho.”

Arrio pudo haber muerto hace siglos, pero sus hijos espirituales están todavía con nosotros hasta
este día en la forma de sectas como los Testigos de Jehová y otros que niegan la verdadera
esencia y persona de Cristo. Lamentablemente, hasta que Cristo regrese y cada enemigo
espiritual haya sido removido, la cizaña como estos estarán presentes entre el trigo (Mateo
13:24-30). De hecho, la Escritura dice que la apostasía va a empeorar cuando se acerca el retorno
de Cristo. En aquel momento [los últimos días] “Muchos tropezarán entonces, y se entregarán
unos a otros, y unos a otros se aborrecerán." (Mateo 24:10). Pablo les dijo a los Tesalonicenses
que una gran apostasía precedería la segunda venida de Cristo (2 Tesalonicenses 2:3) y que el
fin de los tiempos se caracterizaría por tribulación y charlatanes religiosos huecos: "en los
postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres… que tendrán apariencia de
piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita."(2 Timoteo 3:1-2,5).

Todo lo anterior es solo uno de los miles de ejemplos históricos que han acontecido a lo largo
de la historia de la iglesia cristiana para que el lector comprenda de una forma clara y sencilla
que es la apostasía y cómo opera en el cuerpo de; es importante tener en cuenta que hoy en día
la iglesia de Cristo está plagada con este fenómeno que más bien es una epidemia mundial que
enferma a la iglesia y que pretende destruirla

Es vital abordar este estudio desde un punto de vista escatológico para la iglesia, pero también
desde una perspectiva de perfeccionamiento del cuerpo de Cristo, tomando mucha conciencia
y seriedad al respecto

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